Requisitos legales para la distribución de dividendos C.P.C. Elías Quezada Septiembre - 2009. La motivación principal de la labor de día a día de un empresario es la expectativa de “cosechar” al final del año utilidades que le permitan ofrecer a su familia un nivel de vida adecuado a sus esfuerzos y aspiraciones. La medida real del éxito de una empresa es el nivel de bienestar que asegura a sus propietarios. Después de concluido el ejercicio fiscal, las sociedades mercantiles tienen la obligación legal de aprobar sus estados financieros, mediante asamblea en donde la administración rinda cuentas a los socios sobre los resultados de la sociedad y proponga nuevas estrategias para incrementar sus ganancias. Si al realizar dicho análisis anual, los estados financieros de su empresa arrojan utilidades, los socios pueden tomar la decisión de decretar dividendos, previo cumplimiento de los siguientes requisitos legales: Aprobación en asamblea de los estados financieros que arrojen las utilidades a distribuir. Separación de la reserva legal (cada año, el 5% de las utilidades, hasta llegar al 20% del capital social). Absorción de pérdidas acumuladas en ejercicios anteriores. El incumplimiento de las condiciones anteriores es sancionado con la nulidad del decreto de dividendos, y atrae la responsabilidad solidaria de los administradores y de los socios receptores de las utilidades repartidas en contravención de las disposiciones legales. Una vez cumplidos los requisitos previos mencionados, se puede llevar a cabo la asamblea de socios o accionistas que resuelva sobre el reparto de utilidades, tomando en consideración las siguientes reglas de observancia obligatoria: Lo que SI se debe hacer: Distribuir dividendos en proporción al capital exhibido de los socios/accionistas. Primero decretar dividendos, luego efectuar los pagos. Lo que NO se debe hacer: No distribuir más de las utilidades arrojadas. No distribuir a favor de personas que no son socios, y tampoco excluir a socio alguno del reparto. Los tribunales y la doctrina mercantilista han formulado criterios interpretativos en torno a las disposiciones legales que regulan la distribución de utilidades, entre los cuales destacan los siguientes: No es necesario que la distribución de dividendos se haga anualmente, se puede realizar cada vez que los socios lo deseen, sujeto al cumplimiento de las condiciones legales correspondientes. La ley prohíbe el reparto de dividendos ficticios, es decir que el accionista no puede retirar más de lo que su empresa registra como ganancias en su balance. Los socios no tienen derecho de crédito alguno sobre las utilidades que arroje el balance, sino hasta que haya un decreto formal de dividendos, pero tienen acción de responsabilidad en contra de los administradores si no preparan los balances y no convocan a la asamblea para que se aprueben resultados. En conclusión, si el balance de su empresa registra utilidades, le recomendamos que se acerque con sus asesores legales y fiscales, por una parte, para cuidar la observancia de los requisitos legales mencionados, y por otra parte, para determinar el valor de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta de la sociedad, que de ser suficiente para cubrir sus necesidades económicas, le permitirá retirar dividendos de dicha cuenta sin pago de impuestos.