Huella ecológica: metodología de cálculo La metodología de cálculo se basa en la determinación de la superficie necesaria para satisfacer los consumos asociados generalmente a la alimentación, movilidad, bienes de consumo, vivienda, infraestructuras y servicios, aunque esto depende del nivel de profundidad y amplitud que tenga el estudio. Las superficies biológicas que se consideran para el cálculo de la huella ecológica son: z z z z z z Cultivos. Pastos. Bosques para madera, fibras... Mar. Terreno urbanizado y utilizado por infraestructuras. Bosques necesarios para la absorción de las emisiones de CO , debidas al 2 consumo de combustibles fósiles necesarios para la producción de la energía consumida tanto directa como indirectamente (energía contenida en los bienes consumidos). La huella ecológica se suele expresar en hectáreas/habitante/año si realizamos el cálculo para una persona, y para obtenerla solamente es necesario conocer la cantidad de unidades consumidas del bien o conjunto de bienes que contabilizamos y las “productividades” natural y energética de dichos bienes. Por ejemplo, En España, la media de consumo de patatas por persona en un año es de 25,76 kg. También se sabe que la productividad media anual de los cultivos de patatas es de 16.733,34 kg/ha. Si dividimos el consumo entre la productividad, obtenemos: 25,76 / 16.733,34 = 0,0015394 hectáreas o lo que es lo mismo, que para producir esas patatas, han hecho falta 15,39 metros cuadrados de terreno de cultivo. Pero no es sólo eso. Nuestro modelo de agricultura, para producir esas patatas necesita una cantidad de insumos químicos, maquinaria, transporte y distribución que consume una cierta cantidad de energía fósil que debe ser absorbida por nuestros bosques. Es lo que se llama intensidad energética del proceso productivo y se puede considerar como un consumo oculto que también hay que tener en cuenta. Este índice, que se suele medir en GijaJulios/tonelada, nos indica la cantidad de energía fósil que hace falta por unidad de producto, y existen tablas que se actualizan y mejoran cada año para una serie de bienes. Para el caso de las patatas, la intensidad energética tiene un valor de 5 Gj/t o 0,005 Gj/kg. Esto supone para nuestras patatas una energía fósil: 25,76 x 0,005 = 0,1288 Gj La capacidad mundial media de los bosques para capturar el CO emitido por la energía 2 LA CRISIS ECOSOCIAL EN CLAVE EDUCATIVA. Guía didáctica para una nueva Cultura de Paz 1 fósil se estima en 71 Gj/ha/año. Por tanto la huella energética anual de nuestras patatas será: 0,1288 / 71 = 0,001814 hectáreas o lo que es lo mismo, 18,14 metros cuadrados, que sumados a los necesarios para el terreno, nos da un total de: 15,39 + 18,14 = 33,53 metros cuadrados que es la huella ecológica de las patatas que nos comemos en un año. Si hacemos este procedimiento para todos nuestros consumos obtendremos nuestra huella ecológica total. Esta es la teoría básica para el cálculo de la huella ecológica, pero en la práctica es necesario hacer algunos ajustes para que los estudios y herramientas se aproximen más a la realidad. Ocurre que no todos los ecosistemas naturales son igual de productivos, es decir que no tienen igual biocapacidad. No es lo mismo, en términos de productividad natural, una hectárea de cultivos que una de mar o que una de bosque. Al no ser superficies equivalentes sería incorrecto sumarlas directamente para obtener una única medida de superficie como pretende la huella ecológica: una hectárea de bosque más una hectárea de mar no es lo mismo que dos hectáreas de mar. Por ejemplo, si suponemos que los cultivos son el doble de productivos que el mar, una hectárea de cultivos será equivalente a dos hectáreas de mar, o lo que es lo mismo serán necesarias el doble de hectáreas de mar que de cultivos para Factores de equivalencia obtener la misma biocapacidad. Para que las medidas de superficie sean comparables entre si, se ha definido la hectárea global, que no es más que una media de las áreas biológicas mundiales, las cuales se han ponderado con un factor de equivalencia según la productividad de cada tipo de superficie. Para el cálculo final, a cada tipo de consumo hay que aplicarle el factor de equivalencia que corresponde al tipo de superficie que lleva asociado. Cultivos 2,21 Pastos 0,49 Bosques 1,34 Mar 0,36 Terreno construido 2,21 Energía fósil 1,37 Normalmente los estudios de cálculo de la huella ecológica se suelen realizar a nivel nacional, regional o local, y en este caso se suele expresar en el número de hectáreas que esa comunidad necesita para satisfacer sus consumos, aunque también en la huella per cápita de los habitantes de dicha comunidad. Para hacer estudios de regiones concretas a veces se utiliza el factor de productividad o rendimiento que sirve para diferenciar las diferentes potencialidades de cada categoría de suelo y de la tecnología usada en relación con la media mundial. Por ejemplo los pastos del norte de España serán más productivos que los de Extremadura y por tanto tendrán un factor de rendimiento mayor; o hay fábricas más eficientes que otras en el uso de la energía. No obstante, muchos investigadores consideran que como vivimos en una economía global, en la que los productos van y vienen de unos lugares a otros, es muy difícil LA CRISIS ECOSOCIAL EN CLAVE EDUCATIVA. Guía didáctica para una nueva Cultura de Paz 2 conocer la procedencia de lo que consumimos y como no hay ningún país que sea autosuficiente para satisfacer sus necesidades de recursos, lo razonable es utilizar los rendimientos medios mundiales a la hora de calcular la huella. Además, la huella asociada a la absorción del CO no puede ser limitada a ninguna escala regional ya que 2 la atmósfera es única e indivisible. Para calcular la huella ecológica de una región determinada hay que buscar, analizar y procesar los datos estadísticos relativos a las producciones de los sectores analizados, importaciones y exportaciones, consumos, superficies productivas realmente explotadas, ocupaciones de terreno... para de esa manera afinar los datos allí donde sea posible, o extrapolar los valores obtenidos en otros estudios similares allí donde la ausencia de estadísticas no permita corregirlos. El primer paso consiste en contabilizar el consumo de las diferentes categorías estudiadas en unidades físicas. En el caso en que no existan datos directos de consumo, se estiman los consumos para cada producto con la siguiente expresión: Consumo aparente = Producción – Exportación + Importación A continuación se transforman esos consumos en superficie biológica productiva apropiada a través de los índices de productividad. Consumo Huella ecológica = -------------- x Factor de equivalencia Productividad Agregando las huellas ecológicas de todos los bienes y dividiendo entre el número de habitantes obtendremos la huella ecológica per cápita. LA CRISIS ECOSOCIAL EN CLAVE EDUCATIVA. Guía didáctica para una nueva Cultura de Paz 3