¿Paredes vacias?

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BUSINESs I Diseños comunicativos
Diseños comunicativos
¿Paredes vacias?
Haz que comuniquen
H
a
¿Te comunicas a menudo con tus clientes?
¿Crees que se sienten informados de todos
los servicios que les ofreces? Agudiza
tu ingenio con soluciones sencillas,
efectivas y económicas. Utiliza las paredes
de tu instalación para interactuar con
tus abonados, te lo agradecerán.
C
uando entramos en un centro
deportivo por primera vez, la
mirada de nuestro cliente se
dirige hacia todos los rincones, escaneando detalles que permiten argumentar sus decisiones sobre formar
parte del mismo o no. Todo parece
comunicar: colores, formas, materiales, decoración. La imagen metafórica
que su mente le transmite se resume
en conceptos como: acogedor, sofisticado, etc. Este proceso toma más
relevancia cuanto más tiempo pasa
el cliente sin el primer contacto con
nuestro personal. Y aún más, si la
primera experiencia ha sido aséptica
y sin trascendencia emocional. Si en
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I
body LIFE 8 I 2012
b
este momento tan importante del primer contacto, no hemos conseguido
conquistar el corazón del cliente, éste
centrará casi exclusivamente su decisión en elementos racionales.
Como todo buen regalo, el envoltorio que lo envuelve puede ser un
indicador relevante para intuir su
contenido. En el ámbito deportivo y
en el sector fitness en especial, cobra
una importancia clave la maquinaria,
dimensiones de la sala o el programa de actividades. Sin embargo, en
muchos casos, las paredes parecen
ser elementos puramente estructurales. Nada más alejado de la realidad,
si queremos.
Cuando un niño se acerca a un espejo, un nuevo mundo se abre a su
alrededor. El espejo cobra vida. Sus
gestos y movimientos envuelven un
mensaje especial que solo ellos conocen. Como adultos, a veces nos cuesta ver más allá de un material compuesto por plata que refleja nuestro
aspecto físico. Si nos detenemos junto a él y miramos más allá, puede ser
l a
la puerta de entrada a nuestro mundo
emocional indicándonos cómo nos
encontramos en ese momento.
Normas básicas
de comunicación
Si queremos que nuestras paredes
hablen, es preciso que nos familiaricemos con el concepto de “ambiente” y otros como el “brand content”
(aportar valor a la marca a través del
contenido). A partir de ahí, empezaremos a plantearnos cómo dotarle de
significado. En segundo lugar precisaremos conocer las normas del lenguaje. En todo proceso de comunicación
existe: emisor, receptor, canal, código,
mensaje y contexto.
Algunas de las preguntas que concretarán nuestra acción comunicativa
serán: ¿qué queremos comunicar?,
¿quiénes queremos que sean los emisores y receptores?, ¿qué sentido tendrá la comunicación: unidireccional o
bidireccional?, ¿qué nivel de rotación
tendrá el mensaje?, ¿tiene cabida el
plano emocional?
www.bodylifespain.com
“Sitúa una pantalla donde los
clientes vean la cuenta de la
red social del centro deportivo
y que en tiempo real vaya
mostrando sus comentarios.”
La base de científica de esta reflexión
se basa en los procesos de habituación
y sensibilización. Cuantas más veces se
repite un estímulo, menor habituación
y mayor sensibilización genera. Es decir
que si empezamos a utilizar nuestras
paredes como elementos de comunicación, los clientes, empleados y responsables, comenzarán a tener un nuevo
contexto para la relación provocado por
la sensibilización. Pero por el contrario,
si no lo dotamos de nuevos significados, perderá su efecto por la habituación. Saber que una pared es de color
blanco y que siempre presenta el mismo aspecto cada vez que pasamos por
ella, son motivos suficientes para eliminarla de nuestra parcela atencional.
Probablemente, el hecho de considerar
a las paredes elementos estructurales
cuya modificación se basa en un posible cambio de pintura o complemento (cuadro, etc.), con el consiguiente
coste, hace que sigan siendo variables
más estáticas.
Espacios para comunicar
Bajo el concepto de ambiente, las
paredes se transforman. Regresemos
al comienzo del artículo y pongámonos en el papel de un cliente, de un
empleado o de un dirigente. Hagamos
un paseo por aquellos lugares donde
habitualmente pasan, se detienen o
no ven. Anotemos cada uno de estos
lugares, el rol o importancia que tienen y reflexionemos si queremos darle un nuevo significado.
La naturaleza manda y por ello el
recorrido habitual de los protagonistas anteriores es el que debe primar
en la decisión. Será importante que
hagamos un mapa de la instalación
donde etiquemos las zonas según su
afluencia (número/hora) y tiempo de
permanencia para estimar el impacto
que puede tener. Al igual que en la
televisión existen horarios prime time
(mayor audiencia), en nuestro centro
deportivo existen zonas de alto impacto comunicacional.
www.bodylifespain.com
I BUSINESs
De igual modo, la publicidad en los
vestuarios podría tener un efecto similar que el del metro o tren, es decir, son lugares donde el cliente tiene
algo más de tiempo para fijarse. Si logramos identificar un espacio dentro
del mismo al que le demos significado, podrá ser un lugar donde el cliente se informe y porqué no, comunique
sus opiniones.
A partir de este momento e identificando estas zonas, habremos descubierto nuevos espacios de comunicación. ¿Cuántos de nosotros hemos
querido transmitir algo a los clientes
(cambio de horarios, nueva actividad,
etc.) y solemos utilizar siempre el
mismo medio como por ejemplo colgar un cartel en cualquier sitio? Organicemos la información y saquémosle
el máximo rendimiento.
¿Qué quiero transmitir?
Otra pregunta interesante es qué
queremos transmitir, hacia quién,
hasta qué plano queremos llegar (racional vs. emocional) o la dirección
del mensaje (unidireccional o bidireccional). Así, las cristaleras transparentes de un centro deportivo que
permiten que el público externo vea
el contenido del mismo, permitirán
seducir a una potencial clientela por
el efecto de validación social según
los estudios de Cialdini. Diferente finalidad será colgar un gran tablón de
corcho para que nuestros empleados
pongan sus fotos familiares. En este
caso este nuevo ambiente o “emotional corner”, ayudará a hacer más amigable su entorno de trabajo.
Si ponemos fotos de rostros, haciendo especial énfasis en ojos y
boca, empezaremos a comunicar con
el plano emocional. Situar televisores
donde poner fotos de clientes, previo
permiso, ayudará a fidelizarlos, mostrando que forman parte del centro
deportivo. Imaginemos que situamos
una pantalla donde los clientes ven la
cuenta de la red social del centro deportivo y que en tiempo real va mostrando sus comentarios. Los clientes,
muchos de ellos con smartphone, podrán ver reflejado sus aportaciones y
potenciaremos aún más esta vía de
comunicación bidireccional. Será momento de hacer encuestas etc., en definitiva contribuir a la esencia de los
sistemas de CRM (customer relationship manager).
Y si a toda esta estrategia comunicacional le damos homogeneidad,
el efecto es mucho más profesional.
Nos referimos, por ejemplo a un tablón personalizado con la imagen
del centro deportivo e incluso podemos diferenciarlo por color, tamaño,
forma, etc.; según el tipo de información a alojar (informal, formal, unidireccional, bidireccional, etc.). En
definitiva, el límite los marcas tú. No
esperes más y visita tu centro deportivo con un nuevo concepto donde
logres escuchar y hablar a través de
tus paredes.
Alberto Blázquez Manzano
Doctor en Ciencias del Deporte.
Máster en Prevención de Riesgos laborales. Director de ocio y
tiempo libre. Coordinador/autor
de publicaciones como: “Marketing deportivo en 13 historias” o
“Aprendizaje cooperativo a través
de las TICs”. Coordinador Regional del Programa
de Dinamización Deportiva en Junta Extremadura.
[email protected]
http://es.linkedin.com/pub/albertoblazquez-manzano/2b/583/288
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¿Paredes vacias?
Haz que comuniquen
H
a
¿Te comunicas a menudo con tus clientes?
¿Crees que se sienten informados de todos
los servicios que les ofreces? Agudiza
tu ingenio con soluciones sencillas,
efectivas y económicas. Utiliza las paredes
de tu instalación para interactuar con
tus abonados, te lo agradecerán.
C
uando entramos en un centro
deportivo por primera vez, la
mirada de nuestro cliente se
dirige hacia todos los rincones, escaneando detalles que permiten argumentar sus decisiones sobre formar
parte del mismo o no. Todo parece
comunicar: colores, formas, materiales, decoración. La imagen metafórica
que su mente le transmite se resume
en conceptos como: acogedor, sofisticado, etc. Este proceso toma más
relevancia cuanto más tiempo pasa
el cliente sin el primer contacto con
nuestro personal. Y aún más, si la
primera experiencia ha sido aséptica
y sin trascendencia emocional. Si en
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este momento tan importante del primer contacto, no hemos conseguido
conquistar el corazón del cliente, éste
centrará casi exclusivamente su decisión en elementos racionales.
Como todo buen regalo, el envoltorio que lo envuelve puede ser un
indicador relevante para intuir su
contenido. En el ámbito deportivo y
en el sector fitness en especial, cobra
una importancia clave la maquinaria,
dimensiones de la sala o el programa de actividades. Sin embargo, en
muchos casos, las paredes parecen
ser elementos puramente estructurales. Nada más alejado de la realidad,
si queremos.
Cuando un niño se acerca a un espejo, un nuevo mundo se abre a su
alrededor. El espejo cobra vida. Sus
gestos y movimientos envuelven un
mensaje especial que solo ellos conocen. Como adultos, a veces nos cuesta ver más allá de un material compuesto por plata que refleja nuestro
aspecto físico. Si nos detenemos junto a él y miramos más allá, puede ser
l a
la puerta de entrada a nuestro mundo
emocional indicándonos cómo nos
encontramos en ese momento.
Normas básicas
de comunicación
Si queremos que nuestras paredes
hablen, es preciso que nos familiaricemos con el concepto de “ambiente” y otros como el “brand content”
(aportar valor a la marca a través del
contenido). A partir de ahí, empezaremos a plantearnos cómo dotarle de
significado. En segundo lugar precisaremos conocer las normas del lenguaje. En todo proceso de comunicación
existe: emisor, receptor, canal, código,
mensaje y contexto.
Algunas de las preguntas que concretarán nuestra acción comunicativa
serán: ¿qué queremos comunicar?,
¿quiénes queremos que sean los emisores y receptores?, ¿qué sentido tendrá la comunicación: unidireccional o
bidireccional?, ¿qué nivel de rotación
tendrá el mensaje?, ¿tiene cabida el
plano emocional?
www.bodylifespain.com
“Sitúa una pantalla donde los
clientes vean la cuenta de la
red social del centro deportivo
y que en tiempo real vaya
mostrando sus comentarios.”
La base de científica de esta reflexión
se basa en los procesos de habituación
y sensibilización. Cuantas más veces se
repite un estímulo, menor habituación
y mayor sensibilización genera. Es decir
que si empezamos a utilizar nuestras
paredes como elementos de comunicación, los clientes, empleados y responsables, comenzarán a tener un nuevo
contexto para la relación provocado por
la sensibilización. Pero por el contrario,
si no lo dotamos de nuevos significados, perderá su efecto por la habituación. Saber que una pared es de color
blanco y que siempre presenta el mismo aspecto cada vez que pasamos por
ella, son motivos suficientes para eliminarla de nuestra parcela atencional.
Probablemente, el hecho de considerar
a las paredes elementos estructurales
cuya modificación se basa en un posible cambio de pintura o complemento (cuadro, etc.), con el consiguiente
coste, hace que sigan siendo variables
más estáticas.
Espacios para comunicar
Bajo el concepto de ambiente, las
paredes se transforman. Regresemos
al comienzo del artículo y pongámonos en el papel de un cliente, de un
empleado o de un dirigente. Hagamos
un paseo por aquellos lugares donde
habitualmente pasan, se detienen o
no ven. Anotemos cada uno de estos
lugares, el rol o importancia que tienen y reflexionemos si queremos darle un nuevo significado.
La naturaleza manda y por ello el
recorrido habitual de los protagonistas anteriores es el que debe primar
en la decisión. Será importante que
hagamos un mapa de la instalación
donde etiquemos las zonas según su
afluencia (número/hora) y tiempo de
permanencia para estimar el impacto
que puede tener. Al igual que en la
televisión existen horarios prime time
(mayor audiencia), en nuestro centro
deportivo existen zonas de alto impacto comunicacional.
www.bodylifespain.com
I BUSINESs
De igual modo, la publicidad en los
vestuarios podría tener un efecto similar que el del metro o tren, es decir, son lugares donde el cliente tiene
algo más de tiempo para fijarse. Si logramos identificar un espacio dentro
del mismo al que le demos significado, podrá ser un lugar donde el cliente se informe y porqué no, comunique
sus opiniones.
A partir de este momento e identificando estas zonas, habremos descubierto nuevos espacios de comunicación. ¿Cuántos de nosotros hemos
querido transmitir algo a los clientes
(cambio de horarios, nueva actividad,
etc.) y solemos utilizar siempre el
mismo medio como por ejemplo colgar un cartel en cualquier sitio? Organicemos la información y saquémosle
el máximo rendimiento.
¿Qué quiero transmitir?
Otra pregunta interesante es qué
queremos transmitir, hacia quién,
hasta qué plano queremos llegar (racional vs. emocional) o la dirección
del mensaje (unidireccional o bidireccional). Así, las cristaleras transparentes de un centro deportivo que
permiten que el público externo vea
el contenido del mismo, permitirán
seducir a una potencial clientela por
el efecto de validación social según
los estudios de Cialdini. Diferente finalidad será colgar un gran tablón de
corcho para que nuestros empleados
pongan sus fotos familiares. En este
caso este nuevo ambiente o “emotional corner”, ayudará a hacer más amigable su entorno de trabajo.
Si ponemos fotos de rostros, haciendo especial énfasis en ojos y
boca, empezaremos a comunicar con
el plano emocional. Situar televisores
donde poner fotos de clientes, previo
permiso, ayudará a fidelizarlos, mostrando que forman parte del centro
deportivo. Imaginemos que situamos
una pantalla donde los clientes ven la
cuenta de la red social del centro deportivo y que en tiempo real va mostrando sus comentarios. Los clientes,
muchos de ellos con smartphone, podrán ver reflejado sus aportaciones y
potenciaremos aún más esta vía de
comunicación bidireccional. Será momento de hacer encuestas etc., en definitiva contribuir a la esencia de los
sistemas de CRM (customer relationship manager).
Y si a toda esta estrategia comunicacional le damos homogeneidad,
el efecto es mucho más profesional.
Nos referimos, por ejemplo a un tablón personalizado con la imagen
del centro deportivo e incluso podemos diferenciarlo por color, tamaño,
forma, etc.; según el tipo de información a alojar (informal, formal, unidireccional, bidireccional, etc.). En
definitiva, el límite los marcas tú. No
esperes más y visita tu centro deportivo con un nuevo concepto donde
logres escuchar y hablar a través de
tus paredes.
Alberto Blázquez Manzano
Doctor en Ciencias del Deporte.
Máster en Prevención de Riesgos laborales. Director de ocio y
tiempo libre. Coordinador/autor
de publicaciones como: “Marketing deportivo en 13 historias” o
“Aprendizaje cooperativo a través
de las TICs”. Coordinador Regional del Programa
de Dinamización Deportiva en Junta Extremadura.
[email protected]
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