Hacen trampa empresas para evitar sanciones por tirar

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Hacen trampa empresas para evitar sanciones por tirar desechos: JMAS
El Norte
Claudia Sánchez
El presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento en Juárez admite que existen
empresas que aprovechando la legislación le hacen trampa a esta dependencia para evadir
sanciones por tirar desechos al drenaje, incluyendo aceites residuales.
Ernesto Mendoza Viveros, presidente de la JMAS, admitió que al drenaje sanitario le
llegan de una manera o de otra muchos contaminantes con muy alta concentración y
además reconoció la imposibilidad de poder detectarlos para evitar esta situación.
“Procuramos que las empresas, los negocios, domicilios, se atengan, se apeguen a ese tipo
de norma, pero nosotros tenemos a la fecha 422 mil servicios en la ciudad”.
“Darle una vigilancia estricta a 422 mil servicios, cómo, vamos a decir, al 10 por ciento,
que serían los sospechosos o los posibles, darle servicio a 42 mil con qué (personal)”.
El presidente de la JMAS explicó que ellos hacen lo que llama la caracterización de las
aguas residuales, proceso que cumple no sólo con normas nacionales e internacionales.
Sin embargo el realizar el análisis de la calidad del agua que se vierte en el drenaje es
tardado y poco práctico para la JMAS
“Hoy notifico que voy a tomar las muestras, es un procedimiento legal informar los
detalles de la revisión, si no notifico, no tiene validez legal la muestra, tengo que notificar
primero, a partir de que notifico fijo la fecha, me reciben y tomo las muestras”.
Son 18 los parámetros que se analizan en la muestra de agua, se busca plomo, arsénico,
cuestiones de tipo microbiol o viral, eso lo hacen laboratorios especializados que tardan
una semana o hasta 15 días en entregar los resultados.
Aquí, es donde entra la trampa y la poca efectividad de este tipo de muestras que además,
afirmó Mendoza Viveros, son caras.
“Cuál es el efecto de esto, que desde el momento que tengo que notificar, desde ese
momento la empresa hace cosas buenas o cosas malas, pero evita que yo me dé cuenta
que está descargando cochinadas. Un remedio muy fácil es comprar una pipa de agua,
hacer dilución y entonces la concentración de productos malos, ya no es nociva”.
Pero las trampas son variadas y explicó otro caso:
“Una pipa de una empresa va y recoge los desechos en las trampas de grasa de los
restaurantes y lo lleva a un lugar, que nosotros le indicamos, tenemos un sitio destinado
para que ahí viertan, porque sabemos que ahí podemos hacer dilución para que entre a la
planta con niveles aceptables”.
“Estas gentes qué hacen, sacan las trampas, llenan su pipa en la última trampa donde
sacan su desecho, le dan la vuelta a la manzana en una calle de menor circulación, abren
una alcantarilla y ahí la tiran. Hacen esto para evitarse el viaje de traslado hasta el sitio
donde les corresponde tirarlo”.
Hace tiempo, explicó Mendoza Viveros, encontraron una pipa en flagrancia de estas
prácticas, pero no se pudo sancionar, simplemente porque este delito no es tipificado.
Aunque aseguró no minimizar las descargas de aceite de motor que sabe que ocurren por
la informalidad de este tipo de actividad, sí expresó que le preocupan más la descargas de
metales -plomo y acero- que utilizan algunas empresas en sus procesos y que son
imposibles de limpiar.
Además tres mil metros cúbicos de aceite que se estima se tiran por el drenaje y suelo
anualmente (que dijo tirarla al suelo daña, más que tirarla al drenaje). Se diluyen
fácilmente comparado con los cuatro mil 500 litros por segundo que limpian las plantas
tratadoras.
Luego de varios procesos de limpieza que realiza la JMAS en el torrente de agua con
residuos (que recorre el drenaje de toda la ciudad, hasta llegar a las plantas tratadoras) y
de gastar en este proceso aproximadamente 10 millones de pesos al mes en este intento.
El funcionario asegura que a pesar de todas estas descargas de desechos contaminantes el
agua se entrega para el riego en el Valle, con un cumplimiento muy cercano a la norma.
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