Novena Epoca Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

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Novena Epoca
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Epoca: NOVENA EPOCA
Tomo: XIV, Julio de 2001
Página: 1067
AMPARO EN REVISIÓN 2993/2001. GLAXO GROUP, LTD.
CONSIDERANDO:
QUINTO.-Previamente al estudio de los agravios, resulta pertinente sintetizarlos.
En su primer agravio se alega en síntesis, la violación a los artículos 114, fracción II, 116,
122, 145 al 157 de la Ley de Amparo, por inexacta e inadecuada aplicación de los artículos
1o. y 83 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, toda vez que el Juez de Distrito
aplica supletoriamente la Ley Federal de Procedimiento Administrativo a la Ley de la
Propiedad Industrial, sin tomar en consideración las características y requisitos que deben
observarse para aplicar de manera supletoria una ley general a una especial, sosteniendo
equivocadamente que debió agotarse el recurso de revisión, porque afirma que en el caso se
trata de una resolución de autoridad administrativa dependiente de un organismo
descentralizado (sic), señalando que para la aplicación de la supletoriedad debe tomarse en
cuenta el criterio jurisprudencial IV.2o.8 K del Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito, cuyo rubro indica: "SUPLETORIEDAD DE UNA LEY A OTRA. REQUISITOS
PARA SU PROCEDENCIA.", que el juzgador pasó por alto al desechar la demanda de
garantías porque no se agotó el principio de definitividad.
Asimismo, manifiesta que no sería aplicable la Ley Federal de Procedimiento Administrativo
a la Ley de la Propiedad Industrial, toda vez que ésta en ningún dispositivo prevé
expresamente la supletoriedad de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo actuar
como supletoria de la Ley de la Propiedad Industrial y, además, la Ley de la Propiedad
Industrial exclusivamente contempla la supletoriedad del Código Federal de Procedimientos
Civiles en el artículo 87.
Resulta infundada la parte que se sintetizó del primer agravio, en atención a las
consideraciones que enseguida se exponen.
En primer lugar, debe dejarse sentado que este tribunal comparte el criterio del Juez de
Distrito de que la Ley Federal de Procedimiento Administrativo es aplicable supletoriamente
a la de Propiedad Industrial, ya que si bien es cierto que originalmente la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo no resultaba aplicable a los organismos descentralizados, según
se desprendía del texto primigenio de su artículo 1o., publicado en el Diario Oficial de la
Federación el día cuatro de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, que regulaba que, con
la salvedad de algunas materias especificadas por la ley, era aplicable para la administración
pública federal centralizada; también lo es que dicho numeral fue modificado y adicionado
mediante reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el día diecinueve de abril de
dos mil, que entró en vigor al día siguiente, para quedar con el texto siguiente:
"Artículo 1o. Las disposiciones de esta ley son de orden e interés públicos, y se aplicarán a los
actos, procedimientos y resoluciones de la administración pública federal centralizada, sin
perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales de los que México sea parte.
"(Adicionado, D.O. 19 de abril de 2000)
"El presente ordenamiento también se aplicará a los organismos descentralizados de la
administración pública federal paraestatal respecto a sus actos de autoridad, a los servicios
que el Estado preste de manera exclusiva, y a los contratos que los particulares sólo puedan
celebrar con el mismo.
"(Reformado, D.O. 19 de abril de 2000)
"Este ordenamiento no será aplicable a las materias de carácter fiscal, responsabilidades de los
servidores públicos, justicia agraria y laboral, ni al Ministerio Público en ejercicio de sus
funciones constitucionales. En relación con las materias de competencia económica, prácticas
desleales de comercio internacional y financiera, únicamente les será aplicable el título tercero
A.
"Para los efectos de esta ley sólo queda excluida la materia fiscal tratándose de las
contribuciones y los accesorios que deriven directamente de aquéllas."
Tomando en cuenta lo anterior, se desprende del texto vigente del artículo 1o. de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo, que esta norma resulta aplicable a partir del día
veinte de abril de dos mil, a los organismos descentralizados de la administración pública
paraestatal que realicen actos de autoridad, razón por la cual hay que acudir a lo dispuesto por
la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y por la Ley de la Propiedad Industrial,
para determinar si la norma federal de procedimiento administrativo resulta aplicable a los
actos que realiza el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
Bajo esta tesitura, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en sus artículos 1o. y
3o., dispone cuáles son los órganos que componen la administración pública paraestatal,
encontrándose entre éstos los organismos descentralizados, que en el artículo 45 de la propia
ley son definidos de la siguiente manera:
"Artículo 45. Son organismos descentralizados las entidades creadas por ley o decreto del
Congreso de la Unión o por decreto del Ejecutivo Federal, con personalidad jurídica y
patrimonio propios, cualquiera que sea la estructura legal que adopten."
En estas condiciones, resulta necesario acudir a la Ley de la Propiedad Industrial, pues es la
norma que determina la naturaleza jurídica del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial
al ordenar, en sus artículos 6o., primer párrafo y 7o., lo siguiente:
"Artículo 6o. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, autoridad administrativa en
materia de propiedad industrial, es un organismo descentralizado, con personalidad jurídica y
patrimonio propio, el cual tendrá las siguientes facultades."
"Artículo 7o. Los órganos de administración del instituto serán la Junta de Gobierno y un
director general, quienes tendrán las facultades previstas en la Ley Federal de las Entidades
Paraestatales y en el ordenamiento legal de su creación, sin perjuicio de lo previsto en los
artículos 6o. y 7 bis 2 de esta ley."
De los preceptos anteriores se desprende claramente que la naturaleza jurídica del Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial, es la de un organismo descentralizado que actúa como
autoridad administrativa en materia de propiedad industrial y al cual, si alguna duda cabe
sobre su naturaleza, se le aplica la Ley Federal de Entidades Paraestatales, razón por la cual
resulta claro que el citado instituto es un organismo descentralizado de la administración
pública paraestatal que realiza actos de autoridad.
Bajo las anteriores circunstancias, es dable concluir que al Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial, así como a los actos y procedimientos administrativos que éste emite y tramita le
son aplicables las disposiciones de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
Lo anterior se corrobora en virtud de que la materia de propiedad industrial no se encuentra
excluida de la aplicación de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, como se
desprende de la lectura del artículo 1o., transcrito en líneas anteriores, que únicamente
excluye las siguientes materias y casos:
Fiscal;
Responsabilidad de los servidores públicos;
Justicia agraria y laboral;
Al Ministerio Público en ejercicio de sus funciones constitucionales y,
En relación con las materias de competencia económica, prácticas desleales de comercio
internacional y financiera, únicamente será aplicable el título tercero A.
Sin que, por otra parte, pueda alegarse que la materia de propiedad industrial se trata de
materia de competencia económica en razón de que la materia de competencia económica
tiene su regulación en el artículo 28 constitucional, en cuanto éste prohíbe los monopolios, las
prácticas monopólicas y los estancos, dejando a la ley su reglamentación.
Ahora bien, la materia de competencia económica tiene una ley reglamentaria del artículo
constitucional antes referido, la Ley Federal de Competencia Económica, que tiene como
ámbito material de validez el prevenir y eliminar tres fenómenos económicos en concreto: los
monopolios, las prácticas monopólicas y las demás restricciones al proceso de competencia y
libre concurrencia. Por consiguiente, el ámbito material de validez de la ley de competencia se
centra principalmente en monopolios, prácticas monopólicas absolutas y relativas, así como
las concentraciones económicas y resulta claro que esto no se puede asociar directamente con
la materia de propiedad industrial.
La propiedad industrial es una especie del derecho de propiedad intelectual, que regula el
privilegio de usar en forma exclusiva y temporal las creaciones y los signos distintivos de
productos, establecimientos y servicios, y comprende cuatro grupos de instituciones:
a) Las creaciones industriales;
b) Los signos distintivos;
c) La represión a la competencia desleal; y,
d) La de los conocimientos técnicos.
No obstante lo anterior, de ninguna manera pueden confundirse la materia de propiedad
industrial, la competencia desleal y la competencia económica.
Esto es así, toda vez que las reglas que tratan de prevenir la competencia desleal son
diferentes a las reglas antitrust o leyes para prevenir los monopolios, son escenarios distintos
que se pueden complementar pero que no se deben confundir, puesto que mientras la
legislación antitrust, que sería actualmente la Ley Federal de Competencia Económica, tiene
como objetivo restringir, limitar y prohibir las prácticas monopólicas que provoquen el
desplazamiento del mercado con el fin de preservar la libertad de competencia, combatiendo
las instituciones en el comercio y abusos en el poder económico, el combate a la competencia
desleal tiene por fin asegurar una competencia leal, conforme a los buenos usos mercantiles
que garantice el equilibrio de fuerzas de competencia de los participantes de la misma.
Bajo este tenor, no se puede considerar a la materia de propiedad industrial como de
competencia económica y, por lo tanto, los actos de autoridad del Instituto Mexicano de la
Propiedad Industrial están regulados por la Ley Federal de Procedimiento Administrativo.
Asimismo, también resulta infundado el argumento que alega que no es posible la
supletoriedad de la ley federal de procedimiento a la Ley de la Propiedad Industrial, ya que
ésta exclusivamente contempla en su artículo 187 la supletoriedad del Código Federal de
Procedimientos Civiles.
Lo anterior es así, porque en el caso, el artículo 1o. de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo ha derogado tácitamente al 187 de la Ley de la Propiedad Industrial, en tanto
que este artículo, que proviene del Congreso de la Unión, ha tenido la intención de que la
primera ley sea supletoria a todas las leyes administrativas de la administración pública
federal, incluyendo, a partir de la última reforma a su artículo 1o., a los actos de autoridad de
los organismos descentralizados como lo son los que realiza el Instituto Mexicano de la
Propiedad Industrial, por lo que no puede alegarse una exclusión, ni tampoco un conflicto de
leyes.
Sirve de apoyo a la anterior consideración la jurisprudencia P./J. 32/98 del Pleno del más Alto
Tribunal, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo VIII, julio de 1998, página 5, que a la letra indica:
"CONFLICTO DE LEYES. ES INEXISTENTE CUANDO OPERA LA DEROGACIÓN
TÁCITA DE LA LEY ANTERIOR POR LA POSTERIOR.-Cuando el conflicto de leyes se
plantea entre una ley anterior y una posterior en la regulación que realizan sobre la misma
materia, si ambas tienen la misma jerarquía normativa, fueron expedidas por la misma
autoridad legislativa y tienen el mismo ámbito espacial de vigencia, cabe concluir que no
existe conflicto entre ellas, porque aun cuando no haya disposición derogatoria, opera el
principio jurídico de que la ley posterior deroga tácitamente a la anterior en las disposiciones
que le sean total o parcialmente incompatibles."
Además de que la Ley Federal de Procedimiento Administrativo no deroga del todo la
supletoriedad del Código Federal de Procedimientos Civiles, sino que la traslada a un plano
secundario, como se desprende de su artículo 2o., pues seguirá rigiendo supletoriamente a la
de procedimiento administrativo, tal como se desprende de su texto que indica:
"Artículo 2o. Esta ley, salvo por lo que toca al título tercero A, se aplicará supletoriamente a
las diversas leyes administrativas. El Código Federal de Procedimientos Civiles se aplicará, a
su vez, supletoriamente a esta ley, en lo conducente."
Por otra parte, la aplicación de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo ya ha sido
adoptada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, puesto que la reforma de
diecinueve de abril de dos mil, adicionó a esta ley, además de las reformas ya referidas, un
título tercero A, relativo a "De la mejora regulatoria", en donde se desprende que habrá una
Comisión Federal de Mejora Regulatoria y con el fin de que los procedimientos sean más
ágiles y expeditos, el artículo 69-C permite a los titulares de las dependencias y organismos
públicos descentralizados, mediante acuerdos de carácter general que publiquen en el Diario
Oficial de la Federación, establecer plazos de respuesta menores a los máximos previstos en
las leyes y reglamentos.
Lo anterior ya ha sido realizado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, según se
desprende del "Acuerdo por el que se dan a conocer los trámites inscritos en el Registro
Federal de Trámites y Servicios que aplican la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial,
los organismos descentralizados y órganos desconcentrados del sector.", publicado en el
Diario Oficial de la Federación de veintisiete de noviembre de dos mil, dictado en
cumplimiento a lo ordenado en la ley federal de procedimiento, en el cual se incluye
expresamente al Instituto Mexicano de Propiedad Industrial.
Sentadas las anteriores premisas, resulta inconcuso que la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo es aplicable a los procedimientos que tramita y a las resoluciones que emite el
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, razón por la cual resulta infundada la primera
parte de los agravios.
En la parte complementaria, destaca que la figura de la supletoriedad, que en su concepto
debe interpretarse a la luz del criterio IV.2o.8 K del Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito, cuyo rubro indica "SUPLETORIEDAD DE UNA LEY A OTRA. REQUISITOS
PARA SU PROCEDENCIA.", inobservado por el Juez de Distrito, no puede tener alcances de
incluir dentro de alguna normatividad instituciones que deliberadamente no hayan sido
contempladas u omitidas por el legislador, como lo es el recurso de revisión, no contemplado
en la Ley de la Propiedad Industrial, por lo que en virtud de que la supletoriedad sólo aplica
para integrar debidamente una reglamentación que sea deficiente, es decir, cuando haya una
omisión en la ley a una figura contemplada en ella, por lo que debe tomarse en cuenta que la
figura de la revisión no se encuentra contemplada en la Ley de la Propiedad Industrial, dado
que es un procedimiento administrativo.
El agravio anterior también resulta infundado a la luz de los argumentos que enseguida se
exponen.
La recurrente atribuye al Juez de Distrito la inobservancia de la tesis IV.2o.8 K del Segundo
Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, abril de 1996, página 480, que a la letra indica:
"SUPLETORIEDAD DE UNA LEY A OTRA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA.Los requisitos necesarios para que exista supletoriedad de una ley respecto de otra, son a
saber: 1. Que el ordenamiento que se pretenda suplir lo admita expresamente y señale la ley
aplicable; 2. Que la ley a suplirse contenga la institución jurídica de que se trata; 3. Que no
obstante la existencia de ésta, las normas reguladoras en dicho ordenamiento sean
insuficientes para su aplicación al caso concreto que se presente, por falta total o parcial de la
reglamentación necesaria, y 4. Que las disposiciones con las que se vaya a colmar la
deficiencia no contraríen las bases esenciales del sistema legal de sustentación de la
institución suplida. Ante la falta de uno de estos requisitos, no puede operar la supletoriedad
de una ley en otra.
"Amparo en revisión 44/96. Elsa Blomeier Eppen. 27 de marzo de 1996. Unanimidad de
votos. Ponente: Leandro Fernández Castillo. Secretario: Daniel Cabello González."
Como se desprende de la transcripción que antecede, la tesis anterior es un criterio aislado
cuyo acatamiento no es obligatorio para el Juez de Distrito, en términos del artículo 192 de la
Ley de Amparo, además de que en la práctica ha sido contradicho en múltiples ocasiones.
A manera de ejemplo, se transcriben la siguientes tesis del Pleno y de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como del Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, en donde claramente no operan las reglas a que la tesis y
la recurrente hacen referencia:
"PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS. SUPLETORIEDAD DEL CÓDIGO
FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES.-El Código Federal de Procedimientos
Civiles debe estimarse supletoriamente aplicable (salvo disposición expresa de la ley
respectiva), a todos los procedimientos administrativos que se tramiten ante autoridades
federales, teniendo como fundamento este aserto, el hecho de que si en derecho sustantivo es
el Código Civil el que contiene los principios generales que rigen en las diversas ramas del
derecho, en materia procesal, dentro de cada jurisdicción, es el código respectivo el que señala
las normas que deben regir los procedimientos que se sigan ante las autoridades
administrativas, salvo disposición expresa en contrario; consecuentemente, la aplicación del
Código Federal de Procedimientos Civiles por el sentenciador, en ausencia de alguna
disposición de la ley del acto, no puede agraviar al sentenciador."
Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, tomo CXVII, Tercera Parte, Segunda Sala,
página 87.
"PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO. SUPLETORIEDAD DEL CÓDIGO FEDERAL
DE PROCEDIMIENTOS CIVILES.-El título sexto de la Ley de la Propiedad Industrial,
solamente contiene el 'procedimiento para dictar las declaraciones administrativas', que
precisa el artículo 229 de dicho ordenamiento; pero en ninguno de los preceptos contenidos en
el referido título sexto, determina los requisitos formales que deben contener las resoluciones
administrativas, pues el diverso 233 del cuerpo de leyes en cuestión, únicamente consigna
'Transcurrido el término para formular objeciones, y previo estudio de los antecedentes
relativos, se dictará la resolución administrativa que corresponda, la que se comunicará a los
interesados en la forma que previenen los artículos anteriores', sin especificar los presupuestos
formales que debe contener esa resolución administrativa. Si bien es verdad que los artículos
17, 202 y 272, consignan la supletoriedad de la ley civil, y de los códigos de procedimientos
federal o local, cuando se ejerciten acciones civiles que nazcan de la Ley de la Propiedad
Industrial, ello viene a corroborar la tesis de que tratándose de la forma que deben revestir las
resoluciones administrativas la ley de la materia no contiene precepto alguno que la regule.
Por consiguiente, siendo la materia de propiedad industrial de orden administrativo, debe
estimarse supletoriamente aplicable (salvo disposición expresa en contrario de la ley
respectiva) el Código Federal de Procedimientos Civiles."
Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, tomo LXXIII, Tercera Parte, Segunda
Sala, página 40.
"PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS. PRUEBAS. SUPLETORIEDAD DEL
CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES.-Cuando la ley que rige el acto es
administrativa y de carácter federal, si no contiene capítulo sobre pruebas, en este aspecto
tiene aplicación supletoria el
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