2501-Pronunciamiento proyecto Ley

Diputado Salvador Quirós, Presidente
Comisión Permanente de Asuntos Agropecuarios y
Recursos Naturales
SCI-076-2007
Cartago, 23 de febrero del 2007
Diputado Salvador Quirós, Presidente
Comisión Permanente de Asuntos Agropecuarios y
Recursos Naturales
Asamblea Legislativa
REFERENCIA:
Pronunciamiento
del
Consejo
Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica
sobre el Proyecto de “Ley de Protección a las
Obtenciones Vegetales”, Expediente 16.327
Estimado señor:
En atención a la consulta conferida al Consejo Institucional del Instituto Tecnológico de
Costa Rica, con el propósito de que se emita el criterio sobre el Proyecto de “Ley de
Protección a las Obtenciones Vegetales”, Expediente 16.327, me permito transcribir el
acuerdo tomado por el Consejo Institucional, en su Sesión Ordinaria No. 2501, Artículo
10, del 22 de febrero del 2007, que dice:
RESULTANDO QUE:
1. El Artículo 2, inciso c, del Estatuto Orgánico del Instituto Tecnológico de Costa Rica,
establece que la acción integrada de la docencia, la investigación y la extensión del
Instituto, está orientada al cumplimiento de los siguientes fines:
“c. Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida del pueblo costarricense mediante la
proyección de sus actividades a la atención y solución de los problemas prioritarios del
país, a fin de edificar una sociedad más justa”
2. El Artículo 3, inciso b del Estatuto Orgánico del Instituto Tecnológico de Costa Rica,
establece como uno de los principios para el cumplimiento de los fines institucionales:
“b. La vinculación permanente con la realidad costarricense, como medio de
orientar sus políticas y acciones a las necesidades del país.”
3. El Consejo Institucional en las Sesiones Nos. 2359 de mayo del 2004, 2374 de agosto
del 2004 y 2441 de noviembre del 2005, se pronunció respecto a la necesidad de abrir
espacios de diálogo en relación con la aprobación del Tratado de Libre Comercio
entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos de América, en
atención a los evidentes riesgos y amenazas a la calidad de vida de amplios sectores
sociales de nuestro país, a la biodiversidad, a las instituciones públicas, a la seguridad
alimentaria y a la pequeña y mediana empresa.
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4. La Rectoría del Instituto, solicitó a las diferentes instancias que lo constituyen, analizar
el “Informe final de carácter general no vinculante al Presidente de la República sobre
el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados
Unidos de América” (Informe de los Notables), como un recurso para fomentar el
ejercicio democrático y la libertad de expresión, dentro de un marco de respeto a la
diversidad de criterios y opiniones de los miembros de su comunidad, a efecto de
dilucidar los impactos que tendría la eventual aprobación del Tratado de Libre
Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos de
América (TLC), sobre los sectores productivos y sociales nacionales, y asumir una
posición institucional en relación a este Tratado.
5. A partir de los pronunciamientos de las diferentes instancias que conforman el
Instituto, se generó el documento “Análisis de diversos aspectos del Tratado de Libre
Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos, a la luz del
Informe de la Comisión de Notables, de la posición de Escuelas y Departamentos del
Instituto Tecnológico de Costa Rica”, el cual recibió el aval, en todos sus alcances, del
Consejo Institucional en su Sesión Ordinaria No. 2475, Artículo 10, del 10 de agosto
de 2006.
6. Dicho Análisis fue enviado a la Asamblea Legislativa junto con el Pronunciamiento del
Consejo Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica, ante el Proyecto de
Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados
Unidos, aprobado en su Sesión Ordinaria No. 2475, Artículo 10, del 10 de agosto del
2006. En ambos documentos se señala que: “El TLC” es un texto jurídico muy
complejo que se presta a la interpretación. Deja muchas dudas en temas sustanciales
como el laboral, ambiental, educación, agua, lista negativa, expropiación indirecta.
Esto trae consigo el grave riesgo de que para dirimir diferencias podríamos tener que
recurrir a tribunales arbitrales externos. En contraste, algunos temas que interesan a
los negociadores estadounidenses, como inversión directa extranjera y propiedad
intelectual sí se definen minuciosamente y se obliga a Costa Rica, suscribir convenios
internacionales -como el Convenio UPOV (Convenio Internacional para la Protección
de las Obtenciones Vegetales)- que hasta la fecha nuestro país se había negado a
ratificar por considerarlo perjudicial para nuestros intereses.
7. A pesar de que en el periodo legislativo anterior, la Asamblea Legislativa había
rechazado la suscripción a la UPOV, actualmente la Comisión Permanente de Asuntos
Agropecuarios y de Recursos Naturales se encuentra analizando el texto de la “Ley de
Protección a las Obtenciones Vegetales”, Expediente 16.327 y solicitó al Consejo
Institucional su comparecencia ante dicha Comisión para referirse al texto en
discusión. Esta Ley constituye un requisito para suscribir el Convenio UPOV
(Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales), exigencia
establecida, para la implementación del Tratado de Libre Comercio entre
Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos de América.
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8. Costa Rica está suscrita a la Organización Mundial del Comercio (OMC). El acuerdo
de Marrakech, estableció que los países miembros de la OMC deben otorgar
protección a todas las obtenciones vegetales mediante patentes, por medio de un
sistema eficaz sui generis o de una combinación de aquellas y éste. Nuestra
legislación actual no permite el patentamiento de organismos superiores como las
plantas y los animales, como medida protectora a nuestros productores
agropecuarios. Este proyecto de ley no es más que una copia del texto del convenio
UPOV 91. Esta obligación deja al país sin la posibilidad de encontrar una solución
propia a la protección de los derechos de fitomejoradores de acuerdo al artículo
27.3.b, del acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual en relación al comercio
de la organización mundial del comercio que admite esta posibilidad. De esta forma,
soluciones costarricenses.
9. Costa Rica está suscrita al Convenio para la Diversidad Biológica vigente desde el 28
de julio de 1994 y al Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la
Alimentación y la Agricultura, vigente desde el 27 de setiembre del 2006, los cuales
establecen la soberanía de los pueblos de manejar su biodiversidad según su
conveniencia.
CONSIDERANDO QUE:
1. El Instituto Tecnológico de Costa Rica debe cumplir con su papel de servir al pueblo
costarricense, asumiendo el compromiso de velar por la soberanía nacional y de
construir una patria justa y solidaria que anhelamos. Asimismo, debe mantener su
papel de promotor del desarrollo de potencialidades y capacidades, de Costa Rica
para implementar cambios profundos en sus estructuras económicas, políticas,
sociales, culturales, comerciales, jurídicas, administrativas que agilicen el proceso de
toma de decisiones.
2. La discusión alrededor del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República
Dominicana y los Estados Unidos de América (TLC) y las leyes de la llamada agenda
de implementación, han puesto de manifiesto la necesidad urgente de definir el
proyecto del país al que aspiramos. Con TLC o sin él, esta agenda debe ser definida y
discutida
amplia y democráticamente, por todas y todos los ciudadanos
costarricenses.
3. La discusión de nuevo en la Asamblea Legislativa de la Ley de Protección a las
Obtenciones Vegetales, no se origina por una decisión nacional, sino debido a que el
TLC no fue negociado por un órgano de amplia representación ni mediante una
discusión abierta sobre el modelo de país que queremos. Esto generó compromisos
para que la misma Asamblea Legislativa, apruebe leyes y convenios internacionales
que incluso habían sido rechazados en el pasado.
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4. El compromiso de Costa Rica de definir un sistema de protección a las obtenciones
vegetales, en el marco de la OMC, debe llevar a una ley que vele por los intereses de
los costarricenses, especialmente, los involucrados en el sector agropecuario. Del
ingenio para generar una ley acorde con nuestros intereses, depende el buen uso de
la soberanía que, como país, tenemos sobre nuestra biodiversidad. El actual proyecto
favorece los derechos de los fitomejoradores sobre los agricultores -fitomejoradores
desde hace muchos años- y este desequilibrio solamente puede solventarse mediante
un proyecto novedoso y sui generis.
5. El Convenio UPOV (Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones
Vegetales) favorece a los países desarrollados, cuya capacidad instalada para la
generación de nuevas variedades vegetales es muy amplia. Países como Costa Rica,
con una basta biodiversidad pero con escasos recursos para generar nuevas
obtenciones vegetales, entran en desventaja en este tipo de convenios.
6. Las tendencias económicas fomentadas por los convenios internacionales, como
UPOV, han provocado que todo conocimiento entre en una relación mercantil
reforzada por los convenios internacionales. Los instrumentos que surgen del
establecimiento de derechos de protección intelectual han sido para dotar a los
propietarios de un “monopolio temporal”. Sin embargo, no siempre estos instrumentos
permiten diseminar el conocimiento y permitir que sectores sin capacidad de pago
puedan acceder, por el contrario, son mecanismos que “tiende a promover y
garantizar la mercantilización y privatización del conocimiento.” El conocimiento
tradicional de nuestros productores agropecuarios, sobre los materiales genéticos que
ellos han conservado por años, se ve directamente amenazado por este tipo de
convenios y tratados. Al final, ellos van a tener que pagar por los genes que salieron
de su finca hacia las empresas nacionales y/o transnacionales que las usan como
base para el mejoramiento.
7. La amenaza a nuestros productores agropecuarios al entrar en este tipo de convenios,
se genera tanto por la pérdida de materiales autóctonos, como se señaló, como por la
dependencia de transnacionales para obtener variedades nuevas, que se genera al
quedar los genes y las semillas bajo la tutela de dichas compañías. Exponiendo al
agricultor a demandas millonarias si decide usar materiales en segunda siembra,
como ya ha sucedido aún con productores de países desarrollados. Tanto el Convenio
UPOV como el TLC amenazan seriamente la soberanía de nuestro país, dado que
coloca a los recursos naturales, específicamente nuestra flora, como posibles bienes
comerciales quedando desprotegidos los derechos de los y las costarricenses al uso
de nuestros recursos.
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8. A pesar de que, en el sector agropecuario se depende actualmente de la importación
de genes para producir, ya sea en las semillas o en el semen importado. La firma del
Convenio UPOV o de leyes amparadas a este convenio, tal como el caso de la Ley en
discusión en la Asamblea Legislativa, incrementa los controles de las empresas
productoras relacionados con el uso de esos genes, porque entre otras cosas, exige
cambios en la legislación nacional, la cual actualmente establece que, en Costa Rica
no se pueden patentar plantas o animales, lo cual sí está permitido en muchos países
desarrollados, incluido los Estados Unidos.
La imposibilidad de nuestros
investigadores y productores de usar genes ya patentados en otros países es real, lo
que provoca que no se logre avanzar en este campo, básicamente por el costo
económico que representa el uso de los mismos en nuestros campos o laboratorios.
Podríamos buscar nuestros propios genes, pero es claro el costo en tiempo y recursos
que esto implica versus la capacidad instalada en países desarrollados para este tipo
de desarrollo. Además se podrían llevar nuestros genes y luego tendríamos que
pagar el precio que ellos fijen.
9. Costa Rica no se caracteriza por ser un productor de variedades vegetales, su
dependencia de compañías transnacionales en este campo es una realidad, pero si
además sumamos un aval nacional, mediante una ley como la presente, a la entrega
total de nuestros genes a las transnacionales, estaríamos traicionando a las futuras
generaciones, al entregar nuestra riqueza genética para que sea patentada mediante
un Convenio como el UPOV.
ACUERDA:
a. Manifestar a la Asamblea Legislativa la firme oposición a la aprobación de la “Ley de
Protección a las Obtenciones Vegetales”, Expediente 16.327, actualmente en
discusión en la Comisión Permanente de Asuntos Agropecuarios y de Recursos
Naturales.
b. Hacer un respetuoso llamado, a la Comisión Permanente de Asuntos Agropecuarios y
de Recursos Naturales, para que trabaje en la formulación de una ley sobre
obtenciones vegetales que permita imponer excepciones necesarias al derecho en
exclusiva del obtentor, así como proteger la diversidad biológica y la salud pública.
Una legislación que tome en consideración: la evaluación del impacto ambiental, los
principios precautorios para la defensa de la biodiversidad, la evaluación del impacto
en la salud, la protección del patrimonio genético y la biodiversidad local, la garantía
del consentimiento previo del uso de la biodiversidad mediante acuerdos equitativos,
razonables y éticos, así como, evitar la expropiación del conocimiento tradicional.
c. Reiterar nuestro ofrecimiento, a la Comisión Permanente de Asuntos Agropecuarios y
de Recursos Naturales, de poner a su disposición el recurso humano especializado de
nuestra institución para que colabore con la revisión de dicho Proyecto de Ley.
Dip. Salvador Quirós, Presidente
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d. Comunicar. ACUERDO FIRME.
Con toda atención,
Licda. Bertalía Sánchez S., Directora Ejecutiva
Secretaría del Consejo Institucional
Instituto Tecnológico de Costa Rica
ci Archivo
REf: Acuerdos2007/2501-Pronunciamiento del Consejo Institucional al proyecto de Ley Protección Obtenciones Vegetales