el quinto elemento - Institución Universitaria de Envigado

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EL QUINTO ELEMENTO
A manera de introducción, quiero manifestar que el documento ha surgido como parte de una
teoría que se me ha clavado en la mente, producto de la cátedra de Contabilidad Ambiental
servida en la Universidad Cooperativa de Colombia y Contabilidad de Costos servida en la
Fundación Universitaria San Martín, y como compromiso con los estudiantes he tomado la
iniciativa de plantear El Quinto Elemento.
Tomando inicialmente la teoría general de los costos, hablamos de tres elementos, Material
Directo, Mano de Obra Directa y Costos Indirectos de Fabricación; pero de acuerdo a la
dinámica que se da través de los tiempos, hoy en día hablamos claramente de un cuarto
elemento como lo es el servicio de terceros, lo cual no puede tratarse como una mano de obra
debido a que no cumple con todas las especificaciones de ésta.
Este nuevo elemento lo
podemos evidenciar, además, en el decreto 2650 de 1993, plan único de cuentas, en el grupo
74.
Es por esto que hablo del quinto elemento, pues es la posición que le toca por orden
cronológico y cuyo nombre es “EL COSTO SOCIO AMBIENTAL”, ya que es algo que hemos
ignorado pero que es necesario empezar a abordar dicho tema con seriedad, ya que si
analizamos toda actividad empresarial tiene su impacto negativo, bien sea con la producción,
consumo o deshecho; es claro que también tiene su impacto positivo, generalmente en su
consumo, pero ese valor está cubierto en la venta, de lo contrario no se vendería el artículo o
servicio, por lo tanto y por ser del tema, nos dedicaremos a hablar del costo socio ambiental
que generan las actividades empresariales.
Miremos algunos efectos de algunas producciones:
Artículos de madera y papel, generan la tala de árboles, lo que conlleva a la deforestación y
erosión de los terrenos, además del daño que se causa a la biodiversidad de la zona, pues en
esta actividad sufren mucho las especies menores como lo son las aves, las ardillas, insectos
benéficos, etc.
Estos son unos costos que los empresarios no están obligados a cubrir en
forma absoluta, por ejemplo, están obligados a reforestar, pero esto no cubre todo lo que causa
y por esto queda parte del costo sin cubrir.
Con los artículos de cuero, tenemos en primera instancia que se acaba con las especies, el
maltrato a los animales e incluso la forma salvaje en que los torturan para obtener de ellos lo
que necesitan, costo que es irreparable, por lo tanto no hay forma de resarcirlo; lo que debe
obligar al cambio de método, aunque la propuesta es más bien investigativa, con el fin de crear
un artículo que imite o supere la calidad, textura y color de las pieles de los animales que se
sacrifican; pero por el momento el Gobierno debe vigilar y sancionar el maltrato a las especies,
bien sea en la etapa de cría, levante, transporte o sacrificio. En segunda instancia, tenemos
que el proceso para la adecuación del cuero es bastante contaminante, tanto para el agua
como para el aire, pues si eso se quiere constatar, basta con visitar una empresa de
curtimbres.
Pero no solo las empresas de producción contaminan, si miramos empresas de servicio también
encontramos impactos negativos, como por ejemplo:
El servicio de transporte es generador de humo, gases tóxicos, ruido, estrés y accidentes, lo
cual repercute en el medio ambiente y directamente sobre los seres humanos, sin tener en
cuenta la contaminación que genera la chatarra por el mantenimiento y reparación de los
vehículos.
Y si analizamos cualquier proceso productivo, encontraremos que aporta a la contaminación
del aire, del agua, al recalentamiento global o simplemente al ruido, que es una de las grandes
contaminaciones de hoy en día.
Con respecto al consumo, podemos enunciar que las licoreras, los bares, tabernas y
discotecas, generan conflictos sociales debido a la degeneración de los individuos, lo cual
desencadena el maltrato físico y mental en los miembros de la familia y los que rodean al
afectado; por ende, es un impacto social negativo que genera la actividad económica de los
entes enunciados.
En los medicamentos tenemos los efectos secundarios o colaterales, lo cual es un efecto social
negativo.
Hasta la misma música tiene un efecto social negativo con los mensajes subliminares y la
generación de dependencia sentimental y social de los individuos.
El consumo de carnes rojas que actualmente se estudia la posibilidad de que sean generadores
de cáncer debido a la cantidad de medicamentos y hormonas que aplican al animal vivo y a la
cantidad de nitritos y nitratos que aplican a la carne con el fin de evitar la descomposición
rápida de ésta y así poder cumplir el ciclo de sacrificio, preparación distribución y venta.
Y en el campo de los deshechos, podemos hablar de forma global, pues sabemos que las
basuras están generando un problema a nivel mundial, ya que son focos de enfermedades,
malos olores y radioactividad.
Es por esto y mucho más, al entrar en detalle, que se empiece a hablar del quinto elemento en
costos, el cual no debe ser un impuesto que sea administrado por un Gobierno, no, debe ser un
costo que cubra directamente la persona jurídica o natural comerciante, reparando de
inmediato el daño ambiental y social que cause, o mejor aún, que el quinto elemento sea un
costo para evitar un daño socio ambiental.
En todo lo anterior y en la teoría de Carlo Marx, sustento mi teoría de que todas las utilidades
que actualmente generan la personas jurídicas o naturales comerciales, son producto de la
explotación de los recursos naturales y del mismo hombre.
CARLOS FERNANDO HURTADO OCAMPO
COORDINADOR ACADÉMICO – CONTADURÍA PÚBLICA
INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA DE ENVIGADO
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