C U LT U R @ C I V I TA S Fomento de la Igualdad de Oportunidades en el acceso laboral a la oferta cultural y de ocio en los entornos locales El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 2 EL SECTOR CULTURAL COMO FUENTE DE DESARROLLO SOCIOECONÓMICO LOCAL. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 3 ÍNDICE 1er. DOCUMENTO 0. Introducción. 7 1. Contexto general del estudio. 10 2. Marco Teórico de situación. 15 2.1.Cultura local / cultura global. 16 2.2. Cultura y mercado. Visiones y modelos. 18 2.3. El papel del espacio público en la cultura. 20 2.3.a. Los modelos de intervención. 21 2.3.b. La relación público / privada en el sector cultural. 23 2.3.c. Recapitulación. 24 3. Caracterización del sector de la cultura y el ocio en la Unión Europea. 3.1. 27 Cultura y ocio como Nuevos Yacimientos de Empleo. El valor de lo local. 28 3.2. El escenario actual de la cultura en la Unión Europea. 30 3.3. Delimitación del sector (Áreas y sectores de actividad). 33 3.4. Breve historia de las políticas culturales. 38 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 4 3.5. Ciudad / Cultura y Territorio. El sistema europeo de ciudades. Modelos y dinámicas territoriales. 41 3.5.a. La ciudad en el territorio. 43 3.6. La iniciativa cultural pública en la ciudad: ejemplos y modelos. 44 3.6.a. Experiencias de reactivación socioeconómica de ciudades y municipios a partir de la cultura. 47 3.7. La iniciativa cultural privada. 3.7.a. La industria cultural y el territorio. 3.7.b. La organización de la industria cultural. 52 53 56 3.8. Modelos de relación público / privada. 3.8.a. El papel de la administración para el estímulo de la industria cultural privada. 3.8.b. Modelos de gestión de los servicios culturales públicos. 57 57 60 Empleo en el sector cultural de la U.E. 63 3.9. 4. El sector de la cultura y el ocio en España. 67 4.1. Breve historia de las políticas culturales en España. 68 4.2. Cultura y ciudad y territorio. 71 4.2.a. La ciudad en el territorio. 71 4.2.b. El modelo territorial español. 74 4.2.c. La cultura como un factor estratégico de revitalización y desarrollo socioeconómico Concentración, especialización y “brecha cultural” en las regiones y municipios españoles. 77 4.3. La iniciativa cultural pública en la ciudad. 4.3.a. La demanda cultural ciudadana: nuevos retos de 85 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. la gestión cultural. 4.3.b. La cultura como factor de desarrollo económico. 4.3.c. La proyección externa de la ciudad. Los ejemplos y casos españoles. 4.4. 5 85 90 92 La industria cultura privada Sectores, situación y perspectivas. 4.4.a. Cine y sector audiovisual. 100 4.4.b. Sector musical. 105 4.4.c. Sector editorial. 109 4.4.d. Artes escénicas. 112 4.4.e. Artes plásticas. 116 4.4.f. Sector de software y videojuegos. 121 4.5. Modelos de relación público / privada. 124 4.5.a. El papel de la administración pública para el estímulo de la industria cultural. 124 4.5.b. Cooperación y trabajo en red. 126 4.5.c.Nuevas tendencias y modelos de gestión de los servicios culturales.127 4.6. El peso económico y nivel de empleo del sector cultural español. 4.6.a. Análisis de los datos. 4.6.b. Un intento de análisis comparativo. La industria cultural en EEUU, Gran Bretaña y España. Algunos datos. 5. Bibliografía de referencia. 132 135 144 149 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 6 2º DOCUMENTO •Introducción. 157 6. Cultura y ciudad del conocimiento: Propuestas y recomendaciones de intervención desde la escala local. 158 6.1. Nuevas formas de gestión de equipamientos. 6.2. Coordinación. 6.3. Marketing de ciudad. 6.4. Gestión del Patrimonio cultural. 6.5. Diseño de nuevos productos y servicios culturales. 6.6. Inversión y Financiación cultural. 6.7. Implantación de NTICs en el ámbito cultural. 6.8. Formación cultural. 6.9. Creación de demanda cultural y mejora de la participación ciudadana. 6.10. Igualdad de Oportunidades en el ámbito cultural. 6.11. Instrumentos y estructuras de soporte. 162 165 168 170 174 178 180 183 186 190 192 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 7 0. Introducción. El presente estudio está estructurado en 2 documentos. Para su realización se ha seguido un itinerario global – local, por ello el trabajo parte de una visión del contexto internacional de la cultura para ir abordando progresivamente, el panorama y los retos del sector en la Unión Europea; después en el contexto nacional para, finalmente, abordar los aspectos concretos del ámbito cultural local desde una doble óptica: los servicios culturales de carácter público, y las industrias e iniciativas de naturaleza privada. El primer capítulo sitúa el contexto general del estudio en el marco del proyecto Cultur@civitas, describe los principales objetivos perseguidos con el mismo, y determina el hilo conductor que estructura todo el trabajo. El segundo capítulo (Marco Teórico) cuenta con tres apartados que permiten situar las principales líneas de debate y reflexión mantenidas actualmente respecto al papel del sector cultural a las puertas de este nuevo milenio: lo local y lo global en el desarrollo del sector cultural; los vínculos entre la cultura, el empleo y la economía; Las principales claves de los modelos y paradigmas culturales actualmente vigentes (La cultura como industria económica en EEUU. La excepcionalidad cultural en la UE. La relación público / privado, local / universal, tradición / innovación) para finalmente abordar el papel del espacio público en la cultura a partir de los nuevos modelos de intervención y relación Público / Privada. El tercer bloque de contenidos del estudio cuenta con ocho apartados en los cuales se realiza una caracterización del sector de la cultura y el ocio en la Unión Europea. Se parte para ello de una descripción de lo que fueron las primeras etapas de debate y reflexión sobre la importancia del ámbito cultural en la generación de empleo y la mejora de la calidad de vida ciudadana a partir del marco local (Libro Blanco de los Nuevos Yacimientos de Empleo de Delors), hasta llegar a los momentos actuales en los cuales las políticas culturales son asumidas como factores de primer orden en las estrategias de fortalecimiento y consolidación del espacio comunitario europeo. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 8 Tras esto, el tercer capítulo caracteriza y delimita el sector cultural a partir de una descripción amplia de sus diferentes sectores y grupos de actividad, pasándose a continuación a elaborar una breve historia de las políticas culturales en Europa tras la segunda guerra mundial, para corroborar cómo la cultura ha sido empleada durante décadas como factor de cohesión, integración social y fortalecimiento democrático. Los cuatro últimos apartados conforman el otro gran bloque de contenidos de este capítulo; en ellos se reflexiona sobre los vínculos Ciudad / Cultura y Territorio, mostrando diversos ejemplos y modelos de reactivación socioeconómica a partir de la apuesta cultural en ciudades y regiones específicas. También se describe la actividad cultural de carácter privado, sus formas de organización e intervención y nivel de empleo, así como los modelos de relación público / privada; incidiendo sobre todo en los nuevos instrumentos y mecanismos de estímulo puestos en marcha por parte de las administraciones públicas europeas. El cuarto capítulo se estructura en seis apartados que nos sitúan frente al sector de la cultura y el ocio en España siguiendo un esquema semejante al empleado en el capítulo anterior para describir el marco Comunitario. Tras una breve introducción histórica sobre las políticas culturales en España, se aborda la situación de la cultura con relación al territorio, y los evidentes fenómenos de concentración, especialización y “brecha cultural” que se están abriendo en las regiones y municipios españoles. Por otro lado, el capítulo reflexiona sobre el papel de la cultura como factor de desarrollo económico local, abordando los nuevos retos de la gestión cultural en su relación con la demanda ciudadana, y la proyección externa de la imagen de los municipios a partir de una serie de casos y ejemplos. Otro apartado esencial es el destinado a visualizar el marco de la industria cultural privada española a partir de una pormenorizada descripción de cada uno de sus sectores (caracterización, retos, obstáculos, volumen de negocio, etc.) Tras él se propone un apartado específico acerca de las formas de relación público / privada que se están generando, incidiendo sobre todo en los mecanismos que la administración pública comienza a emplear con el fin El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 9 de estimular a la industria cultural privada, y también para aplicar nuevos modelos de gestión en los servicios culturales públicos. El apartado final de este cuarto capítulo desarrolla de forma pormenorizada un análisis del peso económico y nivel de empleo generado por el sector cultural español a través de datos como: la evolución de su valor añadido bruto, el nivel y tipología del empleo creado, el crecimiento del número de empresas, las ventas, las exportaciones, la comparación con otros sectores de la actividad productiva nacional, así como con la situación del sector cultural en otros países. Por su parte, capítulo que cierra este primer documento contiene una extensa bibliografía de referencia, así como una relación de documentación manejada a lo largo del trabajo. El segundo documento incluye el sexto capítulo, que recoge una batería de propuestas y recomendaciones de intervención desde la escala local para promover la dinamización del sector cultural: se trata de medidas agrupadas en diez ámbitos de actuación (Nuevas formas de gestión de equipamientos. Coordinación. Marketing de ciudad. Gestión del Patrimonio. Diseño de nuevos productos y servicios culturales. Inversión y Financiación cultural. Implantación de NTICs en el sector cultural. Formación cultural. Creación de demanda cultural y mejora de la participación ciudadana. Igualdad de Oportunidades en el ámbito cultural. Instrumentos y estructuras de soporte), y son fiel reflejo de los factores más relevantes identificados en los diagnósticos realizados en los once municipios por parte de expertos locales. Con estas medidas se quieren dar respuestas factibles a los principales obstáculos y retos que dichos municipios manifiestan. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 1. 10 Contexto general del estudio. El punto de partida. El presente estudio tiene su origen en un contexto muy específico como es el proyecto Cultur@civitas, enmarcado en la iniciativa comunitaria EQUAL e impulsado por la Federación Española de Municipios. Este proyecto se plantea como un itinerario de formación e inserción laboral (básicamente mediante el autoempleo), orientado a personas en situación de desigualdad de acceso al mercado laboral (fundamentalmente mujeres), mediante actuaciones en el ámbito del sector cultural y de ocio de los entornos locales. Con el proyecto Cultur@civitas se pretende, esencialmente, demostrar, analizar y establecer instrumentos para superar la doble desigualdad en el mercado de trabajo que sufre el colectivo de mujeres universitarias pertenecientes a especialidades humanísticas: discriminación de género y escasa valoración de su cualificación por parte del mercado laboral. De este modo, se pretende utilizar el patrimonio cultural local como instrumento para favorecer la integración de este colectivo mediante el desarrollo del sector cultural como una nueva fuente de empleo. Los diagnósticos culturales locales. Como fase preliminar de todo este proceso, y con el objeto de profundizar en el conocimiento de las respectivas situaciones culturales, Cultur@civitas ha promovido la realización de un diagnóstico local específico en cada uno de los municipios participantes, con el fin de visualizar su situación especifica de partida. Los diagnósticos locales, realizados a partir de una metodología común, han permitido realizar un análisis a fondo (en la mayoría de los municipios se trataba del primer trabajo de reflexión sobre el sector cultural) de la oferta y la demanda cultural local, procurando ir más allá de una mera catalogación descriptiva de los recursos, para enumerar sus obstáculos y El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 11 retos, y también para identificar sus fortalezas; para lo cual, cada municipio ha contado con la participación de paneles de expertos locales. El diagnóstico general del sector cultural. En paralelo a ese proceso de análisis cultural local, se ha realizado un estudio para detectar tendencias generales, analizando las transformaciones experimentadas por el sector cultural en la Unión Europea y en España en las ultimas décadas, con un especial énfasis en su nuevo papel estratégico en el desarrollo de regiones y ciudades. Este estudio parte de un doble nivel de reflexión: • Un primer nivel ha tenido un carácter más genérico, centrándose en el análisis del potencial de creación de empleo existente en el sector de la cultura y el ocio a partir de las tendencias y pautas que se siguen a escala de la Unión Europea. (Capítulos 2 y 3). • El segundo resulta más específico, y se ha realizado a partir del conocimiento adquirido sobre la realidad cultural nacional y de la “fotografía” aportada por cada uno de los once análisis locales realizados. Este segundo nivel ha permitido contrastar la información aportada por la escala local, visualizando las tendencias y su posibilidad de vinculación a políticas concretas; identificando y agrupando obstáculos y posibilidades que permitieran, posteriormente, realizar propuestas de intervención específicas. (capítulo 5). Tres son los ejes de análisis (con una estrecha interrelación entre sí) que han estado permanentemente presentes en la realización del estudio: 1. eje : Cultura / Economía. El argumento que se defiende a lo largo de todo el trabajo, es que ya no resulta posible hablar de la actividad cultural como algo privativo de la administración pública, sino que existe un sector económico de índole El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 12 cultural y naturaleza privada con un fuerte dinamismo, capaz de generar riqueza y empleo y de contribuir al fortalecimiento de la identidad e imagen de un territorio concreto. Esto sitúa a la administración frente al reto de abandonar su tradicional concepción monopolística de la cultura y su habitual consideración de la misma como algo alejado de la actividad económica, y comenzar la búsqueda de un nuevo marco de relaciones con el sector cultural privado. 2º eje: Público / Privado. En todo momento, el estudio enfatiza en la importancia de la calidad de las relaciones entre la administración pública y el sector cultural privado; entendiendo que la clave para unas condiciones óptimas de desarrollo pleno de las capacidades del sector pasan por una articulación público/privada que promueva servicios culturales eficientes basados en las demandas ciudadanas, y productos y propuestas culturales con la calidad, creatividad y capacidad de proyección y circulación suficientes como para garantizar la generación de un empleo estable y de calidad, que promueva además un aumento de la Igualdad de Oportunidades. El estudio general analiza la evolución seguida en estos últimos años por parte de la intervención cultural pública por un lado; y la dinámica experimentada por el sector privado por otro, procurando identificar los principales factores de desarrollo de ambas esferas de actuación, y sus posibilidades de interrelación. En este sentido, el trabajo identifica 2 niveles de intervención básicos por parte de la administración: como agente directo por un lado,(promoviendo la creación de empleo y dinamizando el sector); y como agente indirecto, por otro, (facilitando la creación de un entorno adecuado para el desarrollo del sector cultural mediante la puesta en valor de recursos culturales locales, la creación de instrumentos de soporte, y medidas financieras de estímulo a la iniciativa privada. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 13 3er. Eje: Oferta / Demanda. Los diagnósticos locales han permitido identificar las distintas fórmulas y estrategias que se siguen para facilitar la vinculación oferta / demanda cultural, y conciliar los intereses de ambos ámbitos. En general, estos diagnósticos evidencian que la demanda tiende a la diversificación y a la segmentación de gustos y aficiones, y en muchas ocasiones no encuentra una oferta estructurada que cubra sus necesidades de consumo y ocio cultural. El análisis de las dinámicas oferta / demanda constituyen la base a partir de la cual se puede evaluar el grado de “acierto” de las políticas culturales locales y, en su caso, acotar aquellos aspectos de dichas políticas que pueden ser objeto de una reorientación o mejora. Cultura / Igualdad de Oportunidades. Como eje transversal a los otros tres, está el que vincula Cultura e Igualdad de Oportunidades, a partir de una doble perspectiva: por una parte la necesidad de abrir la cultura a todos los sectores sociales, a partir de un análisis específico de las demandas no satisfechas de determinados colectivos en riesgo de exclusión; por otra, la prioridad de Cultur@civitas de centrarse en el potencial que el sector ofrece a las mujeres con una formación de corte humanístico, de cara al aumento de sus posibilidades de acceso al mercado laboral. La posibilidad de desarrollo de nuevas oportunidades de empleo cultural en el marco local, y en especial de empleo para mujeres, bajo nuestro punto de vista depende en gran medida del grado, densidad y calidad de la interrelación entre estos ejes (CULTURA / ECONOMÍA; PUBLICO / PRIVADO; OFERTA / DEMANDA; CULTURA/ IGUALDAD DE OPORTUNIDADES). El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 14 Con este trabajo de análisis del sector cultural español pretendemos contribuir a: • Mejorar el conocimiento de las estructuras relacionadas con la cultura y el ocio existentes en cada municipio integrado en la agrupación de desarrollo del programa Cultur@civitas. • Analizar los ámbitos de la oferta y la demanda cultural local. • La búsqueda de un nuevo papel para la administración cultural local. • Conocer el potencial de creación de empleo local a partir de la detección de huecos de mercado no cubiertos en la actualidad en los distintos subsectores culturales. • Situar los obstáculos presentes que dificultan el desarrollo del sector cultural. • Conocer los mecanismos de financiación del desarrollo cultural local. • Identificar las políticas culturales que bajo la perspectiva de género, contribuyan al fomento de la Igualdad de Oportunidades y a la integración laboral de las mujeres en el sector cultural a partir de la creación de empleo e tipo cultural. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 15 2. Marco Teórico de situación- El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 16 2. Marco Teórico de situación. 2.1. Cultura local / cultura global . En este poderoso movimiento a largo plazo que es la globalización, y que desde hace medio siglo pretende suprimir lo más posible las barreras al libre ejercicio del comercio, numerosos acuerdos multilaterales o regionales se han referido a la cultura, explícitamente o no. Esta última ha sido entendida de forma más bien dispar, lo que remite a la ambigüedad que todavía rodea a su condición. La globalización atañe cada vez más a la cultura generando una creciente e importante contradicción entre, por un lado, la cada vez mayor circulación de productos culturales a escala mundial y el desarrollo de empresas de tamaño planetario que encarnan esta globalización y, por otro lado, unas aspiraciones reforzadas de que se mantengan y se desarrollen expresiones culturales de carácter regional, nacional o local. Testimonio de la creciente importancia que toma esta noción en los discursos políticos a escala mundial es el que los jefes de gobierno del G-8 reunidos en julio del 2000 en Okinawa1 dedicasen no menos de cuatro párrafos a la diversidad cultural en su comunicado final. La globalización puede tener efectos positivos sobre la vida cultural porque multiplica los intercambios de bienes y servicios y beneficia asimismo al consumidor, usuario o ciudadano, dándole un acceso más amplio a los 1 “... la diversidad cultural es una fuente de dinamismo social y económico que puede enriquecer la vida humana en el siglo XXI, suscitando la creatividad y fomentando la innovación. Reconocemos y respetamos la importancia de la diversidad en la expresión lingüística y creadora. [...] La creciente interacción entre los pueblos, los grupos y los individuos aporta una mayor comprensión y una mayor apreciación de lo que es bueno e interesante en cada cultura. La promoción de la diversidad cultural refuerza el respeto mutuo, la inclusión y la no discriminación y lucha contra el racismo y la xenofobia. [...] Las tecnologías de la información ofrecen a las personas unas perspectivas sin precedentes para crear y compartir el contenido cultural y las ideas, a escala mundial y a bajo coste. La experiencia demuestra que la diversidad puede despertar la curiosidad, engendrar la iniciativa y aportar una contribución útil en las comunidades que buscan mejorar sus economías, en especial, mediante la utilización de los medios extraordinarios que la sociedad de la información pone a su disposición. [...] Para maximizar las ventajas de la interacción cultural, debemos alentar a nuestros pueblos a aprender a vivir juntos, favoreciendo el interés, la comprensión y la aceptación de las culturas diferentes”. (Comunicado final de la Cumbre de G/ 8 de Okinawa. 2000) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 17 bienes culturales. Pero también puede tener efectos negativos cuando va acompañada por un proceso de desregulación del mercado y de concentración económica, con la doble amenaza que de ello resulta: la dominación de los países fuertes sobre los otros, o la dominación del poder de las compañías multinacionales sobre las empresas locales, nacionales o independientes. Ya en abril del 1998, la UNESCO se pronunciaba sobre este tema, y alertaba sobre la necesaria toma de posición de las administraciones sobre el ámbito cultural en un contexto globalizador cuando reconocía, en la Conferencia Intergubernamental de la sobre Políticas Culturales para el Desarrollo reunida en Estocolmo, que “ Los países que han reconocido la importancia estratégica de la creación, el derecho de autor y las industrias culturales y les han prestado la merecida atención han salido beneficiados tanto cultural como económicamente, y en cambio las naciones que no han atendido a estos aspectos están ante la difícil alternativa de ser invadidas por productos y contenidos culturales extranjeros - lo que supone el pago de elevados derechos y un sentimiento de identidad cultural amenazada- o de adoptar la vía proteccionista del cierre de fronteras”. 2, Por otro lado, resulta conveniente aceptar que la globalización está produciendo una cultura “híbrida”, “sincrética”, “nómada” que está revelando las afiliaciones plurales de cada individuo. Esto conduce a una reflexión de tipo más general: la cultura es esencialmente una dialéctica entre lo universal y lo particular. Los mercados globalizados son simultáneamente locales e internacionales, lo que permite que entren en juego una serie de cuestiones potencialmente contradictorias; por ello, el debate sobre la homogeneización de las culturas locales, regionales y nacionales, está dando paso a otros debates más centrados en conceptos como el de "choque glocal”. Donde lo próximo y lo universal se entrecruzan, fertilizan e interrelacionan. 2 http://www.unesco.org/culture El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 18 2.2.Cultura y mercado. Visiones y modelos. “Yo no conozco ningún ejemplo en la historia en el que la gente primero creara el comercio y después la cultura. La cultura no es la beneficiaria del comercio, es el progenitor y no es secundaria, es la fuente, la identidad primaria es la cultura”. Jeremy Rifkin. “Los bienes culturales en la era del acceso” La cuestión de la preservación de la diversidad cultural en un contexto de globalización de la economía ha cobrado en los últimos tiempos una importancia que difícilmente hubiésemos imaginado hace tan sólo unos años. Los bienes culturales son una forma de “mercancía”, pero no “como cualquier otra”, tal y como quedó de manifiesto en el “Simposio de expertos sobre la cultura, el mercado y la globalización”, organizado por la UNESCO, con la colaboración de los Gobiernos de Canadá y de Francia en junio de 1999 3. En efecto, el binomio “cultura/comercio” ha adquirido una nueva dimensión estratégica en un contexto de globalización, debido a que los bienes y servicios culturales no sólo transmiten y construyen mensajes y valores que pueden reproducir o hacer evolucionar las identidades culturales y contribuir a la cohesión social, sino que también son factores de producción que obedecen a su propia lógica mercantil en la nueva economía. Uno de los problemas fundamentales que plantea la interrelación entre la economía y la cultura se refiere al tratamiento que se deba dar a los productos culturales en los acuerdos comerciales internacionales. Por ahora, el lugar asignado a estos últimos en los acuerdos existentes (El GATT de 1994 para el comercio de mercancías, el AGCS para el comercio de servicios y el ADPIC para los derechos de propiedad intelectual, entre otros) se caracteriza por una ambivalencia muy clara. Tratados en principio como cualquier otro producto, con bastante frecuencia, dependiendo de los contextos y materias, los culturales disfrutan de cláusulas derogatorias o de reservas. 3 “LA CULTURA : ¿UNA MERCANCIA COMO NINGUNA OTRA? Simposio de expertos sobre la cultura, el mercado y la globalización”. Organizado en colaboración con la Comisión Nacional de Francia para la UNESCO, (14-15 de junio de 1999) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 19 En este debate se contraponen dos visiones radicalmente opuestas sobre los productos culturales. Una de ellas, procedente de Estados Unidos y avalada por otros países de la órbita anglosajona, considera a los productos culturales como productos de entretenimiento similares, desde un punto de vista comercial, a cualquier otro producto industrial y, por tanto, totalmente subordinados a las reglas del comercio internacional. La otra está liderada por Francia y defendida por una parte de los países comunitarios, y los de la órbita francófona, y surge en 1993, en las primeras rondas de conversaciones que tuvieron lugar para discutir las reglas del juego a aplicar en el futuro por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta segunda visión considera a los productos culturales como bienes que transmiten valores, ideas y conocimiento; es decir, como instrumentos de comunicación social que contribuyen a forjar la identidad cultural de una colectividad. Por ello, deberían quedar excluidos del ámbito de los acuerdos comerciales internacionales. En ese sentido, el debate sobre la excepcionalidad cultural sigue abierto y la posición europea resulta todavía ambivalente al coexistir las dos posiciones en varios países pese a que, en general, en la U. E. está admitida la “esencial dualidad” de los productos y bienes culturales, considerados a la vez como objetos comerciales y como bienes que transmiten valores, ideas y significados. Desde el punto de vista del presente estudio, una de las cosas que más nos puede interesar del modelo norteamericano es que la relación del Estado respecto a la cultura es la misma relación que tendría con cualquier otro tipo de sector industrial; mientras que, en general, en nuestro Continente, la cultura se entiende, desde el punto de vista del Estado y de las administraciones, menos como una industria, y más como un bien social, como algo que hay que proteger, dificultando en gran media el desarrollo de instrumentos de apoyo y medidas específicas para el fortalecimiento de las industrias culturales privadas. Esto es en esencia y de forma esquemática, lo que marca las diferencias entre los dos modelos que coexisten actualmente: uno defendido desde los Estados Unidos que entiende la cultura como industria; y otro apoyado por la mayoría de los países europeos que la entiende como un derecho ciudadano. Un criterio económico frente a un criterio basado en una visión El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 20 más social. Economía y Mercado frente a Sociedad y Valores. Elementos que resulta preciso reconciliar. En este debate se sitúan también los aspectos fundamentales de reflexión sobre el potencial de los Nuevos Yacimientos de Empleo en Europa: la dualidad existente entre la búsqueda de la eficiencia económica y la competitividad por una parte; y el objetivo básico de equidad social y preservación de un modelo continental de Estado del Bienestar por otra; aspectos que abordaremos en un apartado posterior. 2.3. El papel del espacio público en la cultura. Modelos de intervención y de relación público / privada. Como indica Eduard Delgado4, lo que se sitúa en el centro de este debate actualmente es lo mismo que presidía las discusiones de cultura política a lo largo del pasado siglo XX: la dimensión y fuerza actual del espacio público. La creciente importancia de la cultura en las agendas políticas es consecuencia , en muchos casos, de que se la ha empezado a percibir como un instrumento del crecimiento económico, y porque se piensa en su eventual contribución a la creación de empleo, y no tanto por una concepción de la cultura como elemento constitutivo del desarrollo humano. Tal y como se señala en el Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la UNESCO 5: “si se quiere que la cultura desempeñe un papel esencial, esto significa que el Estado ha de interesarse también por el bienestar cultural como parte integrante del bienestar social y económico”. Por consiguiente, hay que volver a elaborar las políticas culturales sobre una base más amplia; abarcando los nuevos problemas que se plantean en lo tocante a las artes, el patrimonio, las 4 “Temas para el debate económico y político del contexto cultural” Revista electrónica La Factoría . Nº 2. Febrero de 1997. 5 “Nuestra Diversidad Creativa”, Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo, Ediciones UNESCO, París, 1996. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 21 industrias culturales, pero yendo más allá de esos ámbitos hasta alcanzar también el desarrollo humano y la promoción del pluralismo, así como el fomento de la cohesión social, de la creatividad, de la Igualdad de Oportunidades, y de la calidad de vida. Así, los gobiernos (en sus distintas escalas, desde lo local hasta lo nacional) se encuentran ante la necesidad de definir con mayor claridad los fundamentos y esencias de sus políticas culturales, determinando cuáles son los problemas que justifican su intervención (y éstos han cambiado considerablemente durante los últimos años), y estableciendo orientaciones y estrategias claras para la puesta en práctica de las nuevas políticas. El éxito de las futuras políticas culturales va a depender en gran medida de que se tome debidamente en cuenta la vinculación entre cultura y desarrollo y de la capacidad de los responsables de las políticas de obtener resultados abordando los obstáculos a partir de un enfoque global y multisectorial. Además, las administraciones deben ser conscientes de que el juego normal de las fuerzas del mercado no llevan a un ideal social en materia cultural. Las deficiencias del mercado que ocasiona la combinación de economías de escala y de estructuras mercantiles de oligopolio en materia de producción y distribución de productos culturales, no conducen forzosamente al mantenimiento de la diversidad de las culturas y de las producciones. Estas carencias justifican el recurso casi universal a medidas institucionales de apoyo a favor de la creación artística y de los creadores más próximos. Los auténticos productores de “cultura de proximidad”. 2.3.a. Los modelos de intervención. En Europa coexisten diversos enfoques sobre el papel de las administraciones en el campo cultural. Los franceses están equipados con una poderosa tradición republicana donde lo que se considera "Estatal" es intocable, con lo cual, las políticas liberales entran rápidamente en colisión con la defensa del espacio público. Su estructura administrativa está basada El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 22 en el predominio de la iniciativa estatal sobre la iniciativa particular civil, (históricamente este ha sido el modelo hegemónico también en España). El modelo francés de “Ministerio de Cultura”, se opone al modelo británico de “Arts Council”, un organismo basado en los Quango (Quasi – Autonomus Non Governement Organisation). Se trata de un organismo no-político basado en la iniciativa y solicitud de los individuos o agentes privados. Esta estructura se ocupa de asignar fondos públicos y gestionar directamente los presupuestos y las políticas culturales, a partir de la iniciativa y solicitud de los individuos o agentes culturales privados. Aquí, contrariamente, el liberalismo ha avanzado con mayor celeridad ya que no encuentra la oposición de una Constitución (ni una cultura política) que defienda ese espacio público. En el caso de Estados Unidos, la noción de servicio público también existe, pero tiene una historia bien diferente a la de Europa; allí, el voluntarismo y la filantropía (de carácter social y cultural) poseen una larga tradición, por lo que el servicio público tiende a identificarse no con el Estado, sino con las intervenciones privadas y generalmente individuales en la vida de la comunidad. La política fiscal estadounidense está diseñada para apoyar este modelo filantrópico. Se trata de un sistema basado en incentivos para no pagar impuestos; en ese sentido, el Gobierno prefiere no recaudar el dinero de las empresas para que éstas hagan donaciones a quien quieran. Si alguien paga doscientos mil dólares en impuestos, cien mil van directamente al Estado y puede decidir a quien destina los otros cien mil, siempre que se trate de una organización no lucrativa. Conveniencia y convicción se mezclan en una sociedad donde está culturalmente muy arraigada la opinión de que es necesario que el ciudadano que logra el éxito revierta algo de su riqueza a la sociedad de la cual ha surgido. Se puede decir que sí existe una noción de servicio público, pero en un marco de referencia muy distinto al europeo. Solo de esa forma se puede entender la existencia de instituciones imprescindibles de la cultura norteamericana como el Museo Guggenheim, la Fundación Getty, la Fundación Dia, o el Whitney, por citar algunos ejemplos de grandes instituciones culturales privadas, así como las inmensas sumas de dinero destinadas a proyectos culturales que se manejan El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 23 por parte de organizaciones privadas no lucrativas de todos los tamaños, y que superan varias veces los presupuestos públicos para el mismo fin. El riesgo de este modelo es, obviamente, que una gran parte de la estructura del sistema cultural está a merced del mercado y de la ideología imperante en cada momento, y esa ideología está directamente relacionada con el hecho de no haber desarrollado un sector público real. Con la perspectiva histórica, parece que una cultura rica y democráticamente compleja fue una necesidad histórica del capitalismo norteamericano en las convulsos años 60 / 70 y en un contexto histórico determinado (Guerra Fría, Vietnam, mayo del 68..). Ese momento ya pasó y se puede ver (en la Europa comunitaria también) que todo lo que se había dado por sentado como servicios públicos no son tales y que la crisis mundial de los años 80 (La denominada crisis del Estado del Bienestar en nuestro viejo continente) puso en cuestión todo un modelo de desarrollo socioeconómico y, entre muchas otras cosas, el papel que debía jugar el sector público en el ámbito de la cultura. 2.3.b. La relación público / privada en el sector cultural. Las políticas públicas para la cultura, tradicionalmente han estado orientadas hacia la institucionalización de sus propias estructuras. Hasta tal punto esto es así, que la mayor parte del crecimiento experimentado en estos últimos años por los presupuestos públicos de carácter cultural han ido a parar al mantenimiento de sus estructuras que, progresivamente, van alcanzando costes inasumibles, dinámicas poco flexibles y graves problemas de adaptación a unas demandas ciudadanas muy cambiantes. El modelo en el que la oferta cultural se gestiona a través de organismos públicos, en general, y salvo casos muy específicos, se ha revelado como insuficiente, escasamente dinámico y con vicios de gestión que a la larga generan abundantes problemas de mantenimiento y desarrollo; dando la El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 24 sensación, en muchas ocasiones, de que lo público es propiedad privada de la propia administración. Tal y como indica Eduard Miralles 6, el reto inmediato es progresar hacia una institucionalidad de abajo a arriba, basada en la concurrencia entendida no como un mal menor difícilmente evitable, sino como una de las características básicas en el diseño de las políticas de producción de servicios culturales de nuestra época, donde lo importante no sea tanto quién hace, como qué debe hacerse y, mediante la vía del pacto, posteriormente ver cuáles son los agentes que están en mejores condiciones de garantizar la provisión de dicho servicio. Se trata, pues, de realizar un esfuerzo para reunir los socios públicos y privados, los intereses de las empresas y los de los creadores, los de los autores y los de los productores. El consenso es esencial: Las políticas culturales públicas no pueden transmitirse por decreto. La distribución de los roles tradicionales en binomios antagónicos claramente diferenciados (sector público, sector privado. Estado– Mercado. Sociedad administrada (administración pública) frente a sociedad organizada (asociaciones).) es desde hace tiempo poco operativa e inviable. Se requiere una nueva distribución de las relaciones, una “despatrimonialización de los público” en aras de una mayor y mejor gobernabilidad de los servicios, recursos, actividades y equipamientos culturales. 2.3.c. Recapitulación. La cultura mantiene, por naturaleza, una relación ambigua con la economía, el comercio, la inversión, la competencia y sus modos y reglas de funcionamiento. Por un lado la cultura, como conjunto de actividades, está incluida en el ámbito de la economía, en el sentido de que todas las actividades calificadas como culturales –incluso las menos mercantiles y subvencionadas por los poderes públicos– pertenecen a la economía, al articular oferta y demanda. Pero, por otro lado, la cultura, en el sentido de 6 “Más promesas y menos obras. Por unas políticas culturales performativas” Revista Períférica. Nº 1. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. 2001 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 25 la función social que desempeña, se sale del ámbito económico, y los bienes que produce son, en cierto modo, una forma de capital ciudadano. Así pues, si realmente hablar de cultura implica no olvidar el punto de vista económico, a la inversa, no sería pertinente limitarse a un enfoque económico de la cultura sin tener en cuenta, simultáneamente, un punto de vista propiamente cultural. Esta elección de una “doble mirada”, de tomar en cuenta al mismo tiempo las dimensiones culturales y económicas, se impondrá cada vez más como un principio básico. Uno de los grandes temas actuales es, por tanto, la articulación cultura/ comercio y, de forma más amplia, la articulación cultura/ sociedad/ economía con lo que esto supone de interrelación entre las políticas respectivas, teniendo bien presente que hoy en día existen tres grandes dificultades: En primer lugar, la lengua internacional de los negocios y el comercio desbanca a pasos agigantados a la lengua de la cultura en las relaciones entre territorios y sociedades. En segundo lugar, varias instituciones multilaterales a las que no se ha encomendado ninguna función cultural fijan marcos normativos que afectan de forma determinante a la cultura; y en tercer lugar, la reflexión sobre las políticas culturales encuentra escasa incidencia en la esfera pública más allá de los aspectos puramente económicos, enfatizándose las cuestiones vinculadas al factor coste / beneficio, sin incorporar otros criterios de rentabilidad vinculados a la ciudadanía, la creatividad, la visibilidad del territorio, o el efecto multiplicador sobre otros segmentos de actividad. Por otra parte, el sector cultural se enfrenta a una gran encrucijada: Una opción conduce a un contexto cultural homogéneo en un mundo globalizado; la otra apuesta pasa por el impulso a una cultura económicamente competitiva a partir de su diversidad y capacidad de innovación. En estos momentos existe un alto nivel de demanda de productos culturales homogéneos y de contenidos de difusión rápida y global, pero al mismo tiempo, la oferta y los medios locales están estimulando el interés por las ideas, imágenes y valores culturales vinculados al sentido de pertenencia a un lugar, y este hecho está El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 26 promoviendo nuevas actividades y propuestas desde el ámbito de lo local que están creando nuevos mercados. Finalmente está el papel y dimensión futura del espacio público como otro de los factores esenciales. Parece llegado el momento de considerar al ámbito de la cultura y a los equipamientos culturales gestionados localmente, como sectores que pueden permitir la generación de nuevos productos y servicios que generarán oportunidades de empleo a partir de nuevos modelos de gestión y participación público / privado. Cuadro resumen. La cultura se desarrolla actualmente en un marco donde coexisten lo universal y lo particular. Los mercados globalizados son simultáneamente locales e internacionales, y el binomio “cultura/comercio” adquiere una nueva dimensión estratégica debido a que los bienes y servicios culturales, además de contribuir a la cohesión social, son también factores de producción que obedecen a su propia lógica mercantil. En dicho contexto de globalización, pugnan dos visiones contrapuestas sobre el papel de la cultura: - La procedente de Estados Unidos que considera a los productos culturales como productos de entretenimiento similares, desde un punto de vista comercial, a cualquier otro producto industrial y, por tanto, subordinados a las reglas del comercio internacional. - La defendida por la mayoría de los países de la U.E., que contempla a los productos culturales, sobre todo, como bienes que transmiten valores, ideas y conocimientos, que contribuyen a forjar la identidad cultural de una colectividad, y para los cuales se solicita su exclusión del ámbito de los acuerdos comerciales internacionales. El papel del espacio público de la cultura en este marco está sufriendo profundas transformaciones. Las políticas culturales, tradicionalmente muy orientadas hacia la institucionalización de sus propias estructuras, deben definir con mayor claridad los fundamentos y esencias que las dan sentido, puesto que su éxito futuro va a depender en gran medida de que se tome debidamente en cuenta la vinculación entre cultura y desarrollo socioeconómico, y de los niveles del acuerdo y concertación con otras organizaciones y entidades públicas y privadas para su pleno desarrollo. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 27 3. Caracterización del sector de la cultura y el ocio en la Unión Europea. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 28 3. Caracterización del sector de la cultura y el ocio en la Unión Europea. 3.1. Cultura y Ocio como Nuevos Yacimientos de Empleo. EL valor de lo local. La crisis del Estado del Bienestar de los años 80 produjo profundos cambios en el mercado de trabajo y una fuerte crisis del empleo asalariado. Las estrategias y políticas que se pusieron en marcha en Europa durante esa década partían de la búsqueda de nuevos elementos que permitieran un desarrollo basado en el territorio y en la utilización productiva de los recursos locales. Las reflexiones realizadas por primera vez por Jacques Delors en el Libro Blanco sobre Competitividad, Crecimiento y Empleo1, fueron consecuencia directa de estas transformaciones. Según Delors, las necesidades ciudadanas aún insatisfechas, y que podían transformarse en nuevas oportunidades de servicios, (Nuevos Yacimientos de Empleo) se debían a los cambios estructurales que durante las dos décadas anteriores se habían ido experimentado en la sociedad europea; transformaciones como: • La progresiva reducción del tiempo de trabajo y acortamiento de la vida laboral y, en consecuencia, la disponibilidad de más tiempo de ocio. • La creciente incorporación de la mujer al mercado laboral. • La elevación del nivel educativo de la población, con el consiguiente incremento de la demanda de actividades y servicios culturales más variados y de mayor calidad. • La extensión y aplicación de las nuevas tecnologías. Estos cambios sociales generaban nuevas demandas por parte de la población y reclamaban nuevas respuestas: 1 “Libro Blanco sobre Competitividad, Crecimiento y Empleo. Pistas y Retos para entrar en el siglo XXI”, Jacques Delors. Comisión Europea. 1993. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 29 • Respuestas a los nuevos retos de la relación y cercanía entre administradores y administrados. • Respuestas a los problemas del desempleo, de la educación, la cultura, a integración social. • Respuestas al crecimiento y al desarrollo equilibrado de las ciudades. • Respuestas a los requerimientos para compatibilizar el crecimiento económico, la calidad de vida y la protección medioambiental. Las respuestas a estos nuevos desafíos se encontraban en las administraciones más cercanas: los Ayuntamientos quienes, para enfrentarse a los nuevos retos de desarrollo socioeconómico y cultural, debían transformarse progresivamente en “ayuntamientos promotores” conocedores de los huecos productivos no explotados en su territorio. Los, denominados por Delors como Nuevos Yacimientos de Empleo comprendían cuatro grandes grupos y hasta 19 ámbitos de actividad. El tercer grupo constituía los servicios culturales y de ocio y en él quedaban integradas todas las actividades del sector turístico, el audiovisual, la valorización del patrimonio cultural y el desarrollo cultural local. Este escenario anticipado por Delors está impulsando el creciente protagonismo de las administraciones más cercanas a los ciudadanos; proceso en el cual podemos identificar hasta tres dimensiones: 1. Económica: en que el capital humano local usa su capacidad para organizar los recursos y factores productivos con niveles de eficiencia suficientes para ser competitivos en los mercados. 2. Socio-cultural: en que los valores y las instituciones locales sirven de apoyo a ese proceso de desarrollo endógeno. 3. Político-administrativa y territorial: en que se promueve la creación de un entorno económico local favorable para impulsar proyectos e El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 30 ideas emprendedoras a través de métodos innovadores de intervención y de relación público/ privado. El éxito de una estrategia de desarrollo local dependerá, además de la capacidad de liderazgo e innovación institucional, de las posibilidades de movilización de gran número de participantes locales, tanto públicos como privados y no lucrativos. Población y Territorio, por tanto, se convierten en los agentes fundamentales de este proceso en el que la creatividad cultural y la experimentación son factores esenciales. 3.2. El escenario actual de la Cultura en la Unión Europea. La disciplina de los "estudios culturales" tiene su origen en la tradición angloamericana, donde la puritana separación entre cultura y poder político permitió a finales de los años 40, la emergencia de un sector de crítica independiente basada en la observación empírica de los fenómenos culturales contemporáneos. En Europa será la escuela de Francfort, e intelectuales como Walter Benjamin y Theodor Adorno, quienes abunden en el análisis cultural de las sociedades capitalistas y acuñen, en los 60, términos como el de "industrias culturales”, con una inevitable influencia en los incipientes estudios sobre los “mass-media”, la crítica política a la americanización de las costumbres y la anestesia política a través de la televisión. En los últimos tiempos, algunos enconados debates culturales han ido perdiendo vigencia en Europa, siendo sustituidos por otros. Entre los que han quedado definitivamente superados están el que planteaba la contraposición entre “alta cultura” y “cultura de masas” o de “esparcimiento”. En este caso parece haber surgido un nuevo consenso, y la distinción ya no es demasiado válida puesto que, en la Sociedad de la Información, la “alta cultura” se está volviendo accesible a todos, y una buena parte de la cultura adquirida por los individuos procede ahora de productos culturales de masas. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 31 En efecto, la cultura ya no constituye solo un patrimonio "silencioso" y privativo de determinadas elites sociales; la cultura es ahora un formidable medio de intercambio, de aprendizaje de sí mismo y del conocimiento del otro. Entender esto es superar las oposiciones entre la cultura de la elite, y la cultura de masas, y empezar a admitir la vinculación entre cultura y economía. Así, desde principios de la década de los 90 la cultura está empezando a aparecer como una prioridad en la agenda comunitaria, debido al progresivo descubrimiento, por parte de las administraciones, del importante papel que juega el sector en la generación de nuevos empleos y actividades en la Europa comunitaria. No obstante, y pese a que ya en la década de los 80 de la pasada centuria se produjo el reconocimiento de la relación entre cultura y desarrollo, no será hasta los años 90, concretamente con el Tratado de Maastrich de 1992, cuando este hecho se haga oficialmente efectivo y la Unión Europea incluya la cultura dentro de sus competencias. En su artículo 128, el Tratado afirma que “ la Comunidad contribuirá al florecimiento de las culturas de los países miembros, respetando su diversidad nacional y regional y resaltando al mismo tiempo el patrimonio común”. Hasta ese momento las atribuciones de la U.E. se consideraban fundamentalmente económicas, y la cultura no era vista como un sector generador de riqueza y empleo. Las intervenciones en el ámbito de la cultura se limitaban a la preservación del patrimonio arquitectónico, la colaboración en operaciones de prestigio como las Ciudades Culturales Europeas y los meses Culturales y, sobre todo, el apoyo al único subsector cultural considerado como económico por la U.E. hasta ese momento: la industria audiovisual. Será en 1993 cuando el debate sobre la vinculación entre la cultura, la economía y el empleo cobre impulso con las reflexiones de Jacques Delors en su Libro Blanco de los Nuevos Yacimientos de Empleo, proponiendo como motor para la generación de empleo en la Europa Comunitaria la satisfacción de las nuevas necesidades del mercado y la creación de nuevos servicios en el ámbito local. La idea de partida era que las economías europeas guardaban nuevas oportunidades de actividad El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 32 aún sin explotar, resultado de necesidades aún insatisfechas desde el sector servicios en general, y desde el sector cultural en particular. La incidencia del Libro Blanco de Delors sobre el ámbito de los servicios culturales y del ocio no fue más que la confirmación de algo que ya se venía gestando desde mediados de los 80: la consideración de que la cultura ya no podía entenderse sólo como una ocupación pública generadora de gastos, sino que había que tener en cuenta su potencial como sector generador de un empleo basado en factores como la creatividad, la innovación y la producción dentro de los ámbitos local y regional. A partir de ese momento, las diferentes convocatorias y programas de ayudas de la Unión Europea empezaron a incidir cada vez con más fuerza en el apoyo a la creación de actividad y empleo cultural; viéndose reforzada esta estrategia con las recomendaciones emanadas de diferentes dictámenes, comunicaciones y convocatorias 2. Otro hecho que demuestra su creciente relevancia es la “transversalidad” que la cultura está adquiriendo dentro de las políticas de desarrollo de la U.E, hasta el punto de que, desde distintas Áreas y Direcciones Generales, se ha comenzado a reconocer la importancia del sector para alcanzar sus respectivos objetivos sectoriales. Sirvan de ejemplo estos datos de la Comisión Europea: en el periodo 1995–1999 sólo un 7 % de los recursos destinados al sector proceden de la Dirección General de Cultura (la X). El otro 93% proviene de direcciones como la I (Relaciones Exteriores), V (Fondo Social), VI (Política Agrícola), VIII (Países ACP); Fondos ECHO); XI (Medio Ambiente), XIII (Investigación y tecnología), XVI(Fondos de Cohesión Territorial), XXII (Educación y Juventud) y XXIII (Turismo). La creciente importancia de esa estrategia de financiación transversal de la cultura, hace que en la actualidad resulte muy difícil saber cual es el nivel 2 Ver: “Política de Cohesión y Cultura. Una contribución al empleo”. Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones. COM (96) 109 final de 20 de marzo de 1996. En ese mismo sentido, ver el programa “Cultura 2000”, que propone un único marco de orientación desde el 2000 hasta el 2004 donde se agrupan todos los anteriores programas de carácter cultural, y se recoge de una forma clara la concepción de la cultura como un factor de generación de empleo y actividad económica. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 33 de inversión real por parte de la Unión Europea a proyectos e iniciativas culturales públicos y privados. Podemos decir para concluir, que en este momento existe una voluntad institucional al más alto nivel y un marco claro para el apoyo al sector cultural por parte de las instituciones europeas. Además, el principio de la subsidiariedad va calando paulatinamente, facilitando el que toda política o servicio que pueda situarse en los niveles de la administración o de la sociedad más cercanos a la ciudadanía, se aleje de ellos lo menos posible; hecho éste que va facilitando la permeabilidad de dicho discurso entre las administraciones nacionales, regionales y locales, favoreciendo la consideración estratégica del sector cultural en dichas escalas administrativas. 3.3. Delimitación del sector cultural. (Áreas y sectores de actividad). En un ámbito tan dinámico como el cultural se empiezan a difundir diversas clasificaciones y tipologías de actividad (en algunos casos no coincidentes), aportadas por observatorios culturales, organizaciones y consultorías, en un intento de acotar las múltiples actividades que configuran el sector. En Estados Unidos, por ejemplo, la consultora Economists Incorporated, una de las de mayor experiencias en el campo de la investigación cultural, clasifica el sector cultural estadounidense en cuatro grupos de actividades 3: 1. Las actividades que configuran lo que los autores denominan núcleo, y que son aquellas que crean o producen bienes sujetos a copyright (publicación de libros, periódicos transmisión de radio y televisión, televisión por cable, discos y cintas, cine publicidad, software y procesos de datos). 3 “Copyright Industries in the U.S. Economy”, Economists Incorporated, (1999) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 34 2. Industrias parciales, que son aquellas en las que solo una parte de lo que producen está sujeto a copyright (el conjunto de estas industrias va desde el diseño de moda a los negocios de arquitectura). 3. Industrias de distribución. Se incluyen en esta categoría aquellas que distribuyen bienes sujetos a copyright a empresas y consumidores (industrias de distribución, incluidas los servicios de transporte, librerías y comercio al por mayor y al por menor implicado en la distribución de productos sujetos a copyright). 4. Industrias relacionadas, que producen y distribuyen productos que son usados en su totalidad o en su mayoría conjuntamente con bienes sujetos a copyright (ordenadores, radios, televisores, etc.) Como se puede apreciar, dicha clasificación ignora al sector público (poco relevante en EEUU) y se centra en las actividades culturales de carácter industrial sujetas a derechos de propiedad intelectual, auténtico “corazón” del sector cultural estadounidense. Situándonos ahora en la Europa comunitaria, entre las diversas clasificaciones manejadas nos permitimos destacar dos: La primera es la establecida en la Comunicación “Política de Cultura y Cohesión. Una contribución al Empleo”4. Esta clasificación viene a indicar que el sector cultural se caracteriza cada vez más por interrelaciones estrechas y variadas entre la “vida cultural” y la “economía cultural”. La citada comunicación identifica con la “vida cultural” a las instituciones públicas, teatros, museos, centros de arte, enclaves artísticos y de patrimonio, escuelas de arte, conservatorios, etc.; es decir, a los equipamientos, recursos y espacios locales que promueven la participación, 4 “Política de Cohesión y Cultura. Una contribución al empleo. Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones”. COM (96) 109 final de 20 de marzo de 1996. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 35 la convivencia cívica y el desarrollo de la creatividad o el crecimiento personal. La vida cultural, por tanto, se centra según esa clasificación en los “procesos”. Por otro lado, la clasificación de “Economía cultural” comprende aquellas otras actividades vinculadas al mercado musical, artístico, literario y editorial; producción audiovisual multimedia –cine, vídeo, CD-; fotografía, diseño, artes plásticas y espectáculos, arquitectura, oficios relacionados con el arte, protección y restauración de monumentos históricos, turismo, etc... En resumen, todo lo que hace referencia a los “productos “. La segunda clasificación ha sido elaborada teniendo como punto de partida la procedente del “Libro Blanco de Delors. Esta clasificación viene a ser uno de los primeros intentos de acotar los diversos ámbitos de actuación que se corresponden con el sector cultural, e integra ámbitos como el sector turístico o el de la protección y mantenimiento de zonas naturales, no recogido en otras clasificaciones, pero que, bajo nuestro punto de vista, están cada vez más vinculados a la posibilidad de ofertar actividades de índole cultural. A partir de ella, desde Documenta, y a través de nuestros trabajos de análisis e investigación sobre el sector cultural y su vinculación al desarrollo local y a las políticas de empleo, hemos incorporado numerosas aportaciones que contribuyen a actualizar y delimitar con bastante precisión el terreno de la actividad cultural pública y de la iniciativa privada. Para ello, enumeramos las actividades culturales directas y excluimos las indirectas; es decir, aquellas cuyo objetivo es ser medio o soporte auxiliar para la divulgación de las producciones culturales o de ocio. Lógicamente, con esta clasificación podemos tener una visión bastante precisa, pero no completa, por cuanto la difusión de las Nuevas Tecnologías en el sector cultural, las necesidades de la administración pública, y las nuevas demandas ciudadanas, hacen que la lista de actividades vinculadas a la cultura se está ampliando de forma permanente.. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 36 Sectores de actividad cultural. Ámbito de actuación • Nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. • Revalorización de espacios públicos urbanos. • • Actividades profesionales • • • • • Actividades multimedia de ocio. Actividades multimedia educativas y didácticas. Acceso a la información (Internet) Guionistas. Gestión de conocimiento y creación de contenidos. • Rehabilitación de cascos antiguos. • Rehabilitación acondicionamiento de edificios y entornos de especial relevancia como equipamientos de uso cultural. • Restauración de emplazamientos (demanda de artesanos cualificados) Valorización del patrimonio cultural. • Sector audiovisual. • Desarrollo cultural local. Gestión de centros y equipamientos culturales (programadores, gestores, conservadores de museos,...) • Difusión de la cultura y creación de rutas culturales (personal de acogida, guías, científicos, técnicos, editores,...) • Oferta cotidiana y mantenimiento de los emplazamientos (vigilantes, gestores de flujos turísticos, guardas...) • Arqueología industrial. • Interpretación del Patrimonio. • Producción y distribución de películas. • Producción y difusiones de TV local. • Producción de vídeo multimedia comerciales (p.e.: presentación de instituciones, lugares, productos culturales.). • Televisión interactiva (acceso a distancia a museos, bibliotecas..) • Diseño y gestión de eventos culturales de todo tipo (musicales, teatrales, ...) • Potenciación de la cultura popular: transmisión y El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 37 conservación, potencial endógeno. • • • Formación. Documentación Investigación. Sector turístico. Protección y mantenimiento de las zonas naturales. • Sector de servicios de formación y educativos.(iniciación artística, educación cultural en el tiempo libre..) • Sector editorial. (edición, traducción, producción, distribución...) • Sector discográfico. (estudios de grabación, organización de giras y conciertos, edición y distribución de discos.) • Diseño gráfico e identidad corporativa. • Gestión y programación de equipamientos culturales. • • • • • • • Academias y escuelas de música. Centros de formación de agentes socio culturales. Centro de educación en artes plásticas y audiovisuales. Escuelas de teatro, danza, etc. Centros de documentación cultural. Gabinetes de estudios y asesoramiento cultural. Centro de gestión de Derechos Intelectuales. • Turismo rural • Turismo cultural • Turismo de aventura y deportivo • Turismo especializado: diseño de rutas, circuitos y productos culturales. • Turismo de tercera edad y para el cuidado de la salud • Organización de actividades y eventos • Estudios medioambientales • Recuperación de recorridos y antiguas vías pecuarias • Diseño, gestión e interpretación de rutas verdes. • Diseño de contenidos y gestión de ecomuseos , Centros receptores y Centros de interpretación. • Promoción de nuevas actividades de ocio sostenibles. Fuente: Comisión Europea (1993). “Libro Blanco. Crecimiento, Competitividad, Empleo. Retos y Pistas para entrar en el siglo XXI”. Luxemburgo, Comunidad Europea. Actualización a partir de elaboración propia. (Documenta 2001) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 38 3.4. Breve historia de las políticas culturales en Europa. Este nuevo papel que la cultura juega actualmente en la Europa comunitaria ha tenido, a partir del período de la Guerra Fría, una serie de etapas bien definidas que se pueden agrupar por décadas con sus correspondientes paradigmas. • Años 50, etapa de reconstrucción del viejo continente. Tras la 2ª Guerra Mundial, la política cultural se utilizó desde los poderes públicos como un elemento para restañar las heridas. Se trataba de una política basada en la reconciliación y la afirmación democrática • Años 60. Paradigma= la educación como instrumento de cohesión. Es el periodo de los movimientos para la educación popular, se comienza a hablar de animación cultural. El gran impulsor de este modelo es el francés André Malraux, que fue el primer Ministro de Cultura que existió en Europa. Esta etapa se caracterizó por una política cultural fuertemente educativa y excesivamente paternalista. Este tono academicista y rígido es dinamitado tras la explosión social de mayo del 68. La Escuela de Francfort acuña el término “Industria cultural”. • Años 70. Paradigma = la Participación. Se fomenta la cultura popular, las asociaciones de vecinos y los barrios definen las prioridades. En esta etapa, se construyen por toda Europa los principales equipamientos culturales de distrito y de barrio. • Años 80. Paradigma = la economía. Recesión económica. Abandono de las políticas descentralizadoras. El objetivo pasa a ser la rehabilitación del centro histórico de las ciudades como recurso para la creación de dinamismo económico. Se impulsan los primeros proyectos que vinculan con claridad la “cultura” y la “economía”. El término “industrias culturales” acuñado en los 60, cobra plena vigencia y se incorpora a las agendas políticas. Europa se ve a sí misma como un gran Museo. Es la etapa de los grandes equipamientos culturales en las principales ciudades europeas. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 39 • Años 90. Paradigma= la cohesión social. La cultura se utiliza como un instrumento para luchar contra la exclusión social. Esta etapa se caracteriza por el desempleo estructural y la creciente marginación de capas populares. La política cultural sirve como estrategia para la contención social, la lucha contra la discriminación y la xenofobia, y la integración de los sectores excluidos.(fundamentalmente inmigrantes). • Siglo XXI. Paradigma = Tecnología y redes culturales. Se asiste al desarrollo de redes de asociaciones transfronterizas con proyectos comunes, y a la entrada de nuevos actores en el campo de la producción y la gestión de la cultura. Desarrollo de Internet. Arte virtual. Descentralización y atomización de propuestas. Hiper-segmentación de las audiencias. Creciente importancia de la industria de contenidos. Madurez de las relaciones público / privadas en la gestión compartida de proyectos y recursos culturales. Así pues, como hemos podido ver en este breve itinerario histórico, desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, la cultura se ha utilizado de formas variadas y con diversas finalidades por parte de las administraciones públicas, lo cual nos permite reconocer la enorme versatilidad que ésta puede llegar a alcanzar dentro de las estrategias de la gestión pública. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 40 Cuadro resumen En general, en Europa se empiezan a superar las dualidades entre la cultura de la elite y la cultura de masas, admitiéndose de forma progresiva la vinculación entre la actividad cultural y la economía. Desde principios de la década de los 90, la cultura está empezando a aparecer como una prioridad en la agenda comunitaria, debido al progresivo descubrimiento de su papel en la generación de nuevos empleos y actividades en el ámbito regional y local. Hasta tal punto esto es así, que su carácter “tranversal” se va acrecentado dentro de las políticas de desarrollo de la U.E; hasta el punto de que, desde distintas Áreas y Direcciones Generales, se ha comenzado a reconocer de forma explícita su relevancia para alcanzar sus respectivos objetivos sectoriales. En la escala local, esta dinámica está provocando una modificación de roles para los gobiernos locales a partir de tres dimensiones: una económica, otra de carácter sociocultural y una tercera de índole político / administrativa. Este cambio de papel significa alentar los flujos e interrelaciones entre la “vida” y la “economía” cultural; entendiendo por “Vida cultural”, la constituida por aquellas actividades generadas por los equipamientos, recursos y espacios locales que promueven la participación, la convivencia cívica y el desarrollo de la creatividad cultural y el crecimiento personal. (Todo aquello que se centra en los “procesos”) y por “Economía cultural” aquellas otras actividades vinculadas al mercado musical, artístico, editorial, audiovisual de naturaleza privada; (Lo relacionado con los “productos “). Este nuevo papel que la cultura juega actualmente en la Europa comunitaria, ha tenido una serie de etapas bien definidas. Desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, la cultura se ha utilizado de formas variadas y con diversas finalidades por parte de las administraciones públicas, lo cual nos permite reconocer la enorme versatilidad que ésta puede llegar a alcanzar dentro de las estrategias de la gestión pública: Desde su etapa como elemento de reconciliación democrática (años 50), pasando por el período de la cultura educativa como instrumento de cohesión (década de los 60); la cultura participativa y popular (años 70); la cultura como factor de lucha contra la recesión económica y la crisis industrial (década de los 80); la cultura como instrumento para combatir la exclusión social (años 90) o la cultura como factor de creación de redes y de soporte de contenidos para la revolución tecnológica (siglo XXI). El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 41 3.5. Ciudad / Cultura y Territorio. El sistema europeo de ciudades. Modelo y dinámicas territoriales . Las áreas metropolitanas se constituyen en el elemento fundamental de referencia de la Europa contemporánea. El espacio formado por el polígono delimitado por las áreas metropolitanas de Londres, Hamburgo, Munich y París se define como el núcleo central de concentración y polarización de la actividad y de la riqueza, en la actualidad y para el medio plazo. En él se condensan los principales centros de creación, conocimiento e I+ D. Por efecto de arrastre y de forma complementaria, aparecen una serie de ejes, que partiendo de algunos de los núcleos anteriores, y con base en los principales corredores de transporte, vertebran el modelo territorial comunitario con el resto de áreas metropolitanas, proporcionando al conjunto una estructura espacial radial. El modelo territorial europeo queda así configurado por una región urbana central, articulada con un sistema de áreas metropolitanas de rango internacional; articuladas a su vez, a distintos niveles, con un conjunto de áreas metropolitanas de rango nacional. La jerarquía del sistema de ciudades europeo El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 42 La segunda gran área de desarrollo, es el “Arco Mediterráneo”, que engloba desde Roma hasta el sur español, estructurándose hacia el interior continental a través de Madrid, Zaragoza, Lyon y Milán, básicamente. Esta zona constituye una alternativa muy dinámica al espacio central europeo cuenta con diversas ciudades y regiones que han hecho una fuerte apuesta por la cultura y los servicios de ocio como factores de visibilidad. Las periferias (Arco del Atlántico y Sur de Europa), y los espacios intermedios y de borde, se caracterizan por menores niveles relativos de desarrollo y renta, cierta importancia de la producción primaria, especialización en sectores industriales maduros y mala conexión y accesibilidad con los principales centros de desarrollo. Factores que están suponiendo un fuerte revulsivo en los respectivos territorios de cara a redefinir sus sistemas productivos, y reposicionarse en el contexto comunitario. Las zonas intermedias y de borde presentan características muy diferenciadas entre sí. Sus potenciales se encuentran directamente ligados al grado de conexión y articulación con los ámbitos de mayor dinamismo y desarrollo. Los ejes de desarrollo europeos El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 43 3.5.a. La ciudad en el territorio. Uno de los aspectos más evidentes del sistema europeo de ciudades es la percepción del territorio como un ámbito cada vez más abstracto y en transformación; los territorios administrativos rara vez coinciden con los territorios reales (los que soportan los flujos económicos, culturales y relacionales de la población). La estructura territorial europea es el resultado de la concentración o descentralización de los bienes y servicios a disposición de la población; algo tan presente en las estrategias de implantación de los grandes centros comerciales, parques temáticos y de ocio, generalmente no es tenido en cuenta en las dinámicas de desarrollo cultural local. La lógica del gestor público se centra en proveer de servicios culturales a los ciudadanos de su municipio, con lo cual, cualquier decisión sobre planificación y creación de equipamientos resulta de un análisis incompleto, ya que el usuario de actividad cultural utiliza los servicios que más le interesan, independientemente de su ubicación concreta o del proveedor que se los ofrece. Hasta el momento, los ámbitos de la cultura y el ocio han sido escasamente considerados a la hora de proceder a una planificación de la ciudad, salvo en términos sumamente vagos y temporales, y con carácter subsidiario a otros ámbitos como el urbanístico. En el nuevo contexto socioeconómico en el que nos movemos, resulta preciso ubicar el área cultural como uno de los ejes estratégicos fundamentales de la ciudad. Los servicios culturales, considerados desde esta perspectiva, deben utilizarse, no sólo como instrumentos para lograr un equilibrado consumo interno, sino también como elementos dinamizadores y articuladores de la ciudad, vertebrándola socialmente y articulando sus diferentes ámbitos de influencia. Debemos partir, en consecuencia, de que los territorios no se crean. Se crean las condiciones para su desarrollo. Para ello es preciso apostar por ciertas escalas y órdenes de planificación territorial que aproximen el servicio cultural a los restantes servicios básicos, y la clave está en los niveles de planificación intermedios, a caballo de lo local y lo regional, que El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 44 configuran los territorios en los que realmente se producen los flujos de movilidad no obligada de la población en torno a los servicios culturales. 3.6. La iniciativa cultural pública y la ciudad: ejemplos y modelos. Las ciudades europeas se enfrentan actualmente ante un doble reto, por un lado, ser más competitivas en el mercado; por otro, garantizar un entorno más habitable y equitativo a sus habitantes. Algo que, en principio, parece antagónico. El logro de ambos objetivos depende, en mayor o menor medida, de una serie de factores como son: la existencia de una mano de obra cualificada, la calidad medioambiental de su entorno, su patrimonio, equipamientos e infraestructuras educativas y culturales, su dinamismo administrativo, económico y comercial, su proyección exterior, etc., etc. Cualquiera de las regiones y ciudades comunitarias que están manifestando en estos momentos un mayor desarrollo socioeconómico, deben su crecimiento a la existencia de un entorno de I+D favorecido por un buen ambiente educativo, calidad cultural y creatividad humana. Así, la aglomeración se mantiene como factor altamente determinante en relación con la ubicación de las industrias (entre ellas las culturales). En general, tal y como comenta Xavier Cubelles 5, las ciudades (grandes y medianas) han de saber invertir bien en las tres “C”: en concepts (en nuevas ideas, en nuevas capacidades de innovación), en competences (en “know-how” y en capacidades de producción y de consumo apropiadas), y en connections (en vías de acceso y comunicación con los restantes centros de actividad mundiales)”. De ello depende el que continúen acumulando factores inductores de innovación y generando sinergias, tanto en la industria como en los servicios avanzados. 5 “Políticas culturales y el proceso de mundialización de las industrias culturales”. Xavier Cubelles. Materiales del Seminario “Nuevos retos y estrategias de las Políticas Culturales frente a la Globalización.” Departamento de Cultura de la Generalitat. 2000. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 45 Consecuentemente, hacer de una ciudad un territorio culturalmente más eficiente – y por tanto, más competitivo- significa desarrollar al máximo sus potenciales de innovación, investigación y enseñanza. Los análisis que actualmente se realizan en Europa sobre los sistemas culturales urbanos6 tienden a enfocarse desde cuatro perspectivas que facilitan la fijación de cuatro tipos diferentes de objetivos prioritarios para la iniciativa cultural pública. a) Satisfacción de demandas internas. Las demandas ciudadanas se expresan fundamentalmente a nivel territorial local, por lo que el cumplimiento de ese objetivo produce una revalorización cultural de la ciudad como valor de uso: la importancia de los elementos educativos, culturales, informativos y comunicativos incrementarán el papel de la ciudad y de su entorno, en tanto que garantiza el acceso de la población a la calidad de vida y a la cultura.. b) La cultura como factor de desarrollo económico. La cultural es una más entre las funciones territoriales que pueden facilitar el desarrollo de las ciudades. Un aprovechamiento eficiente de los recursos endógenos existentes ha de incluir la cultura como una de sus piezas básicas para impulsar un sector (público y privado) eficiente. c) La proyección externa de la ciudad En la Europa de las ciudades, el éxito dependerá de la capacidad de cada territorio para encontrar el grado y forma de especialización adecuados, estableciendo relaciones de competencia, pero también de intercambio y de cooperación. 6 Ver, entre otros: “Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Jordi Borja y Manuel Castells Ed. Taurus. 1998. “Planificación estratégica de ciudades”. José Miguel Fernández Güell. Ed. Gustavo Gili. 1997. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 46 En la competencia entre ciudades y regiones, el sistema cultural propio de cada una representa una posible forma de especialización, al tiempo que preparará a cada territorio para enfrentarse a otros retos fundamentales, como son los cambios sociales y tecnológicos. d) Las relaciones de cooperación cultural y el sistema de redes. Finalmente, la adecuada especialización de las ciudades, a la que contribuye de manera importante el sistema cultural, les facilita también el intercambio de experiencias y el establecimiento de lazos de cooperación que favorezcan la creación de redes. Hablar de redes participativas implica no sólo el reconocimiento de una pluralidad de actores, si no la articulación de estos actores en marcos organizativos comunes desde los cuales intercambiar recursos, negociar prioridades, y tomar decisiones relacionadas con proyectos culturales compartidos. Como conclusión general, tal y como argumentan Jordi Borja y Manuel Castells en su trabajo “Local y Global” 7, los municipios deben centrarse en conquistar la gestión y / o coordinación de los programas y proyectos públicos o mixtos, y el desarrollo de todas las formas necesarias de cooperación público / privada. Además, deben mantener una oferta cultural, tanto en lo que se refiere a la oferta destinada a públicos externos (atractividad), como internos (integración). “Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Jordi Borja y Manuel Castells. Ed. Taurus. 1998. 7 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 47 3.6.a. Experiencias de reactivación socioeconómica de ciudades y municipios a partir de la cultura. Numerosas ciudades y regiones de diferentes tamaños están explotando el potencial simbólico de la política cultural para recuperar visibilidad pública y obtener un status de reconocimiento de alguna o varias de sus peculiaridades; de elementos que las diferencien de otros lugares: la celebración de algún evento (festivales, ferias, exposiciones..); la apertura de un nuevo equipamiento de carácter singular (centro o museos temáticos...); alguna competencia tecnológica o económica determinada (parques culturales o tecnológicos...). En estos contextos urbanos, las pymes culturales tradicionales (librerías, tiendas de discos, cines independientes, galerías de arte.) pueden sobrevivir, al tiempo que surgen nuevas iniciativas (estudios de grabación discográfica, empresas de edición multimedia, artesanía, centros de formación, etc.) que crean empleo para trabajadores del campo cultural. Además, en el ámbito urbano se promueve una relación más estrecha entre las industrias culturales y el territorio, a partir de los dos extremos del proceso: la creación y el consumo. Por un lado, los creadores provienen del territorio, y desarrollan sus productos ligados a la influencia del entorno. Por el otro, los consumidores viven y se relacionan con la oferta cultural desde el propio territorio. En consecuencia, se puede afirmar que las iniciativas culturales locales están permitiendo reconstruir el entorno próximo a partir de las singularidades y las riquezas de cada territorio, mediante la combinación de factores económicos, sociales y culturales. Su incidencia en el desarrollo local y regional resulta importante porque: 1- Son un factor cada vez más decisivo en la localización de nuevas inversiones, puesto que refuerza la imagen y el atractivo de una región o ciudad. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 48 2- Suponen una importante fuente de puestos de trabajo, creando directa o indirectamente empleos basados en el capital humano cualificado, la creatividad y la innovación, así como el uso intensivo de las nuevas tecnologías. 3- Favorecen la cohesión y la integración social, mediante estrategias de estímulo, de animación y de experimentación. Estas funciones necesitan la entrada en juego nuevos agentes locales, para lo cual se hace preciso desarrollar nuevas cualificaciones y enriquecer oficios tradicionales mediante nuevas competencias que impliquen capacidades de recepción, de información, de acompañamiento, de divulgación... A partir del trabajo de Franco Bianchini y de otros expertos8, resulta posible establecer una tipología con hasta 6 modelos generales de los usos de la política cultural en las ciudades europeas: a. Ciudades en declive industrial. Utilizan la política cultural para apoyar estrategias de diversificación económica y la reconstrucción de su imagen. Su esfuerzo se basa en la compensación de la pérdida de su capacidad de creación de empleo mediante el uso de la actividad cultural para apoyar estrategias de localización de mercados y extensión de las industrias culturales locales, el turismo, el sector comercial minorista y otras industrias de servicios de consumo. Nos estaríamos refiriendo a ciudades como Glasgow, Sheffield, Liverpool, Birmingham, Hamburgo, Rotterdam o Bilbao. b. Ciudades económicamente prósperas y vitales como centros administrativos y políticos, pero con una actividad 8 .“Política cultural y desarrollo urbano: La experiencia de las ciudades europeas occidentales”. Franco Biancchini, Ed. Centro de Estudios Urbanos. Universidad de Liverpool. 1990. “Considérations culturelles sur la revitalisation des centres-villes”, en Conseil de L’Europe: Culture et quartiers. Volume 1. Concepts et rèfèrences, Alemania, Conseil de l’Europe, 1996. “Cultura y regiones de Europa”, Bassand, M. Barcelona, Oikos Tau/Diputació de Barcelona, 1992. “El buit de la politica cultural en el desenvolupament de les ciutats mitjanes: l’experiència d’Europa occidental”, en Ajuntament de Sabadell: Sabadell. La cultura a reflesió, Barcelona, Ajuntament de Sabadell, 1994. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 49 cultural relativamente deprimida. En estos casos, se ha usado la política cultural como medida preventiva ante una posible pérdida de competitividad en el futuro, pues son conscientes del desajuste existente entre su importante status económico, administrativo y político, y su ausencia de prestigio cultural. Sería el caso de Bruselas, Frankfurt, Munich, Estrasburgo... c. “Capitales culturales”. Se trata de ciudades que a lo largo del tiempo se han establecido como importantes centros de producción, distribución y consumo cultural, presentando una significativa concentración de industrias culturales y un fuerte sector de “turismo cultural”. En este caso, las políticas culturales van dirigidas a consolidar esta posición privilegiada como centros culturales, adaptando sus infraestructuras y servicios a los cambios de gustos y modas, a las nuevas tendencias y demandas de la población, a las nuevas tecnologías y estilos de mercados. Podríamos encuadrar en este grupo a Londres, Edimburgo, París, Amsterdam, Berlín o Roma. d. Ciudades de I+D. Tienen como objetivos principales: desarrollar sectores económicos estrechamente vinculados al factor cultural (publicidad, servicios arquitectónicos, cine y vídeo, diseño gráfico, música,...), crear el medio en que la innovación científica y tecnológica pueda ser estimulada y promocionada, así como potenciar los lazos de unión entre las industrias culturales locales y la investigación avanzada para el desarrollo de nuevos productos industriales. Podríamos incluir en este grupo a Rennes, Grenoble, Montpellier, Nimes, Colonia, Hamburgo, Milán y Barcelona. Además de estos, se pueden identificar otros dos tipos relacionados con la emergencia de problemas urbanos específicos: e. Destinos de turismo masivo. Se usan políticas culturales para proteger su singular estructura urbana y su patrimonio de las presiones y los peligros de la estandarización, el kitsch y la “colonización” que puede traer consigo una economía de turismo masivo (Londres, París, Florencia, Venecia, Atenas). El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 50 f. Ciudades con una gran carga de conflictos sociales que se han servido de las políticas culturales actuando como elementos de cohesión cívica y reconstrucción comunitaria (Marsella, Berlín, París). Estas experiencias de ciudades que han apostado por el desarrollo local a través de la cultura comparten seis características comunes importantes: • Confían en la contribución de la política cultural a la hora de redefinir la imagen del territorio, considerándola un factor diferenciador de vital importancia en la actual competencia entre poblaciones provistas de similares recursos y problemas. • Coordinan sus acciones y planifican constantemente sus estrategias a través de una visión global de los problemas con el fin de captar inversiones y regenerar su tejido económico y social. • Enfatizan la función de la cultura como elemento catalizador de la vida pública, adoptando una definición amplia de los recursos culturales, acompañando cualquier acción local de producción cultural y de producción artesana y distribución de conocimientos; integrando estos aspectos en las cualidades del medio físico del territorio, el patrimonio local (histórico, artístico, arquitectónico, arqueológico y antropológico) y, en definitiva a la suma de las “representaciones de cultura” del lugar. • Creen y apuestan por las actividades culturales como un sector generador de empleo. • Promueven una vinculación efectiva entre el sector cultural público y el privado de cara a promover y desarrollar mejores servicios y un tejido productivo competitivo. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 51 • Apuestan por la proyección externa mediante estrategias de “Marketing de ciudad” vinculadas al hecho cultural. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 52 3.7. La iniciativa cultural privada. La importancia creciente de la industria cultural está estrechamente vinculada a la reciente evolución del desarrollo económico y los cambios experimentados por la propia sociedad europea. En primer lugar, como consecuencia del retroceso de las industrias tradicionales en favor de los servicios. En segundo lugar, debido a la evolución del modo de vida, en particular, como consecuencia del incremento de la movilidad, las mayores tasas educativas y el aumento del tiempo libre; y en tercer lugar, como consecuencia de la progresiva necesidad por parte de las administraciones públicas de servicios, productos y programas culturales, que den cumplida respuesta a las demandas cambiantes de los ciudadanos. La cultura no es sólo una ocupación pública generadora de gastos suplementarios; también forma parte cada vez más de la economía privada donde dispone de un fuerte potencial de crecimiento. Los productos e industrias culturales ofrecen posibilidades de creación de empleo que van mucho más allá de los efectos de medidas "más clásicas", al ser portadores de elementos como la creatividad, innovación y producción, beneficiosos para las economías regionales y locales. Por ejemplo, la cultura contribuye ampliamente al desarrollo de contenido y de aplicaciones, lo cual representa uno de los elementos clave de la competitividad en la sociedad de la información y el conocimiento. El conocimiento se ha convertido en el nuevo factor de producción contemporáneo. Lo relevante en un mundo en el que los costes por disponer de información tienden a disminuir de forma muy intensa, no es tanto disponer de información, como contar con las condiciones empresariales, institucionales y sociales para saber transformar la información en conocimiento. En ese sentido, la cultura es fundamental para transformar la ingente cantidad de información disponible a precios asequibles, en conocimiento activador de las personas, las organizaciones y los territorios. Tal y como afirma Rifkin9: “asistimos al paso de una fase en la que el comercio principal era de naturaleza industrial a la etapa actual en la que domina el comercio de naturaleza cultural” 9 “La era del acceso”. Jeremy Rifkin. Ed. Paidos. 2000 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 53 En consecuencia, las industrias culturales son piezas claves en ese "mercado del conocimiento", ya que su materia prima es la creatividad, el talento, la capacidad de innovar; de utilizar la inteligencia y la imaginación para dar soluciones a todos los desafíos intelectuales de los diferentes campos sociales imaginables. Entre los fenómenos que pueden llegar a ensombrecer esta rápida expansión de las industrias culturales está el hecho de que la cultura se vuelve, cada vez más, acontecimiento mediático, y llega al público a base de fuertes promociones: lo más frecuente es que todos los medios hablen la mismo tiempo de los mismos autores y obras. La diversidad de la creación cultural raramente se refleja en los medios, que actúan como filtros en la formación del gusto mayoritario. El propio Rifkin 10. señala la creciente tendencia en la actual “era del acceso” a la absorción de la esfera de la cultura por la esfera comercial con las servidumbres y valores propios de lo comercial como son el corto plazo, lo superficial, la fascinación, el utilitarismo, el intercambio; valores contrarios a los que son propios de la cultura (el conocimiento, la memoria, la producción simbólica, el largo plazo, la realización humana). 3.7.a. La industria cultural y el territorio. Existen sectores de la producción cultural en los que la concentración de buena parte de sus procesos se hace indispensable, puesto que necesitan de infraestructuras y de un entorno propicio para poder desarrollarse. La industria editorial, audiovisual y fonográfica, así como sus sectores auxiliares, tienden a concentrarse en grandes ciudades y en sus entornos metropolitanos. En cambio, hay industrias en las que la descentralización no es un inconveniente, y donde las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permiten una mayor descentralización de la producción, sobre todo en regiones pequeñas donde es posible ir de un extremo al otro en pocas horas. En este sentido, disponer de una conexión de calidad a la Red se ha convertido en algo imprescindible para un desarrollo territorial equilibrado y para la implantación de empresas culturales fuera de los grandes urbes europeas. 10 Ver nota anterior. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 54 Por otro lado, el capital cultural juega un papel muy destacado en el desarrollo local del territorio. En este sentido, la concentración de los principales centros de enseñanza superior artística o profesional en determinadas zonas condiciona las posibilidades de desarrollo de distritos industriales alrededor de éstos. (La formación vinculada al diseño industrial en el norte de Italia, o la asociada a la producción audiovisual y musical en Alemania, Gran Bretaña y Holanda serían ejemplos de está dinámica de concentración). Surgen así los “parques” y los “distritos” culturales, que suponen una vinculación entre el territorio, la política cultural, y la política industrial y tecnológica. Se trata de nuevas experiencias de intervención pública en el fomento de la industria cultural privada, y su desarrollo ha cobrado gran impulso desde principios de la década de los 90 en determinadas regiones de Alemania, Gran Bretaña, Irlanda o Francia, fundamentalmente. En su origen se dirigían a la constitución de áreas y centros de aglomeración de empresas y compañías de producción y exhibición cultural, comunicativa y /o tecnológica, aunque actualmente proliferan también los orientados hacia el consumo cultural (parques temáticos) Entre las múltiples experiencias que se han ido consolidado a lo largo de este tiempo podemos destacar tres: El Distrito de Industrias Creativas de la ciudad de Sheffield (CIQ). (Gran Bretaña) Asentado sobre viejas instalaciones industriales, en la actualidad alberga a más de 150 empresas e iniciativas culturales en los que trabajan más de 1.200 personas. Se trata de una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Sheffield a través del CIQ Agency, una estructura creada para rentabilizar al máximo el potencial de las industrias culturales en el distrito y poner las bases para el crecimiento de las mismas. En un período de unos quince años, el distrito ha evolucionado de los almacenes y las manufacturas, a ser uno de los principales centros de producción y creación cultural innovadora del Reino Unido en los ámbitos de la cinematografía y vídeo, multimedia, desarrollo de software, e industrias musicales. Impulsando además diversos festivales y certámenes de proyección internacional. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 55 El Centro para el Desarrollo de la Investigación Artística y las nuevas Tecnologías de Karlsruhe (ZKM). (Alemania). Se fundó en 1989 bajo la forma de una fundación de derecho publico. Tuvo como modelo el Centro de la Bauhaus creado en 1919. Tiene como principal objetivo crear las condiciones necesarias para una exploración en profundidad de la combinación Arte- Medios Tecnológicos, concediendo especial relevancia a los sectores Imagen, Música, Palabras y a la combinación entre éstas. El ZKM promueve la aplicación de las nuevas tecnologías en un contexto tanto artístico como social. Permite a los artistas explorar nuevas formas creativas y familiariza al gran público con las tecnologías más punteras; se constituye como un gran centro de difusión de información y promoción cultural realizando a su vez labores de mecenazgo. El Temple Bar de Dublín (Irlanda) parte de un plan de revitalización de la escena urbana de este barrio y su especialización en las industrias creativas a partir de un amplio pacto de inversiones públicas y privadas. El proyecto está gestionado por el Temple Bar Properties, una agencia publico / privada que surgió en 1991. Actualmente, el Temple dispone de diversos espacios culturales: centro de cine irlandés, diversos estudios de artistas, salas de exposiciones, un museo de los vikingos, un centro de creación de joyas y un teatro infantil; además de innumerables centros de carácter privado dedicados a la música, teatro, diseño y galerías de arte. Además, se han creado varios centros de servicios de apoyo a las pequeñas empresas culturales allí ubicadas. Además de los distritos y parques culturales, otros ámbitos a considerar en la simbiosis “cultura” “territorio” son las ferias y festivales; se trata de eventos que están jugando un papel relevante en el fomento de la industria cultural europea. La proliferación de pequeños festivales estimula la actividad cultural en el ámbito local, pese a no provocar efectos sinérgicos más allá del consumo local o de la atracción de veraneantes y turistas. En cambio, es justo resaltar el doble papel de motor territorial y sectorial de festivales o ferias en ciudades de tamaño medio en ámbitos como el teatro, la música en vivo, la danza, el cine o la cultura tradicional. Ejemplos de ello serían los eventos y festivales de ciudades y regiones como Lorient, Avignón, Aix-en-Provence en Francia; Espoleto, Verona, Pesaro en Italia; Alderburgh y Edimburgo en el Reino Unido; Wexford en Irlanda; Lucerna, Montreux, Locarno en Suiza; Peralada, Tárrega, El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 56 Santander, Getxo, San Sebastián, Huesca, Cartagena, o Cáceres en España. Bayreuth en Alemania o Salzburgo (Austria) en los cuales, la dimensión cultural permite, dinamizar la industria creativa local por una parte, y ofrecer una proyección exterior de su imagen e infraestructuras culturales por otra. 3.7.b. La organización de organización de la industria cultural. En general, el modelo organizativo que se está implantando mayoritariamente en el sector cultural privado es el sistema de trabajo en red. Se trata de un sistema procedente de la industria cultural norteamericana -más concretamente del sector cinematográfico-, donde la producción de cada película reúne a un equipo de compañías especializadas y contratistas independientes, cada una experta en su campo y con su propio personal cualificado. Conjuntamente, todas esas partes conforman una empresa - red de corta vida cuyo período de actividad se limita a la duración del proyecto. Este modelo, de larga trayectoria en el sector del cine, se está convirtiendo en el prototipo para la reorganización de las industrias culturales en el resto del mundo; fundamentalmente, de aquellas vinculadas al sector multimedia y los contenidos informativos, y también las centradas en la producción de eventos y espectáculos. Así, tal y como argumenta Xavier Cubelles 11, nos encontramos con un doble nivel de actividad: por un lado, los gestores del proceso de producción y difusión de contenidos que han conseguido una función de liderazgo en los mercados culturales; es decir, quienes tienen la capacidad de generar nuevas producciones y de asegurar su difusión. Por otro, un denso tejido de pequeñas empresas culturales “independientes” y de trabajadores y profesionales autónomos que, en general, tienen una capacidad de producción y difusión muy limitada ya que su actividad está condicionada, en gran medida, por la demanda procedente de quienes detentan el control de la producción y la difusión. La flexibilidad de la organización del proceso de producción, permite ordenar las competencias 11 “Políticas culturales y el proceso de mundialización de las industrias culturales”. Xavier Cubelles. Materiales del Seminario “Nuevos retos y estrategias de las Políticas Culturales frente a la Globalización.” Departamento de Cultura de la Generalitat. 2000. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 57 y habilidades productivas descomponiendo (externalizando actividades a empresas “independientes”) y recomponiendo (concentrando actividades en las grandes empresas del sector) las diferentes fases del proceso de producción y distribución. La tendencia general es que las empresas culturales traten de ganar tamaño para controlar el sistema de productos que configuran el “mercado-red”, ya que los diferentes elementos que componen el sistema (contenidos de información, software, hardware, profesionales, etc.), tienen una reducida utilidad si se consideran aisladamente, pero la combinación de todos ellos es generadora de un gran valor económico, provocando sinergias y fuertes economías de escala. Las nuevas redes ofrecen, on line e incluso off line, una nueva oportunidad para que compitan los productos independientes y las creaciones regionales y locales, que podrían además expandir sus mercados de nicho a escala internacional, incrementando notablemente la cantidad y pluralismo de la oferta. Sin embargo, se advierte una tendencia fuerte de los grupos internacionales y nacionales a integrar verticalmente el dominio de las redes de distribución con la producción de contenidos culturales, que alcanza su máxima expresión en las infraestructuras y soportes digitales. En el marco de la globalización se produce, por tanto, un fenómeno dual: por un lado, descienden las barreras de entrada para productos y productores independientes y se crean condiciones para una expansión del mercado de los productos culturales locales; por otro y simultáneamente, se afirma la tendencia a una integración vertical extrema entre nuevas redes de producción de contenidos, lo cual puede suponer una seria amenaza que supondría discriminaciones para la producción local y la auténticamente independiente. 3.8. Modelos de relación público / privada. 3.8.a. El papel de la administración para el estímulo de la industria cultural privada. Instrumentos de financiación. Hoy día, la capacidad de generar beneficios resulta tan esencial para el florecimiento de las actividades culturales como la originalidad y la El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 58 innovación. Incumbe a las administraciones desempeñar un papel más decidido en el fomento de esa creatividad, de cara a facilitar la expansión de las "industrias de contenido" y contribuir a la promoción e innovación tecnológica, a la mejora en la organización y gestión empresarial, y el apoyo a la formación y la reconversión de los trabajadores culturales. Es decir, los poderes públicos se hallan ante la tarea de suscitar condiciones propicias para que los artistas, los creadores y emprendedores culturales y los ciudadanos puedan actuar y trabajar de manera creativa; esto, sin perder de vista que la financiación de la cultura –tal y como queremos demostrar a lo largo del presente documento, resulta también una buena inversión. ¿De qué forma se está abordando esta cuestión en la Unión Europea?. En principio, la administración puede contribuir al desarrollo del sector cultural privado a partir de las etapas previas de los proyectos, liderándolos e invirtiendo en ellos a fin de hacerlos más visibles ante los otros actores industriales implicados. En efecto, existen diversos ejemplos de cómo los gastos del sector público están sirviendo de capital inicial efectivo para fomentar las inversiones privadas en estas áreas y, de hecho, por su importancia, las administraciones empiezan a considerar que esos gastos son inversiones y no subvenciones. De esa manera se va alterando el carácter de la relación que guardan la cultura y la industria. Entre los ejemplos de financiación actualmente existentes, predominan aquellos en los que las transferencias de recursos suelen estar condicionadas a la viabilidad económica de los proyectos y al propio comportamiento de los agentes privados. Además, y al objeto de incrementar la eficacia de los programas a medio plazo, las líneas de ayuda suelen tener un carácter plurianual y estar condicionadas a los resultados obtenidos, lo que significa acrecentar la corresponsabilidad financiera del sector privado. Entre los nuevos mecanismos de ayuda e instrumentos de financiación (créditos a bajo interés, capital semilla, sociedades de capital riesgo..) que el sector público está poniendo en marcha, se pueden destacar los siguientes: •Crédito fiscal para la producción cinematográfica y televisiva: Se trata de un mecanismo de aplazamiento de los tributos que gravan la producción El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 59 cinematográfica y televisiva en Suecia mientras dura la fase de implementación del proyecto. •Fondo de ayuda al audiovisual: Consiste en un sistema de créditos del land de NordRhein - Westfalen en Alemania de ayuda a la industria cinematográfica y televisiva condicionado a que se tenga que gastar al menos el 50% de los recursos recibidos en empresas y servicios generados en la propia región. •Fondo con ventajas para las industrias culturales: programa piloto pionero en Europa en la provisión de pequeñas cantidades de capital riesgo a empresas culturales de la región de West Midlands.(Gran Bretaña) •Programa para el desarrollo de la industria del libro (BPIDP): Se trata de un programa federal de ayudas a la industria del libro con el objetivo de facilitar un mejor acceso a los libros escritos por autores alemanes. •Esquema de expansión de negocios (BES): programa irlandés de beneficios fiscales para estimular la inversión privada en el capital de nuevas o pequeñas empresas del sector musical nacional. •Fomento de la producción multimedia: Se ha creado una agencia mixta centrada exclusivamente en la promoción del sector multimedia en la ciudad inglesa de Brighton. •Fondo para proyectos culturales de la Lotería Nacional Británica. En 1994 se constituyó una nueva lotería nacional que destina un porcentaje importante de los beneficios obtenidos a la financiación de áreas de interés general, entre ellas la cultura. Gracias a esta iniciativa, la Tate Gallery de Londres ha recaudado más de 12 millones de euros después de aplicar las recomendaciones de mejora en imagen y gestión marcadas por un estudio que señalaba la generación de 650 puestos de trabajo locales y otros 2.400 indirectos. Con el mismo sistema, el venerable edificio del British Museum ha percibido una ayuda El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 60 de más de 54 millones de euros con el fin de reorganizar su interior y definir un plan estratégico de futuro. Además de estos dos ejemplos, por toda Gran Bretaña se ha producido una proliferación de proyectos arquitectónicos o de rehabilitación de viejos edificios para la creación de nuevos equipamientos y espacios culturales a partir de este instrumento de financiación. •Servicio de desarrollo de las industrias culturales (CIDS): Consiste en una estructura técnica que pone en contacto las industrias culturales y las infraestructuras de financiación para el desarrollo de empresas culturales de Manchester. •SODEC (Societé de Développpement des Enterprisses Culturelles) Nacida en Quebec en 1994, tiene como objeto promover y apoyar la implantación y desarrollo de las industrias culturales, así como contribuir a la calidad de los productos y servicios y su competitividad. La SODEC acuerda las ayudas financieras en forma de préstamos, de garantías de reembolso total o parcial, de inversiones, de subvenciones o ayudas reembolsables. Ostenta un tercio de un Fondo de Capital Riesgo (FICC) y participa en una sociedad (FIDEC) que ayuda a la financiación de productos para el mercado cultural internacional (anticipos, adquisición de derechos, inversión en proyectos). 3.8.b. Modelos de gestión de servicios culturales públicos. La implantación de la gestión privada en las actividades y programas culturales públicos es una medida que en muchos casos está dando buenos resultados, siendo ya numerosos los ejemplos de programas y eventos culturales nacidos desde la iniciativa pública, y que han acabado funcionando de forma independiente bajo una lógica mercantil, y con una financiación autónoma derivada de sus actividades comerciales y de diversas formas indirectas de ayuda pública. En muchas ocasiones, el pase a gestión privada de los servicios culturales públicos ha venido provocado, más que nada, por una necesidad de El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 61 abaratar costes de gestión por parte de la administración pública, y no por una voluntad real de colaboración con el sector privado. Es decir, la gestión indirecta se está planteando más como método de ahorro de la gestión pública, que como parte de un modelo social de implicación de diferentes ámbitos de la sociedad civil en la vida cultural de un territorio. No obstante esto, también comienzan a emerger ejemplos en los que este proceso de externalización se realiza para mejorar la gestión de los servicios en base a un diseño consensuado y unas estrategias de eficacia y de mejora en la calidad de los servicios culturales y de la atención a la demanda ciudadana. Tal y como indica Mikel Extebarría12, se pueden dar hasta tres niveles diferentes en un proceso de este tipo: • • • Privatizar los modelos de gestión de la Administración a partir de la introducción de herramientas y criterios de gestión vinculados a las empresas privadas. Proceso este que se está produciendo de forma creciente sobre todo a partir de la introducción de planes de calidad en los servicios, (con las dificultades que conlleva en un modelo de Función Pública escasamente motivado para los cambios y novedades). Privatizar la gestión de equipamientos y servicios. (Con diversas formulas y grados de delegación que veremos a continuación). Privatizar la planificación y el diseño de las políticas culturales. Algo a lo que la Administración no debiera renunciar aún cuando resulta conveniente servirse de la iniciativa privada en labores de consultoría para un mejor diseño de las nuevas políticas culturales. Existen muchos tipos de privatización, si entendemos ésta como la introducción de aspectos de lo privado en lo público13. Así, se puede hablar de privatizaciones formales en los aspectos jurídicos (empresas públicas) o en la financiación (patrocinio y mecenazgo privado de servicios públicos). Pero también se pueden dar otros supuestos como la privatización material, con un abanico de opciones que van desde privatizar la función hasta privatizar la tarea. 12 “Gestión Cultural Pública. Entrando en el nuevo Milenio”. Mikel Etxebarría Etxeita. Revista Periférica. Nº 1. Diciembre 2000.. Ed. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Cádiz. 13 HAMMER, E. La privatización de la empresa pública. Revista del Instituto de Estudios Económicos. IEE. Madrid, 1985. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 62 En el caso de la primera opción (Privatización de la Función) se trata, en esencia, del abandono por parte del sector público de un área de intervención que considera puede o debe ser cubierto por la iniciativa privada. En el segundo supuesto ( Privatización de la Gestión: También llamada “Gestión delegada”). El equipamiento continua siendo público, pero su gestión pasa a ser privada. Lo que se privatiza no es el “servicio” sino la “tarea”. Esta segunda opción es la que se está hoy desarrollando en Europa de forma importante en el marco de la relación público-privado, especialmente en sistemas de submisión (se desarrolla la tarea pero no existe relación económica directa con los usuarios) y sistemas de concesión (sí existe una relación económica directa). Como conclusión, podemos indicar que en cuanto a modelos de relación público / privada, en la Europa comunitaria se pueden observar notables avances en la clarificación de la tradicional dicotomía público / privada. Las políticas institucionales de apoyo a los sectores industriales ya no ignoran las políticas culturales, y éstas últimas van dejando patente su capacidad de dinamización económica además de su intrínseco valor para el desarrollo social. Se avanza hacia un consenso en torno a que la generación de empleo en Cultura pasa por la promoción de mercados autónomos y de organizaciones autónomas, es decir, por una apuesta decidida por el desarrollo de un tejido empresarial e industrial maduro en el ámbito cultural. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 63 3.9. Empleo en el sector cultural de la Unión Europea. Conviene indicar en primer lugar, que en Europa se carece aún de información precisa sobre el vínculo entre la cultura y la creación de empleo a nivel regional, no disponiéndose todavía de estudios o datos referentes a todos los países comunitarios. Además, las variaciones según los Estados miembros en la definición y la clasificación estadística de la cultura son muy importantes, por lo cual resulta difícil dotar de homogeneidad a los diversos trabajos existentes. En todo caso, lo que si existen son algunos informes y análisis de carácter general. En cifras manejadas para la elaboración del informe "In from the margins" del Consejo de Europa 14, se calcula que en la Europa de los 15, había en 1996 unos 5 millones de personas ocupadas en menesteres culturales. Ello suponía ya entonces un nivel de empleo y creación de riqueza superior al de la industria del automóvil, la energía o la agricultura, quedando solamente por debajo de la banca, la alimentación o los transportes. Con respecto a datos parciales o sectoriales, un análisis centrado en la industria musical elaborado por EMI Music en el año 2001 indicaba que el sector movía en Europa en torno a 12.000 millones de euros al año, dando trabajo a 600.000 personas y generando 1.900 millones de euros en impuestos. Por otro lado, un estudio15 elaborado desde Alemania por encargo de la Comisión Europea de Empleo y Asuntos Sociales el pasado año 2002, indica que en estos momentos existen en la UE más de 7 millones de trabajadores en el sector cultural. Dato que aumenta de forma sensible el número aportado por anteriores análisis. Según dicho trabajo, desde 1995 a 1999, el sector cultural en el EU experimentó un índice anual medio del crecimiento del empleo de 2,1%, concentrándose este crecimiento en las áreas culturales más vinculadas a la 14 ."In from de Margins". Dossier Europeo para el Informe Mundial sobre Cultura y Desarrollo, Comisión Pérez de Cuéllar, UNESCO. Editado por el Consejo de Europa.1996 15 “Exploitation and development of the job potential in the cultural sector”. MKW Wirtschaftsforschung GmbH, Munich, 2001. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 64 creación de contenido, mientras que el empleo se estancó en las áreas más vinculadas a la actividades culturales más industriales (tales como la industria de impresión y las artes gráficas). Durante dicho período, el empleo en las ocupaciones culturales de carácter privado creció fuertemente un promedio anual de 4,8 %, mientras que las vinculadas al sector cultural público vieron cómo disminuía el número de puestos de trabajo. En cuanto a la tipología, el estudio indica que el sector está formado, en su mayor parte, por empresas pequeñas, ya que solamente el 13,2 % de las compañías tienen más de 50 empleados. Otro dato revelador que se desprende del citado estudio es que el sector cultural europeo está conformado de forma mayoritaria por profesionales autónomos (Se estima que por cada empleo regular en una empresa del sector, existen 1,3 empleos autónomos). En cuanto al empleo femenino, el estudio afirma que las mujeres están también subrepresentadas en el sector, ocupando aproximadamente un 30 % del empleo total de las industrias creativas, disminuyendo hasta un 20% entre quienes inician una nueva actividad empresarial en el sector cultural. Con relación a sectores emergentes de la industria cultural como el multimedia, el software y la creación de contenidos digitales, la Unión Europea cuenta en la actualidad con aproximadamente 1,5 millones de empresas en activo, lo cual representa un total de 12,4 millones de trabajadores. El estudio afirma que, suponiendo una cifra de crecimiento anual recesiva durante los próximos 10 años (que iría desde el 10% por ciento en 2001 a apenas un 3 por ciento en 2011), se pueden estimar en 22 millones los puestos de trabajo en este ámbito para ese último año, suponiendo, aproximadamente 9,6 millones de nuevos trabajos en los ámbitos del multimedia y software a finales de la década próxima. Podemos afirmar, en consecuencia, que la cultura es una fuente primordial de nuevos empleos, contribuyendo notablemente al PIB (del 0,8 al 3% en los países de la Unión Europea), y disponiendo de un efecto multiplicador directo e indirecto en el plano local. Este empleo tiene localizaciones muy concretas, pudiendo hablarse de determinados territorios y regiones con una clara tendencia hacia la El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 65 especialización cultural en países como Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, Irlanda o España. CUADRO RESUMEN Para que las ciudades europeas puedan enfrentarse al doble reto de ser más competitivas en el mercado por un lado, y de garantizar un entorno más habitable y equitativo a sus habitantes por otro, dependen en gran medida de una serie de factores como son: la existencia de una mano de obra cualificada, la calidad medioambiental de su entorno, su patrimonio, equipamientos e infraestructuras educativas y culturales, su dinamismo administrativo, económico y comercial, o su proyección exterior. En ese contexto socioeconómico, resulta preciso ubicar el área cultural como uno de los ejes estratégicos fundamentales de la ciudad. Las iniciativas culturales locales permiten reconstruir el entorno próximo a partir de las singularidades y las riquezas de cada territorio, mediante la combinación de factores económicos, sociales y culturales. Su incidencia en el desarrollo local y regional resulta importante porque: Son un factor cada vez más decisivo en la localización de nuevas inversiones, ya que refuerzan la imagen y el atractivo de una región o ciudad; suponen una importante fuente de puestos de trabajo, y favorecen la cohesión y la integración social, mediante estrategias de estímulo, de animación y de experimentación. Estas funciones necesitan la entrada en juego nuevos agentes locales. En cuanto a la relación entre industria cultural y territorio, indicar que los productos e industrias culturales ofrecen posibilidades de creación de nuevos empleos, al ser portadores de elementos como la creatividad, innovación y producción, beneficiosos para las economías regionales y locales, ya que permiten transformar la ingente cantidad de información disponible a precios asequibles, en conocimiento activador de las personas y las organizaciones, contribuyendo a aumentar el capital social de los lugares y permitiendo su conversión en “Territorios Inteligentes”. La simbiosis “cultura / territorio” se está produciendo mediante iniciativas de intervención pública para el fomento de la industria cultural privada como los “parques” y “distritos” culturales, que suponen una vinculación entre el territorio, la política cultural, y la política industrial y tecnológica; otros ámbitos de interés son las ferias y festivales que estimulan la actividad cultural y la visibilidad de las ciudades de tamaño medio en ámbitos como el teatro, la música en vivo, la danza, el cine o la cultura tradicional. Respecto a los modelos de relación público / privada, la administración puede contribuir al desarrollo del sector cultural privado de diversas formas: El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 66 - A partir de su apoyo en las etapas previas de los proyectos, liderándolos e invirtiendo en ellos a fin de hacerlos más visibles ante los otros actores industriales implicados; creando así condiciones propicias para que los artistas, los creadores y emprendedores culturales puedan trabajar de manera creativa mediante nuevos mecanismos de ayuda e instrumentos de financiación (créditos, capital riesgo, fondos, etc). - Implantando formulas de gestión delegada para atender los servicios equipamientos culturales públicos a través de las diversas modalidades que el marco legal permite. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 67 4. El sector de la cultura y el ocio en España. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 4. 68 El sector de la cultura y el ocio en España. 4.1. Breve historia de las políticas culturales en España. La gran reestructuración del Estado y del sistema económico que comenzó a producirse en España en 1977 inició lo que algunos expertos denominan como la “construcción de un Estado del bienestar de dimensión media – baja”. En ese contexto, arrancó una política de descentralización cultural con una primera etapa (1977 / 1982) en la que las transferencias resultantes se fueron desplegando de forma irregular y con grandes desequilibrios entre autonomías. La consolidación del proceso terminaría por reafirmarse gracias a la creación en 1979 de las primeras concejalías de cultura en los ayuntamientos y con el progresivo traspaso de las transferencias en la materia a los gobiernos autónomos. La década de los años 80 fue un período en el que se consolidaron las bases legislativas e institucionales que permitieron la definitiva configuración del sistema de servicios culturales del Estado. La política del Ministerio de Cultura durante esa etapa, se orientó a consolidar centros de referencia de servicios culturales en todas las áreas de actividad y a intentar poner en marcha redes básicas de infraestructura cultural de ámbito territorial; una línea en la que se contó con la cooperación de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Es el momento de la mejora de toda la red de museos estatales, de la puesta en marcha del Plan Nacional de Auditorios, y la recuperación de diversos teatros públicos. En general se puede hablar de una serie de etapas en éste proceso en las que se da una mayor correspondencia entre políticas públicas y ciclo económico (con una reducción de las inversiones públicas de carácter cultural, coincidiendo con la reconversión económica de los años 1983 a 1986, o con la recesión del 93 / 96) y, en otras, con los avatares políticos (reajuste del estado de las Autonomías). Con relación al contexto internacional, España quemó fases a una gran velocidad. La distancia en cuanto a equipamientos y políticas culturales eran abismales, y nuestro país se mantuvo al margen en dos El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 69 momentos cruciales en cuanto a lo que se refiere al desarrollo de lo que hoy entendemos como política cultural. El primer momento abarca desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta finales de los años setenta. Es el período de aparición de los principales programas y estructuras públicas dedicadas a la cultura, que tiene lugar en Europa y América. Así, el Arts Council británico arranca en 1945; el Ministerio de cultura francés con André Malaraux al frente lo hace en 1959; el National Endowment for the Arts (NEA) estadounidense en 1965, y el Arts Council canadiense también por esas fechas. Esta etapa se caracteriza por una comprensión “humanista” (liberadora e ilustrada) del arte y la cultura, y es indisociable del trauma de la guerra y de la necesidad de una reconstrucción social, moral y democrática que contribuya a restañar las heridas. El segundo momento arranca al inicio de la década de los ochenta, y es la etapa en que se constituyen las estructuras y nociones de las políticas culturales europeas tal y como las conocemos hoy día. El paradigma es la política de Jack Lang en Francia a partir del mandato socialista de 1981; en el lado estadounidense, este principio de década marca el final de la expansión del NEA (National Endowment for the Arts). Instrumento fundamental de apoyo a las industrias creativas norteamericanas, que experimentó un brutal recorte de su capacidad financiera y su autonomía a partir del mandato republicano Reagan – Bus. Es el inicio de la hegemonía neoliberal y de las estrategias privatizadoras. Se trata de un período en el que se plantea de forma cada vez más evidente la polaridad entre el modelo cultural estadounidense y el europeo. Además, es el momento en que se inicia el reconocimiento de la existencia de una industria cultural emergente, así como de las estrechas vinculaciones entre cultura, economía y empleo. En cuanto a la creación del modelo de políticas culturales podemos hablar de, al menos, tres fases, en función de las diferentes etapas políticas por las que nuestro país atraviesa a partir del fin de la dictadura: El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 70 • 1979-1983. Constitución de los nuevos Ayuntamientos democráticos. Victoria de la izquierda en las ciudades. En los grandes municipios se redactan reglamentos de participación ciudadana. La nueva cultura participativa explota cristalizando en multitud de iniciativas, experiencias y propuestas artísticas. Es la época de “la movida”. Se detecta un gran dinamismo cultural. • 1983-1987. Mayorías absolutas con hegemonía del PSOE. Nueva legislación local: Ley Reguladora de Bases de Régimen Local (1995), Reglamento de Organización y Funcionamiento –ROF- (1986), Construcción masiva de equipamientos culturales e infraestructuras (Auditorios, Casas de Cultura, Museos...). Predomina una política cultural organizada desde arriba; dirigista, programada y ejecutada por profesionales. Progresivo arrinconamiento de los movimientos vecinales. La administración confunde participación con “dar información” y “oír” a los vecinos. Se empieza a identificar “política cultural” con “grandes eventos”. Se inicia la puesta en marcha de equipamientos culturales con vocación de impacto. La propia denominación de los técnicos y profesionales de la cultura refleja de forma evidente estos cambios, del “animador” cultural se pasa rápidamente a un nuevo perfil: el de “gestor” cultural. • Desde ese momento y tras los sucesivos mandatos socialistas (91-95) y (95-99) con un ascenso del Partido Popular, se agudiza la citada tendencia, con el agravante de un recorte sensible en los presupuestos destinados a cultura a partir del año 93, debido a los efectos de la recesión económica. Esta reducción aplazó algunos proyectos y obligó al redimensionamiento de otros muchos, introduciéndose lentamente en el mundo de la cultura pública, criterios de gestión económica, búsqueda de financiaciones privadas y sistemas de cobro por servicios a los usuarios. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 71 4.2 Cultura, ciudad y territorio. 4.2.a. La ciudad en el territorio. En el momento actual, las administraciones centrales ven limitadas sus competencias y su soberanía tanto por arriba como por abajo. Esto ha provocado el que, desde la década de los ochenta se haya ido construyendo una agenda local conformada por unas políticas públicas orientadas a crear un cierto modelo de “municipio de bienestar”. En palabras de Ismael Blanco y Ricard Gomá 1, ésta dinámica ha ido conformando una oferta de políticas municipales estructurada en un cuádruple ámbito: el espacio económico-laboral, con políticas de promoción del empleo y del tejido empresarial; el espacio del bienestar, con políticas en torno al eje sociosanitario (atención social primaria, salud pública) ); el espacio urbanístico-territorial, con políticas infrastructurales, de movilidad, de equipamiento público y vivienda; y un cuarto pilar en torno al eje sociocultural (educación, cultura, juventud, deportes). La realidad presente muestra cómo los municipios españoles, más allá del estrecho marco legal, (la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local -7 / 1985, art. 261 b- que establece la biblioteca pública como único servicio cultural de carácter obligatorio para los municipios de más de 5.000 habitantes) gestionan, muchas veces en solitario, múltiples servicios, actividades y equipamientos culturales de proximidad sin que existan los recursos adecuados para ello; soportando, además, una demanda creciente por parte de los ciudadanos a la que cada vez resulta más difícil atender con la calidad esperada. Este desbordamiento de las funciones tradicionales de los entes locales se proyecta en dos dimensiones: hacia la ampliación de las agendas locales, y hacia el desarrollo en ellas de nuevos roles estratégicos. En el ámbito cultural, esta afirmación es corroborada por los datos del propio Ministerio • 1 ”Cultura y Ciudad. Proximidad y participación: Marco conceptual y presentación de experiencias”. Ismael Blanco, Ricard Gomà. Institut de Govern i Polítiques Públiques (UAB) (2000). El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 72 de Cultura: En 1995 los Ayuntamientos soportaban ya un 45 % de la inversión cultural total procedentes de las diferentes administraciones del Estado. Es en este contexto en el que están surgiendo nuevas experiencias de gestión, entre ellas, el modelo público Relacional 2, que se propone replantear la relación público / privado y cuya labor se centra más en liderar, orientar y gestionar redes de organizaciones públicas y privadas. En esta nueva dinámica relacional, el ciudadano aparece como sujeto activo de derechos y no solo como beneficiario tal y como ocurría en el anterior modelo del Bienestar; situándose en el centro de todo el proceso. El modelo relacional implica el que la administración asume la necesidad de no aumentar su tamaño, y que debe ir cediendo progresivamente parcelas de actuación a otros sectores de la sociedad; lo cual no quiere decir que se desentienda de sus obligaciones en el mantenimiento y provisión de los servicios ciudadanos, y en su posición de liderazgo democrático, sino que su rol ya no puede seguir centrado en la gestión en régimen de monopolio de dichos servicios, y sí el diseño y la supervisión de su calidad. Una de las claves políticas de este modelo relacional, y del presente momento cultural europeo, se halla en la resituación de la galaxia de significados alrededor de términos como "sociedad abierta, "sociedad civil", "tercer sector" u "ONG". Hoy sabemos perfectamente que favorecer la iniciativa social en el ámbito cultural pasa por una intensa participación en las políticas públicas, pactadas entre Administración y Sociedad, y gestionadas por quien en cada caso esté mejor situado para hacerlo. Abrir paso a está dinámica comporta el abandono de la tradicional desconfianza propia del viejo modelo administrativo hacia las organizaciones privadas, y su sustitución por una actitud de encuentro, diálogo y cooperación; con una búsqueda de lógica y proporción entre los recursos utilizados y los resultados, ya que eficiencia y eficacia dejan de ser considerados como principios ajenos a la acción pública. 2 “Estado relacional y nueva gestión pública”. Antonio Díaz Méndez. Libro de comunicaciones. Experiencias de ocio. Universidad de Deusto. Bilbao. 1997. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 73 El modelo relacional tiene su reflejo en lo que otros autores como Ismael Blanco y Ricard Gomá3 denominan como “gobernance participativa y de proximidad”, basada también en el análisis de la crisis de los sistemas de gobierno tradicional, y en la resituación a la baja de las capacidades de gobierno del Estado ante el fortalecimiento simultáneo de un nuevo eje territorios – globalidad. Un fortalecimiento, el local, amparado por factores estructurales como la fragmentación social, las nuevas relaciones de género, el creciente dinamismo del tercer sector, o la revalorización de la comunidad como referente de identidad. La governance participativa y de proximidad favorece la aparición de estrategias de lectura global de los territorios y las ciudades desde prismas diversos; estrategias que dan lugar a procesos de actuación multidimensionales, pero enhebrados por un hilo conductor, por un eje que se proyecta sobre múltiples campos específicos de la política pública local. Surgen así los Proyectos Educativos de Ciudad, las Iniciativas de Ciudad Digital, los modelos de Ciudad de las Mujeres, las Factorías Culturales, las Agendas Locales 21; estrategias en las que la sostenibilidad, la educación, la interculturalidad, la creatividad, y la sociedad del conocimiento se convierten en perspectivas de acción transversal que, al menos en teoría, dotan de proyecto a una gestión política de proximidad. Como en todo proceso de cambio histórico de paradigma, lo viejo (el gobierno tradicional) y lo nuevo (llámese modelo relacional o governance participativa y de proximidad) coexisten y se solapan; Algunas veces se complementan; Otras muchas entran en tensión. Nada es nítido, ni se producen sustituciones de lo tradicional por lo emergente de la noche al día, y sin costes de aprendizaje colectivo. 3 “La crisis del modelo de gobierno tradicional. Reflexiones en torno a la governance participativa y de proximidad”. Ismael Blanco y Ricard Goma. Instituto de Gobierno y Políticas Públicas, Universidad Autónoma de Barcelona. 2000. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 74 4.2.b. El modelo territorial español. Para comprender un poco mejor los fuertes vínculos existentes entre la actividad cultural y el territorio, indicar que nuestro modelo territorial se caracteriza por su concentración y polarización. En él, las grandes áreas metropolitanas aglutinan a la mayor parte de población y la actividad económica, los centros de decisión, los centros de investigación e innovación tecnológica y las principales infraestructuras y equipamientos 4; pudiéndose hablar de hasta tres tipos de áreas especificas: • Áreas Metropolitanas Internacionales: Madrid y Barcelona. • Áreas Metropolitanas Nacionales: Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga, Zaragoza y Las Palmas. • Áreas en proceso de metropolitanización: Oviedo – Gijón – Avilés, Alicante – Elche, Vigo – Pontevedra, Murcia, Palma de Mallorca, Valladolid y La Coruña. Además, España dispone de dos estructuras demográficas diferenciadas: • Los espacios “centrales” con población estable y crecientemente envejecida. • Las regiones “periféricas”, situados en zonas litorales con una población más joven. La densidad media de población en España es de (77 hab/km2), la mitad de la de la Europa comunitaria (150 hab/km2). Las mayores tasas de incremento de la población corresponden a ciudades de tamaño medio que han empezado a sustituir a las grandes aglomeraciones como punto de atracción de las migraciones internas. “El Sistema de ciudades en Europa y España. Desarrollo urbano y estratégico de política territorial”. Francisco Herrera. Ed. Alfa Delta 1998. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 75 En ese sentido, viene cobrando fuerza el dinamismo del eje mediterráneo, extendido a la totalidad de las provincias costeras andaluzas. Las provincias del eje están especializadas en el sector industrial, el de servicios y, varias de ellas, en ambos. Además, se ha producido una recesión relativa de la mayor parte de las provincias del valle del Ebro y el litoral Cantábrico y Atlántico, muy ligada a los procesos de declive industrial. Se da también una fuerte especialización en los sectores agrarios y la construcción en el interior peninsular. Está dinámica de crecimiento territorial permite visualizar una serie de ejes y ámbitos con mayor potencial de desarrollo: • • • • • • El eje Mediterráneo. El eje del Ebro. La región urbana de Madrid. El corredor de Irún a Portugal, por Burgos, Valladolid y Salamanca. Por Andalucía, el eje litoral Algeciras – Almería. El espacio formado por el área metropolitana de La Coruña, la ciudad de Santiago y el área de Pontevedra – Vigo. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 76 La jerarquía del sistema de ciudades español Jerarquía del sistema español de ciudades. Fuente: Ministerio de obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, 1994. Metrópolis nacionales. Metrópolis regionales. Metrópolis subregionales. Centros subregionales. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 77 4.2.c. La cultura como un factor estratégico de revitalización y desarrollo socioeconómico. Concentración, especialización y “brecha cultural” en las regiones y municipios españoles. Para situar la creciente importancia que la cultura está adquiriendo en la agenda pública regional y local, podemos partir del siguiente dato: El presupuesto destinado específicamente a Cultura por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para el 2002 5 fue de 529 millones de €, una cifra que supuso un incremento del 8 % con respecto a la del año anterior, pero que todavía es inferior a los 651 millones de € que suman las inversiones públicas en cultura de los gobiernos de cuatro comunidades autónomas como Catalunya (240 millones de €), País Vasco (154,4 millones de €), Galicia (143,4 millones de €) y Andalucía (130,8 millones de €) 6. En el período 1993 / 97, la media del peso de las Comunidad Autónomas en el Gasto Público Cultural ha pasado de ser un 28,9 % a un 35,8 % (siete puntos de diferencia), lo cual manifiesta que, de forma progresiva, se va abriendo paso una concepción más estratégica de la cultura en la agenda política de los diferentes territorios. En todo caso, a la hora de hablar de gasto público cultural por comunidades autónomas, debemos considerar que la amplitud de competencias, atribuciones y presupuestos vienen condicionados por los respectivos Estatutos de Autonomía, las diversas estrategias políticas y la importancia que cada Comunidad otorga a su cultura propia. Por regla general, tal y como explica Ramón Zallo7, a mayor expresión cultural diferenciada y mayor carga simbólica identitaria, mayor implicación en bienes y servicios culturales propios. 5 “Las cifras de la cultura española. Estadística e indicadores”. Ministerio de Cultura y Deporte. 2002. 6 En el caso de Andalucía, y a diferencia del presupuesto vasco o gallego, no incluye la Radio Televisión Autonómica. 7 “Políticas culturales territoriales: una experiencias rica pero insuficiente”., incluida en la publicación: “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. Enrique Bustamante (coord.) Editorial Gedisa. 2002 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 78 Uno de los principales estudios de referencia existentes sobre el gasto público cultural de las comunidades autónomas españolas, así como del peso económico del sector cultural privado, tal y como veremos más adelante, es el elaborado para la Fundación Autor8. Se trata de un trabajo minucioso que recoge datos sobre las ventas, valores añadidos brutos, su relación con el PIB regional y español, número de empresas y asalariados en cultura, e inversiones culturales públicas de carácter regional y local. Según dicho trabajo, las dos principales áreas metropolitanas (Madrid y Barcelona) concentran el 22% de la población en menos del 1% de la superficie nacional, y en ellas se producen las dos terceras partes de los gastos en I+D de España. Con relación a las cifras correspondientes al sector cultural, los datos existentes revelan un progresivo proceso de concentración: así dos tercios de los recursos (63,4 % del total) y de la mano de obra (55 %) cultural se ubican entre Madrid y Barcelona. Aunque Madrid tiende a incrementar de forma más rápida su peso en producción cultural (el 11,5 % de su PIB regional, el doble de lo que el sector representa para Catalunya). A pesar de esta diferencia, Catalunya supone, según el estudio de la Fundación Autor, el 23 % del PIB cultural española, y el 11 % de su empleo está relacionado con el sector, aunque su aportación al PIB territorial es de 5,5 (la mitad de Madrid). Valor Añadido Bruto de la Cultura en algunas regiones. 1997 con referencia en la Tasa de Variación Interanual (TVI) a 1993 8 VAB en millones de € % Cultural España % Regional % TVI del PIB Cultural regional. Madrid 8,62 €. 39,9 11,5 33 Catalunya 5,08 €. 23,5 5,5 15,5 Valenciana 1,46 €. 6,7 3,2 24,3 Ver: “La Industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB (1993-1997”. María Isabel García Gracia; Yolanda Fernández Fernández, y José Luis Zofío Prieto. Ed. Fundación Autor. Madrid. 2000 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. Andalucía 1,17 €. 5,43 1,88 24,5 Galicia 0,64 €. 3,00 2,5 2,3 Extremadura 0,11 €. 0,48 1,2 20,8 ESPAÑA 4,5 79 22,8 Fuente: María Isabel García y otros. “La Industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB (1993-1997). Ed. Fundación Autor. 2000. Madrid consolida, por tanto, su especialización en el sector cultural, y su elevada concentración de recursos (tanto públicos como privados) supone un 40 % del total del PIB cultural español. Lo que estas cifras manifiestan de forma clara son las progresivas diferencias regionales, hasta el punto de poder empezar a hablar de una creciente “brecha cultural” entre comunidades. Los datos son claros: Mientras el PIB por habitante sufre una variación máxima de 1 a 2 entre las distintas Comunidades Autónomas, en cambio las diferencias son abismales en ventas culturales por habitante (27 veces más ventas a empresas, particulares y sector público en Madrid que en Extremadura) y VAB cultural por habitante (13 veces más). PIB por habitante y ventas y VAB culturales por habitante 1997 PIB (en millones Habitant. de euros) (1998) 84.285,7 €. 5.091336 16.554,7 €. 26.263,8 €. 5.158,5 €. Catalunya 94.544 €. 6.147.610 15.379 €. 16.066 €. 2.613,5 €. P. Valencia 46.606,2 €. 4.023.441 11.583 €. 3.401 €. 845,3 €. Galicia 27.273,2 €. 2.724.544 10.010 €. 1.266,2 €. 464,7 €. Andalucía 64.656,8 €. 7.236.459 8.934,8 €. 2.441,4 €. 337,3 €. 8.433,9 €. 1.069.419 7.886 €. 197,6 €. 184,7 €. 494.139,5 €. 39.852.651 12.375,2 €. 60.544,2 €. 1.519,2 €. Madrid Extremadura ESPAÑA PIB/Hab. Ventas Sector Cultura Ventas/ Habitante Fuente: Ramón Zallo con datos de la Contabilidad Nacional, el Informe de la Fundación Autor y otros.(2002) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 80 Tal y como apunta Ramón Zallo en su análisis de estos datos, todo muestra que se está reproduciendo de forma muy ampliada la distancia de los territorios que ya tenían ventaja en el modelo fordista o industrial. La especialización de algunos territorios en sectores punta de alto valor añadido (cultural e informacional) ya está aumentando esa diferencia. La cultura contemporánea, a pesar de su elevado grado de inmaterialidad, se desarrolla condicionada por el grado de industrialización previo y por las herramientas y estímulos económicos de que dispongan los diferentes territorios; así como por su consideración, o no, como un factor estratégico del desarrollo territorial. Aún cuando el VAB es muy desigual y está muy condicionado por el sector privado y el dinamismo económico de cada territorio, una constatación general es que la contribución pública es más importante cuanto menor sea el desarrollo empresarial privado. Esto puede suponer un efecto multiplicador y dinamizador del tejido social y el capital privado regional. Por el contrario, un territorio como Madrid que supone el 40 % del sector cultural, no requiere un gran impulso del gasto público para su desarrollo.(A pesar de concentrar el 12,7 % de la población y de una gran parte de los equipamientos públicos centrales, no absorbe más que el 10,9 % del Gasto Publico Cultural nacional). El Gasto Público Cultural en España por comunidades autónomas. Gto.Púb. Cultural 1993 (en mill de €) G. Público Cultural 1997 Tasa % Variación IInteranual % sobre total gasto público España G. Publico por habit. 1997 Andalucía 358,8 € 594 € 13,4 15,3 82.08 € Extremadura 67,28 € 84,9 € 3,1 2,0 71,15 € Madrid 289,5 € 422,7 € 9,9 10,9 83,02 € Canarias 112,13 € 190,45 € 14,02 4,9 116,84 € Catalunya 467,28 € 641 € 8,2 16,5 104,28 € Valencia 224,85 € 387,53 € 14,6 10 96,3 € El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. Baleares 81 49,27 € 78,51 € 12,4 2 98,57 € Galicia 201 € 285,66 € 9,2 7,4 104,8 € País Vasco 260,77 € 418,71 € 12,6 10,8 199,51 € Navarra 20,85 € 74,17 € 37,3 1,9 139,74 € ESPAÑA 2.596,4 € 3.880,46 € 10,6 100 97,37 € Fuente: Ramón Zallo con datos de la Contabilidad Nacional, el Informe de la Fundación Autor y otros.(2002) Otro dato relevante extraído del informe de la Fundación Autor es el destino del gasto de los distintos agentes públicos. En el caso de los gastos locales (municipios, diputaciones o cabildos) se orientan más a servicios, y los de los gobiernos Autonómicos suelen tener un mayor peso en la creación de infraestructuras. Para abundar en las diversas realidades socioculturales de las regiones españolas, podemos servirnos también de la información aportada por el Anuario Social de La Caixa9; uno de los análisis de mayor rigor y fiabilidad según la mayor parte de los expertos, y que realiza una suerte de radiografía comparativa del territorio a partir de 490 variables y 430.000 datos recogidos en 3.167 municipios: Con estos datos, se analiza desde la situación de los respectivos modelos sanitarios, de empleo, cultura, ocio, educación, hasta cuestiones como las condiciones laborales, el medioambiente, el nivel de equipamientos del hogar, la renta, o el grado de bienestar. En cuanto a la realidad sociocultural de los distintos territorios, y utilizando tan solo la información relacionada con las siete comunidades autónomas que participan en el proyecto Cultur@civitas, los datos son los siguientes (en color rojo van aquellos valores que no alcanzan la media nacional): 9 “Anuario Social de España”. Fundación La Caixa, (2003) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 82 Radiografía Social de España (por comunidades Autónomas) Comunidades A Autónomas Andalucía 3 B C D E F G H I J 2 4 3 3 3 6 5 6 6 Asturias 5 4 7 6 3 5 5 4 7 7 Canarias 7 4 6 5 6 9 8 3 5 9 Cast. León 6 5 7 6 4 6 4 8 7 3 Extremadura 4 1 3 4 4 8 4 8 6 5 Galicia 4 4 5 2 5 5 6 4 7 8 Murcia 6 3 5 4 7 9 8 7 5 5 Total España 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Anuario Social de La Caixa 2032) A.- Bienestar B.- Renta C.- Nivel de educación D.- Oferta de Cultura y Ocio E.- Nivel de empleo F. Condiciones de trabajo G.- Accesib. Eco.-Comercial H.- Convivenc. Y Partic. Social I.- Seguridad y Medio Ambiente J.- Entorno y Clima A partir de la información aportada por los diez indicadores seleccionados en la tabla inmediatamente superior podemos identificar algunas dinámicas: Número de indicadores locales por debajo de la media nacional: • La Comunidad autónoma andaluza y la de Extremadura ambos con seis se sitúan a la cabeza. Le siguen: Galicia, con cuatro indicadores por debajo de la media nacional, Asturias y Castilla León, ámbas con tres indicadores; y finalmente se situarían Canarias y Murcia con dos cada una. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 83 Si analizamos los indicadores más directamente relacionados con el proyecto Cultur@civitas, obtenemos los siguientes datos: Apartado c (nivel de educación): Solo dos comunidades permanecen por debajo de la media nacional en éste apartado: Extremadura (3) y Andalucía (4), en la media (5) estarían Galicia y Murcia, y por encima Canarias (6), Asturias (7) y Castilla – León (7). Apartado e (Nivel de empleo). Cuatro comunidades permanecen por debajo de la media nacional: Andalucía y Asturias (ambas con 3), Extremadura y Castilla León (ambas con 4); En la media (5) se sitúa Galicia, y por encima encontraríamos a Canarias (6) y Murcia (7). Apartado g (oferta de cultura y ocio). Cuatro comunidades permanecen por debajo de la media nacional: Galicia (2), Andalucía (3),Extremadura (4) y Murcia (4); En la media (5) está Canarias, y por encima Asturias (6) y Castilla – León (6). Apartado h (Convivencia y participación social) Tres comunidades se sitúan por debajo de la media nacional: Canarias (3) además de Galicia y Asturias (ambas con 4); En la media (5) encontramos a Andalucía, y por encima se sitúan Murcia (7) , Extremadura (8), y Castilla León (8). El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 84 CUADRO RESUMEN Nuestro país, en relación al resto de los integrados en el espacio comunitario, arrastra un considerable retraso en cuanto a modelos de gestión y metodología de intervención cultural; y esto es así porque, histórica y políticamente, España se ha mantenido al margen de la realidad cultural exterior durante etapas cruciales de su evolución. No será hasta la década de los años 80 del pasado siglo XX cuando se asienten en España las bases legislativas e institucionales que permitieron la definitiva configuración del sistema de servicios e infraestructuras culturales de carácter público. Esta situación de retraso ha supuesto que, actualmente, los municipios españoles gestionen, muchas veces en solitario, múltiples servicios, actividades y equipamientos culturales de proximidad sin que existan los recursos adecuados para ello; soportando, además, una demanda creciente por parte de los ciudadanos a la que cada vez resulta más difícil atender con la calidad requerida. Es en este contexto en el que están surgiendo nuevas experiencias de gestión como el modelo público Relacional, que se propone replantear la relación público / privado y cuya labor se centra más en liderar, orientar y coordinar redes de organizaciones públicas y privadas. Este modelo relacional tiene su reflejo en lo que otros autores denominan como “gobernanza participativa y de proximidad”, basada también en el análisis de la crisis de los sistemas de gobierno tradicional, y en la resituación a la baja de las capacidades de las administraciones ante el fortalecimiento simultáneo de un nuevo eje territorios – globalidad. Un fortalecimiento amparado por las nuevas realidades locales: la fragmentación social, las nuevas relaciones de género, el creciente dinamismo del tercer sector, o la revalorización de la comunidad como referente de identidad. En cuanto al modelo territorial español y su vinculación con las dinámicas culturales, indicar que se caracteriza por su concentración y polarización, pudiéndose hablar de una creciente “brecha cultural” entre regiones, donde las grandes áreas metropolitanas aglutinan a la mayor parte de población y la actividad económica, los centros de decisión, los centros de investigación e innovación tecnológica y las principales infraestructuras y equipamientos para la creación cultural; así, dos tercios de los recursos (63,4 % del total) y de la mano de obra cultural (55 %) se ubican en Madrid y Barcelona. Se está reproduciendo, por tanto, y de forma muy ampliada, la distancia de los territorios que ya tenían ventaja en el modelo fordista o industrial; lo cual indica que la cultura contemporánea, a pesar de su elevado grado de inmaterialidad, se desarrolla condicionada por el nivel de industrialización previo y por las herramientas y estímulos económicos de que dispongan los diferentes territorios; así como por su consideración, o no, como un factor estratégico del desarrollo territorial. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 85 4.3. La iniciativa cultural pública en la ciudad. A partir de los cuatro tipos de objetivos prioritarios reflejados en el capítulo 2 y que, según la mayor parte de los análisis de los sistemas culturales urbanos, debe cubrir la iniciativa cultural pública, (satisfacción de demandas internas; cultura como factor de desarrollo económico; proyección externa de la ciudad, y relaciones de cooperación cultural y trabajo en red) a continuación pasamos a ver el panorama general del sector cultural público español. 4.3.a. La demanda cultural ciudadana: nuevos retos de la gestión cultural. En nuestro país, los cambios en los estilos de vida y tendencias de consumo de la ciudadanía han provocado la disminución del gasto dedicado a bienes relacionados con la alimentación y a productos de primera necesidad, y un aumento de la proporción del destinado a bienes relacionados con el ocio y la cultura. Este hecho se constata de forma clara en el siguiente cuadro de evolución: Evolución del gasto de los hogares españoles en Cultura (1998 / 2000) Tipo de gasto Gasto total (millones de euros) Gasto medio por persona (euros) • En libros • En prensa • En servicios culturales • En informática e Internet • En otros bienes culturales 1998 5.564,1 142,3 16,0 36,6 35,0 18,6 36,1 2000 6.765,8 171,0 18,6 40,9 48,1 21,7 41,8 % variación 21,6 % 20,2 16,4 11,7 37,4 16,7 15,8 Fuente: “Cifras y Estadísticas de la Cultura en España. Ministerio de Educación y Cultura” (2002) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 86 El hogar, y el equipamiento cultural disponible en él, tienen un protagonismo creciente en el consumo y en la práctica cultural de los españoles, protagonismo que está aumentando a medida que Internet y las nuevas aplicaciones tecnológicas se generalizan socialmente, favoreciendo la expansión de los productos culturales mediáticos, (Internet de banda ancha, televisión por cable..). En cuanto a la importancia cualitativa del consumo cultural doméstico, las principales prácticas desarrolladas en el hogar son ver la televisión, escuchar música y oír la radio, mientras que la lectura depende sobre todo del nivel de estudios y de la edad. Fuera del hogar, las actividades realizadas están estrechamente correlacionadas con la oferta cultural disponible. La biblioteca es el equipamiento más extendido y el que se ha beneficiado de una mayor transformación en los últimos años. Museos y patrimonio han visto también incrementar notablemente sus visitantes, no sólo gracias a la explosión del turismo cultural, sino también al aumento progresivo de la motivación de los residentes. En cuanto a los espectáculos en vivo, el aumento de la oferta y la facilidad para comprar entradas a través del teléfono o de los cajeros automáticos, ha impulsado un incremento de la demanda. Sin embargo, la actividad cultural más extendida fuera del ámbito doméstico, en competencia abierta con la televisión y el vídeo, es la exhibición cinematográfica. Junto a esta realidad es importante tener en cuenta la entrada en juego de otros actores: los grandes centros comerciales, que están diseñando potentes ofertas de actividades que aúnan comercio y ocio, y que atraen a cada vez mayor número de ciudadanos; convirtiéndose en una fuerte competencia para los equipamientos culturales públicos creados en los últimos años (casa de cultura, mediatecas, salas de exposiciones, teatros...) a los cuales disputan de manera cada vez más explícita sus potenciales usuarios. Finalmente, y en cuanto a la participación activa en prácticas artísticas y culturales de los ciudadanos, ésta se centra fundamentalmente en la realización de cursos y talleres para el desarrollo de habilidades y aficiones, lo cual es importante por cuanto, además del enriquecimiento que representa para la persona la práctica amateur, hay que sumarle una mucho El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 87 más alta predisposición al consumo de productos y la asistencia a actividades culturales. Esta dinámica, tal y como se puede ver con claridad en los datos extraídos del último informe del Ministerio de Cultura, están modificando profundamente el gasto de los hogares españoles destinado a bienes y servicios culturales. Dichos gastos muestran un creciente aumento del consumo doméstico de carácter privado y de equipamientos tecnológicos, en detrimento de los servicios culturales de ámbito público. Distribución porcentual del gasto de los hogares en bienes y servicios culturales. Año 1999 Libros no de texto 10,7% Reparaciones accesorios audiovisuales 2,0% Soporte para el registro de imágenes y sonido 8,4% Cines 9,2% Prensa 23,5% Teatros 1,4% Espectaculos musicales 1,5% Otros espectaculos 0,7% SERVICIOS CULTURALES 25,9% Material de tratamiento de la información e internet Equipo fotográfico, 13,2% cinematográfico e instrumentos ópticos 2,4% Museos y bibliotecas 0,5% Parques y similares 0,6% Cuotas por lic. Radio, TV, suscripción a cable y satélite 6,2% Equipos para la recepción, grabación y reproducción de sonido e imagen 14,0% Alquiler de TV y video 0,6% Otros servicios 5,2% Fuente: “Cifras y Estadísticas de la Cultura en España. Ministerio de Educación y Cultura” (2002) Ese mismo Informe indica también que el gasto medio en bienes y servicios culturales en España está muy condicionado por dos variables: el tamaño del municipio en el que se viva, y el nivel de formación del consumidor. Así, los mayores gastos en bienes y servicios El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 88 culturales los genera una persona con formación universitaria o estudios medios, habitante de una capital de provincia o ciudad de más de 50.000 habitantes. Por el contrario, el nivel de gasto en bienes culturales de las personas con estudios básicos o secundarios de primer ciclo o de aquellos residentes en localidades de menos de 20.000 habitantes se reduce de forma notable. Gasto medio por hogar en bienes y servicios culturales, según tamaño del municipio de ubicación del hogar y según nivel de estudios del sustentador principal del hogar. Año 1999 Menos de 10.000 hab. De10.000 A 20.000 De20.001 A 50.000 De 50.001 a 100.000 Más de 100.000 hab. Capitales de provincia TOTAL Primer grado, sin estudios y analf Enseñanza secund. Primer ciclo Enseñanza secund. Segundo ciclo Estud. Superiores no universitarios Estud. Universit. Primer ciclo Estud. Universit. Seg. Y tercer ciclo 0 200 400 600 800 1000 1200 (euros) Fuente: “Cifras y Estadísticas de la Cultura en España. Ministerio de Educación y Cultura” (2002) A tenor de estos datos, resulta imprescindible, por tanto, que desde las administraciones locales se favorezca la creación de determinadas condiciones en la sociedad hacia la que se dirigen las propuestas culturales, al objeto de que éstas puedan ser aceptadas como cualesquiera otros bienes El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 89 de consumo cotidiano. Las políticas culturales más eficaces están poniendo el acento en la inversión en la gente, con el fin de que puedan obtener réditos de su imaginación, salgan de su atonía, y adquieran la capacidad de organizarse y consumir de forma habitual actividades y productos culturales. Para ello, los responsables públicos municipales asumen una política basada en la creación y corrección de demandas, y en la formación de públicos, al objeto de mejorar y modificar los hábitos de consumo cultural de los ciudadanos. Lo cual significa sobre todo apostar de forma clara por volver a dar vida a los equipamientos, luchando contra su tendencia a absorber grandes cantidades del presupuesto para su propio mantenimiento, en detrimento de su capacidad para ofertar programas de actividades y servicios atractivos para sacar de su reducto privado al potencial consumidor cultural. Se ha producido un salto cualitativo importantísimo en cuanto a las exigencias de los ciudadanos, y los equipamientos polivalentes tipo “container para todo “ ya no sirven para las nuevas demandas. Hoy los municipios necesitan estructuras ligeras y dinámicas que permitan a la gente reunirse en pequeños grupos, que experimenten y propongan, que acerquen los recursos a sus necesidades cotidianas; que oferten actividades y servicios lo suficientemente estimulantes como para elevar la predisposición al pago por dicha oferta. Cultura y vida cotidiana están íntimamente ligadas; si no hay cultura no hay vida. Formación, creación, información, comercio, negocios y ocio van unidos al individuo y son estrictamente necesarios para reforzar los procesos de cohesión social, lucha contra la exclusión y refuerzo de la identidad territorial. En todo caso, lo que si parece evidente en éste inicio de la primera década del siglo XXI, es que se va agotando la necesidad de inversiones en equipamientos básicos, lo que no sitúa frente a un nuevo escenario en el que se puede atender más el lado cualitativo de la cultura, y los nuevos requerimientos de la demanda ciudadana. El transito hacia un modelo basado en el conocimiento de las necesidades y deseos de la demanda, no es fácil. En nuestro país, tras veintitantos años de creación de infraestructuras y equipamientos culturales, lo normal El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 90 sigue siendo no pensar en los contenidos más que de forma genérica, y apostarlo todo al continente o, en todo caso, pensar cuando la infraestructura ya ha alcanzado el “Punto de no retorno” y su construcción se vuelve irreversible. Se trata del síndrome del “contenedor” sin “contenido” que ha afectado en nuestra reciente historia democrática a tantos equipamientos culturales concebidos, más como algo con una misión específicamente inaugural y protocolaria, que como un recurso para la creación, producción y disfrute cultural a medio y largo plazo. Una explicación sobre esta suerte de hipnotismo que en nuestro país ha existido durante los últimos 20 años por las infraestructuras y los equipamientos pudiera ser la tradicional sobrevaloración de la economía material (el hardware), del aparataje, de lo tangible, que es perfectamente cuantificable en cuanto a inversiones; aunque no necesariamente en cuanto a efectos económicos reales, puesto que constituye más la condición del desarrollo que el propio desarrollo; y una subvaloración de la “economía de lo inmaterial” de los contenidos. (del software) que son más difíciles de cuantificar en todos sus efectos multiplicadores sobre la vida socioeconómica y cultural, a pesar de su enorme impacto cualitativo sobre todos los órdenes, tanto productivos como no productivos. 4.3.b. La cultura como factor de desarrollo económico. Progresivamente las instituciones públicas van tomando conciencia sobre el hecho de que la producción y control de contenidos y servicios es la llave estratégica de la industria cultural. Estos contenidos y servicios no se generan automáticamente a partir de la existencia de poderosos equipamientos emblemáticos, vigorosas estructuras administrativas, ni las tecnologías telemáticas ni de sus aplicaciones de software), ya que se basan, fundamentalmente, en la capacidad de generación, producción y difusión cultural; es decir, en la creatividad de nuestro tejido cultural industrial privado, y sobre su capacidad de transformación y adaptación a las nuevas demandas en una sociedad del conocimiento. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 91 Este hecho hace que sean los gobiernos locales (municipales y regionales) los que puedan contribuir más eficazmente a mejorar las condiciones de producción y de competitividad de las empresas de las que depende, en último término, el bienestar de la sociedad local. En efecto, la competitividad de las iniciativas culturales privadas depende menos de barreras arancelarias o de tratos de favor político, que de la generación de condiciones de productividad en el ámbito territorial en el que operan. Tal y como Jordi Borja y Manuel Castells argumentan 10, ello incluye la existencia de una infraestructura tecnológica adecuada; de un sistema de comunicaciones que asegure la conectividad del territorio a los flujos globales de personas, información y mercancías; y, sobre todo, de la existencia de recursos humanos capaces de producir y gestionar en el nuevo sistema técnico/económico. Dichos recursos humanos incluyen un sistema educativo capaz de proporcionar una fuerza de trabajo cualificado, en todos sus niveles; pero también requieren la existencia de condiciones de vida satisfactorias en lo que respecta a la vivienda, servicios urbanos, salud y cultura, que hagan de esa fuerza de trabajo educada un colectivo de individuos y familias equilibrados y productivos. Pues bien, la producción y gestión del hábitat y de los equipamientos colectivos que están en la base social de la productividad económica contemporánea, son responsabilidad, fundamentalmente, de los gobiernos locales y regionales. Para lo cual, las administraciones comienzan a proveerse de diferentes mecanismos e instrumentos tal y como se refleja en el apartado destinada a analizar el papel de la administración pública para el estímulo de la industria cultural. 10 “Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Jordi Borja y Manuel Castells. Ed. Taurus. 1998. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 92 4.3.c. La proyección externa de la ciudad. (Los ejemplos y casos españoles) La inversión cultural forma parte de las estrategias de desarrollo socioeconómico, al convertirse en un importante factor de localización de actividades. La atracción de inversiones a una ciudad depende cada vez más de su mano de obra cualificada, la calidad medioambiental de su entorno, su patrimonio, equipamientos artísticos y culturales, su dinamismo económico y comercial, sus festivales y espectáculos, etc.; factores todos ellos que dependen sobremanera de decisiones políticas tomadas a escala local. El sector cultural se concibe ya como un ámbito directamente productivo, pero también como un escaparate de atracción de inversiones en un determinado espacio económico. Así, en un contexto de creciente competitividad entre regiones y municipios, se han multiplicado las iniciativas de marketing de la ciudad: “Vender ciudad” se ha convertido en la consigna clave, tal y como podemos ver en los siguientes ejemplos españoles: Barcelona resulta un claro ejemplo de resta estrategia de revalorización de la ciudad como entorno cultural. La experiencia de las Olimpiadas significó un “saber hacer” en todos los sectores de su actividad. Una competencia adquirida por el territorio con efectos socioeconómicos inmediatos, pero, sobremanera, efectos para el medio y largo plazo ya que ha permitido reposicionar a la ciudad como asiento de actividades terciarias avanzadas, por una parte; y como centro de referencia de congresos, ferias profesionales y eventos del Mediterráneo por otra. Todo ello sustentado sobre una amplia oferta de infraestructuras y equipamientos culturales, de ocio, comercio y restauración de calidad. Esta apuesta supone que en la actualidad, Barcelona se haya convertido durante el pasado año 2002 en el (sorprendente) primer destino turístico nacional, por encima de lugares como Canarias o las Islas Baleares. Otro ejemplo muy cercano de esta dinámica lo encontramos en Bilbao y toda la operación vertebrada en torno a una estrategia cultural como la construcción del museo Guggenheim, pieza clave de una ambiciosa apuesta El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 93 política realizada a comienzos de los 90 con el fin de contrarrestar la sensación colectiva de decadencia socio-política causada por la quiebra del sector siderometalúrgico, uno de los pilares económicos sobre los que descansaba la actividad del gran Bilbao. Desde su inauguración en 1997 hasta el pasado 2002, el museo ha generado unan riqueza de 654 millones de euros; atraído a casi cinco millones de visitantes, y aportado a la Hacienda vasca 117,5 millones de euros; lo cual hace que esta apuesta cultural suponga ya en estos momentos en torno al 0,6 % del PIB vasco. El museo Guggenheim (que, por otro lado, ya se autofinancia en casi un 73%) ha sido la pieza básica de una estrategia más global fundamentada en la creación o rehabilitación de una red de infraestructuras y equipamientos que contribuyen al reposicionamento de la imagen exterior y de la actividad económica de la ciudad como el nuevo Centro de Congresos y Exposiciones, o las obras de remodelación, ampliación y modernización del Museo de Bellas Artes; el cual, nueve meses después de su reinauguración, había recibido 200.000 visitantes, número que duplicaba la media de los cinco años anteriores, aún cuando se decidió cobrar entrada al museo y que sus actividades dejasen de ser gratuitas (medida que pone en tela de juicio muchos de los argumentos a favor de la defensa a ultranza de la gratuidad de los servicios culturales de carácter público). Valencia es una de las ciudades españolas que ha realizado una mayor apuesta para resituar su imagen exterior a partir de una proyección sustentada sobre una oferta de ocio y cultura bajo la denominación de “Ciudad de las Artes y las Ciencias”. Su estrategia se basa en una red de equipamientos de carácter emblemático como el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el Palacio de las Artes, L’Hemisféric, el Museo de las Ciencias “Principe Felipe” y El Oceanográfico, el mayor parque acuático de Europa. Valencia actúa en este momento como un contrapeso en el eje mediterráneo al dinamismo socioeconómico y cultural de Barcelona. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 94 Las capitales europeas de la Cultura en España. Los casos de Santiago de Compostela y Salamanca. La oportunidad brindada por la consecución del estatuto de “capital cultural” por ciudades de españolas de tamaño medio como Santiago de Compostela en el año 2000 o Salamanca el pasado 2002, son también ejemplos de cómo los eventos vinculados a la cultura suponen una posibilidad para la renovación de las infraestructuras públicas y su regeneración socioeconómica a partir de la concertación público / privada. Santiago de Compostela, aprovechó la “capitalidad” para mejorar sus infraestructuras culturales y sus servicios complementarios. El ejemplo de colaboración público privada y de la concertación estratégica supuso que, de los 18 millones de euros de presupuesto para actividades programadas, casi 12 procedían de patrocinios comerciales privados. Además, las administraciones implicadas reforzaron su cooperación, produciéndose una apuesta firme de continuidad, reflejada en la actual construcción de la Ciudad de las Artes y la Cultura como elemento de referencia básica en cuanto a que se trata del mayor equipamiento cultural previsto en la Cornisa Cantábrica. Salamanca 2002 Con un presupuesto total para programación de 30 millones de euros, aportados al 50% por instituciones públicas y privadas, la fundación constituida para la gestión de los eventos previstos, consiguió una asistencia media del 90% de los aforos, y más de 3 millones de visitantes a la ciudad. El impacto sobre la renovación de las infraestructuras y equipamientos culturales ha sido competo. Salamanca cuenta, a partir de su estatuto de capital cultural, con la mejora o entrada en funcionamiento del Teatro Liceo, el Centro de Arte de Salamanca, el Centro de Artes escénicas, la sala de exposiciones Santo Domingo y el Museo de Historia de la Automoción, así como el Pabellón Multiusos Sánchez Paraíso, lo cual ha supuesto una inversión pública que superó los 66 millones de euros. Además, la afluencia turística generada ha significado un enorme impacto sobre la infraestructura turística y de servicios de la ciudad que apostó por una renovación total mediante una inversión aproximada de 60 millones de El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 95 euros, que se han empleado, entre otras cosas, para construir una docena de nuevos hoteles. Los Parques y los Centros y Museos temáticos. La irrupción del fenómeno de los parques temáticos vinculados al ocio y la cultura, ha propiciado que se disparen las perspectivas turísticas de numerosos puntos geográficos en España. “Terra Mítica” en la Comunidad Valenciana, “Port Aventura” en Cataluña, “Warner” en Madrid o “Isla Mágica” en Sevilla son grandes equipamientos que actúan como reclamo para la atracción de visitantes y turistas a las respetivas comunidades o regiones; se vinculan con estrategias en pro de la diversificación turística centradas en el grupo familiar como público objetivo. Pese a que la inversión pública resulta importante para su desarrollo inicial, su puesta en marcha se confía generalmente a compañías multinacionales lideres en el sector del ocio y el entretenimiento. • Terra Mítica, recrea el mundo y la cultura de los romanos, egipcios, griegos y los viajes de Ulises desde una perspectiva lúdica de aventura y viaje en el tiempo. • Isla Mágica, en Sevilla pretende transportar a sus visitantes al ambiente, estilos de vida y cultura de la sociedad del siglo XVI. Es uno de los pocos parques del mundo situado en pleno casco urbano de una gran ciudad, al ubicarse en el recinto de la Isla de la Cartuja que sirvió de sede de la Exposición Universal del 92. • Port Aventura. Es un parque de atracciones ubicado en Tarragona, y vinculado a diferentes ambientes, escenarios y lugares del mundo: El Oeste, la Polinesia, China, Latinoamérica, etc. • El Parque de la Warner en la Comunidad de Madrid, centra sus actividades lúdicas en un conjunto de atracciones y espectáculos basados en los grandes mitos y escenarios del cine norteamericano. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 96 Con respecto a los Centros y Museos Temáticos, su diferencia principal con los grandes parques temáticos es su menor inversión y su localización en ciudades y destinos más periféricos. Son muchas las ciudades que se han apuntado a contar con museos de ciencias. En general, se trata de centros interactivos que promueven la participación del visitante; con unos contenidos muy centrados en el aprovechamiento didáctico, y que invitan a jugar y aprender mientras uno experimenta y se divierte. Para ello utilizan reclamos publicitarios como Prohibido no tocar. Son, además, espacios donde estudiantes, profesores, familias y curiosos pueden familiarizarse con los hallazgos científicos y tecnológicos y las líneas de investigación más recientes. En algunos casos han sido promovidos directamente por las administraciones públicas locales y regionales y en otros por iniciativas privadas. Ejemplos de este modelo serían los siguientes: El recientemente inaugurado Museo del Mar de Galicia, ubicado en Vigo con una programación de exposiciones ligadas a la pesca, la historia marítima y la mar como fuente de recursos de Galicia. Dinópolis en Teruel; el Primer Parque Paleontológico del Mundo, y en el que se han introducido las últimas tecnologías que sirven para recrear ambientes, reproducir fósiles únicos en el mundo, dar vida a animales extinguidos y diseñar actividades interactivas. Museo del Automóvil de Salamanca, un centro temático que tiene como objetivo ampliar el conocimiento de la historia de la automoción, así como la conservación del patrimonio automovilístico nacional. “Cosmocaixa” Museo de la Ciencia de la Fundación ´La Caixa´. Alcobendas (Madrid). Con diversas salas de exposiciones temporales que tratan temas científicos de actualidad y un amplio programa de actividades destinadasa los niños y jóvenes. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 97 La Domus o casa del Hombre, está ubicada en La Coruña (Galicia) y busca un tratamiento lúdico e interactivo de los principales aspectos científicos y culturales que tienen relación directa con el ser humano como individuo y como especie. Se trata del primer centro en nuestro país que liga la ciencia con el arte, la cultura de letras con la cultura de ciencias, en trono a un solo centro de interés temático: El hombre. Por su lado, los museos “tradicionales” están desarrollando estrategias para adaptarse a las nuevas necesidades de la demanda: apertura por la noche; diseño de actividades, talleres y visitas especialmente enfocadas para los niños, con objeto de engancharlos al mundo del arte; cobro por determinados servicios; diseño y edición de productos de merchadising; etc. Sería el caso de espacios como el Museo de las Ciencias de Castilla La Mancha ubicado en Cuenca, o del Museo Arqueológico de Alicante. En otros casos, infraestructuras ya obsoletas se remodelan por completo y se adaptan a los nuevos tiempos con una vertiente más lúdica de cara al espectador (por ejemplo el antiguo Museo Marítimo de San Sebastián, asociado al nuevo Aquarium) o se crean nuevos equipamientos de carácter temático / divulgativo como el Museo y Neocueva de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria). Otra tendencia constatada es la proliferación de pequeños museos con un carácter local en torno a un contenido monográfico y especializado: Museo del Vidrio (Segovia), Casa Lis, Museo de Art Nouveau y Art Déco (Salamanca), Museo del Calzado (Alicante), Museo del Azafrán (Monreal del Campo, Teruel). Eventos Podríamos hablar de muchas otras ciudades pequeñas y medianas implicadas en estrategias de desarrollo local y promoción del territorio en torno a eventos culturales; entre las que estarían: Logroño con su programa Actual; Gijón con su Semana Negra; Santiago de Compostela en torno a su red de Museos y equipamientos expositivos; Vitoria, Getxo o San Sebastián en torno a eventos jazzísticos y cinematográficos, etc., etc. Museos y Auditorios La apertura y construcción de nuevos auditorios y Museos de arte parece ser en los últimos años una de las vía más aceptadas para realizar “marketing cultural de la ciudad”. Estos espacios vienen a cubrir una El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 98 necesidad en materia cultural evidente, pero, como ya hemos visto, contribuyen sobre todo a proyectar una imagen atractiva del lugar en que se ubican. En el caso de los Museos, y tras la estela de equipamientos tan emblemáticos como el Reina Sofía en Madrid; el Macba en Barcelona, el IVAM en Valencia o el Guggenheim en Bilbao han surgido otros en los últimos tiempos en Vigo, Sevilla, Vitoria, Extremadura; Castellón, Canarias...a los cuales se sumarán en fechas próximas otros en Málaga, Palma, Castilla León, Huesca. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 99 4.4. La industria cultural privada. (Sectores, situación y perspectivas). El sector cultural española agrupa a las tres mayores industrias creativas (cine, música, sector editorial); así como a los tres grandes medios de comunicación masivos (prensa, radio y televisión), ubicados dentro del sector cultural debido sobre todo a su función empaquetadora, distribuidora y promotora de todo tipo de contenidos culturales. Además, el sector se completa con dos ámbitos tradicionales: el de las artes escénicas (teatro, opera y danza), y el de las artes plásticas; ambos con un marcado carácter artesanal y una problemática específica debido a las dificultades de reproducibilidad de sus productos. Finalmente hemos incluido, debido a su fuerte crecimiento y sus potencialidades de creación de nuevos contenidos, a un incipiente sector cultural vinculado a la creación multimedia el de la creación de software y videojuegos. La Industria española de la Cultura y el Ocio, tal y como observaremos de forma específica a partir del análisis que se realiza más adelante en el apartado “Peso Económico y empleo del sector cultural español”, supera en importancia a otros sectores relevantes de la economía nacional como son: transportes, productos textiles, productos químicos y vehículos entre otros; ocupando la cuarta posición, tan solo por debajo de la Banca, el sector de la Construcción y el de la Energía. Además, nuestro sector cultural supone un importante foco de exportación: durante el ejercicio 1999, los creadores culturales españoles aportaron a la balanza comercial española unos ingresos de casi 24 millones de €, un 20, 4 % más que el año anterior, con Latinoamérica, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Bélgica y Japón, por ese orden, como principales mercados exteriores de nuestros productos. Como dato generalizado se puede observar una tendencia a la concentración en grandes grupos empresariales de todos los segmentos de actividad cultural, como respuesta a los procesos de globalización económica, y a la necesidad de alcanzar economías de escala que permitan la conquista (o defensa) de cuotas de mercado frente a los grandes grupos multinacionales. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 100 Con éste apartado pretendemos dar un pequeño repaso, a modo de visión general, a cada uno de estos sectores; aportando datos sobre sus principales características y peculiaridades, e indicando sus retos y problemas específicos. Estos retos y problemas se derivan, en general, del desarrollo de las nuevas tecnologías, y de la apertura de nuevos escenarios con importantes desafíos y oportunidades, por un lado; y del papel de todos los niveles de la administración pública para impulsar su fortalecimiento como auténticos sectores empresariales por otro. 4.4.a. Cine y sector audiovisual. Situación Durante el año 2001, más de 26 millones de personas fueron a las salas de cine para ver películas españolas11; productos que en el 2002 tuvieron 19,5 millones de espectadores, perdiendo más de siete millones y medio de espectadores con respecto al año anterior, lo que supuso un descenso en la cuota de mercado de cinco puntos: (del 18,5 % en 2001 al 13,4% en 2002) en la recaudación: (75 millones de euros en el 2002, frente a los 110 ingresados en el 2001). La recaudación total descendió un 3%, debido sobre todo a la falta de películas de éxito que supusieran un tirón en las taquillas. El sector cinematográfico español tiene enfermedades crónicas, pero éstas vienen de lejos porque tienen que ver con el tamaño del mercado, con el que el 50% de la población no va nunca al cine, y con que el 82,4% de las productoras creadas sólo han respaldado una película a lo largo de su trayectoria. En efecto, la estructura del cine español está conformada por multitud de productoras muy débiles y fragmentadas, que trabajan de manera artesanal, y un reducidísimo grupo que opera con métodos y criterios más industriales. No existen empresas competitivas capaces de poner en pie 11 “La producción cinematográfica española, Informes de los años 1999, 200, 2001 y 2002. José María Álvarez Monzoncillo. Revista “Academia”. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 101 proyectos rentables cuando se exige una inversión razonablemente elevada, ni distribuidoras que privilegien los productos españoles en las salas. El negocio cinematográfico es cada vez es más arriesgado: En los últimos años, siete de cada diez películas españolas perdieron dinero, y en el año 2002 sólo cuatro largometrajes españoles superaron el millón de espectadores. Otros datos que certifican esta situación de debilidad del sector son los siguientes: El coste medio de una película disminuyó de forma considerable: Si en el 2001, éste se situó en 3 millones de euros, en el pasado 2002 se redujo a 2,4 millones de euros. Así, en el 2002 se hicieron 30 producciones con menos de un millón de euros, y sólo el 4% tuvo un costo superior a los seis millones de euros. Experimentándose también un bajón en el número de copias de lanzamiento: 75 frente a las 113 del 2001; y descenso en el número de profesionales que participan en el rodaje: de 68 se ha bajado a 57. En cuanto a la distribución, de nuevo, y al igual que en sector editorial, nos encontramos con una fuerte concentración. La estructura de costes del sector cinematográfico ha acentuado la concentración de empresas. La estrategia de diversificación horizontal de los canales de pago y el mayor control de las distribuidoras multinacionales han fomentado una concentración de producción que les permiten controlar mejor la cadena de valor. Las diez primeras compañías controlan el 90% del mercado en salas. De estos estrenos, el 43% tuvo factura norteamericana porque se consolidó la llamada política de «oferta saturante» de las grandes distribuidoras. Es decir, la puesta en circulación de un gran número de copias de un filme, entre 250 y 515 para un parque de aproximadamente 3.500 salas, de las que el 40% está tocando techos de rentabilidad, comenzando a detectarse una saturación de oferta que la demanda no es capaz de absorber, ya que la media de estrenos semanales en nuestro país es de 10 películas. Obstáculos. Las actuales condiciones de mercado niegan al cine europeo y español la posibilidad de intentar alcanzar una cuota que se adecue a las características de su industria. Para la Federación de Asociaciones de El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 102 Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), esta cuota debería estar en un 35% y la de terceros países, es decir Estados Unidos, no debería superar el 65%. El año pasado, la cuota de mercado de las producciones nacionales se situó en un 13,4%, cinco puntos menos que en el 2001. El recorrido de una película es bastante largo. A los beneficios que dé en taquilla hay que sumar los de la edición en vídeo, el primer pase en la televisiones de pago, el primer pase en televisiones generalistas, los pases sucesivos... Así pues, la rentabilidad de un producto concreto no llega hasta transcurridos unos 3 años desde su producción. En esa situación, el recorrido de las películas españolas es muy corto y lento, necesitando una explotación a medio plazo que las grandes distribuidoras no están dispuestas a facilitar. Los estudios de Hollywood controlan los canales de comercialización, y sus estrenos copan el mercado aplicando prácticas monopolistas; vinculado a ello, en nuestro país han descendido las inversiones en cine de las televisiones públicas y privadas, así como las ventas internacionales; y se ha desacelerado la frecuencia en la asistencia a las salas por parte de los espectadores. A pesar de la cíclica recuperación del mercado del cine español y del incremento de su prestigio en los últimos años, los problemas endémicos todavía subsisten en la industria. La tradicional atomización del sector y las debilidades que presenta la talla del mercado hacen que el sector de producción trabaje todavía con estructuras empresariales artesanales o preindustriales, mientras que el resto de los subsectores sufren la crónica enfermedad de la internacionalización de la mano de los capitales extranjeros en todos los eslabones de la cadena de amortización de una película. Los sectores afectados –a excepción de los distribuidores y los exhibidoresno esconden su inquietud por la crisis y buscan soluciones, a la vez que demandan voluntad política al Gobierno y las comunidades autónomas y piden un compromiso por parte de los dos principales soportes que sostienen la financiación de la producción: la Administración y los operadores de televisión. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 103 En el caso de la administración, se reclama un aumento del Fondo Nacional de Protección a la Cinematografía (31,2 millones de € en 2002) que contribuye a financiar las películas producidas en el año anterior. En el caso de las televisiones, se reclama el cumplimiento de sus compromisos con respecto a la coproducción de películas nacionales y al aumento en su número de pases. Retos del sector audiovisual español. La digitalización del sector puede ser una oportunidad única para afrontar ese cambio que permitiría nuevas productividades para competir en mejores condiciones en la totalidad de los mercados, y, sobre todo, para alterar las actuales relaciones asimétricas entre la cinematografía norteamericana y todas las demás. El inminente proceso de digitalización integrará diferentes aplicaciones: · La producción digital que ya está revolucionando y abaratando las fases de rodaje y postproducción. Indicar, en ese sentido, que los directores españoles han comenzado a utilizar la grabación digital por las ventajas que presenta por lo menos para cierto tipo de películas. La paulatina ganancia de calidad de la imagen electrónica y la reducción de costes están facilitando su utilización en los rodajes cinematográficos, y el impulso a proyectos de bajo coste por parte de jóvenes realizadores y realizadoras. · El cine electrónico para proyecciones con calidad semejante al soporte de 35 mm., y que permite la distribución global electrónica (e-cinema). Su mayor ventaja estriba en que la distribución se puede realizar a escala mundial sin necesidad de copias, al poder llevar la señal por cualquier soporte de telecomunicaciones (satélite, cable, Internet, etc.) hasta las clásicas salas de cine. · La descarga de películas por Internet con estándares de compresión de imágenes y sonidos MPEG-4. Aún cuando en España se debe superar el infradesarrollo de las redes de telecomunicaciones que, en este momento, impide su despliegue. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 104 Tal y como Monzoncillo apunta en su informe del año 200212, es necesario reorientar estrategias industriales ante los nuevos mercados emergentes con productos integrados, que son todavía difusos y ubicuos por la creciente convergencia entre ordenadores, televisores y teléfonos, puesto que aún hay un terreno importante para que el sector cinematográfico español se consolide como una auténtica industria, y consiga posiciones en mercados de nicho que superen las actuales cuotas de pantalla. 12 “La producción cinematográfica española, Informe 2002”. José María Álvarez Monzoncillo. Revista “Academia”. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 105 4.4.b. Sector Musical Situación. España es uno de los diez mercados de música más importantes del mundo. El cuarto de Europa, después del Reino Unido, Alemania y Francia. El 60% de ese mercado está controlado por cinco multinacionales que son, a su vez, las majors que controlan el negocio mundial: Universal, Warner, Sony, BMG y EMI. El 40 % restante del mercado se los distribuyen los sellos nacionales independientes. A pesar de que están registrado cerca de mil compañías, solo unos 60 sellos discográficos nacionales mantiene una actividad continua. Se trata de compañías medianas, algunas con estructuras y procedimientos similares a los de las grandes compañías pero a mediana escala y ubicadas en ciudades de tamaño medio. Su posibilidad de encontrar hueco de mercado viene dado por la dinámica de concentración de las majors13, quienes, al producir bienes más homogéneos, crean las oportunidades para empresas más innovadoras y especializadas que dirigen sus productos a mercados más específicos. Cuando estas pequeñas empresas ganan mayor cuota de mercado son absorbidas por las grandes, incrementando la concentración y creando nuevas posibilidades para las firmas más pequeñas. Históricamente, este proceso ha posibilitado el que las compañías discográficas multinacionales cuenten actualmente en su catálogo con una enorme cantidad de sellos independientes de prestigio y que, por tanto, atesoren una enorme variedad de artistas y géneros musicales. Las propias empresas multinacionales consideran la labor de los sellos pequeños como una parte importante de la maquinaria de la industria fonográfica. La labor de las independientes consiste así en producir el disco de un grupo que no se conoce fuera de su reducido circuito, situarlo en el mercado, obtener beneficios, vender al grupo a una multinacional y seguir en la búsqueda de nuevos talentos. Un dato curioso con respecto a esta estructura del negocio es que, a pesar de que el mercado español esté controlado por empresas multinacionales, esto no significa que el repertorio más vendido por estas compañías sea 13 “El mercado de la creación”.G. Buquet. Plan Integral de la creación y del Autor. Madrid. Fundación de Autor, 2000. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 106 internacional, sino que por el contrario, estas empresas obtienen más del 50 por ciento de sus ingresos por venta de discos de artistas nacionales. Obstáculos La industria discográfica se encuentra ante el final de una era. El progresivo avance de Internet como medio de distribución de música plantea un nuevo modelo de negocio al que las compañías tradicionales, hasta el momento, no han sabido adaptarse, fundamentalmente por la incapacidad del sector para controlar el intercambio gratuito de música en la Red. En España, donde la penetración de Internet es todavía más baja que la media europea, (un 23% de los hogares), Music& Copyright calcula que el 40 % de los usuarios españoles con Internet intercambian gratuitamente archivos musicales. Además de Internet, la piratería callejera ha causado un descenso en la venta de discos en nuestro país del 11% durante el pasado año 200214. (De 685 millones de discos vendidos en el 2001, se ha pasado a 610 en el 2002) Debido a este fenómeno, según la Sociedad General de Autores, entidad gestora de los derechos de autor en España, el índice de piratería musical ronda en nuestro país el 35% y ha causado, según la misma fuente, unos 108 millones de euros de pérdidas a los propietarios de los derechos musicales en el año 2001 y cerca de 200 millones el pasado 2002. La crisis marca el fin de un modelo de negocio basado en la producción y venta de objetos, es decir, discos. Las nuevas tecnologías han permitido desvincular el contenidos del continente de la obra cultural, de manera que pueda ser consumido e intercambiado sin estar atado a un soporte físico. Esto plantea nuevas reglas del juego ya que Internet se va convirtiendo con rapidez en un medio de distribución de música llamada a arrinconar de manera progresiva al soporte físico. En febrero del 2001 había 345 millones de archivos musicales disponibles en la Red. Hoy la cifra casi se ha triplicado, calculándose que cada día se realizan cuatro millones de descargas de archivos musicales en el mundo de forma gratuita; es decir, sin remunerar a los propietarios de los derechos de la obra. Esta distribución de música se realiza mediante las plataformas peer to peer (de igual a igual). Éste sistema pone en contacto los ordenadores de miles 14 Anuario SGAE de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales, Madrid, Fundación de Autor, 2002. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 107 de usuarios para que intercambien sus archivos musicales. El internauta localiza la canción que quiere descargar a través de unos buscadores (KaZaA, Morpheus..) que se calcula que tiene instalados más de 30 millones de usuarios en todo el mundo. La fuerza del sistema es que no dispone de una base central que se pueda intervenir legalmente. Por eso, el nuevo modelo de negocio está inventándose todavía. Probablemente, lo que hoy se ve como un problema insalvable, se convierta con el tiempo en una nueva vía de negocio. Debido a la crisis de las compañías discográficas, muchos artistas consagrados han optado por experimentar con vías al margen de la industria, gestionando ellos mismos su producción y su carrera. Como alternativa empiezan a existir artistas que se desvinculan de los contratos con compañías discográficas y se autoeditan sus discos, vendiéndolos solo a través de su página web. Retos de futuro Algo sobre lo que existe unanimidad en la industria es la conveniencia de reducir el IVA que se aplica a la música. En efecto, el sector del disco está gravado por un IVA del 16%, el tipo aplicado a los artículos de lujo, mientras que el sector editorial disfruta de un tipo reducido del 4%. No obstante, le decisión de tratar a la música como un sector cultural más corresponde a las autoridades europeas La inexistencia de políticas públicas en España dirigidas a la industria de la música grabada en sus soportes tradicionales, hace prever que menos aún se puedan esperar acciones concretas en relación con la música y las nuevas redes. Sin embargo, en este sentido se podrían complementar políticas dirigidas a crear un tejido de PYMES en la industria discográfica tradicional y su entorno, apoyando al mismo tiempo el desarrollo de negocios de distribución y promoción de música en la Red. Esto se podría lograr mediante el estímulo institucional a proyectos que coordinen la integración de varios sellos y distribuidoras independientes, la difusión, promoción y venta de determinados géneros musicales a través de uno o varios portales. Y ello, tanto mediante mecanismos crediticios y fiscales (reducción del IVA, por ejemplo), como por el apoyo de la radiodifusión pública y privada. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 108 Con este tipo de políticas se puede, por una parte, desarrollar un sector estratégico para la cultura española, potenciando a través de la Red la demanda que ya se ha generado por los artistas españoles en el ámbito internacional. Por otra, contribuir a contrarrestar el proceso de concentración del mercado de la música grabada y favorecer el dinamismo de las compañías independientes nacionales. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 109 4.4.c. Sector editorial. Situación. El sector editorial español se ha caracterizado en la última década por convertirse en el principal ámbito de la exportación cultural nacional (fundamentalmente hacia países de América Latina, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña). La industria editorial española es poderosa. Representa el 0,5 % del PIB nacional y cuenta con 3.367 agentes editores. El pasado año 2002 se editaron 62.525 nuevos títulos facturándose 2.534 millones de euros; lo cual nos sitúa en la quinta posición mundial y la tercera europea después del Reino Unido y Alemania 15. Estos datos se han visto algo ensombrecidos con los últimos datos sobre exportación: De la satisfacción experimentada en el año 2001 cuando se llegó a una cifra record de 600 millones de €, se ha pasado en el 2002 a 514, casi un descenso del 15% debido, sobre todo, a la crisis argentina, uno de nuestros principales mercados exteriores. Obstáculos. Pero estas cifras que evidencian la fortaleza de la industria editorial esconden también su debilidad; sobre todo porque se refieren a la situación de los grandes grupos editores que tras amplios procesos de concentración son los que han asegurado el crecimiento en el sector, aunque a costa de una situación oligopolística que pone en peligro la calidad cultural de la producción editorial española. Los datos son muy elocuentes de ese proceso al que ya nos hemos referido anteriormente como característico de la industria cultural: En España seis grupos editores concentran el 70 por ciento del mercado editorial. Estos grupos aprovechan las economías de escala y las sinergias de cualquier concentración empresarial, resultando así más competitivos; pero además operan a través de los diferentes sellos que integran el grupo, manteniendo el nombre para explotar su fondo editorial y su nicho de mercado16. • 15 Fuentes: (FGEE, 2001; 2002) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 110 El mayor riesgo de la concentración editorial, en términos culturales, es la prioridad comercial que imponen los grupos en cualquier faceta de la actividad: en la contratación de la obra, favoreciendo a los autores conocidos con cifras millonarias y perjudicando al resto, sobre todo a los autores noveles; pero también en la selección de contenidos al privilegiar la producción de libros de texto no universitario y la literatura en detrimento del libro científico y especializado, de la poesía o el ensayo, porque estas producciones tienen menos expectativas de venta. Además, como la concentración editorial también tiene un marcado cariz vertical y los grupos controlan la hilera con distribuidoras y cadenas de librerías, también en su acceso al mercado se favorecen los títulos con amplias expectativas comerciales asegurando su presencia simultánea en todos los puntos de venta, lo cual implica condenar al olvido el resto de la producción. Se sufre la tiranía de la novedad y la vida de los títulos en las librerías cada día es más efímera, hasta el punto de que un 80 por ciento de las obras se devuelven sin abrir Entre los problemas actuales más importantes del sector están: la existencia de una oferta superior a la demanda; la carencia de una red bibliotecaria que estimule el crecimiento de los bajos niveles de lectura; y la prolongada recesión de Latinoamérica. La principal medida de protección del sector que utiliza la Administración es la legislación del precio fijo de los libros, que obliga a restringir los descuentos al 5 por ciento. Ello impide la guerra de descuentos que posibilitaría el que las grandes superficies comerciales dieran la puntilla al sector de las librerías que actualmente vive una difícil situación. Retos futuros Internet puede reportar ciertas ventajas al sector del libro; para el mundo empresarial, porque rebaja todavía más las barreras de entrada a las pequeñas aventuras editoriales; y puede contribuir a multiplicar el tejido industrial diversificando el negocio, al plantearse como canal alternativo de venta de libros, y al proponer un nuevo producto: el libro digital, que puede El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 111 explotar nuevos nichos de mercado. Y ventajas también culturales, porque crea cultura en la medida en que canaliza nuevas formas creativas y también porque ofrece mayores oportunidades para publicar desde ámbitos periféricos (territoriales o temáticos) . En ese sentido, la edición on line representa un desafío para el sector por la simplicidad del proceso. Cualquier internauta puede editarse su obra, aunque la edición no asegure el mercado, porque si el libro digital no cuenta con el aval de una editorial sus posibilidades de venta son mínimas al perderse entre la masa de información contenida en la web, y siga siendo necesario garantizar con la marca editorial la calidad cultural. Por ello, el éxito en el nuevo escenario tecnológico requiere la apuesta por proyectos emprendedores de futuro que exploten las potencialidades de las nuevas redes: nuevas propuestas creativas que atraigan a nuevos lectores, combinando la expresividad textual con lenguajes multimedia, interactivos e hipertextuales. Nuevos productos que requieren nuevos modelos de negocio con los que crear el mercado ya sea a través del consumo fraccionado, el abono, o el valor añadido (vinculaciones, actualizaciones…). Desde la administración, por su parte, resulta preciso mejorar las políticas de creación de demanda, mediante medidas de fomento de la lectura y mejora en las bibliotecas, así como otras que favorezcan la producción y exportación. Desde el sector editorial se reclama un mayor esfuerzo para la exportación del libro al considerar que éste mejora el clima para una presencia de España en el exterior de nuestra cultura, lengua, tecnología, productos comerciales, etc. En ese sentido, se ha abierto una línea de colaboración que se concreta en políticas de apoyo a la promoción del libro por parte del ICEX y que supone un referente para el sector sobre las políticas a seguir. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 112 4.4.d. Artes Escénicas Situación El mundo de las artes escénicas engloba disciplinas muy diversas, cada vez más interrelacionadas entre si a escala profesional, que van del teatro y la danza, al circo, los musicales o el espectáculo de títeres. La presencia diaria de los intérpretes en escena hace de esta industria un sector artesanal, con costes de explotación crecientes, que a menudo necesitan de un importante apoyo institucional, en especial si se quiere garantizar una oferta más o menos continuada fuera de las grandes ciudades, o la posibilidad de disfrutar de producciones de una cierta envergadura y calidad. Desde principios de la década de los 90, se constata la puesta en marcha, desde el ámbito autonómico, de políticas de programación más estables, políticas supralocales de apoyo a la distribución, así como de ayudas a la producción de nuevos espectáculos y a la mejora de la formación de los profesionales. El resultado de esta inversión ha repercutido en un incremento de la oferta escénica y en la lenta consolidación de un tejido empresarial privado en el ámbito de la exhibición, la producción y la distribución de espectáculos. En todo caso, no debemos olvidar que desde hace décadas se habla del sector de las artes escénicas como un ámbito inmerso en permanente ciclos de crisis/ recuperación; lo cierto es que la tendencia alcista que marcó el sector, tanto en número de espectadores como en ingresos de taquilla, al final de la década de los años noventa, se ha frenado o enfriado en estos comienzos del siglo XXI. El impulso experimentado por las artes escénicas se ha ralentizado en la segunda mitad del de 2001. Varios grandes espectáculos y proyectos, en los que se habían invertido considerables recursos artísticos, económicos técnicos y de promoción, quedaron por debajo de las expectativas creadas. Fenómenos parecidos al registrado en España se han observado también en otros países, por lo que se ha atribuido en general a un cambio en el ánimo de los espectadores en una dimensión mucho mayor que la nacional. La actividad escénica española se desarrolla principalmente en Madrid y Cataluña (Barcelona), con el País Vasco, Andalucía y Valencia recogiendo El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 113 pesos considerables, equivalentes al 5% de la recaudación. En cuanto al número de profesionales y compañías, Cataluña, Madrid, País Vasco y Andalucía, por ese orden, son las principales sedes. El esfuerzo inversor de las diferentes administraciones públicas (fundamentalmente las autonómicas) ha permitido recuperar y poner en marcha un parque de salas nada despreciable, apto para la presentación de espectáculos profesionales en todas las poblaciones medianas del país. La caracterización de los tipos de locales y recintos en los que se celebran funciones escénicas permanece estable. Casi dos tercios son recintos cubiertos; básicamente teatros (16.3%) y salones de actos (28,9%) (definición que engloba realmente una gran variedad de tipos de salones y diferencias de equipamiento). Además, se cuentan dos centenares largos de instalaciones cubiertas permanentes no pensadas para la actividad cultural específicamente, pero que se han empleado para representaciones escénicas. Por otro lado un 30.7% de estos recintos son “espacios públicos e históricos”, empleados básicamente en verano. Estos cuatro tipos de recintos suponen el 80% de la infraestructura destinada a las artes escénicas en España. Durante el año 2001, el sector de las artes escénicas experimentó un aumento del 8% en el numero de funciones con respecto a 2000, hasta alcanzar las 46.220.17 Constatándose un uso más intensivo de los recursos se programaron más funciones para compensar una asistencia más renuente-. Cerrándose el conjunto del año 2001 con casi un millón de espectadores menos que en el 2000. Durante esa etapa, la recaudación en términos reales descendió, aún cuando el numero de funciones creció significativamente. Por otro lado, el coste de la entrada media a los espectáculos escénicos aumentó en ese tiempo un 15,2%, pasando de 13.46 euros a 15.50. Ese incremento afectó especialmente al teatro comercial, cuyas funciones se financian básicamente por las entradas de los espectadores. En este caso, las entradas subieron un 30.9%, manteniendo una trayectoria en los últimos años claramente por encima de la inflación. 17 “Anuario SGAE” 2002. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 114 Entre las tendencias emergentes que se detectan dentro del ámbito escénico, se constata en estos últimos años la consolidación del teatro musical como género en alza, y el asentamiento de una amplia oferta de festivales (hasta más de 200) diseminados por toda la geografía regional, ya sean estrictamente sectoriales (teatro, danza, circo, etc.) o que combinan diversas manifestaciones de la escena. Obstáculos En el ámbito escénico, las relaciones entre la actividad profesional y la aficionada están borrosamente delimitadas. Aunque ambos conceptos estén muy claros en estado puro- y en la realidad pueden encontrarse muchas compañías que responden plenamente a una u otra definición- no suele suceder lo mismo en muchos estados intermedios de la realidad, y tampoco es fácil acceder a este tipo de información, ya que no existen fuentes de información fiables y actualizadas. El intrusismo y la baja calidad de algunas propuestas; derivada en muchos casos de la escasez de dinero para las producciones, dificultan en gran medida un aumento en la demanda de espectáculos y la consiguiente profesionalización del sector. Por lo que se refiere al número de espectadores, su descenso se ha concentrado básicamente en el teatro profesional, que ha pasado de tener casi siete millones y medio de espectadores en 2000 a apenas seis millones y medio en 2001, descenso que también se ha traducido en una reducción en la recaudación. El incremento de las entradas en general, y de las entradas a la actividad profesional en particular, muy por encima de la inflación, seguramente contribuya a explicar buena parte del parón registrado por las artes escénicas durante dicho período. Retos de futuro Entre las propuestas que desde el mundo de las artes escénicas se defienden están las siguientes: - Favorecer estrategias comúnes de fomento de la demanda, que empiecen en la escuela y continúen con el impulso en la difusión y promoción en los medios de comunicación, el fomento de los circuitos y El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 115 ferias de espectáculos, la mejora de la gestión y el marketing de productos, y el fortalecimiento de las asociaciones de espectadores. - Potenciar líneas de cooperación pública/privada al objeto de consolidar el tejido empresarial y permitir, entre otros aspectos, el desarrollo de políticas de precio y de invitaciones no discriminatorias, incentivando la presencia del público, luchando por una reducción del IVA de los espectáculos escénicos, y estimulando la captación de recursos financieros alternativos (fondos de capital riesgo, patrocinio empresarial, avales para créditos, etc.). - Consolidar las estrategias públicas y privadas de colaboración entre los teatros, y entre éstos y las empresas del sector, con el objetivo de consolidar líneas de coproducción y de programación compartida. - Extender la posibilidad de llevar a cabo temporadas estables fuera de los grandes núcleos urbanos, con el establecimiento de acuerdos y estrategias conjuntas entre algunos teatros, compañías y empresas del sector. - Potenciar los vínculos de los profesionales y las empresas escénicas con aquellas iniciativas de la industria del entretenimiento (parques temáticos, sector audiovisual, grandes eventos y acontecimientos singulares..) que permitan fortalecer el sector, su facturación, competitividad y experiencia, en un momento en que la penetración de capital externo y la globalización cambian el marco tradicional de relaciones existente en el mundo cultural. - Potenciar la presencia en el exterior de las propuestas, producciones y profesionales de la escena nacional, aprovechando la proyección internacional de nuestra cultura y el prestigio acumulado por parte de algunas compañías de amplia tradición. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 116 4.4.e. Artes plásticas Situación Pese a la euforia desatada en España durante la década de los 80, en estos momentos se constata una cierta pérdida de visibilidad internacional del sector de las artes plásticas. El papel del arte español contemporáneo en el mundo es periférico, y la repercusión internacional de los artistas es una cuestión individual. Nuestras artes plásticas siguen alejadas de los grandes centros de producción de arte e ideas que son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Austria y Suiza. Las galerías, las instituciones nacionales y regionales, los críticos y teóricos, los comisarios, sólo existen nacionalmente y, salvo excepciones, carecen de proyección internacional. Esta proyección se sigue sosteniendo en figuras individuales que se han abierto camino por sí mismas, debido a la ausencia de sólidas estructuras de promoción del arte autóctono como las que disponen países europeos de larga tradición como Gran Bretaña, Austria o Alemania. A partir de esa realidad, el sector de las artes plásticas se empieza a organizar de manera incipiente; así, en el momento presente existen entidades como la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales (UAAV) que representa a unos 3.500 artistas visuales de todo el Estado; la VEGAP (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos), entidad gestora de los derechos de unos 40.000 creadores plásticos y visuales, de los que más de 1.500 son españoles; la Fundación Arte y Derecho, vinculada a la anterior; la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte (UAGAE), así como múltiples organizaciones a escala regional. Todas estas organizaciones trabajan para reactivar la relación entre el arte y la sociedad a través de los medios de comunicación, así como para que desde las distintas administraciones se promueva una política adecuada de difusión del arte contemporáneo a escala local, regional, estatal e internacional, impulsando la creación de infraestructuras de creación, exposición y difusión, así como los programas necesarios para estos fines. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 117 Otro elemento de especial relevancia sobre el que todas estas entidades inciden, es el fomento de la profesionalización del mercado artístico español y su proyección internacional, mejorando el trato fiscal de la obra de arte, y los incentivos al coleccionismo, la esponsorización y mecenazgo. Dos temas básicos sobre los que se centra actualmente el debate sobre el futuro del sector profesional son; por un lado, la situación de los artistas en la Seguridad Social, y la necesaria adecuación de un trato fiscal (IRPF, IVA, IAE) que tenga en cuenta la realidad del sector; por otro, el papel estratégico de los derechos de propiedad intelectual en la remuneración del artista en un futuro próximo. Obstáculos. A partir de un extracto de las conclusiones a las que se llegó en el I Encuentro de Artistas Visuales del Estado español18, trataremos de definir las características principales de la situación actual de las artes plásticas en nuestro país: En cuanto a los procesos de formación. La enseñanza superior adolece de carencias y de falta de flexibilidad e imaginación que permita la participación en la docencia de artistas relevantes en ejercicio. La endogamia del sistema universitario, la situación precaria del profesor asociado y la práctica inexistencia del profesor visitante son graves. Es necesario estructurar la formación permanente del profesorado, así como una reforma urgente que dignifique y eleve la calidad del tercer ciclo y de los cursos avanzados. Por otro lado, se constata la importancia de los modelos de formación alternativos surgidos en estos últimos años desde centros culturales de nuestro país (Arteleku, Círculo de Bellas Artes, Hangar, QUAM...) y la necesidad de la creación de Institutos de creación vinculados a la enseñanza superior. 18 “POSICIONES. Las condiciones de las artes visuales en el Estado español a debate”. 1er. Encuentro de Artistas Visuales del Estado Español; organizado por la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales del Estado Español y coordinado por Mediaz (Asociación de Artistas Visuales de Euskal Herria), celebradas en el Centro Cultural Bilbo Arte, 21 / 24 de enero de 1999. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 118 Respecto a la mediación artística, se constata la debilidad del mercado del arte y la necesidad, por tanto, de adoptar medidas para su revitalización, así cómo de introducir mecanismos de regulación de las relaciones entre los artistas y galeristas. Por otro lado, se perciben bastantes dificultades en la producción y distribución en el campo de los nuevos soportes tecnológicos, lo cual choca al mismo tiempo, con las grandes expectativas que se abren con los nuevos medios de comunicación (televisión digital, autopistas de la información). Con relación a la política cultural, se detecta una escasez de medios y de programas en la mayoría de gobiernos de las comunidades autónomas, así como el bajo interés demostrado por el gobierno central en los últimos años en la promoción internacional del arte contemporáneo español. Retos y propuestas de futuro En el citado Informe del 1er. Encuentro de Artistas Visuales se consensuaron una serie de retos y propuestas básicas para abordar en el corto y medio plazo: Entre los retos que el sector debe enfrentar estarían: los nuevos modelos de financiación pública y privada del arte contemporáneo; los nuevos sistemas de gestión pública a partir de experiencias cercanas al modelo de los arts councils británicos; el papel del mecenazgo y los incentivos fiscales; las medidas de apoyo institucional a la producción y experimentación artística; el reequilibrio territorial y las actuaciones artísticas en contextos geográficos periféricos; la presencia de los artistas y sus representantes en los órganos de gestión de las instituciones públicas y museísticas. Con relación a las propuestas de futuro se apuntaban toda una serie de actuaciones específicas entre las que estarían las siguientes: - Aumento de los recursos destinados a la cultura y al arte contemporáneo desde el actual 0,3% de los presupuestos generales del Estado, hasta la media europea que se encuentra en torno al 1% del gasto público. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 119 - Programas de apoyo, orientados a atender aquellas iniciativas relacionadas con el arte emergente, la experimentación y la investigación, la crítica, el uso de tecnologías digitales. - Apoyo estatal a los museos y centros de arte contemporáneo de carácter nacional/regional, existentes o que se creen en las comunidades autónomas. Apostando, además, por un reparto equitativo y científico entre los mismos de las obras de arte procedentes de la liquidación de impuestos, legados y donaciones a favor del Estado. - Diseño de una estrategia de proyección internacional de la producción artística mediante la creación de una estructura dedicada a fomentar la difusión exterior del arte contemporáneo producido en el Estado; potenciando la presencia de los artistas españoles en eventos internacionales, la presentación de exposiciones en el extranjero, la colaboración y coproducción internacionales, etc. - Refuerzo de la presencia en los medios de comunicación públicos de contenidos artísticos contemporáneos y de espacios dedicados a los creadores en la radio y la televisión públicas, en franjas horarias de una audiencia media. - Incremento progresivo de la inversión en propuestas de arte contemporáneo del 1% Cultural vinculado a las grandes obras de infraestructuras públicas. Tradicionalmente ese 1% se ha aplicado exclusivamente en la restauración y conservación del patrimonio histórico y artístico. - Eliminación de la cuota de superficie del IAE aplicada a los talleres de los artistas, y fomento de las desgravaciones fiscales previstas en la Ley de Patrimonio a la adquisición de obras de arte contemporáneo. - Reforma de la Ley de Fundaciones y aumento de los incentivos fiscales para las operaciones de mecenazgo (donaciones de obras de arte contemporáneo) y esponsorización (convenios de colaboración en actividades artísticas). - Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual para mejorar los derechos de autor de los creadores visuales . El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 120 - Refuerzo del papel de las enseñanzas artísticas en el sistema educativo, mediante la inserción de la práctica artística y la historia del arte contemporáneo en los programas de estudios de las enseñanzas primaria y secundaria; facilitando, en el caso de las enseñanzas universitarias, la presencia de artistas de reconocido prestigio como docentes, y contribuyendo a la puesta en marcha de Institutos de Creación vinculados a la enseñanza superior, que fomenten la práctica artística, la reflexión teórica y la publicación de trabajos. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 121 4.4.f. El sector del software y los video-juegos. Situación El sector de los videojuegos es una incipiente industria cultural en sentido completo, y representa el primer mercado de masas del multimedia interactivo. El análisis de su potencial de crecimiento tiene un elevado interés como campo de experimentación de desarrollos y futuras tendencias culturales digitales. En nuestro país, que supone un 2% del mercado mundial, esta actividad está en un momento de consolidación con ventas de más de 10 millones de copias al año y un crecimiento medio de en torno a un 20 % anual. En el año 2000, la incipiente industria española preveía facturar más de 390, 66 millones de € concentrando un 25 % del total de sus ventas en navidades. El negocio incluye creadores, diseñadores y técnicos cuyos productos empiezan a competir con los de Estados Unidos y los japoneses, los principales productores mundiales. Un estudio realizado por Data Monitor19 señala que en España habrá más de tres millones de jugadores on line en 2004, con un crecimiento anual del 164% y la creación de un mercado que moverá más de 244 millones de dólares (en 2001 fue de 32,7). Las cifras del estudio indican que a escala mundial se prevén 73 millones de jugadores y unos 5.000 millones de dólares, con una progresión geométrica imparable desde el año de lanzamiento del primer juego on line, y, dato realmente sorprendente, la superación en cifras globales de los ingresos de la industria cinematográfica en todo el mundo. A mediados de los años 90 desarrollar un videojuego en España requería un equipo de trabajo de unas 40 personas durante un período de 6 meses, un presupuesto de 24.000 euros y unas ventas medias de 40.000/50.000 copias, que reportaban unos beneficios aproximados de 120.000 euros 20. En 2001, el número de profesionales requeridos para cualquier producto aceptable supera el centenar, la duración del diseño y la producción es de 19 “On line games and gambling in Europe and the US 1999-200”, Data Monitor:, 3rd. Edition, 2001. “El videojuego en España: lecciones de la primera cultura multimedia.” Pedro Manuel Moreno. en “España: Las industrias culturales en la Era Digital”. Ed. TELOS. Cuadernos de Comunicación, Tecnología y Sociedad. Octubre – diciembre 2002 20 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 122 unos dos años como media y el presupuesto entre 3,6 y 4,8 millones de euros. Otro dato revelador de la expansión del fenómeno: en España el pasado 2002, el coste medio para la realización de una película de cine era de 2,4 millones de €, mientras que la producción de Commandos 2, por parte de Pyro Studios, la principal productora española de videojuegos, ha costado 6 millones de € (1.000 millones de pesetas) y ha significado el trabajo de un equipo de 100 profesionales durante más de un año y medio. Actualmente, este producto se encuentra entre los 10 videojuegos más vendidos de Estados Unidos. Obstáculos Sin embargo, y a pesar de las perspectivas inmejorables del sector, España cuenta con una amplia demanda de este tipo de juegos pero no con empresas desarrolladoras y productoras del respectivo software. El proceso creativo es en nuestro país especialmente difícil: a los problemas tecnológicos se unen los relacionados con la fuerte presencia de contenidos extranjeros –muchos de los cuales se traducen y hasta se adaptan al contexto cultural español– que han frenado la inversión de las empresas del sector en nuevos talentos nacionales, desviándola hacia estrategias de distribución de productos masivos ya consolidados. Además está nuestro desfase tecnológico, sobre todo referido a las infraestructuras de conexión, que está produciendo el que los proyectos empresariales que se plantean no acaben de fraguar por la falta de conexiones rentables y de calidad y las dificultades que supone la promoción de estos nuevos productos. Por otra parte, está la estrategia de los grandes grupos que están comprando a jóvenes estudiantes juegos desarrollados por ellos con pocos medios, pero de notable calidad y resultado; eso sí, sin contrataciones permanentes ni formación complementaria, y con pago por obra concluida. Es decir, nos encontramos con los efectos más inconvenientes provocados por la desregulación del sector y la ausencia de políticas de ayudas a la innovación, promoción o apoyo de empresas de desarrollo de software y creación de contenidos multimedia nacionales. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 123 Otro importante problema del sector (al igual que en el ámbito musical) es la piratería. Los mismos fabricantes reconocen que el 70 % del mercado nacional es pirata. Es decir, que por cada 10 millones de juegos que se venden, aparecen otros 28 millones de copias piratas. Retos y futuro El sector del videojuego, en líneas generales, es una industria cultural que está impulsando el uso doméstico de las nuevas tecnologías, y que puede servir como elemento relanzador de aplicaciones on line de escaso éxito en otras industrias culturales como el libro o la prensa. La capacidad pedagógica que puede desarrollar en sus consumidores, buena parte de ellos niños y adolescentes, de cara al consumo y uso de nuevas tecnologías y de otros productos culturales multimedia, es enorme. Además, el sector del videojuego está introduciendo propuestas de integración y convergencia multimedia (caso de las consolas de nueva generación y de las plataformas de juegos a través de Internet), que no son objeto de análisis por parte de los gestores culturales, y cuyo modelo de negocio, a diferencia de otros intentos de digitalización en algunas industrias culturales, y de los fracasos producidos en múltiples iniciativas puntocom, triunfa de forma incontestable. Tecnología aparte, no podemos desligar al videojuego de lo que podemos entender por cultura y procesos educativos; Antes al contrario, debemos considerarlo como un mercado cultural creciente con enormes posibilidades de desarrollo y evolución, y que cuenta con un público consumidor tremendamente diversificado por edades y usos, que asimila rápidamente las innovaciones de todo tipo introducidas por las principales plataformas de juego. Otra cosa es que esta industria, tal y como se encuentra actualmente configurada, no esté permitiendo un auténtico aprovechamiento de las posibilidades educativas, culturales y pedagógicas del videojuego, lo cual convertiría al soporte videojuego en una forma más eficaz de inmersión cultural en niños, y de enseñanza del uso de nuevas tecnologías aplicadas a otros sectores culturales en los adultos. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 124 4.5. Modelos de relación público / privada. 4.5.a. El papel de la administración pública para el estímulo de la industria cultural. El tradicional desencuentro entre el sector cultural publico y la iniciativa privada parece estar tocando lentamente a su fin. De manera progresiva la inversión pública empieza a ponerse al “servicio colateral” de la privada en dos aspectos que resultan fundamentales: suplir las fallas del mercado (control de monopolios naturales, producción de bienes públicos básicos que nunca produciría el mercado) y abrir caminos o ser palanca de promoción de la iniciativa privada cuando la situación de riesgo o los niveles de rentabilidad no aconsejen a esta última actuar desde un primer momento. No obstante esta primera apreciación, en general en nuestro país existe una creciente necesidad de “discurso gestor” por parte de las políticas culturales; y para que esto pueda calar en las infraestructuras y servicios resulta necesario contar con otros agentes externos a la propia administración. Lo que debe exigirse y esperarse de las instituciones culturales españolas es que creen los mecanismos para que las cosas sean posibles; no facilonas, sino posibles, y que una vez en marcha permitan la consolidación de esos mecanismos. En ese sentido, están comenzado a surgir por parte de algunas Comunidades Autónomas nuevas propuestas orgánico – administrativas que pretenden una apertura hacia la participación e incorporación de la sociedad civil y un reconocimiento de la existencia de un cierto tejido cultural privado, lo cual esta facilitando una progresiva relajación del tradicional modelo jerárquico de control político de los servicios culturales. En ciertos casos se han puesto en marcha órganos semireguladores, con relativa autonomía, que sirven de factor limitador de la influencia directa de la Administración. (Sería el caso del Consejo del Audiovisual de la Comunidad Foral de Navarra o el Consell del Audiovisual de Catalunya que tiene potestad para sancionar en materia de programación y El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 125 publicidad). En otros, se han creado organismos de composición mixta público / privada, aunque de naturaleza pública y con capacidad decisoria. Este sería el caso del Instituto Catalán de Industrias Culturales, el Consejo de la Cultura Vasca, o la puesta en marcha de un cluster del Audiovisual participativo en Galicia. Quizás el ejemplo más avanzado de apoyo desde la administración pública al sector cultural sea el del ICIC (Instituto Catalán de las Industrias Culturales), un organismo que surge a finales del año 2000 para prestar apoyo a las industrias culturales catalanas. Se trata de una entidad de derecho público aunque de composición mixta y con amplias labores de apoyo, fomento y promoción de la cultura catalana Entre sus objetivos se encuentran el fomento y ayuda a la implantación de empresas culturales; el apoyo a la promoción empresarial de productos; facilitar la relación de empresas y administraciones e impulsar la colaboración con los creadores; Hacer estudios, difundir información sobre ayudas; y fomentar la formación profesional de carácter cultural. Entre otros proyectos, el Gobierno catalán ha lanzado a través del ICIC durante el presente 2003, el Invermedia, un fondo de capital riesgo con una dotación de algo más de 12 millones de euros, y otro fondo de garantía para cubrir las producciones audiovisuales financiadas por terceros. La constitución de este fondo irá, inicialmente, en colaboración con el Institut Català de Finances (ICF). El objetivo pasa por compartir los riesgos más que ceder créditos a fondo perdido. EL ICIC participa en cierta manera de los modelos de financiación anglosajona que vimos en el capítulo 2 de este trabajo, y que consisten esencialmente en el apoyo de los creadores mediante un modelo de “financiación condicionada”. Este tipo de ayudas se otorgan con la condición de que el destinatario obtenga fondos adicionales de otras fuentes. Mediante ese sistema de financiación, el NEA estadounidense fuerza a las instituciones e iniciativas culturales privadas a obtener recursos adicionales, ya que solo presta apoyo a proyectos mediante la concesión de una cuarta parte del dinero necesario para su arranque. Por cada dólar del NEA, el emprendedor cultural debe conseguir otros tres, lo El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 126 cual obliga a acudir a las empresas, entidades no lucrativas o al gobierno local para cubrir sus necesidades. En puridad, más que hablar de subvenciones o becas en sentido estricto, hablamos de “capital de producción”. El viejo concepto de subvención (con todas las connotaciones de clientelismo y paternalismo que van ligadas al mismo) se sustituye por el de préstamo, y el nivel de relación administración pública / iniciativa privada adquiere un mayor grado de madurez y compromiso. 4.5.b. Cooperación y trabajo en red. La constitución de una estrategia de cooperación y trabajo en red, es condición básica para inducir procesos de cambio y desarrollo cultural a escala local que no están al alcance de un solo agente, ni siquiera institucional. En este sentido, la cooperación constituye al mismo tiempo una innovación y un motor de innovación, y sólo se puede lograr basándose en tiempo y trabajo. Las redes son estructuras emergentes en Europa y en las comunidades autónomas más dinámicas de España (sobremanera Cataluña, Valencia o Euskadi). En términos efectivos, las redes son instrumentos para compartir información y aprender de la experiencia del otro. Pueden prevenir a sus miembros del desgaste de recursos que significa la duplicación del trabajo, con el consiguiente despilfarro de recursos públicos. La puesta en marcha de un modelo de trabajo en red, significará la apertura de un municipio a una cultura cooperativa que actualmente avanza imparable en toda la Europa comunitaria, como una solución a la falta de capacidad financiera y a las tendencias endogámicas y parroquialistas de ciertos estamentos y corporaciones. Se trata, en definitiva de practicar una estrategia de “compartir para mejorar y crecer”. La posibilidad de crear circuitos y redes culturales entre diferentes municipios es muy amplia y puede ir desde mancomunar servicios y recursos culturales, hasta la creación de redes de compra y contratación conjunta que abaraten los precios del mercado. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 127 Tanto en el sector público como en el privado urge contar con administradores culturales capaces de definir sus objetivos y propósitos con más precisión, para que lancen sus ofertas de productos y servicios al mercado de forma más eficaz, y lo hagan pesando en red; es decir, a partir de estrategias que permitan aprovechar las economías de escala, el diálogo y la conectividad entre instituciones y organizaciones privadas de distintos territorios, pensando más en el medio y largo plazo. Entre los ejemplos de iniciativas de redes culturales de nuestro país estarían: La red de Espacios de Arte Contemporáneo de Cataluña que aglutina a casi todos los centros públicos y privados que exponen, con carácter no lucrativo, arte contemporáneo; La Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales españoles (FAPAE); La Coordinadora Estatal de Salas Alternativas de Artes Escénicas; La Federación de Gremios de Editores; La Red de Clubes de Lectura que articula a los grupos de personas que acuerdan leer un determinado libro y luego se reúnen para comentarlo; La Unión de Asociaciones de Artistas Visuales (UAAV) o la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte (UAGAE) 4.5.c. Nuevas tendencias y modelos de gestión de los servicios culturales públicos. Hasta comienzos de la década de los 90 era difícil encontrar, no sólo experiencias, sino incluso discurso, que plantease la participación privada en la gestión de la cultura. En los últimos tiempos se detecta un cambio actitud en nuestro país, y una creciente circulación de documentos y reflexiones acerca de las nuevas posibilidades de gestión de servicios y equipamientos culturales, y de la progresiva incorporación del sector privado (tanto el no lucrativo como el lucrativo) 21 a esta gestión, tanto en Europa como en España. 21 “La especificidad de la gestión de las organizaciones culturales” Curso Superior de Gestión de Empresas y Organizaciones Culturales. Xabide, Gestión Cultural y Comunicación. Ed. Universidad de Deusto. 2000. “Gestión Cultural Pública. Entrando en el nuevo Milenio”. Mikel Etxebarría Etxeita. Revista Periférica. Nº 1. Diciembre 2000.. Ed. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Cádiz. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 128 En ese sentido, la promulgación de la nueva Ley de Mecenazgo el pasado mes de diciembre del 2002, puede permitir el que el sector no lucrativo reciba un impulso considerable, al suponer el fortalecimiento de uno de los agentes culturales que está facilitando de forma más clara el acercamiento de los ciudadanos a la cultura: La sociedad civil (asociaciones, fundaciones y voluntariado). El objetivo de esta Ley es incentivar la participación de la sociedad, las entidades no lucrativas y los particulares en la protección, apoyo y realización de actividades de interés general. Para ello, a partir del presente año 2003, las fundaciones no pagarán impuestos ( ni de sociedades, ni IVA, ni IAE, ni IBI) sobre la mayor parte de sus rentas (intereses, dividendos, alquileres, donaciones, cuotas...) ni por sus plusvalías, ni sobre sus beneficios por actividades económicas (las consideradas sociales, culturales, asistenciales, de investigación y desarrollo o las medioambientales) Con respecto al sector cultural, la Nueva Ley incluye de forma expresa (sin la ambigüedad que caracterizaba a la anterior) incentivos fiscales para quienes apoyen y financien a las Fundaciones culturales dedicadas a las actividades musicales, teatrales, coreográficas, circenses, la organización de exposiciones o conferencias, así como la edición de publicaciones, folletos y productos audiovisuales. Como estímulo para los benefactores particulares de las Fundaciones, con esta Ley se aumenta la desgravación fiscal que obtiene por sus donaciones, pasando del 20 al 25 % por cada euro donado. Si quien realiza las aportaciones una persona jurídica, la deducción será de un 35% en la cuota del impuesto de sociedades. En este sentido, se han realizado críticas por parte del sector de galerías, directores de museos y artistas visuales por cuanto se consideraban escasamente motivadores los incentivos fiscales, solicitándose una desgravación del 100% de las donaciones de arte contemporáneos “Aspectos operativos en la relación entre sectores públicos y privados en la gestión cultural”. I Jornada sobre la relación público – privada en cultura”. Roberto Gómez de la Iglesia. Editorial Xabide. Vitoria – Gasteiz. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 129 Por tanto, la nueva Ley en principio debería servir para impulsar el potencial de las entidades no lucrativas como organizaciones prestadoras de servicios culturales y, por lo tanto, como instituciones operadoras en el mercado, lo cual supone un avance significativo con respecto a la situación actual de los equipamientos y servicios culturales exclusivamente públicos. Esta implicación en proyectos comunes significa para el sector privado no lucrativo, asumir una mejora en su capacidad de gestión y prestación de servicios; y para el sector público cooperación debe significar la pérdida de una parte del protagonismo institucional. En todo caso, la situación de partida es bastante extraña ya que asistimos a una cierta confusión en torno al concepto "privatización" debido al uso que se está haciendo de determinadas prácticas, que ni refuerzan el servicio público ni fortalecen la consolidación de un sector empresarial cultural. En general, son tres las formas más habituales de pase a gestión privada de los equipamientos culturales: • • • Concesión: Existe una relación económica directa. La empresa o entidad no lucrativa, gestiona el servicio a su riesgo y ventura.(es la menos frecuente) Gestión Interesada: La Administración aporta las instalaciones para el servicio y unas cantidades mínimas que aseguran el interés del sector privado y la asunción de un riesgo moderado. Concierto: Se trata de un convenio o contrato con entidades que vienen prestando servicios análogos a los que ofrece la Administración. Exige que estos servicios ya estén en pleno funcionamiento, de forma que la Administración se limita a hacer uso de los mismos. Estas dos últimas son las más habituales, y su implantación es creciente en la mayor parte de los países comunitarios, encontrándonos diversos ejemplos en algunas Comunidades Autónomas españolas como Cataluña, País Vasco o Navarra. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 130 Lo que se está comprobando de forma fehaciente en las múltiples experiencias que se han puesto en marcha en la Unión Europea con respecto a la gestión privada de equipamientos y servicios culturales públicos, es que suponen: • • • • Mayor flexibilidad en la gestión de los recursos humanos y en el diseño de programación. Reinversión de beneficios. Eficiencia y Ahorro en costes. Mayor capacidad de “escucha” y “estudio de los comportamientos de la demanda cultural. Para que un proceso de estas características se pueda poner en marcha, las administraciones deben perder el miedo a la propia palabra “privatización”, cargada de evidentes matices peyorativos que en nada beneficia a la reflexión y al sosiego con que deben tratarse estos aspectos; y centrarse en hacer bien el proceso, sobre todo a partir de contar con ideas claras de lo que se quiere hacer; del diseño de unos buenos pliegos de condiciones, y de unos adecuados procesos de adjudicación, así como del establecimiento de modelos adecuados para poder realizar un buen control y seguimiento del servicio una vez pase a gestión privada. El mundo de los servicios culturales, desarrollado escasamente y de forma muy desigual en los diferentes ámbitos territoriales de España, debe beber del mundo industrial para mejorar sus procedimientos (determinación de procesos, mínimos de estandarización, procesos de innovación y calidad…); y las industrias culturales deben también tomar aspectos del mundo de los servicios, fundamentalmente en la relación con las personas y sus modelos organizativos (más flexibles y aptos para trabajar en entornos altamente cambiantes). El empleo del futuro en el sector cultural está en el desarrollo de organizaciones y empresas privadas, que vayan configurando un mercado real; de oferta (más diversificada, racionalizada y El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 131 segmentada) y de demanda (más amplia, menos concentrada y con mayor predisposición al pago) y, por tanto, un mercado de trabajo cada vez más maduro y autónomo. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 132 4.6. El peso económico y nivel de empleo del sector cultural español. Los distintos análisis y estudios manejados a lo largo de este trabajo22, vienen a confirmar el creciente dinamismo de la Industria de la Cultura y el Ocio y el progresivo incremento de su peso con respecto a otros sectores productivos nacionales. Además del informe “Las cifras de la cultura española. Estadística e indicadores 2002” elaborado por el Ministerio de Cultura y que supone un paso importante por parte de la administración central por cuanto reconoce su necesidad de operar con datos e indicadores precisos; el principal esfuerzo realizado durante estos últimos años para conocer de forma rigurosa el tamaño, evolución y perspectivas del sector cultural español ha sido impulsado por la Sociedad General de Autores (SGAE) a través de su Fundación Autor. Su informe: “La industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB (1993-1997)” coordinado por la profesora María Isabel García Gracia al frente de un amplio equipo de investigadores, se ha servido de las fuentes fiscales, lo cual ha permitido un alto grado de desagregación. Este último Informe diferencia entre “actividades directas”; es decir, aquellas relacionadas de manera directa con los procesos de creación y producción cultural, y que comprenden todas aquellas susceptibles de generar derechos de propiedad intelectual, así como las productoras de ocio y entretenimiento (y que a partir de ahora denominaremos de tipo I); y “actividades indirectas”, cuyo objetivo es, en un caso, ser medio o soporte para el uso y la divulgación de las producciones culturales y de ocio (a las que llamaremos de tipo II) y en otro, actividades que pueden estar más o 22 . “La industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB ”. García Gracia, Mª. Ed. Fundación Autor.Madrid 1997. “La industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB (1993-1997)”. García Gracia, Mª Isabel;Fernández Fernández, Yolanda y Zofío Prieto, Jose Luis Ed. Fundación Autor. Madrid. 2000. “Las cifras de la cultura española. Estadística e indicadores”. Ministerio de Educación y Cultura. 2002. “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. Enrique Bustamante (coord.) Editorial Gedisa. 2002. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 133 menos próximas a las actividades productivas originales y que constituyen las referidas a la fabricación de elementos indispensables como vehículos de transmisión de los bienes culturales y de ocio, (actividades de tipo III) 23 . Las tres tablas siguientes desagregan estos 3 grupos de actividades. Actividades de tipo I Código IAE 1474 1476 1964 1844 1961 1965 1966 1968 1969 1981 1983 1989 2751 2851 2853 2861 2862 3011 3012 3013 3014 3015 3016 23 Actividad Artes gráficas (impresión gráfica) Edición. Serv. De radiodifusión, TV. Y Enlace y Transmisión de TV. Serv. De publicidad, relaciones públicas y similares. Producción y servicios relacionados con el sector cinematográfico. Espectáculos (excepto cine y deportes). Bibliotecas, archivos, museos, jardines botánicos y zoológicos. Espectáculos deportivos. Otros servicios recreativos no clasificados en otras partidas. Parques de recreo o de atracciones. Agencias de colocación de artistas. Otras actividades del espectáculo y turismo: Organización de Congresos, recintos feriales. Profesionales de la publicidad, relaciones públicas y similares. Representantes técnicos del espectáculo. Agentes de colocación de artistas. Pintores, escultores, ceramistas, artesanos, grabadores y artistas plásticos y literarios. Restauradores de obras de arte y patrimonio. Directores de cine y teatro. Ayudantes de dirección. Actores de cine y teatro. Extras especializados, dobles, comparsas y meritorios. Operadores de cámara, cine, televisión y vídeo. Humoristas, caricatos, etc. . Indicar en todo caso, que el equipo dirigido por la profesora Gracia no ha incluido dentro de su estudio las actividades vinculadas a la actividad turística, ni la vinculada a las actividades de software como parte integrante del sector de la cultura y el ocio, La inclusión (a nuestro juicio totalmente procedente) de dichas áreas de actividad, de gran crecimiento en la economía nacional, aumentaría de forma considerable los resultados obtenidos y evidenciaría con mayor nitidez el enorme peso que el sector cultural está adquiriendo desde el punto de vista de la economía y empleo. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 3017 3018 3019 3021 3022 3031 3032 3033 134 Apuntadores y regidores. Artistas de circo. Otras actividades relacionadas con el cine,le teatro y el circo. Directores coreográficos. Bailarines. Maestros directores de música. Intérpretes de instrumentos musicales. Cantantes Actividades de tipo II Código IAE 1475 1493 1769 1973 1962 1963 1967 1982 Actividad Actividades anexas a las artes gráficas. Laboratorios fotográficos y cinematográficos. Otros servicios de telecomunicación. Servicios fotográficos, máquinas automáticas, fotográficas y servicios de fotocopias. Distribución de películas cinematográficas y vídeos. Exhibición de películas cinematográficas y vídeos. Instalaciones deportivas y escuelas y servicios de perfeccionamiento del deporte. Tómbolas y espectáculos de ferias, apuestas, loterías y otros. Actividades de tipo III Código IAE Actividad 1393 Fabricación de instrumentos ópticos y material fotográfico y cinematográfico. 1351 Fabricación de aparatos y equipos de telecomunicación. 1355 Fabric. de reproductores, recepción y registro de sonido e imagen. 1471 Fabric. de pasta papelera. 1472 Fabric. de papel y cartón. 1473 Transformación de papel y cartón 1494 Fabricación de juegos, juguetes y artículos de deporte. 1492 Fabric. De Instrumentos de música. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 135 4.6.a.Análisis de los datos A partir del análisis de los datos aportados por los dos informes ya referidos ( y que se deben tomar con cierta precaución la no haber trabajos posteriores), a continuación se aportan diversas informaciones de interés para nuestro estudio, entre ellas: El valor añadido bruto del sector cultural español; el nivel y tipo de empleo que generan las empresas culturales existentes; el número de dichas empresas y su volumen de ventas; el volumen de intercambios de productos y servicios culturales y, por ultimo, una comparación de tamaño con otros sectores económicos y productivos nacionales. 1. El valor añadido bruto generado por la Industria del la Cultura y el Ocio en España alcanza en 1997 más de 19.000 millones de euros (unos 11.000 millones en términos constantes). Es preciso destacar la participación del sector privado en la creación de ese valor añadido bruto total ya que alcanza un 92%, frente al 8% que genera el sector público. La contribución de la Industria de la Cultura y el Ocio al Producto Interior Bruto de la economía española presenta una evolución creciente y sostenida en el periodo analizado. En 1997, esta contribución al PIBpm asciende al 4,5%. Centrándonos en el ámbito privado, para el año 1997, las actividades directas relacionadas fundamentalmente con los procesos generadores de derechos de propiedad intelectual (tipo I) alcanzan el 27% del VABpm generado por este sector; las indirectas relacionadas con el uso y distribución de estos bienes y servicios (tipo II) que se trata, recordamos, de las actividades relacionadas con la difusión y distribución de bienes y servicios culturales y de ocio,. representan el 63%, y, por último, las indirectas relacionadas con la fabricación de los medios físicos necesarios para la materialización de las actividades culturales y del ocio (tipo III) suponen el 9,7%. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 136 Participación por actividades en el VABpm del sector cultural (en %) 100% 80% 60% Act.Tipo I Act. Tipo II 40% Act. Tipo III 20% 0% 1993 1994 1995 1996 1997 Fuente: Agencia Estatal de Administración de Tributos. 2000 Estos comportamientos específicos de cada tipo de actividad muestran en general la sensibilidad de las actividades de carácter cultural a las coyunturas económicas del momento; especialmente su vigor al calor de las fases económicas alcistas, donde la interdependencia de los tres tipos de actividades genera un efecto multiplicador y expansivo importante. Respecto al VABpm generado por el sector público, los dos sectores que lo constituyen presentan unas participaciones respectivas que suponen el 16% para la Administración Central y un 84% para la Administración Territorial. Esto confirma el fuerte crecimiento experimentado en los últimos años por los servicios culturales de carácter público en las administraciones más cercanas a los ciudadanos. • Nivel de empleo cultural. El número de asalariados en el período considerado, ha pasado de 516.569 trabajadores en el 92, hasta los 705.156 en el 97 (de los cuales 648.802 se encuentran empleados en el sector privado y 56.354 en el sector público; es decir: un 92, 1 % frente a un 7,9%, lo cual viene a desmentir la El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 137 generalizada opinión de que la mayor parte del empleo cultural en nuestro país se genera desde las administraciones públicas. La evolución de esta variable ha sido muy positiva, experimentando un crecimiento medio interanual del 6,7% desde 1992 hasta 1997, hasta alcanzar un 34,8%, en total durante el período analizado, porcentaje de crecimiento bastante superior a la media del resto de los sectores económicos durante ese mismo período que fue de un 6,9%. Así, la contribución al empleo del sector cultural español ha pasado del 6,20% en el año 92 al 7,81% en el 97. Con respecto a la distribución territorial del empleo cultural, y sirviéndonos de los datos procedentes del trabajo coordinado por Enrique Bustamante24 sobre seis comunidades autónomas, se pueden observar algunas dinámicas: Respecto al % de asalariados del campo cultural sobre el total de la media nacional, resulta clara la pujanza de Madrid (29,8%) y Barcelona (24,2%), que supone un 21,2% y un 12, 6% respectivamente sobre la media nacional, cifrada en un 8,6 %. Por otro lado, hay dos comunidades autónomas25 que son Valencia (8,0 %) y Andalucía (8,3%) que se sitúan o están a punto de alcanzar dicha media nacional. 24 . “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. Enrique Bustamante (coord.) Editorial Gedisa. 2002. 25 . Suponemos que la situación en otras que no constan en el citado trabajo como es el caso del País Vasco donde se percibe una gran pujanza del sector cultural en los últimos años es, incluso, superior a la media nacional. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 138 Asalariados del sector cultural en algunas regiones. /1997. Asalariados Asalar S/total Asalar s/as En sector España Regional Madrid 251.756 29,8 16,9 Catalunya 204.352 24,2 11,6 Valenciana 66.986 8,0 6,5 Andalucía 68.710 8,3 4,79 Galicia 30.823 3,6 5,4 Extremadura 6.318 0,7 3,1 España 8,6 Fuente: “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. La distribución de los ocupados en actividades culturales, por nivel de estudios era, para el año 1999, según el Ministerio de Cultura la siguiente: Aproximadamente el 72 % de los trabajadores y trabajadoras del sector tenían, o estudios primarios (18%) o estudios medios (54%), y un 28 % contaban con estudios superiores. Desagregado por grupos profesionales, nos encontramos con que el mayor porcentaje con estudios universitarios está en el sector de actividades cinematográficas, audiovisuales y medios de comunicación en general (un 42%), y el menor (un 19 %) en los grupos de artes gráficas, reproducción, grabación y fabricación, así como en el apartado en el que se integran “otras actividades artísticas y de espectáculos”. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 139 Distribución porcentual de los ocupados en actividades culturales, por nivel de estudios. Año 1999 100% 80% 60% 40% 20% 0% TOTAL Estudios Primarios Actividades Edición y actividades cinematográficas y de de bibliotecas, vídeo, de radio y archivos, museos y televisión y de otras instituciones agencias de noticias. culturales. Estudios Medios Otras actividades artísticas y de espectáculos. Estudios Superiores Artes gráficas, reproducción de soportes grabados, fabricación de aparatos de imagen y sonido, y fabricación de instrumentos musicales. • Número de empresas culturales. En nuestro país han experimentado un crecimiento próximo al 38%, (crecimiento interanual medio del 6,7 %), pasando de 67.166 empresas registradas en 1992 hasta las 92.642 del 1997. A diferencia de las macro magnitudes previamente consideradas, la evolución de las empresas por tipos de actividades muestran un crecimiento significativo de las actividades directas (las de tipo I) en detrimento de las relacionadas con el uso y distribución (la de tipo II y III). Pese a ello, estas dos últimos grupos siguen concentrando el mayor número de empresas del sector . El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 140 • Las ventas de productos y servicios culturales. El sector cultural privado español realizó en 1997 ventas que superaron los 54.000 millones de euros, (33.000 millones en términos constantes) experimentando un crecimiento del 83,1% en euros corrientes (55,3% en constantes) desde 1992 hasta 1997. Con relación a la estructura de participación de las ventas por tipos de actividades, destaca la primacía de las actividades indirectas relacionadas con el uso y distribución (tipoII). • Los intercambios comerciales de bienes y servicios culturales y de ocio con el exterior, importaciones y exportaciones. Presentan valores crecientes desde 1993 hasta 1997, con un diferencial positivo a favor de las exportaciones. El sector con mayor potencial exportador es el editorial, con una enorme pujanza en los mercados latinoamericanos, Francés y norteamericano. Apreciándose un saldo marcadamente negativo en las actividades relacionadas con el sector audiovisual. Se constata también un significativo incremento del número de empresas culturales exportadoras, ya que en cuatro años se han multiplicado por 1,9, pasando de 3.271 en el 93, a 6.219 en el 97. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 141 Comercio exterior de productos culturales, por tipo de producto. Año 1999 Instrumentos Musicales Artes Plásticas Libros y Publicaciones Periódicas Audiovisuales -400 -300 -200 -100 0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 (millones euros) Saldo Exportaciones Importaciones Fuente: “Las cifras de la Cultura. Estadísticas e indicadores”. Ministerio de Educación y Cultura.2002 Evolución del comercio exterior de productos culturales (millones euros) 1400 1200 1000 800 600 400 200 0 -200 -400 -600 1991 1992 1993 1994 Importaciones 1995 1996 Exportaciones 1997 1998 1999 2000 Saldo Fuente: “Las cifras de la Cultura. Estadísticas e indicadores”. Ministerio de Educación y Cultura.2002 El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 142 • Comparación por sectores. La importancia relativa de la Industria de la Cultura y el Ocio debe contrastarse comparando su aportación al PIBpm con las que realizan otros sectores o industrias relevantes de la actividad económica. Así, de acuerdo con los datos de la Contabilidad Nacional, para el último año publicado por el Instituto Nacional de Estadística, (1995), se constata que el sector cultural ocupa la sexta posición, habiendo superado en este año sectores económicos tan significativos como la producción de energía eléctrica y los productos petrolíferos. Hay que resaltar que esta comparación es solo una aproximación, ya que la contribución de la cultura al PIBpm se ha estimado a través de fuentes fiscales por no estar recogido su VABpm en la Contabilidad Nacional, a diferencia del resto de los sectores considerados. Esto implica que el colectivo empresarial comparado no es homogéneo siendo inferior en el caso de la cultura, con lo que resulta así minimizada su aportación respecto al resto de los sectores considerados por la CNE. Por tanto, utilizando las fuentes fiscales publicadas por el Instituto de Estudios Fiscales para todos los sectores, se puede constatar que la posición que ocupa la Industria de la Cultura y el Ocio española mejora notablemente, pasando a ocupar la cuarta posición. En cualquier caso, en ambas comparaciones la Industria de la Cultura y el Ocio supera otros sectores relevantes de la economía, además de los anteriormente indicados, como son: transportes, productos textiles, productos químicos y vehículos entre otros. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 143 % de Valor Añadido por Sectores Sectores INDUSTRIA DE LA CULTURA Y EL OCIO INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA ENTIDADES DE CREDITO Y SERV. FINANC TRANSPORTE AÉREO, MARÍTIMO Y FLUVIAL TRANSPORTE TERRESTRE RESTAURACION Y HOSTELERIA EDIFICACIÓN Y OBRAS PÚBLICAS PRODUCTOS TEXTILES BEBIDAS Y TABACOS VEHICULOS AUTOMÓVILES Y MOTORES PRODUCTOS FARMACEUITICOS PETROQUÍMICA, QUIMICA BÁSICA ETC ENERGIA ELECTRICA, GAS Y VAPOR DE AGUA 0 5 10 15 % de valor añadido Fuente: Elaboración propia (2003) Resumen de la evolución de algunas variables relevantes del sector cultural privado español. 1992 1993 1994 1995 1996 1997 67.166 80.929 84.854 85.709 89.871 92.642 Asalariados 516.569 527.333 573.075 608.452 642.139 702.156 Empresas Empresas exportador. N.D. 3.271 3.776 4.982 5.691 6.219 Contribución al P.I.B. 3,10 % 2,43% 2,58% 2,94% 3,27 % 4,46 % Contribución al empleo 6,20 % 6,60% 7,18% 7,34% 7,47% 7,81% Fuente: Elaboración propia. (2003) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 144 4.6.b. Un intento de análisis comparativo. La Industria cultural en EEUU. Gran Bretaña y España. Algunos datos. Al objeto de tratar de establecer una base comparativa que nos permita situar el empleo del sector cultural español en relación con otros países, vamos a contrastar los datos ofrecidos por investigaciones que recientemente se han realizado sobre la importancia de la Industria de la Cultura y el Ocio en otros países como Estados Unidos y el Reino Unido. Concretamente, los informes Copyright Industries in the U.S.. Economy (1997), y The Creative Industries Mapping Document (1997) en el Reino Unido, realizado éste por el grupo asesor del gobierno, Creative Industries Task Force. Antes de nada resulta conveniente resaltar las analogías y las diferencias encontradas entre los trabajos mencionados. En este sentido destaca como denominador común a los tres trabajos el problema de definir y delimitar la Industria de la Cultura y el Ocio, así como la falta de fuentes estadísticas oficiales. El resultado de estas limitaciones es la dificultad de realizar comparaciones precisas entre países. Así, el trabajo realizado para EE.UU.: Copyright Industries in the U.S. Economy, Economists Incorporated (1999), considera que la industria de la cultura está integrada por cuatro grupos de industrias, definidos de la forma siguiente: • • • Las actividades que configuran lo que estos autores denominan núcleo, y que son aquellas que crean o producen bienes sujetos a copyright Industrias parciales, que son aquellas en las que solo una parte de lo que producen está sujeto a copyright . (Tanto las actividades núcleo como estas otras parciales se asimilarían a las encuadradas en el Tipo I en el caso de las industrias culturales españolas) Industrias de distribución. Se incluyen en esta categoría aquellas que distribuyen bienes sujetos a copyright a empresas y consumidores. (Equivaldrían a las actividades de Tipo II) El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. • 145 Industrias relacionadas que producen y distribuyen productos que son usados en su totalidad o en su mayoría conjuntamente con bienes sujetos a copyright. (Se trataría de las incluidas en el Tipo III). En el trabajo realizado para el Reino Unido, The Creative Industries Mapping Document , se define la industria de la Cultura y el Ocio como aquellas actividades que tienen su origen en la creatividad individual, destreza y talento para crear riqueza y trabajo, a través de la generación y explotación de la propiedad intelectual. Esta industria está integrada por un conjunto de actividades que van desde las artes (teatro, cine, música) y los productos de consumo (arquitectura, diseño, diseñadores de moda) hasta los medios electrónicos y digitales (radiodifusión, transmisión de televisión y software). Contrastando los resultados que ofrecen ambos estudios, con los manejados anteriormente para la industria cultural española, resulta evidente que las respectivas contribuciones de la Industria de la Cultura y el Ocio en estos dos países son superiores. En el año 1995, estas participaciones fueron del 5,6% en EE.UU. y del 4% en el Reino Unido, frente al 2,9% en España según el Informe de la Fundación Autor.. Si es necesario indicar a la luz de estos datos, que esta comparación ha de tomarse con cierta cautela, puesto que tanto la delimitación de las actividades culturales como las fuentes de información no son homogéneas, y además, se observa también un mayor ritmo de crecimiento en la participación de la industria cultural española en la economía nacional. Los resultados obtenidos correspondientes a la contribución de la cultura al PIBpm de las economías de España y EE.UU. (trabajamos solo con ambos países ya que se puede disponer de series de datos más amplias), se muestran en el siguiente cuadro , en el cual se observan dos cuestiones significativas. En primer lugar, se constata que en ambos países la Industria de la Cultura y el Ocio cobra cada vez mas importancia, aumentando de forma continuada su participación en el PIBpm desde 1992 hasta 1997. Así en España se eleva desde el 3,1% al 4,6%, y en EE.UU., del 5,62% al 6,53%. La excepción la El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 146 constituye el año 1993, donde la crisis económica generalizada afectó sensiblemente a dicha industria. En segundo lugar, se destaca el mayor ritmo de expansión de esta industria en la economía española, cuya participación en el PIBpm ha experimentado un crecimiento interanual medio de un 7,6% frente al 3,01% observado en la economía americana para el mismo período. Contribución del valor añadido de la Industria de la Cultura y el Ocio al PIBpm de las diferentes economías. (en %) País 1992 1993 1994 1995 1996 1997 España 3,10 2,43 2,58 2,94 3,27 4,46 EE.UU. 5,62 5,45 5,51 5,62 5,68 6,53 Reino Unido N.D. N.D. N.D. 4,0 N.D. N.D. Fuentes: Elaboración propia con datos procedentes de Economists Incorpored (1999), Creative Industries Task Force (1997), y el informe “La industria de la Cultura y el Ocio en España”. Su aportación al PIB (1993-1997). Otro dato relevante es el del empleo del sector cultural. Según el estudio The Creative Industries Mapping Document, la industria cultural generaba en Gran Bretaña en 1995 un 5% del total de los puestos de trabajo. (5,2 % en EEUU y 7,34 % en España según el informe ya mencionado, situándose nuestro país por encima de ambos en cuanto a este indicador. En el siguiente cuadro se pone de manifiesto el crecimiento continuado de la participación del empleo cultural en el empleo nacional. Así, en España, esta participación pasa de un 6,20% en 1992 a un 7,81% en 1997, lo que supone un crecimiento interanual medio del 4,7%. En El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 147 EE.UU., este porcentaje pasa de un 4,72% a un 5,3% en el mismo periodo, lo que implica un crecimiento interanual medio del 2,3%, lo cual nos permite ver (si lo sumamos a otras evidencias que se han ido constatando a lo largo de este trabajo) que el potencial de crecimiento del empleo en el sector cultural español tiene aún un largo recorrido. Contribución del empleo de la Industria de la Cultura y el Ocio al Empleo nacional de las diferentes economías. (En %) País 1992 1993 1994 1995 1996 1997 España 6,20 6,60 7,18 7,34 7,47 7,81 EE.UU. 4,72 4,77 4,81 5,02 5,15 5,30 Reino Unido N.D. N.D. N.D. 5,00 N.D. N.D. Fuentes: Elaboración propia con datos procedentes de Economists Incorpored (1999), Creative Industries Task Force (1997), y el informe “La industria de la Cultura y el Ocio en España”. Su aportación al PIB (1993-1997”. CUADRO RESUMEN La inversión cultural forma parte de las estrategias de desarrollo socioeconómico regional al convertirse en un importante factor de localización de actividades. Actualmente, el sector cultural empieza a ser concebido como un ámbito directamente productivo, pero también como un escaparate de atracción de inversiones, como se demuestra en los diferentes ejemplos de ciudades españolas mostrados. Por su parte, los últimos datos sobre consumo y demanda cultural en España muestran un panorama en el que los gastos de los hogares se centran de forma creciente en las actividades culturales de índole privada y, fundamentalmente, las vinculadas a equipamientos tecnológicos, en detrimento de los espectáculos y propuestas de naturaleza pública y carácter colectivo. Es aquí donde se encuentran los principales retos de las administraciones y del sector privado: en la mejora de los vínculos entre cohesión social, participación y cultura, a través de iniciativas que enfatizen su función cívica, y estrategias culturales que articulen el territorio local, El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 148 dando soporte y fomentando las prácticas asociativas y relacionales a partir de equipamientos de proximidad. Con relación al papel de la administración pública para el estímulo de la industria cultural privada, están comenzado a surgir nuevas formas de apoyo y cooperación en las que, el tradicional concepto de subvención (con todas las connotaciones de clientelismo y paternalismo que van ligadas al mismo) se sustituye por el de préstamo /inversión, y el nivel de relación administración pública / iniciativa privada adquiere un mayor grado de madurez y compromiso. El empleo en el sector cultural comienza a basarse en el desarrollo de organizaciones y empresas privadas que van configurando un mercado real; de oferta (más diversificada, racionalizada y segmentada) y de demanda (más amplia, menos concentrada y con mayor predisposición al pago). Por otro lado se empiezan a implantar diversas fórmulas y modelos de gestión de los servicios culturales públicos (Concesión, Gestión Interesada, Concierto), que significan diferentes formas de implicación y responsabilidad público / privada, y que están suponiendo una modificación sustancial con respecto al tipo de servicios y dinámica de relación con las demandas ciudadanas de carácter cultural. En cuanto al peso económico del sector cultural español, indicar que actualmente supera en importancia a otros sectores relevantes de la economía nacional como son: transportes, productos textiles, productos químicos y vehículos entre otros; ocupando la cuarta posición, tan solo por debajo de la Banca, el sector de la Construcción y el de la Energía. Esto representa aproximadamente una aportación del 4,5% al Producto Interior Bruto, con una contribución al empleo que ha pasado del 6,20% en el año 92 al 7,81% en el 97, y un crecimiento interanual medio en el número de empresas próximo del 6,7 %, hasta alcanzar más de 100.000 en el año 2000. Como características del sector, se puede observar una tendencia a la concentración en grandes grupos empresariales de todos los segmentos de actividad, como respuesta a los procesos de globalización económica, y a la necesidad de alcanzar economías de escala que permitan la conquista (o defensa) de cuotas de mercado frente a los grandes grupos multinacionales. En ese sentido, nuestro sector cultural supone un importante foco de exportación de productos hacia el mercado latinoamericano, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Bélgica y Japón, fundamentalmente. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 149 5. Bibliografía de referencia. El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local. 150 6- Bibliografía de referencia. • “Anuario SGAE de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales”, Madrid, Fundación de Autor, 2002. • “Anuario Social de España”. 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Las propuestas que planteamos en el sexto capítulo surgen a partir de los factores más relevantes identificados en los diagnósticos realizados en los once municipios por parte de los respectivos paneles de expertos locales. Con ellas queremos dar respuestas factibles a los principales obstáculos y retos que dichos municipios manifiestan. En ese sentido, no se trata de propuestas cerradas (ni se pretende que todas ellas sean implementadas en todos los municipios), sino de materiales para el debate interno dentro de la Agrupación Cultur@civitas. Es decir, proponemos abrir, a partir de aquí, un proceso de feedback que permita contrastar el grado de coherencia y posibilidad de puesta en marcha de las propuestas en los respectivos marcos locales, y su encaje en las acciones que están previstas dentro del proyecto a partir de ahora. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 158 6. Cultura y ciudad del conocimiento. Propuestas y recomendaciones de intervención desde la escala local. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 159 6. Cultura y ciudad del conocimiento. Propuestas y recomendaciones de intervención desde la escala local. “Las culturas regionales han de ser conscientes que su futuro depende de su capacidad para representar y recrear con medios tecnológicos, industriales y creativos su propio espacio. Y eso significa, ante todo, objetivos, inversión, formación, medios, calidad, competitividad y producción propia, desde una política cultural definida con unas metas precisas.” Ramón Zallo. “Políticas culturales Territoriales: una experiencia rica pero insuficiente”. En “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España. Ed. Gedisa. 2002. Las ciudades europeas se enfrenta a un doble reto: por un lado, ser más competitivas en el mercado; por otro, garantizar un entorno más habitable y equitativo para sus habitantes. Probablemente sea el concepto de Ciudad del Conocimiento el que mejor se ajuste a esa doble aspiración de conciliar un entorno local productivo y competitivo, con una calidad urbana autosostenible a la que las actividades y recursos culturales contribuyen de forma determinante. Una “Ciudad del Conocimiento” será aquella que diseñe sus políticas públicas sectoriales sobre la base de los siguientes principios: • • • El conocimiento es la fuente principal de valor añadido, tanto en la producción como en las relaciones sociales. El conocimiento es información procesada y estructurada de forma que sea socialmente útil y práctica. La vida y la economía de la ciudad pueden llegar a ser básicamente y mayoritariamente conocimiento. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 160 Reconociendo que estamos solamente en la fase inicial y embrionaria de esa construcción de la “Ciudad del Conocimiento”, las estrategias locales para favorecer su concreción deberán incidir en la territorio local como: Espacio para el desarrollo del sistema cultural. Entorno educador y de aprendizaje y formación continua. Ámbito de comunicación, concertación y circulación de flujos e intercambios. Espacio urbanísticamente adaptado para la diversidad, la pluralidad y la convivencia. Espacio que posibilita la lucha contra la brecha y la exclusión social. En definitiva, se trata de apostar por la conversión de la ciudad en un “territorio culturalmente inteligente” a partir de diez ámbitos de intervención que recogen, de forma agrupada y ordenada, las múltiples propuestas para superar los obstáculos existentes en la escala local. Estas propuestas han sido aportadas por los diversos paneles y mesas de expertos que contribuyeron a los respectivos análisis y diagnóstico del sector cultural realizados en los 11 municipios que se integran en el proyecto Cultur@civitas y cuyos resúmenes se incluyen en un documento anexo. Los ámbitos de actuación que agrupan las diversas propuestas son los siguientes: 1. Nuevas formas de gestión de equipamientos. 2. Coordinación. 3. Marketing de ciudad. 4. Gestión del Patrimonio cultural. 5. Diseño de nuevos productos y servicios culturales. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 6. Inversión y Financiación cultural. 7. Implantación de NTICs en el ámbito cultural. 8. Formación cultural. 9. Creación de demanda cultural y mejora de la participación ciudadana. 10. Igualdad de Oportunidades en el ámbito cultural. •Instrumentos y estructuras de soporte. Recomendaciones a escala provincial y regional. 161 Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 162 6.1. Nuevas formas de gestión de equipamientos . La lógica del “equipamiento” por encima de la centrada en los “contenidos” ha resultado perniciosa para la buena gestión de innumerables infraestructuras culturales en España. La ausencia de análisis previo sobre las necesidades ciudadanas (en términos de objetivos e impactos, y la proporción entre medios y fines) ha provocado el que muchas de estas infraestructuras, con el paso del tiempo hayan sufrido una modificación sustancial de sus objetivos iniciales y que, en muchos casos, finalmente su actividad cotidiana tenga poco que ver con el ámbito cultural. En este momento las actuaciones culturales más exitosas parten de una lógica de “proyecto” previo, mediante la vertebración del espacio urbano a través de equipamientos que doten de nuevas centralidades a los barrios; equipamientos que cuentan con un riguroso análisis de viabilidad económica, y para cuyo funcionamiento y gestión se asegura la implicación de entidades e instituciones del propio territorio, mediante la aplicación de nuevas fórmulas jurídicas y modelos de acuerdo que restan peso a lo burocrático. Nos encontramos ante un nuevo escenario en el que hablar de mejora en el nivel de actividad de los servicios culturales públicos, pasa por definir un marco de cooperación en el que se ha de contar con la participación de otros actores. Existe un numero creciente de experiencias y modalidades de gestión privada de equipamientos públicos que van desde la privatización de la tarea (gestión indirecta, concesiones de servicios públicos a entidades) hasta la de la función (el sector público abandona un área de intervención que considera puede o debe ser cubierto por la iniciativa privada). En todo caso se trata, eso si, de huir de determinadas prácticas “privatizadoras” que ni refuerzan el servicio público ni fortalecen la consolidación de un tejido empresarial cultural. Para ello es preciso tener en cuenta que el sector público debe jugar un papel determinante en la preservación del interés general, concentrando sus esfuerzos en apoyar aquellos servicios culturales que el mercado provee a precio de exclusión, optando por la provisión directa u otras fórmulas de gestión para dichos servicios. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 163 En este contexto, serán funciones del sector público la planificación, la coordinación, el control de calidad y la evaluación de los resultados; mientras que el rol de las entidades asociativas y el sector cultural privado será el de gestionar los servicios, participando en el diseño de su planificación y programación. Propuestas: • • Elaborar un Mapa de los Recursos Culturales Locales con un análisis preciso de su localización, potencialidades y nivel actual de aprovechamiento. Dicho mapa permitirá disponer de información operativa para la toma de decisiones con respecto a la planificación de actividades, estrategias de coordinación, análisis de necesidades, frecuencia de uso, tipología de usuarios etc. Poner en marcha una experiencia de gestión delegada en un equipamiento cultural municipal. Se trataría de elegir, a partir del Mapa de Recursos Culturales Locales, un equipamiento cultural de proximidad para plantear una experiencia piloto de integración de una entidad cultural privada en la gestión de un servicio cultural público. Dos cuestiones previas y fundamentales para impulsar una experiencia de éste tipo serán; por una lado, la definición de los contenidos del equipamiento y por otro, la definición del tipo de modelo de gestión. Para abordar ambas cuestiones, será necesario interrelacionar: - necesidades reales (evaluadas y bien definidas) - demandas claras (prospectadas y cuantificadas) - intereses (múltiples y a veces confrontados) - problemáticas (grados de colaboración y cooperación). La puesta en marcha de una experiencia piloto como ésta, requerirá, como mínimo, tener en cuenta las siguientes condiciones: Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 164 - Que se delimite con precisión la actividad objeto de la concesión, y que ésta se desarrolle de forma coherente. - Que el proyecto cuente con el asesoramiento de equipos de expertos cualificados. - Que se evalúe y cuantifique el costo real de los servicios y actividades, con objeto de decidir qué parte de dicho coste se traslada a los usuarios. - Que su gestión se realice con transparencia, rigor y libertad y por parte de profesionales. - Que en la atención al público se establezcan pautas para el análisis permanente de la satisfacción de las demandas. - Que atienda la formación del espectador en los nuevos factores y comportamientos artísticos y culturales. Otros aspectos de carácter práctico que resulta preciso resolver en un proceso de este tipo son: La duración del acuerdo, el control y coordinación de las actividades; la política laboral; la propiedad intelectual e industrial; la imagen de las partes y los aspectos fiscales y de capacidad de contratación, etc. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 165 6.2. Coordinación (Creación de Estructuras. Trabajo en red. Concertación.). De la lectura de los diagnósticos de los municipios integrados en Cultur@civitas se desprende una necesidad común que es, a su vez, una de las principales demandas actuales de los servicios públicas y de las industrias culturales: la mejora de su articulación, como mínimo en cuatro direcciones: - La conexión entre creación, empresa y los agentes que los representan. Es decir, el establecimiento de acuerdos o redes que favorezcan la existencia de sinergias verticales (creación, producción y difusión). - La interrelación entre el conjunto de los sectores culturales (artes plásticas, artes escénicas, música, libro, audiovisual, multimedia, etc.); dicho de otro modo, la búsqueda de sinergias horizontales. - Las conexiones territoriales –desde la perspectiva comarcal, regional, estatal o internacional. - La conexión del ecosistema cultural con otros sistemas cercanos– educativo, social, medioambiental. etc. Para que la iniciativa pública pueda gestionar mejor las políticas culturales locales, se hace preciso, por tanto, establecer una nueva relación entre las instituciones y la sociedad, basada en la subsidiariedad, la proximidad , la contractualidad, y la definición de nuevas formas de cooperación. Esto significa que las organizaciones culturales deben reducir su aislamiento, a partir de su participación en entornos organizativos dinámicos. Los ejemplos de trabajo en red en el campo de la cultura son numerosos y están suponiendo una dinámica de conocimiento y madurez por parte de las organizaciones y entidades que en ellos se integran. En términos prácticos, las redes culturales son maneras efectivas de compartir información y Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 166 recursos, y aprender de la experiencia del otro. Pueden prevenir a sus miembros del desgaste económico que significa la duplicación del trabajo, facilitando la coproducción de eventos, y productos que de manera aislada, probablemente ninguna entidad podría cometer. Estas redes se entrecruzan y fertilizan de forma progresiva, pudiendo hablarse en este momento de un movimiento “reticular” que vincula a través de múltiples proyectos, a regiones con ciudades, empresas culturales, instituciones públicas y entidades de economía social. Propuestas: Con el fin de mejorar la concepción de la actividad cultural como un elemento transversal de la gestión local, y para romper con una imagen excesivamente compartimentada y rígida por parte de otros departamentos y servicios municipales proponemos dos medidas: • • Creación de un Foro de encuentro de carácter estable que permita aumentar la coordinación e interrelación entre departamentos y servicios municipales directa o indirectamente vinculados a la acción cultural local (escuela taller, agencia de desarrollo, centros culturales, centros e instalaciones deportivas; centros educativos, concejalías de participación ciudadana, turismo, mujer, juventud, medio ambiente, turismo, festejos, economía...). El objetivo de este foro sería estructurar un sistema para compartir información de manera regular que permita, posteriormente, diseñar y desarrollar proyectos culturales conjuntos. Puesta en marcha de un Pacto Cultural Local. La consecución de objetivos pocas veces pasa por una sola organización; la gruesa red de agentes culturales que interactúan en un mismo entorno, exige una cultura del acuerdo que se debe articular en forma de contratos en un sentido amplio. En consecuencia, se propone la creación de un “Pacto Cultural Local” a modo de contrato-marco entre el conjunto de agentes culturales de la ciudad para trabajar con lógicas comunes. Este Pacto debe dar lugar a múltiples acuerdos que cedan el Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 167 protagonismo más a los objetivos comunes que a las organizaciones. Algunas veces ese pacto deberá producirse entre instituciones públicas (en los paneles de expertos llevados a cabo en los diferentes municipios, muchos profesionales reclamaban más coordinación e integración entre el conjunto de políticas públicas culturales), otras veces entre entidades privadas, y en la mayor parte de las ocasiones entre entidades públicas y privadas. Un Pacto Cultural de esas características posibilitaría: En el ámbito local: • • La exploración de nuevas vías de cooperación con otras administraciones, organismos y entidades públicas susceptibles de financiar y coproducir proyectos culturales locales. El trabajo en red de los emprendedores y entidades culturales privadas al objeto de obtener economías de escala en la coproducción de eventos, espectáculos y productos culturales. En la escala regional y nacional: • La creación de canales culturales entre diferentes municipios de dos tipos: mancomunando servicios, o creando redes de contratación conjunta que abaraten los precios. • La articulación de circuitos expositivos, de espectáculos teatrales, musicales, etc. A su vez, la puesta en marcha en los diverso municipios integrados en Cultur@civitas de un Pacto Cultural Local daría lugar a la articulación de una potente red que repercutiría de forma notable sobre la vida, la circulación y los intercambios de los productos culturales locales generados en cada uno de los 11 municipios. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 168 6.3. Marketing de ciudad. (Estrategias de comunicación y mejora de la visibilidad.). El mundo es cada vez más una red de ciudades y municipios entre los que pueden coexistir dinámicas de cooperación y, al mismo tiempo, de competencia. En ese escenario dual, la cultura se ha convertido en uno de los elementos fundamentales para aportar visibilidad a la ciudad en un contexto cada vez más global. La proyección externa de cualquier ciudad se basa en la imagen que tiene en el mundo; en la calidad de algunas de las producciones y acontecimientos culturales que en ella se organizan; en los modelos seguidos para la gestión de su patrimonio cultural; en la estructuración de los procesos de intercambio y de coproducción con agentes de otras ciudades, y en la experiencia que la ciudad tiene como lugar de encuentro y transacción. Las actuaciones que, bajo nuestro punto de vista, deben seguir las ciudades integradas en Cultur@civitas, tienen que ver con la creación de espacios y canales de distribución y promoción de la cultura hecha en la propia ciudad. También con el hecho de desarrollar producciones culturales conjuntas con otras ciudades; con la atracción de inversiones, creadores y contenidos culturales de otros territorios; con la proyección internacional de sus propios acontecimientos y eventos culturales, y con la coordinación para aprovechar las sinergias entre el sector cultural y el turismo y el medio ambiente. Propuestas • Puesta en marcha de un programa de creación de identidad y promoción exterior del municipio con el patrimonio y la actividad cultural como eje temático. Se trata de definir una imagen que identifique y distinga al municipio de otros destinos similares, singularizando la oferta a partir de su vinculación con una serie de imágenes / fuerza. Con esta actuación se podría generar una imagen de identidad que conectara todas las características culturales Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 169 del municipio (patrimonio y recursos culturales, infraestructuras, fiestas, eventos, tradiciones, artesanía, producciones musicales y escénicas, etc.) de cara a los mercados exteriores. • Creación de una red de intercambios de producciones y actividades entre las ciudades integradas en la agrupación Cultur@civitas. La apertura a los mercados exteriores es una condición básica para la mejora de la competitividad de las industrias culturales locales. Para ello resulta preciso que las políticas de promoción exterior vayan más allá de la proyección de la cultura propia, y concedan un creciente protagonismo al intercambio cultural, a la participación en coproducciones, a la presencia de las empresas culturales locales en los mercados y ferias exteriores, o a la celebración en el propio municipio de eventos y festivales de carácter nacional e internacional. Se propone para ello, la articulación de los Pactos Culturales Locales en un sistema de red nacional. Esto permitirá dotar de continuidad a las actuaciones impulsadas por la Agrupación de Desarrollo creada para la gestión de Cultur@civitas. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 170 6.4. Gestión del Patrimonio Cultural. El poso cultural de las ciudades y municipios se expresa en elementos materiales –colecciones, museos, edificios, urbanismo, etc.– e inmateriales –formas de vida, uso de la calle, la fiesta, las tradiciones, etc. La ciudad debe ser capaz de valorar este patrimonio como mejor garantía de expresar singularidad en un contexto cada vez más global. La propia UNESCO reconoce las vastas posibilidades que ofrece el turismo cultural a las ciudades, pero también advierte de que hay que abordarlo en el marco de una estrategia global, en virtud de la cual se establezcan mecanismos que permitan a la población local extraer del turismo "beneficios económicos y un sentimiento de satisfacción, es decir, empleos, ingresos y orgullo de lo propio. Las autoridades nacionales o locales deben sacar provecho de los recursos del patrimonio cobrando impuestos directos o indirectos y realzando su imagen y reconocimiento internacional" 1. En los últimos años, las inversiones en este terreno han sido muy importantes. La generación de nuevos museos, la mejora de equipamientos presentes en las ciudades que exigían una remodelación integral, en muchos casos a través de programas de Formación / Empleo como las Escuelas Taller o Casas de Oficios, las mejoras urbanísticas, etc, en muchos casos han comportado la recuperación de edificios de interés, lo cual ha supuesto un aumento considerable del patrimonio cultural local. Entre los retos indiscutibles en la gestión de este patrimonio de las ciudades para los próximos años están los siguientes: - En primer lugar, la necesidad de identificar con precisión el nivel de recursos con que se cuenta, y su potencial para el diseño de un sistema global que permita su puesta en valor. 1 “Culture, tourism, development: crucial issues for the XXIst century”, UNESCO/AIEST, Annals of Tourism Research, 1997. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 171 - En segundo, la necesidad de contar con recursos humanos y económicos especializados para llevar a cabo, con estándares de calidad, las funciones de conservación, interpretación, gestión y difusión de todos aquellos equipamientos y servicios del patrimonio cultural de interés. - En tercer lugar, los diagnósticos locales realizados por los diferentes municipios integrados en Cultur@civitas, en muchas ocasiones hacen referencia a un escaso aprecio por parte de los ciudadanos en relación al patrimonio local, y la necesidad de plantear actuaciones de sensibilización internas que se enfrenten a esa minusvaloración como factor previo a su promoción como recurso de atracción externa. Propuestas •Concebir un sistema /red para los equipamientos y servicios en el ámbito del patrimonio en la ciudad (La ciudad / Museo) mediante un conjunto de medidas que contribuyan a una gestión del paisaje urbano, entendiéndolo como patrimonio cultural colectivo que requiere un tratamiento como tal, y una tarea de descodificación de símbolos para poder transmitirlos de forma atractiva al conjunto de la colectividad. En ese sentido conviene indicar que diversas ciudades integradas en Cultur@civitas, o bien son Ciudades Patrimonio Universal de la Humanidad, o bien cuentan con elementos que han sido declarados como tales. Esta propuesta pasaría por articular un sistema de funcionamiento, a partir de una red específica, de todos los equipamientos vinculados al patrimonio cultural de la ciudad, aprovechando sinergias en los ámbitos de la comunicación y difusión de sus actividades; compartiendo recursos y coproduciendo eventos que puedan cubrir los diversos ámbitos a los cuales dirigen sus propuestas; dibujando nuevos proyectos adaptados al contexto contemporáneo y, en definitiva, contribuyendo a revalorizar el patrimonio Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 172 cultural de la ciudad como factor de atractividad, integrando en una lectura o narrativa común a todos los recursos. • Promover la vinculación de los elementos del patrimonio histórico municipal con la actividad cultural en vivo (conciertos, espectáculos teatrales, música, danza, rodajes y proyecciones cinematográficas...). Se trataría de abordar el aprovechamiento sistemático del potencial local, y la utilización de forma innovadora de las inversiones turísticas y en patrimonio cultural ya efectuadas, mediante un acceso regulado a iniciativas públicas y privadas para desarrollar actividades no específicamente ligadas a la conservación o interpretación. • Incrementar las relaciones de cooperación y desarrollo de programas conjuntos entre los operadores culturales y los agentes turísticos de carácter privado, para mejorar la difusión del patrimonio, el acceso a las manifestaciones de la cultura tradicional, y su coparticipación en todo tipo de espectáculos musicales y escénicos. • Mejorar la gestión de los museos, bibliotecas y archivos de la ciudad para su transformación en centros vivos de producción de saber y cultura. La concepción decimonónica de museos y bibliotecas almacén ha dado paso a un nuevo perfil desde el cual estos equipamientos se convierten en generadores continuos de conocimientos e interpretación del patrimonio que custodian. Los museos actuales deben concebirse desde su origen como foros de intercambio intelectual, como agentes activos en la generación de cultura viva, no simplemente como contenedores de sedimento histórico. Se trata, en definitiva, de abordar nuevas lecturas de sus fondos y contenidos con el objetivo de: Facilitar la diversión – y el estimulo de la curiosidad y el interés. Provocar preguntas y reflexiones. Favorecer el dinamismo social. Generar interactividad. Fomentar la interrelacion placer-conocimiento. •Favorecer la figura del “voluntario cultural” , a través del refuerzo del papel de las personas y entidades asociativas más comprometidas Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 173 con la defensa y promoción del patrimonio cultural y los equipamientos, cómo agentes difusores de la actividad cultural local a través de planes de formación para su apoyo como guías y acompañantes de grupos y visitas didácticas. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 174 6.5. Diseño de nuevos productos y servicios culturales. El sector cultural es un ámbito en el que, tradicionalmente, ha costado consolidar los proyectos y posicionarlos en el mercado una vez se supera la fase creativa inicial; y ello es así porque, en general, se trata de un sector atomizado, escasamente vertebrado y donde las estructuras y reglas de funcionamiento básico están por definir y desarrollar. El entorno en el que se mueven las actividades y servicios culturales de carácter privado, en general, está bastante desregularizado, viviendo en un proceso de permanente “semiprofesionalización”. Los mercados locales y regionales adolecen de una insuficiente dimensión; son bastante cerrados y muy dependientes de la administración, existiendo poca competencia real y escasos espacios para el debate y la reflexión común de los creadores y profesionales, aún cuando los problemas que les afectan (legislativos, financieros, laborales...) sólo se pueden solucionar a partir de reformas sectoriales. Por otra parte, la intangibilidad de los activos de la empresa cultural, y la dificultad de una valoración objetiva del talento creativo, principal activo de muchos proyectos, repercute negativamente en su acceso a otras fuentes de financiación que no sean las procedentes de las subvenciones públicas. Por ello, los intermediarios financieros y los potenciales inversores privados no perciben las industrias culturales como un sector de negocio claro y seguro. En relación a las diversas etapas que componen la producción cultural privada, se pueden realizar algunas consideraciones: Diseño y creación del producto cultural . A pesar de que la industria de contenidos y servicios son señalados de forma casi unánime como motores básicos para la generación de valor en el sector cultural, en España, generalmente, la administración solo se vincula en la fase de compra de productos ya realizados. Se trata de una dinámica donde la oferta precede normalmente a la demanda y no se comparten riesgos con los emprendedores. Es preciso invertir esa dinámica y prestar el apoyo desde la administración en las fases iniciales de los proyectos, dando un mejor uso a los recursos disponibles, y evaluando los Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 175 mecanismos de apoyo y financiación más adecuados para cada tipo de producto y proyecto. (ver línea 6.6. “Inversión y Financiación Cultural”) Promoción. Se trata de una fase fundamental para maximizar los resultados de la comercialización del producto cultural. Ésta comprende desde las acciones en publicidad, hasta el marketing directo, la promoción de las ventas (imagen corporativa y merchandising) y las relaciones públicas. El despliegue de estas funciones tiene una importancia creciente para la viabilidad de un producto cultural, lo que explica la necesidad de asignarle cada vez más recursos. Sin despreciar la importancia de la logística y la distribución, el gran reto actual consiste en captar la atención del usuario dada la sobrecarga informativa y la saturación de oferta a la que está sometido. Distribución. Una etapa clave para una buena comercialización del prodcuto cultural es la distribución. Esta va más allá de una eficiente estructura logística (a pesar de su gran importancia) y comprende las funciones de intermediación, la gestión de las relaciones con el mercado, y la localización de la oferta comercial. El control sobre los canales de distribución ha condicionado y condiciona la cuota de mercado de las empresas y de la producción cultural doméstica. El hecho de que la intermediación tienda a estar cada vez más concentrada en manos de los grandes grupos empresariales, y más centralizada territorialmente, no beneficia a una industria cultural de carácter local. Por esta razón, es necesario fortalecer las estrategias de vertebración de las redes de intermediación a escala domestica y regional, y fortalecer la estructura de los productores y vendedores minoristas locales y regionales. Propuestas Para la administración local. •Prestar apoyo a la reestructuración del sector, estimulando la concentración empresarial, facilitando la constitución de centrales de compra y la creación de redes asociativas, o favoreciendo la Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 176 coproducción intermunicipal y otras formas de cooperación público/privada como la gestión de servicios y equipamientos culturales. Otras formas de cooperación por parte de la administración local son: • El impulso a la mejora de las estrategias en marketing mediante el aumento de los recursos destinados a la promoción y comercialización de la producción cultural local. • La prestación de apoyo de aquellas estrategias supralocales que permitan la producción y distribución de productos culturales autóctonos, y que faciliten la creación de membranas y redes de transferencia entre los diversos actores implicados en la creación y producción cultural local y regional. (Ver propuesta de creación de un Pacto Cultural Local, línea de actuación 6.2. ). • La búsqueda de fórmulas de cooperación entre los diferentes agentes públicos que tienen responsabilidad en las políticas de promoción cultural exterior (Gobiernos Autónomos, Diputaciones, el Instituto Cervantes, el ICEX y el AECI, o los diferentes institutos de promoción turística), a fin de alcanzar una acción más eficaz en este campo. Propuestas para el sector cultural privado. • Plantear nuevas formas de organización del trabajo cultural, mediante la creación de consorcios, de grupos de empresas, cooperativas de segundo grado, uniones temporales de empresas, fusiones de empresas, etc. Esta situación deberá abordarse a corto plazo, sobre todo si tenemos en cuenta de que estamos hablando de un sector con una creciente necesidad de inversión en nuevas tecnologías para el desarrollo de sus proyectos, y unos márgenes de rentabilidad que acostumbran a ser bajos. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 177 • Lograr una representatividad ante de las administraciones como interlocutores de referencia. (nuevos proyectos, nuevos modelos de gestión, concursos públicos, convenios....) participando también en las mesas de negociación, tanto a nivel estatal, como a nivel de comunidades autónomas (elaboración de presupuestos, planes de fomento de la ocupación, formación continua, cámaras de comercio...) Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 6.6. 178 Inversión y Financiación cultural. (mecanismos para el estímulo a la creación y producción). Las posibilidades de dinamizar con éxito la producción cultural en la ciudad dependen en gran medida de la capacidad de atraer capitales para invertirlos en proyectos culturales innovadores. Paradójicamente, la tradicional dificultad de acceso del sector cultural a las fuentes de financiación tradicionales usadas por otros sectores de actividad económica, ha supuesto la búsqueda de formas innovadoras de financiación externa. Así, en Europa, algunas regiones y ciudades han aplicado un enfoque más interdisciplinar a la búsqueda de recursos para la actividad cultural: apoyo financiero directo o indirecto, exenciones fiscales, creación de fondos de inversión; capital / riesgo; financiación a través de loterías, emisión de bonos para la financiación de producciones, coproducciones entre ciudades. Otras fuentes de recursos indirectos que se están experimentando son las garantías y avales para créditos, y la posibilidad de ciertas ventajas fiscales. Todas estas fuentes complementan, aunque sea de una forma muy parcial, los recursos procedentes de la financiación interna –ingreso por venta del producto y autoexplotación del creador-, los ingresos por publicidad (muy dependientes de la coyuntura económica), las subvenciones a fondo perdido, o el patrocinio empresarial. Con respecto a la demanda cultural, es preciso señalar la importancia que están adquiriendo las estrategias de fidelización y promoción del consumo (abonos o clubes de subscriptores, cheques descuento), los sistemas automatizados de venta de entradas, o la ampliación de público gracias a la integración en los paquetes turísticos de actividades y propuestas culturales. Algunos de estos mecanismos para favorecer la demanda cultural, juegan también un importante papel en la desestacionalización de los recursos y en la mejora de la situación de tesorería de las pymes del sector. Propuestas El objetivo general de las propuestas siguientes es crear estrategias que fortalezcan a las pymes. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 179 • Poner a disposición de las empresas culturales emergentes, una línea de asesoramiento específico desde las Agencias de Desarrollo Local o departamentos de Promoción de Empleo que ayuden a evaluar el volumen y tipología de la inversión necesaria para dar respuesta a la demanda existente, así como elaborar un plan de tesorería y financiación viable. • Crear un Vivero de Empresas Culturales que de soporte a la emprendedores del sector. Se trataría de invertir desde el sector público, en diálogo con el sector privado, en la creación de un espacio habilitado para albergar a las diversas organizaciones y empresas del sector cultural. Esta propuesta de agrupamiento de las iniciativas culturales locales aportará densidad de relaciones e interacciones profesionales y empresariales, y permitirá aminorar la exportación de capital humano creativo desde la escala local a los grandes centros metropolitanos de creación y producción cultural (Madrid y Barcelona, fundamentalmente). • Transformar, en los ámbitos que sea posible, las subvenciones en préstamos reembolsables sobre la base de los ingresos y resultados de la actividad. Se trataría de reorientar las políticas de apoyo a las industrias culturales con el objetivo de favorecer a los procesos que faciliten su mejora competitiva, y la colocación de sus productos y servicios en los mercados en las mejores condiciones posibles. • Creación de una Agencia Regional para la Promoción de las Industrias Culturales. (*) • Puesta en marcha de un Fondo específico Regional para el Apoyo Financiero a las Industrias Culturales. (*) (*) Ver información en el apartado 6.11: “Instrumentos y Estructuras de soporte. Recomendaciones a escala provincial y regional”. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 6.7. 180 Implantación de NTICs (Nuevas herramientas, estrategias y productos en el ámbito cultural. Las NT como instrumentos de comunicación). La cultura contemporánea está influida por las tecnologías de la información y la comunicación hasta el punto de producirse un cambio de paradigma hacia lo que ya se reconoce como una "economía del conocimiento" y una "sociedad de la información" en la que los contenidos culturales se revelan como clave del negocio de las nuevas redes tecnológicas. En ese contexto, la aparición de nuevas actividades y profesiones culturales vinculadas al diseño de contenidos, productos, herramientas, servicios multimedia y entornos virtuales de formación on line, y la irrupción de fórmulas como el teletrabajo, están permitiendo una mejor conciliación de la vida privada y la profesional, así como la superación de desventajas físicas o relacionadas con el aislamiento geográfico; situándose las NTICs como una clara vía para la mejora de la Igualdad de Oportunidades en directa relación con el ámbito de la Cultura. Con respecto a la Administración Local, resulta necesario que ésta asuma un papel más activo en el impulso de las NTICs en el entorno local y, concretamente, en su relación con la creación de empleo. En principio, a partir de una declarada "voluntad política" que debe concretarse mediante la implantación de estas tecnologías en las labores de la administración, tanto desde el punto de vista de una "labor ejemplarizante" como para ofrecer servicios de valor añadido a los ciudadanos. En el caso de la iniciativa cultural privada, la “industria de contenidos” y servicios muestra su inevitable enraizamiento en la creatividad simbólica de un país y de su industria cultural, incluso en nuevos mercados aparentemente arrojados al ámbito del “entretenimiento” como los videojuegos, el multimedia, las bases de datos o los mensajes a móviles. Sin embargo, estas reservas de creatividad, abundantes en culturas como las latinas o las hispanoamericanas, no parecen por el momento garantizar por sí solas el éxito en ausencia de unas industrias dinámicas, capaces de darles forma y convertirlas en una oferta cultural atractiva.(más Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 181 información en el apartado 6.5. “Diseño de nuevos productos y servicios culturales”). En consecuencia, resulta conveniente que tanto las administraciones locales como los emprendedores privados se familiarizen con ese nuevo tránsito cultural hacia el mundo de lo digital, y valoren su impacto en términos de posibilidad de generación de nuevos servicios y productos. Con las siguientes propuestas, se pretende facilitar la conversión de los municipios en nodos culturales de la Red, posicionándose plenamente en la Sociedad de la Información. Propuestas • Analizar la vinculación: Territorio local / Desarrollo de las NTICs / Ciudadanía. Se trataría de abordar un análisis desde los propios servicios culturales o desde la Agencia de Desarrollo Local para obtener un conocimiento preciso de su grado de penetración, tanto en la administración pública como en el tejido cultural privado y entre los usuarios de servicios culturales (principales usos y aplicaciones, nivel de utilidad, frenos a su asimilación, etc). • Realización de un programa de sensibilización en el entorno local, aprovechando la proximidad de la administración local y su capacidad de interlocución con los agentes socioculturales. Se trataría de generar un "estado de opinión" positivo sobre las TIC, así como asegurar unos conocimientos básicos sobre las mismas entre todos los actores culturales locales; lo cual, a su vez, permite un incremento de la "empleabilidad" de estas personas. Esto se puede conseguir a través de : Organización de sesiones y jornadas de difusión de información sobre las TIC; historias de éxito en su uso; análisis del impacto en el mundo de las industrias culturales; inclusión de "micromódulos" prácticos de TIC en las acciones de formación, etc. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 182 • Facilitar el proceso de digitalización e interconexión de los servicios y equipamientos y de la comunidad cultural local. Se trataría de animar y propiciar el proceso de digitalización de todos y cada uno de los elementos que conforman el sector cultural de la ciudad –las infraestructuras, los profesionales, las industrias, los servicios, las organizaciones, creando una suerte de “anillo cultural” que refuerze el sentido de red y de pertenencia a un espacio territorial común. • Asegurar un acceso inteligente de los ciudadanos y ciudadanas a las nuevas tecnologías. La nueva dinámica cultural debe propiciar el acceso de los ciudadanos a las nuevas tecnologías, tanto para disfrutarlas como para generar actividad con ellas en las mejores condiciones posibles. Garantizar el contacto creativo con las nuevas tecnologías es la mejor manera de evitar nuevas fracturas sociales; para ello se propone facilitar a la población el acceso a las TIC a partir de los equipamientos y servicios culturales locales. Este acceso puede ir desde algo tan básico como la puesta a disposición de correo electrónico gratuito o puntos de acceso libre a Internet, hasta fórmulas imaginativas para la difusión de contenidos y actividades culturales locales: (catálogos virtuales de exposiciones, retransmisión on line de espectáculos y conciertos, librería digital de conferencias y eventos, publicación electrónicas con la programación cultural...) Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 183 6.8. Formación cultural. (Por una educación para el empleo y la creatividad cultural). El sector cultural es uno de los campos donde se hace más palpable la necesidad de adaptar el sistema educativo general para que pueda dar respuesta a las nuevas demandas generadas por el mercado laboral. En todas las actividades culturales, el talento del trabajador creativo constituye un factor clave del desarrollo competitivo; en este sentido, los procesos de formación básica y continuada, la fortaleza de las redes de información (por ejemplo, la existencia de bibliotecas y museos con modelos de gestión avanzados), y la capacidad de transferencia de talento de los centros de enseñanza a las empresas, adquieren una gran relevancia. En general, en nuestro país se constata la inadecuación de la formación académica a las demandas de la industria cultural, y la necesidad de una formación continua a lo largo de toda la vida profesional, que permita renovar el conocimiento y adaptarse a un sector enormemente dinámico y cambiante. La oferta de formación profesional es claramente insuficiente y se detecta la carencia de especialidades de grado medio y superior relacionadas con las industrias culturales y una excesiva concentración geográfica de las existentes. Por otro lado, la existencia o no en los municipios de centros de enseñanza artística o de formación profesional de carácter creativo y cultural, condiciona las posibilidades de desarrollo de iniciativas y proyectos alrededor de éstos. Además hay que tener en cuenta el proceso de fuga de artistas y creadores hacia algunos centros de producción y distribución como Madrid y Barcelona, debido a su capacidad de atracción y de liderazgo en los ámbitos de la formación, producción e innovación cultural. Se hace preciso, por tanto, analizar la oferta formativa de carácter cultural que existe en los municipios y contribuir a su adecuación, considerando la creciente necesidad de nuevos perfiles profesionales dentro del sector. El contenido de las formaciones culturales debe ser adaptado para integrar nuevas enseñanzas en función de carencias básicas que se detectan en el sector (polivalencia, formación en economía y gestión, liderazgo y trabajo en grupos, logística, marketing, enseñanza tecnológica..) En ese sentido, las propuestas que se realizan a continuación tratan de contribuir a crear una Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 184 ciudad que hace de la cultura una estrategia educativa, y de la educación un foco de creación cultural. Propuestas: • Definir un programa específico de Formación Continua para los trabajadores del sector. Un sector tan cambiante como el cultural está dando lugar a la creación de nuevos perfiles laborales:(informador de actividades culturales, gestor de contenidos digitales; director de centro cultural polivalente; gestor de patrimonio cultural; economista de la cultura, diseñador de espacios y centros de interpretación; productor de exposiciones....) Perfiles para los que en muchos casos no existe una formación académica reglada, pero que pueden ser abordados pensando que existen vías de financiación tanto para las PYMES como para la administración, mediante los respectivos Acuerdos Nacionales de Formación Continua. Este programa se promovería a partir del Pacto Cultural Local (ver propuesta en el apartado 6.2.“Coordinación”) . • Reforzar los vínculos entre el mundo de la Educación, la Administración municipal y el sector cultural local: - Estableciendo convenios de colaboración Universidad/ Empresa/ Administración Local para co-diseñar, co-producir y co-ejecutar los programas de formación: Posgrados, Masters, seminarios... adaptados a las distintas necesidades que se van detectando en el campo cultural. - Facilitando la firma de acuerdos para compartir recursos y equipamientos, y para coproducir eventos y programas culturales. - Formulando proyectos conjuntos con los centros de enseñanza secundaria, al objeto de reforzar los contenidos socioculturales en dicho segmento educativo, con el fin de facilitar experiencias enriquecedoras en las visitas a los equipamientos culturales. y un uso lúdico y didáctico de sus diferentes propuestas y programaciones. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 185 - Organizando una feria de contenidos culturales realizados por estudiantes y creadores emergentes centrada en el objetivo de conectar los potenciales profesionales de la cultura con empresas culturales de la ciudad. - Fomentando la colaboración de las empresas en creaciones y producciones culturales, y facilitando un sistema de colaboración y formación en prácticas para que los jóvenes conozcan las empresas y reciban apoyo para sus trabajos innovadores. - Poniendo en marcha de forma conjunta un Instituto o Escuela municipal de Formación Sociocultural. Esta Escuela sería impulsada por el ayuntamiento y concertada con la Universidad, las empresas culturales y las Asociaciones locales. Se ocuparía de realizar una labor de formación en: animación sociocultural, gestión/ intervención cultural local, ocio y tiempo libre (para juventud, tercera edad .... ), gestión de asociaciones, etc. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 6.9. Creación de demanda participación ciudadana. cultural 186 y mejora de la La política cultural seguida tradicionalmente por la administraciones locales, se ha dedicado fundamentalmente a crear una oferta más que a responder (y fomentar) la demanda. Esta dinámica parte de un supuesto erróneo como es suponer que, simplemente ofreciendo programaciones y servicios, se cubren las necesidades culturales de los ciudadanos, y que ésto solo ya justifica la inversión cultural. Esta concepción ha entrado en crisis, y ahora de lo que se trata es de ocuparse más de la demanda (la real y la potencial), identificando a la gente a la que se dirigen las iniciativas y proyectos, conociendo sus necesidades y aspiraciones, para ser luego capaces de promover su participación. Lógicamente, una política de creación de públicos debe partir de un conocimiento lo más exhaustivo posible sobre el consumo y los hábitos y prácticas culturales de los ciudadanos. Teniendo en cuenta que en muchos casos el aumento de la participación puede ser debido, no a un incremento del número de usuarios, sino a una mayor repetición de la demanda ya existente. En este sentido, algunos análisis realizados por los Gobiernos Autónomos de Cataluña y el País Vasco, demuestran que la administración, cuando determina fijar precios fuertemente subvencionados para las actividades culturales, lo que realmente hace es financiar a una demanda estable y solvente que estaría dispuesta a incrementar el pago por los servicios que recibe, y no tanto permitir el acceso a la cultura a sectores más desfavorecidos que es lo que realmente se pretende. Dicho de otro modo: el discurso de la “cultura popular” o los “precios para todos” ha beneficiado a los grupos social y culturalmente más solventes, y no a los sectores más desfavorecidos. Abundando en los retos inmediatos, resulta importante tener en cuenta también que los últimos datos sobre consumo y demanda cultural en España muestran un panorama en el que los gastos de los hogares se centran de forma creciente en las actividades culturales de índole privada y fundamentalmente las vinculadas a equipamientos tecnológicos, en detrimento de los espectáculos y propuestas de naturaleza pública y Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 187 carácter colectivo. Es aquí donde se encuentran los principales retos de las administraciones públicas y del sector privado: en la mejora de los vínculos entre cohesión social, participación y cultura, a través de iniciativas que enfatizen su función cívica, y estrategias culturales que articulen el territorio local, dando soporte y fomentando las prácticas asociativas y relacionales. En el campo de la cultura, la administración local debe buscar la igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento y al empleo; además, debe procurar el respeto a la multiculturalidad, fomentando la creación de espacios y condiciones que permitan el cara a cara entre los distintos grupos de ciudadanos y ciudadanas. Todo ello articulado sobre la base de tres conceptos clave: igualdad, diversidad y sociabilidad. Trabajar en la línea de estos objetivos implica hacerlo desde la proximidad y la acción sobre la comunidad, pero incentivando las conexiones y las redes en las múltiples dimensiones territoriales –barrio, ciudad, comarca, región.... Propuestas: • Realizar un análisis de la demanda cultural local. Se trataría básicamente de conocer mejor las necesidades de los ciudadanos, mediante un trabajo de campo. Por una lado se trata de saber cual es el estado de opinión y grado de satisfacción de los que ya son usuarios habituales de los servicios y equipamientos culturales; por otro, de conocer los factores que alejan, dificultan o impiden el acceso a dichos servicios de otros colectivos y sectores • Plan de mejora de la accesibilidad de los equipamientos culturales. A partir de los resultados del análisis de demanda, se trataría de desarrollar un plan coherente con el diagnóstico que se realice, al objeto de aumentar la participación ciudadana. Dicho plan deberá abordar, cuando menos, los siguientes temas: Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 188 - Desarrollo de horarios de apertura adaptados realmente a las necesidades y disponibilidad de tiempo de ocio de la ciudadanía. Favoreciendo la posibilidad de aumentar el número de horas de apertura los fines de semana y ampliando a horario nocturno sus actividades en período estival. - Búsqueda de un equilibrio entre lo popular y los elitista en las programaciones de carácter cultural; abriendo dicha programación a actividades y aspectos “cuasiculturales” que favorezcan la atracción de segmentos sociales poco vinculados al mundo cultural. - Creación de un sistema de relaciones más sencillas con los usuarios de los equipamientos a través de la gestión telemática y virtual de matrículas, reserva de entradas y adquisición de publicaciones y catálogos; y simplificando las tramitaciones administrativas y de acceso y disfrute de los servicios y productos culturales. - Incentivo del asociacionismo de los usuarios habituales de los servicios y equipamientos culturales, al objeto de fidelizar dicha demanda mediante la creación de “clubes o asociaciones de amigos de....” u otras fórmulas similares. De esta forma, los usuarios participarán plenamente en las actividades de los centros obteniendo una serie de ventajas con relación al resto de los usuarios: descuentos en cursos, talleres y actividades; envío de información periódica de las actividades a domicilio, descuento en la adquisición de publicaciones, catálogos y productos, carnets de usuario, etc. • Potenciar el papel de los medios de comunicación públicos y privados, como activos difusores de la producción cultural local y regional, y como promotores de un mercado interno estable y exigente. Se trata de ampliar y atraer el interés de los segmentos de población menos vinculados a los aspectos culturales, mediante una mayor y mejor implicación de los medios de comunicación social. Algunas propuestas para incrementar la presencia de la actividad cultural en los medios de difusión pública son las siguientes: Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 189 - Aumentar la información sobre las actividades culturales en los boletines, gacetas y páginas web de información municipal. - Relacionar la información cultural con temas locales cotidianos, al objeto de atraer más fácilmente la atención e interés de los ciudadanos. - Estimular la demanda cultural de los jóvenes canalizando las ofertas y programaciones a través de sus centros de reunión habituales (cibercafés, clubes, centros deportivos, plazas, institutos..) y de soportes y actividades de uso común (comics, cd, páginas web, fiestas, conciertos...) •Plantear una aplicación progresiva del pago por los servicios culturales; entendiendo que el precio de las actividades debe entrar de forma paulatina en relación con el coste real de los servicios. Comienza a darse un consenso en cuanto a que, en el ámbito de la cultura, los ayuntamientos han realizado demasiadas cosas gratis y que va llegando el momento de que los usuarios paguen de forma directa una parte de los costes de los servicios de los que disfrutan. Esto permitirá un incremento de la oferta sociocultural (siempre con una política complementaria de becas para las personas de menos recursos que garantice el acceso de todos a la cultura). Ciertos colectivos mucho más sensibles al precio (por ejemplo, estudiantes, desempleados o tercera edad) configuran segmentos que pueden ser objeto de estrategias de precio diferenciadas. En este sentido se pueden explorar desde la escala local, estrategias como los descuentos a colectivos determinados, la oferta de abonos de temporada para fidelizar a los clientes, el lanzamiento de productos en formatos y precios diferenciados (por ejemplo en el sector editorial), o la discriminación en relación con los períodos de menor frecuencia de la demanda; fórmulas que están dando muy buen resultado allí donde se ponen en práctica. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 190 6.10. Introducción de criterios de Igualdad de Oportunidades en la actividad cultural. El Consejo Europeo de Lisboa, en marzo de 2000, definió como objetivo estratégico de la Unión Europea para los próximos diez años la consecución de un crecimiento económico duradero, acompañado de una mejora cuantitativa y cualitativa del empleo y de la cohesión social. Para ello, las personas se constituyen en el principal activo dentro del espacio comunitario, y han de ser el centro de las políticas para no incrementar las situaciones de desempleo, pobreza y exclusión social. Este nuevo planteamiento ampliaba el foco de atención de los programas de lucha contra la pobreza desarrollados en los años ochenta y noventa en la U.E., extendiéndolo al conjunto de situaciones que limita el acceso de determinados grupos de población a la participación social plena y, lo más importante, desde un enfoque transversal e integral. Actualmente, y con respecto a la Igualdad de Oportunidades en el mercado laboral local, se identifican dos procesos confluyentes: Por un lado estarían todos aquellos aspectos que dificultan el acceso a la educación, la cultura y el empleo, dando lugar a la descualificación y al paro prolongado o permanente de las personas; por otro, aquellos que deterioran el vínculo social debido a la ausencia o debilidad de la red de relaciones socio familiares y a la falta de sentido de pertenencia a un grupo. Partiendo de este marco, las actuaciones que se propongan para vincular la Igualdad de Oportunidades y la actividad cultural local, han de compensar el impacto de ambos procesos sobre los colectivos desfavorecidos (mujeres, parados de larga duración, discapacitados..)., siguiendo dos orientaciones estratégicas y metodológicas: - Por un lado, estimulando la creación de tejido social y apoyando los procesos de socialización secundaria que de tal creación puedan derivarse, mediante el establecimiento de propuestas culturales que favorezcan la integración social y cultural, de formación de asociaciones y redes locales, etc. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 191 - Por otro, estimulando, incentivando y acompañando activamente los procesos de generación de iniciativas de empleo, de inserción o reinserción laboral que puedan desarrollarse en las zonas de actuación. Esto se conseguirá por medio de la vinculación de las políticas culturales con las realizadas por otros departamentos como los de bienestar social, mujer, desarrollo local y empleo, etc.(acciones de empleo protegido, proyectos de economía social, formación, orientación y asesoramiento, intermediación y promoción laboral de colectivos de baja ocupación y empleo, etc. ) (ver propuesta para la creación de un Foro estable de coordinación interdepartamental en el apartado 6.2. “Coordinación”), Propuestas •Formalizar acuerdos y convenios con las organizaciones y entidades que trabajan con colectivos desfavorecidos (discapacitados, inmigrantes, minorías étnicas...) para el diseño y programación e incluso coproducción de programas y actividades culturales adaptadas a sus necesidades. El hecho de su implicación en los programas y actividades, mejorará la accesibilidad de la oferta y de dichos equipamientos. •Creación de una Carta Local de los Derechos y Deberes culturales de los ciudadanos y ciudadanas . En el nuevo contexto de la sociedad de la información, las capacidades culturales de los ciudadanos y ciudadanas son cruciales y deben ser desarrolladas plenamente. En este sentido, se trataría de consensuar un documento de referencia en el que, como fruto de la reflexión de los agentes culturales públicos y privados representados en el Pacto Cultural Local (ver propuesta en el apartado 6.2.“Coordinación”), se fijen los principios que deben garantizar el pleno acceso y disfrute de la cultura a todos los ciudadanos y ciudadanas del ámbito municipal. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 192 6.11. Instrumentos y estructuras de soporte. Recomendaciones a escala provincial y regional. Más allá del ámbito local, y al objeto de facilitar muchas de las propuestas planteadas, se hace preciso la participación de otras instancias de la administración (Diputaciones y Gobiernos regionales) mediante diversos mecanismos e instrumentos entre los que sugerimos los siguientes: • Creación de una Agencia Regional de Promoción de las Industrias Culturales. Se trataría de una entidad encargada específicamente de la definición y puesta en funcionamiento de las políticas de promoción de las industrias culturales regionales. Para poder conseguir la máxima eficacia en la acción de la Agencia, resulta necesario que se integren en sus órganos de gestión, tanto los agentes públicos (los principales municipios del territorio, y el Gobierno Regional a partir de diferentes departamentos: Cultura, Industria, Turismo, Economía, Trabajo...) como los privados que sean representativos de los diferentes subsectores culturales ubicados en el territorio, así como las principales entidades de ahorro de carácter regional. • Puesta en marcha de un Fondo específico Regional de Apoyo a las Industrias Culturales, especializado en la financiación de pequeños proyectos culturales (vía microcréditos y avales), que incluya entre sus servicios el asesoramiento en la gestión, mecanismos específicos de control y de estimación de riesgos, así como de evaluación del impacto y auditoría social. Se trataría de promover dicho Fondo desde la Agencia Regional de Promoción de las Industrias Culturales; de tal forma que se impliquen los respectivos gobiernos regionales, con el apoyo de los municipios, para compartir el riesgo con los emprendedores culturales y otros intermediarios financieros, y así garantizar una mayor capacidad de generación de productos culturales vinculados al territorio, y un mejor control sobre la viabilidad de cada producto. Propuestas y recomendaciones desde la escala local. 193 •Creación de un Observatorio de Políticas Culturales. La aceleración y la profundidad de los cambios en el campo cultural que se producen actualmente (y que se prevén para los próximos años) requieren un análisis detallado y constante de la realidad territorial. Este análisis deberá abarcar todas las dimensiones del hecho cultural, para lo cual se propone la creación de un Observatorio Cultural Regional que tendrá como misión específica el seguimiento de la evolución de los diferentes sectores culturales del territorio, y también el estudio de sus expectativas de desarrollo en el futuro. Entre sus funciones estarían las siguientes: - La realización de un mapa de los déficits culturales territoriales. - La recopilación estadística y el análisis prospectivo de los diferentes subsectores culturales. - La observación de la experiencias internacional y de las diversas redes culturales que funcionan actualmente en el territorio europeo. - El seguimiento de las necesidades y demandas formativas de los profesionales de la cultura regional. - El asesoramiento a las iniciativas públicas y privadas emergentes.