Consenso de Cartagena COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO, LA JUSTICIA Y LA PAZ Una lectura desde organizaciones de la sociedad civil colombiana Proceso Londres Cartagena Bogotá, Mayo de 2010. COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO, LA JUSTICIA Y LA PAZ Una lectura desde organizaciones de la sociedad civil colombiana La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana 2 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO LA JUSTICIA Y LA PAZ Una lectura desde organizaciones de la sociedad civil colombiana Proceso Londres Cartagena Bogotá, Mayo de 2010 El texto que se despliega a continuación es resultado de un trabajo mancomunado de un grupo de personas pertenecientes a organizaciones de la sociedad civil colombiana, congregadas alrededor de la Confederación Colombiana de ONG, CCONG1 y de la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines para una Cooperación para la Paz y la Democracia, La Alianza. 2 Aspira a constituirse en un referente para construir un punto de vista mejor fundamentado de las plataformas presentes en el país, como un material de trabajo de ilustración e información para otros actores, especialmente en el campo regional, y como un motivador de la discusión alrededor del tema. 1. INTRODUCCIÓN La Cooperación Internacional al Desarrollo, CID, se ha constituido después de la Segunda Guerra Mundial en una herramienta de la política exterior de los Estados, dirigida primordialmente por sus propios intereses geo-políticos o comerciales. Normalmente ha consistido en unas formas de donación en donde un país rico del Norte, transfiere recursos financieros (o técnicos) a un país pobre del Sur. Esta actividad, como casi todas en el mundo contemporáneo, viene sufriendo importantes cambios, tanto por la emergencia de nuevos actores y modalidades, como por fuertes cuestionamientos a sus lógicas de funcionamiento y a su efectividad. En este campo, que era por definición oficial (se asocia “Cooperación Internacional al Desarrollo” con “Ayuda Oficial al Desarrollo”), uno de los avances más significativos que se produjeron en el pasado reciente, tiene que ver con el reconocimiento del rol que las organizaciones de la sociedad civil, OSC, juegan en toda la larga cadena de la cooperación: como un actor relevante de la definición de políticas y en la evaluación de las mismas en todos los niveles; por su peso financiero significativo y creciente; también por los roles de ejecutoras y canalizadoras de recursos; como proveedoras de servicios técnicos y un largo etcétera.3 En el caso colombiano, las OSC hemos estado presentes de distintas maneras y desde hace varias décadas en el debate nacional e internacional sobre la Cooperación: en nuestro carácter de promotores y receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo, en especial desde las décadas de los 80 y 90;4 como contrapartes para la ejecución de proyectos de desarrollo apoyados por agencias no gubernamentales; a través de la constitución de la red nacional de organizaciones sociales La Alianza, dedicada al tema de una mejor cooperación internacional con Colombia; y mediante la pertenencia de algunas ONG colombianas a redes internacionales como la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo, Alop y la red global de organizaciones sociales The Reality of Aid, RoA. 1 2 Ver perfil detallado en: http://www.ccong.org.co/ Ver mayores detalles en: http://www.laalianza.org.co/ 3 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana Gracias a estas experiencias y relaciones entre otras, OSC colombianas estuvimos en el III Foro de alto Nivel en Accra y, en el marco del Proceso Londres-Cartagena-Bogotá, hemos participado en las discusiones sobre el tipo de cooperación que es más conveniente para el país, en lo que ha significado un valioso ejercicio de deliberación y concertación, primero entre distintas y muy diferentes expresiones de la sociedad civil colombiana (Federación de Municipios, Asociación Nacional de Empresarios, Confederación Colombiana de ONG, Pastoral Social y La Alianza) y luego, entre estas OSC y el Gobierno Nacional. Para el grupo de personas y organizaciones que se congregan alrededor de La Alianza y de la CCONG, esta es una discusión que tiene sentido, relevancia y legitimidad en la actualidad. Estamos seguras de estar ante una discusión política y pública de interés nacional y por lo mismo, las OSC colombianas tenemos el derecho y el deber de participar en eventos nacionales e internacionales de discusión, y declaramos nuestro interés de participar y representar con nuestra propia voz los puntos de vista de las OSC colombianas. 2. ALGUNOS CONCEPTOS NECESARIOS Dentro del campo de la CID, hay varios conceptos nodales que es importante aclarar en la medida en que, según se entiendan, así serán también los enfoques en las políticas y proyectos. No se pretende hacer aquí ninguna disertación exhaustiva ni profunda sobre ninguno de ellos, sino simplemente destacar asuntos críticos en relación con el tema que nos ocupa. • Desarrollo: El concepto de desarrollo es el que otorga el “qué” y “para qué” de la cooperación. En las últimas décadas ha estado predominantemente dirigido por paradigmas que reducen el desarrollo al crecimiento económico soportado por el libre mercado, que ubican todos los esfuerzos en la desregulación de la economía, en la privatización de la mayor cantidad de actividades económicas posibles y en la liberalización del mundo laboral. 5 De hecho una parte significativa de la Ayuda Oficial al Desarrollo (que es la porción de la CID que proviene del mundo estatal), se utilizó como una herramienta para presionar a los Estados del Sur para introducir reformas a sus economías, según los acuerdos del Consenso de Washington. Hoy estos paradigmas se ven seriamente cuestionados: a) por las profundas desigualdades resultantes de su enfoque, que caracterizan la sociedad actual (de género, geográficas y generacionales) y por la extrema pobreza en que vive la mayoría de personas del planeta; b) por la impugnación profunda realizada desde el feminismo acerca de cómo las sociedades modernas, han diseñado su desarrollo sobre la base de una cultura patriarcal, que sojuzga e invisibiliza el aporte femenino a la cultura, la economía y la política; c) por las transformaciones demográficas que a raíz del envejecimiento de la población introducen preguntas por la sostenibilidad a largo plazo; d) por las crisis climáticas y ambiental; y e) finalmente, por las crisis financieras recientes 3 Por primera vez, en el Comité Directivo que organiza el próximo Foro de Alto Nivel hay participación formal de representantes de redes internacionales de OSC. 4 Según lo muestran los ejercicios de rendición social de cuentas promovidos por la CCONG y la Red de ONGs por la transparencia, estas décadas vieron el surgir de la mayoría de las ONG actualmente actuantes en el país. Ver: http://www.ongporlatransparencia.org.co/ 4 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana que han hecho visibles las inconsistencias del sistema y la dilapidación de enormes capitales, todo lo cual ha acrecentado las dinámicas del desempleo, la pobreza y la exclusión. Es precisamente este modelo el que presenta una crisis profunda y al cual se le hacen agudas preguntas acerca de su pertinencia para resolver los graves problemas de la humanidad, se cuestiona su sostenibilidad económica, social, ambiental y política y se reclama la construcción de una nueva institucionalidad que, tanto en el terreno nacional, como internacional, edifique nuevas formas de regulación y de gobierno en donde se incluyan los intereses de los más pobres, se eviten las conductas delictivas fruto del afán desmedido de lucro y se estimule el capital productivo en contra del especulativo. Desde las organizaciones sociales y desde el mundo académico han surgido no sólo preguntas, sino nuevas maneras de entender el desarrollo y el papel de los actores; se van a mencionar aquí sólo los más visibles: Está en primer lugar, el marco amplio de derechos humanos individuales y colectivos que se ha fraguado en los últimos siglos. En este lugar, debe destacarse la noción de “derecho al desarrollo, a un medio ambiente sano y a la paz”, como derechos ya no individuales, de la persona, sino de los pueblos. En este marco, la CID es sólo uno de los instrumentos con que cuenta la humanidad actualmente para la realización de ese derecho a lo largo y ancho del planeta. Han aparecido conceptos como “Desarrollo a escala humana” (Max Neef); “Desarrollo sostenible”; “Desarrollo Humano” (Amartya Senn) o sencillamente otras maneras de entender la vida y sociedad como los conceptos de “Buen vivir” (¡que no mejor vivir!) presentes en las constituciones boliviana y ecuatoriana y que hunden sus raíces en la sabiduría de los pueblos originarios de América. Para el caso colombiano las OSC han insistido en que además, la CID debe inscribirse en una lógica de construcción de la paz y solución política del conflicto armado. Al respecto, La Alianza dice en su texto fundante: “Colombia requiere urgentemente la defensa y el fortalecimiento del Estado social de derecho, la solución política negociada al conflicto armado interno y la plena vigencia de los derechos humanos, del derecho humanitario, como imperativos para alcanzar la paz y la democracia. En consecuencia, la cooperación internacional a Colombia, debería estar dirigida a apoyar las iniciativas que se inscriban en dichos parámetros…” La CCONG por su parte, en un texto sobre la CID presentado en el marco del proceso LondresCartagena-Bogotá, afirma que ésta debe guiarse hacia los siguientes propósitos: a) fortalecimiento del Estado Social de Derecho, b) construcción de bienes públicos, c) fortalecimiento de las OSC, d) construcción de una paz duradera, e) erradicación de la pobreza crítica, f) atención a la crisis humanitaria, g) ubicarse en una perspectiva de largo plazo, h) concertar compromisos de transparencia y rendición de cuentas, i) favorecer el intercambio de conocimientos y j) insistir en el cumplimiento de las obligaciones del Estado colombiano. 5 Además de este enfoque economicista, existen otros enfoques que enfatizan el pleno ejercicio de los Derechos y las libertades y ejercicio de la ciudadanía. 5 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana Son pues, maneras muy distintas de entender el desarrollo que se reflejan en maneras e intereses muy distintos de ver la CID. • Financiación del desarrollo El problema central de este debate no es la Ayuda Oficial al Desarrollo, ni la Cooperación Internacional misma. Lo central es el financiamiento del desarrollo. Es cómo financiar la realización del derecho al desarrollo que tienen todos los pueblos y los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de todas las personas del mundo. Esas fuentes de recursos han sido tradicionalmente: la fiscalidad (impuestos que los Estados cobran a sus asociados para la inversión pública), la inversión directa por parte de otros Estados o de los particulares, la deuda pública y la CID. De esta manera, la sola Cooperación no releva de sus responsabilidades a los Estados que están constituidos para garantizar el disfrute y desarrollar los mecanismos para la realización de los derechos de sus asociados y asociadas; en este sentido la CID es complementaria y subsidiaria de la inversión que hace cada Estado nacional. Por esta razón, una política fiscal democrática, que imponga impuestos con criterio progresivo, que los redistribuya con criterios democráticos y que impida la evasión y las prácticas corruptas, es la primera y más importante fuente de financiamiento del desarrollo. Por la pluralidad de fuentes y la complejidad de sus interrelaciones, en el mundo actual se debe tener en cuenta que muchas decisiones del financiamiento exceden el contexto nacional; por esta razón es importante analizar cómo es la inversión económica, la participación del sector privado y las multinacionales y cuál es su responsabilidad social, con los contextos locales, regionales y nacionales donde actúa. En especial es urgente el control de los llamados capitales “golondrina” que van de un lugar a otro especulando y ganando sumas fabulosas pero sin crear ni agregar valor a los territorios en donde se asientan; aquí, una amplia coalición internacional es necesaria pues ningún estado particular y aislado, por poderoso que sea, tiene la capacidad de enfrentar esta amenaza global. En el campo internacional han venido surgiendo propuestas para apalancar el desarrollo como mecanismos de comercio justo, tasas a las transacciones financieras internacionales y nuevas formas de agrupación de los Estados del Sur que constituyen una esperanza de cambios, pero que deben ser seguidos de cerca a fin de evitar que caigan en las mismas prácticas que han hecho que lo que actualmente se conoce como arquitectura financiera internacional, sea una armazón insuficiente e injusta. Es claro que en los países latinoamericanos, la desigualdad es el principal problema de la sociedad y es en buena medida, la explicación de muchos otros. Es decir, no se trata de que no existan los recursos para resolver los problemas, sino de que están concentrados en pocas manos. El problema es pues, político, de voluntad para ejecutar reformas económicas y sociales que distribuyan el ingreso y la riqueza con criterios más democráticos. En este sentido, los recursos para la erradicación de la pobreza y para el desarrollo están en cada país y el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil consiste en presionar al sistema político y movilizar a la sociedad para que éstos sean destinados a ese propósito. En sociedades desiguales, la fuente pues, no está sólo afuera, sino principalmente adentro. 6 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana • Cooperación En los días que corren, la mayoría de los problemas sociales tienen causas o implicaciones globales. Especialmente de la pobreza puede afirmarse que está estrechamente interrelacionada con los problemas del mundo –en cualquier favela de Río o un pequeño poblado de la India o en el Chocó Colombiano–. Y no sólo por solidaridad, porque creamos que para la humanidad es inaceptable moralmente abandonar a su suerte a millones de pobres en todos los rincones del planeta, alegando que es un problema “local”, sino porque la primera causa para explicar esa pobreza es la profunda desigualdad en la distribución de los recursos producidos en el mundo, que hace que mientras unos mueren en la abundancia y el hartazgo, otros lo hagan en medio de las más espantosas carencias. Si partimos de que los problemas son globales, así serán también las responsabilidades y recursos para resolverlos. “La Cooperación Internacional al Desarrollo es una de esas relaciones mundializadas que requieren ser repensadas con la lente de la búsqueda de mayor justicia en el planeta. Esa cooperación, en sus múltiples modalidades, es una dinámica que se fraguó en “otro mundo” que ya no es el actual. Hacer compatible la Cooperación Internacional al Desarrollo con una perspectiva de «mundialización justa», es la tarea que nos convoca y a la que convocamos desde América Latina, a los movimientos sociales y ciudadanos del mundo, a los gobiernos y a todos los actores de esa larga red que hoy abarca la cooperación. Pensadas las cosas así, es claro que la Cooperación Internacional al Desarrollo puede seguir tercamente atada a una visión anacrónica y ser mirada como un arma para la ejecución de la política exterior de los Estados, o puede ser una herramienta sumamente útil, apoyo privilegiado para la concreción del “Derecho al Desarrollo” de todos los pueblos del mundo, enmarcada en ese espíritu que Naciones Unidas ha llamado «rights ethos». Nuestra propuesta es entenderla como un bien público global, dedicado a resolver problemas globales localizados en diferentes partes del planeta y a fortalecer y cuidar los bienes públicos globales. En este sentido sus atributos de abierto, visible-transparente y accesible son un enorme reto. Y aquí hacemos explícita mención, tanto de los recursos provenientes de los Estados, como de los fondos que proceden de agentes privados. Los administradores de este bien público seguirán siendo por un buen tiempo los estados nacionales y, cada vez más al parecer, grandes agentes privados que actúan de manera colectiva (ONG internacionales, fundaciones, asociaciones). No está allí el problema. Lo crítico estará en que los programas y proyectos y sus respectivos recursos se adjudiquen teniendo en cuenta, al menos, criterios como: a. Construcción deliberativa internacional, con amplia participación distintos actores, de los principales lineamientos y guías. b. Fortalecimiento de redes globales de organizaciones sociales que participan en los distintos momentos de realización de estas políticas. 7 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana c. Participación de los grupos locales “afectados/beneficiados” con estas políticas.Creación de un ambiente positivo de apertura, producción de información y reglas claras para la asignación, ejecución y seguimiento de los programas y proyectos.”6 • Actores de la cooperación: Los Estados nacionales son un actor institucional privilegiado en la actual arquitectura mundial y con mayor razón en el mundo de la CID; de hecho, son estados, organizaciones multilaterales u organismos internacionales con participación de los Estados, los principales administradores de esos presupuestos. Es un punto de partida claro e indiscutible. Lo que argumentan las OSC de todo el mundo frente a lo anterior es que Estado es mucho más que gobierno de turno en el ámbito nacional y que ya no es posible entender que sean sólo actores gubernamentales nacionales quienes toman las decisiones sobre cómo, dónde, para qué y con quiénes se invierte la Cooperación. En primer lugar porque hay otros actores públicos de los Estados que deben ser tenidos en cuenta, como: el parlamento, las Cortes y los gobiernos locales, todos ellos actores claves de la agenda internacional de desarrollo. Se resalta por ejemplo, que en las últimas dos décadas, la participación internacional de los gobiernos locales ha abierto nuevas posibilidades de gestión y gobernabilidad. La oportunidad de conformar redes y asociaciones internacionales ha ayudado a encontrar soluciones a los problemas de índole local y a favorecer una mejor inserción internacional del territorio. Además, hoy las OSC cumplen un papel de actores relevantes en este universo: son co-gestoras de las políticas, hacen vigilancia pública a las inversiones, sirven de ejecutoras de las mismas y en muchos casos sus aportes financieros y de otro tipo de recursos están a la altura de los montos de recursos oficiales. Finalmente es importante destacar que han surgido otros Estados cooperantes por fuera de la órbita tradicional de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, OECD, como actores relevantes de CID. En particular países como China, Arabia Saudita e India y, en el caso latinoamericano, Brasil y Venezuela, ocupan hoy un lugar de privilegio en ese escenario. Muchos de ellos se han hecho abanderados de la Cooperación Sur-Sur que pretende soportarse no sobre la transacción económica donante-receptor, sino sobre un intercambio en donde el conocimiento y la capacidad para resolver problemas concretos es la moneda de intercambio. Si bien es cierto que aquí hay una esperanza interesante de cambios en la dirección deseada, también lo es que las experiencias concretas de Cooperación Sur-Sur, adolecen de las mismas falencias que critican en la cooperación tradicional: falta de transparencia en la toma de decisiones, ausencia de mecanismos de participación de las OSC, recursos orientados más por simpatías políticas que por las reales necesidades del país receptor, etcétera. • Nueva Arquitectura internacional para la Cooperación7 Lo primero es entonces, el debate sobre la reconfiguración de la arquitectura internacional del 6 7 Fernández, R. (2008). La Cooperación Internacional al Desarrollo: un nuevo bien público global. En: Mito y Re Tomado de: Fernández, R. (2008). Tendencias de la Cooperación Internacional al Desarrollo con AL. México: Alop. 8 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana financiamiento del desarrollo. El sistema internacional y en particular el sistema financiero, que es uno de los principales responsables de haber conducido al planeta al conjunto de crisis que nos atraviesan, requieren profundas reformas tanto en sus organismos rectores como en los actores facultados para la toma de las decisiones. En un marco en donde el desarrollo es entendido como derecho de los pueblos y en el cual, los problemas de desigualdades, inequidades y pobrezas, no pertenecen a un país específico sino que son ni más ni menos, que problemas globales, entonces la solidaridad entre las naciones y la corresponsabilidad, requieren concretarse en relaciones de cooperación; esto implicaría por ejemplo repensar en las inequidades y desigualdades profundas que se han fraguado en AL como fruto de la aplicación del modelo económico. Ese nuevo entendimiento de la Cooperación al Desarrollo como Bien Público Global, destinado de manera específica a producir y preservar bienestar y bienes públicos para el conjunto de la población del planeta, es parte de los esfuerzos y propuestas que vienen perfilándose desde distintos lugares sociales y políticos en el mundo. Se trata una vez más de pensar y trabajar para una globalización solidaria y persistir en la idea de que “otro mundo es posible”. El escenario más apropiado para abordar estas discusiones es Naciones Unidas. Esto, a pesar de que las críticas que se hacen a su lentitud y pesado burocratismo se constituyen en obstáculos reales a vencer. De cualquier forma, la nueva arquitectura internacional deberá fundarse sobre el principio de un multilateralismo amplio e incluyente y en este sentido, lo mejor con que contamos en la actualidad, por precario que sea, es el foro de Naciones Unidas. En una nueva arquitectura internacional para la Cooperación al Desarrollo, serán claves los mecanismos de gestión. Así, cuestiones como la consulta de las necesidades de los destinatarios a nivel local y en cada país, procesos y mecanismos democráticos de toma de decisiones y procesos de seguimiento y evaluación incluyentes, que favorezcan entre otras cosas la construcción de capacidades locales y la apropiación por parte de los actores de las baterías de instrumentos utilizadas en los proyectos y la disposición amplia y calificada de información pública, son necesidades inaplazables. En la actualidad, se encuentran prácticas ubicadas dentro del campo de la CID que no son genuinas desde el punto de vista de una cooperación solidaria. Ejemplos de ello son el estilo extendido de una cooperación que no reconoce gastos de funcionamiento, ni el conocimiento acumulado de las OSC, lo que en lugar de fortalecerlas las debilita. O el hecho de licitar la ejecución de enormes proyectos con compañías comerciales que, en su afán de lucro, se gastan una buena tajada de la torta en su propio beneficio y descargan sobre las OSC locales cargas como las contrapartidas, la administración o la gestión de recursos frescos. Llamamos la atención, en especial de donantes del Norte, pues por esta vía, la CID termina siendo un negocio más, de los muchos que promueven los Estados para sus nacionales. 3. EFECTIVIDAD DE LA COOPERACIÓN A partir de las evidentes dificultades que están teniendo los Estados nacionales y los acuerdos multilaterales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en la escena internacional ha 9 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana circulado con mayor insistencia una pregunta acerca de la efectividad de la Cooperación al Desarrollo. Varios hitos importantes han sucedido desde entonces: I Foro de Alto Nivel sobre Armonización y Alineación (Roma, 2003), Cumbre de Naciones Unidas sobre financiamiento del Desarrollo (Monterrey, 2002); quizá el hito más trascendente lo constituyó el II Foro de Alto Nivel (París, 2005) de donde emanó la Declaración de París que trazó la ruta para el seguimiento de las tendencias de la Cooperación. Se acordaron 5 principios para la eficacia. 8 A continuación se presentan esos principios y algunas consideraciones críticas hechas desde las organizaciones sociales de los 5 continentes recogidas en los informes del RoA. 8 Para un análisis detallado ver el Capítulo I: Efectividad de la Ayuda Oficial al Desarrollo: Apropiación democrática y Derechos Humanos. En: Mito y Realidad de la Ayuda Externa al 2009. México, Alop 10 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana PRINCIPIOS DE DP ASPECTOS A CONSIDERAR APROPIACION: Países socios deben ejercer liderazgo efectivo sobre sus políticas de desarrollo y estrategias y coordinar las acciones para el desarrollo. La re a l a propi a ci ón i ncl uye , pe ro no pue de l i mi ta rs e , a l l i de ra zgo de l gobi e rno s obre l a s pol íti ca s de de s a rrol l o. La s pe rs ona s y l a s comuni da de s má s a fe cta da s por l a s pol íti ca s de de s a rrol l o de be n te ne r ta mbi é n a propi a ci ón s obre l a s mi s ma s . Es to s i gni fi ca no s ól o ha bl a r de “a propi a ci ón” s i no de “a propi a ci ón de mocrá ti ca y l oca l ”. ALINEACION Donantes deben basar sus aportes en general, en las estrategias nacionales de desarrollo de los países socios, sus instituciones y sus procedimientos. No e s s ufi ci e nte que l os dona nte s vi ncul e n l a Ayuda a l a s e s tra te gi a s na ci ona l e s de de s a rrol l o de l os pa ís e s . Ta mbi é n de be s e r cl a ro que e s ta s e s tra te gi a s ha n s i do de s a rrol l a da s de ma ne ra i nde pe ndi e nte y pa rti ci pa ti va por l os pa ís e s re ce ptore s e n e l conte xto de l a a propi a ci ón de mocrá ti ca y l oca l . ARMONIZACION Las acciones de los donantes deben estar más armonizadas, ser transparentes y efectivas colectivamente. Es ne ce s a ri o que l os proce di mi e ntos pa ra l a a djudi ca ci ón de AOD s e ha ga n ba jo cri te ri os de s i mpl i ci da d, cl a ri da d y tra ns pa re nci a y cons ul te n l os re curs os di s poni bl e s e n e l te rri tori o de e je cuci ón de l os proye ctos . De s a fortuna da me nte , un s e ri o e fe cto a dve rs o de l a a rmoni za ci ón e s que re duce l a compe te nci a por l a Ayuda y l i mi ta l a s opci one s pa ra l os pa ís e s re ce ptore s , a l re forza r l a pos i ci ón de l a s I FI como l os pri nci pa l e s á rbi tros e n l a de fi ni ci ón de l a s pol íti ca s de Ayuda . GERENCIA POR RESULTADOS La toma de decisiones y la administración de los recursos deben ser mejoradas en un enfoque orientado a resultados. La ge re nci a por re s ul ta dos s ól o pue de s e r e fe cti va cua ndo l a s me ta s s on re ducci ón de l a pobre za y l a promoci ón de l os de re chos huma nos y l a e qui da d de gé ne ro. Cua ndo l a s “re s ul ta dos ” que s e a dmi ni s tra n s on re forma s de pol íti ca s e conómi ca s , e s te pri nci pi o s e convi e rte e n una jus ti fi ca ci ón pa ra l a condi ci ona l i da d. MUTUA RENDICION DE CUENTAS Donantes y socios deben asumir mutuamente la responsabilidad por los resultados del desarrollo y rendir cuentas. Es te pri nci pi o re qui e re e l de s a rrol l o de me ca ni s mos e s pe cífi cos por me di o de l os cua l e s todos l os a ctore s i nvol ucra dos e n l os proce s os produce n y re ci be n i nforma ci ón a de cua da , re l e va nte y cl a ra y no s ól o l os e je cutore s . Un e s pe ci a l de s ti na ta ri o de e s a i nforma ci ón de be n s e r l a s comuni da de s a fe cta da s por l os ga s tos e n a yuda . La efectividad de la cooperación y su evaluación comprende aspectos técnicos pero no se reduce a ellos. La medida de la efectividad se encuentra en el campo de lo político y, en concreto en las normativas internacionales que han sido suscritas por la mayoría de los Estados del mundo y en la que se detallan de manera taxativa los fines del Estado y los derechos de cada ciudadano y ciudadana pertenecientes a dicho Estado. 11 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana Las organizaciones sociales presentes en este debate, han expresado diversas opiniones sobre los temas de la eficacia de la Ayuda Oficial y de la Cooperación misma. 9 Lo más importante es señalar que, en su opinión, el criterio último para la verificación de la eficacia son los impactos sostenibles en la calidad de vida de las poblaciones, es decir, qué tanto se han realizado los derechos de las personas; se ha expresado así: “¿de qué manera los proyectos de cooperación contribuyen a la realización de los derechos y la democracia, la paz sostenible y la resolución pacífica de los conflictos?” Un segundo campo de verificación de la eficacia está en directa relación con la construcción de capacidades o empoderamientos de las OSC u otros actores sociales en relación a la capacidad de negociación con el Estado, la empresa privada y otros actores/sectores 4. EFECTIVIDAD DE LAS OSC: En el marco de estos debates apareció, por distintas vías y en múltiples escenarios la pregunta por la efectividad de las propias OSC. En la misma Agenda de Acción de Accra, declaración final del Foro de Alto Nivel sobre efectividad de la Ayuda, se invita explícitamente a las OSC al debate. 10 Aunque nos ubicamos en este escenario de maneras muy distintas a como lo hacen los Estados, un amplio grupo de redes internacionales de organizaciones sociales hemos acordado abocar un debate global sobre el tema que deberá estar arrojando resultados iniciales a fines del 2010.11 Desde América Latina, tenemos acuerdos iniciales que nos permiten adentrarnos en este debate: • Analizar el rol de las OSC, parte de aceptar que las OSC realizan actividades para la producción, cuidado y/o ampliación de bienes públicos, que por lo tanto, tienen también responsabilidades públicas como ser transparentes y rendir cuentas.12 No son por supuesto, las mismas responsabilidades que tiene el Estado o el mercado pero, dada su naturaleza y su carácter, no están exentas de deberes para con la sociedad y la opinión pública en general. • Por ejemplo, en el caso de los destinatarios de la acción de las organizaciones sociales es necesario reconocer que no sólo tienen derecho a un trabajo realizado con calidad técnica y probidad ética, sino con transparencia y rendición de cuentas a fin de poder ser evaluado y auditado adecuadamente. • Partimos de verificar que el universo de las OSC es amplio y diverso y que esa diversidad constituye una gran riqueza. Jugamos muy distintos roles que van desde la elaboración y seguimiento de políticas públicas, hasta la prestación de servicios sociales. Trabajamos también con metodologías y enfoques diversos pero que se asientan en el reconocimiento de los individuos como sujetos de derechos, del desarrollo humano integral como el marco para la construcción de propuestas de desarrollo y de la sostenibilidad (ambiental, social, cultural, económica) como un principio de trabajo que orienta las acciones. 9 Ver: Reality Check – América Latina, agosto de 2008. http://www.alop.or.cr/trabajo/publicaciones/ “Invitamos a las organizaciones de la sociedad civil a reflexionar sobre cómo pueden aplicar los principios de la Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda, desde su perspectiva particular” (AAA, 20) 11 Ver: Presentación del Foro Abierto: www.cso-effectiveness.org 12 Ver: Declaración de principios de la Red de ONG por la Transparencia: http://www.ongporlatransparencia.org.co/ 10 12 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana • El análisis de la eficacia de la sociedad civil debe tomar en cuenta que no pocas veces es colocada en un rol de ejecutor de políticas y modelos de intervención no concertados ni dialogados previamente y más bien impuestos, condiciones que le quitan margen de acción y capacidad de decisión sobre la eficacia. • La eficacia es un propósito de la SC, a quien le interesa impulsar procesos de cambio y transformación de las sociedades. Esa eficacia está en consonancia con sus roles y propósitos y tiene que ver con: la construcción de capacidades de distinta índole en la sociedad y en los destinatarios para ir resolviendo de manera gradual sus propias necesidades; desatar procesos de reflexión, análisis críticos y construcción de propuestas de solución a sus propios problemas; de movilización de las OSC para defender propósitos y realizar sus fines; para la preservación de su autonomía, de manera tal que las principales decisiones de la organización obedezcan a sus procesos internos y la capacidad de incidencia en políticas públicas que dirijan los recursos del Estado hacia quienes realmente lo necesitan. 5. DESAFÍOS Y PRIORIDADES Finalmente este grupo de organizaciones quiere llamar la atención sobre retos que tiene por delante la Cooperación y sus actores con presencia en Colombia. El primero es la discusión sobre si los países de renta media deben ser o no sujetos de cooperación. Lo cual rebota de manera inmediata a otra pregunta. ¿Deben ser los problemas de la desigualdad –característica de los países de renta media–, asuntos que atañen a la Cooperación Internacional? Nuestra respuesta clara es que si, que es justamente la desigualdad, principal problema de los países latinoamericanos, la causante de otros males como pobrezas y exclusiones. Por supuesto que en un contexto como el colombiano, la tarea prioritaria no será entonces la erradicación de la pobreza, sino la profundización de la democracia, de manera tal que se fortalezca un Estado Social de Derecho con clara vocación redistributiva del ingreso y la riqueza. Un segundo desafío guarda relación con la coherencia con los marcos de principios y valores declarados, de manera tal que todos los actores del proceso (del Norte, del Sur, de organismos internacionales, del campo gubernamental y de la sociedad civil) se comporten congruentemente con ellos. Esto no debiera ser tratado como “condicionalidades” que vengan de los donantes, sino como un acuerdo entre las partes para adoptar los más altos niveles exigencia en torno a asuntos como respeto por los derechos humanos, equidad de tratamiento a las mujeres y protección del medio ambiente. Esto sin embargo no siempre se logra y el caso colombiano es un ejemplo de ello, en donde el Estado Colombiano no ha honrado su compromiso de acatar la normativa internacional sobre protección de los derechos humanos. En estos casos una presión mancomunada entre OSC del país y la comunidad internacional se hace indispensable. La actuación en espacios de alta debilidad institucional fuerte es un tercer reto para la CID en todo el mundo, en América Latina y en Colombia. Colombia no es un caso de institucionalidad nacional débil; por el contrario, puede afirmarse que vista en el contexto internacional, cuenta 13 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana con capacidades técnicas y políticas bien desarrolladas para dirigir los procesos nacionales. No ocurre así en las regiones apartadas del país, en donde lo predominante es una institucionalidad estatal débil o muchas veces cooptada por grupos ilegales. En estos terrenos, el fortalecimiento, tanto de la institucionalidad pública, como de la contraparte civil que incida, haga seguimiento y vigilancia a la primera, deben ser objetivos de primer orden de una CID genuinamente democrática. Desarrollar los puntos y temas anteriores contando con el punto de vista del movimiento feminista y de mujeres, de manera tal que enfoques de equidad de género, empoderamiento y reconocimiento de los derechos y el potencial de las mujeres, tanto como actoras sociales del desarrollo, como actoras políticas de la democratización de la sociedad es otro campo de retos. Compete al Estado y a la sociedad, crear los marcos institucionales y legales para que este potencial se despliegue sin trabas; pero corresponde a los movimientos sociales en general y al movimiento de mujeres en particular, cualificar sus instrumentos de movilización y acción Otro tema tiene que ver con el financiamiento de las actividades de las organizaciones de la sociedad civil que dirigen su acción, con enfoques diversos, a la promoción del desarrollo, a la sostenibilidad ambiental y a la profundización de la democracia. Estamos ante una actividad claramente pública y dirigida a producir bienes públicos. Es hora de abrir un debate en la región sobre el financiamiento de esta actividad. En una buena parte de los países del Norte, existen abundantes recursos estatales a los cuales pueden aplicar las organizaciones sociales para financiar sus iniciativas y su existencia. La actividad de los partidos políticos, que es claramente de interés público, recibe soporte fundamental de recursos estatales en casi todos los países de la región. Algo similar, debiera pensarse para la actividad de las OSC. Por último, en el plano nacional se encuentra la cualificación y profundización del Proceso Londres-Cartagena-Bogotá, mediante la construcción concertada de espacios e instrumentos de seguimiento a las políticas de cooperación desde y hacia Colombia, la disponibilidad de información cualificada en tiempo real sobre los proyectos y la habilitación de espacios de deliberación para debatir públicamente sobre prioridades y estilo de gestión de los donantes. Coda: “Las OSC actoras del desarrollo por derecho propio” Uno de los reconocimientos explícitos realizados en el proceso de preparación del III Foro de Alto Nivel en Ghana y en la Agenda de Acción de Accra, es que se reconoce formalmente la existencia de un actor en las dinámicas del desarrollo y por ende de la Cooperación Internacional: las Organizaciones de la Sociedad Civil. Se reconoce que estas organizaciones juegan papeles muy diversos en la ejecución de programas y proyectos, en la canalización de recursos dentro y fuera de la comunidad y del país, en la formulación, seguimiento y evaluación de políticas públicas, en la creación de conciencia colectiva sobre las necesidades y problemas a resolver y en el fortalecimiento de las capacidades de los sectores empobrecidos de la sociedad para la exigencia de sus derechos. Gracias a este rol dinámico resulta claro que son un eslabón clave de la efectividad de la Cooperación para la promoción del desarrollo. Colombia no es una excepción en este panorama. Por el contrario su organización social y civil ha demostrado capacidad e iniciativa para la creación de agendas públicas que incluyen la 14 La Cooperación Internacional desde organizaciones de la Sociedad Civil Colombiana Cooperación. Las ideas aquí expresadas recogen esa voz y esperan ser tenidas en cuenta a la hora de los debates y las definiciones que se siguen sobre el tema, tanto en el escenario nacional y de cara al nuevo Gobierno y sus políticas sobre Cooperación, como en la escena internacional, rumbo al IV Foro de Alto Nivel en Seúl 2011. Bogotá, abril de 2010. 15