La Asunción, ____ de _______________ de 2015 U.E. Colegio Guayamurí 6to “___” Realizado por: _______________________________________ OLIMPIADA DE LENGUA Jornada 1- semana 3 ¿PUEDEN PENSAR LOS ANIMALES? La inteligencia emocional de los animales Las primeras reflexiones sobre el comportamiento animal se atribuyen a Aristóteles, en su obra “Historia de los animales”. Más de dos mil años después, Charles Darwin no tuvo reparos al hablar de emociones animales. Es refrescante la naturalidad con la que habla de ellas, justo en la época en la que realiza detalladas observaciones en el Zoológico de Londres. En sus notas comenta lo obvio que resulta el que los animales sienten placer, dolor, felicidad y tristeza. Además pronto se percata de que es en el contexto del juego, donde los animales jóvenes manifiestan una alegría extrema, al igual que los niños de un ser humano. El sistema límbico es el área del cerebro donde se producen las emociones de todos los mamíferos, ayudado por neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Este sistema se compone, además, de un conjunto de estructuras, como son el hipotálamo, el hipocampo, la glándula pituitaria y la amígdala. Las estructuras cerebrales y los comportamientos implicados en las emociones, son comunes en aves, mamíferos y reptiles, por lo que potencialmente todos ellos pueden tener experiencias emocionales. Con el creciente desarrollo del cerebro en los animales aumenta también, naturalmente, su “capacidad espiritual”. Podemos adiestrar a los perros, a los elefantes, a los delfines, a los caballos entre otros, en toda suerte de actos, pues tienen memoria y, por tanto, la capacidad de aprender. Pero sus actos no delatan pensamiento en el sentido humano. Aunque parezca que los caballos inteligentes y los perros calculadores pueden pensar, la verdad es que las pruebas exactas a que han sido sometidos han demostrado siempre, que sólo siguen (con frecuencia inconscientemente, mediante signos, etc.) las indicaciones de sus amos. Sólo cuando un animal no obra en alguna situación particular de acuerdo con las órdenes de su amo, podemos reconocer cierta capacidad de pensar. Pero esto sólo es posible en nuestros parientes más próximos en el mundo animal, en los antropomorfos. Desde los experimentos clásicos de W. Köhler en Tenerife sabemos que los chimpancés son capaces de realizar actos que presuponen la facultad de pensar. No sólo emplean objetos o herramientas, como un bastón que tengan a la mano, para alcanzar un cambur que de otro modo no podrían conseguir, sino también que las fabrican: ensamblando varias barras huecas, colocando varios cajones en forma de “escalera”, “inventan” nuevas herramientas y las emplean inteligentemente. Esto supera ciertamente a lo que pueden hacer el resto de los animales, y en los escalones más bajos de su desarrollo también el hombre usó y fabricó herramientas siguiendo principios análogos. Pero el hombre continuó avanzando y el chimpancé se estancó. Su “pensar” es completamente objetivo y corresponde a las necesidades del momento y está en relación directa con cualquier estímulo actual del medio. El hombre, por el contrario, puede pensar con conceptos, cosas que no puede hacer el animal, por faltarle el lenguaje. Por supuesto, los animales pueden entenderse de mil modos: mediante el contacto de las antenas en las hormigas; mediante las danzas, recientemente estudiadas, de las abejas, con las cuales señalan la dirección hacia donde hay plantas que pueden servirles de alimento; mediante llamadas de seducción, avisos, etc. Pero esto no es hablar en el sentido de expresar conceptos, y de ahí que sea tan difícil para nosotros penetrar realmente en el mundo animal. Velar por la vida de otros Una cría de pájaro malherida cayó al foso de agua de una instalación de primates, en un zoológico de los Estados Unidos. Mientras luchaba por salir del agua sin éxito, apareció un orangután que había observado la escena. Este, con la ayuda de una hoja que arrancó de un arbusto cercano y tras varios intentos, logró al fin rescatarlo del agua. Ya en tierra firme, el gran simio acaricia al polluelo con suma delicadeza, dando muestras de empatía con un ser vivo muy alejado de su especie, y por tanto, con necesidades completamente distintas. Esta anécdota es muy similar a la que relata el primatólogo Frans de Waal, cuyo protagonista fue una hembra de bonobo, quien un día recogió un pájaro que cayó en un foso tras estrellarse contra el cristal del recinto en un Zoo de Inglaterra. Esta hembra se acercó, lo agarró y escaló hasta el punto más alto de la instalación. Entonces, aferrándose al tronco con sus piernas para poder tener las manos libres, la bonobo desplegó las alas del pájaro con mucho cuidado y lo arrojó con fuerza en dirección al exterior del recinto. Desafortunadamente, el pájaro no pudo alzar el vuelo, cayendo de nuevo en el interior de la instalación. La bonobo bajó rápidamente y lo protegió durante horas de sus compañeros hasta que cayó la noche. A la mañana siguiente el cuidador no lo encontró en el recinto. Probablemente se recuperó del shock y pudo retomar el vuelo por sí mismo. De Waal cree que lo importante de este hecho es cómo la bonobo adaptó su comportamiento a las necesidades del pájaro, pues esta conducta hubiera sido completamente absurda para ayudar a otro miembro de su especie. Tradicionalmente, todo lo relacionado con las emociones y la empatía ha sido impopular entre la comunidad científica, especialmente si se trataba de animales no humanos. Se consideraba como un conjunto de efectos secundarios no deseados de la evolución que interfieren en el correcto funcionamiento de la razón. Más datos son necesarios, pero las investigaciones recientes demuestran que los animales y los humanos reaccionamos ante el entorno de una manera similar. De hecho, hoy en día, es más fácil probar que los animales tienen emociones y empatía que lo contrario. Luego de la lectura, contesta las preguntas referentes al texto y realiza las siguientes actividades: 1- ¿Quiénes estudiaron las emociones de los animales según el texto? 2- ¿Qué es el sistema límbico? 3- ¿Por qué se dice que ciertas acciones de los animales no delatan pensamiento en el sentido humano? 4- ¿Quiénes son nuestros parientes más próximos en el mundo animal? Explica. 5- Lee e interpreta el recuadro titulado Velar por la vida de otros escribe tu opinión al respecto. _________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________ _________________________________________________________________________________ 6- Realiza un mapa mental referente a la lectura. El mismo, debe evidenciarse los aspectos formales de la lengua escrita y ser elaborado en una hoja tamaño carta. Se creativo y usa colores. 7- ¿Qué tipo de lenguaje se usa en el texto? Explica. Recuerda la clase de los usos lingüísticos. 8- Realiza la siguiente sopa de letras. PENSANTES A A H P E N S A N T E S G E M C A I C N E G I L E T N I N L O A S A T L E Z E F I C A Z L N G P O N H E F S C T O H O P D R E A B I A P G A P A D O P U A R A C R M A A D E C E O S C V N T E I F A A U C M N N C T H U R T O D E L F A C I L M A I T E C E B A L E E G D T R I S T E Z A C M D I S V I N C U L O T R O R E A I C R R E O L U M I T S E S R T N I O C O N D U C T A B I E N O A D M A X I M O S D R A C P O L F A F H S E M O C I O N E S S G G D O P R E T E A R N U M E R O S R S G S O L V E N T E E R F G H E S P E C I E S A M A Y O R I A ANIMALES EMOCIONES FELICIDAD TRISTEZA ESTÍMULO ESPECIES CAPACIDAD INTELIGENCIA CONDUCTA MAYORÍA 9- Realiza una oración con cada una de las palabras encontradas en la sopa de letras. 10- Estudia las palabras en negritas que se encuentran en el texto, para el dictado de la semana. Recuerda: Realizar tu olimpiada con cariño. Aspectos formales de la lengua escrita. Cuida tu ortografía. Escribe con coherencia, cohesión y adecuación. Realiza todas actividades para obtener tu amarillo. Estudia para el dictado.