de la uva de mesa

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frutales y viñas
TierraAdentro
noviembre-diciembre 2004
Efecto del área de suelo mojado
en la recuperación de la productividad
de la uva de mesa
E
Rodrigo Ahumada B.
[email protected]
Gabriel Sellés V.
Raúl Ferreyra E.
Gonzalo Contreras W.
Rafael Ruiz S.
INIA La Platina e INIA La Cruz
18
n Chile, el valle de Aconcagua es
uno de los más antiguos dedicados
a la fruticultura. Se caracteriza por
presentar suelos profundos y de texturas
finas, condiciones que han hecho
predominar el riego superficial por largo
tiempo. Sin embargo en los últimos años
se ha ido incrementando la superficie de
riego localizado, en particular el goteo.
Este último sistema se ha instalado tanto
en plantaciones nuevas como antiguas.
Ha sido adoptado, en un principio, como
una forma de solucionar los problemas
de decaimiento productivo de los
parronales, pero los resultados no han
sido los esperados. Debido a los
problemas físicos de suelo (compactación
y porosidad) se forman bulbos pequeños
y saturados, lo cual afecta el desarrollo
radicular y por ende el productivo y
vegetativo.
El uso de doble línea y emisores de diferente
tipo y caudal podrían aumentar el área de
suelo mojado, facilitar la distribución del
agua en el perfil de suelo, mejorar el
Figura 1
Número de raíces por m2 por tratamientos de riego.
Temporadas inicial y final.
1.400
1996/97
1997/98
1998/99
99/2000
Número de raíces finas por m2
1.200
1.000
800
c
c
600
b
400
200
0
b
T1
T2
T3
Tratamientos
T4
T5
Plantación de uva de mesa regada con microaspersión.
balance agua/aire y, por ende, aumentar
el desarrollo de la planta.
El objetivo de este trabajo fue evaluar la
respuesta de un parronal decaído, variedad
Thompson Seedless, a diferentes formas
de aplicar el agua mediante riego localizado.
El estudio se desarrolló en un parronal de
13 años de edad, plantado en 4 x 3 m, en
la comuna de Santa María, provincia de
San Felipe, V Región, entre la temporada
1996/97 y la 1999/2000.
Al inicio de la investigación, el parronal
tenía un peso de poda promedio de 1,02
kg de materia seca (m.s.) por planta, una
producción de 1.050 cajas/ha y un índice
de 458 raíces/m 2 . Todas estas
características señalan que es un
parronal típicamente decaído.
El suelo donde se realizó el ensayo es
de textura franco arcillosa, con un
contenido de humedad a capacidad de
campo de 22%. Presenta problemas de
compactación entre los 30 y 50 cm de
profundidad (densidad aparente = 1,54
g/cm3 y macroporosidad = 10,2%). Los
tratamientos de riego se indican en el
cuadro 1.
Para evaluar el efecto de los diferente
tratamientos se midió el desarrollo de la
planta (vegetativo, de la fruta y radicular)
y la distribución de humedad en el perfil
de suelo.
El desarrollo vegetativo se evaluó a través
del peso seco (kg de m.s.) del material de
poda al final de la temporada. Para
determinar el calibre de bayas a la
cosecha, se realizó una correlación lineal
entre el diámetro de bayas y su peso. Para
medir el desarrollo radicular a fin de la
temporada, se hicieron calicatas
perpendiculares a la línea de plantación.
La pared cercana a la planta se dividió en
cuadrículas de 25 cm2 y en cada una de
ellas se contó el número de raíces finas
presente (menores que 1 mm). Finalmente,
con el objeto de estimar la distribución
del agua en el suelo se realizaron perfiles
de humedad al término de la temporada.
Los volúmenes de agua aplicado se
estimaron a partir de los valores de
evaporación de bandeja medidos
localmente, corregidos por un coeficiente
de bandeja (Kb) y coeficientes de cultivo
(Kc) normalmente utilizados por
TierraAdentro
agricultores del valle de Aconcagua. El
control de la humedad en el suelo se
realizó con tensiómetros y barreno,
evitando mojar excesivamente en
profundidad (más de 40 cm). De esta forma
se pretendía mejorar la aireación del suelo
y aumentar la exploración radicular.
noviembre-diciembre 2004
bajos en los primeros años, debido a
problemas de manejo, sin embargo
alcanzó valores similares a la doble línea
en la temporada 1999/2000. La línea
simple de goteo presentó los valores más
bajos.
Calibres de bayas
Peso de poda
En el cuadro 2 se presenta los pesos de
poda de la temporada 1996/97 a la
1999/2000 para los diferentes
tratamientos de riego. Los valores de cada
tratamiento muestran un proceso de
recuperación del vigor de las plantas a
partir de la temporada 1998/99. El
tratamiento de doble línea con goteros y
caudal de 2 l/h (T3) presentó los mayores
valores de peso de poda. La
microaspersión (T5) tuvo los valores más
Cuadro 1
Tratamientos de riego evaluados en la variedad Thompson Seedless
*A partir de la temporada 97/98 se cambio el microjet por un microaspersor de 16,2 l/h
Cuadro 2
Valores promedio de pesos de poda por tratamiento de riego.
Temporadas 1996/97 a 1999/2000
En el cuadro 3 se presenta el calibre final
de la fruta a la cosecha en la diferentes
temporadas.
En general, los calibres de bayas al inicio
de la investigación fueron bajos (entre
14 y 15 mm) para las temporadas
1996/97 y 1997/98, respectivamente. En
los años posteriores superan los 15 mm.
La línea doble (T3) presentó los mayores
calibres. Finalmente, en la temporada
1999/2000 el calibre promedio fue
superior a 16 mm en todos los
tratamientos, siendo T2, T3 y T5
superiores a T1 y T4.
En relación con los niveles productivos,
el parronal mantuvo sus producciones
del orden de las 1.100 cajas/ha (típico
de plantaciones con síntomas de
decaimiento productivo). No obstante,
en la temporada 1999/2000 los
tratamientos presentaron producciones
superiores a las temporadas anteriores,
desde 1.600 cajas/ha en el tratamiento
T4 hasta 2.600 en el tratamiento T3.
Número de raíces
Donde P: valor promedio (kg m.s./planta); S: desviación estándar y CV: coeficiente de variación (%). Resultados
que comparten una letra no tienen diferencias estadísticas significativas entre sí (en la misma temporada).
Cuadro 3
Diámetro promedio de bayas por tratamiento de riego.
Temporadas 1996/97 a la 1999/2000
Donde P: valor promedio (mm); S: desviación estándar. Resultados que comparten una letra no tienen
diferencias estadísticas significativas entre sí (en la misma temporada).
En la figura 1 se presenta la evolución
del número total de raíces por m2 entre
la temporada 1996/97 y 1999/2000. En
general se observa un aumento sostenido
en el número de raíces en todos los
tratamientos de riego, destacándose en
la temporada 1999/2000 el tratamiento
T3 con 1.125 raíces por m2. El menor
número de raíces se obtuvo con una línea
de goteo. Con relación a la distribución
de raíces dentro del perfil de suelo, en
microaspersión (T5) se distribuyen en
forma más homogénea, tanto en
profundidad como en forma lateral, que
con doble línea de emisores y que con
una lateral de riego.
frutales y viñas
Distribución de la
humedad
En relación con la distribución de la
humedad en el perfil de suelo, los
resultados señalan que en la
microaspersión el mojamiento tiende a ser
más homogéneo, en especial en forma
horizontal, que el resto de los tratamientos,
luego le siguen la doble línea y finalmente
la hilera simple. Se observó una alta
correspondencia entre la distribución de
humedad y la distribución de raíces.
Costo de la
implementación de una
línea, dos líneas y
microaspesión
Al comparar el costo de la instalación de
una línea de emisión con goteros
distanciados a un metro con doble línea
de iguales características y con la
microaspersión se puede señalar, que la
segunda y tercera alternativa valen entre
$ 300 mil a $ 400 mil más que la instalación
de una línea simple. Estos valores son solo
referenciales ya que el valor no solo
depende del tipo y número de emisores.
Conclusión
Al término de cuatro temporadas de
aplicación de los tratamientos de riego, el
uso de la doble línea de riego y de
microaspersión, como forma de aumentar
el área de suelo mojada, permitió obtener
un mayor número de raíces y una mejor
distribución de las mismas en el perfil de
suelo. El aumento del área se reflejó en una
recuperación productiva de los parronales,
representada en un mayor peso de poda,
un mayor calibre de bayas a la cosecha y
un mayor número de cajas cosechadas.
Sistema de riego por goteo, con una o dos
líneas de emisión.
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