SEÑAL COPARMEX Mensaje 69 OFERTA CONTRA LA INFLACIÓN Con gusto, te saludo en esta nueva Señal Coparmex Los mexicanos estamos cada vez más preocupados por la inflación… Y eso es lo más preocupante. Porque ¿qué haces cuando te preocupas? Pues te proteges… ¿Y qué pasa si todos nos empezamos a proteger contra los precios cada vez más altos? Pues inflación… La tan temida espiral inflacionaria. Pero vayamos un paso atrás. ¿Qué tenemos a la vista? Que ya hace algunos meses -ya podemos contar en años- empezamos a ver que los precios del petróleo y de las materias primas subían. Luego el de los alimentos. A principios del año pasado tuvimos el problema del maíz. Subió su precio y, con él, la tortilla que tanto nos preocupa en México. En suma, estamos frente al crecimiento de precios clave para cualquier economía. Como los economistas saben desde hace mucho, precios más altos significan que la demanda es mayor que la oferta. Precios altos es la forma en que el mercado llama a que más inversiones y trabajadores vayan a producir más de lo que hace falta: alimentos, materias primas, energía, lo que sea. Los precios altos significan mayores márgenes para distribuir entre trabajadores y empresarios ¿Cuánto tiempo? hasta que la mayor producción detenga o incluso reduzca los precios a los niveles originales. La teoría parece clara. Pero los economistas no se acaban de poner de acuerdo. ¿Creció la demanda o disminuyó la oferta? En principio podríamos pensar que creció la demanda. Por lo menos en cuanto a los alimentos, están las opiniones de que en regiones tan atrasadas y con tanta pobreza como China e India -por ejemplo- finalmente están dando pasos importantes en su industrialización y en sacar de la pobreza a muchas personas. Parece que estos pasos se están dando realmente… ¡y qué bueno! en México, como en muchas partes del mundo es urgente elevar a millones de personas de los niveles de miseria y pobreza extrema. Sin embargo, análisis más detenidos no parecen confirmar la relación de los precios más altos en los alimentos con un consumo mayor en esas economías. En el caso del petróleo, podría ser un problema de crecimiento insuficiente de la oferta. Aquí lo que resulta más sorprendente es que el precio del crudo haya llegado a niveles jamás imaginados y, sin embargo, no hemos visto los efectos recesivos que tuvo el mismo fenómeno en los setentas -y eso que eran alzas más moderadas. Sólo las materias primas como el acero parecen comportarse bien. Así que los economistas tienen mucho que pensar… Pero más allá de estas discusiones de economistas, lo cierto es que el mundo -no nada más México- está frente a un futuro de inflación. Hay los que estiman que dos terceras partes de la humanidad vivirá próximamente inflaciones de dos dígitos. El gran riesgo es el pánico económico. Nos preocupa la inflación y cada uno de nosotros queremos protegernos. Los empresarios tratamos de disminuir costos y elevar precios… para protegernos. Los trabajadores piden aumentos de emergencia… para protegerse…. Los gobiernos prohíben las exportaciones… como Argentina… para protegerse. Los legisladores quieren expedir leyes de emergencia… para protegerse, o mejor dicho, para justificarse. La inflación -aquí y en China- es un problema económico… y de expectativas. Pues entonces hay que ampliar la producción y evitar generar expectativas de que los precios subirán y subirán. En México tenemos que hacer todo lo necesario para facilitar la inversión, el empleo y la producción: simplificación administrativa, combate a la corrupción, infraestructura, estado de derecho, apoyos a la producción de materias primas y alimentos. Producción, es lo que necesitamos; no medidas que podrían retrasar la producción, que es la verdadera solución. Pero somos una economía abierta. Tenemos que actuar también en el mundo con nuestras contrapartes comerciales y en los foros internacionales. Tenemos alimentos caros en el planeta, pero no parece que sea por falta de capacidad para producirlos. Es urgente destrabar la ronda de Doha y la agenda agropecuaria con sus subsidios. De otra forma, el mundo no tendrá los alimentos que necesita a precios razonables. En México también debemos pensar bien el tema de los transgénicos. Una vez más el mundo ya se adelantó. Aquí consumimos productos transgénicos, pero importados. ¿Por qué imponernos trabas innecesarias? Que no nos digan simplemente "no se puede", sino "como sí se puede". Esta vez podemos hacer otra historia. No la de cobrarnos los platos rotos unos a otros, entre nosotros; sino la de atacar la inflación con oferta…, con producción, empleo y políticas públicas con visión de largo plazo. Los precios nos pegan a todos. Pasa esta señal Coparmex. Nosotros nos vemos la próxima semana.