LA IMPORTANCIA DE LAS HORMONAS CAMPOS ORTIZ MITZY MILDRED, ORNELAS NAVARRO CARLOS E., SALGUERO DIAZ DANIELA IXCHEL Y SANDOVAL ADAME KAORY ASESOR: DR. ALEXIS JOAVANY RODRÍGUEZ SOLIS ESCUELA: PREPARATORIA FEDERAL POR COOPERACIÓN “LIC. ANDRÉS QUINTANA ROO” CATEGORIA: I. CIENTÍFICA; AREA: C. CIENCIAS BIOLÓGICAS, QUÍMICAS Y DE LA SALUD; MODALIDAD: C.2 INDAGACIÓN BIBLIOGRÁFICA/PROYECTO ESCOLAR. INTRODUCCIÓN: El término hormona fue acuñado en 1905 por Ernest Starling (1866–1927), a partir del verbo griego ὁρμἀω (poner en movimiento, estimular). La primera función hormonal fue descubierta por Claude Bernard en 1851, fundamentalmente en el hígado, mientras que la primer hormona descubierta fue la adrenalina, descrita por el japonés Jokichi Takamine en 1901. Posteriormente el estadounidense Edward Calvin Kendall aisló la tiroxina en 1914 [Henderson, 2005]. Las hormonas son conocidas como los mensajeros químicos del cuerpo. Viajan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos y órganos, surtiendo su efecto lentamente y afectando muchos procesos distintos, tales como, el crecimiento y desarrollo, metabolismo, fusiones sexuales, reproducción y el estado de ánimo [Nussey y Whitehead, 2001]. Las responsables de su producción son las glándulas endocrinas, compuestas de grupos especiales de células. Las principales glándulas endocrinas son la pituitaria, la glándula pineal, el timo, la tiroides, las glándulas suprarrenales y el páncreas. Además de lo anterior, los hombres producen hormonas en los testículos y las mujeres en los ovarios [Lacy, 1975]. Las hormonas son agentes químicos potentes. Se necesita solamente una cantidad mínima para provocar grandes cambios en las células o inclusive en todo el cuerpo. Es por ello que el exceso o la falta de una hormona específica puede resultar en trastornos serios en la salud. Las pruebas de laboratorio pueden medir los niveles hormonales con un análisis de la sangre, la orina o la saliva, así su médico puede indicar basándose en estos exámenes si presenta algún síntoma de trastorno hormonal [Nussey y Whitehead, 2001]. OBJETIVO: El objetivo de esta revisión bibliográfica es dar a conocer la importancia de las hormonas como agentes reguladores químicos de las funciones de nuestro organismo, así como, algunos de los trastornos a la salud ocasionados por un desbalance en su producción. MARCO TEÓRICO: La producción de hormonas puede derivarse a partir de algunos aminoácidos, como la tirosina, del colesterol o de fosfolípidos, sin embargo, las más numerosas son las proteicas o peptidicas, presentando un tamaño de entre 3 hasta 200 aminoácidos, algunas hormonas como la insulina, están constituidas por subunidades unidas por puentes disulfuro, inclusive algunas hormonas, como las producidas por la glándula pituitaria anterior, contienen azúcares unidos a su estructura proteica [Nussey y Whitehead, 2001]. Dentro de las principales hormonas humanas se encuentran la adrenalina, al insulina, la progesterona, la testosterona, la serotonina y la oxitocina, en la tabla 1 se enumeran algunas de sus características principales. Enfermedades causadas por desordenes en las diferentes glándulas hormonales: Glándula Hipófisis o Pituitaria: La hipófisis es una glándula endocrina del tamaño de un chícharo que está ubicada en la base del cerebro y ayuda controlar la secreción de hormonas de otras glándulas endocrinas, como la tiroides y las glándulas suprarrenales. La hipófisis también secreta hormonas que afectan directamente los tejidos corporales, como los huesos y las glándulas mamarias. Si llega a fallar la hipófisis, que es la más importante de las glándulas endocrinas, se producen alteraciones hormonales también a nivel de la tiroides, las suprarrenales y las gónadas [Escobar, 2006]. La existencia de tumores en esta glándula puede generar un exceso de somatotropina, una de las hormonas secretadas por la hipófisis. Esta anomalía provoca gigantismo en los jóvenes y acromegalia en los adultos, que se manifiesta por un agrandamiento gradual de las manos y los pies. El hipopituitarismo origina un nivel avanzado de la enfermedad de Simmonds, que produce pérdida progresiva de peso, falta de energía, menstruaciones escasas y depresión síquica. La carencia de función de la hipófisis también causa enanismo, que se caracteriza por la falta de desarrollo físico en la altura [Ruiz-Betanzos, et al., 2009]. Tabla 1. Principales Hormonas del cuerpo humano. Nombre Origen HORMONAS PROTEICAS Serotonina Sistema nervioso Tracto gastrointestinal Adrenalina Médula adrenal Dopamina Tejido blanco Efecto Tallo encefálico Controla el humor, el apetito y el sueño. Corazón, vasos sanguíneos, hígado, tejido adiposo, ojo, aparato digestivo Aumento del ritmo cardíaco, incrementa el suministro de oxígeno y glucosa al cerebro y músculo; dilatación de las pupilas; supresión de procesos no vitales (como la digestión y del sistema inmunitario). Aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial Estimula la producción de eritrocitos. Eritropoyetina Riñón Hipotálamo Riñón Glucagón Páncreas Células madre de la médula ósea Hígado Hipófisis anterior Páncreas Hueso, hígado tejidos Hipófisis posterior Mama, útero, vagina Hormona crecimiento Insulina del Oxitocina Prolactina Hipófisis anterior, útero Histamina Estómago HORMONAS LIPÍDICAS Testosterona Testículo Dihidrotestosterona Múltiple Progesterona Ovario Glándulas adrenales. Placenta. músculo, Mama, sistema nervioso central Glucogenólisis y gluconeogénesis, lo que incrementa el nivel de glucosa en sangre. Estimula el crecimiento y la mitosis celular. Estimula la entrada de glucosa desde la sangre a las células, la glucogenogénesis y la glucólisis en hígado y músculo; estimula la entrada de lípidos y la síntesis de triglicéridos en los adipocitos y otros efectos anabólicos. Estimula la secreción de leche; contracción del cérvix; involucrada en el orgasmo y en la confianza entre la gente;1 y los ritmos circadianos (temperatura corporal, nivel de actividad, vigilia). Producción de leche; placer tras la relación sexual. Estimula la secreción de ácidos gástricos. Es la hormona sexual principal masculina y esteroide anabólico. Crecimiento, aumento de la masa muscular y de la densidad ósea; maduración de los testículos, formación del escroto, crecimiento del vello púbico y axilar, modificación del aparato vocal (la voz se hace más grave). Controla el incremento del pelo en el cuerpo y la cara, influye sobre la secreción de las glándulas sebáceas (causa acné), produce pérdida de cabello, HPB y cáncer de la próstata. Mantiene el embarazo:9 convierte el endometrio en órgano secretor, hace al moco cervical permeable al esperma, inhibe la respuesta inmunitaria contra el embrión, disminuye la coagulación sanguínea: incrementan la formación y la agregación plaquetarias, vasoconstricción; broncoconstricción. Modificada de Nussey y Whitehead, 2001. Glándula Tiroides: La glándula tiroides está situada en el cuello, justo debajo de la laringe (donde están las cuerdas vocales). Produce dos hormonas, la triiodotironina (T3) y la tiroxina (T4), que regulan el metabolismo o la manera en que el cuerpo utiliza y almacena energía. Cuando se trata de una ausencia de la glándula tiroides, condición conocida como “cretinismo”, provoca retraso mental y enanismo, mientras que su función escasa se conoce como “hipotiroidismo”, esta condición produce un aumento de peso, falta de energía y tetardo de la capacidad mental [Gómez-Meléndez, et al., 2010; Vela-Amieva, et al., 2004]. Páncreas: El organismo puede sufrir alteraciones si el páncreas sufre alguna dolencia, particularmente en sus islotes de Langerhans, o si es extirpado. Esto acarrea un incremento de azúcar en la sangre y en la orina, dando lugar a la diabetes mellitus. Por otra parte, al haber un exceso de azúcar en la sangre, por falta de Insulina, los músculos no dan abasto para utilizar la glucosa. Por lo mismo, se produce un aumento exagerado de orina, para mantener el excedente de azúcar en disolución y otras las complicaciones como la mala circulación y cicatrización [Vázquez-Castellanos y Panduro-Cerna, 2001]. Gónadas: Estos órganos pueden sufrir alteraciones como consecuencia de un mal funcionamiento de la hipófisis o bien de sus propias glándulas. En el caso de los hombres, la disminución en la función del testículo causa el hipogonadismo masculino, que puede provocar, a su vez, el “eunucoidismo”, cuyas consecuencias son: elevada estatura, ausencia de vello en cara y cuerpo, tono de voz agudo, escaso desarrollo muscular y genitales de diminuto tamaño [Bashin, et al., 2010]. Para las mujeres, las alteraciones de las glándulas sexuales están muy ligadas a los trastornos de los ciclos menstruales, ya que estos son efecto de la interacción de las hormonas y unos productos químicos parecidos, producidos en el hipotálamo, la glándula hipofisiaria y los ovarios. El principal síntoma de cualquier disfunción en la producción de hormonas sexuales es la irregularidad de los períodos menstruales o su ausencia, anomalía que en este último caso se llama amenorrea. Si es la hipófisis la causante de la alteración, seguramente se presentarán cambios en otras hormonas elaboradas por ella [Kansra y Donohoue, 2011]. Farmacología de las hormonas: Una gran cantidad de hormonas son usadas como medicamentos. Las más comúnmente usadas son estradiol y progesterona en las píldoras anticonceptivas y en la terapia de reemplazo hormonal, la tiroxina en forma de levotiroxina en el tratamiento para el hipotiroidismo, los corticoides para enfermedades autoinmunes, trastornos respiratorios severos y ciertos cuadros alérgicos. La insulina es usada por muchos diabéticos. Preparaciones locales usadas en otorrinolaringología frecuentemente contienen equivalentes a la adrenalina. Los esteroides y la vitamina D son componentes de ciertas cremas que se utilizan en dermatología. Conclusiones: Las hormonas juegan un papel muy importante para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, sirviendo como mensajeros entre órganos y tejidos, así como en la regulación de otros parámetros relacionados con nuestro crecimiento, desarrollo, metabolismo, fusiones sexuales, reproducción y el estado de ánimo, y es claro que su desbalance acarrea serias complicaciones a nuestro organismo. 1. Bhasin S, Cunningham G.R., Hayes F.J., Matsumoto, A.M., Snyder, P.J., Swerdloff, R.S. y Montori, V.M. (2010). Testosterone therapy in adult men with androgen deficiency syndromes: An Endocrine Society Clinical Practice guideline. Journal of Clinical Endocrinology and Metablism. 95:2536-2559. 2. Escobar, E. (2006). Tumores de la hipófisis. Revista Mexicana de Neurociencias. 7:586-591. 3. Gómez-Meléndez, G.A., Ruiz-Betanzos, R., Sánchez-Pedraza, V., Segovia-Palomo, A., MendozaHernández, C.F. y Arellano-Montaño, S. (2010). Hipotiroidismo. Medicina Interna de México. 26:462471. 4. Henderson, J. (2005). Ernest Starling and ‘Hormones’: an historical commentary. Journal of Endocrinology.184: 5–10. 5. Kansra, A.R. y Donohoue, P.A. (2011). Hypofunction of the ovaries. In: Kliegman R.M., Stanton B.F., St. Geme J.W. III, Schor, N.F. y Behrman, R.E. Eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 19th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; chap 580. pp. 1951-1956. 6. Lacy, P.E. (1975). Endocrine secretory mechanisms. A review. American Journal of Pathology. 79:170– 188. 7. Nussey, S.S. y Whitehead, S. (2001). Endocrinology: An Integrated Approach, Chapter 1. Principles of endocrinology. Oxford: BIOS Scientific Publishers. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK22/. 8. Ruiz-Betanzos, R., Durán-Pérez, E.G.,Arellano-Montaño, S.A., Sanchez-Pedraza, V., Moreno-Loza, O.T. y Mendoza-Hernandez F.C. (2009). Acromegalia. Medicina Interna de México. 25:468-480. 9. Vázquez-Castellanos, J.L. y Panduro Cerda, A. (2001). Diabetes mellitus tipo 2: un problema epidemiológico y de emergencia en México. Investigación en Salud. 3:18-26. 10. Vela-Amieva, M., Gamboa-Cardiel, S., Pérez-Andrade, M.E., Ortiz-Cortés, J., González-Contreras, C.R. y Ortega-Velázquez, V. (2004). Epidemiología del hipotiroidismo congénito en México. Salud Pública de México. 46:141-148.