422-98 SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA

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422-98
SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San
Salvador, a las once horas cuarenta minutos del día veinticinco de enero de dos mil.
El presente proceso de amparo constitucional ha sido promovido por los señores Sergio
Ubaldo Meza, de cincuenta y uno años de edad, profesor; José de la O Cabezas Tobar, de
cuarenta y cuatro años, comerciante; y Abel Espinoza, de cincuenta y cuatro años de edad,
agricultor; todos del domicilio de San Antonio Masahuat, Departamento de La Paz; contra
actos del Alcalde Municipal y Concejo Municipal de San Antonio Masahuat, que estiman
violatorios de los artículos 2 y 11 de la Constitución.
Integrando el texto de la demanda y el escrito de cumplimiento de prevención que se
encuentran agregados a fs. 1y 6, respectivamente, aparece que el hecho o suceso de la
realidad sobre el cual gira la presente controversia es: la supuesta destitución de los
demandantes del presente amparo de sus cargos de Síndico Municipal, Primer Regidor y
Segundo Regidor, respectivamente, a través de un acuerdo municipal y sin haberles
respetado su derecho constitucional de audiencia.
Al respecto, esta Sala hace las siguientes consideraciones:
1. Para una mejor comprensión del fundamento de la presente decisión, es menester separar
el análisis respecto de cada una de las autoridades. Así, en primer lugar se analizará la
pretensión de los demandantes dirigida contra el Alcalde Municipal de San Antonio
Masahuat y posteriormente los elementos fácticos y los fundamentos jurídicos esgrimidos
contra el Concejo Municipal de la misma localidad. Ambos análisis estarán precedidos por
aspectos doctrinarios que servirán de marco de referencia a la decisión a tomarse.
2. Los actores, de acuerdo a la letra "a" de su demanda agregada a fs. 1 frente, señalan
como autoridad demandada al señor José Antonio Ortiz, Alcalde Municipal de San Antonio
Masahuat.
Al respecto, y antes de entrar a revisar este punto de la pretensión, es pertinente traer a
cuenta lo que doctrinalmente se conoce como legitimación procesal y, en específico, lo
relativo a la legitimación pasiva, para luego establecer los efectos de su ausencia dentro de
la declaración subjetiva de voluntad de la parte demandante de un amparo.
2.1. La legitimación procesal es la consideración que hace la ley dentro de cada proceso
respecto de las personas que se hallan en una determinada relación con el objeto del mismo.
A este nivel -legitimación-, ya no sólo nos interesa que exista la capacidad procesal, pues
ésto nos resuelve el problema al referirnos en general a cualquier proceso, pero no a uno en
particular. En efecto, dentro de cada proceso, deben legitimarse activa y pasivamente las
personas que intervienen en la "relación", por ejemplo: el acreedor es el único legitimado
activamente para reclamarle a su deudor (legitimado pasivamente); el propietario de un
inmueble para reivindicar el mismo a través del correspondiente proceso civil y frente al
poseedor actual; el que ha sufrido alguna violación a sus derechos constitucionales para
pedir amparo frente a la "autoridad" que supuestamente emitió el acto violatorio.
Esto es, pues, lo que conocemos como legítima contradicción la cual, en principio o in
limine litis, no es necesario demostrarla sino que basta atribuírsela subjetivamente en la
demanda, es decir, basta con el hecho que el demandante se autoatribuya la titularidad del
derecho violado y le atribuya al sujeto pasivo vinculado a su pretensión la emisión del acto
reclamado.
Mas será imprescindible, finalmente, comprobar ambas legitimaciones -la activa y la
pasiva- para poder obtener una sentencia definitiva. De lo contrario, el pretensor pudiese incluso- conseguir, por economía procesal, un rechazo de su demanda en el desarrollo del
proceso. En efecto, si el demandante no es titular del derecho o si el sujeto pasivo no es
quien ha emitido el acto reclamado, por imperativo lógico no puede válidamente entrar a
conocerse la posible violación alegad;, esto e,s si la declaración subjetiva hecha por el
demandante in limine es cierta o no, en cuanto a la infracción alegada; y, por ello, este vicio
de la pretensión es una causal de sobreseimiento pues impide la satisfacción jurídica de
aquélla.
Por todo lo anterior, como bien ha señalado esta Sala en otras oportunidades, aunque el
artículo 31 de la Ley de Procedimientos Constitucionales no indique textualmente dicha
circunstancia como causal de sobreseimiento, el espíritu de la disposición es ilustrativo, no
taxativo; lo cual implica que, atendiéndose al verdadero significado de la figura del
sobreseimiento en la ley mencionada, puede constitucionalmente interpretarse que el
legislador estableció la misma como mecanismo de rechazo para todas aquellas demandas
que, por uno u otro motivo, no pueden ser capaces de producir terminación normal del
proceso, como por ejemplo la falta de legitimación pasiva.
2.2. Concretando las anteriores consideraciones al caso sub iudice, tenemos que los
demandantes no obstante haber señalado como autoridad demandada al Alcalde Municipal
de San Antonio Masahuat, en su escrito de cumplimiento de prevención agregado a fs. 6
frente, se aprecia que el acto que les causa agravio es el emitido -a dicho de los mismos
demandantes- Por el Concejo Municipio de San Antonio Masahuat, del cual forma parte
aquella autoridad demandada.
Por otro lado, el Alcalde Municipal de dicha localidad, en su segundo informe agregado a
fs. 20-24, afirma que no ha pronunciado ningún acto que viole derechos constitucionales de
los demandantes; mas, que los mismos actores mencionaron en su escrito de cumplimiento
de prevención que la autoridad demandada era el Concejo Municipal de la misma localidad,
pues fue aquél quien había supuestamente emitió el acuerdo de destitución.
En efecto, los demandantes del presente amparo no aportaron elementos que contradigan lo
afirmado por el Alcalde Municipal, por lo que es evidente que dicho funcionario carece de
legitimación pasiva en el presente amparo, puesto que él, de forma autónoma, no ha sido la
autoridad emisora del supuesto acto reclamado, más bien forma parte de quien los actores en su escrito de cumplimiento de prevención - señalaron como el sujeto pasivo de su
pretensión: el Concejo Municipal de San Antonio Masahuat. Consecuentemente, resulta
oportuno sobreseer respecto de esta autoridad por falta de legítima contradicción en base a
los argumentos teóricos ya señalados y a la realidad procesal examinada por esta Sala.
3. De acuerdo con la resolución que corre agregada a fs. 5 de este expediente judicial, se le
previno a la parte actora que señalara con toda claridad el acto concreto contra el cual
reclamaban y las acciones u omisiones en que hacían descansar la inconstitucionalidad del
acto reclamado. Los demandante en su escrito de cumplimiento de prevención, en
específico en los puntos 1 y 2 de la primera hoja del mismo agregada a fs. 6, manifiestan
claramente que el acto reclamado es un hecho concreto "realizado por el Concejo
Municipal", el haber emitido un acuerdo por medio del cual se les "destituye" de los cargos
que ocupan.
Ahora bien, con posterioridad a la presentación del segundo informe de parte del Alcalde
Municipal de San Antonio Masahuat, los demandantes cambian el sustrato fáctico de su
pretensión, al manifestar a folios 32 frente, que lo que existe es una acuerdo de suspensión
y, posteriormente, un acuerdo municipal de sustitución en sus cargos por sus respectivos
suplentes.
3.1. Establecido lo anterior, esta Sala estima indispensable determinar con precisión lo
relativo al acto que los demandantes reclaman frente al Concejo Municipal de San Antonio
Masahuat, puesto que como se expuso, los elementos fácticos que señalaron en su demanda
y escrito de cumplimiento de prevención son distintos a los señalados en el traslado que les
fuera concedido en virtud del artículo 27 de la Ley de Procedimientos Constitucionales. Y
es que, por congruencia procesal, es menester determinar si este Tribunal conocerá respecto
de la supuesta destitución o respeto de supuestas suspensiones y sustituciones, porque los
fundamentos jurídicos de ambos hechos son distintos y su decisión importa premisas muy
particulares.
Al respecto, jurisprudencia reiterada de esta Sala ha sostenido que, la pretensión de amparo
no es susceptible de ser alterada una vez evacuado el informe que de conformidad al
artículo 26 de la Ley de Procedimientos Constitucionales se le solicita a la autoridad
demandada; es decir que, al momento de pronunciarse sentencia definitiva deben
desecharse todas las alteraciones efectuadas a la pretensión después de rendido dicho
informe, porque las mismas podrían eventualmente generar indefensión en las autoridades
demandadas o vincular derechos de terceros no oídos previamente.
En virtud de lo anterior, y advirtiendo que los demandantes del presente amparo pretenden
modificar su pretensión después de que el Alcalde Municipal de San Antonio Masahuat
rindiera su segundo informe, esta Sala conviene no entrar a hacer consideración alguna
sobre las argumentaciones plasmadas por aquéllos en su escrito agregado a fs. 32 y 33 de
este expediente judicial, pues la etapa procesal para modificar la pretensión -contenida en la
demanda- ya había precluido. Consecuentemente, se entrará a conocer lo relativo a la
supuesta destitución de los sujetos que conforman la parte actora, y no sobre supuestas
suspensiones o sustituciones, ya que muy distinto es revisar si se ha destituido a alguien sin
previo procedimiento que verificar las competencias de un Concejo Municipal para
suspender o sustituir a sus miembros.
3.2. Los actores en su demanda y escrito de cumplimiento de prevención señalan que
reclaman frente al Concejo Municipal de San Antonio Masahuat por la supuesta destitución
sin previo procedimiento a que fueron objeto, violándoseles con ello los derechos
consagrados en los artículos 2 y 11 de la Constitución.
Al respecto, por su estrecha relación con la decisión a tomarse, es oportuno recordar la
jurisprudencia de este Tribunal en relación con la cuarta causa de sobreseimiento
establecida en el artículo 31 de la Ley de Procedimientos Constitucionales.
(a) En efecto, esta Sala ha sostenido anteriormente que los informes de las autoridades
demandadas gozan de la presunción de veracidad, la cual, sin embargo, puede ser
desvirtuada por el actor mediante la prueba pertinente.
En perspectiva con lo anterior, e interpretando el artículo 31 ordinal 4° de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, esta Sala puede exteriorizar que la existencia de los actos
reclamados, en un proceso de amparo, únicamente puede establecerse, de acuerdo a sus
etapas, de dos formas: (i) cuando la autoridad demandada, en su informe inicial, reconoce
los hechos controvertidos; o (ii) cuando, habiendo negado los hechos las autoridades
demandadas, la parte actora presenta prueba sobre la existencia de los mismos, en cualquier
etapa del proceso, es decir, sea inicialmente -con la demanda- o en su prosecución -en el
plazo probatorio o hasta antes de la sentencia de fondo si es a través de prueba documental
-.
En consecuencia, esta Sala considera necesario establecer, como en otras ocasiones, que la
falta de presentación de prueba sobre la existencia de los actos reclamados por la parte
demandante, cuando la autoridad demandada niega el mismo en sus informes, infiere la
procedencia del sobreseimiento y el consecuente rechazo de la pretensión implícita en la
demanda. Por el contrario, cuando las autoridades demandadas admiten la existencia de los
actos reclamados, la prueba de los mismos se vuelve innecesaria, posibilitando el
pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión planteada en la demanda, mediante sentencia
de fondo, estimativa o desestimativa.
(b) Concretando las anteriores consideraciones en el caso sub iudice tenemos, pues, que los
demandantes, señores Sergio Ubaldo Meza, José de la O Cabezas Tobar y Abel Espinoza,
aducen que han sido destituidos sin previo procedimiento de sus cargos que ostentaban
dentro del Concejo Municipal de San Antonio Masahuat: Síndico, Primer Regidor y
Segundo Regidor, respectivamente.
En virtud de la anterior afirmación es menester, para poder revisar desde la Constitución si
dichas destituciones se hicieron o no con apego a lo establecido en su artículo 11, que
dentro del proceso de amparo haya prueba fehaciente de las mismas, porque de lo contrario
sería inútil dictar sentencia definitiva o de fondo, esto es, revisar la existencia o no de la
supuesta violación originada por el acto de autoridad, precisamente por la falta de prueba
sobre éste.
Revisando minuciosamente este expediente judicial, tenemos únicamente que tanto el
Alcalde (a fs. 23-24) como el Concejo Municipal de San Antonio Masahuat (a fs. 70-74)
presentaron documentos auténticos que demuestran que los demandante no fueron
destituidos de sus cargos, si no suspendidos indefinidamente en un primer momento y
posteriormente sustituidos hasta el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y
ocho y luego hasta el treinta de abril del años dos mil; más, los demandantes lejos de
desvirtuar con cualquier medio probatorio el contenido de la prueba aportada por las
autoridades demandadas, presentaron instrumentos cuyo contenido refleja lo establecido
por las autoridades integrantes de la parte pasiva de su pretensión (fs. 63-66), puesto que en
ellos se le toma como parte del Concejo Municipal en fechas posteriores a la presentación
de la demanda de amparo.
En virtud de lo anterior, es evidente -como también ha afirmado el Fiscal de la Corte- que
en el desarrollo del proceso los actores no aportaron prueba sobre la existencia de la
destitución de que supuestamente fueron objeto, y siendo ésta necesaria por haber negado
las autoridades demandadas la existencia de las mismas, es oportuno sobreseer también a
favor del Concejo Municipal de San Antonio Masahuat no obstante estar el presente
proceso constitucional en estado de dictar sentencia definitiva.
En base a todo lo expuesto en los párrafos que anteceden y a las disposiciones legales
mencionadas, esta Sala RESUELVE: (a) Sobreseése en el presente proceso por falta de
legitimación pasiva del Alcalde Municipal de San Antonio Masahuat y por no haberse
rendido prueba sobre la existencia del acto reclamado y atribuido al Concejo Municipal de
la misma localidad; (b) condénase en costas procesales a los demandantes; y (c) notifíquese
a las partes y demás intervinientes.----HERNANDEZ VALIENTE---MARIO SOLANO--O. BAÑOS.---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN.---A. CADER CAMILOT.---RUBRICADAS.
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