RESIDUOS SOLIDOS Un problema sin resolver Enrique Schwartz M. Asesor en Educación Ambiental Técnico en control Medio Ambiental Universidad Técnica Federico Santa Maria Sede Viña del Mar Abril 2003 INDICE Pagina Introducción 3 Desarrollo 5 • 9 Educación y participación, como parte de la solución Conclusiones 11 Bibliografía 12 INTRODUCCION Cada cierto tiempo la saturación o término de la vida útil de un relleno sanitario coloca en la agenda el tema de la basura en la Región Metropolitana. Sin embargo, se trata de una problemática de gran complejidad que debe ser abordada con objetivos de largo plazo y en la cual cada ciudadano debe estar consciente de su responsabilidad. Si a usted le preguntaran a dónde llevar la basura de la Región Metropolitana seguramente escogería el lugar más apartado de su casa. Claro que si a los habitantes de aquel lugar apartado se les hiciera la misma pregunta, probablemente responderían en forma similar. Y es que nadie parece querer hacerse cargo de la basura. Como por arte de magia los desechos desaparecen de nuestras vidas cada vez que los arrojamos por el ducto del edificio o un camión se los lleva por la mañana. Lo que pase después, poco importa. Pero la situación actual, tanto en la región metropolitana como en regiones, es a lo menos preocupantemente peligrosa. De los 246 vertederos que funcionan en el territorio chileno, 174 ni siquiera son legales, y apenas 11 cuentan con evaluación de impacto ambiental. Sólo en Santiago existen 101 basurales clandestinos, simples depósitos de basura a cielo abierto sin control sanitario ni ambiental. Con casi seis millones de habitantes, la capital chilena produce 210 mil toneladas de desechos por mes. Apenas cinco por ciento de la población de Santiago que concentra mayores ingresos produce más de 20 por ciento de los residuos, los sectores medios altos 34 por ciento y los medios bajos 32 por ciento, mientras 40 por ciento de los santiaguinos, los pobres, son responsables de algo más de 13 por ciento de la basura domiciliaria. Composición media de los residuos domiciliarios según nivel socioeconómico en la RM Medio Alto 0'Medio Bajo Bajo Alto Valor (13.7%) (31.6%) (20.5%) (34.1%) Componente promedio % % % % % Materia orgánica 49.3 48.8 41.8 54.7 56.4 Papeles y cartones 18.8 20.4 22 17 12.9 Escoria, cenizas y 6.0 4.9 5.8 6.1 7.6 lozas Plásticos 10.2 12.1 11.5 8.6 8.1 Textiles 4.3 2.3 5.5 3.5 6.0 Metales 2.3 2.4 2.5 2.1 1.8 Vidrios 1.6 2.5 1.7 1.3 1.0 Huesos 0.5 0.5 0.4 0.6 0.4 Otros * 6.9 6.1 8.7 6.1 5.8 Producción per 0.77 1.07 0.85 0.65 0.57 cápita (Kg/hab/día) incluye pañales desechables, pilas, gomas, plumavit, materiales mixtos, etc. (Estudio de composición y proyección de residuos sólidos domiciliarios en la provincia de Santiago. U. de Chile, 1995.) DESARROLLO Históricamente el hombre ha colocado sus residuos en el entorno de su asentamiento. La complejidad y la diversidad de la actividad humana, a través de la historia, han marcado las pautas y las conductas en el manejo y disposición final de los residuos; las grandes epidemias y los lamentables accidentes ocurridos, constituyen el ejemplo más elocuente del alto precio que debe pagar la humanidad por el mal manejo de sus residuos. Los residuos sólidos generados por la actividad domiciliaria, no están exentos de riesgos para la salud. De hecho su composición heterogénea -dada en muchos casos por elementos tales como, restos de insecticidas, escombros, medicamentos vencidos, residuos de sustancias químicas y que en muchas ocasiones, incluyen residuos provenientes de dispensarios médicos, hospitales y clínicas, situadas en la comuna y que utilizan el servicio- constituyen un peligro para los empleados que realizan la recolección, para los segregadores y para las personas que eventualmente, de forma indirecta puedan entrar en contacto con los mismos. Los problemas del manejo inadecuado de los residuos sólidos, no sólo tienen que ver con la salud humana al constituir atracción para los vectores sanitarios, sino que también están relacionados con los problemas de contaminación atmosférica, la contaminación de los suelos y la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Entre los métodos más conocidos que se han empleado para eliminar los residuos sólidos desde principios de siglos, figuran: vertido directo sobre el terreno; vaciado al mar, río o lagos; la incineración; la alimentación de animales; el compostaje; los vertederos y los rellenos sanitarios. En los países de América Latina prevalecen, por razones casi obvias, los rellenos sanitarios como la mejor solución técnica y económicamente viable, pues reúnen los requerimientos sanitarios y ambientales para disponer los residuos sólidos, sin configurar un deterioro del ambiente, sin ocasionar peligro para la salud y sin afectar la seguridad de la población. Los rellenos sanitarios, por la diversidad y heterogeneidad de los materiales que reciben, funcionan como un reactor donde es posible identificar procesos biológicos complejos en los que intervienen microorganismos aeróbicos y anaerobios, procesos químicos, físicos y mecánicos que ocurren simultáneamente y con una interrelación continua. En todo el proceso se generan gases y otros compuestos (CO2, CH3, vapores, calor, ácidos orgánicos, líquidos en general. etc.) Los fenómenos químicos más importantes están dados por: • • • • • Disolución y arrastre de líquidos que se infiltran en el relleno. Evaporación de compuestos químicos y de agua en el biogas del relleno. Producción de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles. Reacciones de óxido-reducción que afecta metales y sales metálicas. Descomposición de compuestos orgánicos. Los fenómenos físicos más importantes que ocurren son: • • • Emisión de gases a la atmósfera. Migración de gases. Movimientos de líquidos percolados en el interior del relleno y subsuelo. Los impactos ambientales de los rellenos sanitarios dependen de su etapa de desarrollo, por ejemplo: Etapa de habilitación • Pérdida de la capa superficial del suelo. • Alteración del hábitat. • Pérdida de vegetación. • Intersección y desviación de aguas superficiales y subsuperficiales. • Impacto vial. • Alteración de la permeabilidad del terreno. • Modificación del paisaje. • Ruidos, polvo, etc. Etapa de operación y construcción del relleno. • Impacto vial. • Potencial problema con olores. • Potencial aumento del ruido. • Potencial aumento de material particulado. • Potencial contaminación de agua por líquidos percolados. • Potencial problema estético por diseminación de papeles, plásticos y materias livianas. • Potencial problema de seguridad debido al biogas. • Afectación del paisaje (modificación parcial de la topografía). • Aumento parcial del empleo. Etapa de clausura. • Mejoramiento del paisaje. • Recuperación de vegetación y eventualmente de hábitats. • Recuperación del suelo para eventual uso humano. En la ciudad de Santiago la disposición final hasta los ańos 70 se realizaba en siete grandes áreas de botaderos (La Montańa, Minera Gildemaister, Maipu, La Cańamera, La Florida, Macul y Parque Intercomunal), donde se enviaban las basuras de 17 comunas que componían el área metropolitana de Santiago. Posteriormente surgieron otros sitios, como La Feria, Cerros de Renca, Lo Errázuriz y Lepanto. La Feria fue el primero de estos sitios que dejó de operar; Cerros de Renca y Lo Errázuriz dejaron de operar en 1996, no así Lepanto que aún está en operación. Buena parte de la sensibilidad social respecto del tema de los sitios de disposición final que existe en la ciudad de Santiago y en la región metropolitana, puede deberse a la crisis del sitio Lo Errázuriz luego del terremoto de 1985. En efecto, producto de este fuerte sismo, que sacudió particularmente la ciudad capital de Chile, se hizo evidente la aparición de gas metano en las viviendas aledańas, lo que demostró deficiente operación en el control de gas en el relleno y la falta de previsión de las posibles situaciones en caso de desastres naturales. Hay que señalar, en todo caso, que cuando se comenzó a utilizar este sitio no habían viviendas en sus alrededores; el posterior crecimiento urbano invadió los suelos adyacentes a este sitio con los resultados comentados. En el ańo 1987 fue solicitada una consultoría técnica a la OPS/OMS para tener una opinión de excelencia sobre el Programa Nacional de Residuos Sólidos y particularmente, sobre las acciones desarrolladas para controlar las migraciones de gas en Lo Errázuriz. Esta asesoría concluyo que "el Programa de Residuos Sólidos del MINSAL tenia un gran avance; que las medidas propuestas e implementadas en el relleno Lo Errázuriz eran apropiadas, sugiriéndose una supervisión más estricta de las medidas para garantizar su éxito; además se recomendó evaluar la situación relativa a los residuos peligrosos, pues no existía programa alguno al respecto". Producto de esta situación, en el país existe amplia experiencia relativa a la operación de rellenos sanitarios, a impermeabilización, al control de gases y a la recuperación de biogas. En la actualidad, producto de la plena vigencia del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), contemplado en la Ley de Bases del Medio Ambiente (Ley 19.300) y que entró en vigencia con la publicación del respectivo Reglamento mediante el Decreto Nş30 del 3 de abril de 1997, todos los proyectos de disposición final deben ser sometidos al SEIA. Tal ha sido el caso del actual relleno sanitario de la ciudad de Santiago, Loma de los Colorados, y del nuevo relleno sanitario de Rancagua (que sirve a 11 comunas). Además, estos últimos ańos el sector residuos sólidos se ha visto favorecido por una serie de estudios que han generado mucha información. Unos se pusieron en marcha con el Sub-Programa apoyado por el BID-MIDEPLAN, el cual procuraba encontrar soluciones a situaciones de crisis en por lo menos el 75% de las ciudades de más de 100.000 habitantes, incluyéndose también algunas localidades urbanas pequeńas. A su vez, la Unidad de Coordinación del Proyecto CONAMA-BIRF ha desarrollado, mediante la modalidad de consultoría, los siguientes estudios: "Elaboración de Guías Metodológicas para Estudios de Impacto Ambiental para los Sitios de Disposición Final", el cual se encuentra en su fase final; y "Diseńo de Plan de Cierre y Rehabilitación de Áreas Afectadas por Vertederos y/o RS" en ejecución. Cabe destacar que estudios realizados por consultoras para BID/MIDEPLAN en distintas ciudades de Chile (Antofagasta; Valparaíso y Vińa del Mar; Concepción, Penco y Talcahuano; Puerto Montt; y también en los informes de avance de los estudios de Punta Arenas y Talca), en casi todos los sitios de disposición final se observó recepción de residuos sólidos industriales no adecuadamente clasificados. Los porcentajes de disposición final sanitaria de la población atendida con servicio de recolección, son en general bajos; correspondiendo los porcentajes mas bajos a Ńuble con 16,5% y a Atacama con 53,9%. Educación y participación, como parte de la solución Dentro de los niveles posibles de participación ciudadana, el de la información es sustantivo. La ciudadanía debe estar informada del proceso que involucra la gestión de los residuos sólidos, para poder participar no sólo reactivamente, sino también activa y proactivamente en éste. Actualmente, este nivel de participación es claramente deficitario, y cuando existe, su alcance es restringido, pues las fórmulas utilizadas median negativamente entre el emisor y el habitante (como son, por ejemplo, los casos normados para Planes Reguladores Comunales y el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que tocan aspectos relativos a emplazamientos y procesos de plantas de tratamiento y disposición final de residuos sólidos). La existencia del síndrome NIMBY (Not In My Back Yard - No En Mi Patio Trasero), que se evidenció en la discusión realizada en torno a la ubicación del lugar de disposición final de residuos en la Región Metropolitana, se debió entre otros, a la falta de información de los habitantes. La adecuada publicidad, concepto introducido por la Ley Nº19.300, tiene por objeto poner a disposición del público la información, para que hagan presente sus observaciones y puntos de vista sobre la decisión que se pretende tomar. Así como se identificaba la existencia de una valoración positiva por parte de las autoridades nacionales y locales, en relación con la participación ciudadana en la gestión de los problemas ambientales (entre los cuales están los residuos sólidos), es necesario destacar, que es responsabilidad de estas autoridades fomentar esta participación. Con el propósito de mejorar el actual procedimiento de participación, desde el gobierno, se han propuesto una serie de medidas a implementar tanto por el sector público como por el sector privado, que son pertinentes analizar. Se debe capacitar a los representantes de la comunidad, respecto de los mecanismos de participación ciudadana en los procesos de ordenamiento territorial y en el sistema de evaluación de impacto ambiental, para funcionar como interlocutores válidos entre la autoridad y la comunidad. La opción por una participación ciudadana mediada por la organización y los dirigentes ciudadanos es vital. Dicha opción, sin embargo, se ve obstaculizada por la existencia de un ethos cultural que promueve valores contradictorios a dicha opción (la individualidad, la competencia, entre otros aspectos). La necesidad expresa de capacitar a los dirigentes, manifiesta la debilidad actual de la normativa que regula la participación ciudadana en los procesos relacionados con el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y de Ordenamiento Territorial. De hecho, la información a que se ven obligados los agentes proponentes, por lo general, tiene un lenguaje de alta complejidad que sólo es entendida en sus alcances por los especialistas, no así por el conjunto de los ciudadanos (siendo los más perjudicados aquellos sectores de menores recursos y menor nivel de instrucción escolar, técnica y profesional). Por otro lado, en relación con los procedimientos de gestión de los residuos sólidos sometidos al sistema de evaluación de impacto ambiental, se debe asesorar al sector privado para que presente públicamente sus proyectos, indicando los potenciales impactos ambientales, así como las medidas de mitigación y los planes de contingencia asociados, garantizando su cumplimiento. Paralelamente, se debe incentivar la participación ciudadana en la separación en origen de los residuos. Se deben elaborar programas de Educación y Difusión, dirigidos a concientizar a la población respecto de los beneficios, presentando ejemplos prácticos y estimulando su implementación con campañas específicas. Esto se traducirá en una modificación de los hábitos y conductas hacia un mayor cuidado del medio ambiente. CONCLUSIONES La necesidad de incorporar la participación ciudadana no sólo en términos funcionales al sistema tradicional de manejo, sino en iniciativas que permitan abordar el problema en su complejidad, y en el cual el habitante tenga no sólo una palabra que decir sino también una responsabilidad que cumplir se torna vital. En la promoción de una conducta responsable ambientalmente se identifica a la Información y Educación Ambiental, como un componente básico para la participación ciudadana y para el desarrollo de conductas responsables ambientalmente. En nuestra cultura, podría decirse que predomina una conducta de relación no sustentable con el ambiente, lo que implica y exige articular diversas estrategias para lograr modificar estos patrones y hábitos. Sensibilización, información, educación, capacitación y refuerzos, que desde la psicología ambiental se identifican como componentes sistémicos de una labor que promueve cambios actitudinales y de conducta respecto del medio ambiente. Entre los temas fundamentales se encuentran: • Información técnica sobre el manejo de los residuos De las cantidades generadas y del proceso de recolección, transporte, estaciones de transferencia y disposición final aplicado actualmente, mostrando sus limitaciones técnicas y ambientales. • Responsabilidad de la ciudadanía, municipios y empresas en el manejo de los residuos. • Explicar las consecuencias económicas y ambientales que genera la correcta disposición final de los residuos. • Explicar y difundir el concepto de minimización: Evitar la generación de residuos o reducir, reutilizar y reciclar los residuos generados. Difundir el concepto de reciclaje, que incorpora consideraciones ambientales en el diseño del producto para facilitar su posterior reutilización. Implementar programas de reciclaje, dirigidos a todos los niveles y edades, promoviendo la minimización en la ciudadanía y sector empresarial. El programa debe ser flexible en su aplicación y considerar etapas de acción de acuerdo a la situación de cada comuna y empresa. Difundir el concepto de productos biodegradables. BIBLIOGRAFIA • Análisis Sectorial de Residuos Sólidos en Chile Plan Regional de Inversiones en Ambiente y Salud. Organización Panamericana de la Salud /Organización Mundial de la Salud Serie Estudios No. 15 Marzo 1998 • Agenda Ambiental 2002 – 2006 Residuos Sólidos Domiciliarios – Región Metropolitana CONAMA RM