Un acercamiento a la concepción del sujeto psicodramático

Anuncio
UN ACERCAMIENTO A LA CONCEPCIÓN DEL SUJETO PSICODRAMÁTICO
Un acercamiento a la concepción
del sujeto psicodramático
Claudia Paz Román
Dolores Martínez Domínguez
RESUMEN. En este artículo básicamente se revisan algunos conceptos fundamentales
en la propuesta psicodramática clásica, adentrándose en el pensamiento moreniano,
y en la revisión de algunos paralelismos filosóficos significativos, lo que muestra una
gama de significaciones en torno al sujeto psicodramático. Se enfatiza que el sujeto
de la acción se constituye de una gama de multiplicidades significativas y de una
temporoespacialidad específica.
La poesía no se siente: se dice. O mejor,
la manera propia de sentir la poesía es decirla.
OCTAVIO PAZ, La consagración del instante
AL ESCUCHAR LA PALABRA psicodrama imaginamos, inmediatamente, un sujeto o
sujetos en acción, quienes se expresan mediante la palabra y del movimiento, cuyo
lenguaje es la representación; pensamos en sujetos que dramatizan. Pero ¿qué significa
para Moreno —el creador del psicodrama— ser sujetos del drama? Este artículo
pretende revisar algunos conceptos fundamentales en torno al sujeto dramático, así
como algunas vetas filosóficas significativas; se trata, pues, de una búsqueda teórica
exploratoria en relación con el origen y los fundamentos del sujeto del drama, como
sujeto de la acción.
El psicodrama fue creado por Jacob Levy Moreno (1889-1974), de origen rumano,
cuya vida y estudios transcurren en Viena, a la sombra —como se cuenta— del
psicoanálisis; cuando ya era médico, en los años veinte, trabaja con grupos e inicia
un trabajo grupal que conformará las bases del psicodrama.
El psicodrama nació el 1 de abril de 1921 entre las 14 y las 22 horas. El lugar
del nacimiento de la primera sesión psicodramática oficial fue la Komoedien
Haus, un teatro dramático en Viena (1889-1974).
El psicodrama —psique en acción— plantea la posibilidad de la acción desde lo
espontáneo y lo creativo; lugar de la acción, donde surge el sujeto creador.
ANUARIO 2000 • UAM-X • MÉXICO • 2001 • PP. 79-88
79
SUBJETIVIDAD Y PRÁCTICAS PSICOLÓGICAS
Sujeto espontáneo- sujeto creador
Consideramos pertinente retomar algunos de sus conceptos en torno a lo espontáneo
y lo creativo. La espontaneidad, dice Moreno:
Es la respuesta suficientemente adecuada a una situación nueva o bien en
modo suficientemente nuevo a una situación ya conocida… una especie de
inteligencia que opera en el aquí y el ahora. La raíz de la palabra espontáneo
y sus derivados es el término latino sponte, que significa “por libre voluntad”.
La espontaneidad tiene la tendencia inherente a ser experimentada por un
sujeto como su propio estado autónomo y libre, esto es, libre de influencias
exteriores y de toda influencia interna que aquél no pueda controlar. Para el
sujeto, al menos, tiene todas las características de una experiencia libremente
producida. La espontaneidad es también la capacidad de un sujeto de enfrentar cada nueva situación adecuadamente (1983:125).
Es la fuerza propulsora que despierta a la creatividad.
En la propuesta psicodramática se conjugan la espontaneidad y la creatividad en
el accionar. Hay un sujeto de la acción, del “aquí y del ahora”. No hay que olvidar
que el psicodrama es producto de la historia de su creador, de una época en busca de
alternativas. El llamado a hacer psicodrama surge en un escenario de retos: de búsqueda
de construcciones desde el otro lugar, el de lo no cotidiano; de intervención en crisis.
Es fundamental detenerse a mirar los escenarios donde Moreno visualiza su propuesta.
Rescatemos, pues, algunos referentes que nos permitan visualizar cómo aparece el
sujeto del drama y en qué contextos.
Sujeto del juego. Sujeto de la dificultad
Caminaba un día por el Augarten, un jardín cerca del palacio del Archiduque,
cuando vi a un grupo de niños holgazaneando. Me detuve y comencé a contarles un cuento. Para mi asombro, otros niños dejaron sus juegos y se me
acercaron, también las niñeras con sus cochecitos, madres y padres y policías
a caballo (1953).
Detrás del biombo de los cuentos de hadas para niños, trataba de plantar las
semillas de una diminuta revolución creativa… Gradualmente me di cuenta
de que debía abandonar el reino de los niños y trasladarme al mundo, al gran
mundo, pero, naturalmente, conservando la visión que el trabajo con ellos
me había dado. Fue así que, cada vez que entraba en una nueva dimensión de
vida, visualizaba las formas que habían divisado mis propios ojos en ese mundo virginal. Los niños fueron mis modelos siempre que quise imaginar un
80
UN ACERCAMIENTO A LA CONCEPCIÓN DEL SUJETO PSICODRAMÁTICO
orden nuevo de cosas o crear una nueva forma. Al entrar a una casa de familia, una escuela, una iglesia, al edificio de un parlamento o cualquier otra
institución social, me revelaba. Conocía cómo se habían distorsionando nuestras instituciones y yo tenía un nuevo modelo para reemplazar al antiguo: el
modelo de la espontaneidad y la creatividad aprendidas en la cercanía de los
niños (1985).
Caminaba un día por la Praterstrasse cuando alcancé a divisar a una chica
bonita que me sonreía. Vestía una atrevida falda roja y una blusa blanca con
cintas haciendo juego con la falda. No había aún comenzado a hablarle cuando se acercó un policía y sin más la llevó con él. Los seguí hasta que llegaron
y entraron en la comisaría. Después de un rato la chica salió y le pregunté qué
había ocurrido. Bueno, me contestó, me advirtieron que no nos está permitido, durante el día, usar ropa tan llamativa como la mía, pues podría atraer
clientes. Sólo después de la caída del sol se lo autoriza (1953).
Grupos de niños holgazaneando, prostitutas, trabajo en campo con refugiados,
trabajo en las barracas (1914). Moreno fundamentó su trabajo principalmente en la
observación e intervención en condiciones de vida poco favorables: situaciones de
crisis entre la guerra, el despojo y la marginación. El individuo se manifiesta en
situaciones de crisis de forma diferente, argumento nada nuevo. Sin embargo, la
importancia de su trabajo radica en la apertura a la dimensión creadora en una
concepción del sujeto que independientemente de las condiciones en las que se encuentre
siempre será un creador en potencia, un sujeto en acción, por ser protagonista de su
propia vida. Acción y grupo se convierten así en los pilares de su teoría.
Moreno visualiza al sujeto en un escenario “grupal” de dificultad o de juego.
Escenarios infantiles de juego o escenarios que rompen con lo cotidiano, escenarios
que frente a la dificultad se constituye lo grupal en la sobrevivencia, en una acción,
“aquí y ahora” de alerta, en el “instante”. El sujeto de Moreno es un sujeto del
drama, sujeto de la acción, del aquí y del ahora, del instante, sujeto que se desplaza
en el escenario de lo grupal, mediante el juego o el drama existencial; es un sujeto
potencialmente creador, sujeto vivo, actuante y pensante, sus palabras van acordes a
su acción, sujeto inmerso en el tiempo inmediato, sujeto creador, sujeto cuerpo,
sujeto de la psique en acción.
Sujeto de la acción, ¿sujeto del instante?, ¿sujeto de la tragedia?
Según Moreno, “se vive con tal intensidad un problema que las palabras resultan
insuficientes; se convierte así en un representante de la acción”. ¿A qué acción hace
referencia? A un actuar que parte de lo inmediato, de lo instantáneo, no a una acción
81
SUBJETIVIDAD Y PRÁCTICAS PSICOLÓGICAS
previamente planeada, a una acción donde pensamiento y acto van acordes; a eso
que llama acto espontáneo, como en nuestros primeros años de vida, cuando aún
jugábamos, o cuando nos enfrentamos a situaciones de crisis extremas o de sobrevivencia, ese momento, que es sólo un instante.
El acto espontáneo es un acto instantáneo, que rompe el estereotipo o más bien
que no entra en él; es un acto pensado y actuado al mismo tiempo, es un acto de
vida, es el acto del aquí y el ahora, es un acto de expresión. El acto espontáneo
pertenece al mundo del juego, en él está implícita la creatividad del sujeto.
Anzieu cita lo siguiente:
El acto espontáneo no puede ser descrito a partir de otra cosa que el mismo acto
gratuito, obediente a una ley de todo o nada, que no deja tras de sí ningún
intermediario, en un momento dado uno es o no espontáneo. La fuente de la
espontaneidad es la espontaneidad misma. Moreno quiere decir, sin duda, que
los actos que nos expresan son, al mismo tiempo, aquellos que nos definen, que
no somos nada antes de habernos manifestado (Sintes, 1996:63)
Pero si nos ponemos a pensar a lo largo de la vida en algunos de nuestros actos
espontáneos, posiblemente recordemos en nuestra niñez algún momento sobretodo
de juego.
Si el niño es el sujeto que durante este periodo de su existencia se manifiesta
espontáneamente, se dice que tiene hambre de acción, vive en el aquí y el ahora; el
niño se manifiesta a lo largo de su vida por medio del juego; como diría Winniccot,
jugar es hacer.
El pensamiento de Moreno evidentemente estuvo influenciado por el pensamiento
filosófico de su época. Tuvo influencia de, Kierkegaard, Nietzsche, Bergson, Buber,
Sartre, entre otros. Tanto a Pierce —creador del pragmatismo norteamericano—
como a Bergson los considera filósofos espectadores, aunque Bergson introdujo la
espontaneidad como principio, pero limitado a un mero principio: “no es suficiente
pensar la espontaneidad, hay que vivirla”. Como dice el amigo y colega psicodramatista
Raúl Sintes:
Moreno siempre fue celoso de defender su originalidad, y en esta búsqueda los
critica, retoma y trata de explicar lo propio con una cierta negación haciendo una
crítica a algunos de ellos, es como si dijera me conformo a partir de lo que no soy,
aunque estoy influenciado por ello, yo soy esto, me conformo en mi pensamiento
y en mi acción (ibid:55).
A Kierkegaard y Nietzsche no los considera verdaderos existencialistas porque
sustituyeron la existencia escribiendo, cuando los verdaderos existencialistas realizan
82
UN ACERCAMIENTO A LA CONCEPCIÓN DEL SUJETO PSICODRAMÁTICO
una existencia profética in actu e in situ, poniendo en práctica la experiencia existencial
de tal forma que existencia y conocimiento sean una sola cosa. Moreno lo llama el
“existencialismo heroico”, que tuvo lugar en Viena, la cuna del psicoanálisis y la cuna
de la psicoterapia de grupo y del psicodrama. Critica también el “existencialismo
intelectual” de Heidegger, el “existencialismo frustrado” de Kierkergaard y el “existencialismo religioso” de Buber. Así, Moreno es de los existencialistas más existencialistas;
su concepto en torno al sujeto de la acción va ligado al del sujeto del instante, una
porción brevísima de tiempo, un espacio-temporal de espontaneidad y creación. El
instante, afirma Moreno:
No es una parte de la historia, sino que la historia es una parte del instante, sub
especie momenti de acuerdo con la experiencia, las vivencias más impresionantes
del pasado toman expresión, en alguna forma, en las vivencias presentes (ibid:27).
Se refiere, pues, a aquellos que viven situaciones de marginación extrema, de
sobrevivencia; aquellos que viven el horror de la existencia; de ahí posiblemente su
interés con refugiados, prostitutas, aquellos que atraviesan por una u otra causa
condiciones extremas. En condiciones llamémosle de sobrevivencia, se entra a una
dimensión diferente, se interactúa con el mundo de una manera muy particular, más
allá de la cotidianeidad, en la dimensión de lo insólito. Recordemos los campos de
concentración, las guerras, las catástrofes, en estas circunstancias puede pasar cualquier
cosa; el sujeto se convierte en un ser altamente perceptivo, un ser en alerta constante,
un ser que echa mano de todos sus recursos para sobrevivir, un ser que desarrolla su
potencial creativo en pro de la sobreviviencia. ¿Será éste el sujeto a quien se refiere
Moreno, será éste el sujeto del aquí y el ahora? Si el psicodrama parte de una concepción
de dificultad en varios ámbitos, y si esto que pudo percibir Moreno en su trabajo con
grupos marginados marcó el desarrollo de su teoría, entonces el sujeto que vive en
situación extrema es un sujeto de la tragedia, es el sujeto del instante, del aquí y ahora.
Entre otras similitudes que encontramos, por mencionar algunas:
Nietzsche, al igual que Schopenhauer, describe la vida como terrible y trágica,
y habla de su transmutación mediante el arte, el trabajo del genio creativo.
Los griegos según Nietzsche, en el origen de la tragedia, sabían muy bien que
la vida es terrible, inexplicable y peligrosa.
Ahora bien, si aceptamos que la vida es en si misma un objeto de horror y
terror, que el pesimismo, en la actitud negativa de la vida, puede eludirse sólo
por la transmutación estética de la realidad, existen sólo dos formas de hacerlo, una es cubrir la realidad con un velo estético, creando un mundo ideal de
forma y belleza. Esta es la forma apolínea que tuvo su expresión en la mitología olímpica, en las artes épicas y plásticas. La otra posibilidad es la de afir83
SUBJETIVIDAD Y PRÁCTICAS PSICOLÓGICAS
mar triunfalmente y abrazar la existencia en toda su oscuridad y horror. Esta
es la actitud dionisiaca y sus formas peculiares de arte son la tragedia y la
música. La tragedia transforma realmente la existencia en un fenómeno estético, pero no la cubre con un velo, sino que exhibe una forma estética y, en
consecuencia, la afirma (Copleston, 1988:321-322).
En el psicodrama se representa la realidad con toda su crudeza, no se cubre con
un velo, se revive el momento, el instante; al reconstruir la escena se revive en ocasiones
lo trágico, pero con la posibilidad de transformarlo en drama o en comedia. La posibilidad de que el sujeto transforme internamente su trágica realidad psíquica es uno
de los fundamentales aportes terapéuticos del psicodrama.
Sujeto relacional. Sujeto del rol
El Psicodrama es un modelo que concreta el mundo interno a través de la
representación. El protagonista (actor principal) se desplaza en el escenario psicodramático mostrando su yo, por las formas perceptibles de operar con el otro (s).
Esos otros escénicos, subjetivos, mis otros que me constituyen.
El rol, dice Moreno:
Es la forma operativa que el individuo asume en el momento específico cuando él reacciona a una situación específica en la cual son involucradas otras
personas y objetos.
La constitución del yo del sujeto va en relación a los roles representados, asumidos,
configurados a lo largo de su vida. Nuestras relaciones con el mundo operan a partir
de formas bipolares (rol-cotrarol) con el otro u otros sujetos u objetos. El rol no se
constituye a partir del yo, sino que el yo se constituye a partir de los diversos roles
representados a lo largo de nuestra historia. En el momento mismo de representarlos
nos han ya constituido, nos dan una forma de ser, de estar en el mundo. No puedo
dejar de mencionar palabras de Boria (uno de mis maestros en psicodrama clásico):
El rol vuelve observable y perceptible la relación, la cual de por sí es una
entidad abstracta expresable sólo a través de conceptos que, en cuanto tales,
resultan generales y poco discriminantes.
Es la escena la representación de una situación relacional. La relación se evidencia
con la forma rol-cotrarol en el espacio psicodramático. Podríamos hablar conceptualmente de una relación, por ejemplo padre (rol), hija (contrarol). Mientras que en el
84
UN ACERCAMIENTO A LA CONCEPCIÓN DEL SUJETO PSICODRAMÁTICO
momento que se representa esa relación adquiere forma y significación de una manera
concreta y específica para ese protagonista. Es una forma única (fantasmática) de
interacción con ese otro, protagonista (hija), yo auxiliar (padre). La escena
psicodramática es de permanente interacción con los otros, con la posibilidad para
el protagonista de colocarse en cada rol-contrarol traídos; jugar con todos los roles
posibles para mirar desde otro lugar, desde el lugar del otro (la hija se coloca en
lugar del padre), el lugar del padre. La inversión del rol es una de las funciones
terapéuticas relevantes en esta metodología de acción. Antes de entrar el protagonista
a dramatizar ya trae digamos una imagen (significante) es en la dramatización, en
la expresión de la forma relacional en la que adquiere el significado. Si como principio
la vida transcurre en un tránsito de permanencia escénica, es inevitable pisar el
escenario sin rol, sin papel, (aunque creamos no saberlo o tenerlo, este tomará
forma y será el del “no saber”), no hay que olvidar el rol como función colectiva.
El Psicodrama se plantea asimismo como modelo relacional, no como una simple
técnica de juego de roles. Las escenas traídas por el protagonista son síntomas, formas
específicas de relación. El concepto de sano en Moreno es la ruptura de estereotipos,
formas estereotipadas de relación que se repiten donde queda reducido el campo de
acción del sujeto, coartado en sus posibilidades creativas. La enfermedad es la expresión
de la patología de la espontanedad. El sujeto se acercará más a lo sano en la medida que
pueda tener una gama de roles representados, y más aún con la posibilidad de
transformarlos hacia formas creativas de relación. El Psicodrama plantea así, la inminente
necesidad de la reconstrucción en la relación humana.
Yo soy el encorvado
Que se dobla para cargarte,
Yo soy la mesa
Preparada para alimentarte,
Yo soy la semilla
Que crece para multiplicarte,
Yo soy el cantante
Que canta para alabarte,
Yo soy el ave
Que se remonta para inspirarte
Yo soy la estrella
Que brilla para coronarte.
(Moreno, en las palabras del Padre)
85
SUBJETIVIDAD Y PRÁCTICAS PSICOLÓGICAS
Sujeto-cuerpo. Sujeto psicodramático-sujeto encarnado
Al referirse al sujeto del drama, está implícito el concepto sujeto-cuerpo; el sujeto
de la representación es el sujeto encarnado. El sujeto del aquí y del ahora es
aquel que revive —vive como si fuera ese momento—, en la conformación escénica
un suceso de su vida. En el escenario psicodramático las experiencias cobran vida,
se “revive” el momento; el sujeto-cuerpo nuevamente percibe y siente, llora, grita,
y se emociona, puede aparecer el suceso una y otra vez. El tiempo escénico siempre
en presente, no importa si es una escena pasada o futura. El ser-cuerpo está con
toda su presencia, vivo en el presente, en el que se conforma una acción en un
contexto específico. Es el sujeto-cuerpo quien se desplaza en una espaciotemporalidad escénica, es éste el único capaz de transitar en la puesta escénica.
La concepción de Merleau-Ponty de cuerpo-sujeto se acerca bastante a la concepción psicodramática:
En el objeto cultural experimento yo la cercana presencia del otro bajo un velo
del anonimato. Si el sujeto no es algo oculto en el interior de un cuerpo sino
que es el cuerpo mismo, el cuerpo-sujeto, podemos comprender que la existencia de otros sujetos se experimente ya en el diálogo prerreflexivo del hombre con el mundo. El hombre es una realidad perceptible y, como tal, pertenece a la naturaleza o al mundo, es también una realidad perceptible en diálogo
con el mundo. Hay una serie de niveles de subjetividad; pero el sujeto es
siempre el sujeto encarnado.
El ser es para Merleau-Ponty la “dimensión invisible de lo visible” (ibid:380381). Mucho tiene que aportarnos Ponty a la teoría psicodramática, esa concepción
del cuerpo-sujeto fundamental al referirnos en Moreno al sujeto-acción, sujeto
encarnado como expresión misma del hombre con su mundo; cuando miramos en
escenas, miramos simplemente la expresión máxima encarnada del hombre con su
entorno.
Sujeto de la acción— sujeto de la expresión
El sujeto de la acción es el sujeto encarnado, sujeto-cuerpo, sujeto de la palabra
hablante, que conjuga el pensamiento y la acción; ¿no será acaso que el sujeto de la
acción es el sujeto de la expresión? El poeta, como afirma Ponty, no tiene primero su
poema “en su mente” en un estado de inexpresivo y después lo expresa; si lo tiene en
su mente ya lo ha expresado.
86
UN ACERCAMIENTO A LA CONCEPCIÓN DEL SUJETO PSICODRAMÁTICO
Si partimos del principio de que la vida transcurre en un tránsito de permanencia
escénica, los sujetos representamos diversos personajes o papeles a lo largo de la vida,
los construimos o reconstruimos, nos constituimos como sujetos del drama, en la
puesta misma, en la hoja escénica donde inscribimos o escribimos nuestro guión
durante la representación. Nuestro cuerpo, encarnación del ser, es la pluma y la hoja
en el escenario; nos constituimos así en la escritura misma del acto, del sujeto de la
acción, del sujeto de la expresión.
La propuesta psicodramática concibe al sujeto como un creador en potencia y le
propone la expresión del drama de su existencia; y en el mismo acto expresivo se abre
la posibilidad creadora de escribirlo, de mil y una formas, porque es el sujeto dramático
quien lo escribe, lo plasma, se manifiesta en su acción. El sujeto psicodramático es el
sujeto actor, director y guionista de su existencia.
El sujeto de la expresión es el sujeto que se constituye en el acto expresivo; el
sujeto hablante adquiere significación en el acto mismo; la expresión del drama lo
constituye, le da significado; su existencia se encarna haciendo aparecer algunos
visibles, como bien lo plasma Cassierer: “la expresión es, en esencia, propiamente
exteriorización y, sin embargo, con esta exteriorización estamos y permanecemos
siempre en el interior” (1976:116).
El sujeto de la expresión entraña un acto de espontaneidad del entendimiento;
según Cassierer, la atención ya no se centra exclusivamente en lo descubierto sino en
el acto, especie y modalidad del descubrir mismo. ¿Cómo se podría concebir el fenómeno expresivo y derivar también algo trascendente a él mismo, si dicho fenómeno
es más bien el vehículo que nos conduce a cualquier otra especie de trascendencia, de
conciencia de realidad? El sujeto de la expresión es el sujeto que resalta la experiencia,
la sensación, como parte del entendimiento perceptivo. Busca y crea formas de entendimiento de la realidad, conformando la propia en el acto expresivo que plasma una
visión de la realidad, la propia.
Y para concluir... poesía
Leer un poema es oírlo con los ojos; oírlo, es verlo con los oídos... El
falso poeta habla de sí mismo, casi siempre en nombre de los otros.
El verdadero poeta habla con los otros al hablar consigo mismo.
OCTAVIO PAZ
Después de este recorrido reflexivo por la significación del sujeto del drama, resulta
imposible finalizar con una conclusión, visión particular o posible reduccionismo en
torno a un tema que, más que cerrar, intenta abrir o mostrar vetas significativas. Sin
87
SUBJETIVIDAD Y PRÁCTICAS PSICOLÓGICAS
olvidar la poesía —porque es imposible no mencionarla al referirnos al sujeto del
drama— finalizaremos con las palabras de Moreno, el creador del sujeto psicodramatico:
A primera vista parece que la función psicodrmática y la realidad se excluyen
mutuamente. Esto no es más que la apariencia exterior, en verdad, el escenario no es un escenario, en el sentido teatral, es una plataforma social, los actores, no son actores sino personas reales y no actúan sino que representan a su
propio yo (Sintes, 1996:65).
Bibliografía
Boria, G., El psicodrama clásico, Franco Angeli, Milán, 1997.
Cassirer, E., Filosofía de las formas simbólicas, Ariel, México, 1988.
Copleston, F., Historia de la filosofía, Ariel, México, 1988.
Moreno, J.L., Autobiografía, 1985.
——, El Psicodrama. Terapia de acción y principios de su práctica, FCE, México, 1983.
——, Who Shall Survive?, 1953.
Paz, C. y Pimentel, “El psicodrama y su creador J.L. Moreno”, La Llave, UAMXochimilco. México, 1998.
Sintes, R., Aquí y ahora el psicodrama, Roca Viva, 1996.
88
Descargar