Astronomía - Aprender a Reconocer Constelaciones

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Astronomía
APRENDER A RECONOCER CONSTELACIONES
Quiera o no, una de las primeras tareas de cualquier aficionado a la
Astronomía será aprender las constelaciones y reconocerlas en el
firmamento. Algunas son realmente sencillas y evidentes pero otras no
lo son tanto, especialmente cuando el cielo no es el más adecuado o
cuando han cambiado de orientación debido al movimiento de rotación
de la Tierra. Y algunas son más reconocibles según qué épocas del
año.
Podemos empezar por las más fáciles, aprender el nombre de sus
estrellas, al menos las más importantes y seguir después con otras constelaciones
por su proximidad o localización con respecto a las que ya conocemos. Vamos a ver
un ejemplo de esto:
En el Hemisferio Norte necesitamos localizar la estrella Polaris de la constelación
Ursa Minor para poder alinear la montura ecuatorial. Polaris es una estrella poco
brillante y pasa totalmente desapercibida por lo que tenemos que buscar primero
su constelación para poderla situar. Pero lo cierto es que Ursa Minor es una
constelación de visibilidad confusa si no se conoce muy bien su orientación actual y
hacia donde mirar exactamente. Afortunadamente podemos recurrir a la
constelación Ursa Major que es muy extensa y evidente y las estrellas que
conforman el llamado "carro" son muy brillantes. Veremos cómo podemos
ayudarnos de ella para localizar a Ursa Minor y su estrella Polaris.
Tanto Ursa Major como Ursa Minor tienen forma de carro (ó de cucharón ó de cazo,
según los gustos) y por la posición de ambas en el firmamento parece que el
pequeño carro de Ursa Minor esté vertiendo su contenido en el gran carro de Ursa
Major. Si localizamos el gran carro será más fácil encontrar al pequeño que está
vertiendo ese contenido imaginario.
Otra manera sería trazar una recta desde la estrella Merak a Dubhe de Ursa Major y
prolongarla en el firmamento. La orientación de esas dos estrellas conduce siempre
a Ursa Minor y a las proximidades de su estrella Polaris que estábamos buscando.
Trazar rectas entre estrellas muy visibles que sabemos que nos llevan a otra
estrella o constelación o crear asociaciones más o menos fantasiosas entre
constelaciones próximas son estrategias nmotécnicas realmente útiles y eficaces.
La combinación de las dos ayuda a localizar por un lado y a recordar los nombres
por otro. Veamos dos ejemplos más:
Orión es una de las constelaciones más fáciles de reconocer en el firmamento y a
partir de ella podemos llegar a otras tres que justamente representan animales.
Cuando la tengamos localizada podemos pensar que está corriendo porque detrás
le persigue el perro Canis Major para morderle. Además Orión está disparando con
un arco (algunos interpretan un escudo en lugar de un arco) al pecho del toro
Taurus que lo tiene justo delante a punto de envestirle. Y justo a los pies de Orión
la indefensa liebre Lupus está siendo pisoteada.
El arquero Sagittarius también dispara una flecha que parece ir dirigida a la rojiza
estrella Antares en la constelación del escorpión Scorpius. Le dispara para proteger
a la virgen Virgo a la cual quiere picar. Pero entre las malévolas intenciones de
Scorpius y su inocente víctima Virgo está la balanza Libra para hacer justicia. Y no
voy a contar aquí mi particular visión de Perseus, Andrómeda y Pegasus porque os
podría resultar un tanto chocante.
Al tiempo que se aprenden nuevas constelaciones se deben ir aprendiendo también
el nombre de las estrellas más importantes que la componen. Esto puede resultar
un poco más difícil pero si jugamos a inventar asociaciones absurdas y fantasiosas cuanto más mejor- veremos que tampoco resulta una tarea imposible. Además
comprobaremos que muchas de estas constelaciones no tienen estrellas
especialmente relevantes y con nombre propio y tampoco será necesario conocerlas
todas.
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