UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA TRONCO INTERDIVISIONAL INVESTIGACIÓN MODULAR CON EL TEMA: EVALUACIÓN DEL ESTADO NUTRICIO UTILIZANDO EL INDICE DE MASA CORPORAL EN LOS ALUMNOS DEL TID UAM-X Y LA AUTOCONCEPCION DE IMAGEN CORPORAL. PROFESORA: MARTHA ARACELI ZANABRIA SALCEDO ALUMNOS: ARIAS RODRÍGUEZ ALDO, JACOBO AVILÉS LÁZARO, NARANJO PÉREZ FERNÁNDEZ IJIEL BARAK. 2 DE DICIEMBRE DEL 2004. ÍNDICE 1. Introducción. 2. Marco Histórico 3. Marco Teórico 3.1. Definición 3.2. Clasificación 3.3. Epidemiología 3.4. Factores 3.4.1. Genéticos 3.4.2. Metabólicos 3.4.3. Células adiposas 3.4.4. Sistema nervioso Central 3.4.5. Factores endocrinos 3.4.6. Factores nutricios 3.4.7. Estilo de vida 3.4.8. Factores psicológicos 3.4.9. Factores sociales 3.5. Evaluación del estado nutricio 3.5.1. Índice de Masa Corporal 3.5.2. Circunferencias 3.5.3. Pliegues adiposos 3.6. Tratamiento 3.6.1. Alimentación 3.6.2. Actividad física 3.6.3. Aspectos psicológicos 3.6.3.1. Antecedentes de conducta alimentaria 3.6.3.2 Respuesta conductual 3.6.3.3. Consecuencias 3.6.4. Tratamiento farmacológico 3.6.5. Tratamiento quirúrgico 3.7. Complicaciones 3.8. Prevención 4. Metodología 5. Análisis de resultados 6. Discusión 7. Conclusiones 8. Bibliografía 9. Anexos 1. INTRODUCCIÓN La obesidad ha sido observada en contextos diferentes en cada época. Durante siglos fue vista como un sinónimo de belleza, poder y bienestar físico. Hoy en día la obesidad constituye un problema importante en la salud pública en México, tanto por su impacto en la esperanza de vida, como en la calidad de ésta en etapas productivas. Los problemas de alimentación que tienen los alumnos del TID, ocasionan tanto desnutrición como obesidad, observamos que la preocupación por la imagen corporal ocasiona que existan alumnos(as) altos y muy delgados lo cual representa cierto grado de desnutrición. Por otro lado hay alumnos(as) que son de estatura baja y complexión gruesa, presentando cierto grado de sobrepeso, esto refleja un descuido en su imagen corporal. Estos dos fenómenos representan riesgos de desarrollar enfermedades a largo plazo. Utilizamos el IMC para llevar a cabo la evaluación nutricio en los alumnos del TID, puesto que el IMC es de los medios más eficaces, fáciles de practicar y no se requiere de invertir demasiado en material y equipo, contrastamos estos datos con la percepción que tienen los alumnos de su imagen corporal. Para llevar a cabo este ejercicio aplicamos una encuesta a 15 grupos del TID, con una meta de 200 alumnos por encuestar. En estos alumnos evaluamos la situación en que se encuentran en cuanto a desnutrición, peso normal, sobrepeso y obesidad. Los resultados muestran que un 45% de alumnos se conciben más delgados de lo que realmente son, sobre todo en las mujeres. Y que también un 27% presentan sobrepeso, y un 10% desnutrición. Dificultades que se presentaron durante la encuesta y evaluación de peso y talla: 1. Las básculas que se utilizaron son de uso casero. 2. En los alumnos que se midieron sin quitarse el calzado, se hicieron anotaciones para restar a la talla 2cm por zapatos bajos, 3 tenis, 5 botas y tacones altos. Algunos alumnos se negaron a ser pesados y medidos. De todo esto podemos concluir que la obesidad representa un grave problema de salud para los alumnos del TID de la UAM-X y que una dieta prudente, aunada a un programa de ejercicio con cambios conductuales es una solución, que aunque parece sencilla, no es fácil de implementar. Sin embargo, no debemos desalentarnos y sí esforzarnos por reducir la prevalencia de sobrepeso en nuestro país. 2. MARCO HISTÓRICO La obesidad siempre ha sido tema de discusión, sus distintas concepciones a través de la historia las describe Alfonso Ramos Carricarte(1998). En su libro Obesidad conceptos actuales. Tiempos prehistóricos: Las primeras representaciones de obesidad se remontan a estatuas de piedra, donde se puede observar abultamiento excesivo en el abdomen y piernas. La más conocida es la Venus de Willendor, de la edad de piedra que data aproximadamente 25,000 años y actualmente se exhibe en el Museo de Historia Natural de Viena, representa símbolos de fertilidad o maternidad. Mundo clásico: Hipócrates pregonaba las virtudes de una vida sana en un ambiente saludable. En sus escritos anotó que la muerte súbita es más común en gordos que en flacos. También que la obesidad era causa de infertilidad en mujeres y la frecuencia de las menstruaciones se reducía. Homero describía a Elena de Troya como la bien redondeada y la de mejillas hermosas. La Venus del Milo mide alrededor de 1.52 m de altura, aunque sus medidas son 94-69-96 cm, con muslos de 57 cm y brazos de 33 cm. Una mujer con estas medidas en la sociedad actual estaría bajo régimen dietético. México prehispánico: En numerosos pueblos prehispánicos, el adelgazar significaba peligro e inclusive enfermedad temible. Según testimonios de los cronistas de la época, a Moctezuma se le servían más de 400 platillos diferentes para que seleccionara los de su gusto y repartiera los demás entre los nobles, luego entre la guardia y otros. Había comidas del diario, y ceremoniales o festivas. La diferencia era que durante las fiestas no sólo se preparaban los platillos más ricos y elaborados, sino que además se comía en abundancia. El renacimiento: Los artistas del renacimiento pintaron a mujeres obesas como prototipo de la belleza; Rubens (1577-1640), con el cuadro las tres gracias, Sandro Boticelli (1444-1510), con El nacimiento de Venus, Leonardo de Vinci (1452-1519), con La Giaconda y muchos más. México Contemporáneo: El tipo de alimentación es influido por patrones socioeconómicos. Por ejemplo las personas que proceden de la provincia, que llegan a las grandes ciudades, piensan que el beber refrescos embotellados les da un mayor estatus social que los de su pueblo. La tecnología favorece al sedentarismo y comienzan a proliferar, procedentes de Estados Unidos, los restaurantes de comida rápida, por lo general son concentrados en energía por ser ricos en grasas y azúcares con un valor nutritivo muy escaso. Aparece la comida chatarra. 3. MARCO TEÓRICO 3.1. Definición La obesidad es una enfermedad crónica de etiología multifactorial que se desarrolla a partir de la interacción de la influencia de factores sociales, conductuales, Psicológicos, metabólicos, celulares y moleculares. En general, se define como el exceso de grasa en relación con el peso. (1) 3.2. Clasificación Es posible reconocer cuatro tipos de obesidad con respecto a la distribución de la grasa en el cuerpo. Tipo I. Exceso de grasa corporal o porcentaje de grasa alto independientemente del sitio de acumulación. Tipo II. Exceso de grasa subcutánea en el tronco y en el abdomen (androide). Tipo III. Exceso de grasa abdominal (visceral). Tipo IV. Exceso de grasa en la región glútea y femoral (ginecoide). 3.3. Epidemiología en México Las estadísticas son como un bikini, lo que revelan es sugerente pero lo que disimulan es vital. Anónimo. En México y toda América Latina, los datos epidemiológicos, revelan que en los últimos 20 años se ha experimentado un proceso llamado de transición epidemiológica, en que las principales causas de muerte ya no son las enfermedades infecciosas, sino las crónico-degenerativas.1 En una recopilación de encuestas nacionales sobre la prevalencia de la obesidad en la República Mexicana, se encontró que era del 35%. 2 Dieta y salud. Órgano informativo de Kellog’s sobre la relación entre la nutrición y la salud. Vol. 3. No. 2. 2º. Semestre. 1994. 2 González Barranco J. XXXIV Reunión Anual de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, Ixtapa, Zihuatanejo 28 Nov. 3 dic. 1994. 1 En un estudio que Hernández y col. realizaron encontraron que la prevalencia de la obesidad en mujeres de 15 a 49 años en el norte del país es de 35.3%, el centro con 24.1%, la ciudad de México con 21.9% y finalmente el sur 23.7%.3 En 1993 se estudió la prevalencia por edad de la obesidad, encontrándose obesidad (IMC = 30-34.9) en el 15.3% y muy obesos (IMC = > 35) al 6.1%; (Ver gráfica) la prevalencia por edad se encontró el grupo de los 50-59 años de edad.4 Obeso Muy obeso 30 Porcentaje 25 20 15 10 5 0 < 30 30 - 39 40 - 49 50 - 59 60 - 69 Prevalencia de obesidad por edad. 1993. 3.4. Factores que causan obesidad La etiología de la obesidad por ser multifactorial debe ser analizada desde diversos ángulos, Benjamín Millar(1973) en su libro Salud individual y Colectiva, menciona los principales factores que causan obesidad. 3.4.1. Genéticos El descubrimiento en humanos del gen de la obesidad o gen ob ha cambiado la noción sobre la función de la herencia en el desarrollo de la obesidad. Este gen codifica la proteína leptina en las células adiposas. Aparentemente la leptina actúa a nivel del hipotálamo e influye en el apetito y en el balance energético. 3.4.2. Metabólicos Una anormalidad metabólica básica podría incrementar el almacenamiento energético en el tejido adiposo y producir obesidad. Se podría catalogar al obeso como un sujeto con una eficiencia del metabolismo energético superior al promedio habitual, lo que da por resultado una situación en la que se requiere menos energía y el exceso de ésta se convierte en triglicéridos, que se almacenan en el tejido graso. 3.4.3. Células adiposas Se acepta que el número de células adiposas puede aumentar a lo largo de la vida y no disminuye ante la pérdida de peso. Se ha visto que durante el embarazo la mujer incrementa tanto el número de células como la grasa contenida en ellas (hiperplasia e hipertrofia). 3 4 Hernández y col. Salud Pública de México. 1996; 38:178-188. Dirección General de Epidemiología, S.S.A. Prevalencia Regional de Obesidad. 1993. 3.4.4. Sistema nervioso Central Los mecanismos básicos que regulan el ingreso de energía o el acto comer se localizan en el sistema nervioso central; de manera específica, en el encéfalo. En el humano, los tumores, las inflamaciones o las lesiones en esta zona causan obesidad. 3.4.5. Factores endocrinos La explicación a algunas formas de obesidad se encuentra en el desequilibrio hormonal primario, que al afectar el comportamiento alimentario, el gasto de energía, o ambos, da por resultado un balance energético positivo, con el consiguiente almacenamiento de la energía en el tejido adiposo. 3.4.6. Factores nutricios La sobrealimentación en los primeros meses de edad puede tener mucha importancia para el desarrollo de obesidad. La nutrición materna antes y durante el embarazo llega a ser un factor esencial del peso corporal del individuo al nacer y durante su vida adulta. Mujeres subalimentadas tendrán hijos con bajo peso, además que se predispone al feto a sufrir enfermedades crónicas en la vida adulta. 3.4.7. Estilo de vida La ingesta excesiva de energía y una reducción notable en la actividad física; el consumo de bebidas embotelladas, el adoptar modelos extranjeros de alimentos altos en grasas y azúcares, la comida chatarra, el uso de la tecnología para obtener comodidad o disminuir el trabajo, la vida sedentaria, son sólo algunos ejemplos de factores de estilo de vida que influyen en el desarrollo de la obesidad. 3.4.8. Factores psicológicos La ansiedad, la culpa, la frustración, la depresión y los sentimientos de rechazo y vulnerabilidad; precipitan la sobrealimentación, ya que se substituye a los alimentos como el paliativo a estos padecimientos. Si estoy triste como, si me enojo como, si estoy deprimido como, etc. 3.4.9. Factores sociales La obesidad no distingue clases sociales. Se ha observado que los individuos que se encuentran por debajo de la línea de pobreza (pobreza extrema) tienen una mayor prevalencia de obesidad. Sin embargo la abundancia económica también trae como consecuencia un estilo de vida que favorece el desarrollo de obesidad. 3.5. Evaluación del estado nutricio Esther Casanueva(2001) et al, menciona en su libro Nutriología Médica, los métodos para evaluar el estado nutricio de los pacientes. Para conocer el estado nutricio exacto de una persona, primero habría que medir el porcentaje de grasa y luego la distribución que tiene ésta en el cuerpo; para luego compararla con una serie de valores y referencias aceptadas. La siguiente tabla muestra los distintos métodos de Laboratorio y clínicos para la evaluación del estado nutricio. MÉTODOS COSTO FACILIDAD DE EMPLEO PRECISIÓN IDENTIFICA GRASA POR REGIÓN De laboratorio Tomografía computarizada Muy alto Difícil Alta Sí Resonancia magnética Muy alto Difícil Alta Sí Actividad de neutrones Muy alto Difícil Alta No Densitometría Alto Difícil Alta No Recuento de 40k Alto Difícil Alta No Conductividad (Tobec) Alto Moderado Alta No Ultrasonido Alto Moderado Moderada Sí Agua corporal total Moderado Difícil Alta No Gas soluble en agua Moderado Difícil Alta No Impedancia bioeléctrica Moderado Fácil Alta No Clínicos Estatura y peso (IMC) Bajo Fácil Altaª No Panículos adiposos Bajo Fácil Altaª Sí Perímetros Bajo Fácil Altaª Sí a Depende directamente de un correcto sistema de homogeneización y control de calidad. 3.5.1. Índice de Masa Corporal (IMC) El IMC es un sistema creado para poder determinar el rango en el que se encuentra una persona: desnutrición, normalidad, sobrepeso, obesidad, obesidad grave. El IMC pretende calcular que tanta masa tenemos que sea de tipo adiposo ya que aunque la masa muscular también sube de peso, no es causante de sobrepeso u obesidad. La fórmula para obtener el índice de masa corporal es muy sencilla se basa en dividir el peso en kilogramos del individuo entre la altura del mismo al cuadrado es decir: IMC (kg/m²)= Peso (kg) Talla (m)² Hay variantes a los resultados del IMC porque hay individuos que alcanzan una gran altura en una edad temprana o hay quienes no se desarrollan hasta tener una edad mas avanzada, entonces según la edad el IMC depende en diferentes grados de la estatura; los individuos con mayor estatura tendrán valores más altos de IMC sin que ello implique sobrepeso. También es muy importante destacar que hay diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, por lo tanto también los resultados del IMC se verán alterados. Así que no puede haber una medida arbitraria para los resultados del IMC. Una solución parcial para solventar el problema de la dependencia del IMC respecto a la talla y edad ha sido el empleo de tablas de referencia del IMC de acuerdo con la edad y el género. De tal forma que en vez de hablar de IMC se hace referencia a IMC para la edad. Se han hecho tablas comparativas usando como muestra individuos de EUA, Francia e Hispanos, los hispanos tienen valores más altos que las otras dos poblaciones, lo que sugiere que existen diferencias raciales en éste índice. Por lo tanto también podemos obtener que incluso las diferencias fenotípicas genéticas pueden influir en un nivel diferente de resultados del IMC, por ejemplo se tienen teorías de que hay individuos con segmentos inferiores más cortos que tienen niveles mas altos de IMC pero eso es porque no son tan altos como otros individuos, sin embargo tal vez el resultado se vea afectado por ese tipo de imprevistos que no cubre la fórmula del IMC, también se ha planteado el hecho de que se tienen cajas toráxicas más ancha. También influyen la complexión del individuo, su madures sexual, raza y género. 3.5.2. Circunferencias Consiste en medir el perímetro en su punto más prolongado de la cintura, la cadera, los brazos, piernas, etc. El índice o relación cintura-cadera, se ha propuesto como buen predictor de alteraciones secundarias a la obesidad, donde 0.95 para hombres y más de 0.84 para mujeres es considerado factor de riesgo de presentar enfermedades crónicas. 3.5.3. Panículos adiposos Consiste en medir los pliegues adiposos utilizando un aparato llamado picómetro, se toman medidas de los pliegues del abdomen, brazo, espalda, etc. Los panículos adiposos se han estudiado bajo diferentes perspectivas: como mediciones individuales comparadas con tablas de referencia, como sumatorias o bien mediante la utilización de ecuaciones para el cálculo de la grasa corporal. 3.6. Tratamiento Luis Ortiz Hernández(2002), en un Estudio de Evaluación nutricional. En la revista Médica del IMSS, menciona las recomendaciones necesarias para obtener mejores resultados en el tratamiento de la obesidad. El tratamiento de la obesidad debe ser integral, y el equipo de salud que la trate debe ser multidisciplinario, integrado por un médico, un nutriólogo y un psicólogo.5 3.6.1. Alimentación 5 Normal Oficial Mexicana para el manejo integral de la obesidad. NOM-174-SSA1-1998. Diario oficial de la federación, 12 de abril del 2000. p. 27-34 Al establecer un plan alimentario para un paciente que presenta obesidad, éste debe ser individualizado, y será una dieta hipoenergética equilibrada de no menos de 1200 kilocalorías, para no comprometer el aporte de algunos nutrimentos. Se trata de iniciar un cambio sobre todo en los hábitos de alimentación, ya que la obesidad es una enfermedad crónica y no tiene cura, el tratamiento será de por vida. Al introducir el plan alimentario se pretende que el paciente se acostumbre a consumir poco hasta alcanzar un equilibrio entre la cantidad de energía que se ingiere y la que se consume. Toda dieta debe incluir los nutrimentos esenciales, los cuales son: Proteínas: Ayudan a formar y repones músculos, la piel, la sangre, el cabello, los huesos; además, son importantes para combatir las infecciones, se obtienen de la carne, leche, queso, pescado, fríjol, lentejas y habas. Azúcares. Dan energía para tener fuerza, desarrollar las actividades diarias: correr, jugar, trabajar y estudiar. Los encontramos en los cereales como: maíz, trigo, arroz, avena, cebada y en otros alimentos como papa, camote, miel, cajeta, etc. Grasas: Proporcionan energía y sirven para regular la temperatura del cuerpo, protegen al riñón y corazón, dan forma al cuerpo humano, llevan las vitaminas a su destino. Están presentes en crema, mantequilla, tocino, y en aceites de origen vegetal como el de maíz, olivo, girasol y cártamo, entre otros. Vitaminas y Minerales: El organismo las requiere en pequeñas cantidades y ayudan a: Vitamina A: Mejorar la resistencia del cuerpo contra las infecciones, proteger la vista y evitar la ceguera nocturna. Esta vitamina está contenida en verduras y frutas como: zanahoria, espinacas, acelgas, brócoli, papaya, zapote, chabacano, melón, así como en la leche, queso, hígado y yema de huevo. Vitamina C: Evitar enfermedades respiratorias, favorecer la cicatrización de heridas y evitar el sangrado de encías, se encuentra en frutas y verduras como: guayaba, fresa, piña, naranja, toronja, mandarina, lima, jitomate, pimiento morrón, chile, brócoli y espinacas. Vitamina E: Proteger al organismo de diversos tóxicos del medio ambiente, como plomo, mercurio y ozono; está presente en aceite de origen vegetal, como el de maíz, en cereales integrales y en pescados; cuando el consumo es por automedicación puede producir efectos tóxicos y presentar molestias como: dolor de cabeza, fatiga, náuseas, visión borrosa y problemas digestivos. Ácido fólico: La formación de la sangre, durante el embarazo es necesario para evitar la anemia y prevenir malformaciones del sistema nervioso central en el bebé. Los alimentos que lo contienen son: hígado, huevo, carne, acelgas, quelites, brócoli, trigo integral, nueces y avellanas. Hierro: Llevar el oxígeno a través de la sangre a todo el cuerpo; mejorar el rendimiento y el aprendizaje; lo obtenemos de fríjol, lentejas, garbanzo, hígado, yema de huevo, nopal, chiles secos, espinacas, berros, betabel y alfalfa. Calcio: La formación y crecimiento de los huesos, y es valioso para las funciones musculares normales y la coagulación de la sangre. Está presente en la leche, tortillas, sardina, charales, quesos, berros, semillas de girasol, nueces y almendras. 3.6.2. Actividad física El ejercicio está considerado como una parte integral de la vida, brinda importantes beneficios: mejora el trabajo del corazón, la presión arterial y disminuye el riesgo de tener infartos; reduce los niveles de azúcar y grasa en la sangre y ayuda a bajar de peso; disminuye la tensión nerviosa, favorece el aprendizaje, aumenta la autoestima y la sensación de bienestar. Para iniciar la actividad física que se elija: fútbol, natación, básquetbol, carrera, salto de cuerda, ciclismo, entre otras, se debe comenzar por el principio. Todo programa de activación física debe iniciar por una etapa de introducción que ayuda al cuerpo que se vaya adaptando poco a poco y así, se pueda aumentar el tiempo y la intensidad con la que se realice. Las etapas para iniciar la actividad física son: el calentamiento durante cinco a diez minutos, seguido del ejercicio aeróbico de 10 a 30 minutos y finalmente un período de enfriamiento con ejercicios de relajación de cinco a diez minutos; con esto se asegura que músculos, articulaciones y sistema cardiovascular se adapten a los cambios. No se debe hacer ejercicio hasta tener dolor, ya que se puede provocar o empeorar una lesión anterior. 3.6.3. Aspectos psicológicos Wayne Callaway(1993), et al, en un artículo sobre Obesidad cuatro enfoques terapéuticos. Publicado en la revista atención médica dice que el individuo obeso trae consigo una conducta alimentaria, la cual a pesar de no ser la única causa, sí es importante modificarla para tratar el problema, es por ello que se hace necesaria la intervención del psicólogo, encaminado a la modificación de la conducta. Las técnicas que mejores resultado han tenido son aquellas en las cuales se aplican los principios de Skinner, basados en lo que se ha llamado condicionamiento operante, donde se postula que nuestra conducta opera en función del medio ambiente y genera respuestas que retroalimentan nuestros sentidos, reforzando así una conducta a pesar de que no exista una demanda orgánica. El apetito es un buen ejemplo de este comportamiento ya que cuando es saciado produce placer. En ocasiones alguna sensación de malestar psíquico puede desaparecer o aminorarse mediante la ingestión de alimentos sin que necesariamente se haya sentido hambre. Por lo anterior, se sugiere que una conducta es aprendida y por lo tanto puede ser modificada; por lo que las terapias de conducta en el obeso deben ser encaminadas directamente a: 1. Controlar la ingestión de alimentos. 2. Fomentar la actividad física. Según Skinner para la modificación de la conducta hay tres condiciones para que la terapia sea exitosa: Los antecedentes de la conducta, la respuesta conductual, las consecuencias de la conducta. 3.6.3.1. Antecedentes de conducta alimentaria Pueden tener su raíz en etapas muy tempranas de la vida de un individuo o en etapas tardías en función del ambiente social. Ya identificados estos aspectos se pueden seguir las siguientes estrategias: 1. Eliminar la condición; evitar tener a la mano alimentos listos para consumirse, así cuando surja el deseo de comer tendrá tiempo de pensarlo, hacerlo conciente y buscar otra actividad. 2. Modificar la conducta que no pueda ser eliminada, como en las reuniones sociales no se puede rechazar una bebida. En estos casos deberá beber de manera lenta o pedir una bebida más diluida. 3. Reforzar las conductas que promuevan un buen hábito. 3.6.3.2. Respuesta conductual Se debe trabajar con ciertas acciones que normen una conducta positiva hacia la alimentación. Éstas pueden ser de dos tipos. 1. Recomendar que la alimentación sea un proceso más lento. Que mastique lento, que tome líquidos, que platique, que le de realce al aspecto social de la comida y promueva la convivencia. 2. Sugerir que disfrute de la comida. Por lo general el obeso se siente culpable al comer y esto le causa angustia que alivia con más comida. Se le debe sugerir que deguste el sabor, la textura, el olor y el color de los alimentos. 3.6.3.3. Consecuencias de la conducta alimentaria Se debe restar importancia a las conductas negativas ante las cuales el sujeto obeso cae en la tentación. Habrá que tratar de encontrar la causa, con el fin de hacerla conciente. Al mismo tiempo sumar importancia a las conductas positivas, por ejemplo un descenso en el peso. 3.6.4. Tratamiento farmacológico El uso de fármacos en el tratamiento de la obesidad es un arma de dos filos. Algunos medicamentos, como las anfetaminas, han estado en el mercado por tiempo prolongado y hasta la fecha no han mostrado una ventaja significativa sobre el manejo de la obesidad; por el contrario, pueden llegan a implicar un riesgo serio para la salud. El resto de los fármacos utilizados para este fin pudieran ser atractivos, sin embargo al mejorar un problema pueden causar otro peor, como sucede con las hormonas tiroideas, que en algunos pacientes causa hipertiroidismo. 3.6.5. Tratamiento quirúrgico El tratamiento quirúrgico debe ser el último recurso para el enfermo de obesidad. Debe ser indicado cuando el enfermo tiene dificultad de movilidad, tenga un IMC mayor a 40 o ponga en peligro la vida del enfermo. Los procedimientos quirúrgicos pueden ser de tres tipos: 1. Restricción de la ingestión. Comprende las gastropatías, el balón intragástrico y los alambres en las mandíbulas. El efecto a provocar es la sensación de plenitud y de esta manera obligarlo a que coma menos, ya que de lo contrario se producirá el vómito. 2. Mala absorción de nutrimentos. Esta se ocasiona a través de la creación de un puente yeyunoileal que reduce de manera significativa el tamaño del intestino delgado y por ende la superficie de absorción. 3. Alteración en la regulación del apetito. Comprende la intervención de los mecanismos reguladores del apetito, la vagotomía aún se encuentra en fase de experimentación para el tratamiento de obesos, aunque en los pocos informes de la literatura se menciona una pérdida de peso atribuible a la reducción espontánea de la ingestión de alimentos. 4. Lipectomía. O a la modalidad que se encuentra en boga, la liposucción, este procedimiento consiste en la extracción de tejido adiposo, generalmente se utiliza por razones cosméticas más que como tratamiento para la obesidad. Su principal complicación después de una operación es que puede provocar abundantes hemorragias, además de que no disminuye en forma importante la cantidad de tejido adiposo. Conviene mencionar que estos procedimientos están prohibidos para ser utilizados como tratamiento de la obesidad por la Norma Oficial Mexicana para el manejo integral de la Obesidad. 3.7. Complicaciones Las complicaciones por esta enfermedad se catalogan como crónico degenerativas, la obesidad por ser incurable debe tener un tratamiento y control permanente de por vida. Cristina Hernández Aceves(2003), publicó un artículo en la Revista Médica del IMSS sobre Efectos de la consejería nutricional en la reducción de obesidad en personal de Salud. Menciona aquí algunas de las complicaciones que se presentan en pacientes con niveles muy altos de obesidad: Diabetes mellitus tipo 2 Trastornos endocrinos Problemas respiratorios Hiperuricemia Trastornos digestivos Complicaciones ortopédicas Cáncer Trombosis Várices Alteraciones dermatológicas Presión arterial 3.8. Prevención La prevención de la obesidad debe incluir estrategias de menor ingesta de energía y un incremento en las actividades físicas, al elaborar estrategias de prevención del sobrepeso y la obesidad se contribuye a mejorar la calidad y duración de la vida. En el caso de pacientes con problemas Hipercolesterolemia, diabetes mellitas Tipo2, éstas deben tratarse antes o en conjunción con la pérdida de peso. (3) 4. METODOLOGÍA Para poder evaluar el estado nutricional en los alumnos del TID de la UAM-X, era necesario obtener el Índice de Masa Corporal y compararlo con la concepción de imagen corporal que tienen los alumnos. Usamos como población 15 grupos del TID en los cuales nuestro método era el llegar al salón, pedir al profesor permiso para que nos concediera 10 minutos de su clase para poder entregar las entrevistas y posteriormente pesarlos y medirlos. Usualmente los alumnos cooperaban y nos ayudaban a avanzar en nuestra entrevista pero varias veces nos topamos con alumnos y alumnas que se rehusaron a cooperar y nosotros respetamos su opinión y entonces a algunos no los pesamos, a otros les retiramos las encuestas y ya no les insistimos. Estas ultimas encuestas las pusimos en un apartado donde no pudimos obtener un resultado veraz, incluso una encuestada presentaba 5 meses de embarazo y también anexamos su encuesta al aparatado. Nuestro problema entonces fue el cómo poder medir la autoconcepción de cada individuo y entonces ideamos poner somatotipos de ambos sexos dentro de una encuesta personal en la cual los voluntarios escribieran cual creían era su peso y su talla y que se marcaran dentro de los somatotipos de su sexo (ver anexo I) y entonces cuando terminaran la encuesta, nosotros los entrevistadores, los pesaríamos y los mediríamos para así poder obtener su peso y talla real y con eso obtener el IMC usando los valores de corte publicados en la Norma Oficial Mexicana y así ubicarlos en un nivel realista de su estado nutricional. No encontramos somatotipos adecuados para nuestra entrevista por lo cual nosotros los dibujamos intentando adecuarnos lo mas posible a obtener una respuesta consistente. Se debe tener en cuenta que nuestras básculas no son las mas adecuadas para un análisis clínico ya que tan solo contamos con basculas de uso casero; también para medir la talla usamos cintas métricas de uso casero, esto mismo podría haber afectado los resultados. La mayoría de los encuestados traían calzado y por supuesto ropa entonces decidimos crear una tabla para reducir peso y talla a las personas que usaron botas, zapatos, tenis, etc. CALZADO Tenis Zapatos de vestir Botas Zapatillas bajas Zapatillas altas Huaraches SE DESCUENTA TALLA 2 CM 3 CM 5 CM 3 CM 4 CM 2 CM SE DESCUENTA A PESO 0.4 Kg 0.5 Kg 1.0 Kg 0.3 Kg 0.3 Kg 0.2 Kg 5. ANÁLISIS DE RESULTADOS Se aplicaron 194 encuestas de las cuales 7 fueron inválidas por estar incompletas o porque los alumnos se negaron a ser pesados y medidos por lo cual quedaron fuera del estudio. No validos 7 Mujeres 109 Hombres 77 Total 193 Procedemos a clasificarlos por talla ya que para sacar el IMC es necesario considerar si el alumno es de talla alta o baja, según la Norma Oficial Mexicana se considera la talla baja a los hombres que miden menos de 1.60m y a las mujeres que miden menos de 1.50m. Mujeres Talla Alta 95 Talla Baja 14 Hombres Talla Alta 76 Talla Baja 1 Ahora calculamos el IMC según la fórmula de peso entre talla al cuadrado (Kg./㎡) con la cual obtuvimos los siguientes datos nutricios: Mujeres de Bajo Peso Mujeres de Peso Normal Mujeres de Sobrepeso Mujeres de Obesidad 6 74 12 17 5.5% 67.89% 11% 15.59% ESTADO NUTRICIO DE MUJERES DEL TID UAM-X 16% 6% 11% Bajo peso Peso normal Sobre peso Obesidad 67% Hombres de Bajo Peso Hombres de Peso Normal Hombres de Sobrepeso Hombres de Obesidad 11 43 7 16 14.28% 55.84% 9.09% 20.78% ESTADO NUTRICIO DE HOMBRES DEL TID UAM-X 21% 14% Bajo peso Peso normal Sobre peso 9% Obesidad 56% Para calcular la autoconcepción de imagen corporal comparamos las respuestas de las encuestas contra el IMC contenido del peso y talla registrado por nosotros y esto es lo que obtuvimos. Mujeres que se conciben más delgadas de lo que son Mujeres que se conciben más gordas de lo que son Mujeres que se conciben más cerca de su peso real 50 14 45 45.87% 12.84% 41.28% AUTOCONCEPCIÒN DE LA IMAGEN CORPORAL EN ALUMNAS DEL TID UAM-X 50.00% 45.00% 40.00% 35.00% 30.00% 25.00% 20.00% 15.00% 10.00% 5.00% 0.00% Mas delgadas Mas gordas Mas cerca a su peso real Hombres que se conciben mas delgados de lo que son Hombres que se conciben mas gordos de lo que son Hombres que se conciben mas cerca de su peso real 37 5 35 48.05% 6.49% 45.45% AUTOCONCEPCIÒN DE LA IMAGEN CORPORAL EN ALUMNOS DEL TID UAM-X 50.00% 45.00% 40.00% 35.00% 30.00% 25.00% 20.00% 15.00% 10.00% 5.00% 0.00% Mas delgados Mas gordos Mas cerca a su peso real 6. DISCUSIÓN Como podemos observar el IMC registrado en los jóvenes del TID UAM-X, considerando juntos hombres y mujeres, en sobrepeso tenemos un valor de 10.21% y de obesidad 17.74%. Comparando estos datos con el estudio de obesidad efectuado en 1994 por González Barranco, donde la prevalecía por edad en menores de 30 años es del 15%, lo cual nos demuestra que ambos estudios coinciden. Algo que llamo mucho nuestra atención fue que un 9.14% presenta bajo peso, y esto es porque son personas altas o delgadas, además son jóvenes entre 17 y 21 años. Creemos que esto se debe a la influencia cultural que se recibe de los medios de comunicación, donde se imitan los estereotipos de belleza que ahí se promueven. Esto por un lado nos da una población de bajo peso que corren un riesgo de presentar complicaciones por desnutrición. Por otro lado las personas que están en sobrepeso están predispuestos a continuar subiendo de peso por el estilo de vida sedentario y la alta ingesta calórica. Las personas que presentan obesidad ya sufren algunas complicaciones ocasionadas por la enfermedad. 7. CONCLUSIONES Los resultados esperados fueron totalmente diferentes a los que realmente obtuvimos, nosotros pensamos que encontraríamos una población grande en obesidad y otra grande en desnutrición, pero no fue así ya que en general la mayoría de los individuos están en el nivel de normalidad y en segundo lugar obesidad por lo tanto la grafica fue diferente a la que esperábamos. El realizar las encuestas fue relativamente sencillo gracias a la cooperación de los alumnos y del profesor, aunque, claro, hubo alumnos que se resistieron a cooperar. También pensamos que la mayoría de los alumnos no cooperarían sin embargo la mayoría fue muy amable y muy accesible. El proceso de instalar nuestras basculas y nuestros metros a veces se vieron complicados por el hecho de que los alumnos se encontraban trabajando, platicando o no tenían tiempo para la encuesta y teníamos que pedir orden para que se nos facilitara el método de investigación en general. La falta de interés de nuestros compañeros por el tema produjo que nuestro equipo fuera muy reducido, sólo tres elementos, por lo tanto tuvimos que trabajar mas intensamente y gracias a la cooperación de algunas compañeras que nos ayudaron a hacer las encuestas pudimos terminar a tiempo. En algunos momentos la realización del trabajo fue algo tenso ya que no siempre se pudo tener la disposición de los elementos del equipo pero estamos muy felices con los resultados. 8. BIBLIOGRAFÍA 1. Randolph Lee Clark, Russell W. Cumley, El libro de la Salud. Enciclopedia Médica. Edit. Continental. México. 1981. 2. Millar Benjamín. Salud individual y Colectiva. Edit. Interamericana, México. 1973. 3. Casanueva, Esther. Et al. Nutriología Médica. Edit. Médica Panamericana, 2da. Edición. México. 2001. 4. Ortiz Hernández, Luis. Evaluación nutricional. En revista Médica IMSS. Vol. 40. No. 3. Mayo Junio 2002. P. 223-232. 5. Callaway Wayne, et al. Obesidad: cuatro enfoques terapéuticos. 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