MAGISTRADA PONENTE: YOLANDA JAIMES GUERRERO Exp. 2002-0410 El Tribunal Superior Octavo de lo Contencioso Tributario, en Oficio Nº 144 de fecha 26 de abril de 2002, envió a esta Sala Político Administrativa el expediente Nº 1.365 de su nomenclatura, contentivo de la apelación interpuesta en fecha 17 de abril de 2002 por el abogado Freddy Suárez Alcalde, en representación del FISCO NACIONAL, según consta del poder autenticado por ante la Notaría Pública Undécima del Municipio Libertador en fecha 27 de diciembre de 2001, bajo el Nº 52, tomo 313 del Libro de Autenticaciones, contra la sentencia dictada por el expresado Tribunal el 30 de noviembre de 2001, la cual declaró con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por la SUCESIÓN DE MARIO JOSÉ SÁNCHEZ CASTILLO, contra la Resolución Nº HGJT-A-198 de fecha 16 de febrero de 2000, dictada por la Gerencia Jurídico Tributaria del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), que declaró sin lugar el recurso jerárquico ejercido contra la Resolución Nº HRNO-410-036 de fecha 24 de abril de 1995, emanada de la Administración de Hacienda, Región Nor-Oriental, que declaró improcedente la prescripción de la obligación tributaria solicitada por la referida SUCESIÓN. En fecha 26 de abril de 2002, el Tribunal supra identificado dictó auto mediante el cual oyó libremente dicha apelación, remitiendo el expediente a la Sala PolíticoAdministrativa de este Tribunal Supremo de Justicia. En fecha 16 de mayo de 2002, se dio cuenta en Sala y por auto de la misma fecha, se ordenó aplicar el procedimiento de segunda instancia previsto en el Capítulo III del Título V de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, se designó Ponente a la Magistrada YOLANDA JAIMES GUERRERO y se fijó el décimo día de despacho para comenzar la relación. El 6 de junio de 2002, el representante del Fisco Nacional consignó el correspondiente escrito de fundamentación de su apelación. El 19 del mismo mes y año, dentro del lapso legal, el representante judicial de la mencionada Sucesión contestó dicha apelación. El 31 de julio de 2002, tuvo lugar el acto de informes al cual concurrió sólo el representante del Fisco Nacional y consignó su respectivo escrito de informes; seguidamente se dijo VISTOS. I FUNDAMENTOS DEL ACTO RECURRIDO El acto recurrido contenido en la Resolución Nº HGTJ-A-198 de fecha 16 de febrero de 2000, emanada de la Gerencia Jurídico Tributaria del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), declaró improcedente la prescripción de la obligación tributaria invocada por la SUCESIÓN DE MARIO JOSÉ SÁNCHEZ CASTILLO, fallecido el 27 de agosto de 1985, con base en las siguientes consideraciones: 1. 1. Que el lapso de prescripción no corre ante la presencia de un juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, de un primer causante respecto de un segundo causante, cuyo acervo hereditario depende del juicio de inventario. 2. 2. Que la referida situación no está regulada en el derecho tributario; por ello, hay que recurrir a instituciones del derecho civil, de conformidad con lo establecido en el artículo 17 del Código Orgánico Tributario de 1982, vigente por razón temporal. 3. 3. Que en el caso de la herencia dejada por Mario José Sánchez Castillo, el derecho del Fisco Nacional nació condicionado, por la existencia de un juicio de aceptación de herencia a beneficio de inventario, de su padre. II FUNDAMENTOS DEL RECURSO El abogado Ricardo Caigua Jiménez, en su condición de apoderado judicial de la SUCESIÓN MARIO JOSÉ SÁNCHEZ CASTILLO, según consta del documento poder otorgado por ante la Notaría Pública Sexta de Caracas, el día 5 de mayo de 1995, anotado bajo el Nº 49, Tomo 40 de los Libros de Autenticaciones llevados en dicha Notaría, interpuso recurso contencioso tributario contra la resolución supra identificada con base en los siguientes argumentos: 1. 1. La existencia de la obligación tributaria surgió cuando se realizó el hecho imponible, que consistió en el fallecimiento del causante Mario José Sánchez Castillo. Por lo tanto, la Administración Tributaria erró al hacer depender el nacimiento de la obligación de una circunstancia distinta a la tipificada en el artículo 36 del Código Orgánico Tributario. 2. 2. La Administración ignora la distinción entre el nacimiento de la obligación tributaria y la determinación de esa obligación. 3. 3. El derecho tributario si regula el lapso prescriptivo de la obligación tributaria, su transcurso, interrupción y suspensión, por medio de lo dispuesto en los artículos 52, 54, 55 y 56 del Código Orgánico Tributario. En este sentido, es equivocada la aplicación de instituciones de derecho civil a la obligación tributaria con respecto al transcurso o no del lapso prescriptivo de dicha obligación y además afirmar, como lo hace la Administración, que la obligación tributaria que se originó del hecho imponible del fallecimiento del causante, nació condicionada por la existencia de un juicio de beneficio de inventario de la herencia dejada por el padre de dicho causante. 4. 4. La aceptación de herencia bajo el beneficio de inventario no es un medio de interrumpir la prescripción de la obligación tributaria, ni tampoco un recurso apto para suspenderla, por no estar expresamente previstos como tales en el Código Orgánico Tributario. 5. 5. No hubo por parte de la Administración acto alguno de los señalados por el mencionado Código que haya interrumpido o suspendido el lapso de prescripción de la obligación tributaria nacida el 27 de agosto de 1985, la cual comenzó el 1º de enero de 1986, para consumarse el 1º de enero de 1992, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 52 y 54 del Código Orgánico Tributario. III FUNDAMENTOS DE LA RECURRIDA La sentencia recurrida declaró con lugar el recurso contencioso tributario descrito en el aparte que antecede, a partir de los siguientes argumentos: 1º“Analizar si, tal y como lo asevera la actuación administrativa, la obligación tributaria nació condicionada por la circunstancia de la existencia de un juicio de aceptación beneficio de inventario en la herencia dejada por el padre del causante Mario José Sánchez Castillo Este Juzgador, no tiene ninguna duda acerca de que los medios para interrumpir o suspender la prescripción son taxativos y se concretan a aquéllos que son señalados de manera expresa en el artículo 55 del Código Orgánico Tributario de 1983, aplicable retionae temporis, repetidos en forma idéntica en los artículos 55 y 54 de los Códigos de 1992 y 1994, respectivamente; en consecuencia, al no estar incluido en dichos medios el juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, éste no puede tener ningún efecto interruptivo ni de suspensión de la obligación tributaria. Se declara. 2º “En cuanto a (...) que la obligación tributaria surgida como consecuencia de producirse el hecho imponible del fallecimiento del causante, nació condicionada por la circunstancia de que hasta tanto no se produzca sentencia definitiva firme en el juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, en la herencia dejada por el padre del causante, no podría el Fisco determinar el impuesto a pagar, tal como lo plantea la representación del Fisco Nacional, este Tribunal advierte como evidente, que en este planteamiento existe confusión entre el nacimiento de la obligación tributaria - al producirse el hecho imponible – y la determinación del impuesto a pagar por haberse practicado la liquidación, que constituyen dos actuaciones distintas y separadas en el tiempo. “En los artículos 36, 37 y 38 del Código Orgánico Tributario antes mencionada, se consagra lo que debe entenderse por hecho imponible y el nacimiento de la obligación tributaria. En el caso del fallecimiento de un causante determinado, el hecho material de la muerte, establecido como hecho imponible, no puede dar lugar al nacimiento de una obligación tributaria condicionada, ya que la muerte es única y radical, es decir: se está vivo o se está muerto; y cuando se pretende hacer nacer la obligación tributaria de un hecho imponible distinto a lo establecido en dichas disposiciones, como seria un juicio de aceptación de herencia a beneficio de inventario, es evidente que estamos ante una violación de la ley, en el sentido de desconocer el texto legal aplicable; o lo que seria lo mismo: que, a lo fines de la realización del hecho imponible, una persona fallecida no estará muerta hasta que el juicio de aceptación de la herencia a beneficio de inventario, haya sido sentenciado: ad absurdum. “De manera que este tribunal considera erróneo recurrir a instituciones de derecho civil, para hacer nacer el presupuesto de hecho cuyo acaecimiento determina el nacimiento de la obligación tributaria; siendo por demás, que el propio Código Orgánico Tributario establece en forma taxativa y jerarquizada, cuáles son la fuentes supletorias de la ley tributaria. También se declara.” Concluye el a quo que, “del análisis de la declaración del hecho imponible, así como de la solicitud de prescripción efectuada por el recurrente el 2109-1994, se observa que fueron efectuados cuando ya estaba consumada la prescripción de seis (6) años, establecida en el artículo 52 ejusdem”. Por todo lo ello “... considera procedente el alegato de prescripción expuesto por la sucesión Mario José Sánchez Castillo; en consecuencia procede a dejar sin efecto el acto administrativo de contenido tributario constituido por la Resolución HGJT-A-620-198, de fecha 16-02-2000, emitida por la Gerencia Jurídica Tributaria del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria y Aduanera SENIAT, así como cualquier determinación o liquidación que por este tributo se hubiere emitido a cargo de la referida Sucesión. Finalmente se declara.” IV APELACIÓN DEL FISCO NACIONAL El Fisco Nacional apeló de la sentencia dictada en el caso de autos el 30 de noviembre de 2001 por el Tribunal Superior Octavo de lo Contencioso Tributario, la cual se formalizó mediante escrito presentado ante esta alzada el 6 de junio de 2002, por el abogado Freddy Suárez Alcalde, en su carácter de sustituto de la Procuradora General de la República, anteriormente identificado, en los siguientes términos: 1. 1. Falso supuesto de derecho en el que incurrió el Tribunal a quo, al omitir la aplicación de los dispositivos contenidos en los artículos 17 del Código Orgánico Tributario y 1.965, ordinal 2º, del Código Civil y, por tanto, desconocer el carácter supletorio del Derecho Común con respecto a la regulación de la obligación tributaria, y considerar que un juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, no es una circunstancia idónea para interrumpir o suspender el curso de la prescripción. El derecho del Fisco como acreedor, nacerá en el momento en que sea resuelta la controversia del juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, cuya existencia es una condición suspensiva, entendiendo por tal, la que hace depender la obligación de un acontecimiento futuro e incierto, según se desprende del artículo 1.198 del Código Civil. 2. 2. Falso supuesto de hecho del que adolece la sentencia recurrida, cuando declaró prescrita una obligación tributaria no cuantificada, porque no llegó nunca a adquirir las notas de liquidez y exigibilidad, presupuestos indispensables a los efectos de empezar el cómputo del lapso de prescripción. En su escrito de informes ante esta Alzada, el representante fiscal reiteró los mismos argumentos expuestos en su escrito de formalización. Por su parte, la coheredera Marisol Michelle Sánchez Sánchez, actuando en nombre propio e inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 84.929, ratificó los argumentos expuestos en el recurso contencioso tributario, en el escrito de contestación a la apelación del Fisco Nacional. V MOTIVACIONES PARA DECIDIR En virtud de la declaratoria contenida en la sentencia recurrida y de las objeciones formuladas por el apelante, en representación del Fisco Nacional, la controversia planteada en el caso de autos se contrae a decidir sobre los vicios de falso supuesto de hecho y de derecho que afectan el fallo apelado, y luego, respecto al caso concreto, decidir acerca de: 1. 1. Si la aceptación bajo beneficio de inventario de la herencia del padre del causante, constituye un medio capaz de interrumpir o suspender la prescripción de la obligación tributaria de la herencia de Mario José Sánchez Castillo. 2. 2. Si es procedente o no la prescripción de los derechos fiscales correspondientes a la herencia de éste, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 54 del Código Orgánico Tributario de 1983, aplicable al caso ratione temporae. Así delimitada la litis, pasa la Sala a decidir: Previo pronunciamiento. En relación a la denuncia de los vicios de falso supuesto de derecho y de hecho en que, a juicio de la representante del Fisco Nacional, incurrió el juez de la causa al desconocer el carácter supletorio del Derecho Común en lo que concierne a la regulación de la obligación tributaria y excluir el juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario como causal de interrupción de la prescripción, establecida en el ordinal 2º del artículo 1965 del Código Civil y, al declarar consumada la prescripción de la obligación tributaria sucesoral sin que hubiese corrido el lapso prescriptivo, pues éste comenzó a correr, según su criterio, una vez concluido el inventario, la Sala, a fin de evitar repeticiones inútiles, remite a la transcripción textual del fallo recurrido, hecha en la narrativa de esta sentencia. De la lectura de la transcripción señalada, la Sala observa que el juzgador de instancia, al no considerar como causal de interrupción de la prescripción de la obligación tributaria el juicio de aceptación de la herencia a beneficio de inventario, no desconoció el Derecho Común, sino que consideró “... erróneo recurrir a instituciones de derecho civil, para hacer nacer el presupuesto de hecho cuyo acaecimiento determina el nacimiento de la obligación tributaria ...”, además, de haber señalado que “... los medios para interrumpir o suspender la prescripción son taxativos y se concretan a aquéllos señalados de manera expresa en el artículo 55 del Código Orgánico Tributario de 1983, aplicable rationae temporis, repetidos en forma idéntica en los artículos 55 y 54 de los Códigos de 1992 y 1994, respectivamente; en consecuencia, al no estar incluido en dichos medios el juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, éste no puede tener ningún efecto interruptivo ni de suspensión de la obligación tributaria ...”. Efectivamente, la Sala estima que existiendo disposiciones expresas en el Código Orgánico Tributario que regulan el nacimiento y extinción de la obligación tributaria, la aplicación del precepto contenido en el artículo 17 eiusdem, el cual reza: “En todo lo no previsto en este Título, la obligación tributaria se regirá por el derecho común, en cuanto sea aplicable”, no es procedente al caso concreto, en virtud de la previsión expresa en la ley especial respecto al nacimiento de la obligación tributaria y su extinción, por tanto no hubo falso supuesto de derecho en el fallo recurrido. Así se declara. Por otra parte, el a quo, estableció que siendo “...los medios capaces de interrumpir y suspender la prescripción de la obligación tributaria (son) aquéllos señalados en el Código Orgánico Tributario,... y que la existencia del juicio de aceptación de herencia bajo beneficio de inventario, bajo ningún concepto podría reputarse como una circunstancia idónea para interrumpir o suspender el curso de la prescripción ...”, el término de prescripción de seis (6) años corrió sin oposición alguna, sin que el ente administrativo hubiese efectuado durante dicho término una acción diligente frente al deudor tributario orientada a interrumpir la prescripción, lo que en modo alguno constituye a juicio de la Sala, falso supuesto de hecho, por no aceptar el error del Fisco Nacional de que el nacimiento del derecho de éste como acreedor está condicionado a la existencia del juicio de aceptación de la herencia a beneficio de inventario. Por todas estas razones, la Sala encuentra infundada la denuncia de la representación fiscal contra la sentencia recurrida, acerca de los vicios de falso supuesto de hecho y de derecho. Así se declara. Resuelta la improcedencia de los puntos previos alegados, pasa la Sala a decidir acerca de las cuestiones de fondo de esta controversia. Fondo de la controversia. 1. Efectos de la aceptación de la herencia a beneficio de inventario en el curso de la prescripción de la obligación tributaria sucesoral. Ahora bien, a fin de precisar si la aceptación de la herencia del padre del causante a beneficio de inventario, tuvo efectos o no en la herencia dejada por su hijo y en la correlativa obligación tributaria de la sucesión, la Sala observa: La Administración Tributaria fundamentó su actuación en la suspensión del lapso de prescripción, por la presencia de una condición suspensiva que, a su juicio, impedía corriera dicho lapso, cual era “... un juicio de aceptación a Beneficio de Inventario, de un primer causante respecto a un segundo ...” (respecto de la Sucesión de Mario Sánchez, padre del de cuius Mario José Sánchez Castillo), de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1.965 del Código Civil, que textualmente señala: “No corre tampoco la prescripción:...omissis...2º Respecto de los derechos condicionales, mientras la condición no esté cumplida....omissis...”, en concordancia con el artículo 17 del Código Orgánico Tributario. Además, porque en virtud de la presunción de legalidad de los actos administrativos, la carga de probar la inexistencia del “... derecho condicionado que mantiene sin correr el lapso prescriptivo ...”, le corresponde al contribuyente. La sucesión del causante, mediante escrito de promoción de pruebas presentado en instancia el 27 de julio de 2000, siendo la oportunidad legal para ello, promovió prueba documental constante de 14 folios, consistente en la copia de la Resolución Nº HGJT-A-340 de fecha 13 de agosto de 1997, mediante la cual la Gerencia Jurídico Tributaria del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT), declaró con lugar el recurso jerárquico interpuesto por la Sucesión de Mario Sánchez (padre del causante de este proceso) y anuló la declaratoria de improcedencia de la prescripción de la obligación tributaria sucesoral del mencionado Mario Sánchez, dictada de la Gerencia de Tributos Internos de la Región Nor-Oriental en la Resolución HRNO-410-037 de fecha 24 de abril de 1995. Además, la Gerencia Jurídico Tributaria estimó que el procedimiento de aceptación de la herencia bajo beneficio de inventario, no constituye un medio idóneo para suspender ni interrumpir la prescripción de la obligación tributaria en materia sucesoral. (folio 61). Esta prueba documental, fue admitida por el a quo y no fue objetada ni impugnada por el Fisco Nacional en ningún momento del proceso, por tanto, la Sala la aprecia como reconocida, a tenor de lo dispuesto en los artículos 443 y 444 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con lo establecido en el artículo 1363 del Código Civil, e infiere que los hechos junto con sus respectivas fechas establecidos en dicha resolución son fidedignos, porque están reconocidos por ambas partes, los cuales son relevantes para decidir la controversia planteada, relacionados de la manera siguiente: 1983 feb. 15 Fallece el padre del causante. 1983 abr. 05 Presentación ante la Administración Tributaria, de la declaración sucesoral de la herencia del padre del causante, de conformidad con el artículo 3º del Reglamento de la Ley de Sucesiones, Donaciones y demás Ramos Conexos. 1983 abr. 27 Declaratoria de aceptación de la herencia del padre del causante a beneficio de inventario, por ante el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui. 1983 may. 15 Declaratoria de aceptación de la herencia del padre del causante, ante el mismo Tribunal. 1983 may. 17 Auto del Tribunal de Primera Instancia, mediante el cual se otorgó a la sucesión, prórroga de tres meses para concluir el inventario respectivo. 1985 ago. 27 Fallece el causante Mario José Sánchez Castillo. 1994 sep.21 Solicitud de prescripción extintiva de la obligación tributaria sucesoral, con relación a la herencia del padre del causante. 1994 sep. 21 Presentación de la Declaración Sucesoral de la herencia del causante Mario José Sánchez Castillo, solicitando la prescripción de la obligación tributaria. 1997 ago.13 Resolución Nº HGJT-A-.340, emanada de la Gerencia Jurídico Tributaria del SENIAT, la cual declaró prescrita la obligación tributaria sucesoral de la herencia del padre del causante. Ahora bien, por cuanto la Ley de Sucesiones, Donaciones y demás Ramos Conexos publicada en la Gaceta Oficial Extraordinario Nº 3.007 de fecha 31 de agosto de 1982, vigente en razón del tiempo, y su Reglamento, no contienen disposición alguna acerca de la conclusión del inventario, la Sala debe aplicar supletoriamente la normativa de derecho común establecida en el Código Civil, en la Sección Segunda del Capítulo III, (Del beneficio de inventario, de sus efectos y de las obligaciones del heredero beneficiario), según la cual la Sucesión dispone de un término de tres meses para llevar a cabo y concluir el inventario judicial solemne de la herencia; ese plazo puede ser ampliado por el juez respectivo, si los interesados lo solicitan antes de su vencimiento; sin embargo, tal prórroga no puede exceder de tres meses más. El inicio del plazo en cuestión se cuenta desde la fecha de presentación de su declaración formal de aceptación de la herencia bajo beneficio de inventario y en caso de que éste no quede terminado oportunamente, se considera que el heredero ha aceptado la herencia pura y simplemente. De seguidas se transcriben los artículos que regulan la situación planteada: 1.025. “Aquella declaración no produce efecto, si no la precede o sigue el inventario de los bienes de la herencia, formado con las solemnidades establecidas en el Código de Procedimiento Civil y en los términos fijados en este parágrafo”. 1.030. “Cuando el heredero no esté en posesión real de la herencia, ni se haya mezclado en su administración, conserva el derecho de aceptarla bajo beneficio de inventario, mientras no se haya prescrito la facultad de aceptar la herencia. Una vez hecha la declaración a que se refiere el artículo 1.023, de acogerse al beneficio de inventario, el heredero deberá dejar concluido el inventario dentro del término de tres meses contados desde la declaración, a menos que obtenga una prórroga del Juez de Primera Instancia en la forma prevista en el artículo 1.027. La falta en el oportuno levantamiento del inventario hace que la aceptación se tenga por pura y simple. Cuando el inventario ha sido terminado, el heredero debe hacer la manifestación de aceptación dentro de los cuarenta días siguientes. A falta de esta declaración, se tiene por repudiada la herencia. En el caso del artículo 1.019, el heredero, que no se encuentra en la posesión real de la herencia, deberá concluir el inventario dentro del mismo plazo que le haya fijado el Tribunal para su aceptación o repudiación, salvo que haya obtenido una prórroga de ese Tribunal. Si hace la declaración y no hace el inventario se le tiene por heredero puro y simple.” (Resaltado de la Sala.) De la lectura de las disposiciones transcritas y del análisis de los hechos con sus respectivas fechas relacionadas supra, la Sala deduce que al faltar el oportuno cumplimiento de las formalidades legales de la aceptación, esto es, la conclusión del inventario dentro del lapso legal o en el de la prórroga, la declaración de aceptación de la herencia bajo beneficio de inventario no produjo efecto alguno, de conformidad con lo dispuesto en el Código Civil en su artículo 1.025 supra transcrito, además de haberse extinguido por mandato legal el beneficio, según lo establecido en el artículo 1.030 eiusdem. En consecuencia, al cesar el beneficio de inventario, el causante Mario José Sánchez Castillo es heredero puro y simple de la herencia de su padre y se considera que aceptó la herencia de esa manera desde el momento mismo de la apertura de la sucesión, por mandato del artículo 1.001 del Código Civil, que establece “El efecto de la aceptación (de la herencia) se retrotrae al momento en que se abrió la sucesión”. (agregado de la Sala) Por tanto, considera esta alzada que está plenamente probado en autos que para el 27 de agosto de 1985, fecha de la apertura de la herencia dejada por Mario José Sánchez Castillo, no existía juicio de aceptación de herencia a beneficio de inventario, respecto de la sucesión de su padre Mario Sánchez, razón por la cual en modo alguno pudo tener por efecto interrumpir o suspender el curso de la prescripción de la obligación tributaria sucesoral controvertida en la presente causa. Así se declara. 2. 2. Prescripción de los derechos fiscales. Al respecto, la Sala estima necesario hacer algunas consideraciones desde el punto de vista de nuestro derecho positivo, con relación al nacimiento y extinción de la obligación tributaria regulada por el Código Orgánico Tributario, vigente a partir del 31 de enero de 1983, aplicable al caso de autos por razón temporal en virtud de la fecha del fallecimiento del causante, ocurrida el 27 de agosto de 1985. Establece el artículo 14 de dicho Código: “La obligación tributaria surge entre el Estado en las distintas expresiones del Poder Público y los sujetos pasivos en cuanto ocurra el presupuesto de hecho previsto en la ley. Constituye un vínculo de carácter personal aunque su incumplimiento se asegure mediante garantía real o con privilegios especiales”. Por ello, el nacimiento de la obligación tributaria sucesoral se genera en el momento en que se produce el hecho imponible, que es la transmisión de la herencia que acontece con la muerte del causante, así “la sucesión se abre en el momento de la muerte y en el lugar del último domicilio del de cujus”, según dispone el artículo 993 del Código Civil, siendo tal previsión de orden público. En consecuencia, no puede ser derogada ni modificada por voluntad de los interesados, de manera que el presupuesto indispensable para la apertura de una sucesión por causa de muerte, es precisamente el instante del fallecimiento del causante y no antes ni después, e independientemente de cualesquiera circunstancias de hecho relacionadas con esa muerte, hecho que nunca puede ser condicionado por elementos distintos a las circunstancias materiales que concretizan el presupuesto de ley, tal y como lo establece el artículo 37 del Código Orgánico Tributario, al señalar: “Se considera ocurrido el hecho imponible y existente sus resultados: 1. 1. En las situaciones de hecho, desde el momento en que se hayan realizado las circunstancias materiales necesarias para que produzca los efectos que normalmente les corresponden” (...).” En concordancia con las disposiciones transcritas, el artículo 5º de la Ley de Sucesiones señala que el impuesto sucesoral se causa en el momento de la apertura de la sucesión. Establece textualmente el artículo 5 de la Ley de Sucesiones, Donaciones y demás Ramos Conexos, vigente a partir del 30 de septiembre de 1982, hasta el 22 de octubre de 1999, fecha de publicación en la Gaceta Oficial Extraordinario Nº 5.391, del Decreto con rango y fuerza de ley, de la Reforma Parcial de la Ley de Impuesto sobre Sucesiones, Donaciones y demás Ramos Conexos : “El impuesto sobre herencias y legados se causa donde estén situados los bienes gravados y en el momento de la apertura de la sucesión. Si los bienes se encontraren ubicados en jurisdicciones distintas el lugar se determinará por el asiento principal de los intereses del causante, o en su defecto, por la ubicación de cualquiera de ellos.” (Idéntico al artículo 5º de la Ley reformada). En atención a lo expuesto, a las normas reproducidas y a una de las declaratorias del a quo, “ al considerar erróneo recurrir a instituciones del derecho civil, para hacer nacer el presupuesto de hecho cuyo acaecimiento determina el nacimiento de la obligación tributaria”, en el caso de autos la obligación tributaria nació el 27 de agosto de 1985, fecha de la muerte del causante Mario José Sánchez Castillo, hecho reconocido por ambas partes de este proceso. Así se declara. En razón de lo expuesto, no evidencia esta Sala error de derecho alguno o el vicio de falso supuesto de derecho denunciado por la representación fiscal, en la interpretación y aplicación de la normativa legal en la sentencia recurrida. Así se declara. La sucesión del causante Mario José Sánchez Castillo presentó la declaración de su herencia el 21 de septiembre de 1994, e invocó la prescripción de la obligación tributaria de conformidad con el artículo 52 del Código Orgánico Tributario de 1983, aplicable al caso de autos, el cual establece: “La obligación tributaria y sus accesorios prescriben a los cuatro (4) años. Este término será de seis (6) años cuando el contribuyente o responsable no cumplan con la obligación de inscribirse en los registros pertinentes, de declarar el hecho imponible o de presentar las declaraciones tributarias a que estén obligados, y en los casos de determinación de oficio, cuando la administración no pudo conocer el hecho”. El cómputo de ese término o lapso de prescripción lo consagra el artículo 54 eiusdem en los siguientes términos: “El término se contará desde el 1º de enero del año siguiente, a aquel en que se produjo el hecho imponible. Para los tributos cuya determinación o liquidación es periódica, se entenderá que el hecho imponible se produce al finalizar el período respectivo. El lapso de prescripción para ejercer la acción de reintegro se computará desde el 1º de enero del año siguiente a aquel en que se efectuó el pago indebido”. Ahora bien, la prescripción como medio de extinción de la obligación, está condicionada a la concurrencia de determinados supuestos: la inactividad o inercia del acreedor; el transcurso del tiempo fijado por la Ley; la invocación por parte del interesado; que no haya sido interrumpida y que no se encuentre suspendida. De estas condiciones concurrentes, se deriva que el instituto de la prescripción extintiva está sustentada sobre la base de abandono, silencio o inactividad del acreedor, durante un período legal concreto, que le origina consecuencialmente la pérdida de su derecho frente al deudor. De la lectura de las actas procesales y del análisis de la normativa transcrita, la Sala infiere que, ocurrida la muerte del causante el 27 de agosto de 1985, el lapso de prescripción de seis (6) años comenzó a contarse el 1º de enero de 1986 y venció el 1º de enero de 1992, el cual corrió sin oposición alguna, por cuanto no consta acto alguno de gestión efectuado por la Administración Tributaria para la verificación, determinación o liquidación de la obligación, orientado a interrumpir su prescripción, y su único argumento, que consistió en la subsistencia de un “juicio de aceptación a beneficio de inventario” en la herencia del padre del causante, quedó totalmente desvirtuado al comprobarse su extinción por disposición legal, aunado a la declaratoria firme de la Administración Tributaria acerca de la prescripción de la obligación sucesoral de esa herencia. En consecuencia, para el 21 de septiembre de 1994, fecha en que la sucesión presentó la declaración de herencia de Mario José Sánchez Castillo y solicitó la prescripción de la obligación tributaria, ya estaba consumado el lapso de seis (6) años, establecido en el artículo 52 eiusdem. Por tanto, esta Sala estima procedente el alegato de prescripción expuesto por la sucesión. Así se declara. VI DECISIÓN Por las razones expresadas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político Administrativa, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR la apelación interpuesta el 17 de abril de 2002 por el FISCO NACIONAL, contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior Octavo de lo Contencioso Tributario con fecha 30 de noviembre de 2001, la cual se confirma en todas sus partes. En consecuencia, se CONFIRMA: 1.- La PRESCRIPCIÓN de la obligación tributaria de la herencia de Mario José Sánchez Castillo. 2.- La ANULACIÓN de la Resolución HGJT-A-198 de fecha 16 de febrero de 2000 emitida por la Gerencia Jurídico Tributaria del Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT). De conformidad con lo dispuesto en la primera parte del artículo 327 del Código Orgánico Tributario vigente, se condena en costas al Fisco Nacional en una cantidad equivalente a cien (100) unidades tributarias, en virtud de haber sido vencido en ambas instancias, de haberse confirmado en todas sus partes la sentencia recurrida y de no haber tenido motivos racionales para litigar en virtud de haberse declarado la improcedencia de los fundamentos del acto impugnado. Publíquese, regístrese y comuníquese. Devuélvase el expediente al tribunal de origen. Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los diecinueve (19) días del mes de noviembre del año dos mil tres (2003). Años 193º de la Independencia y 144º de la Federación. El Presidente, LEVIS IGNACIO ZERPA El Vicepresidente, HADEL MOSTAFÁ PAOLINI La Magistrada-Ponente, YOLANDA JAIMES GUERRERO La Secretaria, ANAÍS MEJÍA CALZADILLA Exp. Nº 2002-0410 YJG/hb En veinte (20) de noviembre del año dos mil tres, se publicó y registró la anterior sentencia bajo el Nº 01828.
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