Oficio 220-118112 Del 28 de Septiembre de 2009

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Oficio 220-118112 Del 28 de Septiembre de 2009
REF.: CALIFICACION Y GRADUACION
REORGANIZACION EMPRESARIAL
DE
CREDITOS
DENTRO
DE
UN
PROCESO
DE
Me refiero a su escrito radicado con el número 2009- 01- 241491, mediante el cual consulta a esta Entidad
sobre algunos aspectos relacionados con la calificación y graduación de créditos dentro de un proceso de
reorganización empresarial regulado por la Ley 1116 de 2006, en los siguientes términos:
1.- ¿Qué son el proyecto de calificación y graduación de créditos y el proyecto de derechos de voto?
2.- ¿Los créditos litigiosos a que se refiere el artículo 25 de la Ley 1116, son créditos que se incorporan y se
reconocen en el proyecto de calificación y graduación de créditos y en el proyecto de derechos de voto? En
caso negativo, se solicita indicar ¿por qué razón no se incorporan ni se reconocen en el proyecto de calificación
y graduación de créditos y en el proyecto de derechos de voto los denominados créditos litigiosos?
3.- ¿Cuál es la diferencia que desde lo jurídico existe entre un crédito incorporado y reconocido en el proyecto
de calificación y graduación de créditos y en el proyecto de derechos de voto, y un crédito litigioso?
4.- Tratándose de un Acuerdo Extrajudicial de Reorganización Empresarial regulado por el artículo 85 de la
Ley 1116, se solicita indicar si las respuestas dadas a los numerales primero a tercero anteriores, ¿son también
aplicables a los Acuerdos Extrajudiciales de Reorganización?
Al respecto, me permito manifestarle que de conformidad con lo dispuesto en los artículos 25 del Código
Contencioso Administrativo y 2 numeral 18 del Decreto 1080 de 1996, es función de la Superintendencia de
Sociedades la de absolver las consultas de carácter general y abstractas que se le formulen sobre temas de
derecho estrictamente societario regulado por la legislación mercantil, y no sobre temas procesales o
jurisdiccionales sobre los cuales no le es dable al juez proveer sobre los asuntos de su competencia (artículo
25 del Código Civil), y que dicho sea de paso no asesora sobre hechos particulares como resulta ser el caso
planteado.
No obstante lo anterior, este Despacho se permite, a título meramente informativo hacer las siguientes
precisiones de orden legal:
a.- De conformidad con lo dispuesto en el artículo 1º de la Ley 1116 de 2006, “ El Régimen de Insolvencia
Empresarial tiene por finalidad la protección del crédito y la recuperación y conservación de la empresa como
unidad de explotación económica y fuente generadora de empleo, a través de los procesos de reorganización
y de liquidación judicial, siempre bajo el criterio de agregación de valor.
El proceso de reorganización pretende a través de un acuerdo preservar empresas viables y normalizar sus
relaciones comerciales y crediticias, mediante su reestructuración operacional, administrativa, de activos y
pasivos. En otros términos, dicho proceso persigue la salvación de los negocios del deudor, que aunque afronta
dificultades económicas tiene perspectivas de salir de la crisis financiera en que se encuentra.
b.- Al tenor de lo previsto en el artículo 24 ibídem, “ Para el desarrollo del proceso, el deudor deberá allegar
con destino al promotor un proyecto de calificación y graduación y derechos de voto, en el cual estén
detalladas claramente las obligaciones y los acreedores de las mismas, debidamente clasificadas para el caso
de los créditos, en los términos del Título XL del Libro Cuarto del Código Civil y demás normas legales que lo
modifiquen o adicionen” . (El llamado es nuestro), el cual deberá anexarse a la solicitud de inicio del proceso
de reorganización por parte del deudor o de este y sus acreedores.
c.- Del estudio de la norma antes transcrita, se desprende que el empresario tiene la obligación de presentar
al promotor un proyecto de calificación y graduación de créditos, en el cual deberán relacionarse, sin excepción
alguna, todos los créditos a cargo del deudor causados antes del inicio del proceso de reorganización, salvo
los excluidos por mandato legal, precisando quienes son los acreedores titulares de los mismos, la cuantía
reclamada por concepto de capital, tales obligaciones deben clasificadas en las clases y grados dispuestos por
el Código Civil para la prelación de créditos.
En cuanto los intereses cuyo reconocimiento soliciten los acreedores, se advierte que los mismos deberán
incluirse en el proyecto de calificación en un acápite aparte, con el fin de que los mismos sean atendidos, una
vez cancelados los demás créditos calificados (artículo 69 de la Ley 1116 ya citada).
d.- Por su parte, el inciso segundo del artículo 24 de la referida ley, preceptúa que los derechos de votos, y
solo para estos efectos, serán calculados, a razón de un voto por cada peso del valor de su acreencia cierta,
sea o no exigible, sin incluir intereses, multas, sanciones u otros conceptos distintos del capital, salvo aquellas
provenientes de un acto administrativo en firme, adicionándoles para su actualización la variación en el índice
mensual de precios al consumidor certificado por el DANE, durante el período comprendido entre la fecha de
vencimiento de la obligación y la fecha de corte de la calificación y graduación de créditos. En el caso de las
obligaciones pagadas en varios contados o instalamentos, serán actualizadas en forma separada.
Del estudio de la mencionada disposición legal, se concluye que el proyecto de determinación de derechos de
voto tiene por objeto establecer la relación de poder de todos y cada uno de los acreedores dentro del acuerdo
de reorganización empresarial que se llegare a celebrar entre la sociedad deudora y aquellos.
e.- Los créditos litigiosos y las acreencias condicionales, quedarán sujetos a los términos de previstos en el
acuerdo, en condiciones iguales a los de su misma clase y prelación legal, así como a las resultas
correspondientes al cumplimiento de la condición o de la sentencia o laudo respectivo. En el entretanto, el
deudor constituirá una reserva contable para atender su pago (inciso segundo, artículo 25 de la Ley 1116 de
2006).
Dichos créditos a pesar de su carácter de tal, deben ser incluidos en el proyecto de calificación y graduación
de créditos en un ítem separado, a efectos de que, de una parte, en el aludido proyecto, se advierta al deudor
la constitución de una reserva para atender los mismos una vez se hagan exigibles, y de otra, se tengan en
cuenta en el acuerdo de reorganización que se llegare a celebrar entre las partes.
Ahora bien, tales obligaciones mientras no sean ciertas, no se pueden calificar y graduar por falta de certeza,
y por ende, incluir dentro del proyecto de determinación de derechos de voto y acreencias, el cual tiene por
objeto, se repite, establecer el poder decisorio de todos y cada uno de los acreedores dentro del acuerdo.
f.- Al tenor de lo previsto en el artículo en el artículo 20 ibídem, a partir de la fecha de inicio del proceso de
reorganización no podrá admitirse ni continuarse demanda de ejecución o cualquier otro proceso de cobro en
contra del deudor. Así, los procesos de ejecución o cobro que hayan comenzado antes del inicio del proceso
de reorganización, deberán remitirse al juez del concurso para ser incorporados y considerar el crédito y las
excepciones de mérito pendientes de decisión, las cuales serán tramitadas como objeciones, para efectos de
la calificación y graduación de créditos.
Como se puede apreciar, en virtud al carácter judicial del mecanismo y al fuero de atracción, el legislador
dispuso que los procesos ejecutivos iniciados antes de comenzar el proceso de reorganización sean remitidos
al juez del concurso, a fin de que los mismos sean incorporados a dicho trámite y considere las excepciones
de mérito pendientes de decisión como objeciones.
Luego, en estas condiciones los créditos que se cobraban dentro de los procesos ejecutivos, deben ser
incorporados, calificados y graduados, siempre y cuando su remisión se lleve a cabo antes del traslado de
créditos, con el fin de permitir que las excepciones de mérito sean tratadas como objeciones, pues, de lo
contrario se estaría ante un crédito extemporáneo, salvo que el deudor lo hubiere relacionado.
g.- El artículo 29 ejusdem, prevé que del proyecto de reconocimiento y graduación de créditos y derec hos de
voto presentados por el promotor y del inventario de bienes del deudor, se correrá traslado, en las oficinas del
juez del concurso o donde este determine, según sea el caso, por el término de diez (10) días, con el fin de
que los acreedores puedan objetarlos, con relación a tales actuaciones, solicitando o allegando las pruebas
que se pretendan hacer valer, de cuyas objeciones se correrá traslado por un término de cinco (5) días para
que los interesados hagan los pronunciamientos que consideren pertinente.
Si no hubiere objeciones, el juez del concurso declarará aprobado el inventario, reconocerá los créditos,
establecerá los derechos de voto, y fijará plazo para la presentación del acuerdo.
En estas condiciones, se puede deducir diáfanamente que el reconocimiento de créditos, se refiere a la decisión
del juez contenida en la providencia de calificación y glaciación de créditos, acerca de la admisibilidad de las
reclamaciones crediticias presentadas por los acreedores, y solo interviene de manera residual, para resolver
las objeciones que no fueren conciliadas por las partes.
h.- El artículo 84 de la Ley 1116 tantas veces citada, que trata de la validación judicial de acuerdos
extrajudiciales de reorganización empresarial, dispone que el proceso de validación tendrá en consideración
las reglas sobre notificación establecidas en esta ley, las reglas para la calificación y graduación de créditos y
determinación de derechos de votos, y las demás que en lo relativo a su forma y sustancia le sean aplicables,
incluyendo los efectos jurídicos a que hace referencia el artículo 17 y el Capítulo IV de la mencionada ley.
En consecuencia, el acuerdo extrajudicial de reorganización debe tener encuentra, entre otras reglas, las
relacionadas con la calificación y graduación de créditos y determinación de derechos de votos, para su
validación por parte del juez competente, en este caso la Superintendencia de Sociedades.
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