24/1952

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MAORID
NUMERO 24-52 H
DICIEMBRE 1952
LA MOSCA DE LAS FRUTAS
Por JOSE DEL CAÑIZO
[nganiero Agtónomo.
Del [nstituto Necionel de lnvestigeciones Agronómica^
La mosca de las frutas, mal llamada "mosca mediterránea ", ataca en España principalmente al melocotón, aunque puede vivir a expense,s de otros frutos, salvándose únicamente del ataqve las de madurez temprana.
^
Gracias a los trabajos de los Centros especializados del Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, se dispone actualmente de medios eficaces
para combatir esta plaga de los frutales que produce
todos los años bastantes estragos, sobre todo en los
melocotones tardíos, así como en los higos, y en menor proporción en las ciruelas, manzanas, peras y
otras frutas.
En la portada: ^2elocotón invadido por larvas (vulgarmente "gusanos") de la mosca de las frutas, larva, pupa e insecto perfecto,
nn^y aumentados.
LA MOSCA DE LAS FRUTAS
I)e todos ^; cunu^i^la l^i alteraci^ín ^lu^, cun ^ran frecttencia, hresentan Ic^; ii^elucotuiles y a la ^lue suele a^ai-;e cl n^^ii^bre
clc "bul^a" ^^ "a^usanad^".
I)icha a'lteraci^ín ^e inanifie^ta, en un In^incihi^^, ,^^l^iniente
^^ur uiia inanchita desc^^lurida ^lue destaca sobre c^l c^^l^^,r n^rmal del fi-utu. lle^lmés, esa zuna desculc^rida ,e ^n;a^icha, uscnr^ce y ablanda; h^^r clentr^^, ^l meluc^^tón se ^^uclre, encont^r^u^duse en la l^ttll^a ^llterada nttmer^^sus "^tt,anu,".
_^un^lue n^^ ^icn^lire, lus frtrt^^s a^^eri^^dns suelen caer al
^ttrl^, _^- acaban l^ur ^le,c^^mhunerse cuml^letainente.
l^?L ^^i-i^en del clañ^, es ttna in^^sca, Ix^a> >ne^x^r ^lue la d^^n^é^t^ica, de I^^ ^jue ;^ ^li,tin^-ue lácilmente hor su^ c^^lure^ ^^i^^^^•: ^^jc>s ^-erde;, ^le a;l^ect^^ ^f^^sfrn-c:scente: t^^rax ^^-is ^^lateadr^, c^^n ^naiicllit^^; ne^ras ^^ larn^^^ hel^s; abd^^i^iril leunad<^
c^^n ra^^a^ ;,-i-i;e^ ^- ^^tic, en la henibra, tern^ina en t^n fin^^ ta1<lclr^ ^^nlntia^;ud^^. Las al<ls, de ner^^^ldura a^ii^plicacla, sr^n
11']^^L(l^l^ C 1)1'f tiClll^117 ]ll^lllC^l^lti (^(', C(1^O1' 17íll^^llljíl 1' Utl"^15 ^11111lll^l(l^l^ ; Cll^ll](11) 1^1 ]11^ ^tiC^l eSi^l j)uS^lC^tl, COlUC1 Sll^ 7^11ti e11 lll]<L
j)^>Still"Ft lllilV' CRl'^1C1C1-l^t7C^l, Llll j)OC(^ CI(1^J^<íCl<lS, f(Il^lll^ll7C1l^ Cl"Ll'/_
.
c^^n el e^je ^^lel cu^r^^^^.
I?^ta in^^sca c; c^^n^^cida l^^^r l^^s ent^»il^">1^^;;-^,^ cun c] n^^n^hr^^ clc Cc^r.^rtiti.c ^-^rhit^r.ta, ^• contra la ^^hini^^n clc l^^s aut^^re^
n^^rt^^a^nerican^^;. <<ue la llaman "^^^<^sra n^editerránea ^lc l^is
frut^is", n^^ es t^n i^i5ectu ettr^^^^e^^. ^u Ir^tria de ^n^i^eri-se^ún
rtatlita <le l^^s in^-c^tigacicmes ^lel Pr^^f. 4^L^^hs°rxi^, cl sabi^^
^ntun^ríl^^^u ii^ili,inn, ^le aut^uriclacl n^tincliai-e; la c^^^t<^ ucciclental ^le ^frica. ^- i^r^,l^ablen^ente, sc^tín B:^^.:^ci<<^^^^^i:i-. la
re^^i^^in ^^^^r^_,e^te, al ^ni^ <^lel _Atla^.
Vida y cosíumbres del insecto.
.'V lle,^ar rl Lucn tie^nh<^ a^^arrcen e,tas n1^^scas, ^^tte ^^a^ar^^n el in^-iernn (en c;tad^_^ de pu^ia u ninfa) cnt^rr^t^las en cl
^ucl^^ ^Te l^^s huert^„ frutale^. ^e las ^•e a íiltin^^^s ^rle abril ^>
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primeros de mayo, revoloteando y posándose eii las partes
ulás soleadas de los árboles.
Buscan los frutos más tempranos-como los albaricoques
o las escasas naranjas tardías que quedan todavía en los árboles-, y las moscas hembras, después del apareamiento, se
pasean lentamente por ellos con las alas muy abiertas y clavan su taladro, depositando unos cuantos huevecillos en cada
fruto.
Estos huevos son de color blanco, alargados, y rniden sólo
un milímetro, por lo que, hundidos en la pulpa del fruto, resultan difíciles de percibir. Cada mosca hembra puede poner
durante su vida de 30o a q.oo httevos, en grupos de tres a diez
por cada f ruto.
A los pocus cíías avivan los huevecillos dando nacimiento
a los pequeños gusanosx que ahondan en la pulpa del fruto
minándola hasta el hueso. Estas larvas o falsos "gusanos"
son blancos, alargados, afilados en la parte anterior donde
está la boca y truncados en la posterior.
A su completo desarrollo miden estos "gusanos" de siete
a ocho milímetros, y entonces abandonan el f ruto : encorvando el cuerpo, con un brusco movimiento se dejan caer al suelo,
saltando a veces a varios metros de distancia del árbol.
Se entierran superficialmente (la profundidad varía según
la mayor o menor compacidad de la tierra, pero rara vez pasa
de ocho centímetros) y se encogen, quedan inmóviles y se
transforman en una especie de barrilito redondeado, liso, de
color pardo oscuro, con los extremos aplastados y que mide
cinco milímetros de largo; es la llamada "pupa", fase o estado de reposo aparente, en que la larva se transforma en
mosca, de modo análogo a como la oruga crisalida para originar la mariposa.
A los diez-once días, según la temperatura, salen las moscas, extienden sus alas y, poco días más tarde, se aparean y
comienzan las hembras, inmediatamente después de la fecundación, a poner en los frutos carnosos, preferentemente en los
melocotones.
Esta nueva generación es mucho más numerosa, y sus daños, por lo tanto, más importantes que los producidos por las
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primeras nlosca5 aparecidas en prima^-era, procedentes de
,huevos avi^^ados en el año anterior.
Cuando las condiciones de temperatura son favorables y
encuentran las moscas frutas disponibles para alimentar a stt
descendencia, la mosca del melocotón puede tener al cabo del
año-en las comarcas mediterráneas de clima templado-^hasta seis o siete generaciones.
La primera se desarrolla tlesde enero hasta marzo-abril, a
expensas cle naranja^ y nlanclarinas; la segunda, en mayojunio, sobre albaricoques ; la tercera, en julio, ataca los melocotones y peras precoces ; la cuarta, en agosto, vive sobre
las mismas frutas; la quinta, en septiembre, ataca, además cle
los melocotones, a higos y caquis, y comienza a picar las naranjas y manclarinas, toclavía vercles, en que los gusanos no
lleg^an a prosperar ; la sexta, en octubre-noviembre, ataca a
los melocotones más tardíos, caquis, higos chumbos, naranjas
y mandarinas. Y si en noviembre-diciembre la temperatura
se mantiene tibia, las CeYa^tit^-s adultas atacan a las naranjas
_y mandarinas tnaduras, en una séptima generación.
Según las comarcas y los años, así como los frutos disponibles, el desarrollo in<licado puede variar más o menos. Generalmente, los daños al melocotón suelen iniciarse a mediados de julio, coincidiendo con el comienzo del período normal
de madurez de este fruto, que es el predilecto de la Ceratitis
capitata. L a generación de mayo-junio, que sólo ençuentra escasos frutos disponibles, es poco numerosa y suele pasar inadvertida.
Así, pasando cle un f ruto a otro, ia tnosca de las frutas
encuentra medio de multiplicarse, en sucesivas generaciones,
sin interrttpción hasta el invierno. Los gusanos de la última
generación pasan la época fría enterrados, como ya he dicho,
y en estado de "pupa". La rapidez de evolución del insecto y
el ní^mero de generaciones dependen, fundamentalmentex del
clima.
Frutos atacados.
Son atacados por la mosca los frutos más variados : albariconue, chirimoya, aguacate, acerolo, caqui, higo, higo chumbo, naranjas dulces, agrias y manclarinas, algunas variedades
-hde heras ^^ nianz^tua^. nísl^cr^_^, toniate, u^-^i; tardía^ ^^, cun
hredilección, los melocotones:
Los fi•utos cítricos (`naranjas, lx^melu^, inandarinas) l^tteden ^ufrir ataques de iinhc^rtancia cuando l^erinanecen en el
árbr^l lar^^, tien^lx^ deshués de n^aduros : en hlena n^aclurez, en
cambio, es raro encontrar en su lntll^a ^usanc^s ^^ lari-as de la
C^ratitis crz j^ita.tcr.
l^iedios de lucha.
Cun^^cida^ las custuiiibres de l^ in^»ca del inelue^t^il }^ el
ciclu de su desarrullu, frutu^ atacadus, Ctc., ^cli^h^nenws de lu^
antecedentes necesarius para hoder al^licar, c^n cc^nucinlientu
de causa ^- u^urtttnaniente, 1<^s n^eclic^s due en la actualidad 5e
c^n^ideran com^ in^c^ eficaceá hara ec^inbatir a e^ta plaga de
lo^ árboles trutale5.
Los prc^c^din^ient^s cie Ittcha utilizable^ cuntra la Cei-^cztitis
t?ueden reducirse a los siguientes :
i.° Enipleu de botella^ u frascus cazaniuscas, ^^ai^a atraer
^^ esternliicar éstas antes de que hay-an realiradu la lnie^ta.
^^.^ 1'ui^^erizacic^n ^^le in,ccticid^is c<^nccntradc^s a base de
ll. I^. "1'.
3," llestrttcciún de lat-^-as, inecliante la i-ecu^ida de fi-ut^^^
caídc^s u ^ hicadus.
Coniu iliedios cum^^len^entaric^s deben rea^rdat-se: l^i seleccióii ^^ cultivu de variedades con frutus nlenos atacables; la
hrotecciún de frutas valiusas a>ii bc^lsas de l^al^el, antes de qtte
a^arezcau las primeras mose^^s ; la suhresión cle culti^-os interc^ilar^s en los huert^s frutalcs ; el aa^udici^^nanlientc^ de lc^^
lncales ^- la in^heccic^n de 1<t frttta aln^aceiia^cla, etc.
Cun^^iene advertir que, pur la bran nlovilidad de la ni^^sc^t
de las trutas (en estado adttlto) }^ su e^traordinaria fectindidad, res^^lta absolutamente iiecesariu clue la can^pañ^ ten^a
carácter ^eneral, coc^rdinando los esftlerzos de tc^dos los truticultores de la coii?arca, ya que un ,c^l^^ huertu n^ defendi^,iu
basta para que se infcsten de nue^^o tc^das las l^lantaciune,
hró^inias. La lucha a^lectiva es, hor con^i^;^uiente, una de la^
condicic^ne, esenciales hara log^rar la mátima eficacia.
Cumbiuaiidc^ las l^rácticas l^re^^enti^=a^ con los tratamientc^s directos, httede a^n^eg-tiirse, si no el e^termiilir^ total del
iusectu, ^^or lo liienus e^-itar en ^;raii harte ;u; estrañ^,s, sal^^^a^^^'c^ 1^^ cosech^^ frutera.
_lntes de detall^tr l^^s hrucedin^ieirt^^s actualliiente ernpleaclu^ hara conib^^tir la m^^sca de las trutas, es justc^ dedic^.r un
recuer^clo a los a^r^ínonx^s que, con sus inti-esti^aciolle^ }^ ensa^^^^^, a los que c^msa^;raron larg^^s ^iños de trabajr^ inteligente,
rnn<iguieron pouer a disp^sici^^u de los a^-ricultures mediu^
^^r<i^ticc^^ hara defender sus frut^^s cémtra e^t^t ^^la;;^a.
blodelo de mosyuero de la Estacióu de Fitopatología Agrícola de Burjasot
(^"alancia^: Las dimensiones, cabida y cierre tienen importancia cousiderable
para reducir el coste de la lucha contra la Ceratitis
].^„ hrimeros trabajos realiz^tdo^ en Esl^aña se deben a
ll. _I iai^s BI•:xxo ^^ I^. J^^I^iE No:^^r.IJL, hace años talleci^d^os, ^que actuaron respectivamente en Almería _^- Catalttña. Las
e^heriencias de BExxo tueron l^rusegtiidas ^^ amhliadas pc^r
D. ^At-xErrlo Ihuiz CnsTxo, que le sucediú com^,^ Director de
la E^tación I1 it^hatológica almerie^ise.
1=n la regi^m levantina, D. Fi.ni_xlco Góm^^z C1.En^lE^^^^:,
^{ue, al trente de la Estación de Fitopatología A^rícola de
Puria^or, ha laborado infatigablelnente, a partir de Iq?8
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hasta su muerte (mayo ^de 1952), introduciendo el empleo de
los mosqueros o cazamoscas de vidrio, ensayando diversas
fórmulas atractivas y realizando repetidas tentativas de aclimatación de parásitos exóticos para combatir la mosca de ias
f rutas mediante la lucha natural ; en tales intentos fué auxiliado por el malogrado entomólogo D. 1^IoDESTO QuILIS y por
los Ingenieros Agrónomos D. CIRILO CÁNOVAS, que realizó
un viaje a las Islas Hawai y a los Estados Unidos para estudiar el problema, y D. MIGUEL ECHEGARAY, agregad0 a la
Embajada española en ^7áshington, que facilitó el rápido envío de los parásitos a Valencia.
GóMEZ CLEMENTE ensayó también los tilodernos insecticidas clorados (D. D. T.) para precisar su eficacia y las posibilidades de empleo económico contra esta plaga.
Realizó también interesantes experiencias, en Sevilla y
Cádiz, D. RArAEL BoxóRQuEZ, Ingeniero Agrónomo que dirigió la suprimida Estación Fitopatológica de Sevilla, el cual
cornprobó el poder atrayente del fosfato amónico y del insecticida Clensel, superior al de las demás sustancias ensayadas.
En la también suprimida Estación ^ie Fitopatología
^^grícola de Barcelona, realizó D. Josi: PEQUEñTo ensayos
sobre el embolsado, como medio de defender los melocotones
contra el ataque de la Ceratitis.
Los Servicios Agronómicos de algunas provincias-Murcia entre ellas-han realizado campañas para divul^-ar el empleo de los mosqueros y medios complementarios para combatir la mosca de las f rutas.
Lucha directa.
ENIPLEO DE MOSQUEROS O CA7AMOSCAS CON LIQUIDOS
ATRAYENTES.
Como resultado de las numerosas experiencias realizadas
-tanto en Italia como en España y, posteriormente, en otros
países-se ha llegado a establecer como método funclamental
de lttcha contra la Ceratitis el empleo de cazamoscas de vidrio
con mezclas atractivas diversas y que se cuelgan de los árboles
cuyos frutos se trata de proteger.
La mosca, atraída por el olor del cebo-y quizá también
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por el brillo del frasco-, entra en éste, por un orificio que
tiene en el fondo y perece ahogada. Aunque el brillo del vidrio
puede tener algunas atracción, la influencia del cebo es fundamental, pues se re^duce a la quinta parte el número de moscas cazadas en frascos sin cebo.
El modelo de mosquero más recomendable es el establecido por la Estación Fitopatológica de Burjasot, después de
ensayar comparativamente diversos tipos. Es de la forma y
dimensiones que se aprecia en el dibujo adjunto y tiene una
cabida útil de 30o a 35o centímetros ctíbicos. El cuello va
reforzado para sujetar el alambre que permite colgar el mosquero del árhol, y va tapado con un corcho, para reducir al
mínimo la evaporación del líquido.
En árboles pequeños basta colocar un mosquero y dos en
los de mayor tamaño, colgados en la parte orientada al mediodía. En los meses de fuertes calores, se protegerán algo con
el fol'aje, para que la evaporación sea más lenta; a fin de verano y en otoño se colocan donde les dé el sol. Se colgarán los
mosqueros de una rama gruesa, en sitio donde tengan fácil
^:cceso las moscas y próximo a los f rutos ; el alambre de que se
ctte?gan debe ser más bien corto, para evitar que los frascos
:.,ean agitados por el viento.
La orientación, altura e iluminación de los mosqueros no
son indiferentes. Segím resulta de las experiencias de GóMEz
Cr.^MFNTF, la orientación Sur es la más favorablé, y después,
la Este; en cuanto a. la altura,, la mejor es la de uno y medio
a dos metros sobre el suelo. Ru^ z CASTRO ha oomprobado
mayores cazas, en tres años de experiencias, con mosqueros
colocados a dos-tres metros de altura, con gran ventaja sobre
los que están a sólo un metro sobre el suelo.
La situación más favorable resulta ser, en los ensayos efectuados, la de la parte media de la copa, sobre los colocados en
el eje o en la parte exterior del árbol. Son preferibles los cazamoscas con brillo y de colores claros.
Las Ceratiti-s son atraídas por ciertos olores, como los que
desprenden algunos líquidos fermentados. Los líquidos azucarados parecen ser menos atractivos para esta mosca, pero la
esencia o la pulpa de naranja aumentan la atracción.
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Cun^c^ cebc^5 ^e eii^hlrar^^n, hriilieraiiiente, el a^ua de ;al^-ad«, eI agtta de ^-iua^re, 1^» a^iicentrad^s de hi^-us ^• el jabón
líquido ailio»iacal ("Clcnsel"), este íiltiil^^^ preferible ^.^or
^tiT^lel', C<t51 C'VClil^lV"^Lll]('l1iC'^ ^l ^^15
CCI'LIÍ1t1S, llllelltt'1^ CU11 IUS
t)iYOS ti^ Cfll)IllP11] Ui]-(1S 1175CCtU5.
_^ctualin^nte ^e emhlea a^iuo lí^l^tid^^ atracti^^^^ tlila :olttci^"^n acu^^»a de fu;lat^.^ au^^ínico al .^ hur too, de oran huder
atracti^-^^ hara la in^^sca de las trtrta^, con la harticularidad ^de
qLte la nia^-^ría ( j^ Lx^r ioo) de la^ nl^^scas henibras captur^adas tienen I^s o^-arios replctus de hue^-ecillos, hechu conclu^-ente a tav^ir ^le este iiledio de luch^i.
Emhleandu nu^s<<uer^^, de la cabida ^• caracterí,tica^ inlicaclas, sólo e^ ilecesari^^^ ren^^^-ar el liquido una ^-ez. en 1^_^; d^_^s
^Tleses ^lue, anu^^ n^á^inw, ha de dtirar la defensa en el canlpo.
La inst,ilaci^n ^le d^^s n^^»<<uer^,s hur ^irb^^l, el ^-alc^r ^de la
^ustancia atr^^^-ente ^- el cuidad^^ que requiere la reno^-ación
del li^iuiclu, :un ^astus <<ue hermite h^^l^adanlente el ^-al^r de
la cosecha defendida, teniendo en cuenta ^lue con e>te n^edio
se salva ^lel ata<<ne cle la ^u^^sca del ^o al 8^ ^^^^r- Ioo del fruto,
inclusu en aña^ de ^ran in^-asi^"^n, e^i r^ue la n^ay^^r harte ^le la
frttta estaba a^ti;ana^l^l v cn el stiel^ ^, en 1^ ^s cam^^^s inii^ediat^^: n^_^ cle^fendid^^s.
El ei^Il^leu de l^^s ni^^,^jttci-^s lra de ser prc^^c^rt^ti^^n, lxn- lu ^hte
^tt col^cación en 1^>s lu^<li'rs cl^mde ^e culti^-an fi-utr^; de ma^lurez In-ec^•^z (albaricr^^^ues, ixn- ejenihlu) debe a^nlenzarse a
últi^n^^s ^le abril ^^ hrimer^^s de inay^^, dejánd^>les ha^ta n^^^^ienlbre ^- aun a^-anzad^^ ^lici^nlbre en las _l^^caliclad^; d^mde
ha^- naranjale^.
Pulverización de insecticidas.
I^e 1^^^ n^^^clern^^; in^ecticicl^ls clura^dc», la^. e^heriencias
realizadas l^^n- (^í^^i^^:z ('i.c:w:^^-I:,^^an <lenu^,tracl^^ ^ficacia de
lu^ nrcparacl^^s a ba^c^ clc T). D. T., dc alta c^^ncentraci^^Ii (^^o
n^^r Ioo clc l^r^^^luct^^ arti^-^^), cni^^lead^^s al o^^ l^r,i- Ioo. habiénd<>s^> rec^^lectacl^^ rl ^^^ i^^^r Io^ de f^-uta ^ana (^I j.
;[i Para m;í; c(ctallcs ^^ra.c el trabaio dc Gú^ntr C^.r:^n:^^rf;: ,E.rh^^rieuci^^s
snhr^° ,d ^^nrhlcr^ d^^l 1). 1). 7^. rnulrn (n nios^'n d^^ ln.r frutas. pttblicacir^n ^íel Instirittn ^le In^-c^ti^arii^ncs :1^^ron^micas (\ta<lrid, t^a9).
Comc^ los rnelocotoneros son árboles de mediano porte, el
consumo de líquido puede calcularse en unos cinco litros por
pie y, por madurar el fruto rápidamente, bastarán en general
do ^ tratamientos ; el coste de éstos puede ser aceptable econólnicamente, en este cultivo, a los precios actuales.
Las pulverizaciones deben hacerse estando el fruto todavía verde, o sea antes de iniciarse el período de madurez, pero
cuando ha alcanzado casi el tamaño definitivo.
Sin embargo, la mayoría de los fruticultores siguen usan^eio con preferencia el método de los mosctueros.
Medidas complementarias.
Detallaré las más importantes de las anteriormente apuntadas:
I^ I:SIRU(;cIóN DF FRUTOS AGliSA\'ADOS.
I:S de grall 1111pUrtanCla 1"eCOger COn ÍreCUenCla ^10 me^Or
sería diariamente) las frutas atacadas, tanto las caídas al
suelo como las que se vean en el árbol con señales ^íe estar
picadas por la mosca. Si se retrasa la recogida es inútil har_erla, pues los gusanos abandonan pronto las frutas caídas
para transformarse en la tierra. Esta faena debe hacerse, de
preferencia, al atardecer o por la mañana temprano.
En algunos casos pueden utilizarse estos frutos para alinlento del ganado, pero deben hervirse antes durante un cuarto de hora. Los que se desechen pueden destruirse enterránclolos en un hoyo con cal, a meclio metro de profundidad, o
dejándoles macerar en agua durante cuatro o cinco días.
A1 hacer la recolección deben también apartarse los f rutos
picados para destruirlos en la forma indicada.
^
EtiIBOLSADO DE FRL'TOS.
Sólo aconsejáble para defender frutos selectos, clue se prot^;gerán con bolsas de papel. Este método ha sido ensayado
^; Barceloná por el Ingeniero D. Luls PEQuE^To, habiendo
pub'licado Sus resultacíos la suprimida Estación de Fitopato-
- I? -
logía Agrícola de .}3arcelclna, del Institut^t cle In^^esti^aci^mc^
^^^-ronbmicas (1).
),APOKI?ti 5[?.l'EKl^1l:I.1LES.
Eu ]as higueras, caqttis ^^ otros trutales tardío; con^-iene
remcwer la tierra alrededor clel trcmco e>i 1^^ ^lue abarca el ^;^t^teo de la copa, pties allí se transforman lus ^usa>i^Is hara in^-ernar. ^espués de remo^^ido el suelcl a^n^^iene rttciarl^^ c^I^l
una s^^lución de sttlfocarbcmat^o potásia^ (3K" B^tunlé) diluída
al 5 ^^or i.ooo.
I.a lucha biológica.
llesde ^ri^icipios de si^^l^, diversus entunlc^l^^-u; han realizaclu investibaciones hara encontrar insect<^s parásitus de 1a
iiio,ca de las frtitas, mereciend^^ e^i^ecial niencit"»i 1<,s viaje^
clel I'rot. SiLVES^rrtl en ^-^trica; d^mcie c^btu^-u cli^-ers^s l^arásitc^s, al^un^^s de 1<^s cuales se lograr^In aclimatar en las lsla^
Ha^^^ai, dcmdc la Ccratitis cunstitttía ttna 1>la^;a ;r^t^^ísima. EI
l^ar^ísito n^ás eficaz resulttí ser una di^ninuta avis^^illa denc^minada O/^ilrs t^^^^o^ri, y en el l^eríod^^ IyI^-1933 se ^^btuv^^ un
hrun>edicl de 1>ara;itisino del ^}^^,^ ^xn- loo.
l.a Estaciún dc .1^ itopat^>l^^^ía A^;ríc^l^t cle f3urjascrt (\^ alencia) ha intentad^, repeti^las ^^eces, imlxtrtar éstc ^^ ^^tru^
i^arásit^^s ^^r^_Icedente^ de Ha^^^ai hara su acliii>ataci^íi^ en 1?s]^añ^l, intentus malc^^ra^do^ L>urdue, al multil^licarl^I; en ltls insectari^^s, ^611^ se ^^btu^-ier^,I^ inach^Is ( ^).
^1.ctual>i^ente, la lucha bi^^l^»;ica clmtr^>. esta l^lar;-a 1>^^ a,nstittrye tocla^-ía una suluci^ín iute^ral, perll 1^Is re^ultado, IIb,
tenia^^s en H^iwai estimulan a hr^^seguir la^ investi^aci(me^
cn^ln-endicla.^.
Conviene, pues, hrt^se^uir ll^s intent^^^ dc intr^^ducir ^^ aclin^atar dich^os har<^^it^^s, I^cr^I, Ix^r a^h^^ra, es nccesari^, atenerse
a la lucha directa.
(t ) L. AI^:^uI•.ño: Tl m^^ind^ d^ I rulGnlsndn pnra !u dt•ft'usn dr m^°lnr^,tones
contru I^I iuoscn ár lers frlltus. (Pttblicacióll níttn. _(o ^de la Serie Fitopatológieá.
.l-ladricl, t94o.) A ease también la Iioin I)I^-t^i.cai>oiz.^ nílm. ^9-5?: >`imh^rlsadn ch
trutos ^-n ^l ^írbol, por ll. Io^i^ I^It Plr.^z^.
(2) 1 éansc las pttblicaciunc^ ^lc I). Trrut:IZico G^^^ii^:z CLr:^Ir:^'ti; y^ D. CiR O
CÁ^o^^ns, editadas por la E,taciún ^It^ 1^itc^I>atuln^ía :1^;ríccila dc 13pt,^asot (Itt.e^,^
^
tttto A^acional dc In^•csti^acionc^ _lgronónlicas).
^
GRAFICAS UGUINA - MELENDEZ VALY!{í, % -.^^^I^
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