1-P-96. Pocasangre vrs. Juzgado Décimo de lo Penal de San

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1-P-96. Pocasangre vrs. Juzgado Décimo de lo Penal de San Salvador
SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San
Salvador, a las nueve horas cincuenta minutos del día diecinueve de marzo de mil
novecientos noventa y seis.
Se solicita exhibición personal a favor del señor JOSE ELIAS POSACANGRE ESCOBAR
procesado en el Juzgado Décimo de lo Penal de San Salvador, por imputársele el delito de
estafa en el señor José Alfredo Peraza Zelaya. El Doctor Oscar Arnoldo Salgado Perla,
solicitante de la exhibición personal expresa, que según la declaración de los testigos, se
desprende que los hechos calificados como delito de estafa no constituyen delito, sino una
combinación de relaciones mercantiles, civiles y laborales, entre el presunto ofendido y su
defendido quienes trabajan para y a la orden de Salshang Exportation e Importation, S.A.
de C.V.
Para que exista estafa se requiere un ardid o cualquier otro medio de engañar para
sorprender la buena fe con el ánimo de lucro o sea esa voluntad y conciencia de obtener a
través del engaño. A través de todo el proceso se establece como el ofendido fue
entregando cantidades de dinero al imputado, sin recibir nunca aquél cantidades de dinero
por la mercadería vendida, llegando hasta el final, en que el último lote de llantas por
venderse que supuestamente cubrirían el monto de todo lo invertido por Peraza Zelaya, fue
retirado por Pocasangre entregando un cheque como garantía, sorprendiendo con ello su
buena fe, pues al no haber sido hecho efectivo, dejó totalmente a Peraza Zelaya, no solo sin
las llantas, sino sin recuperar todo el dinero invertido en la importación de ellas. No se trata
de un mero incumplimiento de obligaciones mercantiles, civiles o laborales documentadas,
sino que por medio de una serie de actos, que independientemente pudieran estar exentos
de engaños, en conjunto si llegan a constituirlo, puesto que los primeros generaron el crear
una confianza, que concluyó en el engaño final de retirar y disponer de la última parte de
llantas en poder del ofendido afectándole su patrimonio.
El ofendido entregó dinero para comprar los dólares e importar llantas; entregó dinero para
transporte; dio su casa como bodega de las llantas; se vendieron las llantas, salvo un último
lote que quedó pendiente como garantía de toda su inversión, pues ni una suma de dinero
había recibido y luego aún esta es retirada por el imputado mediante engaño, quedando
Peraza Zelaya como ya se hizo sin recuperar nada de su dinero, y sin las llantas.
Como bien dice Carlos Creus, que es lo que se dio en este caso: "la secuencia causal en la
estafa es la siguiente. el agente despliega una actividad engañosa que induce en error a una
persona, quien en virtud de ese error, realiza una prestación que resulta perjudicial para un
patrimonio".
Sin manifestarlo expresamente, el Doctor Salgado Perla fundamenta el hábeas corpus, en el
artículo constitucional que prohibe la prisión por deudas. La conducta punible de la estafa,
excluye una mera deuda de derecho privado, y por tanto el artículo constitucional no se ha
infringido.
El Juez Ejecutor resolvió que el Juez había valorado bien la prueba para decretar la
detención, la cual está apegada a derecho.
Por todo lo expusto esta Sala RESUELVE: Continúe en la detención en que se encuentra
JOSE ELIAS POCASANGRE ESCOBAR, confirmándose la resolución del Juez Ejecutor.
Certifíquese la presente y remítase junto con el proceso al Tribunal de origen. Archívese el
presente Hábeas Corpus.
HS001P96.96
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