C 130-03 SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once horas del día catorce de octubre de dos mil tres. La Sala conoce del recurso de casación interpuesto en el proceso instruido contra los imputados RIGOBERTO HUMBERTO SOLA, de veintinueve años de edad, soltero, mecánico en estructuras metálicas, residente en Doce Avenida, Final Calle Francisco Parrilla, Nueva Concepción, Chalatenango, y JUAN CRUZ PORTILLO, de treinta y ocho años de edad, albañil y agricultor, residente en Segunda Calle Oriente, Barrio El Rosario, Nueva Concepción, Chalatenango, procesados por el delito de COMERCIO, TRÁFICO Y ALMACENAMIENTO ILÍCITO, Art. 36 Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas, en perjuicio de la Salud Pública; según sentencia pronunciada por el Tribunal de Sentencia de Chalatenango, a las ocho horas y treinta minutos del veinte de marzo del presente año. RESULTANDO: I.- Que mediante la sentencia definitiva expresada en el preámbulo se resolvió lo siguiente: "... POR TANTO:---De conformidad a los Artículos 1, 11, 12, 65 y 181 de la Constitución de la República de El Salvador; Artículos 1, 2, 3, 5 del Código Penal; Artículo 2, 3, 36 y 67 de la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas, Artículos 1, 2, 10, 53, 87, 129, 130, 162 inciso 3º., 184 numeral 3º., Artículos del 324 al 360; Artículos 443, 447 y 448 todos del Código Procesal Penal, y Artículo 43 de la Ley Penitenciaria; habiendo este Tribunal, votado sobre cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación fundado en los motivos de hecho y de derecho antes expuestos y por unanimidad de votos, en nombre de la República de El Salvador, FALLA: Declárase ABSUELTOS DE RESPONSABILIDAD PENAL a los señores Rigoberto Humberto Sola y Juan Cruz Portillo, por el delito de COMERCIO, TRAFICO Y ALMACENAMIENTO ILICITO, en perjuicio de la Salud Pública; por lo que en tal concepto se decreta su irrestricta libertad por este delito. En cuanto a la droga que se encuentra en calidad de decomiso, una vez firme este fallo, ordenase su destrucción de conformidad a la Ley. Oportunamente archívese el expediente y margínese en el libro de entrada correspondiente. Mediante lectura en este acto, notifíquese esta sentencia...". II.- Contra el anterior pronunciamiento, el fiscal del caso Licenciado Luis Ángel Velásquez Gómez, interpuso recurso de casación alegando lo siguiente: "... Único motivo de casación: Falta de la determinación circunstanciada del hecho acreditado, con lo cual se ha incurrido en el vicio o defecto de la sentencia que habilita la casación establecido en el Art.362 No.2 del Código Procesal Penal.---Las disposiciones legales inobservadas a raíz de tal defecto son los Arts.357 No.3, 130 y 356 inciso 3º., todos del Código Procesal Penal.--Considera la Representación Fiscal que sus señorías han incurrido en el defecto que habilita la casación de la sentencia establecido en el Art.362 No.2 del Código Procesal Penal, ya que tras la lectura y análisis íntegro de la sentencia he podido detectar que la relación de hechos probados que se vierte en el folio 12, lado frente, de la sentencia definitiva absolutoria, es incompleta y carece de precisión y circunstanciamiento, con lo cual no solo se ha incurrido en tal defecto sino que también se ha incumplido o inobservado el requisito de la sentencia establecido en el Art357 No.3 del Código Procesal Penal, el cual establece que la sentencia contendrá como uno de sus requisitos esenciales "...la determinación precisa y circunstancia del hecho que el tribunal estima acreditado...".---El contenido esencial de este motivo no radica en que se haya omitido la relación de los hechos acreditados, pues, como ya reconocí, tal determinación de hechos probados se encuentra expuesta en el folio 12, lado frente, de la sentencia definitiva. Lo que constituye el meollo de mi inconformidad es que la relación de esos hechos no es completa, ni clara, y menos precisa y circunstanciada, y para efectos de demostrar mi afirmación basta remitirse al análisis del lado frente del folio 12 de la sentencia definitiva, en cuyo pobre texto se expresan las siguientes líneas que literalmente transcribo:---"...Por las razones antes señaladas, se tienen por acreditados los siguientes hechos:---Que aproximadamente a las doce horas cincuenta minutos del día doce de septiembre del año dos mil dos, en las proximidades del puente Colima, ubicado en caserío El Coyolito, Cantón Quitasol, Tejutla, Chalatenango, los agentes policiales Romel Alberto Girón, Mario Antonio Bonilla Avilés y Leonel Alexander Granillo Santos, vistiendo chumpas con distintivos policiales y cubiertos del rostro, interceptaron el autobús del transporte colectivo, de la ruta ciento cuarenta y uno, de la empresa Edith, que hace su recorrido de la ciudad de Nueva Concepción hacia San Salvador y viceversa, requisando a los señores Rigoberto Humberto Sola y Juan Cruz Portillo, no determinándose con certeza que se les haya decomisado a cada uno de éstos una porción de Cocaína Base Libre".---En detrimento de una verdadera motivación fáctica, los honorables Jueces se limitaron a señalar a groso modo que no se ha determinado con certeza que a los imputados se les haya decomisado droga, lo que significa que la relación de los hechos no es precisa sino dubitativa, y ello viola el Art.130 del Código Procesal Penal.---En la Sentencia Definitiva Absolutoria contra la cual recurro, apenas encontramos fragmentadas (no circunstanciadas) y ambiguas (imprecisas) referencias aisladas en torno a los hechos probados, y ello tampoco constituye una "relación" de hechos probados, lo que dificulta conocer con precisión si los motivos por los cuales ustedes decidieron absolver encuentran su motivación fáctica en los hechos que ustedes mismos han tenido por acreditados.---El precepto del numeral 3º. del Art.357 del Código Procesal Penal, tanto se interprete desde un punto de vista literal, como lógico o finalista, exige que el tribunal sentenciador determine los hechos que ha tenido probados en la vista pública, de tal forma que dicho mandato se viola cuando no se expone contundentemente la relación de hechos acreditados; pero, además exige que la relación de los hechos probados se exprese en forma precisa y circunstanciada, ya que contiene dos vocablos perfectamente diferenciados que cuando son inobservados, uno u otro, pueden desembocar en un quebrantamiento de forma esencial de la sentencia, tales son: "falta de precisión" en la narración fáctica de los hechos probados, o "falta de circunstanciamiento" en esa relación. Lo primero supone una evidente ambigüedad o falta de claridad que haga difícil o prácticamente imposible comprender el relato. Lo segundo entraña la falta de un relato detallado que exponga en forma coherente u ordenada las circunstancias esenciales del caso, y se produce cuando el tribunal sentenciador expone en forma aislada o fragmentaria los hechos, cuando solo se refiere a alguno o algunos de ellos, o cuando no particulariza en los detalles esenciales del hecho que ha desfilado ante sus ojos y que mentalmente le ha convencido certeramente, de tal forma que no sea posible encontrar a las partes o al Tribunal de casación la hilaridad lógica que vincula la estructura fáctica de la sentencia.---En el caso sub iudice, los señores Jueces del tribunal sentenciador no exponen en forma precisa (clara y contundente) y circunstanciada (detallada) los hechos que han tenido por probados en la vista pública, y tampoco expresan que no hayan tenido por probados los hechos en su generalidad, lo que constituye una evidente violación al Art.130 del Código Procesal Penal y al Art.356 inciso 3º. del Código Procesal Penal, los cuales se refieren al "deber de motivar", el cual comprende no sólo la fundamentación jurídica en sentido estricto, sino también la fundamentación fáctica o sobre los hechos y cuyo primer paso consiste en determinar los hechos probados, pues como explica CESAREO DURO VENTURA (páginas 483 y 484, "Código Procesal Penal Comentado") al intentar desentrañar la intepretación del Art.130 Pr.Pn., "...Además el razonamiento debe concretarse tanto a lo atinente a la prueba practicada como a la norma jurídica aplicable, incorporándose a través de la valoración de la prueba los hechos cuya acreditación será la premisa de que deba partirse para la aplicación del derecho...".---En ese orden, he afirmado que la sentencia definitiva absolutoria ha violado los preceptos legales contenidos en los Arts.130 y 356 No.3º. Pr.Pn., pues el "deber de motivar" generalmente consagrado en esos preceptos comprende la motivación de los hechos en la sentencia, y este último aspecto es incumplido cuando en ella se omite la determinación clara, precisa y circunstanciada de los hechos, tal como ha ocurrido en el presente caso, ya que no puede construirse una motivación jurídica del fallo sobre una base fáctica dubitativa, imprecisa e incompleta. Recordemos a ese respecto que la sentencia es un silogismo y no pueden sostenerse los fundamentos de derecho del fallo si falta una verdadera correlación lógica entre la inicial premisa (los hechos probados), lo que a su vez imposibilita o dificulta gravemente a las partes comprender las razones jurídicas que sirven de sustento al fallo y hacer un uso efectivo de los recursos, y también imposibilita o dificulta al juzgador de casación para poder llegar a conclusiones adecuadas, al ordenamiento jurídico.---Creo entonces que este primer motivo de casación de la sentencia concurre por falta de expresión de la determinación precisa y circunstanciada de los hechos probados; pues aún cuando en la sentencia impugnada se ha expuesto, con un admirable ahorro de esfuerzos, la parte de la sentencia referida a la relación de hechos probados (tal como consta en el folio 12, lado frente, de la sentencia), no se han expuesto en forma precisa, clara, completa y categórica, de tal forma que no pueden comprenderse y separarse aquellos hechos que mentalmente los jueces han tenido por acreditados de los que han sido negados en su acreditación, pues sus señorías comodamente se limitan a sintetizar el plexo de hechos acreditados con la frase acostumbrada en muchas sentencias y que consta en el folio 12, lado frente, de la sentencia cuando dicen "...no determinándose con certeza que se les haya decomisado a cada uno de estos una porción de Cocaína base Libre".---Lo anterior es bastante indicativo de que el tribunal es dubita en la determinación de hechos "probados", y tal parte de la sentencia no puede ni debe expresarse con semejante incertidumbre, precisamente porque se trata de la relación de los hechos que el Tribunal sentenciador ha tenido por "probados" en la vista pública. Si ustedes consideraron que no se había establecido que a los imputados se les haya incautado droga al momento de practicarles sus requisas, entonces lo correcto es expresar tal pensamiento diciendo que se tiene por probado que a los imputados no se les decomisó ningún tipo de droga en los momentos en que se les estaba efectuando la requisa personal, con lo cual se hubiese satisfecho el requisito establecido en los Arts.130 y 357 No.3 del Código Procesal Penal.---La importancia de una expresión precisa, circunstanciada y terminante de los hechos probados en la sentencia, como dice José Bonet Navarro en la página 84 del libro "Casación Penal e Infracción de Precepto Constitucional", se aprecia "...simplemente atendiendo a que sobre esos mismos hechos habrá que hacer la valoración jurídica que conduce a la condena o absolución...". Desde luego, en ningún momento exigimos que la narración de hechos probados sea tan exhaustiva que no escape a ella ni la mínima circunstancia o detalle del "factum", pues sabemos muy bien que el relato de los hechos probados no necesariamente debe abarcar todos y cada uno de los matices secundarios y no necesarios, pero también conocemos que el requisito de expresar en forma precisa y circunstanciada los hechos probados, exigido por el Art.357 No.3º. Pr.Pn., no se cumple cuando la sentencia definitiva omite parcial o totalmente la determinación, precisa y circunstanciada, congruente y ordenada, de los hechos esenciales probados.---Ahora bien, pudiese ocurrir que para determinado tribunal sentenciador los hechos simplemente no han sido probados, o que los medios de prueba con los que se pretendían acreditar son ilegítimos, o bien que la prueba producida niegue en forma absoluta la existencia de los hechos acusados (convencimiento de la inexistencia de los hechos), y por ello los juzgadores hayan decidido omitir la relación de hechos probados, pero en esos casos, como señala E. Gómez Orbaneja ("Derecho Procesal Penal", pág.288), la sentencia deberá expresar "...las razones por las cuales no pudiesen considerarse probados los hechos alegados por las acusaciones...Porque (...) el principio de libre valoración de la prueba (...) no excluye la expresión del fundamento del convencimiento judicial...".---Entendemos, por sentido común, que ninguna norma puede obligar a un tribunal de sentencia a que haga una relación precisa y circunstanciada de hechos probados si dicho tribunal absuelve por convencimiento de la inexistencia total y absoluta del hecho, tal ocurre cuando la absolución se funda en el pleno convencimiento de la "inexistencia del hecho", pues el requisito del No.3 del Art.357 Pr.Pn., no puede ser entendido tampoco como una imposición que obligue a los Tribunales a tener por probado lo que no se ha probado por falta de acreditación de la prueba y por inexistencia de pruebas legítimamente obtenidas, pero en todo caso la sentencia deberá expresar los motivos o razones suficientes que han llevado al Tribunal a no consignar la relación de hechos probados, no pudiendo limitarse a expresar de manera general que no se han probado los alegatos por la acusación o que determinado hecho, elemento o circunstancia no ha sido probado, si no expresa la razón suficiente que justifique el por qué el Tribunal Sentenciador no tuvo por probados los hechos en su totalidad o cada uno de ellos en su individualidad, pues como bien lo explica la Sentencia de la Sala 2ª. del Tribunal Supremo español del 16 de mayo de 1995 (la cual se cita sólo como referencia y no como precedente jurisprudencial vinculante), el vicio de casación por falta de la determinación clara y terminante de los hechos probados existe indudablemente "...no sólo cuando la carencia sea absoluta sino también cuando la sentencia se limite a declarar genéricamente que no están probados los hechos base de la acusación...".---En el caso in examine, notamos fácilmente que la sentencia definitiva absolutoria pronunciada por ustedes, no sólo no ha determinado en forma completa, clara, categórica, precisa y circunstanciada los hechos acreditados -aunque estos fuesen escasossino que además no expresa las razones o motivos por los cuales omitió cumplir y totalmente con el requisito de la sentencia, debiendo entenderse que se encontraban obligados, y no exentos, a cumplir con el requisito exigido por el No.3 del Art.357 Pr.Pn., ya que la absolución pronunciada por ellos a favor del imputado no se basó en una convicción judicial sobre la "inexistencia absoluta o total del hecho", sino en lo que ellos consideran una falta de acreditación suficiente del objeto material del delito (la droga), derivada de la supuesta duda sobre su incautación y de la ruptura de la cadena de custodia de la evidencia, lo cual colige el tribunal a raíz de una serie de erradas consideraciones.--Solución pretendida al primer motivo de casación.---En virtud que el vicio de la sentencia alegado en este primer motivo de casación ha sido el establecido en el No.2 del Art.362 del Código Procesal Penal ("...Que falte...la determinación circunstanciada de aquél -hecho- que el tribunal estimó acreditado..."), con la inobservancia que ello conlleva al Art.357 No.3 del Código Procesal Penal, entonces la Representación Fiscal estima que la solución correcta consiste en que se aplique el artículo 357 No.3 del Código Procesal Penal y los Arts.130 y 356 inciso final del mismo Código, interpretando tales disposiciones en el sentido que tanto el Art.130 como el Art.356 inciso final del referido cuerpo de leyes consagra el "deber de motivar" y que ese deber solo resulta satisfecho cuando en la elaboración de las resoluciones judiciales, y especialmente la sentencia, se incorpora a su texto la "motivación sobre los hechos", y que tal motivación, conforme al sentido y alcance correcto que atribuyo al Art.357 No.3 Pr.Pn., impone a los jueces el deber de exponer en forma precisa y circunstanciada los hechos probados, quedando exceptuados de cumplir con tal deber únicamente en aquellos casos en los que la absolución se basa en la convicción plena de la "inexistencia total del hecho", ya sea por falta de acreditación probatoria total y absoluta o por inexistencia de prueba legítima, pero que en todo caso el tribunal sentenciador debe expresar las razones suficientes que le justifican apartarse de tal requisito----Al respecto, solicito que para solucionar el defecto de casación denunciado en el presente caso, se aplique el Art.357 No.3 del Código Procesal Penal, por cuanto estimo que ustedes, no se encontraban exceptuados de cumplir con el requisito allí expuesto, y en ese sentido se efectúe en la sentencia una determinación precisa y circunstanciada de los hechos probados, y que dicha determinación cumpla con los requisitos de ser: expresa, precisa, contundente y circunstanciada, de tal manera que la motivación fáctica o de los hechos pueda satisfacer las exigencias del deber de motivar exigido en los Arts.130 del Código Procesal Penal y 156 inciso final del mismo Código...". III.- No obstante su oportuno emplazamiento, los defensores acreditados en el proceso no contestaron el recurso. IV.- El fiscal expresa su desacuerdo con la sentencia por considerar que en su texto el sentenciador omitió relacionar en debida forma los hechos acreditados, razón por la cual considera inobservado el Art. 357 No. 3 Pr.Pn., al no existir, de acuerdo con su particular criterio, una "relación precisa y circunstanciada del hecho que el tribunal estima acreditado", pues considera que el tribunal de sentencia ha fallado como si se tratara de un caso de "inexistencia total del hecho", defecto que se concretizó al no relacionar en el proveído el hecho acusado y que fue objeto de investigación, ni dar razón suficiente que justifique el por qué fue imposible la comprobación del mismo. Como ya es sabido, el recurso de casación constituye un examen crítico del silogismo contenido en la sentencia, para cuya construcción ha de entenderse que han debido concurrir todos los requisitos externos e internos indispensables para que la misma exista, produzca los efectos procesales a que está destinada, y eventualmente pueda ser conocida y analizada por un tribunal diferente, en virtud de la facultad impugnaticia de alguna de las partes. La mención del hecho que el tribunal ha tenido por comprobado forma parte del contenido extrínseco de la sentencia, elemento de vital importancia pues las formas esenciales constituyen el marco referencial a partir del cual los jueces realizan un ejercicio intelectual exhaustivo, coherente y motivado conducente a la decisión respectiva. Por otra parte, ha de tenerse presente que, dados los diversos elementos destinados a conformar la sentencia, ella constituye una unidad material y formal, por lo que es un todo inescindible, de manera que la alegación válida de un vicio por la ausencia de alguno de los elementos fundamentales que la conforman, ha de implicar la omisión absoluta en el texto literal del proveído. En el caso de mérito, la Sala encuentra que el tribunal de sentencia no ha sido omiso en señalar con claridad los hechos que fueron objeto del debate, pues consignó suficientemente los aspectos fácticos que la fiscalía sometió al juicio, seguidamente procede a relacionar los diversos elementos probatorios inmediados, para luego valorar puntual y exhaustivamente cada uno de ellos, y finalmente declaran que en virtud de la credibilidad que se desprende de la prueba testimonial, no fue posible comprobar algunas circunstancias de hecho, por lo que concluyen en la absolución de los imputados. De lo relacionado anteriormente, que es una síntesis del texto de la propia sentencia, se colige que no ha tenido lugar la pretendida indeterminación del hecho, pues el tribunal ha incorporado en el proveído los elementos fácticos que fueron objeto del debate, variando solamente en la conclusión a la cual arriban al considerar que no logró establecerse el hallazgo de la droga en la requisa realizada a los pasajeros del autobús, pero esa es una deducción obtenida a partir de la valoración de la prueba, y por ello no compete al tribunal de casación. El vicio alegado por el impugnante se concretiza en situaciones diferentes a la estudiada, particularmente cuando resulta imposible identificar el hecho objeto de juzgamiento, pues una deficiencia tal impediría establecer una correlación entre el objeto del juicio y los hechos que el sentenciador estima acreditados en virtud de la actividad probatoria. En el caso de mérito, la Sala encuentra que no se ha materializado la infracción denunciada por el agente fiscal, ni ha existido agravio alguno susceptible de afectar sus derechos, garantías procesales u oportunidades de ejercer las acciones previstas en la ley, advirtiéndose que la inconformidad del impugnante obedece únicamente a su desacuerdo con las conclusiones del juzgador sobre la no comprobación de los extremos señalados en la acusación. En consecuencia, no habiéndose comprobado el motivo alegado por el recurrente, deberá declararse que no ha lugar a casar la sentencia de mérito. POR TANTO: Con base en las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts.50 Inc.2. No.1, 357, 421, 422 y 427 Pr.Pn., en nombre de la República de El Salvador, esta Sala FALLA: Declárase que NO HA LUGAR a casar la sentencia de mérito por el motivo de forma invocado. Remítase el proceso al tribunal de origen, para los efectos legales consiguientes. -------E. CIERRA-------F. LOPEZ ARGUETA---------J. N. CASTANEDA S.--------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN-RUBRICADAS----ILEGIBLE