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dossier técnico
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VITAMINA K2
Este dossier es de carácter informativo y está reservado al uso estrictamente profesional.
El autor no se hace responsable de su difusión y utilización fuera de este contexto.
Índice
00
01
02
03
04
05
06
07
08
Introducción
5
Fuentes dietéticas de Vitamina K
6
Mecanismos de acción
6
Metabolismo de Vitamina K
7
Ingestas recomendadas de Vitamina K
8
Deficiencia de Vitamina K
9
Indicaciones
9
Bibliografía
14
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Introducción
01
La vitamina K fue identificada por primera vez en
Dinamarca por el Dr. Henrik Dam. El Dr. Dam
encontró que los pollos alimentados con dietas
sin esteroles, padecían hemorragias en sus músculos. La sangre de estas aves tenía un tiempo
muy largo de coagulación. En posteriores investigaciones, los científicos encontraron que el problema de coagulación era como resultado de la
falta de un nutriente, que denominaron “vitamina
K.” El término “vitamina K” se deriva del término
danés Koagulation.1
La vitamina K es una vitamina liposoluble que ha
sido durante mucho tiempo reconocida por su
papel esencial en la coagulación y, más recientemente, se ha propuesto como un nutriente clave
en la regulación de la calcificación de tejidos blandos. Se encuentra bajo dos formas naturales en la
dieta: filoquinonas y menaquinonas. Las filoquinonas (vitamina K1) están presentes en vegetales de
hojas verdes, tales como el brócoli y la espinaca,
y en algunos aceites vegetales. Las menaquinonas
(vitamina K 2) son principalmente de origen animal
y/o bacteriano. Las menadionas (vitamina K 3), son
los análogos sintéticos de la vitamina K, actualmente estudiadas por sus efectos citotóxicos en
células tumorales humanas.
Tanto la vitamina K1 como la K 2 participan en los
procesos de coagulación sanguínea, pero es ésta
última la que se relaciona con en el metabolismo
del hueso y los procesos de calcificación relacionados con la salud cardiovascular. Esto se explica
porque el hígado tiene preferencia por captar la
vitamina K1, para mejorar la coagulación, por esta
razón la vitamina K1 es la forma de elección para
los bebés recién nacidos y los pacientes a los cuales se desea revertir el efecto de los anticoagulantes. La vitamina K 2, sin embargo, se distribuye
más uniformemente en varios tejidos, lo que indica que los tejidos extra-hepáticos se benefician
más de la forma K 2 que de la K1.
La Vitamina K 2 (como MK-4 y MK-7) se ha usado
clínicamente en el tratamiento de pacientes con
osteoporosis en Japón, Corea y Tailandia. Varios
estudios recientes han demostrado que la ingesta
de vitamina K 2 a largo plazo promueve una densidad ósea saludable y mejora la eficiencia en la
mineralización.
Muchos expertos consideran que una deficiencia
subclínica de vitamina K, sin repercusiones en la
capacidad de coagulación, podría contribuir a la
osteoporosis, la aterosclerosis y otras enfermedades relacionadas con la edad. Esta relación se
centra en la utilización del calcio, implicando que
cuando el metabolismo del calcio es inadecuado
tienen lugar procesos de calcificación arterial y
osteoporosis. Lo que se conoce como la Paradoja
del Calcio.
Las proteínas del tejido óseo y arterial necesitan
cantidades mayores de vitamina K que las proteínas de la coagulación, debido a su localización
extra-hepática. La activación de la osteocalcina,
por ejemplo, requiere vitamina K a unos niveles
10 veces superiores a los requeridos para la coagulación sanguínea.
Según la teoría del Dr. Ames, "The Triage Theory",
la deficiencia a largo plazo de vitamina K es un
factor de riesgo independiente para la osteoporosis y la aterosclerosis. 2
Esta teoría plantea que cuando la disponibilidad
de un micronutriente es inadecuada, la selección
natural actúa protegiendo las funciones que afectan la supervivencia a corto plazo asegurando la
disponibilidad de nutrientes para tal efecto, pero
en cambio no se cubren los requerimientos, la
deficiencia de los cuales, tienen consecuencias a
largo plazo. Lo que sugiere que las enfermedades
relacionadas con la edad serían en cierto grado
prevenibles si se asegurara un correcto aporte
de micronutrientes.
5
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Fuentes
dietéticas de
Vitamina K
02
Muestra de Natto
La vitamina K1 (filoquinona) se encuentra presente en verduras de hoja verde y aceites (soja,
algodón, canola y oliva), y en menor cantidad en
carnes, quesos, frutas y pan.3
Cantidad de Filoquinonas en alimentos
(μg/100 g)
Col rizada
Espinacas
Coles de Bruselas
Lechuga de hoja verde, cruda
Brócoli, hervido
Brócoli, crudo
Aceite de oliva
Atún en lata
Queso Cheddar
Harina de trigo integral
Carne de vacuno, lomo
882
493
192
174
141
100
60
44
2,68
1,9
1,6
Cantidad de Menaquinonas en alimentos
(μg/100 g)
Natto
Queso Cheddar
Carnes
Huevo entero, cocido
Queso Mozzarella
Leche entera
Yogurt
1103
10
1-10
7
3,6
1
1
Fuente: Kaczor T. Vitamin K and Osteoporosis. Natural Medicine Journal. 2009.
En los vegetales verdes, la vitamina K1 está estrechamente unida a la membrana tilacoide de los
cloroplastos, por esta razón la filoquinona tiene
una baja tasa de absorción (5-15%, dependiendo
de la ingesta de grasas concomitante).
La vitamina K 2 (menaquinona) está contenida en
carnes, aceites vegetales, quesos y en el producto
de soja fermentada Natto, consumido principalmente en Japón.3
6
Los países occidentales tienen un mayor consumo de filoquinonas, mientras que los orientales
tienen un mayor consumo de menaquinonas, especialmente elevado entre los japoneses, grandes
consumidores de Natto.
La vitamina K 2 tiene una mejor absorción, aunque
a menudo se subestima su importancia desde el
punto de vista nutricional.
Mecanismos
de acción
03
La vitamina K actúa como cofactor en la activación de ciertas proteínas del organismo, llamadas
proteínas dependientes de vitamina K (proteínas
DVK), indispensables para el normal funcionamiento de los procesos de coagulación sanguínea, el metabolismo óseo, la salud cardiovascular,
y la regulación de la división celular y apoptosis
(muerte celular).
Para poder funcionar correctamente, estas proteínas necesitan unirse al calcio. Llegado este punto, es donde entra en juego la vitamina K –ésta
permite que los residuos de ácido glutámico de
las proteínas se sometan a una gamma-carboxilación, que les permite atraer y retener el calcio.
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Las proteínas implicadas en la coagulación sanguínea dependientes de vitamina K son la protrombina plasmática (factor de coagulación II) y
los procoagulantes plasmáticos (factores VII, IX y
X). Los signos clásicos de una deficiencia de vitamina K son un sensible aumento en el tiempo
de protrombina y, en casos severos, un evento
hemorrágico.4
Más allá de su papel como cofactor en la carboxilación de las proteínas de hueso, la vitamina
K puede tener acciones directas sobre las células
implicadas en la formación de hueso. Se demostró que la menaquinona, pero no la filoquinona,
fue capaz de inducir apoptosis en células de osteoclastos, lo que reduce la esperanza de vida de
los osteoclastos y su consiguiente actividad lítica.
Mientras que las proteínas de la coagulación son
todas sintetizadas en el hígado, la vitamina K es
también esencial para la síntesis de un número
de proteínas producidas en los tejidos extra-hepáticos:5
Existe también una comprensión cada vez mayor del papel de la vitamina K en la regulación
transcripcional de las proteínas implicadas en la
formación de hueso. Hace una década, Koshihara
encontró un aumento en la cantidad de osteocalcina producida por osteoblastos expuestos a
menaquinona, lo que implicó que la vitamina era
capaz de aumentar la actividad de los genes implicados.
> La proteína Gla del hueso (osteocalcina), exclusivamente sintetizada por los osteoblastos y
odontoblastos es un regulador negativo de la formación de hueso.
> La proteína Gla de la matriz, sintetizada en la
mayoría de tejidos blandos, predominantemente
en el cartílago (por los condrocitos) y en las paredes vasculares (por las células de los músculos
lisos vasculares) y es un potente inhibidor de la
calcificación de los tejidos blandos.
> El gen específico de regulación de crecimiento
celular, la proteína (Gas6), puede funcionar como
un factor de crecimiento que activa el receptor
Axl de tirosina kinasa y estimula la proliferación
celular o previene la apoptosis en algunas células.
Las tres proteínas DVK relacionadas con el metabolismo óseo son osteocalcina, proteína Gla de
la matriz y proteína S. La osteocalcina encontrada
en el hueso y la proteína Gla de la matriz, que
originalmente se creía que se encontraba solo
en el hueso pero que actualmente se sabe que
tiene una distribución más amplia, han recibido
una atención reciente como proteínas con posibles funciones en la prevención de enfermedades
crónicas. 5
Metabolismo
de vitamina K
04
La vitamina K se absorbe en el intestino (yeyuno
e íleon) en un proceso que depende de la presencia de sales biliares y jugos pancreáticos. Su
absorción se ve mejorada si se consume junto a
alimentos ricos en grasas.1,6
7
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
estable durante un período de 24 horas, así como
una concentración acumulada en suero de hasta
8 veces la concentración de filoquinona.7
Las deficiencias alimentarias, la malabsorción de
grasas, el aumento de la excreción de grasas, la
presencia de antagonistas, los problemas en el
funcionamiento de la bilis y las enfermedades hepáticas conllevan una menor disponibilidad de la
vitamina K.
La vitamina K pasa a linfa como componente de
los quilomicrones y se transporta en sangre a
través de las lipoproteínas. El transporte de filoquinonas se realiza principalmente a través de
las lipoproteínas VLDL y en menor parte a través
de las LDL y HDL. Las menaquinonas también se
transportan a través de las VLDL y con una mayor implicación de las lipoproteínas LDL y HDL.
La vitamina K se almacena principalmente en el
hígado y otros tejidos como el corazón.
La vitamina se cataboliza en el hígado y se excreta
en forma de bilis. Una cantidad muy pequeña se
elimina por orina.1
La microbiota intestinal produce menaquinonas,
pero su contribución al mantenimiento de los niveles de vitamina K son difíciles de valorar. Se observa en sujetos sanos que la restricción dietética
de vitamina K conlleva unos niveles insuficientes
de esta vitamina, lo que sugiere que el aporte
de vitamina K procedente de la síntesis endógena no es suficiente para mantener unos niveles
máximos de la gamma-carboxilación de proteínas
dependientes de vitamina K.1,6
La menaquinona MK-4 se forma a partir de filoquinona y se concentra en tejidos como páncreas,
glándula salivaria, cerebro y esternón. La cantidad
de vitamina K que el cuerpo es capaz de almacenar es de 1.5 μg/kg de peso.
Ingeridas en cantidades iguales las menaquinonas
provocan un aumento en suero 10 veces superior
al de las filoquinonas.
Schurgers et al. compararon la absorción de
productos farmacéuticos de filoquinona (fitonadiona) con la menaquinona MK-7 (procedente
de Natto). Observando una absorción adecuada
de ambas formas, con niveles séricos máximos
en cuatro horas después de la ingestión oral. La
MK-7 sin embargo, tenía una vida media considerablemente más prolongada en relación con la
filoquinona, proporcionando un nivel sérico más
8
Ingestas recomendadas de
vitamina K
05
El Comité Científico de alimentación de la EFSA
(Europa) no establece unas ingestas recomendadas para la vitamina K, pero considera adecuada
la ingesta de 1 μg/kg/día, la cual debería ser proporcionada con una dieta normal (SCF 1993). Las
recomendaciones actuales están basadas principalmente en los requerimientos hepáticos.3,5
Más recientemente, algunos países han establecido ingestas recomendadas basadas en los efectos
en la coagulación, proponiendo ingestas diarias
de 65-80 μg/día ó 1 μg/kg/día.
La Junta de Alimentos y Nutrición de Estados
Unidos ha incrementado recientemente sus recomendaciones, en base a los resultados del Estudio
(NHANES III), a 120 μg/día para los hombres y
90 μg/día para las mujeres. Por falta de información específica en relación a los requerimientos
de Vitamina K en niños, los valores que se establecen para estos son de 1 μg/kg/día. 5
Booth y sus colegas han sugerido que el nivel actual de ingesta de 90 μg/día para las mujeres,
y en especial para aquellas con antecedentes de
osteoporosis, no es suficiente para garantizar la
completa gamma-carboxilación de la osteocalcina.
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Deficiencia
de vitamina K
06
La deficiencia clínica de vitamina K no es muy
frecuente en individuos sanos, pero en cambio
empieza a ser bastante frecuente la deficiencia
subclínica.
El riesgo de deficiencia de vitamina K se incrementa por trauma, debilitamiento físico, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, malabsorción
de grasas y tratamiento crónico con grandes dosis
de antibióticos de amplio espectro.
Hay varios fármacos, entre ellos el 4-hidroxi-cumarina, salicilatos, determinados antibióticos de
amplio espectro, y las vitaminas A y E en dosis
farmacológicas, que pueden actuar como antagonistas de la vitamina K.
La deficiencia de vitamina K está asociada con alteraciones de la coagulación sanguínea, con síntomas tales como hematomas, hemorragias nasales
frecuentes, sangrado de encías, etc.4
El criterio principal establecido para valorar los
niveles adecuados de vitamina K es el mantenimiento de las concentraciones plasmáticas de
protrombina dentro de los parámetros normales.
Sin embargo, los métodos convencionales de la
coagulación son limitados y poco sensibles para
determinar el estado nutricional de vitamina K.
Se han desarrollado otros métodos más sensibles
para medir el estado nutricional de vitamina K,
basados la mayoría en la determinación de proteínas no carboxiladas llamadas PIVKA (protein
induced by vitamin K absence or antagonism); son
productos de la síntesis proteica cuando la administración de vitamina K es baja o su acción está
bloqueada por antagonistas.
Se han desarrollado dos tipos de técnicas en plasma, uno para la des-gamma-carboxi protrombina
y otro para la osteocalcina, lo cual permite determinar dos funciones de la vitamina K. La des-
gamma carboxi-protrombina es un marcador homeostático sensible de deficiencias subclínicas de
vitamina K.6
El marcador más fiable para conocer el estado
de la vitamina K en el hueso es la medición de
osteocalcina subcarboxilada circulante (ucOC).
Cuando los niveles de vitamina K están cubiertos satisfactoriamente, la osteocalcina padece la
carboxilación de sus tres residuos de glutamato,
mediante un proceso dependiente de vitamina K.
Sin embargo, cuando no hay suficiente vitamina
K, algunos residuos de glutamato permanecen
subcarboxilados.6
La ucOC circulante ha sido inversamente correlacionada con una baja masa ósea y directamente
relacionada con un riesgo de fractura más elevado. Además de la correlación de los niveles de
vitamina K en el hueso, la ucOC plasmática puede
tener una utilidad más amplia como un marcador
de estado de la vitamina K en general.6
Indicaciones
07
Metabolismo óseo: osteoporosis
Los huesos crecen y se desarrollan más intensamente durante la infancia y la adolescencia.
Los minerales se fijan a la matriz del hueso para
maximizar la densidad ósea y así poder mantener
una correcta masa ósea y unos huesos fuertes en
edades posteriores. Tanto en hombres como en
9
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
mujeres el pico de masa ósea se sitúa entorno a
los 30 años. Con el paso del tiempo, se produce
una pérdida de hueso progresiva, que en el caso
de las mujeres se acentúa durante la menopausea, debido a los diferentes cambios hormonales.
La probabilidad de sufrir osteoporosis en la vejez está inversamente relacionada con el pico de
masa ósea alcanzado cuando se es joven.
La densidad mineral ósea en la cadera, la columna
y los brazos se midió al inicio del estudio y cuatro
años más tarde. Si bien no hubo una asociación
clara entre la DMO y la ingesta de vitamina K,
hubo un riesgo significativamente menor en relación de las fracturas de cadera en los niveles más
altos de consumo (254 μg/día), frente a los más
bajos (56 μg/día).3
En un estudio de 2008 publicado en el British
Journal of Nutrition, Summeren, et al. mostraron
que mejorando el estado nutricional de vitamina
K en niños durante 2 años, resultó en una mayor
densidad ósea.
En una muestra de 7.500 mujeres mayores sanas
que vivían de forma independiente, la ucOC circulante también fue predictiva del riesgo de fractura. Aunque la deficiencia de vitamina K parece
la causa más probable de ucOC arterial elevada,
los investigadores han documentado también una
relación inversa entre el estado nutricional de vitamina D y los niveles de ucOC, así como una
reducción significativa de ucOC por la suplementación con vitamina D. También es posible que
un nivel aumentado de ucOC sea un marcador
de mal estado nutricional general, incluyendo la
vitamina D o la proteína.
La vitamina K nos protege de la osteoporosis a
través de dos mecanismos de acción, por un lado
protege del exceso de actividad de las células que
destruyen hueso, los osteoclastos, porque disminuye la cantidad de sustancias pro-inflamatorias
que los activan. Y por otro lado activa a las células que generan hueso, los osteoblastos, porque
carboxila la proteína que genera estas células, la
osteocalcina.
Los estudios epidemiológicos han demostrado
una relación entre la vitamina K y la pérdida de
hueso relacionada con la edad (osteoporosis).
El Nurses’ Health Study siguió a más de 72.000
mujeres durante diez años. En un análisis de esta
cohorte, las mujeres cuya ingesta de vitamina K se
encontraban en el quintil más bajo (1/5) tenían un
riesgo 30% mayor de fractura de cadera que las
mujeres con la ingesta de vitamina K en los cuatro
quintiles más altos.3
La baja ingesta de vitamina K conlleva un aumento de osteocalcina subcarboxilada y se asocia a
un mayor riesgo de fractura, pero con resultados
dudosos en las mediciones de la densidad mineral
ósea (DMO). Booth et al. evaluaron el consumo
de filoquinona en 553 mujeres y 335 hombres, en
el estudio Framingham Heart Study (1988-1989).
10
La sinergia entre la vitamina K y la vitamina D
ha sido demostrada en varios estudios clínicos.
El mecanismo por el cual esto ocurre probablemente sea por una potenciación mutua, ambas
vitaminas actúan sobre la producción y la activación de la osteocalcina. La vitamina D regula la
expresión de las proteínas Gla, la activación de las
cuales depende de la carboxilación inducida por
la vitamina K. La vitamina D incrementa la necesidad de vitamina K y potencia los beneficios de las
proteínas dependientes de vitamina K, entre las
que se encuentran la osteocalcina (en el hueso) y
la proteína Gla de la matriz (en vasos sanguíneos).
A la luz de la evidencia, las vitaminas D y K deberían ser usadas de forma conjunta para maximizar
los beneficios de cada una de ellas en la salud del
hueso.6,8
La mayoría de ensayos clínicos publicados sobre la
acción de la vitamina K y la salud ósea están rea-
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Corte transversal de una arteria
lizados con suplementos de filoquinona o MK-4.
Aunque ambas formas de vitamina K promueven
la mineralización de los osteoblastos, la forma
MK-4 es más resistente que la filoquinona a la inhibición provocada por la warfarina.
gocitaria, pero también puede ocurrir en la túnica
media, independientemente del proceso de aterosclerosis y asociadas a las células de los músculos lisos vasculares. 5,6
Parte de la acción de la MK-4 es independiente de
gamma-carboxilación. La menatetrenona parece
tener acciones biológicas exclusivas, no compartidas por las otras isopregnelonas.
Las investigaciones apuntan que una proteína sintetizada en el tejido arterial, la proteína Gla de la
matriz (MGP), requiere vitamina K para ser activada. Esta proteína inhibe la calcificación de los
vasos sanguíneos y otros tejidos blandos como el
cartílago.
Más recientemente, otra forma de vitamina K 2,
la MK-7 también ha sido estudiada por su relación con la salud ósea. Los datos epidemiológicos
muestran que los consumidores de grandes cantidades de Natto, tiene unos niveles más bajos de
ucOC, y sufren menos fracturas comparados con
los consumidores de cantidades más bajas. Los
niveles de ucOC disminuyen con aportes a partir
de 90 μg de MK-7/día. La ventaja de esta forma de
vitamina K es que tiene una vida media más larga
que las formas filoquinona y MK-4, resultando en
unos niveles séricos más estables de la vitamina.
En un análisis entre 4500 sujetos del conocido
estudio de cohortes Rotterdam Study (2004), la
ingesta de menaquinonas (vitamina K 2) se relacionó inversamente con las calcificaciones vasculares. La tasa de mortalidad por enfermedad
cardiovascular fue un 50% inferior en el tertil más
elevado de ingesta de menaquinona comparado
con el tertil de ingesta más bajo. En cambio no
se observó ninguna relación con la ingesta de filoquinona. 5
Salud cardiovascular: aterosclerosis
Una de las características de las enfermedades
cardiovasculares es la formación de placas ateroscleróticas en las paredes arteriales. La calcificación de las placas de ateroma se produce cuando
la enfermedad progresa, dando lugar a una disminución de la elasticidad de los vasos afectados
y un mayor riesgo de formación de coágulos, la
causa más común de ataque al corazón o derrame cerebral.
La calcificación de los tejidos vasculares ha sido
observada en una serie de situaciones como el
envejecimiento, la diabetes y la enfermedad renal.9
La calcificación arterial puede ocurrir en la túnica
íntima (aterosclerosis), asociada a lesiones ateroscleróticas con una gran carga lipídica y macrofa-
Schurgers LJ et al. confirmaron en 2005 su hipótesis de que una baja producción endógena de
MGP y una carboxilación incompleta de MGP
contribuye al desarrollo y progresión de la enfermedad vascular y demuestra la necesidad de
corregir los niveles de vitamina K para que actúe
como inhibidor de los procesos de calcificación.
Otro estudio observacional de Gast GC et al
(2009) indica una relación entre elevados niveles de ingesta de vitamina K 2 (todos los subtipos,
pero sobretodo de MK-7, MK-8 y MK-9) y un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Aunque se requieren más investigaciones para
definir una cantidad de ingesta recomendada de
vitamina K para prevenir la calcificación arterial
así como determinar el valor del MGP como biomarcador de la calcificación y el estado nutricional de la vitamina K vascular, los estudios reali11
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
zados hasta la fecha sugieren una clara relación
entre esta vitamina y la reducción del riesgo de
enfermedad cardiovascular.
La vitamina K 2 es esencial para prevenir consecuencias adversas coronarias y renales en pacientes que complementan la dieta con calcio para
prevenir la osteoporosis, sobre todo si a estos
pacientes también se administró vitamina D.
Mecanismos de división celular
En los últimos 20 años, varios estudios han proporcionado evidencia de que en algunos tipos de
células cancerígenas, ciertas formas de vitamina
K pueden restringir el crecimiento o inducir la
apoptosis (muerte celular) o diferenciación. 5
Los trabajos se han centrado en el aislamiento
de células de pacientes con leucemia o hepatocarcinoma celular (HCC). Existe cierta evidencia
epidemiológica que relaciona la ingesta de menaquinona MK-4 y otras formas, con el riesgo de
cáncer. 5
La MK-4 y la menadiona parecen tener un efecto supresor del crecimiento en cultivos celulares
de HCC, pero no en cambio la filoquinona. Esta
inhibición del crecimiento se acompaña de alteraciones en la expresión genética diferentes a las
encontradas en respuesta al factor de crecimiento TGF-beta, un conocido inhibidor de la proliferación de los hepatocitos. 5
En 2008, Nimptsch et al. analizaron los resultados de la cohorte de Heidelberg (Alemania) del
proyecto EPIC (European Prospective Investigation
into Cancer and Nutrition), encontrando que los
hombres en el cuartil más alto de ingesta de vitamina K 2 (46 μg/día) presentaban un 50% menos
de incidencia de cáncer de próstata y mortalidad
en comparación a aquellos que estaban en los
cuartiles más bajos de ingesta. No se encontró
ninguna asociación entre la ingesta de vitamina
12
K1 y el cáncer de próstata. Más recientemente,
en 2010, Nimptsch et al. extendieron sus análisis
de los resultados de EPIC-Heidelberg con otros
tipos de cáncer y encontraron que la mayoría, a
excepción del cáncer de pecho, se relacionaban
inversamente con la ingesta de vitamina K 2.10
Cerebro y sistema nervioso
Estudios han indicado una asociación entre la enfermedad de Alzheimer (EA) y niveles insuficientes de vitamina K. En 2005, un estudio transversal
de mujeres japonesas con EA (edad media, 79,8
años) observó una densidad mineral ósea y unas
concentraciones séricas de vitamina K1 significativamente inferiores, y unos niveles séricos de
ucOC significativamente más altos, en pacientes
con demencia severa que en aquellos con demencia leve.11
En 2008, el estado deficiente en vitamina K1 de
los pacientes de Alzheimer se confirmó con la
publicación de un estudio que examinó la asociación entre el estado de vitamina K y la densidad
de masa ósea en pacientes con EA en los Países
Bajos. La ingesta dietética de vitamina K1 de los
pacientes con EA resultó ser un 50% menor a la
de controles pareados por edad, y los pacientes
en las primeras etapas de Alzheimer probable
tuvieron unos niveles significativamente más bajos de vitamina K que las personas sanas participantes de edad y sexo similar, una diferencia que
permaneció muy significativa después de que los
datos se ajustaran para la ingesta de energía. Los
autores sugirieron que la insuficiencia de vitamina
K no sólo podría ser un factor de riesgo de EA,
sino que también podría contribuir a su acelerada
progresión.11
La vitamina K 2 es necesaria para la actividad del
galactocerebrósido sulfotransferasa (GST) en el
cerebro, una enzima implicada en la producción
de sulfátidos de mielina (el desarrollo de la mielina
implica la acumulación de sulfátidos), el metabo-
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Esfingolípidos cerebrales
lismo de los esfingolípidos cerebrales, y la producción de queratán sulfato (KS), los niveles de
los cuales se reducen drásticamente en la corteza
cerebral de pacientes con EA en comparación
con los sujetos control sin EA de la misma edad.11
Los proteoglicanos sulfatados KS se encuentran
dentro de varios tipos de células y en sus superficies, donde son componentes de las moléculas
de adhesión. Un tipo de queratán sulfato, el SV-2,
es una importante proteína de las vesículas sinápticas, estructuralmente similar a los transportadores de neurotransmisores, y está implicada en el
transporte de acetilcolina. SV-2 está presente en
las sinapsis del cerebro normal, pero es deficitario
en las neuronas corticales en el Alzheimer, lo que
concuerda con la pérdida de la función sináptica
observada en la EA.11
K tienen un número limitado de residuos Glu/
molécula capaces de ser g-carboxilados, y una
vez carboxilados no puede haber un exceso de
coagulación.
Es generalmente aceptado que los complementos de vitamina K están contraindicados en pacientes que siguen tratamientos con fármacos
anticoagulantes (p.ej. warfarina). La ingesta de
vitamina K en cualquiera de sus formas puede
interferir en la acción de los anticoagulantes, la
toma simultanea de complementos de vitamina
K y anticoagulantes deberá estar siempre bajo
supervisión de un profesional de la salud debidamente cualificado.12,13
El gen específico de regulación de crecimiento
celular, la proteína GAS6, dependiente de vitamina K, está estructuralmente relacionada con
la proteína S anticoagulante y está implicada en
diferentes mecanismos de supervivencia, proliferación y adhesión celular así como en la inhibición
de la apoptosis. La proteína GAS6 junto con su
receptor Ark, están ampliamente distribuidos por
todo el sistema nervioso central y desempeñan
un papel protector en el cerebro, previniendo la
apoptosis de las neuronas. Esta función es relevante en la EA, en la que la apoptosis neuronal
juega un rol importante.11
Interacciones/Contraindicaciones
Las menaquinonas no muestran toxicidad incluso
en cantidades elevadas. El Instituto de Medicina
de la Academia Nacional de Ciencias de Estados
Unidos no establece un Nivel máximo de ingesta
tolerable (UL) para la vitamina K.1,5
Un error común es pensar que el exceso de vitamina K se traducirá en una sobrecoagulación. Sin
embargo, las proteínas dependientes de vitamina
13
DE USO ESTRICTAMENTE PROFESIONAL
Bibliografía
08
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