Anna Adan: "El café con azúcar refuerza la memoria"

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Anna Adan: "El café con azúcar refuerza la
memoria"
Investiga en la UB el perfil de las personas que toman mucho café, si este psicoestimulante
beneficia la actividad de las neuronas y a partir de cuántas tacitas les es perjudicial.
Anna Adan. Foto: ÁLVARO MONGE
ÀNGELS GALLARDO
--¿Es bueno tomar café?
--Sí. Es un estimulante del cerebro. Un activador mental. Si tomas café exprés, de los de bar,
rendirás mejor. Retendrás más datos, sobre todo si no pasas de la dosis adecuada, que
serían unos tres cafés al día. Ojo, si eres hipertenso, cardiópata o tienes acidez estomacal,
abstente del café.
--¿Ayuda a retener los datos?
--Así es. Hemos visto, con técnicas de neuroimagen, que el café de cafetera --no pastillas de
cafeína-- aumenta la alerta, ayuda a estar más atento y activa ligeramente la circulación
sanguínea, en absoluto de forma peligrosa si no estás enfermo. Y, si lo tomas con azúcar, el
café tiene un beneficio más: refuerza la memoria.
--¿Sin azúcar no?
--El café, tomado sin azúcar, mejora la atención y la capacidad de reaccionar ante situaciones
que exigen agudeza mental. Ayuda a tomar decisiones con más rapidez, a que te despistes
menos y se te escapen pocas cosas. Eso lo hace la cafeína y lo hace también el azúcar en
solitario, porque la glucosa mejora el rendimiento cerebral. Lo que hemos observado ahora es
que, tomados juntos, café y azúcar, a lo anterior se añade una clara mejoría en la retención
de datos memorizados.
--¿Cómo lo han comprobado?
--Hemos hecho un estudio neuropsicológico con estudiantes jóvenes. Les leímos una lista de
15 palabras de uso medio, no complejas, y se las preguntamos tres veces, con lapsos de 45
minutos. Hicimos tres grupos: unos tomaron una taza de café sin azúcar --son 100 miligramos
puros de cafeína--, otros bebieron agua con azúcar, y el resto, café con azúcar. Este último
grupo llegó a recordar todos los nombres. El resto, no.
--¿Qué les sugiere este resultado?
--Pues que quien le pone azúcar al café no lo está haciendo mal. Si es cortado, hace el
mismo efecto.
--Los médicos retiran, o prohíben, el café a casi todos sus pacientes.
--Los médicos han estudiado muy poco el café, aunque cada vez lo criminalizan menos.
Empiezan a ser más permisivos. Yo creo que el café, tomado con moderación, no es malo, ni
mucho menos. A partir de seis tazas al día empieza a ser perjudicial. Nunca se debería pasar
de 12 cafés, porque entonces puede causar taquicardia, palpitaciones y alteraciones
cardiovasculares.
--¿Alguien toma 12 cafés al día?
--Sí, sí. Una minoría de ciudadanos llegan a esas dosis muchos días. Los llamamos
vespertinos extremos: son esas personas que no encuentran la hora de irse a dormir y mucho
menos la de levantarse. Si han de madrugar, necesitan poner tres despertadores, y aun así
llegan tarde al trabajo. Y se levantan de mal humor.
--De noche, se encuentran mejor.
--Claro. Son lo opuesto de los matutinos extremos. Entre los dos grupos representan a un
20% de la población. La génesis de nuestra investigación consistió precisamente en ver la
relación de esas personas con el café. Nos planteamos: ¿quien tiene un reloj biológico interno
extremo consume de forma exagerada sustancias psicoactivas para mantener en alerta su
sistema nervioso? Para sorpresa nuestra, no había estudios así.
--¿Y qué han descubierto?
--Que sí. El vespertino extremo consume muchas más sustancias psicoestimulantes que la
población media, o que el matutino extremo. Hablo de drogas legales: alcohol, café y nicotina.
La persona vespertina toma café todo el día. Por las mañanas, se bebe una cafetera entera,
para empezar a funcionar. Los matutinos apenas toman café. Son más de té. Tienen menos
problemas.
--¿Qué ocurre con ese reloj interno?
--Sucede que, como todos los relojes, puede estar bien o mal regulado, y se le puede ajustar,
atrasar o adelantar. Ese reloj es un núcleo diminuto del cerebro, el supraquiasmático, que
funciona aunque estemos aislados en una cueva. Es un mecanismo individual, que nos
distribuye las horas de actividad y descanso. La mayoría de la población ajusta
espontáneamente esos ciclos con los de la luz del sol, y puede madrugar o trasnochar sin
problema. Los extremos, no.
--¿Saben si el café detiene la pérdida de memoria por demencia?
--Esa relación se estudia desde hace décadas, desde antes de que aparecieran los fármacos
que atenúan el alzhéimer. Los laboratorios no paran de hacer pruebas, pero nadie ha dado
con la dosis adecuada. Para conseguir cambios notorios en esos enfermos sería necesario
darles unas dosis altas y peligrosas de cafeína.
--¿Y no es mejor darles unos cafés?
--Si están sanos, sí. Tomar café ayuda a ir conservando la memoria, pero no podemos
considerar que sea un preventivo de la demencia. Sería interesante estudiar a toda la
población amante del café diario para ver si después sufren menos alzhéimer.
--¿Es adictivo, el café?
--Potencialmente, sí, aunque menos que la cocaína y la nicotina.
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