ARGUMENTARIO CONTRA LA LEY DE MEDIDAS

ARGUMENTARIO CONTRA LA LEY DE MEDIDAS DE
FLEXIBILIZACIÓN DEL MERCADO DEL ALQUILER DE VIVIENDA
#LeyFlexibilizaciónAlquilerPP
+Recortes+Desahucios+exclusión-Derechos
Supone un nuevo golpe al derecho a la vivienda por parte del Gobierno.
Con la fórmula "dinamizar el mercado de alquiler", el Gobierno del PP impulsa
una nueva vulneración del derecho a la vivienda: la reforma debilitará aún más
la posición de los inquilinos e inquilinas, criminalizará los impagos por razones
de necesidad y facilitará los desahucios exprés.
En el actual contexto de crisis, los desalojos por impago de la hipoteca y
los desalojos por impago de alquiler son dos caras de una misma moneda: la
vivienda entendida como simple mercancía. A la tragedia de los desahucios por
ejecuciones hipotecarias, se añadirá la de aquellas personas y familias que, en el
contexto de la crisis, son incapaces de pagar el alquiler. El Proyecto de Ley de
Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Vivienda
modifica la legislación de arrendamientos urbanos y la legislación de
enjuiciamiento civil sin tener en cuenta la condición socio-económica de los
inquilinos e inquilinas.
Establece tres medidas principales que afectan a la seguridad jurídica de
las personas inquilinas y que suponen más recorte de derechos hacia la mayoría
social:
•
Reduce de 5 a 3 años el contrato de alquiler y facilita los incrementos
ilimitados de la renta. Cada 3 años se podrán producir subidas
indiscriminadas de la renta o se podrá cancelar el contrato de alquiler sin
tener que justificar la necesidad de recuperar la vivienda. Además, la
reforma desvincula la actualización de la renta del aumento del Índice de
Precios al Consumo, IPC, y prevé que arrendador y propietario decidan
"libremente" qué criterio aplicar. Después de ver los abusos generados
por la supuesta libertad contractual en el ámbito hipotecario, no sería de
extrañar la firma de contratos de alquiler con criterios de actualización
de la renta manifiestamente inalcanzables.
•
Permite los desahucios por impago de un sólo mes de alquiler y crea un
registro de morosos - "registro de sentencias firmes de impago de
alquiler" - en el que, durante 6 años, constarán los datos de las personas
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que no han satisfecho las rentas del alquiler. El registro vulnera el
derecho a la intimidad y la protección de datos, y condenará las personas
afectadas a la exclusión habitacional, además de suponer un paso más en
la criminalización de las personas afectadas por la crisis.
•
Modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil: se pretende reducir la
intervención judicial al mínimo imprescindible; esto es, un nuevo límite a
la tutela judicial efectiva, un paso más de recorte de derechos a quienes
se encuentran en situación de vulnerabilidad. En concreto, se vincula el
desahucio a la falta de oposición del demandado, de tal modo que si éste
no atendiere el requerimiento de pago o no compareciere para oponerse
o allanarse, el secretario judicial dictará decreto dando por terminado el
juicio y se producirá el desahucio. Se consagra así lo que ha venido en
llamarse el “desahucio express”. Esta sí es una medida de fomento, pero
de la precarización
La propuesta de reforma no hace ninguna mención a la situación de las
familias que con motivo de la crisis ven materialmente imposible pagar el
alquiler. Tampoco establece ninguna diferencia entre los impagos que afectan a
grandes propietarios y entidades financieras, y los impagos de alquiler que
repercuten en pequeños propietarios.
Además, la Ley establece privilegios inaceptables para los grandes grupos
económicos y financieros que especulan con este bien de primera necesidad, a
quienes se privilegia con importantes deducciones fiscales. Las Sociedades
Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (SOCIMIS), que
no son más que las SICAV inmobiliarias, reducto de las grandes fortunas que
buscan importantes desgravaciones fiscales, que se constituyen como el brazo
ejecutor de las políticas liberalizadoras del PP, elementos fundamentales para la
construcción de la segunda burbuja inmobiliaria, ahora desde el alquiler, y
herramienta de la gestión privatizadora del parque de viviendas deshabitado
que en Andalucía asciende a 700.000 viviendas. Dichas entidades tributarán al
tipo de gravamen del cero por ciento en el Impuesto sobre Sociedades, antes lo
hacían al 19%.
En el contexto actual, una política desreguladora, liberalizadora y de
recorte de derechos y seguridad jurídica en materia de vivienda, resulta suicida
y se aleja notablemente de las prácticas de los países más avanzados en la
materia, donde además de disponer de un parque de vivienda social de alquiler
en el que alojar a las personas empobrecidas, se contemplan medidas de
intervención en el mercado privado de alquiler. Esto es lo que sucede en
Francia, por ejemplo, donde el 20% del parque inmobiliario son viviendas
sociales de alquiler, y donde se prohíben los desalojos durante el invierno. En
Alemania, por su parte, existen límites a los precios del mercado privado de
viviendas que impiden procesos especulativos como los que se han vivido en el
estado español.
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Para "dinamizar el mercado de alquiler”, bastaría con incentivar el
alquiler social de las viviendas en manos de grandes propietarios y de entidades
financieras, o permitir como hemos pedido hasta la saciedad, que las
comunidades autonómas, que son las competentes, gestionen las viviendas
transferidas al SAREB, o las del mal llamado Fondo social de viviendas. Son las
administraciones públicas las que debemos velar para que las viviendas sean
adjudicadas, no una corporación privada que responde estrictamente a sus
intereses mercantiles.
Frente al modelo ultraliberal al servicio de las élites financieras e
inmobiliarias, el modelo andaluz de políticas públicas de vivienda es
absolutamente contrapuesto al que establece el gobierno del PP:
‐
Frente a la liberalización del derecho a la vivienda del PP con políticas
como las que contempla la Ley que hoy entra en vigor, más acción
pública que garantice el interés general, políticas proactivas que
fomenten la movilización de viviendas vacías, incentivos a particulares
para que pongan sus viviendas en alquiler, garantizar el cumplimiento de
la función social de la vivienda…
‐
Frente a la privatización de la gestión de las viviendas vacías en España
con las SOCIMIS como herramienta, puesta en marcha de una agencia
pública del alquiler, reconversión de la Empresa pública del suelo.
‐
Frente a la privatización del parque público de viviendas y la lapidación
de viviendas sociales de los gobiernos autonómicos de PP en Madrid o
Valencia, puesta en valor del parque público de viviendas andaluz como
un servicio público de primer orden, tan importante como la sanidad
pública o la educación pública, que debe dignificarse, contar con más
inversión pública y ampliarse.
‐
Frente a la inacción del gobierno del PP para frenar los desahucios,
ignorando medidas para reestructurar la deuda familiar hipotecaria,
mediante la quita, o las necesarias modificaciones de la ley de
enjuiciamiento civil para establecer una “segunda oportunidad” a quienes
pueden perderlo todo, incluso su vivienda, medidas como el de la
expropiación del uso de la vivienda que pretende responder a una
situación de emergencia habitacional.
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