Hablamos de... El mobiliario de Josep Goday para las escuelas del Ayuntamiento de Barcelona Los Grups Escolars promovidos desde 1917 por la Assessoria Tècnica de la Comissió de Cultura de l’Ajuntament de Barcelona, creados para resolver la grave problemática de escolarización de las clases populares de la ciudad, fueron fruto de una planificación valiente y ambiciosa, constituyendo un proyecto global en el que intervino de forma decisiva Josep Goday i Casals, entre otros, y en el que la pedagogía, la arquitectura, el mobiliario y la decoración formaron parte de un mismo ideal. Texto: Eva Pascual i Miró, historiadora del arte. Fotos: Arxiu Fotogràfic Ajuntament de Barcelona. Arxiu Administratiu Ajuntament de Barcelona. E Vista actual del vestíbulo de la escuela Ramon Llull, donde se conserven dos muebles de las “biblioteques circulants”, así como un banco de la época y ciertos elementos de decoración como platos y grabados. l funcionamiento de la Assessoria Tècnica de la Comissió de Cultura se inicia a principios del mes de agosto de 19171. Se nombró director general a Manel Ainaud (pedagogo y artista) y secretario a Pere Bohigas. Dependiendo de esta dirección general había dos asesores: Josep Goday, encargado de la arquitectura, y Josep Mias (doctor), encargado de las cuestiones de sanidad e higiene. Así mismo, la dirección general tenía dos co- laboradores directos que asesoraban respecto a temas pedagógicos, que eran Ventura Gassol (posteriormente político, que fue Conseller de Cultura de la Generalitat durante los años 1931-1934 y 1936, y periodista), experto en temas de educación elemental, y Francesc Folguera (arquitecto) como experto en educación técnica2. Ainaud fue el encargado de liderar la difícil tarea de dotar a la ciudad de escuelas suficientes Foto: Jordi Puig i Pere Vivas [] y adecuadas para la formación integral de los niños. Las escuelas, aparte de reunir las condiciones técnicas necesarias para la educación y las condiciones higiénicas para el correcto desarrollo de los niños, tenían que ser bellas. El concepto de belleza pasaba a formar parte del ideario educativo, tal como el mismo Ainaud explicó en una conferencia del mes de mayo de 1916, bajo el lema Les escoles belles i les escoles lletges (‘las escuelas bellas y las escuelas feas’), y en el mismo tono se expresó en la memoria sobre las construcciones escolares que editó el Ayuntamiento en 19213. De hecho, Ainaud se hizo eco de una corriente general de opinión, ampliamente recogida en diversos artículos de las publicaciones de la época: Joaquim Folch i Torres, bajo el pseudónimo de Flama, publicó en 1910 un artículo sobre la escuela Mont d’Or (La Veu de Catalunya, Pàgina Artística [Barcelona], nº. 42, 6-X-1910), y al año siguiente un artículo titulado L’art a l’escola (‘el arte en la escuela’) (La Veu de Catalunya, Pàgina Artística [Barcelona], nº. 74, 18-V-1911); de este mismo año son los artículos, de Eladi Homs (pedagogo) 4 y del mismo Folch i Torres, titulados Un viatge a travers de les escoles públiques municipals (‘un viaje a través de las escuelas públicas municipales’) (La Veu de Catalunya, Pàgina Artística [Barcelona], 29IX-1911), también en el número 94 de esta publicación (5-X-1911), bajo el título genérico de Les escoles belles (‘las escuelas bellas’), se recogen tres artículos de Eladi Homs, La escola bella y el noy (‘la escuela bella y el chico’), Joan Bardina (pedagogo y escritor), Les escoles belles (‘las escuelas bellas’) y Josep Maria Folch i Torres (escritor), La bellesa a la escola (‘la belleza en la escuela’). Homs volvió sobre el tema en la misma Pàgina Artística el 4 de julio de 1912, en el artículo L’escola lletja y el noy (‘la escuela fea y el chico’), y el 25 de junio de 1917 la misma publicación recoge un artí- Hablamos de... 1934 por el mobiliario destinado a la Escola Municipal Montessori, de la calle Ataülf, 12 (Arxiu Municipal Administratiu C1-A-4-1, 1/87/5950), y en la misma fecha otra factura del mobiliario de la escuela Casas, realizado a partir de sus diseños. El último expediente hace referencia al mobiliario del Institut-Escola Ausiàs March, de Sarrià (Arxiu Municipal Administratiu C1-A-5-1, 1/87/6000), con factura posterior a la muerte de Goday6. Fotos: Arxiu Fotogràfic Ajuntament de Barcelona El mobiliario y la decoración de los Grups Escolars Las aulas eran espaciosas y luminosas. En la pared del fondo había un gran armario para guardar los trabajos de los alumnos y almacenar el material, tal como se puede apreciar en esta imagen. El aula estaba decorada con piezas de cerámica (mesa del profesor y parte superior del armario), reproducciones de esculturas de época renacentista (parte superior del armario), así como grabados en las paredes (foto arriba). En las aulas también había muebles auxiliares y estanterías colgadas en la pared que configuraban rincones con colecciones, libros o macetas con plantas (foto abajo). culo titulado Els artistes barcelonins en pro de les escoles belles (‘los artistas barceloneses en pro de las escuelas bellas’). En el organigrama de la Assesoría Tècnica la responsabilidad de Goday fue doble. Desde su cargo como técnico del Ayuntamiento, fue el responsable de proyectar edificios, pero también de los estudios de las necesidades propias de cada escuela, diseñando parte del mobiliario, así como redactando las condiciones técnicas de los contratos y la supervisión de los concursos de provisión de muebles y objetos de decoración, tal como se ha podido constatar en la documentación administrativa consultada hasta la fecha5. Sabemos que en 1926 supervisó la construcción de un pabellón dedicado a cantina escolar, con comedor y cocina, así como otras obras en la Vaqueria del Parc (Arxiu Municipal Administratiu C1-A-5-1, 1/87/5998), para la que se construyeron diferentes tipologías de mobiliario de haya y roble. En 1934 redactó el pliego de condiciones técnicas para la adjudicación de todo el mobilia- rio y objetos de decoración del Grup Escolar Collasso i Gil, cuyo edificio estaba a punto de ser finalizado (Arxiu Municipal Administratiu C1-A-5-1, 1/87/6003). En este documento se recogen especificaciones técnicas muy precisas Goday tenía un profundo conocimiento de los sistemas constructivos de los muebles, y de los procesos de acabado en lo referente a materiales, construcción y acabado de los muebles, prescripciones que ponen de relieve el profundo conocimiento que tenía Goday de los sistemas constructivos de los muebles, así como de las técnicas y los procesos técnicos usados en el acabado de la madera. En 1935 Goday conformó, en calidad de técnico, una factura con fecha de 28 de diciembre de El mobiliario estaba específicamente pensado para todas las necesidades de la escuela, confeccionado según las necesidades pedagógicas y de cada grupo de niños, para las necesidades de trabajo y organización de los maestros y del equipo de dirección, así como las de higiene y alimentación. Como en el caso del mobiliario, la ambientación general y los objetos que formaban la decoración seguían un programa que formaba parte del ideal educativo. En los pasillos y los distribuidores de las escuelas se situaban, contra la pared, armarios con perchas, en los que los niños dejaban sus pertenencias antes de entrar en el aula y donde al salir colgaban las batas. La mayoría se cerraban con una cortina de tela, lo que facilitaba el acceso por parte de los niños (y abarataba el coste de construcción), aunque en ciertas escuelas se prescindió de ésta. Los tejidos eran de colores y motivos amables para los niños, como podían ser flores o motivos geométricos. Algunos modelos llevaban dos registros de cajones en la parte inferior o baldas en la parte superior, para permitir guardar los útiles de costura de las niñas. Estos armarios son los que recuerda Francesc Casares7 en sus memorias durante el periodo en que asistió al Grup Escolar Baixeras, que era sólo para niños: “En los vestíbulos, donde daban a las aulas, había un armario pequeño para cada niño en el que guardábamos los abrigos en invierno y donde siempre guardábamos los delantales blancos; esos armarios eran lo suficientemente grandes para que, pequeños como éramos, nos pudiésemos esconder.” Aunque Casares se refiere a armarios individuales, es posible que se tratara de armarios con perchas, es decir, para varios niños. Junto con los armarios, situados en la pared más cercana a la clase había bancos o sillas para reposar. Algunas veces también armarios para el material, aunque lo más habitual era situarlos en las aulas, y en los distribuidores principales y la entrada de las escuelas alguna escultura en escayola, reproducción de obras clásicas. En el interior de las aulas, en las clases de parvulario, había mesas colectivas, para cuatro, con la altura adaptada según la edad de los niños. Las [] Hablamos de... [10] Proyecto de Goday para el armario de material de la escuela Casas, 1934 (arriba). © Jordi Puig i Pere Vivas © Arxiu Administratiu Ajuntament de Barcelona, foto Pep Parer. El armario en la escuela Collasso i Gil, 1934 (abajo). sillas, habitualmente confeccionadas por entero en madera, tanto el asiento como el respaldo, estaban proporcionadas según la mesa, es decir, había sillas bajas para los más pequeños y sillas un poco más altas para los alumnos mayores de parvulario. Este detalle, que actualmente parece obvio, no era nada habitual en aquel momento. Cabe señalar que hasta la creación de los Grups Escolars las condiciones generales de los centros escolares en Barcelona eran muy precarias (salvo algunas pocas excepciones y las escuelas religiosas, gracias a la protección por parte del Estado), tanto en lo referente a las condiciones higiénicas como a las pedagógicas. Niños de diferentes edades compartían la misma aula, sobreocupada, sin ventilación y sin luz suficiente, con mobiliario muy exiguo. Trabajaban en mesas largas y estrechas, siempre orientadas hacia la mesa del educador y la pizarra, uno al lado del otro, sin muchas veces el más mínimo espacio, y se sentaban sobre incómodos bancos corridos sin respaldo. En el resto de aulas de los Grups Escolars las mesas eran bipersonales, como recuerda Casares8, lo cual facilitaba la flexibilidad organizativa, ya que se podían situar aisladas en filas o se podían agrupar permitiendo el trabajo en grupo. Estaban confeccionadas, en muchos casos, con patas torneadas, y en otros, trabajadas con incisiones configurando sencillas molduras. Muchas veces las mesas y las sillas del aula compartían tipología, así como a veces las pizarras y el mobiliario del juguetes, etc., pero también piezas de cerámica popular: jarrones, siempre con flores frescas, y platos. Los grandes ventanales de las aulas, característicos de la arquitectura de Goday, se cubrían con finas cortinas de tonos claros y alegres. Todo ello configuraba aulas cómodas y bellas, tal como explica Francesc Candel: “Las aulas, espaciosas, eran cómodas y alegres [...]”9, y recuerdan otros exalumnos de aquellas escuelas. Aulas muy diferentes a las de las escuelas rurales, como a la que asistió Francesc Casares El mobiliario estaba pensado para cubrir todas las necesidades escolares, confeccionado según las necesidades pedagógicas y de organización profesor o la profesora. Las sillas de los niños tenían, generalmente, asiento de enea o de palma entrelazada y respaldo de madera torneada, tallada o lisa. La situación de la mesa del profesor en el aula no ocupaba el lugar preeminente y las pizarras, movibles, no eran el centro de atención. En la pared del fondo siempre había un gran armario para guardar los materiales y los trabajos de los alumnos, siempre decorado en la parte superior con piezas de cerámica y reproducciones de escultura. A su lado o en otras paredes había baldas colgadas o pequeños muebles auxiliares donde se disponían rincones con libros, colecciones de minerales, pequeñas macetas con plantas, en Vimbodí durante la Guerra Civil: “El aula donde fui era amplia y luminosa, cercana al patio, pero su mobiliario no tenía nada que ver con el de la escuela Baixeras de Barcelona. Los niños y las niñas nos sentábamos en banquetas fijas que formaban parte de pupitres clásicos con el tablero inclinado. La mesa y la silla del señor maestro, como le llamábamos, se elevaban sobre una tarima de madera, como aquellas que en las escuelas del Patronat Escolar de Barcelona se habían abandonado”10. Es especialmente revelador este pasaje, en el que un niño de nueve años se fija en la tipología del mobiliario, dándose cuenta de la incomodidad de la nueva escuela y la diferencia respecto al aula de la escuela de Barcelona. También porque nos dibuja la realidad de las escuelas rurales durante ese periodo, dotadas de un tipo de mobiliario que podríamos denominar tradicional y en el que el maestro era el foco de atención. Aparte de las aulas, también se dotaron a las escuelas con mobiliario específico para la biblioteca, sala de profesores, despacho de dirección, comedor, vestuario y duchas. El mobiliario de las bibliotecas estaba formado por una cantidad variable de armarios, según el espacio disponible, que podían tener puertas o estar abiertos y con baldas, así como por las mesas y las sillas. Éstas podían ser con brazos, aunque en la mayoría de casos eran de tipología similar a las de las aulas, es decir, con asiento de enea o palma entrelazada y con patas torneadas o con incisiones. Esos espacios se decoraban siguiendo el mismo criterio que las aulas. La biblioteca de la escuela Pere Vila es un ejemplo magnífico de ello. La sala de profesores tenía una gran mesa central y un número suficiente de sillones para llevar a cabo las reuniones, así como una pareja de armarios, a menudo de grandes dimensiones, para guardar el material y las pertenen- Hablamos de... (...) existencia de un programa de depósito de obras de arte en los centros de la Junta de Museus platos estaban confeccionados en pisa de color blanco esmaltada con el escudo de la ciudad de color azul estampado sobre cubierta. Los cubiertos, de alpaca o acero inoxidable, dependiendo de los modelos, llevaban también el escudo grabado en el mango. Las servilletas y las toallas eran de algodón blanco y podían llevar bordadas las iniciales de la escuela o el escudo de la ciudad en hilo azul. Cada alumno tenía Proyecto de Goday para la decoración y el mobiliario del parvulario Decroly, posiblemente hacia 1922. un servilletero con un número para guardar su servilleta en el bufete del comedor. La decoración, en esos espacios, se reducía a elementos de cerámica vidriada, platos con escenas tradicionales o campesinas, colgados de la pared. Los vestuarios y las duchas también tenían mobiliario específico, bancos con perchas y muebles con compartimientos para guardar la ropa. Aparte de los espacios anteriores, había aulas especiales para llevar a cabo trabajos en equipo, aulas para enseñanza artística y talleres. Eran espacios amplios, en los que los alumnos se situaban según el tipo de trabajo que debían realizar. Había mesas grandes, para hasta diez niños, para facilitar el trabajo en grupo. Se trataba, en todos los casos, de mobiliario utilitario, alejado de las tipologías de las aulas, con las patas rectas y sin ningún tipo de ornamento. Los escolares se sentaban en sillas similares, con las patas y el respaldo lisos y el asiento de enea. Un aspecto importante en las escuelas era la educación artística. Las aulas de educación artística y los talleres estaban dotados del material necesario: caballetes para pintar, peanas para situar los originales que servían de modelos, bancos de trabajo, armarios para almacenar los materiales y herramientas, etc., aparte de hornos de cerámica y herramientas de carpintería, por ejemplo. En el caso de las niñas, también había mobiliario específico para costura. © Arxiu Administratiu Ajuntament de Barcelona, fotos Pep Parer. cias de los educadores, con espacio para colgar prendas de ropa. El mobiliario del despacho de dirección estaba formado en todos los casos por un armario, mesa principal con sillón, mesa auxiliar, varias sillas auxiliares y, en ciertos casos, algún fichero o mueble auxiliar. El armario, de tres cuerpos, servía para almacenar y guardar todos los útiles y material de oficina. Justo delante se situaba la mesa de dirección, que tenía un par de cajones frontales, y patas torneadas o talladas y fiadores de hierro forjado. La mesa auxiliar presentaba, en todos los casos, una tipología similar a la principal, igual que el sillón de dirección y las sillas auxiliares. El fichero y otros muebles auxiliares podían estar situados en un extremo del despacho o en alguna dependencia anexa. Cabe señalar la localización de pinturas ganadoras de premios en exposiciones del periodo en una de las escuelas. Según parece, en contra de lo habitual, nunca fueron ingresadas en museos, lo cual sugiere un posible programa de depósito de obras de arte en las escuelas por parte de la Junta de Museus, con Folch i Torres en la dirección, tal vez trabajando de acuerdo con Ainaud11. El mobiliario de los comedores también estaba minuciosamente pensado, mesas, sillas y bufetes formando parte del mismo conjunto tipológico. Las mesas, similares a las de las aulas, de patas torneadas, pero más sencillas y prácticas, podían ser rectangulares, para cuatro niños, o circulares. Las sillas eran también similares a las de las aulas, pero de formas más sencillas. Junto a las paredes había un número determinado de bufetes, armarios bajos con un amplio tablero y baldas que se empleaban para situar los alimentos que luego se servían, y que también se utilizaban para guardar la vajilla y otros utensilios para comer. En los comedores se empleaban útiles especialmente confeccionados para uso escolar. Las soperas, fuentes y [11] La escuela, la casa de los niños Las escuelas proyectadas por Goday eran un lugar confortable para los niños, donde se sentían cómodos, con un mobiliario y una decoración adecuada, espacios específicos para las diferentes actividades y donde los educadores tenían los recursos necesarios, así como espacios propios. La escuela estaba pensada para ser un lugar agradable, bello, que los niños hicieran suyo, es decir, la escuela pensada como la casa de los niños. El análisis de las tipologías del mobiliario y la decoración remiten a esta idea. Efectivamente, la tipología de los muebles de las escuelas, ya sea los conservados como los reflejados en la documentación gráfica de la época y los de los proyectos de Goday conservados, no difiere sustancialmente de los tipos con que se amueblaban las viviendas de la época, y aunque modificados para adaptarlos a las necesidades particulares, son similares al de cualquier casa. Las láminas o grabados enmarcados, los platos colgados y los jarrones son también un recurso decorativo habitual. Los útiles del comedor, concretamente la vajilla, están confeccionados siguiendo los modelos de las vajillas de porcelana, aunque realizados con pisa blanca, un material menos costoso, adecuado para un entorno escolar. Los Grups Escolars supusieron “una de las reformas de carácter socioeducativo y pedagógico más avanzadas de nuestra historia –puede que la que más– y de la Europa de la época”12, pero aparte de ello, para los niños y niñas fue una experiencia de felicidad y conocimiento, tal como lo demuestran los recuerdos de aquellos niños. Éste es un sentimiento general. Francesc Candel recuerda13 que “Los profesores y profesoras eran, la mayoría, jóvenes y muy capacitados; la enseñanza era extensa y eficaz […]. Los escolares recibían gratuitamente una capacitación primaria profunda y exitosa que incluía asignaturas de secundaria.” Enric Hernández Roig, aparejador y lingüista (padre de una buena amiga), consideraba que [12] Hablamos de... © Arxiu Administratiu Ajuntament de Barcelona, foto Pep Parer. guramente más por desconocimiento que por razones de presupuesto, aunque también por este motivo), lo cual ha permitido que se conserven hasta la actualidad. Este extremo nos ha confirmado, una vez más, que los muebles se conservan si se hace un uso continuado de ellos, a la vez que pone de manifiesto la gran calidad constructiva del conjunto, así como su adecuación a las necesidades educativas. Los muebles de Goday Proyecto de Goday para el armario del despacho de Dirección de la escuela Casas, 1934. todo lo que sabía lo había aprendido durante sus años en el Grupo Escolar Baixeras. Dolors Palet, en el excelente documental sobre el 75 aniversario de los Grups Escolars realizado por el Institut d’Educació de l’Ajuntament de Barcelona recuerda, de sus años en la escuela Pere Vila, la fortuna de haber recibido aquella educación. Una educación que hacía que los niños se sintieran parte de la ciudad, tal como explica Francesc Casares en sus memorias: “[...] El Ayuntamiento de Barcelona abastecía a los niños de estas escuelas de material escolar adecuado, que era suministrado gratuitamente. Eso permitía a los maestros proyectar sobre aquellos niños el correspondiente discurso democrático basado en las ideas de solidaridad y responsabilidad: –Niños, fijaos bien: estos blocs, estas libretas, estos lápices que os hemos repartido, los libros que utilizaréis, todo esto os lo da la ciudad de Barcelona, es decir, todos los ciudadanos, porque vosotros también lo sois. Por tanto, debéis hacer un buen uso y consideraros mucho más privilegiados que muchos niños, puesto que sus padres les tienen que pagar todo.”14 Una ciudad que amaba sus escuelas, puesto que ellas tenían que ser el fundamento de la Catalunya ciudad, ideal del pensamiento noucentista. Pero esta situación cambió drásticamente al final de la Guerra Civil, con la dictadura franquista, que inició una política de adoctrinamiento y control ideológico, con un ideario basado en ideas conservadoras, del fascismo y el integrismo religioso, que desmanteló todo el sistema educativo del periodo anterior. El cuerpo de docentes fue uno de los más represaliados justo después de la guerra, los maestros y las maestras fueron depurados, lo cual comportó, en muchos casos, la expulsión definitiva del cuerpo. Paradójicamente, el régimen franquista utilizó el mobiliario y no varió nada de la decoración de los edificios de Goday (se- La actividad de Goday trascendió el campo de la arquitectura, desarrollando trabajos de técnico (tal como ya se ha explicado), pero también como diseñador e interiorista. Así, participó directamente en el diseño y la creación del mobiliario para las escuelas y dictó las pautas y escogió, junto con los técnicos de educación, los elementos de decoración que adornaron todas las dependencias escolares. El estudio de los proyectos del arquitecto han permitido establecer una serie de diseños y realizaciones de mobiliario, algunos de los cuales se han conservado y se hallan actualmente en uso, lo cual ha posibilitado el establecimiento de las constantes de la producción. Los diseños de Goday, lejos de presentar los mismos parámetros (un aspecto que parece lógico, puesto que se trata de muebles escolares y que, por tanto, podían confeccionarse en serie, similares para todos los centros), son siempre diferentes. Adaptó las formas de sus creaciones al cariz arquitectónico de cada centro, dando lu- partir de 1931, en época de la República. Esta tipología la forman los muebles denominados Biblioteques circulants, anteriores a 1921 y actualmente en la escuela Ramon Llull, el armario de dirección y el banco “dels porxos” de la escuela Casas de 1934, las mesas de patas onduladas de la biblioteca de la escuela Pere Vila, presentes también en la escuela Casas y en la Lluís Vives, proyectadas entre 1920 y 1921, el armario de tres cuerpos de la escuela Baixeras, el armario ropero proyectado para la escuela Casas y la mesa de dirección de 1934. Esta línea de mobiliario está inspirada en los modelos de mobiliario castellano, fundamentalmente, pero también en los catalanes, del renacimiento y el barroco. Se trata, pues, de mobiliario en consonancia con la arquitectura de Goday y que comparte plenamente los postulados noucentistes de recuperación de las soluciones formales de estos periodos. Formalmente no difieren de otras propuestas similares, como las de Francesc de Paula Nebot en sus “Projectes d’amoblament escolar” (Proyectos de mobiliario escolar) que formó parte del “Projecte d’Escola per a nois i noies” (Proyecto de escuela para niños y niñas) de mayo de 1915, en el que aparece el diseño de un sillón de patas torneadas y asiento de enea y una mesa de patas de lira y fiadores de hierro forjado, o de la propuesta de Jeroni Martorell para la Biblioteca Popular de Calella de 1931, en el que aparecen mesas de patas torneadas con fiadores de hierro forjado15. Goday co- Como en el mobiliario, la ambientación general y los objetos de la decoración seguían un programa que formaba parte del ideal educativo gar a conjuntos mobiliarios diferentes en cada edificio. En todos los casos se trata de muebles de un fuerte componente utilitario y práctico, sólidos, planificados y realizados para perdurar. El mobiliario se puede agrupar en tres tipologías consecutivas, aunque la aparición de nuevas formas no comportó, en ningún caso, el abandono de la anterior y aparecen en todas las escuelas. Sus creaciones siguen tres líneas fundamentales: mobiliario resultado de la reformulación inspirada en los modelos castellanos del renacimiento y el barroco, mobiliario con fuerte componente práctico y utilitario, con formas sobrias y sencillas de tono popular, y mobiliario de formas racionalistas. Mobiliario de inspiración renacentista y barroca Este grupo de muebles corresponden al primer periodo de la Comissió de Cultura, entre 1917 y 1923, aunque también se confeccionaron a nocía de primera mano y a la perfección las características formales y constructivas del mobiliario de los siglos xvi al xviii, tanto gracias a su trabajo en la Junta de Museus como por sus viajes, así como por los catálogos y las numerosas exposiciones celebradas en Barcelona durante el periodo en el que proyectó y supervisó la producción de mobiliario. Cabe recordar que en 1881 se celebró la Exposición de Artes Decorativas, en la que toda la sección tercera se dedicó a muebles modernos (exponiendo, bajo esta denominación, mobiliario renacentista y barroco), entre los que destacaba, con el número 39, una arquimesa de pie de puente del siglo xvi, mientras que la sección séptima estaba dedicada al arte antiguo16. Años después, en 1902, se celebró la exposición Art Antic, organizada por la Junta Municipal de Museus i Belles Arts17, en la que también se expuso mobiliario. En 1918, en la Exposició d’Art celebrada en el Palau de Be- Hablamos de... la de arquitecto que había ganado. Durante sus años en la Junta se procedió a acabar el edificio y a la instalación de las obras del Museu de Belles Arts Antigues i Modernes, que fue inaugurado por el alcalde de Barcelona, Antoni Martínez Domingo, el 7 de noviembre de Adaptó sus diseños de mobiliario al cariz general de la arquitectura de cada centro concreto 1915. No es demasiado aventurado pensar, aunque no disponemos de información documental, que Goday, como técnico de museos, fuera el encargado de supervisar los trabajos de finalización de las obras arquitectónicas y de la instalación de las obras de arte del museo. Conforme a sus atribuciones, seguramente, participó en la coordinación del traslado de las obras, así como en la conservación, el enmarcado y la instalación de los retablos, sin duda, también en la documentación de todos los objetos de la exposición permanente y de reserva. Durante este periodo, la Junta siguió con la política de adquisiciones de periodos anteriores, aunque variándola para clarificar los objetivos, lo cual permitió dirigir los esfuerzos hacia la adquisición de obras renacentistas y barrocas (que se denominan antiguas) y, a medida que se realizan descubrimientos, hacia la adquisición de arte románico y gótico catalán (denominadas arqueológicas). Los años en los que trabajó Goday fueron prolíficos en depósitos, compras y donaciones de obras de todas las épocas, desde monedas y encuadernaciones hasta cerámica arqueológica, pasando por retablos, pinturas y muebles, por citar algunos ejemplos. En lo referente a mobiliario, Proyecto de Goday para los bancos “dels porxos” de la escuela Casas, 1934 (arriba). Proyecto de Goday para los muebles de costura del Grup Escolar Collasso i Gil, 1934 (abajo). © Arxiu Administratiu Ajuntament de Barcelona, fotos Pep Parer. lles Arts, Antoni Ruiz presentó un comedor de estilo renacentista español18, de acuerdo con los repertorios imperantes en el gusto de la producción de mobiliario de aquellos años. En 1923 de celebró en Montjuïc la Exposició Internacional del Moble i de la Decoració d’Interiors, en cuya junta participó Foment de les Arts Decoratives, del cual Santiago Marco era presidente desde 1921. La exposición tenía diferentes secciones, entre las que cabe destacar el proyecto sobre la casa obrera promovida por el FAD con el “Concurs per al decorat de l’Habitatge Humil” (Concurso para la decoración de la vivienda humilde), que trataremos más adelante, y una Sección retrospectiva en la que se expusieron reconstrucciones de salas de diferentes periodos con mobiliario y objetos originales, la mayoría, y algunas reproducciones. Las salas estaban dispuestas a modo de stands, para que el público pudiera admirar los conjuntos, perfectamente ambientados, correctamente. Estaban estructuradas, según los periodos, en: sala románica, sala gótica, sala renacentista, sala barroca castellana del siglo xvii, sala barroca mallorquina del siglo xviii, sala barcelonesa de la última década del siglo xviii, sala barcelonesa de inicios del siglo xix y sala romántica barcelonesa del 1860. Los proyectos de la sala romántica y la sala mallorquina corrieron a cargo de Oleguer Junyent (pintor y escenógrafo). En las fotografías de la Guía del visitante19 se puede apreciar que se expusieron armarios, sillones, sillas y bargueños de los siglos xvi y xvii de origen castellano. La Junta de Museus de Barcelona organizó el mismo año la exposición “l’Amoblament i els atuells de la casa antiga a Catalunya” (El mobiliario y los utensilios de la casa antigua en Catalunya), en la que se expuso un bargueño aragonés con decoración de marquetería del siglo xvi, un bargueño castellano dorado y policromado del siglo xvi, así como dos braseros del siglo xvii, diversas lámparas de los siglos xvii y xviii y otros muebles20. Así mismo, es seguro que sus obligaciones en la Junta de Museus de Barcelona contribuyeron a sus conocimientos sobre mobiliario. En 1912 Goday ganó la plaza de oficial técnico de los museos de la Junta de Museus de Barcelona, en la misma convocatoria en la que Joaquim Folch i Torres ganó la plaza de ayudante de biblioteca (recordemos que ambos eran discípulos y colaboradores de Puig i Cadafalch (arquitecto, historiador del arte y político, que fue presidente regidor de Barcelona y de la Mancomunitat de Catalunya, e impulsó las excavaciones de Empúries, el importante estudio sobre el románico catalán, entre muchas otras cosas, que en aquel momento era vocal de la Junta de Museus). Goday ocupó la plaza hasta su renuncia en 1917 para incorporarse a [13] Hablamos de... [14] Esteve Palauzie hizo donación de un mueble de inicios del siglo xix y se procedió a la compra de una arquilla con pinturas mitológicas del siglo xv a J. Pondevila, viuda de Ralny20. Seguramente Goday se encargó de inventariar, junto con Folch i Torres, todas las obras. Aparte de los trabajos habituales de inventario, documentación y conservación, Goday elaboró informes (en 1912 elaboró un informe sobre las copias que se estaban realizando de las pinturas de Sant Pere de Terrassa), redactó el catálogo de la sección de arte moderno del museo, que entregó a la Junta en el mes de marzo de 1917, y colaboró en la edición de Les Creus d’argenteria a Catalunya, de J. Gudiol i Cunill, que publicó la Junta en 1920, en el que se recogían las obras expuestas en la exposición iniciativa de la misma con motivo del I Congres d’Art Cristià celebrado en Barcelona en 1913. También participó en la organización de otras exposiciones, como la que el mismo año se celebró sobre la Reforma de Barcelona, comisariada por el concejal del Ayuntamiento Francesc Carreras i Candi (político e historiador), para la que la Junta escogió y facilitó las obras (dibujos, grabados y acuarelas) que se expusieron en el Palau de Belles Arts22. Mobiliario de inspiración popular El segundo grupo de mobiliario, con un fuerte componente práctico y utilitario, con formas sobrias y sencillas de tono popular, configura una tipología que aparece a partir de 1924 y que se prolongará durante el resto de la trayectoria del arquitecto. Está formada por el armario de material de la escuela Casas de 1934 y los muebles para costura, los armarios de colecciones y material modelo M, el armario librería modelo F, el armario modelo C, el armario modelo B, los armarios de librería modelo G y los armarios con baldas modelo H proyectados para el Grup Escolar Collasso i Gil. También los armarios con puertas de paneles de vidrio montados sobre estructura reticular de madera (cuarterones): armarios de clases de la escuela Lluís Vives, Ramon Llull i Baixeras, los armarios de material de la escuela Ramon Llull i Lluís Vives y los armarios de material, el armario de biblioteca y la estante- © Arxiu Administratiu Ajuntament de Barcelona, fotos Pep Parer. Proyecto de Josep Goday para los muebles de las “biblioteques circulants”, anterior al 1921. (arriba). Imagen de uno de los bargueños de las “biblioteques circulants.” Esta tipología permitía disponer de una pequeña biblioteca en cualquier rincón del aula. (abajo). ría para colgar de la escuela Baixeras. Referente a esta tipología, no disponemos actualmente de documentación que permita la atribución de los ejemplares con paneles de vidrio a Goday, aunque no dudamos que fueron proyectados por el arquitecto, puesto que la tipología se corresponde a la perfección con los cierres proyectados en sus edificios. Se corresponden también con las puertas de la planta de dirección del Grup Escolar Baixeras, la primera escuela que proyectó y que se inauguró en 1924. Esta línea de mobiliario, sencilla y de inspiración popular, se corresponde formal y conceptualmente con la ideología del noucentisme. Tal como expresan Peran, Suàrez y Vidal en el catálogo sobre la exposición del noucentisme “El mundo de la tradición popular, desde los modelos arquitectónicos hasta los oficios tradicionales, es concebido por el noucentisme como el verdadero motor del descubrimiento de valores esenciales y, en consecuencia, también debe orientar su proyecto moderno.”23 Tal como demuestran en los diseños del mobiliario de Goday, fueron las formas inspiradas en el repertorio tradicional las que abrieron el camino hacia las formas racionalistas. La tipología evidencia la ideología expresada por el FAD, con Santiago Marco como presidente, en su proyecto sobre la casa obrera en el marco de la Exposició Internacional del Moble i de la Decoració d’Interiors de 1923. Santiago Marco, presidente de la entidad desde 1921, toma la decisión de que el FAD pase a formar parte, en 1922, de la Junta Directiva de la exposición, y al año siguiente redacta Per la bellesa de la llar humil. Recull d’orientacions (‘por la belleza del hogar humilde. Orientaciones’), un conjunto de recomendaciones para el concurso que se convocó para el diseño de ambientes, mobiliario y objetos inspirados en la cultura tradicional y popular catalana. En 1924 los muebles presentados al concurso pasan a amueblar las tres plantas de la nueva sede de la entidad en la calle Pietat, 4, de Barcelona. En 1929 el FAD organiza el ciclo de conferencias “L’art popular i la llar humil” (El arte popular y el hogar humilde) y en 1932 se crea la sección “Per la bellesa de la llar humil” (Por la belleza del hogar humilde) en la entidad, y Santiago Marco, ideólogo y principal impulsor de esta corriente, publica Per la humanització del moble (‘por la humanización del mueble’). Dos años más tarde, la sección para la belleza del hogar humilde celebra un curso de especialización sobre la composición del hogar. Aunque el interés fundamental del concurso es la creación de tipologías de mobiliario de calidad asequibles para las clases obreras, en la exposición se mostraron tres piezas de mobiliario escolar con los números 15, 16 y 1724 de los cuales, desafortunadamente, no se indica el autor y no ha sido posible localizar imágenes. Este dato demuestra que el interés del concurso, aparte del mobiliario doméstico, también era el escolar, un aspecto que se relaciona directamente con el ideario que impulsó la creación de los Grups Escolars, centros públicos para facilitar la educación a los hijos de los obreros, pero a los que asistieron también niños y niñas de otras clases sociales. A partir de este concurso, el FAD, bajo la dirección de Marco, se hizo altavoz de un movimiento encaminado a mejorar las condiciones de vivienda y de vida de los obreros. Pero el movimiento no se centró exclusivamente en la entidad, por ejemplo, en 1926 Joaquim Pla Cargol (publicista y erudito, hermano de Sebastià Pla Cargol, que fue director del Grup Escolar Casp) publicó Art popular i de la llar a Catalunya: les arts humils, els treballs en ferro, les ceràmiques i els vidres, les estampes i el gravat, la masia (‘arte popular y del hogar en Catalunya: las artes humildes, los trabajos en hierro, las cerámicas y el vidrio, las estampas y el grabado, la masia’), con prólogo de Joan G. Junceda (dibujante). Por otro lado, el análisis del mobiliario de las escuelas hace pensar en una posible colaboración de Goday con Marco, más allá de las ya conocidas, como el Pavelló de la Ciutat de Barcelona para la exposición de 1929 (pero en la que no participó el FAD). Efectivamente, las formas de este grupo de muebles, así como el conocimiento de las características y los sistemas constructivos y de los acabados, tal como aparecen en las condiciones técnicas para los concursos de dotación de los Grups Aspecto actual del mueble en el CEIP Ramon Llull de Barcelona. de otro estudio. Mobiliario racionalista La línea de mobiliario de tono racionalista aparece a partir de 1934 y está formada por los bancos del vestuario, el fichero y, sobre todo, la mesa de dirección del Grup Escolar Collasso i Gil, inaugurado en 1934. Cabe entender esta línea como el paso siguiente de la evolución formal del grupo de mobiliario anteriormente tratado, en correspondencia con la arquitectu- Fueron las formas inspiradas en el repertorio tradicional las que abrieron el camino hacia las formas de aire racionalista Escolars, así lo hacen pensar. No creemos aventurado pensar que la relación se inició años antes de su colaboración en el pabellón y que posiblemente Goday consultó ciertos aspectos técnicos a Marco (excelente ebanista que en 1920 había abierto taller propio, después de trabajar en el de Vidal) sobre mobiliario. Creemos que la colaboración se centró, fundamentalmente, en la asesoría respecto a aspectos técnicos y constructivos (aparte de la influencia ideológica del FAD), lo cual no puede, en ningún caso, desmerecer el trabajo de Goday como proyectista de mobiliario. Por otro lado cabe señalar que, en el curso de las investigaciones, hemos podido observar in situ otros muebles, aparte de los de Goday, que remiten formalmente a soluciones adoptadas por Marco25, aunque este aspecto sería motivo Foto: Joan Massats Hablamos de... ra de esta escuela. Otros Aparte de estos muebles para los Grups Escolars, Goday proyectó también mobiliario para un ala del parvulario Decroly, posiblemente hacia 1922. Se trata de seis proyectos de mobiliario diverso: una librería baja (200 cm de anchura y 35 cm de profundidad), una cómoda con cuatro cajones y con puertas (160 cm de anchura máxima y 58 cm de profundidad), una silla alta para bebés con sistema de sujeción, una cuna, una silla con asiento de enea y una lámpara. También proyectó la ambientación interior y planificó la distribución del espacio. La tipología de este mobiliario, fundamentalmente la librería y la cómoda, es una derivación de los modelos de estilo isabe- lino (hacia 1860), reformulados adaptándolos a las necesidades y la estética de un centro para niños pequeños. Goday recubre sus muebles con pintura blanca, luminosa y limpia, con cenefas pintadas de color ocre, y los decora con motivos florales pintados. Proyecta sillas, pintadas a conjunto con los muebles anteriores, con asiento de enea, con las patas y los travesaños del respaldo torneados, de igual manera que las patas y los barrotes de la silla alta y los barrotes de la cuna, también la lámpara de techo, con una pantalla de colores para iluminar el espacio. El proyecto general de ambientación interior nos ofrece una sala luminosa, con un amplio espacio central con los muebles contra las paredes. La decoración se basa en el uso de recursos pictóricos en las vigas del techo (de color azul con cenefa en color tostado) y la cenefa perimetral de la parte superior de la sala. Las paredes están adornadas con cuadros (recurso similar al de las escuelas) y un escudo de la ciudad de Barcelona, posiblemente en relieve y de estilo gótico. La decoración se complementa con una cortina que cubre la puerta de entrada, con un cromatismo a juego con el de las lámparas, y un par de alfombras de tonos claros. También incluye la distribución en planta del mobiliario: las sillas altas en la parte central de la sala y situadas en torno a las alfombras (posiblemente sobre las que jugaban los niños) y de las cunas, situadas cerca de las ventanas. La ambientación y la decoración Aparte del mobiliario, Goday se responsabilizó de la ambientación general y los elementos [15] Hablamos de... de decoración, que formaron parte indisoluble, junto con el mobiliario, del proyecto global de cada escuela, en las que la ambientación, al servicio de la educación, tuvo tanta importancia como el edificio. El arquitecto, posiblemente, escogió esculturas y tipologías de objetos y controló su suministro, tal como aparece en las condiciones técnicas del concurso referente al de Grup Collasso i Gil. No sorprende la intervención de Goday en este campo, como tampoco la tipología de los objetos, dada su densa trayectoria profesional en diferentes campos. Cabe recordar que en 1897 inició su colabora- importantes, como son la escultura de Asclepio y la cabeza de Afrodita, reproducciones que se observan en las fotografías de época de las escuelas. Durante el periodo en el que Goday trabajó en la Junta de Museus se ocupó, aparte de lo ya enumerado, de “la clasificación de la colección de reproducciones y la orientación de ésta hacia los modelos de escultura románica catalana que encargó de reproducir a nuestro taller de moldes”, tal como escribió Josep Maria Folch i Torres, en aquel momento director general de los Museus d’Art de la ciutat26, después de la muerte de Goday. Goday fue responsable de la ambientación y de los elementos decorativos que son inseparables del mobiliario de cada grupo escolar ción en el despacho de Josep Puig i Cadafalch, durante la carrera, junto con Antoni Falguera, y colaboró en la investigación y el estudio de la arquitectura románica en Catalunya, realizando numerosos viajes para realizar planos y dibujar elementos, que culminó en la publicación de la obra de 1909 a 1918. Durante este tiempo, a partir de 1908, Puig i Cadafalch fue el promotor de las obras de excavación de Empúries. No es imposible que Goday, colaborador de su despacho, de investigaciones históricas y discípulo, participase en las excavaciones, y sabemos por una carta a su esposa que el 15 de agosto de 1912 estaba en Empúries. En 1909 se realizan dos descubrimientos Fotos: Arxiu Fotogràfic Ajuntament de Barcelona [16] Imagen de una aula de parvulario del Grup Escolar Collasso i Gil. Los niños trabajaban en mesas de cuatro y se sentaban en silla adaptadas a su altura. Efectivamente, la Junta de Museus tenía en plantilla a un escultor-vaciador (Lluís Belau), que se encargaba de realizar reproducciones. Cabe señalar también que el Museu de Reproduccions fue uno a los que la Junta, desde sus inicios, había destinado mayores recursos, adquiriendo, realizando e intercambiando reproducciones de obras clásicas, renacentistas y barrocas. Siguiendo la política habitual, la Junta de 1912 a 1917 (etapa en la que trabajó Goday), adquirió de manera sistematizada reproducciones de obras clásicas, y la Comissió Especial d’Instal.lacions propuso que las adquisiciones se centraran en obras de yeso de ejemplares clásicos, griegos y romanos. Unos años antes, en 1908, el vaciador italiano Guiseppe Lelli ofreció la venta de reproducciones en yeso de obras de Luca y Andrea della Robbia y de Donatello, aunque no se estimó conveniente la adquisición. En 1910 la Junta procedió a la reproducción en yeso de la escultura de Asclepio mediante la técnica de moldeado. También se hicieron vaciados y reproducciones de elementos arquitectónicos escultóricos de monumentos catalanes de época medieval (sobre todo capiteles), que tan bien conocía Goday. Desde 1907 la Junta destinó un presupuesto anual para llevar a cabo estos trabajos, y durante el periodo que nos ocupa se reprodujeron los principales monumentos bajo la competencia del técnico que era Goday. Aparte de las reproducciones de yeso, la Junta también encaminó su política hacia la realización y la adquisición de fotografías de monumentos, supervisado también por Goday, algunas de las cuales fueron instaladas en 1915 en las salas del Museu de Belles Arts Antigues i Modernes27. La relación de Goday con las reproducciones de yeso a partir de moldes no se limitó a las esculturas o los elementos escultóricos clásicos y medievales, sino que intervino, también, en la reproducción de objetos. ”Exposició de Creus Artístiques Parroquials i de Terme” (Exposición de Cruces Artísticas Parroquiales y de Término) fue organizada conjuntamente por el arzobispado de Barcelona y la Junta, y a causa de su gran éxito, el FAD propuso la realización de reproducciones fotográficas de todas las cruces para ser expuestas luego en el museo o depositadas en la Biblioteca [de Catalunya] Hablamos de... para su consulta, y la edición de un libro con todas las imágenes. Tal como explica Maria Josep Boronat: “La junta ve con gran satisfacción la petición [...]. Se designa a los vocales Josep Puig i Cadafalch y Manuel Rodríguez Codolà para que se encarguen de la realización de la iniciativa referida, disponiendo de la colaboración del ayudante técnico Josep Goday, para el estudio de la técnica constructiva estructural, y del escultor-vaciador Lluís Belau, para la reproducción plástica de los detalles de los ejemplares de referencia, y quedando autorizados a acudir a mosén Josep Gudiol, conservador del Museu Artístico-Arqueològic de Vic, experto conocedor de esta tipología, con el fin de encargarle las descripciones que sea conveniente redactar.”28 Estos datos nos ofrecen una nueva visión de Goday, que trasciende el campo de la arquitectura, como coordinador y responsable de una de las obras fundamentales en la historiografía del arte catalán29 y responsable de la dirección de la confección de los vaciados, conocedor de las técnicas y las posibilidades de las reproducciones de yeso; no es extraño, pues, que incluyera reproducciones escultóricas de yeso o escayola en la decoración de las escuelas que proyectó. Los modelos escogidos entraban de lleno en la ideología del noucentisme, tal como reseñan Perán, Suàrez y Vidal: “En la tradición clásica mediterránea el noucentisme busca un origen mítico que legitime sus ideales a la vez que encuentre unas pautas idóneas, formales y temáticas para la creación.”30 Pero Goday no se limitó a los clásicos (Asclepio, Victoria de Samotracia, relieves del Partenón, etc.), sino que escogió también modelos escultóricos y relieves del renacimiento italiano, entre ellos los de Della Robbia, parece que muy apreciados en el momento. No se limitó a decorar sus escuelas con yesos, sino que incluyó también reproducciones de obras pictóricas en grabados, fundamentalmente, así como en fotografías. En todos los casos estaban convenientemente enmarcados siguiendo el gusto de la época. En muchos casos estos grabados fueron suministrados por la empresa Escultura y Pintura Decorativa Renart, con sede en la calle Diputación, 271, de Barcelona. Joaquim Renart, reconocido exlibrista, era el representante de la firma familiar, que poseía un establecimiento y un taller dedicado a la decoración, así como una imprenta en la que se realizaron algunos de los grabados observados en las escuelas. Renart fue uno de los fundadores del FAD en 1903 (Rodríguez Codolà fue el primer presidente) y participó en las exposiciones oficiales celebradas en Barcelona en 1907 y 1911, en las que fueron premiados algunos de sus diseños. También tomó parte en la Exposición de Arte de 1918, en la sección del FAD, y en la ya comentada exposición de 1923 del mueble, presentando en la sección tercera un stand (n.º 114) con las creaciones de la firma, y que también fue galardonado. Finalmente, la huella de Goday se puede apreciar, también, en las tipologías de las cerámicas que adornaban las aulas y las que empleaban los alumnos. Así, la presencia de numerosos útiles de cerámica de Talavera con decoraciones tradicionales son, con toda seguridad, encargos de algunos de sus viajes por la Península. Conclusiones Este estudio es una primera aproximación al mobiliario de los Grups Escolars proyectados por Josep Goday, sin duda futuros trabajos revelarán nuevos e interesantes datos. Sin embargo, el estudio nos revela una nueva visión del arquitecto. Goday aparece como una personalidad poliédrica, que aparte de su trabajo como arquitecto, fue técnico de museos, proyectista de mobiliario, con un profundo conocimiento de historia del mueble, de las técnicas constructivas y de los acabados de la madera. Tenía conocimientos de sistemas de reproducción y de moldes de escultura, así como de historia de la cerámica hispánica. Participó en obras fundamentales de la historiografía del arte catalán, impartió clases y dirigió estudios sobre el arte románico. Personaje extremadamente activo y culto, es conveniente revisar su contribución en lo referente a su trabajo como técnico de museos de la Junta de Museus y durante las campañas de excavaciones de Empúries, así como su contribución, que no dudamos en calificar de decisiva31, en los estudios de las artes del objeto. En lo que atañe al mobiliario y la decoración de sus escuelas, es imprescindible la realización de un estudio en profundidad, mediante el inventario y la documentación de todos los elementos, para asegurar la conservación de este importante patrimonio milagrosamente32 conservado hasta nuestros días, ejemplo magnífico de un momento excepcional y luminoso de la historia de la ciudad de Barcelona, y para el que las instituciones tienen el deber de velar, en justa correspondencia con el trabajo, el trabajo bien hecho, llevado a cabo por todos los integrantes de la Comissió de Cultura. Para más información, os podéis dirigir a: [email protected] Agradecimientos Agradecemos al IMEB (Institut d’Educació de Barcelona) la cesión de las fotografías para su reproducción en este artículo, y particularmente a Jaume Capsada las facilidades y la ayuda prestada. Notas 1) La Comissió de Cultura fue creada en 1916 por iniciativa del concejal del Ayuntamiento de Barcelona Lluís Duran i Ventosa, que fue su primer presidente. 2) Para una visión histórica más amplia se recomienda consultar el excelente estudio de Albert Cubeles i Bonet El llarg camí cap a l’escola pública, en Josep Goday i Casals, arquitectura escolar a Barcelona de la Mancomunitat a la República, Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona (2008), pág. 59- 137. 3) Ainaud de Lasarte, JOSEP M. Educació i civisme, en El Noucentisme. Un projecte de modernitat [catálogo de la exposición], Generalitat de Catalunya, Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, Enciclopèdia Catalana, Barcelona (1994), pág. 153. 4) En 1908 Homs obtuvo una beca del Ayuntamiento de Barcelona para ir a estudiar a Chicago con Jonh Dewey, filósofo que elaboró una nueva pedagogía progresista, fue director desde 1912 de la Revista de Educación y en 1914 propuso a la Diputación de Barcelona la creación de una escuela de verano de maestros, de la que fue director. 5) Actualmente sólo se ha consultado una parte de la documentación referente al mobiliario y la decoración interior de las escuelas, sin duda futuras investigaciones revelarán nuevos datos. 6) Para más información sobre el trabajo de Goday como técnico del Ayuntamiento se puede consultar Pascual, E. El mobiliari i la decoració interior de les escoles, en Josep Goday i Casals, arquitectura escolar a Barcelona de la Mancomunitat a la República, Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona (2008), pág. 337-353. 7) Casares, Francesc. Memòries d’un advocat laboralista (1927-1958). La Campana, Barcelona (2006), pág. 29. 8) Casares, Francesc. Op. cit., pág. 148. 9) Carbonell i Sebarroja, Jaume. Control i canvi en l’ensenyament, en Un segle d’escola a Barcelona. Acció municipal i popular, 1900-2003 [catálogo de la exposición]. Ayuntamiento de Barcelona, Ediciones Octaedro, Barcelona (2003), pág. 37. 10) Casares, Francesc. Op. cit., pág. 189-190. 11) Pascual, E. Op. cit., pág. 350. 12) Carbonell i Sebarroja, Jaume. Op. cit., pág. 37. 13) Carbonell i Sebarroja, Jaume. Op. cit., pág. 28. 14) Casares, Francesc. Op. cit., pág. 38. 15) El Noucentisme. Un projecte de modernitat [catálogo de la exposición]. Generalitat de Catalunya, Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, Barcelona, Enciclopèdia Catalana (1994), pág. 160, 167. 16) Álbum de la Exposición de Artes Decorativas 1881. Asociación Artístico-arqueológica. Establecimiento tipográfico de los sucesores de N. Ramírez y cía., Barcelona (1881), pág. 15-18. 17) Catálogo de la exposición de arte antiguo publicado por la Junta Municipal de Museos y Bellas Artes redactado por don Carlos Bofarull i Sants, Director del Museo Arqueológico Municipal. Reproducciones artísticas Thomas, Barcelona (1902). 18) Exposició d’Art. Catàleg oficial de la secció del FAD. Palau de Belles Arts. Oliva de Vilanova, impresor, Barcelona (1918). 19) Exposición Internacional del Mueble y Decoración de Interiores. Sección Retrospectiva. Guía del Visitante. López Llausás, A., imp., Barcelona (1923). 20) L’amoblament i els atuells de la casa antiga a Catalunya. Barcelona: Junta de Museus de Barcelona (1923), pág. 36. 21) Nos gustaría pensar que tal vez se tratara de una arquilla de pastillage, aunque no disponemos de ningún dato al respecto. 22) Boronat i Trill, Maria Josep. La política d’adquisicions de la Junta de Museus 1890-1923. Junta de Museus de Catalunya, Abadia de Montserrat, Barcelona (1999), pág. 301, 312, 323-324, 339, 371-372, 488-489, 899-902. 23) El Noucentisme..., pág. 280. 24) Exposició Internacional del Moble i Decoració d’Interiors. Guia del visitant. Barcelona (1923), pág. 31. 25) Concretamente, ciertas soluciones formales en algunas de las mesas de la escuela Ramon Llull. 26) Folch i Torres, Joaquim. En Butlletí dels Museus d’Art de Barcelona, n.º 62, vol. VI (julio 1936), pág. 224. 27) Boronat i Trill, Maria Josep. Op. cit., pág. 310, 324, 382-384, 387-392. 28) Boronat i Trill, Maria Josep. Op. cit., pág. 488-489. 29) Es una obra de referencia, punto de partida y base de todos los estudios posteriores. 30) El Noucentisme..., pág.316. 31) Debe revisarse su contribución a los estudios del arte catalán, sin duda mucho más importante de lo que hasta hoy se creía. 32) Los muebles y los objetos han sobrevivido a una guerra y al uso continuado por parte de diversas generaciones de niños. [17]