El Empresario y la Empresa en momentos de crisis.

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TEMA I.- EL EMPRESARIO Y LA EMPRESA EN MOMENTOS DE CRISIS
INTRODUCCIÓN.Todos los que hemos pasado por épocas de fuerte crisis en nuestros
negocios, motivadas, bien sea por ser víctimas de alguna suspensión de
pagos de nuestros clientes, por una situación de depresión del mercado, o
simplemente por actuaciones nuestras poco prudentes, conocemos su
dureza, el sufrimiento que produce y el profundo efecto que trae a
nuestra vida.
Estas situaciones, si son muy críticas, atacan nuestra confianza y
autoestima. Nos produce la tentación de aislarnos. E incluso puede
conducirnos hasta una situación en que bajamos los brazos y nos dejamos
llevar.
Pero hemos de saber que las situaciones difíciles, aunque hayan venido
porque no hemos sabido prever las consecuencias de nuestras propias
acciones, nos terminan haciendo más sabios. Y como ha dicho alguien
“más vale ser sabios, aunque sea tarde, que no tontos siempre”
En varios sitios en la Biblia habla de “estremecer o remover los cielos y la
tierra, el mar y la tierra firme” –refiriéndose siempre con esto a crisis
económicas, políticas y sociales– y frecuentemente, continua diciendo
que de ahí saldrán vidas de personas que se acerquen más a Dios. (p.ej.
Hag. 2:6-7)
Las situaciones difíciles obligan a una reflexión que de otro modo nunca se
hubiera llevado a cabo. Estas situaciones pueden conducir a una mejor
comprensión de nuestra vocación, o a veces a un cambio de dirección en
nuestra vida. Las situaciones de crisis pueden también producir una
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búsqueda espiritual, ya que nos hacemos más preguntas sobre el
significado y el propósito de nuestra vida y situación.
Vamos a centrarnos para nuestra reflexión sobre este tema, en un jefe de
empresa cuyo negocio consistía en levantar los muros caídos de una
ciudad, pero bajo una situación de crisis y presión poco corriente. Se trata
del cap. 4 de Nehemías, que ahora vamos a leer y comentar.
I.- LOS DÍAS MODESTOS.
Las crisis para los empresarios pueden ser regulares o muy graves. No sé
cómo estamos viviendo la presente, cada uno de nosotros. Puede ser muy
distinto de unos a otros.
Pero una característica general, en tiempos de crisis es que son días
modestos. Las situaciones sino llegan a ser dramáticas son por lo menos
modestas. No son días para tirar cohetes.
Así lo veían los propios enemigos de Nehemías (leer v. 1-3) Y también los
propios constructores no tienen más remedio que ser conscientes de que
su negocio es poca cosa. En una situación similar, Hageo les decía a los
que iban a reedificar el templo que había sido derribado por la crisis
anterior: ¿queda alguien que haya visto esta casa
–este negocio– en su
antiguo esplendor? ¿Qué os parece ahora? ¿No lo veis como muy poca
cosa?
Yo empecé con mi propio negocio al calor de las obras de la Expo 92, en
Sevilla. Y aquello funcionaba bien. Pero luego llegaron los años 94 y 95 y
después de varias suspensiones de pagos de nuestros clientes y de algunas
torpezas personales me encontré en una situación que para el que la vivió
queda. Realmente eran días modestos para mí y para nuestra empresa,
muy modestos y difíciles.
II.- EL ELEMENTO CLAVE: LA ORACIÓN.
En Nehemías 4:4-5 (leerlo) se nos muestra el elemento clave con que este
dirigente y los re-constructores de la muralla enfrentan la situación: La
oración a Dios. Una oración, que como veremos tiene sus frutos, sobre
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todo en los propios constructores de la muralla, pero también en las
circunstancias.
Las oraciones de estas situaciones tienen algunas características y
resultados que veremos a continuación.
 Es una oración que vuelca nuestra alma en Dios. (v. 4-5 leerlos)
Otros ejemplos de este tipo de oración se ven en Ana la que fue
madre de Samuel. Al ser menospreciada porque era estéril. O la del
rey Ezequías cuando ante la presencia de los enemigos dice al
Señor aquello de “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra,
como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas
para dar a luz” Esta situación de Ezequías está más al límite que la
del principio de Nehemías. En Salmos 56:3 aparece otra oración de
este tipo: “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza” O la más
conocida de 1ª Ped. 5:7 “Depositad en Él toda ansiedad, porque Él
cuida de vosotros”.
 El resultado es entusiasmo que se esfuerza. (v. 6 leerlo) La crisis está
allí, pero los que oran son afectados con energía y determinación
para el trabajo. Media altura de la muralla no está mal, aunque la
más difícil será la otra media de arriba que aún falta. Pero la mitad
de la muralla no está mal. La oración generalmente no es una varita
mágica que acaba de inmediato con todos los problemas. Aunque
ha traído el entusiasmo suficiente para levantar la muralla hasta la
mitad.
 Más crisis externas e internas y más oración. (leer v. 7-14) En
situaciones agudas de crisis, los conflictos no solo son los externos
(circunstancias) que son los productores de la crisis, sino que
también, bajo tal presión, surgen los internos.
- Externos. (leer v. 7,8,11) Porque los enemigos pasan de la
burla a la decisión de actuar y provocar disturbios en la
ciudad.
- Internos. (leer v. 10,12) El trabajo se amontona y del
entusiasmo del v. 6 se pasa al “no vamos a poder
reconstruir la muralla”. Y los demás judíos viendo las
amenazas. Desde luego estas eran reales, pero Dios
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también era real y ellos no lo veían. “Os van a atacar por
todos lados”
Otra vez la oración de clamor al Señor (leer v. 9,13) y la decisión de
actuar en consonancia a la situación. Ahora no solo habrá que
reconstruir la muralla sino que además habrá que montar guardia
día y noche.
 La importancia de un liderazgo espiritual en la empresa. (leer v. 14)
En los momentos de crisis, la percepción espiritual, la visión del
empresario es fundamental. Nehemías examina la situación. Ve la
realidad, la dura crisis. No es que no la ve. Si no la viera no podría
aportar los planes y organización que se ven más adelante. Esto es
posible que lo vea cualquier empresario. Pero sobre todo ve lo que
ya no todos ven, “que el Señor es grande y temible”. Por tanto “no
les tiene miedo” porque sabe echar su ansiedad sobre el Señor y
que Él tiene cuidado de ellos. Aquí se ve una aportación clara que la
fe puede hacer al mundo de la empresa, como a otras áreas de la
vida.
III.- UNA ORGANIZACIÓN ESPERANZADA, SABIA Y ESFORZADA. (leer v.
15-23)
 Una organización que cuida todos los frentes (v. 16-20) en este caso
trabajo y defensa (v.17). En nuestros casos puede ser publicidad,
nuevos campos, etc.)
 El ejemplo de los jefes. Estos jefes no están escurriendo el bulto
mientras los demás trabajan, ni tampoco son ellos los que trabajan
mientras que los demás están al pairo sin dar golpe. Son los unos y
los otros (leer v. 16b,22,23)
 Son momentos para incluso un horario extraordinario. (v. 21)
 Los jefes que dan ejemplo no tienen problema en marcar exigencias
superiores también a los demás (v. 22,23) En momentos de crisis
todos tienen que apechugar más de lo normal. La carga se tiene que
repartir entre todos, empleados y jefes. Ni el paternalismo, llevando
uno toda la carga, ni la vaguería, valen aquí.
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CONCLUSIÓN.
Las situaciones de crisis son tiempos modestos. El elemento clave, y por
otro lado singular, que puede aportar la fe es echar nuestra ansiedad
sobre el Señor y confiar en Él, porque el cuida de nosotros. Pero esa
oración no lleva a una actitud pasiva sino que estimula a la acción sabia. El
empresario espiritual ve la dificultad, pero también ve al Señor y actúa en
consecuencia. Finalmente una organización acorde a la situación, sabia y
esforzada de parte de todos, nos hace salir de la crisis.
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