(Verificar al momento de su lectura) INTERVENCIÓN DE MÓNICA BOLAÑOS REPRESENTANTE PERMANENTE ALTERNA DE GUATEMALA ANTE LAS NACIONES UNIDAS DEBATE ABIERTO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD SOBRE “DESARROLLO INCLUSIVO PARA EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y LA SEGURIDAD INTERNACIONALES” (19 DE ENERO DE 2015) Señor Presidente, Agradecemos a su delegación por organizar este debate abierto y la participación personal de la Presidenta Michelle Bachelet. También valoramos las presentaciones del Secretario General, Ban Ki-moon, del Presidente de la Comisión de Consolidación de la Paz (PBC), Embajador Antonio de Aguiar Patriota, y de la Presidenta de la Gbowee Peace Fundation Africa, Sra. Leymah Gbowee, de hoy en la mañana. Guatemala considera muy oportuno este debate abierto, que cabe mencionar coincide con el inicio de las negociaciones sobre la agenda de desarrollo posterior al 2015. Nos complace que se profundice, tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General dentro de sus respectivos mandatos, sobre la importancia de lograr un desarrollo que sea inclusivo para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. Consideramos que a través de los años los complejos vínculos entre la seguridad y el desarrollo han sido codificados y esclarecidos en numerosos informes internos y resoluciones de esta Organización – empezando con la Agenda para la Paz de 1992 de Boutros Boutros-Ghali, pasando por el Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005, hasta en el reciente informe de síntesis del actual Secretario General sobre Agenda Posterior al 2015, titulado: “El Camino hacia la Dignidad para 2030”. A pesar de ello, continuamos derivando lecciones de cada operación y misión de mantenimiento y consolidación de la paz. Los desafíos que observamos resaltan cada vez más la interdependencia entre la seguridad, la justicia y el desarrollo en la promoción de la paz duradera y sostenible. Señor Presidente, Sobre este tema hay mucho que decir, así que permítame referirme a cinco puntos: Primero, debemos entender que la pobreza e injusticia social por si solas no necesariamente conducen a violencia y conflicto. Lo que cabe abordar, por lo tanto, son las circunstancias subyacentes como los demás factores complejos que pueden generar un conflicto. Cuando hay elevados niveles de desempleo, sobre todo entre la juventud, y una alta incidencia de pobreza conviviendo con niveles de vida propios del primer mundo disfrutados por una minoría, al menos algunos de los elementos potenciales de conflicto están presente, y éstos deben atenderse, no sólo por consideraciones intrínsecas y éticas, si no, en sus términos más amplios, como una medida de prevención de conflictos. La paz y el desarrollo deben ser abordados de manera integral y coordinada, a nivel de todo el sistema de las Naciones Unidas. Por ello nos complace que la propuesta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluya un objetivo autónomo sobre la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, que pueda facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles. Segundo, para Guatemala, la existencia de la Comisión de Consolidación de la Paz constituye una importante bisagra institucional entre el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, la Asamblea General, y las instituciones de Bretton Woods. Por eso, consideramos que su labor es importante en el desarrollo institucional de las Naciones Unidas. Confiamos que la revisión de la arquitectura de Consolidación de Paz que tendrá lugar este año conducirá a su fortalecimiento y también logrará una mejor coordinación con los Órganos ya mencionados. De igual manera, creemos que el proceso de revisión que llevará a cabo el Panel de Alto Nivel sobre los distintos aspectos generales de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz y las Misiones Políticas Especiales, pueden ayudar a encauzar el uso de estas herramientas para hacerlas más eficientes. Todo con el fin de lograr la solución de conflictos de manera permanente, evitando el repunte de la violencia que, en la mayoría de los casos, socava el trabajo realizado. Tercero, estamos convencidos del papel esencial que desempeñan las mujeres en la prevención y resolución de conflictos; en la promoción de la justicia; en el fomento de la reconciliación; el apoyo al desarme, desmovilización, reinserción social y la reconstrucción de las instituciones nacionales, todos pilares esenciales para la consolidación de una paz duradera. Asimismo, la revisión que llevará a cabo el Panel de Alto Nivel sobre la aplicación de la resolución 1325 sobre mujer, la paz y la seguridad, será muy oportuna. Un desarrollo sostenido de base amplia puede contribuir a abordar las causas profundas del conflicto. Por definición, ello significa incluir a la mujer, que puede desempeñar un papel fundamental en las negociaciones y los procesos de paz; y a los jóvenes, que tienen inmensas posibilidades de contribuir al desarrollo de sus sociedades. Cuarto, quisiera hacer una breve mención al amplio instrumental de diplomacia preventiva a nuestra disposición. Recordemos que el Secretario General en su plan de acción quinquenal incluye avanzar la agenda de la Responsabilidad de Proteger. Mi delegación apoya plenamente esta prioridad, que a su vez contribuye en avanzar el tema objeto de este debate. La Responsabilidad de Proteger busca que todos los miembros de la comunidad internacional cumplan con un patrón de conducta relativo al trato de sus propias poblaciones. Los Estados que no respetan este compromiso básico deben entender que enfrentarán consecuencias. Fueron nuestros propios Jefes de Estado quienes aceptaron conjuntamente este concepto en 2005; lo mínimo que podemos hacer ahora, diez años después, es asegurar que esta agenda continúe evolucionando en su aplicación práctica y operativa. Quinto, para lograr el desarrollo inclusivo es necesario también promover el Estado de Derecho. Esto ofrece el entorno necesario para el desarrollo sostenible, la inclusividad y el crecimiento económico. Como sabemos, el Estado de Derecho ocupa un lugar especial en la agenda de las Naciones Unidas. En este sentido el respeto y la promoción del Estado de Derecho y la justicia deben guiar todas sus actividades y conferir previsibilidad y legitimidad a sus acciones. Por último, consideramos que el Consejo de Seguridad debe continuar su labor en apoyo a los diálogos políticos inclusivos y debe seguir cooperando con todos los actores relevantes para aplicar las lecciones aprendidas y conocimientos adquiridos con el fin de promover la paz y el bienestar humano. La Organización debe seguir prestando atención a estos desafíos. Muchas gracias. 2