La Familia y el paciente diabetico

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Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud
Familiar y Comunitaria y Promoción, Osorno abril del 2005
INTRODUCCION
El mundo occidental enfrenta constantes cambios, por lo que la familia requiere
adaptarse a la sociedad transformándose al mismo tiempo; precisamente por las dificultades
transicionales, la tarea psicosocial de la familia de apoyo a sus miembros adquiere más
importancia que nunca, ya que sólo la familia puede transformar y al mismo tiempo mantener
una continuidad suficiente.
Este grupo social es el más importante para el hombre, y es considerado un recurso
para el mantenimiento de la salud y la atención preventiva, ya que influye en el individuo a
través de sus relaciones de intimidad, solidaridad y afecto. De igual manera las experiencias
emocionales con los alimentos y la exposición a la educación nutricional contribuyen a formar
sus hábitos dietéticos, siendo, en alguna medida un producto de su cultura y de su grupo
social. Esto constituye una unidad básica de la atención médica y de la salud, que presenta
patrones característicos de la morbilidad, la respuesta a los síntomas y a la utilización de los
servicios médicos.
Las reacciones de la familia ante la presencia de una enfermedad dependerán de
varios factores: del tipo de familia, la cultura y la educación de cada miembro; del desarrollo
familiar y de las ideas sobre la salud frente a enfermedades específicas y su tratamiento, lo
que influye en el enfermo. Las actitudes de los parientes acerca del dolor, invalidez,
regímenes terapéuticos, o de una enfermedad como la diabetes, pueden establecer la
reacción del paciente a sus síntomas o complicaciones. (1)
Ante el diagnóstico de un trastorno como la Diabetes, con su condición de cronicidad
y que exige modificaciones en los hábitos y el modo de vida de uno de los miembros, la
familia moviliza sus mecanismos de adaptación hasta recuperar la homeostasis amenazada.
El factor común de todas estas situaciones es la necesidad de que todos los miembros de la
familia se adapten al cambio de situación y adopten nuevas formas y a veces nuevos
papeles. Con esos cambios adaptativos aparecen nuevos riesgos para otros miembros de la
familia, lo que puede afectar a su vez al familiar enfermo. (2)
1
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Osorno, marzo - abril del 2005
La Diabetes Mellitus tipo 2 como enfermedad crónica reviste especial importancia no
sólo por constituir las primeras causas de morbimortalidad, sino por las dificultades que
enfrenta el diabético para llevar a cabo su tratamiento para lograr el control metabólico y
prevenir sus múltiples complicaciones. Además de la ingesta de medicamentos se requieren
otras medidas de control, primordialmente el ajuste de la alimentación, el control de peso en
caso de obesidad, una actividad física adecuada, vigilancia y aseo adecuado de los pies y el
cuidado de los dientes. Dichas medidas deben ser cumplidas a lo largo de su vida y
efectuadas en el hogar fuera del campo de la atención médica. Esta situación exige un
apoyo importante del grupo familiar que lo auxilie en la vigilancia de la enfermedad, en la
toma de decisiones y en la ejecución de acciones adecuadas. (3)
POSTURA:
Consideramos que la familia es un apoyo importante para el paciente diabético, por
lo que, la descompensación metabólica del paciente, estaría directamente relacionada a
una “falta o insuficiente apoyo por parte de su grupo familiar”, ya sea, limitando u
obstaculizando el adecuado control y tratamiento de la enfermedad.
Por tanto , en la medida que sea incorporado un “integrante de la familia” o “un
cuidador” en el control y tratamiento del paciente diabético, sumado a la colaboración y
compromiso del resto del grupo familiar y amigos , como también lograr acercar al paciente a
su red social de apoyo, obtendremos mayor comprensión por parte del paciente y su familia
en relación a la enfermedad, logrando adhesividad al tratamiento y con ello, mayor
compensación metabólica en el paciente diabético.
OBJETIVOS
•
Analizar el rol de la Familia y redes sociales, como factor determinante en el apoyo,
adaptación, autocuidado y adecuado control metabólico del paciente diabético.
•
Analizar el impacto de la aparición de la Diabetes en el grupo familiar.
•
Analizar el proceso de adaptación de la familia ante el diagnóstico de diabetes de
alguno de sus miembros.
2
DISCUSION
•
Sistemas de apoyo
El simple hecho de vivir conlleva la aparición de problemas propios de la vida
cotidiana y de las diferentes experiencias que se presentan a lo largo de la vida, bien sean
propias de los ciclos vitales de la persona o de la familia, bien debidas a cambios
inesperados o imprevistos como enfermedad, cambios sociales y económicos, etc.
Lo importante no es evitar esos problemas, sino resolverlos adecuadamente, de
forma que creen el mínimo estrés. Para ello, las personas disponen de una serie de recursos
que ayudan a su solución o bien a soportar los problemas de manera adaptativa.
El primer recurso es el propio enfermo. En situaciones en que esto no es suficiente
hay que disponer de otro tipo de recursos externos que son los denominados "sistemas de
apoyo social". En el paciente crónico estos sistemas de apoyo tienen una gran importancia.
Tipos de sistemas de apoyo:
•
•
Sistemas de apoyo naturales:
-
Familia
-
Compañeros de trabajo
-
Compañeros de estudio
-
Compañeros de culto y creencias
-
Amigos, vecinos, etc.
Sistemas de apoyo organizados:
-
Servicios sociales institucionales
-
Asociaciones de autoayuda
-
Organizaciones no gubernamentales
-
Ayuda profesional
3
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Generalmente se reconocen tres tipos de apoyo:
1. Apoyo emocional: sentimiento de ser amado y de pertenencia, intimidad, poder
confiar en alguien y la disponibilidad de alguien con quien hablar.
2. Apoyo tangible o instrumental: prestar ayuda directa o servicios.
3. Apoyo informacional: proceso en el cual las personas buscan información, consejo o
guía, que les ayude a resolver sus problemas, éste no es fácil separarlo del
emocional. (4)
La enfermedad es una realidad construida y el enfermo un sujeto social.
•
Impacto de la diabetes en el grupo familiar
El reconocimiento de la Diabetes tipo 2 como una enfermedad crónica que afecta a
millones de personas en el mundo ha motivado la búsqueda de diversos ámbitos de atención
de la salud como así de enfoques y metodologías que favorezcan un acercamiento real al
problema, principalmente en relación con los conocimientos, las percepciones, las actitudes,
los temores y las prácticas de los pacientes en el contexto familiar y comunal.
Por ello para responder a las necesidades educativas y a los problemas de las
comunidades, se están incorporando las teorías y los modelos de las ciencias sociales a los
programas de salud, con el fin de hacerlos más flexibles para controlar y prevenir las
enfermedades crónicas.(5)
La aparición de la Diabetes sitúa al sistema familiar ante una situación nueva e
inesperada. Conlleva la carga emocional de una enfermedad que no se "cura"; que precisa
tratamiento para siempre; que exige medidas terapéuticas basadas en los cambios en los
hábitos de vida, tanto en el sentido dietético como en el del ejercicio físico con las
dificultades reales de adaptación que ello exige para el resto de los miembros de la familia;
con las complicaciones físicas (disfunción eréctil, retinopatía, arteriopatía, etc.) que pueden ir
surgiendo, originando una incapacidad que sobrecarga aún más el sistema. La familia
procesará todo esto según su propio conjunto de creencias acerca de la enfermedad y las
experiencias previas que posea en el cuidado de pacientes diabéticos, sobretodo en relación
con acontecimientos dramáticos e impactantes como; ceguera, amputaciones, úlceras, etc.
4
Posteriormente pondrá en marcha los recursos con los que cuente, su cohesión, su
capacidad de adaptación y de apoyo y su capacidad organizativa, buscando en caso de ser
necesario apoyos extrafamiliares para conseguir una correcta homeostasis que asegure un
normal funcionamiento del sistema familiar.
En muy pocas enfermedades está tan condicionado el éxito terapéutico de la actitud
del paciente, de la dinámica de la familia y de la relación sanitario/paciente como en la
diabetes. El impacto de la Diabetes sobre el adulto y su familia depende de la fase del ciclo
vital en la que establezca el diagnóstico. En cualquiera de ellas, la respuesta del paciente
frente a la enfermedad será de acuerdo a sus creencias y expectativas, experimentará un
sufrimiento relacionado con la enfermedad crónica o más aún con la pérdida de salud. En el
caso de las parejas sin hijos se plantearán la cuestión de tenerlos o no. A los padres les
preocupará que sus hijos puedan "heredar" la diabetes. Si la paciente es mujer le preocupará
el posible impacto del embarazo sobre su salud y la de su bebé y su capacidad para cuidar
un lactante.
En caso de la Diabetes Gestacional nos encontramos con el impacto emocional que
para una familia supone una enfermedad que entienden "provocada" por el embarazo y el
miedo a sus posibles consecuencias. El diagnóstico de Diabetes en un hijo se vive como un
cataclismo. Se provoca un clima de drama y abatimiento, de rechazo y agresividad; provoca
en los padres reacciones emocionales intensas incluyendo ansiedad, depresión y culpa, que
puede llevar a una importante disfunción familiar.
El diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2 o la aparición de sus complicaciones se
realiza con más frecuencia en la cuarta etapa del ciclo vital familiar. Esta se inicia con la
salida del primer hijo del hogar paterno, cuando los cónyuges tienen alrededor de 50 años y
termina aproximadamente a los 65. En esta fase de contracción, la partida de los hijos
condiciona una nueva relación en la pareja; la mujer se encuentra generalmente sin el
objetivo esencial de su vida, que venía constituido por la crianza de los hijos; el marido revisa
su trayectoria vital, generalmente enfrentándose con el problema de la jubilación. El
diagnóstico de diabetes o la aparición de sus complicaciones instaura un nuevo
acontecimiento estresante en un momento del ciclo vital familiar en el que son necesarios
todos los recursos para lograr los cambios adaptativos imprescindibles para superar esta
etapa de forma funcional.
5
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Como en otras familias en las que uno de sus miembros padece una enfermedad
crónica, es posible que se atribuya a la diabetes la existencia de una disfunción familiar, lo
que dificultará el adecuado control de la enfermedad, transformándose en un circulo vicioso.
(6)
•
Factores que modifican la intensidad del impacto
Según
lo
mencionado
por
la
psicóloga
Iñaki
Lorente
Armendáriz
la presencia de una enfermedad crónica en la familia no afecta de igual manera a todos sus
componentes. Son muchas las variables que entran en juego. Se proponen cuatro:
La actitud que mantengan; la cercanía afectiva al que tiene diabetes; el grado de
compromiso que haya adquirido en la relación; las características individuales de la persona
diabética.
1.- La actitud de quien padece de diabetes
Así como el modo en que la persona diabética afronta su enfermedad depende de la
actitud que presente, la intensidad con que “sufra” el familiar también está íntimamente
ligada a su postura hacia la misma. “¡qué catástrofe! ¡Nada volverá a ser como antes!”.
2.- La cercanía o lejanía afectiva a la persona que tiene diabetes.
Aunque muy relacionado con él, aquí no se trata del grado de parentesco que se
tenga, sino de los afectos que nos unen a las personas. No tiene el mismo impacto sobre
nosotros la noticia de que tiene diabetes alguien a quien queremos muchísimo que otro al
que simplemente le tenemos cariño.
3.- El grado de compromiso que se haya adquirido en la relación.
Cuanto más involucrada se encuentre la persona en esa relación, más influirá y se
dejará influenciar por lo que le ocurra al otro.
6
No es igual que la persona con diabetes sea tu esposa que tu hijo. Seguramente los
afectos serán muy intensos en ambos casos, pero el compromiso de “criar” a un hijo va a
exigir una presencia más activa en el seguimiento de la enfermedad.
4.- Las características individuales de la persona diabética
Como es lógico, la edad que tenga quien padece la enfermedad es una de las
características individuales determinantes (es radicalmente diferente si tiene 8 años o si son
38), pero no es la única.
Otros factores como las aptitudes para el manejo de determinadas situaciones, el
nivel de motivación, el grado de ansiedad que presente, etc. También son elementos que
matizarán la relación.(7)
Estudios encontrados en pacientes diabéticos españoles, el 88 por ciento de ellos se
considera bien apoyado por su familia y el 92 por ciento ha manifestado no tener problema
familiar alguno con su patología. Sin embargo, en el 36 por ciento de los casos, la principal
dificultad con la que se encuentran en otros ámbitos de la vida diaria es la incomprensión, y
para el 27,7 por ciento, los problemas laborales. Además, el 53 por ciento estima que la
diabetes es una enfermedad leve.(8)
Según todo lo anterior, y de acuerdo a estas variables la experiencia de la enfermedad
crónica afectará profundamente a la familia en mayor o menor grado y a su vez según la
actuación de ésta, podrá mejorar o empeorar el curso de la enfermedad crónica del paciente
afectado llevando a la Familia a reaccionar positiva o negativamente frente a esta nueva
condición.
•
Reacción de Adaptación Familiar:
La adaptación de la familia al diagnóstico de la diabetes es extremadamente
importante. El proceso de la enfermedad crónica requiere una adaptación de toda la familia a
la nueva situación. Esto conlleva un desgaste que puede suponer que se desencadenen
situaciones de conflicto y a veces de enfermedad de otros miembros si el personal sanitario
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no está atento a ello. La reacción de las familias ante una enfermedad crónica no es igual en
todos los casos.
La mayoría de los pacientes y sus familias se adaptan adecuadamente a la nueva
situación y, a pesar de las tensiones y reestructuraciones que exige, son capaces de
reorganizarse e incluso fortalecer sus lazos.
Los miembros de la familia necesitan educación, igual que el paciente, para ayudar
a hacer posible los cambios de la vida y el soporte necesario. Es especialmente importante
que todos los miembros de la familia que vivan con el paciente entiendan las demandas del
cuidado de la diabetes.
Una reacción a la adaptación del diagnóstico de la diabetes en los miembros de la
familia es caracterizado por el compromiso con el régimen y teniendo expectativas realistas.
Típicamente los miembros de la familia se convierten en educadores de la enfermedad,
ofreciendo estímulo, mostrándole ayuda cuando lo precise, pero recordando no juzgar
Es decir, cuando en una familia un miembro tiene una enfermedad crónica
(cardiopatía hipertensiva, diabetes, esclerosis múltiple...), es la familia y en especial un
miembro de ella, generalmente la madre, esposa, hija, la que pasa a ser la cuidadora
principal del paciente, sobre todo si el paciente está en las edades extremas de la vida (niñez
o ancianidad). La cuidadora se ha de ocupar de las atenciones materiales: preparación de la
dieta adecuada, supervisión del cumplimiento terapéutico así como de las revisiones
periódicas, etc. Además, tanto la persona cuidadora como los demás miembros de la familia
son la principal fuente de apoyo emocional y social del paciente y quienes le pueden
ayudar en la enfermedad.
8
•
Reacción de mala adaptación:
Esta reacción de la Familia puede expresarse en una o dos maneras.
Los miembros de la familia pueden retirarse y no ser soporte para el paciente,
saboteando los esfuerzos del paciente o poniendo obstáculos para el buen manejo de la
diabetes. Este acercamiento con frecuencia es característica de miedo, de negación y falta
de educación.
Los miembros de la familia pueden ser extremadamente protectores y fomentar la
dependencia. La sobre-protección puede frenar la progresión natural del desarrollo de su
vida.
Por tanto, el equipo de salud ha de estar atento a aquellas familias que se cierran en
sí mismas y quedan atrapadas, llegando a asumir en exceso la responsabilidad del cuidado
del enfermo, limitando su autonomía o independencia.
En otras situaciones, la familia en cambio, se distancia a causa de la presión de la
enfermedad, hasta el punto de desintegrarse por la vía del divorcio, la institucionalización o
la muerte . Los cónyuges de los pacientes crónicos a menudo experimentan un padecimiento
subjetivo mayor que el del propio enfermo. Los profesionales de la salud con frecuencia se
centran en la atención al paciente y pasan por alto el sufrimiento del cónyuge descuidando
sus necesidades físicas y emocionales. Si el médico tiene en cuenta las demandas y
presiones de la familia además de las del paciente, podrá contribuir a promover un
funcionamiento más saludable de todos los afectados.(9)
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CONCLUSIONES
• La familia es la unidad básica de la sociedad alrededor de la cual se mueven todos los
individuos. Es un elemento que el equipo de salud deberá tener en cuenta en el proceso
de cuidados.
• La familia como sistema social universal: en todas las sociedades, el grupo familiar es el
primero que entra en contacto con el individuo y el que más influencia ejerce sobre él.
La familia como agente socializador: la familia transmite conocimientos, modelos y valores
propios de la sociedad, que el individuo asume como propios.
• La familia forma un SISTEMA, concepto
que intenta explicar la presencia de una
influencia recíproca, directa, intensa y duradera de la conducta de los unos sobre los
otros. En otras palabras que lo que afecta a uno (en este caso la diabetes), de una
manera u otra repercute sobre todos.
• La familia es la mayor fuente de apoyo social y personal de que pueden disponer las
personas, tanto en los periodos de independencia como en los de dependencia (niñez,
enfermedad, desempleo,etc.)
• Es importante considerar que frente a la enfermedad, el paciente diabético
experimentará siempre, de acuerdo con sus creencias previas y sus expectativas,
un
sufrimiento
relacionado
con
la
enfermedad
crónica
o
más
aún,
con
la
perdida de su salud.
• Frente a la aparición de una enfermedad crónica, los integrantes de la familia no se
afectan de igual manera, lo que dependerá de la actitud que mantengan; la cercanía
afectiva al que tiene diabetes; el grado de compromiso que haya adquirido en la relación;
las características individuales de la persona diabética.
• El impacto de la diabetes sobre el adulto y su familia siempre va a involucrar y requerir un
proceso de adaptación de toda la familia a la nueva situación.
• La mayoría de los pacientes y sus familias se adaptan adecuadamente a la nueva
situación y, a pesar de las tensiones y reestructuraciones que exige, son capaces de
reorganizarse e incluso fortalecer sus lazos
• Cuando no se lleva a cabo un adecuado proceso de adaptabilidad y aceptación por parte
del paciente y su familia, esto siempre contribuirá más a dificultar y empeorar el curso de
la enfermedad del paciente. se caerá en la sobreprotección, dependencia y manipulación
que en nada contribuyen y si dañarán a quien vive la situación de la diabetes, porque lejos
de ayudarlo a sentirse capaz, lo llevará a experimentar sentimientos de minusvalía.
10
•
Los miembros de la familia necesitan educación, igual que el paciente, para ayudar a
hacer posible los cambios de la vida y el soporte necesario. Es especialmente
importante que todos los miembros de la familia que vivan con el paciente entiendan
las demandas del cuidado de la diabetes.
•
El apoyo familiar será clave en el control metabólico de la enfermedad al propiciar un
ambiente favorable para reducir el estrés y mejorar el cumplimiento del tratamiento
•
Por tanto, el APOYO significará compañía, saber que las personas que lo rodean lo
quieren y así lo demuestran interesándose por lo que le sucede, si una persona se
siente amada, se reconocerá como valiosa al ser merecedora de cariño y
experimentará una alta motivación para cuidar de sí misma.
Finalmente concluir que:
Antes de aceptar la enfermedad las personas viven un proceso psicológico donde la niegan,
protestan, idealizan su vida antes del diagnóstico, se deprimen y finalmente la aceptan.
Superar las etapas le garantiza una mejor aceptación. Cambiar los hábitos de vida, cuidarse,
identificar alternativas, buscar apoyo y creer en sí mismo, son estrategias efectivas para vivir
con diabetes.
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RECOMENDACIONES
1. Al realizar el presente ensayo pudimos encontrar información suficiente referente al
tema de familia y diabetes, sin embargo, no logramos identificar estudios nacionales,
que consideren las características socioculturales que influyen en la forma de
vivenciar la diabetes.
2. Promover estudios existentes y estimular la investigación de carácter antropológico
de culturas y subculturas existentes, en relación a la visión y actitudes adoptadas
frente al fenómeno de salud-enfermedad.
3. Aplicar el enfoque de salud familiar en la atención del paciente diabético,
considerando la familia como apoyo fundamental para el control y tratamiento de la
enfermedad.
4. Capacitar y motivar al personal de salud en la importancia que ejerce la familia en el
éxito de un adecuado control del paciente diabético.
5. Como Equipo de Salud facilitar la integración de los miembros de la familia al control
y tratamiento del paciente diabético.
6. Promover acciones destinadas a la educación del paciente y los miembros de su
familia y comunidad.
7. Contribuir a tomar conciencia en los miembros de la familia del rol e importancia que
ésta tiene en el autocuidado del paciente diabético.
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