(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2000; 47: 287-292) ORIGINALES Cambios térmicos centrales y cutáneos en el miembro superior después de la inducción anestésica J. González de Záratea, A. Olmosa, J.C. Álvareza, N. Ruizb, B. de Andrés*,a y J.A. González-Fajardo*,a Servicios de Anestesiología-Reanimación y *Departamento de Cirugía. Hospital Universitario. Universidad de Valladolid. Resumen Core and cutaneous thermal changes in the upper limb after anesthetic induction OBJETIVOS. Describir y comparar los cambios térmicos (centrales y cutáneos en el miembro superior) y fotopletismográficos después de la inducción anestésica con fentanilo, propofol y vecuronio. PACIENTES Y MÉTODOS. Hemos medido las variaciones de la temperatura central y cutáneas del miembro superior (dedo, antebrazo y brazo), así como las variaciones del flujo sanguíneo digital, en 20 pacientes adultos, ASA-I (10 varones y 10 mujeres), cada 5 min durante los 20 min iniciales de la anestesia general. La temperatura se midió con termosondas desechables (esofágicas y cutáneas) conectadas a un termómetro digital y el flujo sanguíneo digital mediante fotopletismografía digital. La anestesia se realizó sin premedicación con: propofol (3 mg · kg–1), fentanilo 0,1 mg y vecuronio 0,1 mg · kg–1. El mantenimiento anestésico se realizó con: N2O-O2 (75/35%) y fentanilo 0,1 mg a los 10 min, sin anestésicos inhalatorios. RESULTADOS. La inducción anestésica se asoció con vasodilatación digital intensa y rápida, con un incremento marcado de la amplitud de la onda fotopletismográfica (AOFP) (∆ AOFP = 10,4 ± 5,0 mV/V, a los 5 min; p < 0,001) y de la temperatura cutánea del dedo (∆Tdedo = 6,2 ± 2,0 °C, a los 10 min; p < 0,001). Sin embargo, los cambios de la temperatura cutánea en el brazo y antebrazo fueron moderados y lentos (∆ Tantebrazo = 2,1 ± 1,4 °C; p < 0,01 y ∆ Tbrazo = 1,1 ± 1,2 °C; p < 0,01; en ambos casos a los 20 min). Solamente encontramos una correlación significativa entre la AOFP y la Tdedo: r = 0,55 (p < 0,001). CONCLUSIONES. La inducción anestésica con propofol, fentanilo y vecuronio produce vasodilatación cutánea en el miembro superior, pero distribuida de forma desigual; el mayor incremento de la temperatura cutánea sucede en los dedos, mientras que el brazo y el antebrazo presentan variaciones térmicas menores. Creemos que la vasodilatación de las áreas periféricas distales puede tener un papel importante en la redistribución del calor central durante la anestesia. OBJECTIVES. To describe and compare the core-cutaneous thermal and photoplethysmographic time-course effects after induction of general anesthesia with propofol, fentanyl and vecuronium. PATIENTS AND METHODS. We measured digital blood flow, core temperature and skin temperature in the upper limb (fingertip, forearm and upper arm) in 20 patients (10 men and 10 women, ASA-I) before anesthetic induction and 5, 10, 15 and 20 min after induction. Skin temperature changes were recorded with disposable thermocouples. Blood flow was recorded by digital photoplethysmography (PhPl) in the thumb. Anesthesia was provided without premedication, using propofol (3 mg • kg–1), fentanyl (0.1 mg) and vecuronium (0.1 mg • kg–1). After endotracheal intubation, anesthesia was maintained with oxygen-nitrous oxide and 0.1 mg of intravenous fentanyl at the tenth minute, without inhaled anesthetics. RESULTS. All patients showed intense, abrupt vasodilatation in the thumb with marked increases in PhPl (PhPl = 10.4 ± 5.0 mV/V, at 5 min, p < 0.001) and fingertip temperature (TFingertip = 6.2 ± 2.0 C, at 10 min, p < 0.001). However, skin temperature changes in the upper arm and forearm were moderate and slower (TForearm = 2.1 ± 1.4 C, p < 0.01 and TUpper arm = 1.1 ± 1.2 C, p < 0.01; at 20 min in both cases). A significant correlation was found only between PhPl and TFingertip (r = 0.55, p < 0.001). CONCLUSIONS. Anesthetic induction with propofol, fentanyl and vecuronium produces cutaneous vasodilatation in the upper limb unequally: the greatest increase in skin temperature occurs at the fingertip, while forearm and upper arm temperatures increase less. We think that skin vasodilatation in peripheral distal areas may play an important role in redistributing core heat during anesthesia. Palabras clave: Temperatura, monitorización: esofágica; piel. Anestésicos, intravenosos: propofol, fentanilo. Flujo sanguíneo, medición, técnicas: fotopletismografía. Key words: Temperature, monitoring: esophageal, skin. Anesthetics, intravenous: propofol, fentanyl. Blood flow, measurement techniques: photoplethysmography. a Introducción Médicos adjuntos. bMédico residente. Correspondencia: Dr. J. González de Zárate. Amadeo Arias, 1, 8.oA. 47014 Valladolid. Aceptado para su publicación en mayo del 2000. Summary La anestesia general se asocia con un descenso de la temperatura central, que habitualmente oscila entre 0,5 y 1,5 °C en los primeros 30-60 min desde la inducción anestésica1. El 287 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 47, Núm. 7, 2000 descenso de la temperatura central deriva fundamentalmente de la redistribución del calor del organismo desde el compartimiento central hacia la periferia2. La conducción del calor hacia la piel por la sangre está controlada por el grado de vasoconstricción de las arteriolas y anastomosis arteriovenosas que desembocan en los plexos venosos subcutáneos. En condiciones normales, esta vasoconstricción cutánea está controlada casi exclusivamente por el sistema nervioso simpático, que responde a los cambios de la temperatura central o de la temperatura ambiente3. La respuesta termorreguladora autonómica inicial ante un aumento de la temperatura central y/o de la temperatura del ambiente es la vasodilatación cutánea. La vasodilatación cutánea es un efecto secundario frecuente de la inducción anestésica con consecuencias térmicas y cardiovasculares4. Los anestésicos intravenosos e inhalatorios pueden producir vasodilatación tanto por un efecto vascular directo como por inhibición de la liberación de sustancias vasoconstrictoras y/o la del sistema nervioso simpático5. En nuestro estudio analizamos la fase inicial del patrón térmico de la hipotermia asociada con la anestesia en la que la vasodilatación cutánea puede acelerar la transferencia de calor desde el compartimiento central hacia el periférico. El objetivo de este estudio es describir y comparar en el tiempo los efectos térmicos (centrales y cutáneos) y fotopletismográficos después de la inducción de anestesia general con propofol, fentanilo y vecuronio. Métodos El estudio fue aprobado por el comité de investigación del hospital, y los pacientes dieron su consentimiento informado por escrito para ser incluidos en el estudio. Hemos estudiado a 20 pacientes ASA I (10 varones y 10 mujeres) que iban a ser sometidos de forma electiva a cirugía abdominal con anestesia general. Se excluyó a los que tomaban medicación de forma crónica, los obesos (índice de masa corporal > 30 kg/m2 y peso > 20% del límite superior para su altura) o con fiebre preoperatoria, enfermedad tiroidea, diabetes o síndrome de Raynaud. Los pacientes habían realizado ayuno previo de 10 horas antes de la inducción anestésica, que se realizó a las 8.30 h de la mañana. A su llegada al quirófano y tras su identificación, se preguntaba al paciente si sentía frío, constituyendo la respuesta afirmativa motivo de exclusión del estudio. En el quirófano se procedía a la aplicación de los sistemas de monitorización del paciente: ECG, pulsioximetría, presión arterial incruenta, sonda de fotopletismografía y colocación de las termosondas adhesivas. Se canalizó una vena periférica del antebrazo contralateral al brazo portador de las sondas térmicas y de fotopletismografía, para la administración de medicación, y se mantuvo con infusión de Ringer lactato (2 ml · min–1) a temperatura ambiente. No se administró premedicación en ningún caso. Tras la preoxigenación, la anestesia se indujo con propofol (3 mg · kg–1 i.v.), fentanilo (0,1 mg i.v.) y vecuronio (0,1 mg · kg–1 i.v.). Se practicó intubación endotraqueal y para la ventilación mecánica se empleó un respirador Ohmeda Excel 210 con un circuito sin reinhalación oxígeno y protóxido de nitrógeno (FiO2 = 0,35). La ventilación mecánica se ajusto para mantener la normocapnia (PCO2 espiratoria final: entre 34 y 36 mmHg) controlada con un capnógrafo Capnomac (Datex Medical Instrumentation Inc.). Se empleó un filtro humidificador Hygrobac, modelo S (Mallinckrodt Medical), colocado en la pieza en “Y” del circuito respirato- 288 rio. Inmediatamente realizada la intubación endotraqueal, se colocó una termosonda-estetoscopio esofágica, que se situó en el punto donde los ruidos cardíacos eran más intensos (habitualmente en el tercio distal del esófago). El mantenimiento anestésico se realizó con fentanilo (0,1 mg) administrado a los 10 min de la inducción anestésica, oxígeno y protóxido. La intervención quirúrgica se inició tras 25 min de la inducción anestésica, cuando se habían completado todos los registros. Los pacientes no fueron calentados activamente con sistemas de aire caliente o similares, limitando la protección térmica a una sábana quirúrgica por encima del cuerpo. Para la medida de la temperatura cutánea se aplicaron sondas térmicas adhesivas, desechables, que se colocaron en la piel del extremo (sobre la primera y segunda falanges) de la cara palmar del segundo dedo. La sonda del antebrazo se colocó en su cara externa, en el punto medio entre la muñeca y el codo, y la del brazo en la cara externa, a media distancia entre el codo y el hombro de la extremidad superior izquierda de cada paciente. Se emplearon sondas y termómetros digitales de marca Mon-A-Therm (Mallinckrodt Anesthesiology Products). El flujo sanguíneo se midió mediante el registro de la amplitud de la onda fotopletismográfica con un fotopletismógrafo de marca Hadeco-Smartdrop portátil (modelo 30) con registro gráfico de papel, con una sonda aplicada en la cara palmar del dedo grueso de la mano izquierda. El registro de las temperaturas cutáneas y fotopletismografía se realizó antes de la inducción anestésica y cada 5 min hasta los 20 min desde la inducción anestésica. La temperatura central se midió a los 2 min de su colocación en esófago, medida que consideraremos como previa, y cada 5 min desde aquel momento hasta los 20 min. Todos los registros de las variables (salvo la temperatura esofágica) se realizaron cada 5 min de la inducción anestésica, hasta los 20 min de la inducción anestésica. El termostato de la temperatura ambiental del quirófano se ajustó a 22 °C. La temperatura ambiental se midió con un termómetro electrónico ambiental Yellow-Spring OH (modelo 43TA). La presión arterial se midió con un oscilómetro (Dinamap-Critikon) junto con la frecuencia cardíaca. Los resultados se presentan como media ± desviación típica. Los cambios de las temperaturas cutáneas y centrales se han analizado mediante la aplicación de ANOVA para medidas repetidas y de las pruebas t de Dunnet, considerando como grupo control los registros antes de inducción anestésica, salvo para la temperatura central, que se consideró el valor control el registro inmediato a la colocación de la sonda esofágica. Se calculó el coeficiente de correlación de Pearson entre las variables. Se ha considerado un nivel de significación estadística cuando p < 0,05. Resultados Las características antropométricas de los pacientes fueron: edad: 46,4 ± 8,2 años, peso: 65,8 ± 8,9 kg y altura 167,2 ± 7,1 cm. La temperatura ambiente del quirófano fue de 22,2 ± 0,3 °C. Todos los pacientes se encontraban normotérmicos antes de la inducción de la anestesia y ninguno refirió sensación de frío antes del procedimiento. La inducción anestésica transcurrió sin incidentes en todos los casos. La temperatura central disminuyó de forma lenta pero progresiva inmediatamente tras la inducción anestésica: la Tcentral descendió 0,43 ± 0,3 °C en 20 min (p < 0,001) (tabla I). La Tbrazo aumentó: 1,1 ± 1,2 °C (p < 0,01) y la Tantebrazo: 2,1 ± 1,4 °C (p < 0,01). Pero el incremento más marcado lo encontramos en el dedo, donde la Tdedo ascendió: 6,2 ± 2,0 °C (p < 0,001) (tabla I y fig. 1). J. GONZÁLEZ DE ZÁRATE ET AL.– Cambios térmicos centrales y cutáneos en el miembro superior después de la inducción anestésica TABLA I Datos de fotopletismografía digital y termometría durante la inducción anestésica Temperatura esofágica (°C) Temperatura dedo (°C) Temperatura antebrazo (°C) Temperatura brazo (°C) Fotopletismografía-AOFP (mV/V) Antes 5 min 10 min 15 min 20 min 36,82 ± 0,29 27,96 ± 2,16 31,01 ± 1,09 31,90 ± 0,84 3,04 ± 1,46 36,72 ± 0,33* 32,70 ± 1,84** 31,81 ± 1,08* 31,43 ± 1,05 13,53 ± 5,61** 36,53 ± 0,39** 34,19 ± 0,89** 32,40 ± 1,39* 32,76 ± 0,84 12,06 ± 5,51** 36,49 ± 0,46** 34,56 ± 0,74** 32,85 ± 1,31** 32,97 ± 1,03* 12,13 ± 4,81** 36,39 ± 0,45** 34,72 ± 0,72** 33,03 ± 1,37** 33,07 ± 1,01* 14,28 ± 4,42** AOFP: amplitud de la onda de fotopletismografía digital. Los valores se expresan como media ± desviación típica. ANOVA para medidas repetidas y contraste simple de las diferencias respecto al valor antes; *p < 0,05 y **p < 0,001. 38 ** * ** ** ** ** Fig. 1. Evolución de las temperaturas central (esofágica) y cutáneas del miembro superior durante el período de estudio. Se observa un descenso progresivo de la Tcentral y un aumento de temperaturas cutáneas del miembro superior. El dedo experimentó un rápido y marcado calentamiento, ya evidente a los 5 min, que superó las temperaturas del brazo y antebrazo; en éstos el aumento fue más lento y moderado. Los resultados se presentan como media (m d j h ), los límites de las barras indican la desviación típica. ANOVA para medidas repetidas con contraste simple del valor antes (*p < 0,05; **p < 0,001). Temperaturas central y cutáneas (°C) 36 ** ** 34 * * Esofágica 32 ** ** * Dedo * 30 28 Antebrazo 26 Brazo 24 Antes La fotopletismografía evidenció un cuadro de vasodilatación digital intenso, con un aumento marcado de la amplitud de la onda fotopletismográfica (AOFP): AOFPantes: 3,1 ± 1,4 mV · V–1, AOFP5 min: 13,5 ± 5,6 mV · V–1 (p < 0,001). Este estado de vasodilatación se mantuvo durante todo el período de estudio. AOFP20 min: 14,2 ± 4,4 mV · V–1 (fig. 2). No hemos encontrado diferencias en el comportamiento térmico o fotopletismográfico de los pacientes atendiendo a la diferencia de sexo. Únicamente encontramos una correlación significativa entre la temperatura del dedo y AOFP (r = 0,55; p < 0,01); presentando el diagrama de dispersión y la recta de regresión en la figura 3. La inducción anestésica se acompañó de un descenso de la presión sistólica a los 5 y 10 min (p < 0,05), y de la presión arterial media a los 10 min (p < 0,05); las restantes variables hemodinámicas medidas no mostraron variaciones significativas. 5 min 10 min 15 min 20 min Tiempo Discusión La inducción de anestesia general con propofol, fentanilo, vecuronio, protóxido de nitrógeno y oxígeno indujo un aumento de la temperatura cutánea en la extremidad superior, pero distribuido de un modo desigual: el aumento de la temperatura en el brazo y antebrazo fueron muy inferiores al aumento en los dedos. Los anestésicos pueden inducir vasodilatación por un efecto directo sobre el músculo liso de los vasos sanguíneos o mediante un efecto indirecto (mecanismos humorales o por inhibición de los sistemas vasoconstrictores). La inducción anestésica fue practicada con anestésicos y dosis habituales en la práctica diaria. El vecuronio tiene mínimos efectos cardiovasculares incluso cuando se administra en dosis elevadas y no libera histamina6. El fentanilo tiene un efecto vasodilatador dependiente de la dosis administrada7, pero sobre todo reduce el tono central simpático8,9. El fentanilo se administró en dosis bajas, pero inclu289 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 47, Núm. 7, 2000 20 Amplitud de la onda fotopletismográfica (mV/V) 18 * * 16 * * 14 12 10 8 6 4 2 0 Antes 5 min 10 min 15 min Amplitud de la onda fotopletismográfica (mV/V) Tiempo 30 20 10 0 22 24 26 28 30 32 34 Temperatura del dedo (°C) 36 38 Fig. 3. Diagrama de dispersión entre los valores de la amplitud de la onda fotopletismográfica y la temperatura digital en cada caso y momento. Hemos encontrado una correlación significativa entre ambas, con un coeficiente de correlación de 0,55 (p < 0,01). so a estas dosis puede inducir cierto grado de vasodilatación cutánea, más por inhibición del tono vasoconstrictor simpaticocutáneo que por un efecto vasodilatador directo. A diferencia de los anteriores, el propofol presenta un efecto vasodilatador potente, que afecta tanto a la circulación arterial como venosa, produce un descenso marcado de 290 20 min Fig. 2. Valores de la amplitud de la onda fotopletismográfica digital (AOFP) durante el período de registro. Inmediatamente de la inducción anestésica se evidenció una importante vasodilatación cutánea digital, que se mantuvo durante el tiempo restante. Los resultados se expresan como media (h ) y los límites de las barras indican la desviación típica (*p < 0,001). las resistencias vasculares sistémicas10-14, aumenta la capacitancia venosa15-17, y cesa bruscamente de la actividad nerviosa periférica simpática18-20. Sellgren et al21, estudiando los efectos del propofol sobre la actividad simpática periférica y las variaciones del flujo periférico, observaron que la inhibición simpática asociada al propofol era importante y aumentaba el flujo sanguíneo periférico en los músculos esqueléticos y en la piel. Robinson et al22 encontraron que los efectos del propofol sobre las resistencias vasculares arteriales y venosas eran similares a los efectos del bloqueo simpático por bloqueo anestésico del ganglio estrellado; lo que nos induce a pensar que los efectos del propofol sobre la circulación periférica pueden deberse principalmente a la inhibición de la actividad vasoconstrictora simpática sobre la circulación periférica. Muy probablemente nuestros resultados se debieron a la acción combinada del propofol y del fentanilo, ya que ambos producen vasodilatación e inhibición del tono simpático. En el minuto 20 del estudio es más probable un efecto del fentanilo que del propofol, que solamente fue administrado durante la inducción anestésica. La técnica ideal para la medición del flujo sanguíneo digital es la pletismografía de volumen, pero esta técnica es engorrosa para realizar en el quirófano. Nosotros hemos preferido utilizar la fotopletismografía digital, que es un método más rápido, sencillo y práctico para medir el grado de vasoconstricción/dilatación de los dedos. Las variaciones de la AOFP se correlacionan bastante bien con el flujo sanguíneo digital23. El incremento de la AOFP inmediatamente tras la inducción anestésica fue evidente, traduce un grado de vasodilatación digital importante y se mantuvo durante todo el J. GONZÁLEZ DE ZÁRATE ET AL.– Cambios térmicos centrales y cutáneos en el miembro superior después de la inducción anestésica tiempo del estudio sin un incremento en la presión arterial ni en la frecuencia cardíaca. Esta vasodilatación supone la reversión de un estado de vasoconstricción digital cutánea que es el estado habitual de la circulación vascular cutánea. No obstante, parece razonable suponer que esta vasoconstricción cutánea se deba a un cierto grado de ansiedad o aprensión del paciente antes de la anestesia y la intervención quirúrgica24, pues no recibieron premedicación. Las variaciones del flujo sanguíneo digital son similares entre los diferentes dedos25, luego los registros simultáneos de la temperatura cutánea digital y de la AOFP indican el mismo acontecimiento. Como consecuencia de la vasodilatación cutánea se produjo un aumento de la temperatura de la piel en los dedos. Las diferencias en el comportamiento térmico cutáneo entre los dedos y el antebrazo/brazo son explicables por la diferente anatomía vascular cutánea. Las estructuras vasculares que pueden explicar un aumento brusco de la temperatura digital son las “anastomosis arteriovenosas termorreguladoras” (AAVT)26, también conocidas como los canales de Sucquet y Hoyer. Las AAVT se localizan principalmente en la superficie palmar de manos y pies, en los labios, en la base de la nariz y en los lóbulos de las orejas27. El AAVT es una estructura vascular especializada que, sin interposición de capilares, pone en contacto una arteriola con un plexo venoso dérmico; cuando se abre, un gran flujo sanguíneo rellena el plexo venoso subcutáneo28. El funcionamiento de los AAVT es similar al de un radiador calefactor de agua caliente: cuando se abren se produce el calentamiento de la piel y aumenta la disipación de calor al medio ambiente. Los AAVT tienen una estructura muscular lisa que está ampliamente inervada por fibras simpáticas vasoconstrictoras29,30. A la temperatura normal del organismo los AAVT están casi totalmente cerrados, pero cuando la temperatura del cuerpo aumenta o cuando inducimos bloqueo simpático (farmacológico, anestésico, etc.), el número de impulsos simpáticos disminuye y los AAVT se abren, permitiendo el llenado del plexo venoso subdérmico3. Como consecuencia, la inhibición simpática central provocada por la inducción de anestesia general (fentanilo y propofol) puede explicar la apertura de los AAVT, la intensa vasodilatación digital y el aumento subsiguiente de la temperatura solamente en las partes más distales de las extremidades. En el sujeto no anestesiado existe una buena correlación entre la actividad simpática cutánea y el flujo sanguíneo cutáneo medido por pletismografía de pulso31, lo que concuerda con la correlación encontrada entre la temperatura cutánea y la AOFP en nuestro estudio. El menor aumento de la temperatura del brazo y antebrazo se explica por una disminución de las estructuras vasculares cutáneas en estas áreas; en estudios anatomofisiológicos de la microcirculación de la piel32,33 se ha demostrado que existen dos plexos horizontales dérmicos, uno situado a 1,0-1,5 mm por debajo de la piel y otro en la unión dermosubcutánea. Ambos plexos están comunicados por una arteriola ascendente y una vénula descendente, pero en la piel del antebrazo la separación de las arteriolas ascendentes es marcada (de 1,7 mm), lo que supone que un 20% de un área de 1 cm2 de superficie cutánea se puede considerar como avascular. De forma general, se acepta que la inducción de anestesia general altera la termorregulación e induce rápidamente hipotermia por redistribución del calor central hacia la periferia. El compartimiento térmico central se expande y se enfría, mientras que el compartimiento periférico se calienta y se contrae34,35. Deakin, sin tener en cuenta las variaciones de los territorios dotados de AAVT (pies y manos), ha estimado que el compartimiento térmico central aumenta de un 66,0% a un 71,2% de la masa corporal a los 20 min de la inducción de anestesia general36, con un descenso de la temperatura central similar al encontrado en nuestro estudio. No se ha demostrado que todos los anestésicos induzcan vasodilatación periférica en grado similar: con el isoflurano se ha descrito un aumento de la temperatura digital de 5,0 °C37, mientras que con propofol hemos encontrado un aumento superior (6,7 °C). Posiblemente el grado de hipotermia de distribución de la inducción anestésica se relacione con la capacidad de inhibición simpática de los anestésicos o de la técnica anestésica utilizada. La mayor parte del calor del organismo se pierde al medio mediante radiación desde la piel, y el flujo sanguíneo cutáneo es el mecanismo más efectivo de control de esta transferencia de calor3. Las manos, y probablemente los pies, tan pronto como sucede la inducción anestésica, se vasodilatan y se calientan, lo que nos hace pensar que esta vasodilatación incrementa la pérdida de calor al medio ambiente. Esta vasodilatación cutánea se mantiene a lo largo de la anestesia hasta que se desencadena la “vasoconstricción cutánea termorreguladora” como mecanismo de respuesta hipotalámico al descenso de la temperatura central (en nuestra experiencia, cuando la temperatura cae por debajo de aproximadamente 35 °C). El cierre de las AAVT supone una reducción de la disipación de calor metabólico al medio ambiente38,39. La vasodilatación cutánea es uno de los efectos secundarios térmicos que sucede durante la inducción de la anestesia general, pero este fenómeno se distribuye, como hemos visto, de un modo desigual. Las implicaciones de nuestro estudio nos permiten sugerir sistemas o estrategias de aislamiento térmico en las áreas cutáneas donde la apertura de los AAVT supone una mayor pérdida de calor (manos, pies), y tratar de encontrar técnicas anestésicas que conlleven menor grado de hipotermia por el grado de vasodilatación que induzcan (¿desflurano, ketamina, etomidato?). En conclusión, los resultados de nuestro estudio indican que la inducción anestésica con propofol, fentanilo, vecuronio y protóxido de nitrógeno aumentan la temperatura cutánea del miembro superior y que el calentamiento es muy superior en los dedos de las manos que en la piel del brazo y el antebrazo. BIBLIOGRAFÍA 1. Hall GM. Body temperature and anaesthesia. Br J Anaesth 1978; 50: 39-40. 2. Matsukawa T, Sessler DI, Sessler AM, Schroeder M, Ozaki, Kurz A et al. Heat flow and distribution during induction of general anesthesia. Anesthesiology 1995; 82: 662-673. 291 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 47, Núm. 7, 2000 3. 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