Computación Ubicua mediante Dispositivos RFID

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Computación Ubicua
mediante Dispositivos RFID
Héctor Ramos Morillo, José Vicente Berná Martínez
y Francisco Maciá Pérez
El término computación ubicua define un modelo de computación en cualquier
momento y en cualquier lugar. Este enfoque promulga el uso de todo tipo de
dispositivos con capacidad para computar, hasta tal punto de penetración en
nuestro entorno cotidiano, tanto en el privado como en el mundo de los
negocios, que llegan a convertirse en invisibles para los usuarios. En este
capítulo se presenta una revisión del estado de la técnica en el área de la
computación ubicua y de cómo los dispositivos RFID (Radio Frequency
IDentification o identificación por radio frecuencia) pueden dotar de capacidad
de computación a casi cualquier objeto del entorno, logrando de esta forma
acercar un poco más a la realidad las predicciones que Mark Weiser realizó
hace más de una década. Para ello se exponen los diferentes ámbitos en los
cuales la tecnología RFID está presente o, al menos, puede ser útil. Asimismo
se estudia la incorporación de sensores a las etiquetas RFID y sus posibles
aplicaciones, las limitaciones actuales y sus expectativas a corto y medio
plazo.
1 Introducción
Para poder entender la computación ubicua y cómo ésta puede ser
alcanzada es necesario realizar un análisis de las distintas fases o Eras
por las que ha pasado la relación entre el hombre y la computación.
En un principio se vivió la Era del mainframe en la que la computación
era un recurso bastante escaso. Dicha computación se basaba en
grandes computadoras almacenadas en habitaciones independientes y
utilizadas y administradas por usuarios muy expertos. De esta forma
multitud de personas utilizaban estas computadoras para realizar
diversas tareas, por lo que se desprende que muchas personas
compartían una computadora [1].
Posteriormente se alcanzó la Era del PC, en la cual cada persona
poseía su propia computadora, de forma que ya no era necesario que
los recursos computacionales fueran compartidos. Se produce una
relación muy estrecha entre el hombre y la computadora, la cual es
directa y bastante personal.
A continuación se llega a la Era de Internet, en la que actualmente nos
encontramos motivado por una explosión en las tecnologías de la
comunicación.
información
Esto
ha
facilitado
que
muchas
personas
y
su
estén interconectadas. En esta fase confluyen tanto
elementos de la era del PC como de la era del mainframe, ya que cada
persona dispone de su propia computadora para realizar sus cálculos
y tareas y a la vez cuando el usuario navega a través de Internet está
accediendo a grandes servidores que a su vez son compartidos por un
sinfín de usuarios. Uno de los factores claves en el auge de esta era ha
sido la aparición de las redes inalámbricas, de forma que desde
cualquier lugar con cobertura inalámbrica se puede acceder a la red
para compartir información. La Era de Internet se puede considerar
como un paso previo a la era de la computación ubicua [1].
La siguiente era, a la que aspiró por primera vez Mark Weiser, es la
era de la computación ubicua. A dicha Era la caracteriza el hecho de
que muchas computadoras sirven a una misma persona, ya que se
parte de la base de que el usuario va estar rodeado de múltiples
elementos de computación los cuales le van a facilitar su trabajo.
A lo largo del siguiente capítulo se realizará una breve introducción al
concepto de computación ubicua, se revisará el estado actual de la
tecnología RFID y se estudiará como dicha tecnología puede ser
utilizada para alcanzar el concepto de computación ubicua mediante la
incorporación de dicha tecnología en los objetos cotidianos que nos
rodean [2], [3], [4], [5].
2 Computación Ubicua
El término computación ubicua fue propuesto inicialmente por Mark
Weiser a finales de los años 80 mientras trabajaba en el Centro de
investigación informática de Palo Alto. Se fundamenta en que la
computación pueda estar presente en cualquier momento y en
cualquier lugar. Para ello hay que dotar de capacidad de computación
a casi cualquier objeto y que dicha capacidad de computación debe ser
invisible de cara al usuario. De esta forma el usuario estará utilizando
dichos elementos computacionales pero sin ser realmente consciente
de que para realizar una tarea los estará usando [6]. Un ejemplo muy
claro de dicha invisibilidad lo podemos obtener de unas simples gafas,
ya que cuando alguien las está utilizando se centra en la tarea que
está realizando gracias a ellas, no en las propias gafas [7]. Mark Weiser
definió muy bien esta característica en la frase “Las tecnologías que
más calan son las que desaparecen. Se entrelazan en el tejido de la
cotidianidad hasta que se vuelven invisibles” [8]. Otro aspecto
relevante de la computación ubicua es que lo realmente importante es
el usuario y sus necesidades. Evidentemente se presenta la necesidad
de que entre los elementos computacionales presentes exista una
interconexión que permita una comunicación entre los mismos.
3 Estado actual de la tecnología RFID
La tecnología RFID (Radio Frequency IDentification o Identificación por
Radio Frecuencia) se ideó originalmente como un posible sustituto a
los códigos de barras que actualmente se utilizan.
Básicamente se compone de un lector y una serie de etiquetas. Dichas
etiquetas son tan finas como una hoja de papel y sus componentes
básicos son una antena, que es el elemento que mayor superficie
ocupa en la etiqueta, un condensador y un chip que realizará la
computación y provocará la devolución de los datos al lector (Fig. 1).
Las etiquetas se pueden catalogar en tres grandes familias: las
pasivas, las semi-pasivas y las activas. Los puntos clave de la
tecnología
RFID son la capacidad computacional de las etiquetas
gracias al chip integrado, su reducido tamaño y su limitado coste
económico.
Fig. 1. Ejemplo de etiquetas RFID
Un escenario típico de uso sería el mostrado en la figura 2. En dicho
escenario se puede encontrar un lector/escritor RFID conectado al PC
que lo va a gestionar; dicho PC estará conectado a una LAN con
conectividad a Internet. Sustituyendo el PC conectado al lector/escritor
por una tarjeta de red inalámbrica eliminamos las limitaciones físicas
de ubicación y le dotamos de gran autonomía. Además, puesto que el
lector posee conectividad con Internet, podría incluso plantearse como
un servicio Web.
3.1 Etiquetas Pasivas
La principal característica de estas etiquetas es que no necesitan
batería propia para poder operar. Obtienen la energía por inducción de
la señal de radiofrecuencia que emite el lector/escritor. En dicha señal
de radio frecuencia no sólo se transmite la petición de lectura de la
tarjeta, sino que además se pueden incorporar órdenes de escritura ya
que las etiquetas pueden ser de lectura o lectura/escritura.
Entre los principales problemas de este tipo de tarjetas se puede
encontrar su reducido alcance de comunicación. Esto está producido
por la necesidad de que la tarjeta reciba una señal fuerte y limpia del
lector, ya que necesita extraer la energía de dicha señal. Otro
problema presente en estas tarjetas es la presencia de colisiones a la
hora de proceder a la lectura de un conjunto de etiquetas, ya que en
un mismo intervalo de tiempo tan sólo se puede transmitir un
identificador de etiqueta [2]. Estas colisiones provocan que se tenga
que diseñar una serie de algoritmos que, mediante sucesivas lecturas,
vayan identificando a todas las etiquetas que por motivos de colisión
no hayan podido ser identificadas. De la necesidad de realizar diversas
iteraciones con el fin de poder identificar todas las etiquetas presentes
se desprende la limitación de su escasa velocidad de lectura. Otra
limitación que poseen es su reducida capacidad de almacenamiento.
Además, debido a la necesidad de que la etiqueta reciba una señal
clara y limpia del lector, este tipo de etiquetas presentan graves
problemas de comunicación ante la presencia de metales y líquidos en
su entorno.
Internet
Energía y Datos
Etiqueta
Lector/Escritor
Datos
Fig. 2. Escenario típico de utilización de la tecnología RFID
3.2 Etiquetas Activas
Estas etiquetas se caracterizan por poseer una batería propia que las
alimenta. Puesto que este tipo de etiquetas están autoalimentadas,
poseen la capacidad de transmitir su identificador sin la necesidad de
que un lector les esté encuestando, lo que dota a este tipo de
etiquetas la capacidad de comunicarse con otras etiquetas. Gracias a
su batería también poseen un mayor alcance de transmisión, ya que
no necesita una señal tan limpia del lector puesto que la energía
necesaria para la transmisión del identificador la extrae de su fuente
de alimentación lo que le proporciona mayor potencia. Otra de sus
características es su mayor capacidad de almacenamiento.
Entre los problemas que presentan este tipo de etiquetas se puede
resaltar su considerable aumento de tamaño respecto a las etiquetas
pasivas, debido a la presencia de la batería. Además la vida de la
etiqueta viene determinada por la duración de su batería.
3.3 Etiquetas Semi-Pasivas
Recientemente han aparecido un nuevo tipo de etiquetas, las
denominadas etiquetas semi-pasivas, que poseen características tanto
de las etiquetas activas como de las pasivas. Por una parte disponen
una fuente de alimentación que las asiste permitiendo al igual que en
las activas que la antena esté especializada en transmitir y no en
captar energía. Por otra parte no son capaces de transmitir sin que un
lector las interrogue, característica que comparten con las etiquetas
pasivas.
Como ventaja respecto a las activas, se presenta el tipo de batería
que pueden utilizar. Recientemente se ha desarrollado una fuente de
energía denominada PowerPaper [9] que ocupa una capa más dentro
de la estructura laminar de las etiquetas. Dicha batería no supera el
grosor de una hoja de papel, permitiendo que la etiqueta no aumente
prácticamente de tamaño y que a su vez aumente su alcance de
transmisión ya que utiliza la energía de dicha batería.
Evidentemente no se trata de baterías tan potentes y de tanta
capacidad como las presentes en las etiquetas activas, pero sí lo
suficiente para la orientación que tienen este tipo de dispositivos. El
voltaje de funcionamiento de la tecnología PowerPaper [9] es de 1.5 V
con un amperaje que va desde los 0.03mA a 1mA y con una capacidad
de 13mAh a 30mAh. El rango de temperaturas en los que la batería es
funcional va de los -20º C a los 60º C.
Fig. 3. Esquema de una etiqueta RFID semi-pasiva utilizando la tecnología
PowerPaper
3.4 Clasificación del las etiquetas RFID del Auto-ID Center y el
EPCglobal
El Auto-ID Center sito en el Instituto de Tecnología de Massachussets
(M.I.T.) creó la siguiente clasificación de las etiquetas RFID. Este centro
cerró sus puertas en Octubre del 2003, transfiriendo su tecnología a
EPCglobal, una organización sin animo de lucro que, respaldada por
diversas empresas, pretende estandarizar ‘EPCglobal Network’, un
estándar global para la inmediata, automática y precisa identificación
de cualquier objeto de la cadena de suministro de cualquier compañía,
en cualquier ámbito industrial en cualquier parte del mundo [10].
• Class-1: Etiquetas Identificativas
Las etiquetas de clase 1 son etiquetas pasivas de lectura/escritura
con los siguientes requerimientos mínimos.
o
o
Un identificador EPC (Electronic Product Code)
Un identificador de etiqueta (TID o Tag Identifier)
o
Una función ‘kill’ que desactiva permanentemente la
o
Opcionalmente una contraseña de acceso
etiqueta
o
Opcionalmente memoria de usuario
Las siguientes clasificaciones son meramente informativas, ya que
proporcionan un ejemplo de cómo las etiquetas superiores
deberían ser diseñadas.
• Class-2: Etiquetas de mayor funcionalidad
Deberían ser etiquetas pasivas que cumplan los requisitos de la
clase 1 pero con las siguientes funcionalidades adicionales.
o
o
o
Un TID mayor
Una memoria de usuario mayor
Control de acceso por autenticación
• Class-3: Etiquetas Semi-pasivas que incorporen las funcionalidades
de la clase 2 y que además incorporen:
o
o
• Class-4:
Fuente de energía integrada
Circuito sensorial incluido
Etiquetas
activas
que
añadan
las
siguientes
funcionalidades con respecto a la clase 3:
o
o
o
Comunicación punto a punto con otras etiquetas
Comunicación activa
Capacidades de formar redes adhoc
3.5 Aplicaciones actuales
Entre las aplicaciones actuales más comunes de la tecnología RFID se
puede destacar el control de inventario y la compra asistida en
supermercados [11].
Supongamos un escenario como el de la figura 4. En dicho escenario
nos encontramos que todos los elementos presentes en una cadena de
distribución utilizan la tecnología RFID. Así, tanto en el almacén de
distribución
como
en
el
propio
centro
de
venta
al
público,
encontramos lectores RFID en las entradas y salidas de material.
Además se pueden incorporar lectores en las propias estanterías
donde se exponen los productos, de forma que se lleve un control
absoluto de los productos que se encuentran tanto en el almacén de
distribución
como
en
el
propio
punto
de
venta,
facilitando
enormemente el control del inventario. Este tipo de tecnología también
posibilita el fácil mantenimiento de los precios de los productos, ya
que realizando la orden de cambio de precio de los productos, los
lectores/escritores RFID enviarían la señal a todas las etiquetas para
que su precio se modifique.
Fig. 4. Ejemplo de aplicación de la tecnología RFID en la gestión de inventario.
Otras posibles aplicaciones para la tecnología RFID son el seguimiento
documental
(añadiendo
etiquetas
RFID
a
los
documentos
empresariales) y los sistemas de control de accesos como pueden ser
los controles de acceso a aparcamientos, autopistas y cualquier tipo
de instalaciones en general.
4 Incorporación de Sensores y Actuadores
Como se ha descrito, las etiquetas RFID poseen capacidad de
computación. De la misma forma que el procesador puede direccionar
el acceso a una zona de memoria con el fin de devolver los datos
almacenados al lector, se pueden extender las capacidades de dicho
procesador de forma que sea capaz de acceder a los datos de un
sensor [12]. De esta forma la etiqueta sería capaz, no solo de devolver
al lector los datos almacenados en la memoria, sino también de
devolver los datos que le proporciona dicho sensor. Incorporando
dichos sensores a las etiquetas RFID, dotaríamos a las etiquetas la
capacidad de captar datos del entorno que las rodea, es más, si
además de incorporar dichos sensores, se incorporasen de igual forma
una serie de actuadores, se lograría que dichas etiquetas interactuasen
completamente con el entorno que las rodea, permitiendo así que la
tecnología RFID sea el punto de acceso del mundo virtual al mundo
real [13].
La incorporación de sensores en las etiquetas pasivas presenta una
serie de limitaciones derivadas de la naturaleza de funcionamiento de
dicho tipo de etiquetas. Por una parte nos encontraríamos ante un
sensor pasivo, entendiéndolo como un sensor que sólo es capaz de
captar datos del entorno cuando la etiqueta está siendo estimulada
por la señal de un lector. Esto es debido a que, tal y como se ha
mencionado anteriormente, este tipo de etiquetas RFID obtienen la
energía de la señal del lector, por lo que si no hay señal que alimente
a la etiqueta tampoco hay energía que alimente al sensor que
incorpora.
Por otro lado presentan ciertas limitaciones en cuanto al tipo de
mediciones a realizar puesto que la energía de que dispone la etiqueta
es bastante reducida.
Las etiquetas activas podrían ser una posible solución al problema de
energía, pero presentan el problema de su gran tamaño, limitando
considerablemente el ámbito de aplicación.
Como solución intermedia, que permite cumplir los dos requisitos
principales, capacidad de captar información sin la presencia de un
lector y tener un reducido tamaño de forma que no se vea limitado su
ámbito de aplicación, se plantea la utilización de las etiquetas semipasivas. De esta forma la etiqueta es capaz de captar los datos del
entorno gracias a la producción de energía por parte de su batería.
Evidentemente, en función de los requisitos, el intervalo de captación
de datos debe ser regulado, de forma que la vida de la batería se
alargue o se acorte en función de dicha frecuencia de captación.
4.1 Posibles aplicaciones
Existen multitud de aplicaciones para la etiquetas RFID con sensores.
Entre las más destacadas podemos encontrar la monitorización de
parámetros físicos, la detección de
manipulación de productos, la
detección de agentes contaminantes y la monitorización no intrusiva
[12].
4.1.1 Monitorización de parámetros físicos
Entre las posibles aplicaciones de las etiquetas RFID con sensores se
encuentra la monitorización de parámetros físicos. Como posible caso
de uso se puede encontrar una etiqueta RFID que incorpore un sensor
de temperatura, de forma que la etiqueta sea capaz de medir la
temperatura del objeto al que se encuentra adherida [14]. De esta
forma se podría realizar un control exhaustivo de las temperaturas a
las que ha estado expuesto dicho producto en toda la fase de
distribución. Esta aplicación sería de gran ayuda en los productos que
deben estar congelados o refrigerados, ya que se garantizaría con
total seguridad que dichos productos no han estado expuesto a
temperaturas indebidas antes de su consumo.
4.1.2 Detección de manipulación de productos
Otra posible aplicación es la detección de manipulación de productos,
esto es, al igual que existen productos con precintos de seguridad
para garantizar que no han sido manipulados, se podría dotar a las
etiquetas de un circuito que en cuanto se rompiese activase un bit. De
esta forma se conseguiría garantizar que los productos no han sido
manipulados sin necesidad de ir revisándolos uno a uno [12].
4.1.3 Detección de agentes contaminantes
También se podría dotar a las etiquetas de sensores de agentes
contaminantes [12]. Un ejemplo podrían ser sensores químicos que
reaccionen ante la presencia de cierto tipo de bacterias presentes en el
entorno. De esta forma se dispondría de un instrumento muy eficaz
para combatir los contagios por la ingesta de productos en mal estado
como puede ser la intoxicación por salmonelosis.
4.1.4 Monitorización no intrusiva
El principal uso de la monitorización no intrusiva es en aplicaciones
biomédicas. Si bien actualmente existen potentes herramientas para
monitorizar parámetros del cuerpo humano, existen ciertos tipos de
enfermedades en las que es necesario acceder al interior del cuerpo
para obtener datos. Es más, existen ciertas enfermedades en las que
se hace necesario realizar continuas mediciones para poder llevar a
cabo un seguimiento de la evolución del paciente. Enfermedades como
la diabetes precisan de una sucesiva intrusión en el cuerpo humano
para
recoger
los
datos
del
nivel
de
glucosa
en
sangre.
La
incorporación de un sensor que capte dichos niveles de glucosa puede
ser una alternativa muy a tener en cuenta. De esta forma el paciente
podría monitorizar sus niveles de glucosa sin necesidad de tener que
extraer sangre del organismo.
Existen otros tipos de monitorizaciones en los que las etiquetas
podrían
ser
de
gran
ayuda.
Pensemos
por
ejemplo
en
la
monitorización de la actividad de ciertos centros neuronales (figura 5).
Se podrían implantar una serie de etiquetas que captasen la actividad
de dichos centros para poder estudiar y combatir enfermedades de
origen neuronal. Como caso práctico se podrían utilizar en la
captación de disfunciones del sistema neuronal del tracto urinario
inferior. De forma que se podría estudiar la actividad de los centros
implicados con el fin de determinar la causa de la disfunción.
Las monitorizaciones podrían ser pasivas, utilizando etiquetas pasivas
en los casos en los que sea más oportuno (ya que las baterías tienen
una duración limitada) o bien activas mediante la utilización de
etiquetas semi-pasivas pudiendo recoger un historial a posteriori de
los datos captados por los sensores.
Qi
Pves
Qo
AD
AU
ETS
ESS
EMS
σ0
σ1
σ0
σ2 σ3
σ4
σ2 σ3
σ4
Fig. 5. Ejemplo de monitorización en aplicaciones biomédicas utilizando la
tecnología RFID
5 RFID y Web Services
Tal y como se ha visto anteriormente, la computación ubicua se
caracteriza por dotar de computación a casi cualquier elemento del
entorno que nos rodea. Si bien las etiquetas RFID se pueden utilizar
para tal fin, en algunos casos se presenta la necesidad de disponer de
un lector/escritor RFID que permita interrogar a las etiquetas
presentes. También se ha indicado que dichos lectores RFID pueden
estar conectados directamente a una computadora que los controle o
bien pueden disponer de una interfaz de red de forma que estén
conectados a la red.
En estos momentos, en el grupo de redes del Departamento de
Tecnología Informática y Computación de la Escuela Politécnica
Superior
de la Universidad de Alicante, se está trabajando en la
incorporación de una interfaz ethernet a un lector RFID, que además
de eliminar las limitaciones que conllevan los buses RS-232 y RS-485
en cuanto a longitud y número de dispositivos conectados a los
mismos, permita plantear el acceso al lector/escritor como si de un
Web Service se tratara. Esto permitiría el desacople hacia el resto de
los
componentes
del
sistema,
la
utilización
de
protocolos
estandarizados de comunicación, la independencia de la plataforma y
la capacidad de autodescubrimiento entre otros beneficios. De esta
forma se lograría poner en contacto el mundo real y el virtual a través
de los Web Services.
6 Conclusiones
A lo largo del capítulo se ha presentado el concepto de computación
ubicua ideado originalmente por Mark Weiser, se ha descrito el estado
actual de la tecnología RFID y sus principales aplicaciones. Se ha
propuesto la incorporación de sensores a las etiquetas RFID, se han
mencionado sus principales aplicaciones y posteriormente se ha
mencionado la posibilidad de plantear el acceso al lector/escritor RFID
como un Web Service heredando todas las ventajas que de ello se
derivan.
Como se ha visto la tecnología RFID es una herramienta importante
para poder alcanzar la visión de Mark Weiser, la computación ubicua
ya que puede dotar de capacidad computacional a casi cualquier
objeto de nuestro entorno. Es un claro ejemplo de computación
invisible, en tanto en cuanto es capaz de situarse en nuestra periferia
de forma que no le prestemos atención y posteriormente situarse en el
centro de nuestra atención cuando realmente la necesitamos.
La tecnología RFID es económicamente viable, si bien es cierto que el
coste de las etiquetas debe reducirse para poder incorporarlas en
todos los productos de consumo, la paulatina incorporación de las
etiquetas en los procesos industriales producirá una bajada en los
costes en las mismas.
A la tecnología RFID se le puede dotar de conectividad con redes
inalámbricas, ya que se puede incorporar al lector una interfaz de red
inalámbrica, eliminando así las limitaciones de conexión físicas
permitiendo su emplazamiento en casi cualquier lugar.
De la incorporación de sensores y actuadores a las etiquetas RFID se
puede extraer que esta tecnología presenta una interacción con el
medio, ya que es capaz de captar datos del mismo y responder con
acciones. Si además planteamos los lectores RFID como Web Services
podemos concluir que la tecnología RFID permite que el mundo real
sea accesible a través de los Web Services o lo que es lo mismo, la
tecnología RFID puede ser un punto de acceso entre el mundo real y el
virtual.
De las posibles aplicaciones que se le pueden dar a las etiquetas RFID
con sensores cabe destacar las aplicaciones biomédicas debido al
claro beneficio que plantea. Esto da lugar a la siguiente pregunta: ‘Si
existen técnicas y tecnologías que permiten mejorar el diagnóstico y
tratamiento de ciertas enfermedades ¿Por qué la comunidad médica es
tan reticente a adoptarlas?’
7 Referencias
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