quien controla el agua, controla la vida... controla el poder

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La semana Santa es una semana para pensar en los
compromisos que tenemos con el derecho a la vida: de los
seres humanos, de la naturaleza y del planeta mismo en el marco
de la teología de la liberación, los empobrecidos y el altermundialismo
Entrevista al Teólogo brasileño Leonardo Boff sobre los recursos y el poder, la teología
de la liberación, los empobrecidos y el altermundialismo
«QUIEN CONTROLA EL AGUA, CONTROLA LA VIDA... CONTROLA EL
PODER»
SERGIO FERRARI*
ALTERCOM
Si existe un desafío esencial del ser humano en la actual etapa histórica, es salvar la
’casa común’, es decir la tierra. Eso significa, implícitamente, liberar al hombre de un
sistema que ’paradójicamente, y esto es nuevo, ha creado todos los mecanismos para su
autodestrucción’. Así lo define con la simpleza del pedagogo y la claridad del militante,
el Teólogo brasileño Leonardo Boff, en esta entrevista exclusiva, donde el presente y
futuro del alter-mundialismo no quedan afuera.
Rio de Janeiro (Brasil) - 23 de marzo de 2005
P: Cada vez más el Planeta enfrenta una polarización creciente, casi sin retorno?
LB: Da la impresión que las fuerzas dominantes nos llevan a un caos sistémico. Lo
grave es que el sistema ha desarrollado el principio de la auto-destrucción. Eso no
existía antes en la humanidad.
P: Lo dice por las guerras? ¿o es algo más amplio?
LB: Hay quienes bajo la hegemonía de la potencia militarista dominante, quieren
desarrollar una guerra infinita y para ello han montado una máquina de la
muerte. Pero son cobardes, porque lo hacen contra los débiles como Irak o
Afganistán. No lo pueden hacer contra China o Rusia porque eso sí sería el fin
cercano de la humanidad.
De continuar el terror económico, que es la explotación mundial de los recursos de
la tierra - de los países periféricos que son la mayoría- vamos irremediablemente
hacia una gran crisis del sistema. Que no logra hoy su hegemonía por medio de la
persuasión y de los argumentos. Y por eso tiene que usar la violencia, militar,
política, religiosa, ideológica, de los medios de comunicación, del cine, de la
cultura, imponiendo su visión.
Nos confrontamos a una especie de «hamburguerización» de la cultura mundial,
impulsada desde los Estados Unidos y desde occidente. Espero que no sigamos el
destino de los dinosaurios, es decir que la especie humana pueda ser eliminada?
LAS FUERZAS DE ABAJO
P: A pesar de ese panorama preocupante, hay esfuerzos diferentes, de amplios sectores
de la humanidad que buscan alternativas?
LB: Claro, ¡por suerte! Las fuerzas que vienen de abajo, que encuentran su caja de
resonancia por ejemplo en el Foro Social Mundial de Porto Alegre. Es la sociedad
civil mundial con sus movimientos y organizaciones, sectores importantes de
partidos, iglesias, ONG, que piensan en otro mundo. Que afirman que no estamos
condenados a esa monocultura de la dominación impuesta por el sistema vigente?
P: ¿Cómo interpretar todo esto?
LB: Como un proceso. Es muy probable que nazca otro tipo de conciencia,
primero, y que se fortalezca con prácticas y redes de articulación de los que sueñan
y apuestan a utopías?? hasta plantear alternativas. Y este es el sentido de esta gran
ola en movimiento. Nosotros no tenemos la hegemonía. Pero el sistema dominante
tampoco la tiene. Hay una real crisis de hegemonía. Eso hace que este momento
histórico sea de crisis pero no de tragedia. Depende de nosotros convertirlo en un
salto cualitativo. Si no lo logramos, entonces sí será una tragedia muy peligrosa.
Retomo algo del pensamiento de Hegel en su filosofía de la historia. El ser humano
aprende de la historia que no aprende nada de la historia. Aprende todo del
sufrimiento. Todos estamos sufriendo mucho y ojalá que este padecimiento no sea
en vano. Que sea el dolor del parto de una nueva forma de vida social planetaria.
P: La consigna de ’otro mundo posible’ identifica desde hace cinco años al Foro Social
Mundial . En tanto espacio altermundialista por excelencia, ¿cuáles son las dinámicas
o iniciativas a mejorar?
LB: A mi juicio, el tiempo de sembrar y de soñar está transitando su camino. En
estos años hemos acumulado visiones, fortalecido redes. Y ahora pienso que hay
que comenzar a dar pasos en lo concreto.
Sería importante llegar a dos o tres puntos de convergencia mundial, y ponerse a
presionar, y actuar y vivir ya una alternativa.
Si no lo hacemos corremos el riesgo de que los foros sean encuentros muy
interesantes, muy alegres, pero patinaremos sobre nosotros mismos. El riesgo de
contentarse con esto que es muy bello pero insuficiente.
Nos puede pasar como al Vaticano, cuando el Papa ve la plaza de San Pedro
totalmente llena y piensa que todos son católicos. Cuando en realidad una gran
parte son turistas que llegan con programas de agencias de viaje para ver al Papa,
no por fe sino por turismo. No se debe caer en ilusiones.
CONSENSOS MÍNIMOS, LUCHAS CONTUNDENTES
P: ¿ En qué y cómo ’ser más concretos’?
LB: Pienso en dos puntos donde se puede llegar a consensos. El primero, el agua.
Es uno de los aspectos clave de la humanidad. Sólo el 3 % de todo el agua es
potable y de ese porcentaje sólo el 0,7 % es accesible al consumo humano. Y de ese
mínimo, un 80 % va a la agroindustria y queda un escaso 20 % destinado a la
conservación de la vida, las plantas, los animales.
Vamos hacia una gran crisis del agua que va a ser peor que la de los alimentos.
Porque sin agua una persona en cinco días se deshidrata y muere...
Alrededor del agua hay que promover un pacto social mundial que no existe.
Luchar de forma estrechamente articulada contra la privatización. Hay una
corrida frenética de las transnacionales hacia la privatización, porque saben que
quien controla el agua controla la vida y quien controla la vida tiene el poder.
Debemos impedir que el agua entre en el mercado como un producto más.
Debemos confrontar al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional?
quienes piden la privatización de ese vital elemento como condición para asignar
créditos a los países más débiles.
Tenemos que imitar a los indígenas bolivianos que hicieron correr a las
transnacionales francesas.
P: El segundo punto?
LB: Una enorme alianza contra la guerra. Atención, contra la guerra, no por la
paz. A su manera Bush y Pinochet también quieren un tipo de paz. Hay que
pronunciarse contra la violencia de la guerra como instrumento de «solución» de
conflictos y de «orden». Imponer el diálogo diplomático a todo nivel; impulsarlo en
la familia, en las comunidades, entre Estados. Evitar la violencia que es uno de los
peores productos del patriarcado. Y entonces, promover el diálogo incansable, el
intercambio, todo eso que favorezca a la cooperación y a la solidaridad, contra la
competencia que es la lógica del sistema.
Esos son dos puntos donde todos podríamos estar a favor. Y ahí hay que militar.
Hacer grandes manifestaciones. Presionar a los Estados, a las empresas, a los
cuarteles. Denunciar todo lo que es militarismo. Abuchear a los militares donde
aparecen.
Crear una nueva conciencia práctica de una humanidad que ensaya ya, en
concreto, pasos en dirección de un paradigma nuevo de civilización.
II
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN Y ALTERMUNDIALISMO
En tanto, él, uno de los padres fundadores de la Teología de la Liberación (TdL),
Leonardo Boff analiza en este diálogo el presente de la misma, «su estado de salud» y
los desafíos comunes con el pensamiento altermundialista.
P: En la última semana de enero y dos días antes que comenzara la quinta edición del
FSM en Porto Alegre, se realizó en esa misma ciudad, un Foro mundial de teólogos de
la liberación. ¿Qué dejó ese evento de nuevo, de cara al futuro?
LB: Este encuentro mostró el pulso, el ritmo de la Teología de la Liberación. Hay
que subrayar, porque no es evidente para muchos, que ésta sigue existiendo, está
muy viva y es mundial. No son hoy muchas las teologías que tienen presencia en
todos los continentes, tanto en el sur como en el norte. Comprobamos en Porto
Alegre que ha conocido un desarrollo interno, porque todo lo que está vivo, activa
un diálogo permanente con la realidad. No trabaja con certezas sino con juicios
prudenciales, pastorales, como se dice en el dialecto teológico.
P: Cuando menciona ese desarrollo interno, esos cambios ¿se refiere a diferentes
etapas o momentos en la historia de la Teología de la liberación?
LB: A más de 30 años de distancia observamos como tres etapas. La primera
generación, la de Gustavo Gutiérrez, Juan Luis Segundo, Ronaldo Muñoz, la mía,
enfatizó mucho en el pobre económico. Incorporamos una lectura crítica de la
realidad con elementos del marxismo, por ejemplo, que nos ayudaron a
comprender la estructura y funcionamiento de las clases.
En el fondo, para comprender que el pobre no es un pobre, sino un empobrecido.
Su pobreza es el resultado de mecanismos económicos.
La segunda generación, ha descubierto los diferentes rostros de la pobreza: el
indígena, con un gran peso cultural sobre su espalda; el negro, con el trasfondo de
siglos de esclavitud; las mujeres que sufren una cultura patriarcal desde hace casi
20 mil años. A partir de los 90, con la creciente alarma ecológica planetaria,
muchos desarrollaron una eco-teología de la liberación.
Yo, particularmente, me empeñé mucho en esto y publiqué un libro programático,
que se tradujo en varios idiomas, que se tituló: «Ecología: grito de la tierra, grito
de los pobres». Ahí se presenta un teología que ayuda a superar la agresión y
opresión contra el ecosistema. No se trata de una nueva dimensión sino
especialmente de una nueva mirada sobre la totalidad, desde la tierra, desde la
humanidad...Ver como la teología puede colaborar junto con otras fuerzas para
que la humanidad sea más libre.
Porque tenemos sólo esta casa. No se puede mandar a los pobres a vivir a la Luna o
a Marte. Tenemos que resolver aquí los problemas que son nuestros.
P: Entonces, en cierta forma, el foro de teólogos, permitió encontrar esas diferentes
expresiones...
LB: Sí. Hay grupos que luchan contra la pobreza concreta; otros están más en lo
cultural y así diversos acentos. Esto muestra la vitalidad de la Teología de la
Liberación. Otro punto a subrayar, la tercera generación es mucho menos teórica
que las anteriores, pero tal vez está más insertada en la pastoral. Diría que hacen
la teología de la pequeña liberación, en lo cotidiano, desde las comunidades.
P: Viendo los valores de la Teología de la Liberación, ¿no sería el momento de
imaginar una nueva «Teología del Altermundialismo»?
LB: Desde el principio nuestra apuesta fue que una nueva sociedad es posible.
Y que se trata de liberarnos de esta sociedad capitalista, neoliberal, que explota, en
sus distintas variantes, desde hace siglos. Buscando una sociedad más integrada y
humana. Algunos lo formulaban en el marco del socialismo. Nosotros, en Brasil,
más en el marco de una democracia participativa, más radical, no solamente
representativa. Estos parámetros siempre estuvieron presentes.
Lo que resolvimos en enero en Porto Alegre es que nuestros encuentros seguirán al
Foro Social Mundial.
Queremos pensar juntos con los demás sobre el futuro de la humanidad y también
aportar elementos sobre nuestras tradiciones espirituales, éticas, que pueden
completar la visión más global. No tenemos ninguna arrogancia ni pretensión de
hegemonía.
P: ¿Eso quiere decir, una teología modesta, de servicio, de acompañamiento?
LB: Sí. Se puede decir que los cristianos en general tenemos el discurso de la
liberación muy articulado, pero la práctica de la liberación son otros los que la
hacen. Y nosotros queremos hacerla juntos. Hay que ser humildes, cooperativos,
no apartarse de un movimiento global.
Finalmente y esencialmente, que sirva al pueblo. El pueblo es humilde, no tiene
arrogancias ni tiene una visión imperial del mundo.
Quiere que se creen las condiciones mínimas para que cada uno pueda comer dos
veces por día; tener su casita; mandar a sus hijos a la escuela; poder hacerlos
atender cuando están enfermos.
La pequeña utopía de la dignidad mínima de los seres humanos de la cual hay que
estar bien cerca.
Sergio Ferrari
Periodista argentino, colaborador de UNITE, plataforma ONG de voluntariado solidario
Norte-Sur-Norte
ALTERCOM
(Extraído de: http://equiposdocentesbogota.blogspot.com/2012/04/opera-rockjesucristo-superestrella.html
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