XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA POLÍTICO JAPONÉS DE POSGUERRA. APLICACIÓN DE UN ANÁLISIS MICRO EN LAS CAMPAÑAS ELECTORALES Lluc López i Vidal Universitat Oberta de Catalunya y Universitat Pompeu Fabra Barcelona, Catalunya, España 1. INTRODUCCIÓN. Las elecciones generales de 1993 marcaron un profundo impacto en la política japonesa, especialmente después de que el Partido Liberal Demócrata (PLD), en el poder desde 1955, estuviera alejado de las riendas del gobierno durante casi un año. A pesar de volver de nuevo al poder gracias a una coalición con su rival histórico, el Partido Socialista de Japón (PSJ), desde entonces el PLD ha tratado de buscar una estrategia que le permita obtener de nuevo su posición de partido predominante en el sistema de partidos. Ciertamente nos encontramos ante lo que T.J Pempel1 ha definido como un “cambio de régimen” (regime shift). Pero a pesar de ello, el PLD continua formando gabinete tras gabinete y para la mayoría de analistas les resulta difícil identificar los elementos explicativos de dicho éxito. ¿Cómo consigue el PLD conseguir la victoria en las elecciones nacionales, y ello a pesar del cambio de sistema en el que nos encontramos? ¿Qué función tienen las campañas electorales en el éxito del PLD? ¿Cuáles son las perspectivas de cambio, en manos ahora del partido de la oposición el Partido Democrático de Japón (PDJ)? En las próximas páginas, trataremos de dibujar, en primer lugar, la configuración del sistema político de posguerra y el predominio del PLD en el sistema de partidos T.J. Pempel, Regime Shift: Comparative Dynamics of the Japanese Political Economy, Nueva cork, Cornell University Press , 1998 1 1 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal resultante. Explicaremos, además, por qué el año 1993 es una fecha clave en la política japonesa en tanto que significó el fin del predominio absoluto del PLD en las instituciones políticas del país. La reforma de la Ley Electoral fue el síntoma más claro de la voluntad por parte de la elite política de transformar el sistema político establecido en 1945. Seguidamente, veremos como la llegada de Koizumi al poder significó un cambio sustancial en la manera de hacer política, especialmente por lo que se refiere a la figura del Primer Ministro. A pesar de que tanto Abe Shinzō primero, como después Fukuda Yashio representan la vuelta al poder de los actores del sistema político de posguerra, como analizaremos, existen ciertos elementos que apuntan ciertos cambios en el sistema de partidos. Para explicar este cambio, introduciremos el llamado análisis micro en el comportamiento electoral japonés. Con este enfoque complementario a los culturales o socio-históricos, pretendemos identificar los elementos claves explicativos de un posible cambio en el poder. 2. La configuración del “sistema de 1955” y la creación de un partido de dominio único. Tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial se instaura en el país una democracia de corte occidental y una economía de mercado de tipo liberal. Ello supuso una reforma del entramado político y económico japonés de preguerra, que se manifestó principalmente en la adopción de un perfil simbólico del Emperador, la instauración de la Dieta Nacional o Parlamento como máximo órgano deliberativo y la aprobación de una nueva Constitución que, dictada en plena ocupación americana, incluía un artículo según el cual Japón se convertía en una nación pacifista que renunciaba al uso de la fuerza. Se establecían las bases institucionales para que el país, una vez abrazados los principios rectores de las democracias occidentales, se convirtiese en una auténtica 2 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal democracia multipartidista2. Tras un período de incertidumbre e inestabilidad política (1945-1955), los principales partidos políticos de derechas –el Partido Liberal y el partido Demócrata- se unen para formar una nueva colación de centroderecha que dominará el escenario político desde entonces. Con un sistema electoral que favorecía la fragmentación de la oposición –Partido Comunista y Partido Socialista- y la lucha intrapartidista –es decir, entre facciones de un mismo partido- , y unos resultados económicos espectaculares, el PLD se convierte en el partido dominante 3 del multipartidismo japonés hasta la actualidad. La fórmula mágica de casi 40 años de éxitos electorales ininterrumpidos es lo que se conoce como el “sistema PLD”. El partido desde su posición dominante en las instituciones políticas del país, estableció una serie de políticas públicas que redistribuían los frutos del rápido crecimiento económico a aquellos grupos de la sociedad que no se veían beneficiados directamente por el desarrollo económico, como son las zonas rurales o más concretamente sus campesinos, feudo de apoyo del PLD. A cambio, en las zonas rurales, con una basta red clientelar organizada por los kōenkai (後援会) y una ley electoral que le era claramente favorable, el PLD conseguía llevarse la mayoría de los escaños en juego. Esta distribución de la riqueza propia de países comunistas, pero llevada a cabo por un partido conversador, permitió a Japón conseguir de forma simultánea desarrollo no solamente económico, sino también igualdad social y finalmente estabilidad política, encarnada en las siglas del PLD. A pesar de su éxito imparable como partido del establishment, con el fin de la era de crecimiento sin freno, la estructura industrial mutó y el proceso de urbanización resultante expulsó a una ingente cantidad de población del campo, seudo del PLD, a la ciudad. Estas dos variables independientes -cambio de la estructura económica y 2 López i Vidal, Ll., “El Sistema Polític Japonès i l’efecte Koizumi”Revista Àmbits del Col·legi de Politòlegs i Sociòlegs de Catalunya, Invierno 2006, pág. 17-20. 3 Es importante destacar la diferencia entre partido dominante de Almond y Verba, y Partido predominante de Sartori explicada en Ronald J. Hrebenar , Japan’s New Party System, Colorado Westview Press, 2000. 3 Lluc López i vidal XII Congreso Internacional de ALADAA proceso de urbanización- explican en buena medida el descenso en números absolutos del apoyo popular al PLD, a pesar que continuaba ganando todas las elecciones a las que se presentaba. 3. El cambio de sistema y el fin del predominio del PLD. No fue hasta la década de los noventa que Japón entra en un período final de crisis del antiguo sistema, siendo el 1993 el punto culminante puesto que el PLD perdía, por primera vez desde su creación en 1955, el poder en las instituciones del gobierno. Como afirma G.L Curtis, los cuatro pilares que sostenían el poderoso edificio del “sistema de 1955 –burocracia, PLD, poder económico y el consenso social- se vinieron a bajo. La elite burócrata que hasta el momento había disfrutado de un gran poder y prestigio, se vio inmersa en una serie de escándalos que minaron para siempre su reputación. Por su parte, una gran crisis económica, inmobiliaria y bursátil hizo tambalear a la poderosa economía japonesa, la cual tan solo unos años atrás, había sido el ejemplo a emular por parte de los líderes económicos y políticos de los países en desarrollo de Asia, en lo que se llamó “el modelo de las gansos que vuelan” (flying geese). Además de estos dos pilares, cuando el tercer pilar, el consenso de la población sobre la idoneidad de las políticas públicas entró en crisis, finalmente el último de los pilares, el PLD, se vino a bajo. Grupos de interés económicos Consenso nacional en las policy Burocracia Partido Liberal Democrático 4 Lluc López i vidal XII Congreso Internacional de ALADAA Gráfico 1: Los pilares de apoyo del Sistema Político de 1955. Tras casi un año de alianzas de los partidos de la oposición con el único objetivo de mantener alejado del poder al PLD, finalmente un pacto contranatura entre el Partido Socialista del Japón y el PLD permitió a éste último volver al gobierno. Con el fin del frágil gobierno PLD-PSJ en 1996, Japón ha estado gobernado hasta el 2001 por la vieja elite dominante del sistema de 1955; primero por Hashimoto Ryūtarō (1996-1998), Keizō Obuchi (1998-2000) , Mori Yoshiro (2000-2001), Koizumi Jun'ichirō (2001-2006), Abe Shinzō (2006-2007) y recientemente Fukuda Yasuo (2007). A pesar de las victorias del PLD, Japón ha entrado en un período de “cambio de régimen”. Como nos sugiere Pempel, un cambio de régimen es el establecimiento de un nuevo equilibrio entre las instituciones políticas, la orientación de las políticas públicas y el origen del poder socioeconómico. Con la crisis bursátil de la década de los noventa y la crisis de gobierno de 1992 de fondo, el sistema político está en plena transformación, concretamente se está produciendo un ajuste estructural sobre quien ostenta el poder y como éste es ejercicio. El PLD otrora partido predominante del sistema de partido, ha perdido su situación de partido único y desde su vuelta al poder de 1994 ha necesitado de fieles aliados para establecer gobiernos de dominio conservador; primero con el Partidos Socialista de Japón, después con el Partido Liberal, el Partido Conservador o el Komeitō, un partido de orientación budista. 4. El efecto Koizumi en la política japonesa. Tanto los gobiernos de Hashimoto, Obuchi o Mori representaron prima facie una vuelta al “sistema del PLD”. El Primer Ministro japonés, bajo este sistema, es seleccionado entre los líderes de las habatsu (派閥)o facciones constituidas por parlamentarios que liderados por un presidente, negocian y pactan la distribución de poder dentro del partido y del gobierno. Pero la llegada de un independiente como Koizumi cambió la forma de elegir al Presidente del PLD y por ende del Primer Ministro. En las elecciones primarias de 2001 a la presidencia del PLD son las bases regionales del partido, y no 5 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal los jefes de sus facciones, quienes designan a Koizumi presidente del partido. El eslogan de campaña de Koizumi resultaba harto explícito sobre el nuevo talante del líder del PLD: “cambiar el PLD, cambiar Japón”. Con este eslogan Koizumi pretendía demostrar al electorado que finalmente un político del propio PLD había entendido que la sociedad japonesa, para superar la grave crisis económica y política que adolecía el país, necesitaba reformar las estructuras de poder tradicionales aunque ello implicase ir en contra de su propio partido. Esta determinación chocó contra la vieja guardia del partido y continuó durante todo su mandato hasta que las diferencias se hicieron evidentes en el Senado japonés. Koizumi, ante la negativa de parte de sus propios diputados en el Senado japonés de aprobar la reforma de privatización de correos –la piedra angular de su mandato- convocó nuevas elecciones y decidió que fuera el electorado quien decidiese si daban respaldo a las reformas económicas de Koizumi. Con una sensacional campaña electoral consiguió lo que nadie esperaba: que el electorado votase al PLD como opción de cambio. Votar al institucionalista PLD para que todo cambie. Koizumi, el encantador de serpiente que había capitaneado una auténtica revolución en el si del partido y que representaba la esperanza para gran parte del electorado, decidió dejar el poder en manos de su candidato preferido: Abe Shinzō 5. Abe, las facciones de nuevo al poder. Durante el breve período de gobierno de Abe no ha conseguido presentarse como el gran líder que necesita Japón para superar este estado de apatía y desconfianza sobre el futuro del país. Poco interesado en los temas que interesan a la ciudadanía –los llamados “bred-and-butter issues”- y obstinado en recuperar los valores de la familia, el amor a la patria, y el papel de primera potencia en el sistema internacional, Abe ha ido perdiendo todos los apoyos que había cosechado en el inicio de su gobierno. 6 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal En primer lugar Abe no ha sabido poner en práctica las reformas de Koizumi para cambiar las reglas del juego de un sistema económico y político anquilosado. Si bien es cierto que se ha manifestado en contra del sistema de posguerra de mantener un mercado laboral rígido y de continuar con las grandes “políticas de compensación”, no ha llevado a cabo ninguna medida concreta, mucho más centrado en los temas de seguridad tradicional (el debate entre “halcones” versus “palomas”). Además, las facciones como centro de poder en la política japonesa han recobrado la función que ostentaban en el antiguo sistema. En las elecciones al Senado de julio de 2007 el PLD ha sacado sus peores resultados en unas elecciones en la Cámara Alta desde su fundación. Con la victoria del centrista Partido Democrático de Japón (PDJ), el PLD ha visto como en menos de dos años experimentasen los mejores resultados de su historia –victoria de Koizumi- a la derrota estrepitosa de Abe en el Senado. Llegados a este punto, las pregunta que nos formulamos es ¿cómo ha conseguido el PLD mantenerse aferrado a las riendas del poder a pesar de este cambio de régimen? ¿Qué variables explican la transformación de este sistema de partidos? 6. El estudio de las campañas electorales como perspectiva microanalítica. Hasta ahora hemos explicado los cambios acaecidos en el sistema político japonés desde 1945 hasta la década de los noventa, y en especial el cambio de sistema de partidos de 1993 y a vuelta al poder del oficialista PLD. Empero la mayor parte de la literatura sobre los partidos japoneses, como nos recuerda Masaru Kohno4, se enmarca dentro de las aproximaciones político-culturales o histórico-sociales, dando poca cabida al análisis microanalítico. En cambio, quienes se adhieren a esta aproximación, observan los fenómenos sociales como producto de la elección de actores individuales racionales, que influenciados en un marco institucional concreto, tratan de maximizar sus beneficios En definitiva, esta aproximación parte de la asunción axiomática, no 4 Masaru Kohno, Japan’s Postwar Party Politics, Londres Princeton University Press, 1997. 7 Lluc López i vidal XII Congreso Internacional de ALADAA comportadita por otros estudiosos, que el actor –tanto partidos políticos como electoreses racional y que más allá de sus creencias, cultura o valores, trata en último término de maximizar sus funciones de utilidad. Las variables explicativas del cambio de voto de unas elecciones a otras no se explican tanto por elementos culturales o históricos, sinó más bien por el comportamiento racional de sus actores. En base a esta premisa, que los actores del sistema político japonés tratan de maximizar su función de utilidad dado un contexto social y cultural concreto, trataremos de explicar en este último apartado cómo la transformación de las campañas electorales son una variable independiente muy poderosa para explicar el cambio de tendencia en el electorado japonés. Además de explicar los elementos explicativos de este cambio de estrategia apuntaremos algunas ideas sobre las elecciones legislativas de 2008. Como nos recuerda Partick Köllner 5 , Rohrschneider identifica cuatro premisas principales o reglas que explican como los estrategas de una campaña electoral captan el voto de sus votantes. La primera regla a establecer es definir si las campañas estarán destinadas a captar la atención de lo que el politólogo norteamericano Anthony Downs6 acuñó como “votante medio” o si en cambio los partidos estarán más interesados en presentar un programa político con unas políticas públicas más “ideológicas”. En segundo lugar la siguiente cuestión es determinar si los estrategas movilizarán el electorado base del partido o si por el contrario centrarán su estrategia en buscar el voto del electorado que no se siente identificado en ningún partido, es decir aquel electorado más volátil. Siguiendo con las premisas aportadas por Rohrschneider, resulta necesario identificar en qué grado las campañas se basarán en la defensa de un tradicional programa electoral ideológico con unas políticas claras o bien si los partidos para ganar las 5 Köllner, Partick, “Campaining for the Japanese Coger House: From Mobilising to chasing Voters?”, German Institute of Global and Area Studies, Hamburg, Working Paper 55/2007. 6 Anthony Downs, An Economic Theory of Democracy, Nueva York, Harper Collins, 1957. 8 Lluc López i vidal XII Congreso Internacional de ALADAA elecciones utilizarán más bien otras técnicas como la batalla por las encuestas, la imagen del candidato, o la creación focus groups en el si de la circunscripción electoral. Por último, es necesario determinar si la campaña estará encabezada por un líder visible que luchará a nivel nacional por conseguir ganar las elecciones o si bien, las batallas se librarán más bien a nivel del partido, ya sea en unas elecciones primarias o en una circunscripción electoral plurinominal. El modelo de estrategia electoral descrito por Rohrschneider constituye, como nos recuerda Köllner, un continuum donde por una parte unos partidos siguen una estrategia de movilización del electorado clásico, y por otra parte, una estrategia de captación de voto de nuevos votantes. En el primer caso, los partidos tratarán a toda costa de movilizar a su electorado tradicional a través de la presentación de políticas públicas plasmadas en un programa electoral. En el segundo, la atención de los estrategas estará en los votantes no identificados en ninguna opción partidista, los llamados “unaligned voters”, y más que programas electorales con políticas claras, se centrarán en la utilización de nuevas tecnologías o métodos para captar el voto de este grupo. Una vez apuntados estos principios generales sobre las campañas, describiremos el modelo de campaña electoral clásico japonés y verificaremos si se circunscribe en algunos de estos dos modelos recién descritos; el siguiente paso será explicar cuál ha sido la evolución reciente de las campañas electorales en Japón y si ha habido un cambio en la estrategia electoral. 7. Las campañas electorales tradicionales japonesas: la movilización del electorado. Estudiosos como B. Richardson o T.J. Pempel han analizado a fondo el modelo de campaña electoral japonés tradicional. Mientras algunos han destacado más bien elementos socioculturales para explicar las movilizaciones en períodos electorales, 9 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal otros autores, entre los que se encuentran G. J. Curtis, han tratado de acomodar estos elementos más sociales e históricos con otras explicaciones de índole microanalítica. En todo caso, la mayor parte de ellos está de acuerdo en afirmar que hasta los años noventa las campañas electorales japonesas se han caracterizado por una movilización muy importante del electorado tradicional de una circunscripción, acercándonos al modelo de estrategia de movilización del electorado explicada por Rohrschneider. En primer lugar el sistema electoral apostaba por circunscripciones plurinominales, eso es con más de un escaño en liza. Aunque los electores sólo depositaban un solo voto, en la mayoría de circunscripciones electorales había entre 3 y 6 escaños en disputa, por lo que, como se han apuntado, se fomentaba la lucha interpartidista, pero sobretodo intrapartidista, entre los mismos candidatos del partido, que tenían que convencer al electorado que el voto fuese a parar a él y no para su rival del partido. Además de un sistema electoral mayoritario de circunscripciones plurinominales que fomentaba la lucha intrapartidista entre los candidatos de un mismo partido, las campañas eran muy personalistas y localistas. Cada candidato dependía de sus organizaciones locales y regionales para tejer una red con la que conseguir el máximo de votos posible. Estas organizaciones, las kōenkai, eran máquinas de ganar votos para un candidato que más que presentar un programa político , presentaba una serie de políticas compensatorias en forma de inversiones , la conocida “barrel-pork policies”7. Esta estrecha relación entre el candidato y sus electores era especialmente acusada en los ámbitos más rurales, feudos, por otra parte, del oficialista PLD. 7 Vocablo anglosajón utilizado para referirse a la utilización de parte del gasto público para beneficiar a una circunscripción electoral “leal” al partido en el poder, o bien a contribuidores específicos de una campaña electoral, como por ejemplo grupos de interés o sectores económicos. En Japón, esta práctica ha sido utilizada durante décadas por el partido oficialista, el PLD, con el objetivo de “premiar” a aquellas circunscripciones en donde ha recibido más apoyo, generalmente en el ámbito rural. 10 Lluc López i vidal XII Congreso Internacional de ALADAA 8. El cambio del sistema electoral y la evolución de las campañas. La oleada de reformas generadas a mediados de los noventa empezó con la tan anhelada reforma de la Ley Electoral que entró en vigor el año 1994. Para superar la crisis política y social en la que se había sumido el país, la mayoría de políticos creyeron necesario cambiar el sistema electoral para terminar con las luchas partidistas, y la política de compensaciones y recompensas , origen de la grave corrupción del sistema. El nuevo sistema electoral para las elecciones de la Cámara de los Representantes posibilitaba que el elector tuviera dos votos: un voto para elegir un candidato en su circunscripción y otro en el que debía escoger a un partido a través de un sistema proporcional de asignación de escaños. De esta forma, existían en juego 500 escaños: 300 escaños repartidos en 300 circunscripciones uninominales, y 200 escaños atribuidos de forma proporcional a listas de partidos. Con este complejo sistema electoral se intentaba terminar, como se ha explicado, con la dura lucha intrapartidista pero además tenía que permitir corregir la sobrerepresentación de algunos partidos, en especial el Partido Liberal Democrático. Aunque la reforma de la ley electoral no es la única variable independiente para explicar la evolución del sistema de partidos a partir de 1993, sí estableció un nuevo contexto institucional en el cual se produciría un cambio de estrategia del de movilización al de captación de voto. Para señalar las principales variables explicativas del cambio de estrategia, es necesario en primer lugar clasificar de forma somera al votante japonés entre koteihyō, el mutōhasō y el mukanshinzō8. En el primer caso se trata de los votantes núcleo de un partido; los que formaban parte del kōenkai. En el segundo caso, se trata de votantes no afiliados y que mayoritariamente viven en zonas urbanas. Por último, existen los ciudadanos apolíticos, tendencia especialmente importante entre el electorado joven y que generalmente no participa en ninguna contienda ni local ni nacional. 8 Curtis, Gerald L., Election Capaigning Japanese Style. New York y Londres, Columbia University Press, 1971. 11 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal Como ya apuntábamos, los análisis micro de las campañas electorales demuestran como los partidos han cambiado recientemente el modo de hacer campaña pasando de una estrategia de movilización del electorado tradicional a una de captación de votos del electorado mutōhasō y mukanshinzō, es decir, los no afiliados y los apolíticos, constituyendo una auténtica novedad en la política japonesa. Tomando como punto de referencia el revelador estudio realizado por Lam Peng-Er9 de las elecciones de la prefectura de Saitama en agosto 2003 , se puede observar cómo las campañas en el Japón urbano van más allá del clásico modelo de movilización de las organizaciones locales y se han empezado a introducir nuevas técnicas y mecanismos para captar el voto más urbano. ¿Pero cómo se ha producido este cambio? A través de dos mecanismos principales: la introducción del manifesuto y la americanización de las campañas. 9. Nuevos modelos de campañas electorales Además del inestimable apoyo de los kōenkai y los grupos de interés cercanos a un candidato, en las elecciones locales de abril de 2003 se introdujo un elemento prácticamente inexistente en las campañas tradicionales: el manifuesto o programa electoral del candidato. El término manifesuto, se convirtió rápidamente en la palabra del año. En lugar de utilizar el vocablo específico japonés seiken kōyaku (政権公約), se optó por usar una palabra más novedosa e internacional escrita en katakana (マニフェ スト), el alfabeto que los japoneses emplean para escribir las palabras extranjeras. La utilización del manifuesto como programa electoral con propuestas claras sobre las policies que seguirá cada candidato, fue adoptada por la mayoría de los partidos a partir del 2003, especialmente por parte del PLD y del partido de la oposición, el PDJ. Para este partido el manifuesto fue una apuesta clara por presentarse delante del electorado como un partido que podía convertirse en una alternativa creíble al PLD. 9 Lam, Peng-Er, “Competing Modes of Election Campaigning in Urban Japan: the 2003 Saitama Gubernatorial Election”, en Asia Perspective 29, 1, pág. 79-98. 12 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal La segunda gran novedad en las campañas de 2003 fue como hemos apuntado la americanización de las contiendas. En su estudio sobre las campañas de la Cámara Baja, Köllner introduce la cuestión sobre el debate de la americanización de las campañas electorales, es decir las tesis que apuntan que hay una cierta convergencia en los estilos de campañas electorales en la mayor parte de las democracias del planeta. Mancini y Swanson10 , quienes propusieron en la década de los noventa las hipótesis de la americanización de las campañas, apuntan cinco tendencias generales presentes en la mayoría de las contiendas: la personalización de la política, la “profesionalización” de las campañas, la desafección de los partidos tradicionales en relación a sus ciudadanos , la relevancia de los medios de comunicación que actúan de forma independiente a los partidos políticos, y por último el ciudadano como espectador pasivo de un gran espectáculo político. En este punto es interesante analizar las elecciones a la Cámara Baja de 2005 para verificar si se cumplen estos requisitos esgrimidos por Manzini y Swanson. En primer lugar, Koizumi hizo de la campaña electoral de 2005 un referéndum a su persona. El electorado se polarizó entre aquellos que daban apoyo a la privatización de Correos aupada por Koizumi, o aquellos otros contrarios a la reforma, principalmente políticos del PLD que se presentaban como independientes. Como hemos explicado, los resultados fueron los más brillantes de la historia del PLD, y ello a pesar de estar presente en el poder desde 1955. La estrategia de personalizar la campaña en la figura de un líder tan carismático entre el electorado japonés resultó ser un éxito. Por otra parte, Koizumi se dotó de un komyunikeeshon senryaku chiimu (コミュ二ケ- ション戦略チーム) o equipo de estrategia de comunicación encargado de aplicar las últimas técnicas de estrategia electoral para conseguir el máximo de votos. Una de las 10 Mancini, P. y D. L. Swanson, “Politics, Media, and Modern Democracy: Introduction”, a David L. Swanson y Paolo Mancini (eds.) Politics, Media and Modern Democracy. An international Study of Innovations in Electoral Campaigning and Their Consequences, Westport, CT: Praeger, pp. 1-26. 13 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal estrategias más conocidas de este equipo fue el envío de los shikaku o asesinos. En aquellas circunscripciones donde el PLD temía perder el escaño a favor de los diputados “rebeldes” que se presentaban como independientes, fueron enviados los “asesinos de Koizumi”, un conjunto de candidatos famosos, presentadores de televisión, o conocidos cocineros mediáticos, que supieron captar toda la atención de los medios, y finalmente, de los electores japoneses. Precisamente este hecho nos lleva al siguiente punto, a saber, el uso de los medios de comunicación como instrumento de captación de nuevos votantes. Las televisiones de ámbito nacional como la NHK se volcaron en una de las campañas más mediatizadas de toda la historia. Los programas de entrevistas a políticos, la cobertura informativa a los diferentes candidatos o incluso los programas de humor político hicieron que los ciudadanos japoneses consumieran durante semanas una gran cantidad información sobre los partidos, sin parangón con otras campañas. Además de los principales periódicos –Asahi, Yomiuri, Mainichi- también el uso de Internet sirvió de plataforma de los candidatos para explicar sus programas políticos y sobretodo, su postura sobre la reforma de correos. Además de la personalización, la profesionalización y el uso de de los medios de comunicación en las campañas, en el caso japonés el votante se ha convertido progresivamente en un “espectador” pasivo del gran teatro mediático en el que se han convertido las elecciones. El llamado “Teatro Koizum” ha logrado captar la atención de no solamente los ciudadanos no afiliados, sino también de aquellos que nunca votan. Precisamente en las últimas elecciones, Koizumi consiguió movilizar a una gran cantidad de ciudadanos que antes la “puesta en escena” mediática, no quedaron indiferentes. 10. CONSIDERACIONES FINALES Como acabamos de explicar, el sistema político de posguerra entró durante la década de los noventa en un periodo de transición. Por primera vez en cuarenta años el PLD 14 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal perdía el poder y se demostraba que en la democracia japonesa, había cabida para la alternancia política. Una coalición con su principal enemigo, el Partido Socialista de Japón, terminó con la ilusión de la tan anhelada alternancia. Desde entonces, como hemos descrito, el PLD, consciente de estar viviendo un período de transición, ha sabido mantenerse en el poder y ello a pesar de necesitar alianzas con otros partidos. En estas páginas hemos detallado cómo el reciente cambio de estrategia electoral nos explica el éxito del PLD en las últimas campañas electorales. De una estrategia de movilización del electorado base se ha pasado a otra de “caza de votos” entre el electorado menos interesado en la política y menos partidista. Este fenómeno de atracción del voto, sobretodo urbano, entre el grupo mutōhasō y el mukanshinzō, ha dado unos magnificos resultados para el PLD. Tanto la introducción de un programa electoral , de un “contrato” con la ciudadanía, como la reciente americanización de las campañas electorales, explican la gran movilización de estos dos grupos. Pero en las últimas elecciones al Senado Japonés de 2007 el sueño del PLD de perpetuarse en el poder se estrelló contra la dura realidad. Ante la desastrosa gestión del gabinete Abe, el electorado pasó factura al PLD y los comicios de julio de 2007 supusieron el mayor revés en la historia del partido. El PDJ supo sacar partido del debacle del partido conservador, y consiguió una mayoría nada desdeñable en este período de incertidumbre. Las próximas elecciones legislativas de 2008 se presentan como las más reñidas de los últimos años y es que el PDJ, capitaneado por un expolítico del PLD como es Ozawa Ichirō, quizás se encuentre ante la última oportunidad para liderar el “cambio”. Precisamente sus líderes han entendido que la forma cómo organizan la campaña electoral es tan importante como la movilización tradicional del electorado de base. Tanto el PLD como el PDJ, a través de las nuevas técnicas y métodos electorales descritos anteriormente, van a tratar de explicar al electorado que ambos representan el partido del cambio, capaces de introducir los cambios necesarios para reformar el sistema político y económico. Aunque la victoria es una tarea difícil para ambos 15 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal partidos, hay algo que han interiorizado los líderes de las dos formaciones: la movilización de los grupos no afiliados de las áreas urbanas es el factor clave de la próxima campaña. 16 XII Congreso Internacional de ALADAA Lluc López i vidal BIBLIOGRAFIA Curtis, Gerald L., Election Capaigning Japanese Style. New York y Londres, Columbia University Press, 1971. Downs, Anthony, An Economic Theory of Democracy, Nueva York, Harper Collins, 1957. Edström, Bert, “Japan’s Upper House Election, July 29: Down or Dawn for Prime Minister Shinzo Abe?” en The Central Asia-Caucasus Institute, Estocolmo, 2007. Hrebenar, Ronald, Japan’s New Party System, Colorado Westview Press, 2000. Köllner, Patrick, “Japans Regierungspartei LDP wählt einen neuen Vorsitzenden”, German Institute of Global and Area Studies, Hamburg, Nº8 , 2006. 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