SIGNOS: • Icono del “Padre” de la misericordia que tenía dos hijos • Capa, sandalias, anillos • Cayado, zurrón, bellotas AMBIENTACIÓN: La jornada de ayer nos situó en clave de acompañamiento, centrando nuestra mirada en Jesucristo como Maestro y Modelo de nuestra misión de acompañantes. Caldeó nuestros corazones, con su misericordia y amor, impulsándonos a ser auténticos hijos e hijas de Dios: piedras vivas en la construcción de su Reino con los jóvenes, optando por nuestros hermanos y hermanas menos favorecidos. Hoy queremos recoger todo lo vivido y proyectado, dando juntos gracias a Dios, pidiéndole nos haga servidores alegres y fieles del Evangelio a través de nuestra vida y servicio diario, colaborando a la misión evangelizadora de la Iglesia en el mundo. En pie, cantamos esta convicción, disposición y gozo. Canto de entrada: Saludo del sacerdote-presidente e invitación a reconocernos pecadores, pedir perdón y acogernos a la misericordia de Dios. PETICIONES DE PERDÓN • Reconocemos nuestras deficiencias a la hora de colaborar en el arte del acompañamiento para llevar a los jóvenes a Dios y conducirlos a la libertad. Señor, ten piedad de nosotros • Nos falta hondura y coraje para comunicarnos desde el corazón, la proximidad y el encuentro, conociendo la situación de cada persona y considerando su vida como un misterio. Cristo, ten piedad de nosotros • No somos capaces de contemplar la vida y el mundo con amor para comunicar el Evangelio. Señor, ten piedad de nosotros. LITURGIA DE LA PALABRA Monición general: El libro del Éxodo nos dice que la ley se concede a quienes antes han sido salvados y la otorga el que la puede autorizar con su obra salvadora para imprimir continuidad a dicha salvación. El decálogo, dice, es una suma de preceptos absolutos, reguladores de la relación con Dios y con el hombre. Pablo nos recuerda que nuestra fe no es una ciencia demostrable o verificable y, menos aún una consagración o justificación de una sociedad “bienpensante”. Se trata de una fuerza divina que irrumpe en la planificación humana y la desconcierta y desbarata. Juan nos presenta la única vez que en los evangelios aparece un acto violento de Jesús y es el mal uso o deterioro en la vida del templo. Con frecuencia, en cada época, podemos ver que la única violencia por la que protestamos los cristianos es la que va dirigida contra los edificios de templos, profanados. Pero ¡qué pocas veces aparecen denuncias, protestas contra la violencia ejercida sobre los pobres, desheredados, marginados…, auténticos templos de Dios! Acojamos esta Palabra, revestidos de los sentimientos de Jesucristo, con la mirada y entrañas del Padre y el ardor de un corazón, al fuego del Espíritu. Oración de la Comunidad cristiana o de los fieles: No queremos dejarnos robar la alegría del Evangelio, ni su fuerza misionera. Desde esas convicciones, elevamos nuestra oración al Padre, pidiendo del Espíritu el don del acompañamiento y la alegría de ser testigos. 1. Oramos por la Iglesia para que viva inserta en el mundo, firme en la fe y reveladora de la misericordia del Padre, según Jesucristo nos enseña. Oremos. Respuesta: Oh, Señor, escucha y ten piedad. 2. Oramos por el Papa, por nuestros Obispos, sucesores de los Apóstoles, por los sacerdotes, por todos los catequistas, asesores y agentes dinamizadores del proceso de maduración en la fe de J.M.V.: ayúdanos hacer creíble y efectivo el Evangelio, facilitando que el mundo crea y viva. Oremos. 3. Oramos por cada una de nuestras comunidades y centros. Que sean espacios de crecimiento en la fe donde se opte por los pobres, lugar teológico y, codo a codo con ellos, nos dejemos evangelizar. Oremos. 4. Oramos por todos los jóvenes. Que tengan la posibilidad de encontrarse con Jesús, de conocerlo y de hacer del Proyecto de Jesús, el sentido de sus vidas. Oremos. 5. Oramos por todas las familias. Que sean respetadas y todas puedan gozar de los derechos y deberes y la familia humana, en igualdad, allí donde se encuentren. Oremos. 6. Oramos por todos nosotros… Danos, señor, una mirada universal, limpia de prejuicios, que sepa otear el horizonte, a la vez que contemplar el fondo del corazón de cada vida humana. Ayúdanos a permanecer en actitud de discernimiento, a la escucha de tu Palabra y las llamadas de nuestros hermanos, los empobrecidos. Oremos. Silencio breve Oremos: Acoge, Padre de bondad, nuestra oración. Fortalece nuestras vidas con tu Espíritu. Ayúdanos a ser fieles a la vocación recibida y a ser coherentes y consecuentes con nuestra opción de seguir a tu Hijo, continuando la misión de Anunciar el Evangelio y construir tu Reinado, que es el de los Pobres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén LITURGIA EUCARÍSTICA PRESENTACIÓN DE OFRENDAS: Pan y vino, Proceso de maduración en la fe y Estilo de vida JMV. MONICIÓN: Junto al pan y el vino, te presentamos, Señor, el Proceso de maduración en la fe y Estilo de vida de la Asociación JMV. Ayúdanos pasa que: • Sepamos acompañar a los jóvenes en su crecimiento, facilitando su implicación en experiencias de servicio, desde su proceso de maduración en la fe. • Seamos creativos y generosos en potenciar la formación de todos los agentes de pastoral. • Nos comprometamos a cuidar la dimensión vocacional en todos los niveles del proceso catecumenal. • Cuidemos la dimensión comunitaria y eclesial, así como el trabajo en equipo coordinador. Transforma y multiplica, Señor, nuestros esfuerzos y haz que sean instrumento y medio para que los jóvenes puedan descubrirte y servirte en la persona de los pobres, como auténticos vicencianos.