Jiménez de Aréchaga

Anuncio
—
180
—
Del Dr. Eduardo Jiménez de Aréchaga
Sobre jurisdicción
y
cesión de derechos
(Conclusión)
VI
La doctrina y la
jurisprudencia
francesas
La doctrina y la
jurisprudencia francesas han sostenido que la
perfecta y no produce sus efectos entre el cedente y el
deudor cedido, mientras éste no ha sido notificado de la cesión; y
en consecuencia, el cedente conserva el derecho de accionar contra su
deudor, mientras la cesión del crédito que hace nacer la acción, no
cesión
no
es
ha sido notificado
La Corte de
a
este último.
en fallo de 12 de agosto de 1824, declara
puede accionar contra el deudor en tanto que la cesión
no le haya sido notificada a este último.
(Dalloz, "Repertoire", v.
"Vente", tomo 4.3, pág. 408, número 1729).
La Corte de Burdeos, en fallo de 20' de marzo de 1835, niega el
derecho al deudor a pedir la nulidad de lo actuado judicialmente por
el cedente, mientras la cesión no le fué notificada. (Dalloz, "Reper
toire", V. "Vente", tomo 43, ipág. 409, número 1729). Cita igual
mente diversos fallos análogos de la Corte de Bensanzón, de 17 de
diciembre de 1908 y de Burdeos, de 7 de agosto de 1829.
Laurent (tomo 24, núm. 523, pág. 516), dice que la jurispruden
cia y la doctrina se han pronunciado en favor del derecho de pro
piedad del cedente, mientras no se haya notificado al deudor cedido.
No pueden negársele los actos conservatorios ni el derecho de per
afirma
del principio que do
secución. "Es una consecuencia
mina esta materia: la cesión no pública no existe respecto de terceros
Agen,
que el cedente
—
y el deudor
es un
—
tercero".
Baudry-Lacantinerie ("Droit Civil". "De la vente et de l'echange", pág. 713), afirma que el deudor cedido es un "tercero"
según el artículo 1690 del Código Civil francés.
Igual conclusión sostienen: Huc, tomo II, número 425; Duvergier, tomo II, número 204; Troplong, tomo II, números 885-887 y 894;
Aubry et Rau, tomo IV, pág. 434, parágrafo 329 bis; Zacharie, Massée et Vergé, tomo IV, págs. 326 y 327, parágrafo 691; y Guillonard,
tomo II, número 810.
yr
—
181
—
VII
El
Código de Comorcio de Acevedo.
—
La doctrina
española
innegable que el Código francés no ha sido la única fuen
que
inspiró nuestro codificador doctor Narvaja.
Ha expresado, con toda razón, el doctor Nin y Siva, en su edi
ción del Código Civil que, entre otras fuentes, existen los proyectos
del doctor Acevedo, siendo uno de ellos el Código de Comercio que
redactó en 1856 para la Provincia de Buenos Aires y que rige en
nuestro país con anterioridad al Código Civil.
Pero
te
en
es
se
El doctor Nin y Silva anota como fuente del artículo 1758 del
el precepto número 563 del Código de Comercio. Pues
Código Civil,
bien:
artículo 563 del
Código de Comercio, igual al 1758 del Có
digo Civil, tiene como fuente los artículos 382 y 383 del primitivo
Código Español de 1829, una de las fuentes, tal vez la más utili
zada, de nuestro derecho positivo mercantil. (Amánelo Alcorta, Con
cordancias y fuentes del Código de Comercio).
Pero es el caso que esos artículos 382 y 383 del Código español
de 1829, fueron redactados por Sáenz de Andino, inspirándose en el
artículo 1690 del Código Civil francés, según lo anotan Gómez de
la Sema y Reus y García en sus ediciones del primitivo Código de
España.
Veamos, ahora, cómo lo interpreta la doctrina española. Huebra,
en su "Curso de Derecho Mercantil", comentando el Código de Sáenz
de Andino (tomo I, pág. 268, número 302), dice: "En su compra
venta, el acreedor cede el derecho a recibir el capital que represen
tan con los réditos, si los devenga, por la cantidad que estipula, y
el comprador adquiere el de cobrarlo; mas para que tenga efecto con
respecto al deudor, es necesario que se le notifique en forma la cesión;
que la consienta de un modo amigable, renovando el crédito a favor
del comprador, pues de no hacerlo así, sólo producirá efecto entre
el cedente y el cesionario, podrá ser embargado por los acreedores
del primero, y se reputará legítimo el pago hecho al vendedor o sus
representantes, aun después de celebrada la venta". Y se citan en
sentencias del Tribunal Supremo de España de 28
ese sentido, las
de noviembre de 1874 y de 7 de junio de 1881.
ese
VIII
La doctrina
Es sabido que la
argentina
legislación argentina
a
este
respecto,
es
dis-
—
182
—
tinta de la nuestra. "La propiedad de
por el efecto de la cesión, con la
un
crédito pasa al cesionario
entrega del título si existiere"
(artículo 1491 del Código Civil argentino).
No obstante eso, veamos cómo se aplica esa norma legal por la
justicia argentina.
La Cámara de lo Civil 2^ de la capital argentina, en fallo de
octubre 29 de 1918, suscrito por los doctores Pico, Beltrán, Gigena,
Llelguera y Zapiola, declara: "El deudor es un tercero en la cesión;
mientras la transferencia no le haya sido notificada o la liaya acep
tado, tiene derecho de considerar al cedente como titular del cré
dito. ("Jurisprudencia Argentina" de los doctores Jofre y Anastasi,
tomo II, pá,g. 623).
Fundando ese fallo, expresó el doctor Pico: "La cesión no ha
sido notificada al deudor cedido, como lo exige el artículo 1459 (hoy
1493) del Código Civil argentino, para que sea opuesta a terceros,
y ésta es la defensa ilevantable del actor contra esa impugnación".
"El es, en efecto, un tercero en la cesión y respecto de las par
tes contratantes. Es el primer interesado en saber de quién es deu
dor, y hasta que la transferencia no le haya sido notificada o la
haya aceptado, tiene derecho de considerar al cedente como titular
del crédito".
"La notificación del
traspaso
llegue
por el codificador para que
de la cesión".
es
el medio de
publicidad elegido
al deudor directamente la noticia
"Cualquier otro medio indirecto de hacérsele conocer, como la
protocolización e inscripción, no equivale a la notificación y no le
impiden excepcionar el defecto de las formalidades".
"El artículo 1468 (hoy 1502) del Código citado (argentino), ra
tifica estos conceptos en términos absolutos, cuando dice que "el
deudor queda libre de la obligación por el pago hecho al cedente
antes de la notificación o aceptación del traspaso".
La misma Cámara Civil 2.'^ de la Capital argentina, en otro
fallo, de marzo 1.' de 1920, firmado por los doctores Dupuis, Gigena
Zapiola y Helguera, declara: "Efectuada una cesión de créditos, ella
debe ser notificada al deudor cedido, para su perfeccionamiento, no
importando tal cosa, el conocimiento indirecto que éste pudiera te
ner". ("Jurisprudencia Argentina" de los doctores Jofre y Anasíasi, tomo IV, pág. 114).
La Cámara Comercial de la Capital argentina, en fallo de mayo
27 de 1921, suscrito por los doctores Melendez, Cramwell, Estrada y
Casares, declara: "La falta de notificación al deudor cedido, deja
sin efecto la cesión con respecto a éste". ("Jurisprudencia Argén-
—
183
—
tina" de los doctores Jofre y Anastasi, tomo
La Cámara Civil primera de la Capital
VI, pág. 493).
argentina, en fallo de
Pera, Juárez Colman y
haya podido tener co
14 de
1923, suscrito por los doctores
"Aunque el deudor cedido
nocimiento indirecto de la cesión, no puede ser demandado por el
cesionario si extinguió el crédito con el cedente por transacción ya
cumplida". ("Jurisprudencia Argentina" de los doctores Jofre y
Anastasi, tomo X, pág, 132).
La Cámara Civil 2.=- de la Capital argentina, en fallo de setiem
bre 8 de 1926, suscrito por los doctores Loza, Salvat y Senillosa,
declara: "El conocimiento que el deudor cedido hubiera adquirido
indirectamente de la cesión, no equivale a la notificación de ella"
("Jurisprudencia Argentina" de loa doctores Jofre y Anastasi.
tomo XXIII, pág. 851).
El Juez de primera instancia doctor Barraquero, en fallo de se
tiembre 7 de 1928, confirmado por la Cámara de lo Civil primera
de la Capital, de abril 10 de 1929, suscrito por los doctores Vedia y
Mitre, Campos yTobal, declara: "De dos cesionarios que concurren
en una sucesión, la preferencia
corresponde al primero que se .ha
presentado en autos, aunque su traspaso sea posterior en fecha"
("Jurisprudencia Argentina" de los doctores Jofre y Anastasi, tomo
XXIX, pág. 413).
El profesor argentino doctor Alfredo Colmo, en su obra "De las
obligaciones en general", pág. 706, afirma: "Conviene apuntar que
cuando el crédito consta en algún documento, la entrega de éste no
viene a llenar en el caso el papel de la tradición en punto a cosas;
lo que equivale a ese requisito es la notificación o la aceptación de
la cesión, como expresamente se desprende del artículo 1467; por
donde lo de la entrega del título, es una mera consecuencia o un
simple accesorio, exactamente como ocurre con los títulos de los
inmuebles, que no juegan nada esencialmente en los respectivos con
marzo
declara:
Colmo,
'
tratos '-
IX
La doctrina chilena
En la obra del doctor
chilena,
cesión
no
Narvaja
cuyo artículo
1902 del
produce efecto
contra el
en
ha sido notificada por el
éste".
por
El doctor Robustiano Vera, en
tras
no
ha influido también la
legislación
preceptúa: "La
deudor ni contra terceros, mien
cesionario al deudor o aceptada
Código Civil
sus
se
"Comentarios al
Código
Civil
—
de
Chile",
de
un
184
—
tomo VI.
crédito
pág. 105, dice: "Lo que perfecciona la cesión
personal, es la entrega del título que hace el cedente
al cesionario. Lo que le da efecto contra el deudor o contra
terceros,
es la notificación hecha
por el cesionario al deudor o la aceptación
de éste".
"Mientras
sidera
como
si
no
tenga lugar la notificación
no
hubiere habido tal
cesión,
aceptación,
o
se
con
respecto del deudor y
de terceros".
X
La doctrina venezolana
El
Código
Civil de Venezuela establece
una
doctrina distinta
a
la de nuestro derecho
positivo.
El artículo 1599 del Código Civil de ese país, preceptúa que "la
venta o cesión de un crédito, de un derecho o de una acción, son
-perfectas, y el derecho se trasmite al cesionario, desde que haya
convenio sobre el crédito o derecho cedido y el precio, aunque no se
haya hecho tradición".
"La tradición se hace con la entrega del título que justifica el
crédito
o
derecho cedido".
distingue de nue.stra legislación, en que la uruguaya establece
clara y terminantemente, que la tradición se opera, no por la Citrega del título, sino por la notificación al deudor cedido.
,No obstante ello, el profesor R. D. Naranjo Ostty, en la revista
jurídica venezolana ".Astrea", número 30, correspondiente a junio
de 1927, pág. 148, sostiene: "Terceros son el deudor y quienes no
el crédito es de la
sean cedente ni cesionario. Para los terceros,
no
del
mientras
sido
el deudor
notificado
haya
cedente,
propiedad
Se
de la cesión".
XI
Ninguna vinculación
con
la cuestión
debatida,
tienen los fallos que
cita el contrario
Los fallos que cita la contraparte en apoyo de sus defensas,
nada tienen que ver con el asunto que se plantea en este juicio. No
se trata de determinar si el cesionario que no ha notificado su cesión,
puede accionar o no; se discuten aquí los derechos del cedente en
no notificada. Por eso resuelve un caso muy distinto al
la
sentencia que se cita en primer término.
presente,
El fallo citado en segrmdo término por el contrario ("Juris
prudencia" del doctor Aníbal R. Abadie Santos, tomo VI, pág. 208),
una
cesión
—
185
--
se refiere a un caso de prenda de póliza de seguro, afirma en
sentencia de segunda instancia suscrita por los doctores Furriel, Pi
ñeyro y Montero Paullier: "para que el oesioinario pudiera presen
tarse como dueño del crédito, tendría también que notificar la cesión
cjue
al deudor
exhibición del título"
con
(pág. 206, segundo
conside
rando).
Y admitiendo que
transcribe el
gativa
estableciera
se
contrario, nada tendría
del deudor cedido
en
ese
que
ver
fallo la solución que
los efectos de la ne
los derechos del cedente
con
en
una
cesión
notificada.
no
XII
Conclusión
Es
evidente, señor Juez,
que de los textos claros de los artículos
1757 y 1758 del Código Civil, que de la norma legal contenida en el
artículo 768 inciso 2.'=' del mismo cuerpo de leyes, del contexto que
disposiciones de
debe haber entre las diversas
un
mismo
Código (ar
Código Civil), del criterio que inspiró al codificador
confirmado
por la doctrina y jurisprudencia francesa, de
Narvaja,
la inñuencia notoria que los proyectos de Acevedo produjeron en la
tículo 20 del
Narvaja, ratificando nuestro criterio por las solucio
Código de Comercio, inspirado en la legislación española pri
mitiva, confirmado por la doctrina y jurisprudencia española, argen
tina, chilena y venezolana, se deduce claramente que en el contrato
de cesión el deudor cedido es un tercero respecto a los contrayentes,
que la propiedad del crédito no es trasmisible al cesionario sino por
la notificación del traspaso al deudor cedido, y que mientras es-a
notificación no se haya realizado, al cedente conserva todos sus de
rechos y obli,gaciones frente al deudor y al cesionario.
Queda, pues, evidenciada la falta absoluta de fundamento de la
segunda excepción.
obra del doctor
nes
del
EL ASPECTO DE HECHO DE LA SEGUNDA EXCEPCIÓN
I
Los hechCB
Pasamos
a
analizar esta
segunda excepción bajo
el
aspecto de
los hechos.
Permítanos V. S. exponer los hechos
desarrollado
1.'
en
Según
y que obra de
en
la forma
en
que
se
han
estos autos.
consta
fojas
3
en
a
la escritura
5,
en
esta
pública
Capital, y
que hemos
presentado
el día 12 de noviembre
—
de
1930,
entre el
186
—
primero de los comparecientes R. L. y don F. S.,
su hermano don J.
S., se suscribió un documento
éste por sí y por
por el que los señores 8. reconocieron adeudar al señor L.
de ciento sesenta y cinco mil pesos ($ 165.000), por con
de honorarios devengados por éste en los servicios judiciales
privado
la
suma
cepto
extrajudiciales realizados en el juicio que por investigación de la
paternidad siguen los hermanos F. y J. S. contra don F. D., hoy su
sucesión, en cuyo juicio don R. L. actuó como apoderado de ellos.
En esa suma de ciento sesenta y cinco mil pesos, según propia
declaración de don R. L., se hallan incluidas las cantidades adelan
tadas por él y por el señor don M. E. A., para la prosecución del
juicio de investigación de paternidad.
2.'^ En cumplimiento de una de las cláusuals pactadas en ese
convenio, se llevó ese contrato a escritura pública el 19 de noviem
bre de 1930, por ante el escribano público don Alberto C. Areco, cuya
escritura de adeudo hemos presentado como título ejecutivo y que
obra de fojas 3 a 5 de estos autos.
3.' En esa carta de adeudo, compareciendo personalmente los se
ñores J. y F. S., estos señores reconocieron adeudar al señor R. L.
la expresada suma de ciento sesenta y cinco mil pesos, y éste a su
vez cedió en el mismo acto la suma de quince mil pesos a cada uno
de los otros comparecientes, don R. S. V. y don F. R. Por la misma
escritura de adeudo, los señores F y J. S. se dieron por notificados
y
de estas cesiones
4.' Al
a
mismo
los señores V. y R.
por la propia escritura
tiempo,
de
adeudo, los
señores F. y J. S. se reconocieron deudores de L. por la suma de
cuatrocientos veinte y seis pesos cinco centesimos que se acumularán
a
los ciento sesenta y cinco mil ya
expresados,
y que
integran
los
ciento sesenta, y cinco mil cuatrocientos veinte y seis pesos cinco
centesimos ($ 165.426.05), suma por la que iniciamos nuestra acción
ejecutiva,
el 27 de abril de 1931.
5.' Es cierto que, de inmediato a la escritura que presentamos
el mismo escribano don Alberto C. Areco, por escritura inme
ante
y
diata siguiente (pues la carta de adeudo es núm. 165 y la a que
nos
vamos a
referir,
pesos cedidos por
es
núm.
R.
166),
partes iguales
a
L., descontados
los señores V
los treinta mil
y R. de "los ciento
treinta y cinco mil cuatrocientos veinte y seis pesos cinco centesi
que le quedan", cedió al doctor A. V- la cantidad de diez mil
mos
pesos
trajo
en
pago
como
de
sus
gestiones extrajudiciales
consecuencia la expresada escritura
hermanos S. al señor L.
6." Es cierto
en
el
arreglo
que
da adeudo de los
"
igualmente
que el
compareciente
.R. L. cedió
a
don
—
187
—
A., la suma de sesenta y dos mil setecientos trece pesos con
centesimos, pero como esa cesión no se había notificado tam
poco a los señores S., no la dedujimos del importe indicado en la
M. .E.
dos
escritura.
A., perfectamente enterado de la inicia
juicio, no había notificado la cesión hasta el
opusieron las excepciones, es -porque tenía y
Si el cesionario señor
ción y forma de este
momento en que se
tiene
plena confianza
en
el cedente.
Pero la qircunstancia de haberse referido los demandados a esa
cesión, nos ha decidido a solicitar del señor A., practique la notifi
cación de la cesión
deducimos
igualmente
Mientras
doctor V.
a
no
su
el
favor, por lo que, a consecuencia de ello,
importe que corre-sponde al señor A.
hubo "notificación"'
los señores S., c^ue
al presentar la escritura
a
se
"denuncia" del cesionario
practicó recién el 16 de junio
o
de 1931,
cía un derecho indiscutible al
en autos, el compareciente L. ejer
gestionar las medidas conservatorias,
(pie hubieran quedado ahí, si no hubiese sido por la inexplicable
actitud de la contraparte al precipitar los hechos.
Mientras no se practicó la notificación del cesionario señor A.,
el compareciente L. ejercía un derecho al gestionar las indicadas
medidas conservatorias.
En esas condiciones, queda, pues, reducida nuestra ejecución a
$ 92.713.03, de la que corresponden $ 62.713.03 al señor L., y $ 15.000
a
cada
de los señores V.
uno
y R.
No obstante haber demostrado hasta la
evidencia, la absoluta
segunda excepción espon
táneamente hemos deducido las porciones cedidas, porque después
de haber sido los demandados citados de excepciones, fueron noti
legalidad de
ficadas
o
denunciadas las cesiones
Y esto
El
nuestra situación frente
no
afecta
en
a
a
la
los deudores cedidos.
alguna los embargos trabados.
foja 14 sobre los derechos en el juicio
manera
comunicado
embargo
investigación, no especifica cantidad.
El embargo inscripto a foja 19, tampoco especifica suma.
El embargo de foja 20 tampoco contiene determinación de suma;
y el de foja 21, que expresó suma, no pudo llevarse a efecto en
virtud de la explicación que da el Banqo Comercial.
a
de
II
La notificación de la cesión
no
después
de la citación de
excepciones,
otro efecto que la reducción del crédito
puede producir
reclamado, pero
no
enerva
Iniciada la acción ejecutiva por
un
la acción
ejecutiva
acreedor que ha cedido
parte
—
de
188
—
su
en circunstancias en
que los cesionarios no habían rea
lizado la notificación o denuncia al deudor
ciedido, y realizada esa
notificación en el acto mismo de excepcionarse los demandados
(caso
de la cesión al doctor V.), o después de esa
antes do
erédito,^
que el
ejecutante
conteste las
excepciones,
oportunidad y
corresponde la reduc
sólo
ción del monto reclamado.
Las cesiones parciales en la forma ocurrida en el caso sub-lite, a
los efectos del juicio ejecutivo, sólo tienen semejanza con la extin
ción parcial del crédito reclamado provocada por un pago parcial.
Si
parcial se verificó con anterioridad a la iniciación
cabría
la reducción del crédito y la calificación de
ejecución,
temeraria y maliciosa de la conducta procesal del ejecutante.
En qambio, si ese pago parcial se produjo con posterioridad al
ese
pago
de la
embargo,
el momento de
excepcionarse el deudor o antes de con
excepciones el ejecutante, sólo cabría la reducción de
la suma por la que se ejecuta, pero sin que exista motivo alguno para
calificar de maliciosa ni temeraria la conducta de un litigante, en
virtud de hechos posteriores a la iniciiación de su acción judicial.
Lo mismo ocurre en el caso de un ejecutante que hubiera reali
zado cesiones parciales.
Será indispensable investigar si las notificaciones al deudor ce
dido, es decir, la tradición, se practicó antes o después de iniciada su
acción. Y sobre todo, será indispensable constatar que esa notifica
ción o denuncia se ha realizado en forma pública que dé ocasión al
en
testar dichas
cedente
a
tener conocimiento de ella.
La
jurisprudencia argentina es uniforme en este sentido, y ha
adoptado este jurídico criterio: "La excepción de pago parcial no
surte otro efecto que reducir el monto de la ejecución: por su signi
ficado y finalidad, no tiende sino al reconocimiento de una reducción
determinada
en
en
consecuencia,
el total de lo que
aunque
reducir el monto de la
prospere,
se
no
adeuda y no afecta al resto, y
puede surtir otro efecto que
ejecución, pero no obtener, como se pretende,
el rechazo de la ejecución". (Fallo de la Cámara de lo Civil 2." de
la Capital argentina, suscrito por los doctores Pico, Beltrán y Za
piola, "Jurisprudencia Argentina" de los doctores Jofre y Anastasi,
tomo II, pág. 927).
La Cámara Civil primera de la Capital argentina, en fallo de
junio de 1924, suscrito por los doctores Pera, Juárez Colman y Bunge, ha declarado igualmente que "el pago parcial efectuado después
de la citación de remate, no puede hacer prosperar la excepción de
ducida en el juicio ejecutivo". ("Jurisprudencia" de los doctores
Jofre y Anastasi, tomo X.ril, pág. 72) r
—
189
—
III
ejecutados carecen de derecho para excepcionarse, alegando
puede motivar excepción de un ejecutado, lo que daría
derecho a una acción personal de su abogado. El abogado no es
"parte" en el juicio en que interviene profesionalmente
Los
cesiones. No
Mientras
no
no
fueron notificadas las
tienen "interés"
obligación,
Y téngase
tanto
en
en
el
alegar
caso
cesiones, los deudores cedidos
se extinguiría la
la cesión. Para ellos
de abonar al cedente
como
al cesionario.
cuenta que esto sólo lo exponemos haciendo doctrina,
pues nuestro único propósito fué tan sólo iniciar medidas conser
vatorias.
en
cobro, no es el deudor cedido
puede reclamar, cuando no ha mediado notificación. Para ese
supuesto, los únicos que podrían reclamar serían los cesionarios.
El doctor V., cesionario, no puede confundir su situación de
Pero si el cedente hace efectivo el
el que
"cesionario"
pueden
con
su
situación de defensor de los deudores. Estos
reclamar, absolutamente
nada,
aun
en
el
supuesto
no
que pa
garan la totalidad de lo reclamado.
El defensor de la contraparte no
puede olvidar que se excepcioasunto, no es "parte", sino
los ejecutados.
Si el doctor V. cree que el señor L. ha procedido incorrectamente,
puede accionar él, personalmente, y entonces le demostraremos que
el cedente en una cesión no notificada, tiene legítimo derecho a ini
ciar las acciones oonservatorias que creyere del caso. Y aun más, que
si solicitara esas medidas conservatorias para la parte que se ha
reservado en su crédito, y no las gestiona para las porciones cedidas
y no notificadas, incurriría en responsabilidad, pues el vendedor, el
cedente en el caso, mientras no se haya realizado la tradición, tiene
la obligación de conservar la cosa vendida o cedida mientras no se
haya operado la tradición.
los señores
Silvera,
simplemente abogado de
nan
y que en este
Eduardo Jiménez de
Abogado.
Aréchaga,
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