Oscilación de Madden y Julian o de cómo podrían surgir los monzones y El Niño J. Rubén G. Cárdenas Los trópicos son, por su posición geográfica, el lugar al que llega más radiación solar; esto tiene consecuencias previsibles en la temperatura de la superficie del mar y provoca respuestas a veces sutiles de la atmósfera (ver en cienciorama Ciclones tropicales). A una de estas respuestas se le conoce como oscilación de Madden y Julian (OMJ). En 1970 se observó una perturbación atmosférica en ciertas zonas de convección profunda con fuertes precipitaciones donde la circulación del viento hacia el este, del océano Pacífico de la India al Pacífico central (casi 20,000 km), se vuelve lenta con una velocidad aproximada de 5 m/s a lo largo del Ecuador. El desplazamiento de la perturbación forma un sistema acoplado de vientos que origina zonas de convergencia que pueden dar lugar a acumulaciones de nubes profundas que originan intensas precipitaciones.1 En esta zona la temperatura del mar es lo suficientemente cálida como para mantener los procesos de convección. A la perturbación se le considera una oscilación periódica (ver en cienciorama Perturbaciones (ondas) atmosféricas) porque en ella se han detectado etapas a lo largo del año de entre 40 a 50 días en las que esta actividad atmosférica se repite una y otra vez. En su recorrido la oscilación va influyendo entre otras cosas en la precipitación local y en la temperatura de la superficie del mar y por ello se la relaciona con otros eventos ecuatoriales como los monzones de Australia y de Asia, así como con El Niño (ver en cienciorama Fenómeno de El Niño ). Se piensa entonces que la OMJ es la componente que domina la variabilidad intraestacional de la atmósfera tropical. La OMJ fue reportada por Roland Madden y Paul Julian en 1971, de allí que lleve sus apellidos. Las trayectorias del viento zonal en la OMJ se pueden describir en términos de ondas ecuatoriales acopladas a la convección profunda (ver en cienciorama Perturbaciones (ondas) atmosféricas). Siguiendo la figura 1, los vientos del este en la baja troposfera y los del oeste en la troposfera alta se pueden describir como una onda de Kelvin (hacia el este del centro de convección, a la derecha en la figura). Los vientos del oeste en la baja troposfera y la circulación ciclónica se asemejan a una parte de una onda de Rossby (yendo hacia el oeste del centro de convección, en la izquierda de la figura), y los vientos del oeste en la alta troposfera y la circulación anticiclónica completan esta onda de Rossby. Fig. 1 La figura esquematiza el comportamiento de la OMJ, la línea roja indica la fase (el movimiento) de la osilación. Tomada de The MaddenJulian Oscillation Pese a que el comportamiento de la oscilación de Madden y Julian sigue siendo un reto para las ciencias de la atmósfera, desde su descubrimiento, en la década de 1970, se han hecho muchísimos reportes y se han publicado datos sobre sus posibles causas (forzantes) y sus variaciones que han permitido comprender mejor el fenómeno. La oscilación se describía tradicionalmente como una perturbación de tipo sinusoidal con fases y amplitudes iguales.2 Actualmente se describe como un evento tipo pulso que se apaga y se enciende a lo largo de su propagación. Es decir, que las zonas de convección, donde hay mucha precipitación, se alternan con zonas de subsidencia o con poca precipitación y ambos tipos de zonas no tienen necesariamente la misma fase o amplitud. El estudio teórico de la oscilación enfrenta aún retos como la predicción cualitativa de las escalas de tiempo, de espacio y de velocidad de fase que predominan en la oscilación. Sin embargo, no deja de llamar la atención que surjan buenos resultados a partir de modelos básicos que toman únicamente en cuenta mecanismos físicos principales muy simplificados como la dinámica básica que se conoce de la atmósfera: los flujos de calor, intercambios de energía etc. Y que cuando en las ecuaciones se parte de modelos globales que incorporan muchos procesos físicos simulados detalladamente, los resultados fallan frecuentemente y a veces de manera espectacular para predecir el comportamiento de la OMJ. Esto sugiere que los errores en los modelos son producto de fallas profundas en las teorías con las que se trata de explicar actualmente la oscilación. Una teoría que se disponga a explicar al fenómeno de la OMJ debe de ser capaz no solamente de describir la dinámica de la oscilación sino también explicar esos huecos en el conocimiento que hacen funcionar bien ciertas simulaciones y mal otras. Conseguir una explicación coherente de la OMJ sería una aportación fundamental para nuestro entendimiento de la física y de la dinámica de la atmósfera tropical. Notas 1 Nos referimos a sistemas acoplados cuando entre ellos existe una relación tal que uno se ve afectado por cambios en el otro. Son sistemas interrelacionados. 2 Las propiedades de la oscilación deberían ser descritas en términos de un evento tipo pulso como se dijo anteriormente. Bibliografía Zhang, C., RG2003. Madden-Julian Oscillation , Rev. Geophys., 43, 2005, Guy Cascella, GFDII y Chidong Zhang, The Madden-Julian Oscillation , Universidad de Miami, 29 de abril de 2007.