046_responsabilidad_176.qxp 25/02/2005 11:31 PÆgina 46 RESPONSABILIDAD Liticonsorcio pasivo necesario Responsabilidad solidaria de los agentes de la edificación Autor: RODRIGO GARCÍA, Guillermo. Abogado de Clifford Chance. ([email protected]) Título: Responsabilidad solidaria de los agentes de la edificación: litisconsorcio pasivo necesario. Fuente: Directivos Construcción nº 176 pág. 46 .Marzo 2005. Resumen: El litisconsorcio pasivo necesario trata de evitar que una sentencia pueda afectar directa y perjudicialmente, con los efectos de cosa juzgada, a alguna persona que no haya sido parte en dicho proceso, ni haya tenido la posibilidad de ser oída y de defenderse en el mismo. El objetivo de la LOE en esta materia es que en los supuestos en que no sea posible individualizar la responsabilidad de cada agente interviniente en el proceso edificatorio, todos respondan solidariamente, independientemente de la parte de responsabilidad que pudiera corresponderle a cada uno de ellos. Descriptores: Liticonsorcio/ Responsabilidad/ Agentes de la edificación La jurisprudencia viene aplicando el principio de solidaridad para los supuestos en que la culpa de cada uno de los agentes intervinientes en el proceso edificatorio no pueda determinarse tras el análisis de las pruebas presentadas, en el supuesto de que una situación de vicio ruinógeno respecto de una edificación diera lugar a un proceso judicial. Ello, porque a veces no es sencillo determinar de manera individualizada y absoluta el grado de responsabilidad de los participantes en el proceso constructivo. Para ello, la LOE establece un supuesto de responsabilidad solidaria "legal", en el sentido de que cuando la dirección de obra se contrata de forma conjunta con más de un técnico, todos responderán solidariamente. El proceso constructivo, que comienza con la elaboración del proyecto y culmina con la ejecución y finalización de las obras y su entrega al adquirente o usuario de las mismas, supone un complejo entramado de funciones, actividades y obligaciones de diferentes personas que participan y se interrelacionan en el mismo. Debido a esta interrelación y confusión de actividades, en el supuesto de que tenga lugar una situación de vicio ruinógeno respecto de una edificación, no resulta sencillo determinar Directivos Construcción • 46 de manera individualizada y absoluta el grado de responsabilidad de los participantes en el proceso constructivo. Hasta la entrada en vigor de la Ley 38/1999 de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (LOE), la regulación de la responsabilidad por vicios en la construcción se contenía en el artículo 1.591 del Código Civil. Nuestros tribunales han acogido mayoritariamente en sus sentencias y resoluciones el principio de la responsabilidad solidaria de los agentes de la edificación en aquellos casos en que Nº 176 • Marzo de 2005 046_responsabilidad_176.qxp 25/02/2005 11:31 PÆgina 47 no es posible determinar la proporción en que la ruina es imputable a cada uno de los profesionales que han intervenido en la construcción, como ocurre con frecuencia. Principio de solidaridad De lo expuesto podemos concluir que la responsabilidad consagrada en el artículo 1.591 del Código Civil, basada en la culpa o negligencia de los agentes de la edificación y por tanto individual, podía declararse de forma solidaria para todos los intervinientes, si bien esta solidaridad tendría lugar siempre que no fuera posible determinar la participación de cada uno de ellos. En este sentido, la sentencia del Tribunal Supremo de 2 de junio de 1998, entre otras, establece que la condena solidaria es un medio de dar tutela judicial efectiva a los damnificados, si bien la aplicación del régimen de la solidaridad no impide que en posterior litigio los condenados puedan concretar y depurar sus responsabilidades entre sí, cualitativa o cuantitativamente, incluso su exención, ya que entre ellos no se dio precedentemente situación de litisconsorcio pasivo necesario. El régimen de responsabilidad en el ámbito de la construcción viene establecido en la actualidad en la LOE, cuyo artículo 17 afirma el principio Nº 176 • Marzo de 2005 Fotografía © Stock Photos La jurisprudencia ha venido aplicando por tanto el principio de solidaridad para supuestos en que la culpa de cada uno de los agentes no pudiera determinarse tras el análisis de las pruebas presentadas en el litigio, afirmando el Tribunal Supremo en sentencia de 29 de mayo de 1997 que esta solidaridad "no tiene origen convencional sino que es creación jurisprudencial para hacer posible la tutela efectiva de los derechos conculcados; y no impide que los condenados resuelvan en otro litigio la responsabilidad de cada uno". Cuando la obra se contrata con más de un técnico, todos responden de forma solidaria en caso de defectos en la construcción. general de que la obligación de indemnizar recaerá sobre la persona a la que es imputable el daño, acogiéndose a la regla general de la responsabilidad personal e individualizada tanto por actos u omisiones propios como por acciones u omisiones de personas por las que, con arreglo a la Ley, se deba responder. No obstante la anterior afirmación del principio de responsabilidad individual, la LOE establece una serie de supuestos respecto de los que rige el principio de la solidaridad, si bien esta solidaridad tiene origen legal, y por tanto ya no es de origen y apreciación judicial. En estos supuestos de www.directivosconstruccion.es 47 • Directivos Construcción 046_responsabilidad_176.qxp 25/02/2005 11:31 PÆgina 48 "solidaridad legal" no será necesario que el tribunal tenga que apreciar solidaridad alguna, puesto que ya viene determinada en la LOE. De esta forma, la LOE establece que el promotor siempre responde solidariamente con los demás agentes intervinientes frente a los adquirentes por los daños materiales de un edificio producidos por vicios o defectos de la construcción. De la misma forma, cuando el proyecto haya sido contratado conjuntamente con más de un proyectista, todos los proyectistas intervinientes responderán solidariamente. Según la LOE, el promotor siempre responde solidariamente con los demás agentes intervinientes Asimismo, la LOE establece que el constructor responderá directamente por impericia, falta de capacidad profesional o técnica, negligencia, incumplimiento de obligaciones atribuidas al jefe de obra y demás personas que dependen de él, y si ha subcontratado la ejecución de partes o instalaciones de obras, el constructor será asimismo directamente responsable de los daños materiales por vicios o defectos de su ejecución, sin perjuicio de repetición. Finalmente, el constructor responderá directamente de los daños materiales causados en el edificio por deficiencias de productos de construcción adquiridos o aceptados por él. El director de obra y de ejecución de la obra que suscriban el certificado final de obra serán responsables de la veracidad y exactitud de dicho documento. Además, quien acepte la dirección de obra cuyo proyecto no haya elaborado él mismo, asumirá las responsabilidades derivadas de omisiones, deficiencias o imperfecciones del proyecto. Por último, la LOE establece un último supuesto de responsabilidad solidaria "legal", referido al hecho de que cuando la dirección de obra se contrate de manera conjunta con más de un técnico, responderán és- Directivos Construcción • 48 tos solidariamente sin perjuicio de la distribución que entre ellos corresponda. Sin embargo, tras establecer el principio de la responsabilidad individualizada y especificar expresamente una serie de supuestos en que dicho principio se quiebra a favor de la responsabilidad solidaria "legal" de determinados agentes de la edificación, abre finalmente la LOE en su artículo 17.3 la posibilidad a una solidaridad de estimación judicial, al afirmar que "cuando no pudiera individualizarse la causa de los daños materiales o quedase debidamente probada la concurrencia de culpas sin que pudiera precisarse el grado de intervención de cada agente en el daño producido, la responsabilidad se exigirá solidariamente". Esta solidaridad que la LOE abre a interpretación judicial responde a la anteriormente descrita línea jurisprudencial que el Tribunal Supremo ha establecido históricamente al amparo del artículo 1.591 del Código Civil. Por tanto, parece claro que nuestros tribunales continuarán aplicando mayoritariamente el principio de la responsabilidad solidaria en los supuestos en que no resulte sencillo en la práctica delimitar la proporción de culpa de cada agente interviniente en el proceso constructivo, precisamente dada la complejidad de éste y la interrelación cada vez mayor de los agentes. Liticonsorcio pasivo De acuerdo con la reiterada jurisprudencia del Tribunal Supremo a la luz del artículo 1.591 del Código Civil, el damnificado podía dirigir su acción frente a cualquiera de los obligados solidariamente, esto es, bastaba dirigir la acción frente a alguno de los responsables, por lo que resultaba inaplicable la figura del litisconsorcio pasivo necesario de quienes pueden ser llamados al pleito. Nº 176 • Marzo de 2005 046_responsabilidad_176.qxp 25/02/2005 11:31 PÆgina 50 pecto de la responsabilidad derivada de la construcción de edificios referida en el artículo 1591 del Código Civil, dado el principio de responsabilidad solidaria. Fotografía © Stock Photos Así lo expresaba el Tribunal Supremo en sentencia de 1 de octubre de 1992, en la que manifestaba que es cierto que la exigencia de responsabilidad, en la participación en una obra o construcción de un edificio por vicio o defecto, cuando no es posible separarla con nitidez será solidaria en aras de la seguridad jurídica para el acreedor que permite dirigirse contra cualquiera de los deudores sin perjuicio de las reclamaciones entre los codeudores. "Todo esto viene a significar la ausencia de la obligación de demandar o traer a juicio, a todos los partícipes en la construcción, cuando su responsabilidad resulta solidaria a consecuencia de la indeterminación, ya que por virtud de ese vínculo, la situación procesal de litisconsorcio ya no puede darse por carecer de sus presupuestos" manifestaba el Tribunal Supremo. La aplicación del litisconsorcio pasivo necesario a los juicios relacionados con vicios ruinógenos en la construcción aducen la situación de indefensión en que puede incurrir los agentes de la edificación. El litisconsorcio pasivo necesario persigue evitar que una sentencia pueda afectar directa y perjudicialmente, con los efectos de cosa juzgada, a alguna persona que no haya sido parte en dicho proceso, ni haya tenido la posibilidad de ser oída y de defenderse en el mismo. Como hemos mencionado anteriormente, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha venido reiterando la idea de que la institución del litisconsorcio pasivo necesario no operaba en los procesos iniciados res- Directivos Construcción • 50 Sin embargo, parte de la doctrina ha puesto en duda la anterior interpretación del Tribunal Supremo, al considerar que la responsabilidad solidaria que se aplicaba a la luz del artículo 1.591 del Código Civil tenía origen no legal ni convencional sino judicial (afirmación que, como hemos visto, admite el Tribunal Supremo), y por tanto era una solidaridad impropia no sujeta a los preceptos reguladores de la solidaridad legal. Al ser de origen judicial, esta solidaridad sólo puede declararse al final del proceso una vez que, practicadas las pertinentes pruebas, no pueda determinarse el grado de participación de cada agente en el daño, no existiendo por tanto solidaridad en el momento de entablar la demanda. Por tanto, dado que no existe solidaridad previa al proceso, sino que ésta se determina al finalizar el mismo, el actor debería demandar desde un principio Nº 176 • Marzo de 2005 046_responsabilidad_176.qxp 25/02/2005 11:31 PÆgina 51 a todos los agentes que considere responsables del daño. ningún otro agente que no hubiera sido demandado. Tras la entrada en vigor de la LOE, los autores que defienden esta posición doctrinal han encontrado un mayor fundamento para defender su tesis, puesto que es la misma LOE la que diferencia entre una solidaridad "legal" (en los supuestos concretos que ya hemos mencionado anteriormente) y una solidaridad residual cuya determinación deja al arbitrio de jueces y tribunales (solidaridad, por tanto, de origen judicial y no sujeta a las determinaciones de la solidaridad de origen legal). - En otro estadio, si durante el proceso se acredita que los daños materiales son debidos a la actuación del demandado y de cualquier otro agente que no hubiera sido demandado, en este caso el demandado será condenado, sin que tampoco pueda el tribunal condenar a esos agentes cuya intervención en los daños ha quedado acreditada. En este caso, si el agente que resulta condenado inicia Este mayor fundamento lo encuentran en una interpretación literal del artículo 17.3 de la LOE, puesto que parece claro de su lectura que la solidaridad establecida en el precepto no es previa a la demanda, sino que nace de la sentencia, dado que la prueba de la concurrencia de culpas a la que hace referencia sólo puede declararse en la sentencia, así como la imposibilidad de precisar el grado de intervención de cada agente. - En primer lugar, si durante el juicio y la prueba practicada se concluye que el vicio o defecto no es imputable al demandado contra el que se dirigió el actor, la consecuencia será la absolución de aquél, sin que el tribunal pueda hacer declaración respecto de Nº 176 • Marzo de 2005 Fotografía © Stock Photos Sin perjuicio de lo anterior, la línea doctrinal partidaria de la aplicación del litisconsorcio pasivo necesario a los juicios relacionados con vicios ruinógenos en la construcción aducen la situación de indefensión en que pueden incurrir los agentes de la edificación que, no habiendo sido demandados, se pueden ver directamente afectados por la sentencia de un proceso al que no han sido llamados, y en el que no han sido ni oídos ni vencidos. En este sentido, pueden darse las situaciones que se describen a continuación: El constructor responderá directamente de los daños materiales causados en el edificio por deficiencias de productos de construcción adquiridos o aceptados por él. www.directivosconstruccion.es 51 • Directivos Construcción 046_responsabilidad_176.qxp 25/02/2005 11:31 PÆgina 52 acción de repetición contra estos agentes que no fueron demandados en el primer juicio, el tribunal que juzgue el nuevo litigio se verá vinculado por la resolución anterior (con carácter de cosa juzgada), que establecía la intervención en la causación del daño de dichos agentes, produciéndose una situación de indefensión de éstos causada por el efecto de cosa juzgada de la sentencia de un juicio en el que no fueron parte. La aplicación del liticonsorcio debe hacerse de manera restrictiva y sólo si se demuestra que en la producción del daño han intervenido otras personas que no han sido demandadas Directivos Construcción • 52 - Si, por el contrario, en el primer juicio no se determinó la participación en la culpa de estos agentes que no fueron parte en dicho primer juicio, en caso de que el agente condenado inicie acción de repetición frente a ellos, el nuevo tribunal que resuelva el litigio también se verá vinculado por la sentencia primera, viéndose beneficiados los otros agentes por el efecto de cosa juzgada de la misma. A la vista de lo anterior, parece posible, sobre la base de que siempre es positivo que todos los causantes del vicio ruinógeno sean llamados a juicio (y puedan defenderse en él), admitir la posibilidad de aplicar el litisconsorcio pasivo necesario. En todo caso esta aplicación, para no convertirse en un instrumento que perjudique al propietario-usuario del inmueble (y que, no olvidemos, es el verdadero perjudicado por el daño o vicio ruinógeno), debe hacerse de manera restrictiva, "y sólo si se demuestra que en la producción del daño intervinieron además otras personas que no hubieran sido demandadas y no se puede particularizar en el demandado el concreto daño, sino que obedece el mismo a la actuación también de los demás extraños, es cuando el litisconsorcio pasivo necesario se impondrá con todas sus consecuencias, al no estar integrada correctamente la relación jurídico-procesal sin la presencia como parte de aquéllos", tal y como establece la Sentencia del Tribunal Supremo de 3 de noviembre de 1999. La LOE parece seguir este criterio al introducir en su Disposición Adicional Séptima la posibilidad de que un agente demandado solicite que se notifique la demanda a otro u otros agentes que hubieran intervenido en el proceso de edificación, creando así una figura que denomina a estos efectos como "llamada en garantía". La LOE, dejando clara así la importancia de esta figura, establece que en el supuesto de no comparecencia de los agentes llamados en garantía, la sentencia que se dicte será oponible y ejecutable frente a ellos. Si bien se plantea un problema en la práctica, relacionado con quién deberá abonar las costas derivadas de la llamada a juicio e intervención en él de un agente que finalmente resulta absuelto. En definitiva, en virtud de la aparente admisión del litisconsorcio pasivo necesario (siempre de manera restringida para no conceder a los agentes de la edificación un instrumento que perjudique al propietario-usuario que ha sufrido el daño) y con la introducción de la "llamada en garantía", la LOE pretende que en aquellos supuestos en que no sea posible individualizar la responsabilidad de cada agente interviniente por tratarse de una cuestión de prueba en juicio, en el mismo estén presentes todos los agentes a quienes puede afectar la sentencia correspondiente. Se dejan así de lado los supuestos en que se pueda individualizar la responsabilidad fácilmente, o bien que se trate de los supuestos concretos de solidaridad "legal" que la LOE establece en su artículo 17, a los que no resulta de aplicación, por definición, la excepción del litisconsorcio pasivo necesario. nnn Nº 176 • Marzo de 2005