02. El creador y la creación

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Lección 2
EL CREADOR Y LA CREACIÓN
Texto clave
“Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo
suyo somos, y ovejas de su prado”. (Salmo 100:3)
DIOS EL CREADOR
1. ¿Quién creó los cielos y la tierra, y en qué condición estaban antes de la creación?
(Génesis 1:1, 2)
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía,
y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la
faz de las aguas”.
2. ¿Quién más estaba presente en la obra de la creación? (Juan 1:1-3)
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era
en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho”.
Nota: Cristo fue co-creador junto con el Padre y el Espíritu Santo.
3. Según el apóstol Pablo, ¿a través de quién fue realizada la creación? (Colosenses
1:15-17)
“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en él subsisten”;
4. ¿Cómo creó Dios todas las cosas? (Salmos 33:6, 9)
“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el
aliento de su boca. Porque él dijo, y fue hecho; el mandó, y existió”.
LA CREACIÓN
5. ¿En cuánto tiempo creó Dios los cielos y la tierra? (Génesis 2:1-4)
“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios
en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y
bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que
había hecho en la creación. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando
fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”.
Nota: El período de la creación no estuvo completo hasta que Dios separó un día, el
séptimo para el descanso del ser humano.
6. ¿Qué afirma el cuarto mandamiento en cuanto a la creación y al Creador? (Éxodo
20:11)
“Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en
ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo
santificó”.
Nota: Dios no estaba cansado cuando reposó el séptimo día, pero nos quiso dejar su
ejemplo.
7. ¿Qué nos dice el salmista David que debemos hacer con nuestro Hacedor? (Salmo
95:6)
“Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro
hacedor”.
Nota: El único que debe ser adorado es Dios, y sólo ante él nos debemos postrar pues
él es el Creador nuestro.
8. ¿Qué nos llama a hacer el ángel de Apocalipsis en cuanto a nuestro Creador?
(Apocalipsis 14:6, 7)
“En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a
los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Decía a gran voz:
‘¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel
que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!’”.
Ilustración
Un Embajador Resplandeciente
En cierta ocasión el emperador Trajano tuvo una entrevista con un famoso rabino. Le
dijo que ya que enseñaba que Dios estaba en todas partes, y que dirigía a su pueblo,
sería justo que se lo mostrara, porque él quería verlo.
“Es cierto que la presencia de Dios está en todas partes”, respondió el rabino, “pero
no podemos verlo porque ningún ojo humano puede soportar tanto esplendor”. Pero el
emperador tenía la obstinación de quien posee el poder supremo, y seguía con su
demanda.
“Está bien”, le dijo por fin el rabino “comencemos entonces contemplando a uno de
los embajadores divinos”. Entonces le llevó afuera, al aire libre y le pidió que
levantara los ojos al sol y lo observara fijamente. Trajano lo hizo por corto tiempo,
luego dijo, “no puedo hacerlo, su luz es tan brillante que me ciega”.
“Si es así”, repuso el rabino con tono de convicción que no puedes soportar la luz de
una de las criaturas de Dios, “¿cómo podrás contemplar sin velo alguno toda la gloria
resplandeciente del Creador Supremo?”
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