En los siglos XIV y XV hasta principios del XVI se llevó mucho la encuadernación con estas últimas labores sobre todo en España ya comenzados por lo menos en el siglo XIII siendo de estilo mudéjar los gofrados conocidos. De gran lujo. En estas se empleaban los marfiles labrados, las placas de oro y plata con relieves y esmaltes y las piedras finas. Se destinaban casi exclusivamente a libros litúrgicos y Evangelios. En su ornamentación se refleja siempre el estilo de las épocas y regiones que las produjeron. En la Edad Moderna desaparecen casi por completo las encuadernaciones de gran lujo o con metales preciosos y sólo por excepción se usan alguna vez para obsequios personales. Pero, en cambio, se hacen más artísticas las de lujo mediano e incluso las ordinarias dando Italia la norma del gusto y estilo en las mismas se sustituye la madera por el cartón para aliviar el peso del libro y evitar su destrucción por la carcoma aunque todavía en el siglo XVI se encuaderna a menudo con tablas y se da más importancia que antes al lomo del libro, decorándolo e imprimiéndole rótulos ya que ha de quedar visible en la estantería. El cartón o la tabla. se recubren con pergamino o pieles finas (badana, chagrín, marroquín, piel de Rusia) decoradas con gofrados y dorados de estilo plateresco y semiarabesco en los libros de lujo mientras que otros se encuadernan sencillamente con cubierta de pergamino liso. Desde el siglo XVII se admite la media encuadernación de piel sobre el lomo y en las puntas y de papel en lo restante. Llegado el siglo XIX sin abandonar dichas formas, va cundiendo la encuadernación inglesa de simple tela de percalina sobre el cartón aunque adornada con impresiones de oro y colores. En rústica: la cubierta que se utiliza es de cartulina flexible, pegada con un producto de secado rápido, es del mismo tamaño que el libro y con el mismo material en el lomo, el cual queda con forma rectangular. En tapa dura o cartoné: la cubierta o tapa del libro es de cartón rígido o flexible, cuyo exterior se cubre con cuero, tela u otro material. Los cuadernillos casi siempre van cosidos a mano o a máquina, aunque también pueden encolarse. El cuerpo del libro o tripa se une a la tapa mediante guardas. El lomo es semicurvo por lo general. Recibe distintos nombres según sea el material que recubra el cartón (tela, pasta, íntegra o flexibook, etc.). El tipo cartoné tiene las tapas de cartón de poco grosor recubiertas de papel. En espiral, canutillo o wire-o: también conocidos como encuadernación de abertura plana, puesto que el lomo permite la abertura total de las páginas. En espiral se utiliza un alambre o plástico que se introduce por una serie de agujeros uniformemente espaciados y hechos previamente en el borde interior de las hojas. En canutillo, las páginas se unen mediante un elemento circular de plástico cuyas púas pasan a través de los agujeros realizados antes en el papel. Estos tipos de encuadernación son útiles a la hora de encuadernar manuales o guías de viaje. El wire-o es una alternativa más cómoda y elegante, puesto que no sufre los inconvenientes del plástico que se aplasta y dificulta abrir y cerrar el libro, además de solucionar la desalineación entre ambas mitades. A la americana: las hojas que forman el libro se alinean y se prensan por el lomo, se colocan en abanico y se encolan por el lomo, donde más tarde se pondrá la cubierta. La cola blanca mantiene unidas las páginas y la tapa. En media pasta u holandesa: el lomo va cubierto de piel, mientras que el resto de la tapa se forra en papel fantasía, cartón o tela que armonicen con el color de la piel. Es una encuadernación resistente, ideal para libros de tamaño y grosor medio. La piel puede forrar también las puntas. trataba de dominar las fuerzas adversas de la naturaleza capturando su esencia mediante su representación. Son el más antiguo precedente de los primeros documentos impresos de que se tiene memoria. Durante las edades antigua y media de la historia de la humanidad, época en que predominaba el analfabetismo, los libros eran escasos y costosos, pues todos estaban escritos a mano en grandes pergaminos que eran custodiados celosamente en algunas bibliotecas, como las de Pérgamo, Alejandría o Bizancio, de modo que las personas que querían instruirse en ellos debían viajar a dichas ciudades y solicitarlos. El acceder a un libro de la época era un trámite al alcance de pocos. Desde la antigüedad, predominaban la ignorancia y la superstición, pero se reconocía el enorme poder e influjo que tenía la información para quien decidía obtenerla; por eso, era celosamente guardada. Con el advenimiento de la imprenta, se inicia la época de expansión bibliográfica, de la modernidad y del pesamiento crítico, facilitado en la actualidad con el acceso a la información en otro tipo de fuentes, tales como periódicos, revistas, internet, etc. No obstante, el valor del libro es perdurable a través del tiempo. Entre los finales de la Edad Media y el siglo XVIII, en Occidente se intentó controlar y ordenar la gran cantidad de textos que el libro manuscrito y luego el impreso habían puesto en circulación, tras la invención de la imprenta por Gutenberg y III siglos antes en Corea, ya lo habian inventado . Plasmar los títulos de una determinada manera, clasificar las obras o dar un destino a los textos para clasificarlos fueron operaciones gracias a las cuales se hacía viable el ordenamiento del mundo de lo escrito, por aquel entonces. Pero, paulatinamente empezó a imperar el deseo de la instauración de una biblioteca inmaterial, más eficiente, que daría lugar a una transformación en la relación con los textos escritos. Normalmente, un libro es impreso en grandes hojas de papel, donde se alojan 8 páginas a cada lado. Cada una de estas grandes hojas es doblada hasta convertirla en una signatura de 16 páginas. Las signaturas se ordenan y se cosen por el lomo. Luego este lomo es redondeado y se le pega una malla de tela para asegurar las partes. Finalmente las páginas son alisadas por tres lados con una guillotina y el lomo pegado a una tapa de cartón. Toda esta tarea se realiza en serie, inclusive la encuadernación. En el caso de que las hojas no sean alisadas mediante un proceso de corte, se habla de un libro intonso. Las imprentas más modernas pueden imprimir 16, 32 y hasta 64 lo que provoca que algunos libros tengan páginas vacías al final del mismo, aunque muchas veces son cubiertas con propaganda de la editorial sobre textos del mismo autor o inclusive otros de su plantilla. Los importantes avances en desarrollo de software y las tecnologías de impresión digital han permitido la aplicación de la producción bajo demanda (En inglés el acrónimo P.O.D.) al mundo del libro. Esto está permitiendo eliminar el concepto de “Libro Agotado” al poder reimprimirse títulos desde un sólo ejemplar, y se está fomentando la edición de libros en tiradas muy cortas que antes no eran rentables por los medios tradicionales.Cómo aplicación más innovadora, las librerías electrónicas más reconocidas están además ofertando a todo el mundo libros que no son fabricados hasta que son vendidos. Esto es posible sólo por estar dados de alta en los sistemas de producción de compañías internacionales como Lightning Source, Publidisa, Booksurge, Anthony Rowe, etc. A finales de 1971 comenzó a desarrollarse lo que hoy denominamos libro digital o electrónico. Michael Hart fue el impulsor del Proyecto Gutemberg, que consistía en la creación de una biblioteca digital totalmente gratis, donde podíamos encontrar obras de autores como Shakespeare,. PARTES DEL LIBRO Sobrecubierta o forro: de un libro es un envoltorio rectangular de papel, cartulina u otro material similar que cubre la tapa y la contratapa. Suele estar ilustrada, y también suele ser de quita y pon, con dos lengüetas, una plegada sobre el lateral de la portada y otra sobre la contraportada. Estas pestañas suelen mostrar información sobre el libro, el autor, u otros libros de la colección. C U B I E R TA : C o m o su nombre lo indica este cubre el libro. en ella va el titulo del libro, autor y editorial. LOMO: va en el medi de la cubierta, es decir es donde se va a “pegar” todas par paginas de libro. en el lomo va el autor y el nombre del libro si se quiere. GUARDAS: se denomina a cualquiera de las dos hojas de papel blanco que ponen los encuadernadores al principio y al fin de los libros, después de haberlos cosido. Las guardas pueden ser, también, hojas de papel de color, jaspeado, satinado, dorado, etc. de las cuales una parte se pega sobre la tapa interior de los cartones de la encuadernación y la otra sobre la superficie de las guardas blancas. ANTEPORTADA:Es la hoja que antecede a la portada en la que solo se pone el titulo de la obra ENCUADERNACIÓN Es sinónimo de portadilla, aunque este término también hace referencia, en una obra dividida en partes, a la hoja que va antes de una parte, y en la que sólo aparece el título de ésta. FRONTISPICIO O BLANCO: Es la página anterior a la portada, que suele contener el título y alguna ilustración decorativa (un grabado, una viñeta o una fotografía). Eran frecuentes en biblias y libros escolares antiguos. Muchas de estas páginas son en la actualidad obras maestras del arte del grabado. También recibe el nombre de frontis. P O R TA D A : Ta m b i é n llamada portada interior o página de título, es la página en la que figuran el título completo del libro, el nombre del autor o autores, y el lugar y año de la impresión, la editorial (y en la mayoría de casos su logotipo), etc. A menudo se tiende a confundir la portada de un libro con sus cubiertas o tapas. C O N T R A P O RTA D A : va detrás de la portada y en ella van los datos tecnicos (fecha de edicion , lugar, datos del diseñador, del autor y de la editorial). PREFACIO: es una introduccion pero no la hace el autor necesariamente, sino un escritor extra puede referirse a la obra o hablar del autor. INDICE: Siempre va en luna pagina impar (derecha) y hace referencia a los contenidos del libro. DEDICATORIA. puede ir al principio o al final, y esta hecha por el autor. PROLOGO: el autor habla de la obra y las experiencia al hacerla CUERPO DE LA OBRA. Aqui ya se entra a desarrollar los temas indicados en el indice. APENDICE:Muchos libro tienen ilustraciones en el final de la obra o entre capitulos BIBLIOGRAFIA:Las fuentes de consulta de donde se apoyo el autor. COLOFON:Datos de donde se imprimio el dia y la fecha. CHAQUETA: Guarda todo el libro y tiene solopas que muchas veces sirven de separadores Se llama encuadernación a la acción de coser o pegar varios pliegos o cuadernos de texto y ponerles cubiertas. Las encuadernaciones tienen por objeto procurar al libro tres ventajas: su conservación, su fácil manejo y su presentación artística. No empiezan a utilizarse hasta la época romana con la invención de los códices pero ya en los volúmenes egipcios y greco-romanos se adoptó cierta encuadernación de forma rudimentaria que consistía en un envoltorio de piel sobre el rollo de papiro o de pergamino y que iba ligado al mismo con tiras o correas. Para guardar los volúmenes con su envoltorio o sin él, se colocaban verticalmente en cajas cilíndricas de madera o metal conocidas con el nombre de scrinium, las cuales podían contener cierto número de volúmenes juntos. A veces, para libros o volúmenes preciosos, se hacían estuches y cajas de metal precioso y se adornaban con pedrería en cuyo arte destacó la España visigoda. Rudimentos de encuadernación pueden también descubrirse en los pugilares que usaban los romanos cuando se unían con anillas y cordones y más aún cuando tenían la forma de múltiples dípticos a modo de tapas con charnela. pero la verdadera encuadernacion no pueden tener lugar hasta que se inventaron los códices de pergamino. Al principio, debió ser muy sencilla y poco artística formando las cubiertas del códice otra piel más gruesa sobre tablitas de madera. Pero ya desde el siglo XV empieza el lujo en la encuadernación, con labores de orfebrería y escultura en las tapas dando ejemplo y sirviendo de modelo desde el tiempo de Constantino la fastuosa Bizancio.Tres clase de encuadernacion se distinguieron en esa epoca: Sencillas o de pura utilidad. Es el libro manual y corriente, sobre todo, en los monasterios que se encuadernaba con dos sencillas tablas cubiertas de piel o de pergamino sin labores artísticas y se ataba con alguna correa o se cerraba con manezuelas metálicas o bien se cubrían los cortes con una prolongación de la piel a modo de cartera. En las universidades, los libros mayores solían guarnecerse con punteras de bronce o hierro y se ataban con una cadena a un poste dentro de un pupitre a fin de evitar extravíos. Por ello, recibían el nombre de libros de cadena o encadenados. Algunos de estos códices se guardaban en armarios y cajas no en posición recta o de canto sino tumbados recibiendo por ello, el nombre de tumbos cuando eran registros de alguna magnitud, custodiados en los Archivos y por la clase de piel que los recubría se llamaban becerros. Elegantes. Se formaban con tablas que se recubrían de terciopelo sobre el que se añadía alguna guarnición de plata o bien se forraban con guadameciles tachonados con clavos de adorno. Esta forma debió de empezar a usarse en Constantinopla hacia el siglo V pues en mosaicos de la época se representan ministros o servidores del Emperador llevando grandes libros encuadernados de forma parecida. Pero no se decoraban por entonces las pieles con gofrados repujados que no parecen conocidos antes del siglo XIII.