Europa limita las estrategias fiscales de las multinacionales

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05/08/2016
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Nacional
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28
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SECTOR
NUEVA DIRECTIVA ANTIELUSIÓN
Europa limita las estrategias
fiscales de las multinacionales
La Directiva reduce la deducibilidad de intereses y se crea la
imposición de salida y una norma contra prácticas abusivas
Xavier Gil Pecharromán MADRID.
Hoy entra en vigor la Directiva de
la UE 2016/1164 -sobre antielusión
fiscal-, que viene a reforzar el nivel
medio de protección de los Estados
contra la planificación fiscal abusiva en el mercado interior y evitar la
doble imposición.
No obstante, la normativa da un
amplio periodo de adaptación a las
empresas multinacionales y a sus
grupos, por lo que no se aplicarán
estas medidas hasta el 1 de enero de
2019, a excepción de los impuestos
de salida, que serán exigibles a partir de 1 de enero de 2020.
Además, los Estados miembros
han de adoptar y publicar, a más
tardar el 31 de diciembre de 2018,
las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias
para dar cumplimiento a lo establecido en la presente Directiva.
La nueva normativa comunitaria
establece medidas contra la erosión
de las bases imponibles en el mercado interior y el traslado de beneficios (o BEPS, base erosion and profit shifting) fuera del mismo.
Para contribuir al logro de ese objetivo, se regula la limitación de la
deducibilidad de los intereses, la
imposición de salida, la norma general contra las prácticas abusivas
y las relativas a las sociedades extranjeras controladas, además de
normas para hacer frente a las asimetrías híbridas.
Se aplicará a todos los contribuyentes sujetos al Impuesto sobre
Sociedades, incluidos los establecimientos permanentes de entidades
residentes en un tercer país.
Limitación de los intereses
Nace la Directiva con la clara intención, no solo de contrarrestar las
prácticas de elusión fiscal, sino también evitar la creación de otros obstáculos al mercado, como, por ejemplo, la doble imposición.
Así, en los casos en que la aplicación de dichas normas provoque
una doble imposición, los contribuyentes deben poder beneficiarse de una deducción del Impuesto
sobre Sociedades pagado en otro
Estado miembro o, en su caso, en
una tercera jurisdicción.
Los costes de endeudamiento excedentarios serán deducibles, en el
período fiscal en que se sufraguen,
sólo hasta el 30 por ciento de los beneficios del contribuyente antes de
intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones -ebitda-.
Además, los Estados miembros
EE
Los Estados deben
transponerla antes
de enero de 2019,
cuando se exigirá
a las empresas
podrán considerar también como
contribuyente a una entidad que esté autorizada u obligada a aplicar
las normas en nombre de un grupo, según la definición prevista en
el Derecho tributario nacional, así
como a una entidad de un grupo,
como se defina en éste, que no consolide los resultados de sus miembros a efectos fiscales.
Imposición de salida
Una sociedad será gravada por un
importe igual al valor de mercado
de los activos trasladados, en el momento de la salida de los activos,
una vez deducido el valor de estos
últimos a efectos fiscales, en diversas circunstancias recogidas en la
Directiva. Así se hará al trasladar
activos desde su sede a su establecimiento permanente en otro Estado miembro o en un tercer país,
en la medida en que, debido al traslado, el Estado miembro en el que
se encuentra la sede ya no tenga derecho a gravar estos activos.
En la misma situación se encontrará la sociedad que traslade su residencia fiscal a otro Estado miembro o tercer país, excepto en relación con los activos que sigan estando vinculados de manera efectiva
a un establecimiento permanente
en el primer Estado miembro.
La sociedad podrá aplazar el pago
del impuesto de salida, fraccionándolo a lo largo de cinco años en el
caso en que traslade activos desde
su sede de dirección a su establecimiento permanente en otro Estado miembro o en un tercer país que
sea parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo (EEE).
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