Instituto nacional de fútbol. Departamento de Técnicas de la comunicación. Educar las emociones, educar para la vida. Amanda Céspedes Calderón. Expositor: Carlos Poblete Cepeda. Asignatura: Técnicas de la comunicación. Profesor: Marcela Campolo. Santiago, Chile. 30 de julio 2014. Índice 1. Introducción…………………………………………………………………………………………….....pag.3 2. Resumen …………………………………………………………………………………………………pag.4 3.Autora del libro…………………………………………………………………………………………….pag.5 3.2 breve resumen del libro…………………………………………………………………………….pag.5 3.3 las emociones……………………………………………………………………………………………pag.5 3.4 ¿de dónde provienen las emociones?...........................................................pag.6 4. Funciones de las emociones en los niños…………………………………………………….pag.7 5. Resiliencia…………………………………………………………………………………………………...pag.8 6. Conclusión……………………………………………………………………………………………………pag.9 1.-Introducción: La intención de este informe es realizar un análisis del trabajo de la autora Amanda Céspedes en el libro “educar las emociones, educar para la vida”. Que en apreciación del expositor es un documento que refleja la importancia de la formación emocional de los niños y la incidencia que poseen en la personalidad del futuro adulto. Se investigó cuáles son los elementos y factores que permiten el aprendizaje exitoso del infante tomándolo de una manera holística pero ecuánime al resto, para ello se indagó de donde provienen anatómicamente las emociones, cuáles son los tipos de emociones y sus funciones. Se establece el vínculo fundamental del adulto y el niño, sugiriendo un cambio actitudinal para favorecer la recepción del aprendizaje en el infante. Toda información conceptual fue extraída del libro, como las palabras claves de diccionarios. Y anexos en internet, en páginas respaldadas y plasmadas al final de este informe. 2. Resumen La finalidad de este informe es entregar al lector en una manera sintetizada las relaciones que tienen las emociones de los niños y niñas con su capacidad de aprendizaje, reconociendo en primer lugar la figura del autora y reconociendo su estudios que hacen posible validar su comentario acerca de la educación y aprendizaje del niño a través del adulto. Luego se presenta las emociones como definición, ubicación y función en el ser humano. Finalmente se presenta el concepto clave de resiliencia. En seguida nos daremos cuenta de la importancia y consideración de estos elementos, así como futuros educadores y padres que considerar al niño como un ente que comprende la necesidad de adquirir conocimientos es imprescindible. 3.1 Autora del libro: Amanda Céspedes Calderón es una escritora chilena nacida en el año 1947, proveniente de Iquique. Estudió medicina en la universidad de Chile y realizó una especialización en psiquiatría infantil y juvenil. Posterior a esto y para seguir respaldando sus estudios realizó un posgrado en neuropsiquiatría y neuropsicología infantil en la Universidad Degli Studi de Turín Italia, desde entonces ha realizado trabajos de investigación y escrito libros acerca de la educación y formación de los niños y jóvenes; “niños con pataleta”, “adolecentes desafiantes”, “terapia florar para niños de hoy”,” educar las emociones, educar para la vida” y “cerebro inteligencia y emoción, neurociencias aplicadas a la educación”. Amanda señala su interés por los niños y basa su trabajo en la misma interacción con ellos, al igual que realiza prácticas de rehabilitación de adolescentes con problemas de autoestima, agresividad, decisión y adicción a drogas licitas e ilícitas. Actualmente es docente en la escuela de sicología en la pontificia Universidad Católica de Chile. 3.2 breve resumen del libro. Educar las emociones, educar para la vida plasma allí una mirada que desea cambiar el paradigma del adulto autoritario en busca de uno empático, comprensivo, intuitivo, que sabe utilizar las herramientas para una comunicación afectiva y efectiva con los niños y niñas. 3.3 Las emociones. Según el diccionario las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante. 3.4 ¿De dónde provienen las emociones? En nuestra anatomía tenemos muchos órganos que cumplen funciones vitales. El cerebro cumple la función de coordinación y administración motora y sensitiva de nuestro cuerpo, en una parte de él se ubica un pequeño anexo importante en la manifestación de las emociones, este es el sistema límbico. Sistema límbico también llamado cerebro medio, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral. El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones. La corteza cerebral cubre la mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción. Los lóbulos cumplen y favorecen la funcionalidad de estas estructuras ya que moderan nuestras reacciones emocionales y frenan las señales del cerebro límbico como también desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. En conclusión no hay sólo una parte que ejecuta la manifestación de las emociones, hay agentes reguladores, potenciadores e inhibidores y partes que contribuyen a la expresión de ellas. “las emociones no se adquieren, son innatos o se heredan” charles Darwin. Existen 2 tipos de emociones: Primarias: 1. Cólera: enojo, mal genio, atropello, fastidio, molestia, furia, resentimiento, hostilidad, animadversión, impaciencia, indignación, ira, irritabilidad, violencia y odio patológico. 2. Alegría: disfrute, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía patológica. 3. Miedo: ansiedad, desconfianza, fobia, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico. 4. Tristeza: aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, depresión y nostalgia. Estas manifestaciones las presentamos inclusive al momento de nacer, de igual manera los animales también las expresan. Secundarias: son más complejas 1. Amor: aceptación, adoración, afinidad, amabilidad, amor desinteresado, caridad, confianza, devoción, dedicación, gentileza y amor obsesivo. 2. Sorpresa: asombro, estupefacción, maravilla y shock. 3. Vergüenza: arrepentimiento, humillación, mortificación, pena, remordimiento, culpa y vergüenza. 4. Aversión: repulsión, asco, desdén, desprecio, menosprecio y aberración. 4. Función de las emociones en los niños A medida que el ser humano va creciendo, en todo sentido; se enfrenta a cambios que independiente del grupo etario al que pertenezca es importante la función de las emociones a ese cambio. Los bebes al momento de nacer están completamente capacitados para iniciar un proceso constante, cada vez más complejo e intenso, logrando a los dos meses de vida experimentar un estado de enamoramiento mutuo con su madre, es aquí cuando aparecen una señal inequívoca de la voluntad del bebé por insertarse en el mundo social. Los niños a corta edad cuando saben comunicarse con palabras, tiene claro saber discernir entre lo que le hace sentir alegría y tristeza y están constantemente en comunicación con sus padres o tutores es cuando se enfrentan a la etapa difícil de enfrentar las emociones, ya que sufren escases de intelecto para poder entender la complejidad de estas, es por eso que es fundamental que exista alguien que pueda guiarlos, no alejándolo del dolor, de la tristeza o de la rabia, sino que ayudando a canalizar las emociones que le provocan descontento, y potenciar La alegría existencial, la motivación y la serenidad. Esto llama la autora “armonía emocional”. Los padres son la influencia directa en el desarrollo emocional de los niños. Una madre o un padre indiferente lograrán dar a un niño indiferente y disgustado a la imagen de autoridad, padres consentidores lograran niños emocionalmente dependientes, que no lograran o tendrán mucha dificultad al enfrentar nuevas emociones o aprendizajes, padres que enfatizan su figura de autoridad pero que no lo utilizan con autoritarismo y humillación, son amorosos, dan aprendizaje y ayuda al infante a reconocer nuevos desafío y emociones dan resultado a un niño o niña mentalmente sano. “La familia como agente protagónico en la educación de las emociones”. La labor de los educadores se basa en la canalización de las emociones, educarlos intelectualmente, físicamente o psicológicamente utilizando la potencialidad de ellas y su influencia en el aprendizaje. El docente debe comprender la sicología del niño o niña en el aspecto valórica e intrapersonal, no debe por ningún motivo mezclar el impacto de la salud mental laboral en el aprendizaje de sus alumnos y en el desarrollo emocional de ellos. 5. Inteligencia emocional y resiliencia La resiliencia es la capacidad de volver al estado natural, especialmente después de alguna situación crítica e inusual. En la vida del ser humano es necesario enfrentarse a desafíos, que no siempre saldremos victoriosos, sin embargo lo elemental del control de las emociones es tener la capacidad de volver a levantarse y tomar cada caída como un aprendizaje, valorarlo, no adjuntarlo a evitar el dolor o traumas. Cuando se es pequeño es el periodo en donde más errores se comete y por lo tanto es la etapa en donde más se aprende, la capacidad de resiliencia debe ser motivada por quien educa al niño y este debe aceptarla como algo positivo y elemental, así ese aprendizaje queda hasta la vida adulta. 6. Conclusión Después de la enriquecedora lectura de este libro, puedo concluir como actual educador y futuro entrenador reconocido académicamente, que la educación de un niño es algo delicado, que requiere un trabajo dedicado, minucioso y por nada en el mundo debe ser tedioso. Es fundamental considerar a los niños no como seres carentes de inteligencia, sino como seres hambrientos de aprendizaje y como padres y educadores es nuestro deber saciar esa hambre, con respeto, cariño y paciencia. El tomar en consideración las emociones de los niños y niñas nos ayudará a crear una sociedad tolerante y transformar también a la futura generación en una conciliadora y sana. Es nuestro deber iluminar el camino, no forjarlo, no hay camino, se hace camino al andar.