REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2012; VOL 7 (3): 174-180 BIOÉTICA CLÍNICA Esterilización quirúrgica en discapacitadas mentales Mariela Fernández López1, Francisco Nicolás Moraga F2. RESUMEN Este trabajo tiene como propósito realizar una revisión de artículos que hacen referencia a la esterilización quirúrgica en pacientes con discapacidad mental y relacionarlos con la realidad local del Centro de Referencia de Salud (CRS) Peñalolén Cordillera Oriente durante los años 2006-2011. Se realiza un abordaje desde la mirada bioética, considerando los principios éticos básicos que hacen posible tomar decisiones guiadas por el bien mayor del paciente y no que la esterilización quirúrgica tenga como único fin evitar el embarazo. El consentimiento informado, es considerado, como en todo procedimiento médico-quirúrgico, un acto imprescindible, y que en estos casos se transforma en un consentimiento informado subrogado. Por lo anterior la educación constituye una herramienta necesaria para pacientes, familia y personal de salud que las atiende. Palabras clave: Principios bioéticos, esterilización quirúrgica, discapacidad mental, consentimiento informado. SUMMARY This paper aims to conduct a review of articles that refer to surgical sterilization of mentally disabled patients and relate them to the local reality of the Health Reference Center, Peñalolen Eastern Cordillera during the years 2006-2011. Is an analysis from the perspective bioethics, considering the basic ethical principles that make possible to make decisions guided by the greater good of the patient rather than surgical sterilization has the sole purpose of preventing pregnancy. Informed Consent is considered, as in any medical or surgical procedure, an essential act, and that in these cases becomes a surrogate informed consent. Therefore education is a necessary tool for patients, families and health workers treating them. Key words: Bioethics Principles, Surgical Sterilization, Mental Disability, Informed Consent. 1 2 Matrona Ginecología. Miembro del Comité de Ética Asistencial, CRS Peñalolén Cordillera Oriente. Interno Medicina. Facultad de Medicina, Sede Oriente, Universidad de Chile. 174 Disponible en www.revistaobgin.cl ESTERILIZACIÓN Considerando que desde hace unos años recibo las Interconsultas de Atención Primaria para esterilización quirúrgica en pacientes con discapacidad mental y que tratando de dar curso lo antes posible a estas peticiones sin mayor cuestionamiento bioético, es que me propuse investigar sobre el tema y realizar el presente ensayo en este grupo especial de pacientes y poder aportar estos conocimientos al interior del Comité de Ética asistencial de mi establecimiento y por sobre todo pensando en resolver, tomando en cuenta el mayor bienestar para las pacientes. Si bien es cierto que las personas que padecen de alguna discapacidad mental son un grupo minoritario dentro de la sociedad, han tenido que ir abriéndose camino en el tiempo. Se presuponía que tenían manifestaciones sexuales impulsivas, no controladas y muy peligrosas, por lo que desde la educación lo prioritario era conseguir que no se despertara en ellas la necesidad sexual y controlar sus manifestaciones de forma represiva, su mismo entorno sentía temor que estas manifestaciones se convirtieran en conductas obsesivas con el riesgo latente del abuso. En 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la declaración de los Derechos del Retrasado Mental, en que se expone que estas personas deben gozar de los mismos derechos que los demás seres humanos, incluida la sexualidad. Sin pretender ser ambiciosa situaré mi trabajo en la red de salud pública oriente, comentando el caso de una adolescente con síndrome de Down, cuya madre y tutora solicita la esterilización de su hija, porque mantiene una relación amorosa con un niño de su misma condición y cuyas familias están de acuerdo en que se casen, pero que la convivencia se compartiría entre ambas casas paternas. ¿Quién nos podría decir que la sexualidad de esta pareja se vería afectada con la esterilización quirúrgica? Con el objeto de tener mayor cuidado y no tanto entusiasmo en resolver prontamente, casi a priori, la esterilización, sino llevarlos a todas las instancias y deliberaciones necesarias pensando siempre en el bien para la paciente constituyen mi motivación para realizar el presente ensayo e intentaré responder lo siguiente: • ¿Constituye la esterilización quirúrgica una real protección biológica y social para evitar los abusos sexuales en niñas con discapacidad mental? • ¿Es éticamente correcto esterilizar a pacientes sin capacidad de dar consentimiento informado? Para ello me he planteado los siguientes objetivos: – Analizar los principios de la bioética en la esterilización quirúrgica en discapacitadas mentales. QUIRÚRGICA EN DISCAPACITADAS MENTALES – Analizar el papel del consentimiento informado en las personas con discapacidad mental. – Distinguir tipos de esterilización quirúrgica. – Revisar el proceso actual de las solicitudes de esterilización quirúrgica en discapacitados mentales en el SSMO. La palabra discapacitado(a) es utilizada como un término general que abarca un amplio número de personas que pueden no tener nada común entre sí, excepto que no funcionan del mismo modo que aquellas con capacidades normales. La esterilización quirúrgica en discapacitados mentales es un tema polémico y sujeto de dilemas éticos y morales. Muy unido a esto están los conceptos de sexualidad y consentimiento informado que revisaré en el presente ensayo. Al hablar de sexualidad nos referimos a algo muy personal que cada individuo expresa de diferente manera, según su educación, creencias, formas de ser, modo de relacionarse, inclinaciones, constituye nuestro propio sello, por decirlo de alguna manera y que nos presenta a la sociedad. Reducir la sexualidad a su función biológica equivale a asimilar el comportamiento humano con el comportamiento animal, instintivo y guiado por el principio de necesidad. José Antonio Seoane (Doctor en derecho español) dice: “el ser humano se conduce sexualmente –y en el resto de ámbitos de su actividad– de modo libre y responsable. Por ello la procreación, como aspecto sobresaliente de la sexualidad, no debe ser un ejercicio instintivo”. Se deduce que la sexualidad no es un elemento marginal, sino un principio constitutivo de la persona, por lo que negar la sexualidad a las personas con discapacidad psíquica es negar su condición de personas. Siendo los discapacitados mentales personas, no están exentos de una sexualidad y tienen todo el derecho a expresarla en forma integral y con respeto y apoyo de todos, ellos pueden expresar amor y tener deseo sexual y necesidad de vida en pareja, y según su grado de discapacidad son capaces de asumir responsabilidades en ese aspecto; pero no podemos desconocer que el ejercicio de la maternidad es un acto mayor, que implica comprensión y dedicación a ello y que una persona discapacitada mental necesitaría un apoyo fundamental de sus padres o tutores para llevar a cabo la tarea de criar un hijo. Cuando hablamos de esterilización quirúrgica nos referimos a un método de planificación familiar irreversible y es tan alto el nivel alcanzado que la OMS declara: “la esterilización es actualmente uno de 175 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2012; VOL 7 (3): 174-180 los métodos principales para controlar la fecundidad en el mundo”. Se entiende por esterilización humana aquellas intervenciones que tienen como objeto privar al que las sufre de la facultad procreativa. Desde el punto de vista ético se distingue la esterilización directa de la indirecta. La directa tiene como objeto inmediato impedir la procreación, no sólo como fin en sí, sino también como medio para obtener otros bienes derivados de ella, como pueden ser evitar los daños físicos o psíquicos que previsiblemente se derivarían del estado de gravidez en una mujer con la salud debilitada o de la presencia indeseada de un hijo. Es indirecta cuando la esterilización no es buscada directamente, ni como medio, ni como fin, en consecuencia inevitable de una intervención que tiene por objeto conservar o recuperar la salud, gravemente comprometida por la disfunción de un órgano imprescindible para la procreación. En el caso de los deficientes mentales no estaríamos frente a una esterilización terapéutica, cuyo fin es restituir una anomalía en el paciente sino el de suprimir la posibilidad de un riesgo: el embarazo. Por lo tanto, la esterilización, al eliminar la capacidad reproductiva de la paciente discapacitada psíquica y por consiguiente el riesgo de embarazo, da lugar a otro riesgo, que es el de dejación de vigilancia por parte de sus tutores, y por ende una falta de responsabilidad. La persona incapacitada, en vez de recibir ayuda para integrarse a una vida social bajo la atenta mirada de sus tutores, corre el riesgo de ser abandonada y puede aumentar el riesgo de ser objeto de abuso sin la consecuencia del embarazo. Mirado desde este punto de vista el derecho a la sexualidad puede ser excusa para un abandono a la suerte sexual; de esta forma se estaría realizando la esterilización de la persona deficiente mental no para su propio bien, sino para ahorrar responsabilidades a la familia o a la sociedad. Haciendo historia podemos distinguir también la esterilización coactiva eugenésica, impuesta por la autoridad pública, para evitar la transmisión de taras hereditarias y, de este modo, mejorar la calidad y condiciones de vida de un país. La esterilización de deficientes psíquicos se preconizó a partir de las tesis del científico inglés Francis Galton, como una forma de impedir la transmisión de enfermedades hereditarias. Así él reemplazó el concepto de “selección natural” darwiniana por una “selección artificial”, la cual favorecería la reproducción de los individuos pertenecientes a las élites y obstaculizaría la de los inaptos. También sabemos de la castración penal o punitiva aplicada a los prisioneros y reincidentes de crímenes sexuales. Igualmente en la Alemania nazi fue practicada la esterilización eugenésica en forma individual y como método de planificación para eliminar las enfermedades hereditarias y purificar la raza. En este caso la esterilización entiende al hombre en cuanto a ser útil y no en cuanto a un ser que es, por tanto no se valora al hombre por el hecho de ser hombre, sino en la medida en que presta unos servicios que son útiles para algo. En Chile, el Ministerio de Salud con fecha 01 de diciembre de 2004 mediante Resolución Exenta Nº 1110, dice lo siguiente: “Fíjese a contar de la fecha de la presente resolución, el texto de la norma general técnica Nº 71, sobre Normas de Esterilización Quirúrgica en Personas con Discapacidad Mental”. Esta norma regula el procedimiento de esterilización en personas mayores de edad con discapacidad psíquica que afecte la capacidad para la reproducción, la maternidad/paternidad y la crianza y que no tengan la capacidad para dar consentimiento informado. También recomienda: “No puede solicitarse un procedimiento de esterilización en menores de edad con discapacidad psíquica, dado que no han completado su desarrollo y de requerir un método anticonceptivo, deberá optarse siempre por métodos anticonceptivos reversibles”. Pero como hemos dicho cada caso debe ser revisado desde su especial particularidad y es así como hemos tenido casos de menores de edad cuya deficiencia mental es tan severa y agregada a enfermedades neurológicas como epilepsia, que requieren trato especial y urgente, sobre todo si el entorno familiar y social de estas pacientes es muy deficitario. No podemos olvidar que cada individuo es diferente y dependiendo del tipo de discapacidad, las necesidades y capacidades pueden variar y esto ha de tomarse en cuenta al momento de las decisiones. Como Centro de Referencia de Salud disponemos de un flujograma que parte con la recepción de la interconsulta para esterilización quirúrgica en pacientes con discapacidad mental desde los centros médicos de salud comunales del área oriente de Santiago. Se cita a la madre o tutor(a) legal, entregando éste mayores antecedentes respecto a los motivos de su solicitud, se entrega un listado de documentos que debe traer para dar inicio a las consultas tanto con ginecólogo, como con psiquiatra y psicólogo; éstos últimos evalúan además la capacidad de consentir de la paciente, si ésta no se logra el caso se lleva a un Comité Interdisciplinario Ad-hoc Integrado, que se reúne cada vez que existe un caso para discusión; éste realiza el envío al Comité de Ética 176 Disponible en www.revistaobgin.cl ESTERILIZACIÓN Asistencial del Hospital, quienes lo envían a la Comisión Nacional de Protección de las Personas Afectadas de Enfermedades Mentales, que actúa como organismo asesor del Ministerio de Salud, llegando la respuesta en aproximadamente uno a dos meses, y dependiendo de esta respuesta se procede o no a la solicitud primaria. Así se considera que se dan todas las oportunidades de opinión, resguardando los derechos de la persona con discapacidad y tomando en cuenta siempre el criterio de mayor bienestar y mayor beneficio de la persona con deficiencia, haciendo un lado cualquier consideración eugenésica, principios de política social o que respondiera a intereses familiares. Desde el año 2006 a la fecha han llegado aproximadamente 21 solicitudes para esterilización quirúrgica en discapacitadas mentales, con mayor o menor capacidad de comprensión; de ellas se ha resuelto quirúrgicamente el 43%; el 19% suspendidas, la mitad de ellas por no haber llegado aún a la mayoría de edad y la otra mitad por suspensión voluntaria de la solicitud; 19% con trámites en curso e igual porcentaje de pacientes cuyos tutores recibieron una primera orientación y entrega de nómina de documentos a presentar, que no ha regresado, lo que indica que el proceso no es tan precipitado, como a mí me parecía y que se les está dando la atención necesaria para resolver en propiedad. Para que la esterilización de las personas con discapacidad psíquica sea considerada un procedimiento anticonceptivo legítimo necesita ser justificada, por lo que hay que presentar razones que convierten en ética y jurídicamente aceptable la esterilización, que se centran en los principios de dignidad, libertad, igualdad y protección. El principio inalienable y que no admite ninguna excepción es el de dignidad, de acuerdo con él toda persona es el presupuesto y fin de los órdenes moral y jurídico, y en atención a su individualidad e irrepetibilidad es merecedora de consideración y respeto. En el sentido social se obliga un respeto recíproco de reconocer y respetar al resto de los seres humanos, sin excepción. Por ende, la persona con discapacidad psíquica no puede ser instrumentalizada y ha de ser considerada como un fin en sí misma, y no un medio. Surge aquí el principio de libertad, según el cual toda persona ha de elegir aquello que quiere ser. Cada ser humano es el responsable de su vida y su propio destino, pero en estos casos la libertad se encuentra limitada, puesto que la mayoría de ellos no pueden elegir o decidir libremente sobre determi- QUIRÚRGICA EN DISCAPACITADAS MENTALES nadas acciones, menos hacerse cargo de las consecuencias de esas acciones. El principio de igualdad de todas las personas se apoya en la más básica exigencia de justicia: tratar del mismo modo lo igual y de modo distinto lo desigual. Este nos habla del reconocimiento de la diferencia, por lo que se debe buscar mecanismos de compensación de estas desigualdades para que el trato de las pacientes con discapacidad mental sea más equivalente, por lo que se requiere, en primer lugar, reconocimiento y respeto y ante la evidente desigualdad, tomar una posición activa de compensación, equiparación e integración. El principio de protección tiene especial relevancia en el tema de la esterilización, ya que debe hacer efectivos, subsidiariamente, los derechos o facultades de aquellas personas que están incapacitadas para consentir válidamente su esterilización, porque no pueden elegir y decidir libremente. De este modo el derecho ha creado instituciones jurídicas como es la representación legal mediante la patria potestad o tutela, actuando siempre en relación al mayor interés del incapaz y a la protección de su persona y sus derechos, completando así la escasa o nula autonomía del discapacitado. Según el médico español Antonio Pedrojas Ortíz “la esterilización de un enfermo mental atenta su dignidad, por cuanto la esterilización representa una lesión de la integridad física de las personas y no debe considerarse como una imposición, sino solamente como una posibilidad, puesto que esta dignidad debe ser respetada por encima de todo”. Estando insertos en una sociedad, el derecho juega un papel fundamental en el orden y la buena convivencia garantizando el respeto de los derechos de las personas con discapacidad mental, entregando las normativas jurídicas de la esterilización y propiciando la búsqueda de su mayor interés. Aquí llegamos al tema del ejercicio de la autonomía del paciente, que adquiere características especiales en personas con discapacidad mental, dependiendo del grado o severidad de su afección. Por esta razón, el respeto a la integridad de las personas, con mayor razón de la discapacitada mental, parte por brindarle una evaluación de un equipo especialista en salud mental quienes llegan a establecer un diagnóstico correcto de la afección que ocasiona sus dolencias, y realizan la determinación respecto a su posibilidad de consentir y/o asentir; igualmente se les debe consultar su opinión, y esperar una respuesta en la medida de lo posible, sin perjuicio que la decisión definitiva sea adoptada por quien ejerza la representación legal. 177 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2012; VOL 7 (3): 174-180 La mayoría de las veces nos vemos obligados a obtener el consentimiento informado de sus padres o tutores frente a la imposibilidad que ellas ejerzan el principio de autonomía, naciendo aquí el concepto de consentimiento subrogado, donde la falta de capacidad del discapacitado es suplida por un tercero, comúnmente su tutor legal. Delegar las decisiones a la familia se basa en el supuesto que los familiares representan mejor los intereses del paciente, conocen sus valores y objetivos vitales, y se espera que, en general estén motivados por el amor hacia el paciente. Para confirmar que la solicitud es planteada en estos términos también sería conveniente contar con una evaluación psiquiátrica del solicitante. En cuanto al médico tratante supone sobre la base del principio de beneficencia y no maleficencia que éste, al conocer clínicamente mejor la discapacidad pudiera decidir por el bien mayor. Pero la mayoría de las legislaciones del mundo reconocen la validez de un consentimiento subrogado en el caso de personas discapacitadas mentales, situando esta responsabilidad en el representante o tutor legal del incapacitado. Con respecto a las preguntas que me planteaba al comienzo de este ensayo puedo decir que al hacer el seguimiento de esta pareja de jóvenes con síndrome de Down, llevan dos años de convivencia como pareja, bajo el apoyo de ambas familias, que les permiten su derecho a la privacidad e intimidad y aparentemente son felices. Pero fallamos nosotros, porque ninguno del equipo advirtió que los varones con síndrome de Down son estériles, ya que la espermatogénesis se bloquea en la etapa meiótica, por lo que desde ese punto de vista se sometió a esta joven a una intervención innecesaria. La mamá de la joven manifiesta estar tranquila, aun cuando no serán padres, se privilegió su sexualidad y seguridad, y cuentan con una red familiar y social que les ha brindado el apoyo que ellos necesitan. A diferencia de ellos, otra de las jóvenes a las cuales se había aceptado la solicitud de esterilización quirúrgica, finalmente su madre, también con cierto grado de discapacidad mental, se la llevó a otra ciudad y hoy cursa un embarazo de aproximadamente 28 semanas, producto de violación. Esto me lleva a la convicción que el problema de cada persona discapacitada debe ser abordado desde su peculiar biografía, de una manera particular y ante todo desde el respeto. Si pensamos que el embarazo podría llevar a un grave riesgo para una discapacitada mental nadie objetaría en ella la esterilización quirúrgica, pero en otras circunstancias si el embarazo constituye el temor de los padres o tutores frente al libre uso de la capacidad reproductiva de la persona discapacitada mental, y lo que esto conlleva: posibilidad de ser abusada, embarazo, enfermedad de transmisión sexual, etc. creo que no estaríamos actuando pensando en el bien mayor para el sujeto, porque existen métodos anticonceptivos que pudieran usarse sin llegar a una intervención quirúrgica. Uno de los moralistas que más se ha preocupado de la esterilización quirúrgica (en sus variadas formas) en mujeres que sufren retraso mental ha sido Currian, que opina que “ésta puede ser recomendada cuando por violencia o ignorancia una deficiente mental estaría expuesta al acto sexual o como prevención de las hemorragias menstruales y los problemas de higiene que se derivan de este hecho fisiológico en los casos que no puedan valerse por sí mismas”. El dilema ético está en que para impedir un embarazo ante una agresión injusta o abuso se realiza un trauma físico, no al que realiza el abuso, sino al que lo sufre, y más aún en el caso de una discapacitada mental que está ya en condición de mayor vulnerabilidad. Por lo que el tema fundamental aquí es contar con una valoración lo más objetiva posible de parte de los padres o tutores para decidir por el bien mayor para su hija, sin dejar de lado la responsabilidad del cuidado, porque la esterilización quirúrgica sólo asegura no embarazarse, pero los riesgos de abuso siguen existiendo. Desde el punto de vista cultural se piensa que a las personas con discapacidades hay que protegerlas o sobreprotegerlas, especialmente a las mujeres, negándoles la posibilidad de reproducción, porque además es muy difícil que puedan hacerse cargo de un hijo por sí solas. De esta forma las jóvenes experimentan una contradicción entre el rol que se espera de la mujer y el que a ellas se les asigna, como personas con discapacidad. Mientras las mujeres en general tienen presión social para tener hijos, las mujeres con discapacidad son fuertemente animadas a no tenerlos debido a cuestiones o creencias acerca de su condición. Los mitos y prejuicios concluyen en conductas discriminatorias, los derechos sexuales incluyen el derecho a explorar la propia sexualidad sin miedo, vergüenza, culpa, falsas creencias u otros impedimentos. Aun cuando los derechos relacionados con la sexualidad pueden ser manifestados inicialmente por la persona discapacitada, el ejercicio de ellos depende en gran medida de sus tutores, quienes deben 178 Disponible en www.revistaobgin.cl ESTERILIZACIÓN compartir la responsabilidad de las consecuencias que se deriven de ello, como por ejemplo el derecho a tener relaciones sexuales, formar pareja o tener hijos, porque si para una joven no discapacitada mental es complicado asumir la responsabilidad de la maternidad, para una joven discapacitada es mucho mayor y no lo podrá cumplir si no es con la ayuda de sus padres, quienes en el tiempo pasan a ser los “padres” de este hijo. Así la forma de vivir la sexualidad de cada discapacitada es diferente y depende de cada contexto familiar y social, pero principalmente de sus propias capacidades y/o déficit. Definitivamente pienso que la esterilización no es el único medio para defender a estas pacientes de posibles agresiones; los padres o tutores y también la sociedad tienen el deber de velar por el bien integral de estas personas, por lo que la educación sexual dirigida a este grupo es fundamental y debe ir unida a valores de respeto, dignidad y responsabilidad, para favorecer la maduración afectiva, el control de sí mismas y el manejo correcto de la sexualidad y es uno de los puntos que se adolece actualmente. Las personas discapacitadas mentales tienen la obligación de asumir su propia discapacidad en todos los aspectos de su vida, también el de la sexualidad. Se debe facilitar su integración a la sociedad reconociendo cuáles son sus limitaciones, asesorando a sus padres y familiares cercanos y proporcionando formación continua a sus tutores. La educación sexual es de gran importancia en la formación integral. Si la información se imparte cargada de erotismo sólo se consigue sobreestimulación en las relaciones interpersonales; por lo que es importante lograr que aprendan las habilidades interpersonales más útiles para las relaciones de amistad y/o de pareja. Los medios de comunicación juegan un papel importante en su carga de sexo y violencia dando lugar a una erotización de la sociedad, por lo que el acceso a éstos debe ser supervisado por los padres o tutores por la menor capacidad crítica y menos control de sus impulsos sexuales o agresivos. La educación sexual debe ser individualizada en la medida de lo posible, ya que como he dicho existe diferente capacidad de comprensión en cada sujeto. Se debe respetar la intimidad de la corporalidad, de esta forma valorará más su propio cuerpo exigiendo el respeto que se merece y proporcionándole los cuidados físicos, afectivos y de defensa de daño por parte de otros. Enseñanza de prácticas higiénicas saludables y seguras. Debemos educar a las mujeres con discapacidad en sexualidad, en mejorar su autoestima e indepen- QUIRÚRGICA EN DISCAPACITADAS MENTALES dencia, sus habilidades sociales, a fin de que ellas mismas sean quienes perciban si están sufriendo algún tipo de acción violenta o no en su entorno más inmediato, conociendo y exigiendo sus derechos, con la oportunidad de desarrollar plenamente sus capacidades, como un paso para garantizar una inclusión real. Cuando se promueve la inclusión plena y el goce de los derechos de las personas con discapacidad es fundamental ir eliminando los mitos y creencias que se construyen en torno a este sector de la población. La falta de información, la ignorancia, la ausencia de empatía, da origen a premisas erróneas y discriminatorias, y establecen barreras muy difíciles de superar. Todos debemos luchar por la igualdad en las oportunidades, independientemente de la condición sensorial o intelectual, para de esta forma valorar conjuntamente las potencialidades y minimizar las deficiencias. CONCLUSIONES • Las personas con discapacidad intelectual son personas con dignidad por el solo hecho de existir, y como tal debemos respetarlas. • Tienen derecho a ejercer su propia sexualidad. • Cada individuo es diferente y dependiendo del tipo de discapacidad, las necesidades y aptitudes varían. • La familia es pilar fundamental en el cuidado de las personas con discapacidad mental y mientras permanezca esta protección no sería necesario recurrir a la esterilización quirúrgica como prevención de embarazo. • Tenemos la obligación de respetar a los discapacitados, en su condición de personas, proveerlas de los mejores medios que se disponga para garantizar el máximo desarrollo, a fin que puedan expresar y vivir su propia vida (principio de beneficencia). • La esterilización quirúrgica es un método más dentro de la amplia gama de métodos anticonceptivos, pudiendo acceder a ella mujeres con y sin discapacidad mental (principio de justicia). • Como todo procedimiento quirúrgico se necesita un consentimiento informado, que en el caso de una paciente capaz mentalmente es entregado libre, expreso y consciente, lo que muchas veces no ocurre con un discapacitado, por lo que el principio de autonomía no siempre está presente, sino subrogado, pero igualmente válido si los padres o tutores solicitantes actúan pensando en el bien de la paciente. 179 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2012; VOL 7 (3): 174-180 • La esterilización quirúrgica en discapacitados mentales sólo puede plantearse pensando en su propio bien; nunca para ahorrar responsabilidad a la familia o a la sociedad (principio de no maleficencia). • La paciente que ya ha sido esterilizada no nos exime de la responsabilidad de ofrecerle una tutela atenta, cuidadosa, vigilante y educativa, por lo que la real protección frente a abusos está en la misma familia y sociedad en general. LECTURAS RECOMENDADAS 1. ESBRÍ MONTOLIU, MIGUEL ANGEL. “Esterilización de deficientes mentales. Derecho y salud”, 1 (5), Pág. 71-85. 2. PEDROJAS ORTÍZ, ANTONIO. “La esterilización del disminuido psíquico”. Revista Bioética y Ciencias de la Salud Vol 4, Nº 1, Sección Breves. 3. SEOANE RODRÍGUEZ, JOSÉ ANTONIO. “Aspectos éticos y jurídicos de la esterilización de personas con discapacidad psíquica”. Cuadernos de Bioética 1999; 1: 140-8. 4. SEOANE RODRÍGUEZ, JOSÉ ANTONIO. “Derecho y personas con discapacidad”. Revista española sobre discapacidad intelectual Vol. 35, Nº 209, 2004. Pág. 2 5. ROMERO HOYUELA, ANTONIO. “Esterilización en deficientes mentales”. Reflexiones de Bioética. 2003; Vol. 4, Nº1. 6. VARAS CORTÉS, JORGE. “Adolescentes con discapacidad psíquica: Salud sexual y reproductiva”. Revista Obs- • Aunque la presencia del derecho es fundamental porque refuerza las formulaciones éticas y subraya la importancia de determinados valores y bienes para toda la sociedad, cada caso debe evaluarse por separado y por un equipo multidisciplinario. • Fomentar la capacitación de los profesionales de la salud en estos temas para lograr modos de actuación pertinentes que nos permitan enfrentar adecuadamente el manejo de estas situaciones. tetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse 2010; Vol. 5 (2): 139-44. 7. AYALA SERRET, SANDRA. “Ejercicio de la Autonomía en discapacitados mentales”. Revista Cubana de Pediatría 2001; 73 (1): 51-4. 8. LÓPEZ SÁNCHEZ, FÉLIX. “Sexo y afecto en las personas con discapacidad”. Editorial Biblioteca Nueva/2002, Madrid, España. 9. AMOR PAN JR. “Sexualidad y personas con discapacidad psíquica”. Madrid 2000, pág. 159-89. 10. BÓRQUEZ GLADYS, RAINIERI GINA, BRAVO MIREYA. “La evaluación de la capacidad de la persona: en la práctica actual”. Revista Médica de Chile Vol. 132, Nº 10, Octubre /2004. 11. Ministerio de Salud. Resolución exenta Nº 1110, del 01 de diciembre de 2004. Aprueba Norma General Técnica Nº 71, sobre normas de esterilización quirúrgica en personas con enfermedad mental. 180 Disponible en www.revistaobgin.cl