La presentación completa de Bevacqua ante la Secretaría de

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CONTESTA VISTA
Señor Director de Lealtad Comercial
Dn Adalberto Gabriel ROTELLA
S./D.
Buenos Aires, 4 de marzo del 2011
Ref: S01:0050716/2011
GRACIELA CRISITNA BEVACQUA, por mi propio derecho
y con el patrocinio de los Doctores MARTA NERCELLAS y MARIANO
FRIDMAN, manteniendo el domicilio que constituyera en mi anterior
presentación en la calle Libertad 567, piso 11º de la CABA, al Señor Director
digo:
I.
OBJETO DE ESTA PRESENTACIÓN.
Este escrito tiene por finalidad efectuar, en legal tiempo y forma,
una serie de consideraciones para su conocimiento, y plantear la nulidad de la
notificación cursada en fecha 14 de febrero y la falta de legitimación pasiva ,
conforme las consideraciones de hecho y de derecho que a continuación se
expondrán.
II.
NO VENCIMIENTO DEL PLAZO –NULIDAD DE LA
NOTIFICACION-.
El presente sumario se ha iniciado por la presunta falta de
respuesta a un cuestionario confeccionado por esta Secretaría. Sin embargo,
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conforme puede acreditarse con la fotocopia de mi pasaporte que adjunto a la
presente, en la fecha en la que se me intimara a responder ese cuestionario, no
me encontraba en el País. Esa circunstancia, que puede ser constatada si
existiera alguna duda por ante el Registro Nacional de Migraciones, fue ya
subrayada por mí al responder aquella intimación a la Secretaría tan sólo 24
horas después de arribada al País, momento en el que tomé conocimiento de la
misma.
Por cierto, no puede alegarse el desconocimiento de dicha
circunstancia –que me encontraba fuera del país- ya que la notificación que
motiva esta presentación fue cursada al domicilio que constituí en aquella
contestación donde con claridad lo alegaba.
En este orden de ideas, resulta evidente que no puede validarse
aquél plazo (desde la fecha de entrega de la intimación cursada), cuando no
existía posibilidad material para que cumpliera en el exiguo plazo que se
pretendía-, por encontrarme fuera tanto durante su transcurso cunato en su
vencimiento – 48 horas después-. Por ese motivo solicito la nulidad de
aquella notificación, lo cual, desde ya, extiende sus efectos nuilificantes al
presente sumario, cuya iniciación parece ser motivada por la falta de
contestación referida.
III.
FALTA DE LEGITIMACION PASIVA.
Se ha manifestado que el presente sumario se funda en las
atribuciones que le otorga la Ley 22.802 denominada de “Lealtad Comercial”,
sin embargo, una ligera lectura de la norma citada -según consta en su
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epígrafe, para unificar las disposiciones vigentes sobre: “identificación de
mercaderías, publicidad e bienes muebles, inmuebles y servicios”- acredita
que en forma alguna se refiere a la actividad que desarrollo. ni a sujetos como
la suscripta.
Ley 22.802, en su primer Capítulo nos habla de “De la
identificación de mercaderías”; luego de “De la denominación de origen”; para
tratar después “De la publicidad y promoción mediante premios”. Luego, la
Ley se ocupa de las atribuciones del ente de aplicación, sus procedimientos y
sanciones. Como bien puede observarse, nuevamente, la Ley no me puede
ser aplicable.
Las normas sancionatorias no admiten aplicación extensiva.
Sin embargo, esto es claramente lo se pretende en este sumario, por cuanto el
quehacer que desarrollo no encuadra en ninguna de las hipótesis previstas en
la norma que, evidentemente, fue pensada no para evitar que se realicen
investigaciones sobre diferentes aspectos de la actividad económica, aunque
estas o sus resultados
no coincidan con la voluntad de quien dirige los
organismos de aplicación, sino para los específicos temas que describe en su
articulado. Es por esta razón que habré de solicitar se declare mi falta de
legitimación pasiva en estos actuados, por no encuadrar la actividad que
desarrollo en ninguna de las hipótesis previstas por la Ley.
IV.
CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS.
No obstante lo sostenido en los dos capítulos anteriores, bien
vale efectuar algunas consideraciones respecto de lo sostenido en la
providencia que se nos notificara el 18 de febrero de 2011.
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Con relación a la categórica afirmación que por la transparencia
del texto legal: “…la única conducta aceptable es su acatamiento ad pedem
literae”, parece olvidar que, mal que les pese a las autoridades de aplicación,
estamos en un Estado de Derecho, para ser más precisa, en un Estado
Constitucional de Derecho.
Tal aserto respecto de la supremacía constitucional, se traduce,
ni más ni menos, en el necesario respeto de las Declaraciones, Derechos y
Garantías Constitucionales de la totalidad del plexo normativo. En este
sentido, no basta le legitimidad formal de una norma legal -es decir el mero
cumplimiento de los recaudos que la Constitución Nacional establece para su
sanción-, sino que además ella debe estar en sintonía con el sistema de
garantías establecida por la Carta Magna.
En el caso que nos ocupa, ni siquiera la norma que se
pretende aplicar goza de aquella legitimidad formal. La Ley “luce” la firma
de Bignone como Presidente y fue dictada el 5 de Mayo de 1983: “… en uso
del art. 5 del Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional”, lo que
nos permite concluir que esa norma carece de ambas legitimidades por lo que
no puede exigirse su acatamiento ya que viola claramente, al menos en el caso
que nos convoca los arts: 14, 19, 32, 75 inc. 22, entre otros de la CN.
Pero sobre todo se pretende conculcar el derecho de la libre
expresión en todas sus formas. El art. 13 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), además de garantizar
en forma genérica la libertad de pensamiento y expresión y prohibir la
apología del odio nacional, racial o religioso, la violencia y la guerra;
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establece la prohibición de restricciones indirectas por controles oficiales
o de particulares.
El numeral 1º del artículo en su primera parte describe en forma
genérica: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y
expresión”.
En su segunda parte precisa su extensión:
“Este derecho comprende la libertad de
a) buscar
b) recibir y
c) difundir
“informaciones e ideas de toda índole”
La norma consagra de este modo, no sólo la libertad de recibir y
difundir, sino también la de buscar informaciones e ideas de toda índole. Es
decir que garantiza también el derecho fundamental a la libre investigación1.
Soy una investigadora académica, esa es mi actividad. Analizo
indicadores económicos. Se puede predicar respecto de mi trabajo que es
mejor o peor que otros; que es más o menos confiable, pero no se puede
pretender callar mi trabajo por no resultar conveniente a los intereses de algún
sector, sea cual fuere este.
El art 42 de nuestra Ley Suprema afirma, para que no quepan
dudas al respecto, que los consumidores de bienes y servicios tienen derecho a
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Carlos E. Colautti, El Pacto de San José de Costa Rica – Protección a los derechos humanos, Ed.
Lerner, Buenos Aires 1989, pág. 78, 79 y sigs.
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una información adecuada y veraz. Esto es precisamente lo que intento
hacer con mi trabajo.
Conforme manifestara el director de Estadísticas de Sudáfrica,
Pali Lehohla, a especialistas de todos los rincones del mundo, incluso del FMI,
el Banco Mundial y la Unión Europea, en la 42a sesión de la Comisión de
Estadísticas de la ONU, “… las estadísticas oficiales que cumplen el criterio
de utilidad práctica son compiladas y puestas a disposición en forma
imparcial por los organismos oficiales de estadística para honrar el derecho
de los ciudadanos a la información pública”, agregando que “El señor
Moreno [por el secretario de Comercio Interior] violó el principio número
uno: las estadísticas oficiales proveen un elemento indispensable en el sistema
de información en una sociedad democrática”.
Podría nombrar muchísimos ejemplos que ponen en duda, no la
tarea que realizo o la que realizan las consultoras privadas, sino las efectuadas
en forma oficial; por lo que someter nuestra tarea a la fiscalización,
casualmente de quienes cuestionados, no a nivel nacional en donde puede
evaluarse una eventual carga política, sino en la reunión más importante del
calendario estadístico internacional realizada en el seno de la ONU, es,
además de paradigmático, riesgoso.
V.
OBJETO DEL SUMARIO.
El sumario parece referirse exclusivamente a la NO contestación
de la intimación, con lo que bastaría mi pedido de nulidad de la notificación,
adjuntar la prueba que acredita que no me encontraba en el País y que contesté
mucho antes del vencimiento del brevísimo plazo otorgado, si se lo cuenta
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desde que tomé conocimiento del mismo y tuve posibilidad de responder, es
decir desde mi arribo al País y solicitar que se tenga por contestado aquel
requerimiento con la nota que presentara en esa Secretaría el día 18 de febrero
de 2011.
Sin embargo no habré de escudarme en razones formales
pretendiendo “ganar el tiempo” que demandará el enderezamiento de esa
intimación, ya que puedo observar, de conformidad con la secuencia de
persecuciones personales que vengo sufriendo desde la intervención del
INDEC (y que no voy a reiterar atento que son bien conocidas por todas las
autoridades del área) que su objetivo es bien diferente al expuesto, motivo por
el cual, habré de abreviarles la tarea y me referiré a lo que supuestamente
quieren saber según aquel requerimiento:
V.a, ¿QUIÉN ES BUENOS AIRES CITY.
Buenos Aires City, nace por iniciativa de profesores de la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires
a
principios de 2008. Es un centro de investigación como tantos otros que tiene
la Facultad. El primer objetivo fue dedicarse a la investigación, papers sobre
finanzas y macroeconomía.
A mediados de 2008, luego de un abrazo de ATE al INDEC, me
proponen integrar el cuerpo de investigadores de ese espacio. Más tarde me
invitan a hacer un IPC, gratuito y público. Al principio me niego ya que
continuaba con las consecuencias que en mi salud había dejado la persecución
y acoso del que fui víctima en el INDEC, pero a fines de 2008, al ver el
deterioro en el que estaba el Instituto de Estadísticas Nacional, y el
desmantelamiento que estaba sufriendo, tomé la decisión de aceptar la
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invitación de elaborar un IPC dentro de ese ámbito académico y decidiéndose
que sería gratuito y público. Me piden que el equipo esté integrado por
alumnos avanzados de la facultad, nadie externo (nos prometieron becas y/o
pasantías). En abril de 2009, comenzamos a publicarlo.
La primera presentación del IPC se hace dentro de la Facultad,
para docentes, investigadores, alumnos y medios gráficos. Se explican los
antecedentes,
aspectos
metodológicos,
y
la
descripción
del
índice
correspondiente al mes de marzo/09. Ese método era poco más menos el que
se había aplicado en el INDEC todo el tiempo que esas estadísticas fueron
consideradas en el País y en el exterior como confiables. Realicé la tarea que
hacía en el ente hasta que las autoridades de la intervención comenzaron a
interferir
en los resultados que las encuestas debidamente procesadas
arrojaban no valiendo la pena subrayar las posteiores secuencias ya que son
bien conocidas por todos.
Comenzaron algunas dificultades ya ni las becas ni las pasantías
fueron acordadas y el IPC deja de colgarse en la página web de Bs As City
desde diciembre/10, por esta razón a partir de entonces comienzo a publicarlo
sin mencionar ese espacio ya que lo hago por mi sola y exclusiva cuenta y con
la colaboración de alumnos de la Facultad que decidieron continuar con la
tarea voluntariamente por entender que era lo suficientemente gratificante
lograr datos veraces sin ninguna intencionalidad .
V.b. ¿QUÉ VINCULO TENGO YO CON ESE ESPACIO?
Durante el período que duró mi relación con Buenos Aires City,
trabajé para elaborar una índice de precios que se correspondiera con la
realidad, ya que estoy convencida que es difícil realizar diagnósticos y
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pronósticos económicos – tanto empresariales, personales e inclusive
nacionales- sin contar con datos ciertos de esa evolución.
A partir de diciembre del 2010 continuo con idéntica tarea y, casi
con el mismo equipo de colaboradores- alumnos avanzados de la Facultad de
Ciencias Económicas- enviando las conclusiones de mis estudios a quien tenga
interés en conocerlos en forma gratuita.
Como dije mi tarea es una labor de investigación cuyos
resultados comunico por internet y brindo a los medios cuando éstos me lo
requieren.
Contrariamente a lo sostenido, entiendo que lejos de indagar
sobre la tarea de los investigadores y las consultoras privadas, debería
requerirse, , se investiguen los datos que da a conocer el INDEC, ya que es
éste organismo y la falta de credibilidad de sus conclusiones,
lo que ha
determinado que se esperen los datos de las consultoras privadas como fuente
de información.
Quiero subrayar que, soy una técnica alejada de cualquier
grupo político, mis cálculos se basan en datos ciertos, tomados con
esfuerzo, de una realidad sólo invisible a la intervención del INDEC.
Los propios Sindicatos que respaldan las políticas oficiales al
hablar de sueldos, se alejan de los datos de la intervención y recurren a los de
las consultoras, a los que, en algunos casos llaman “el carro del
supermercado”. ¿No creen que antes de adentrarse en este sumario, asi como
lo han concebido, deberían preguntarse la razón por la que ahora los datos que
aportamos “los privados” han adquirido relevancia? ¿No valdrá la pena
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restaurar el daño causado a la estadística oficial en lugar de continuar
intentando amedrentar a quienes pretendemos hacer un análisis serio de las
variables?
La confusión y los errores del público no serían posibles, aunque
existiera una dolosa actividad privada, la cual, de mi parte, niego
categóricamente, si el INDEC resultara serio y confiable.
V.c. METODO.
Sigo utilizando un método que fue muy conocido por todos los
funcionarios del área, el que utilicé y colaboré en perfeccionar cuando estuve a
cargo de la dirección del IPC del INDEC.
La desinteresada colaboración de los alumnos de la facultad de
Ciencias Económicas, y pequeñas mejoras metodológicas son la única
novedad.
NO cobro la información, la pongo a disposición en la página
web y la brindo a los medios que la requieren con todas las explicaciones
que me son solicitadas.
No pago a los alumnos que me ayudan, quienes lo hacen en
forma desinteresada.
NO tengo- ni debo tener- balances ni estatuto social.
NO revelo mis fuentes porque asumo mis obligaciones en forma
cabal y preservarlas es un principio básico de la tarea, no hacerlo sería violar
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el secreto, y poner en riesgo las futuras tomas ya que las fuentes carecerían de
la neutralidad que les da el anonimato y las expondría a manipulaciones como
las que ya han ocurrido. Y reitero, no revelo mis fuentes pese a que no
desconozco lo que a nivel personal debí padecer al asumir esta actitud cuando
tuve a mi cargo la dirección del IPC del INDEC
Le reitero mi disposición a informar públicamente cómo debe
realizarse un IPC que pueda resultar confiable y le adjunto copia de mi
pasaporte donde podrá constatar que, tal como lo afirmé, no encontraba en el
país ni cuando se cursara la intimación, ni en el pretendido vencimiento para
contestarla. Saludo al señor Director atentamente.
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