Este deporte te enseña a ser humilde, porque nunca vas

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Doctor Miguel Noguer,
campeón olímpico de vela y dentista
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Este deporte
te enseña
a ser humilde,
porque nunca vas
a ser el mejor
en todos los casos
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MAXILLARIS, noviembre 2008
El palmarés del doctor Miguel Noguer en el deporte de la vela está repleto
de triunfos. Además del oro obtenido en los Juegos Olímpicos de Moscú
y de su participación en los de Los Ángeles, Seúl y Barcelona, ha ganado
campeonatos de Europa, de España y de Cataluña en diversas modalidades.
Actualmente, navega en la clase Láser y sigue obteniendo triunfos y
afrontando retos, para los que se prepara a conciencia: “en este deporte gana
el que comete menos errores, la regata perfecta es imposible”, afirma.
imposible. Una competición suele durar una semana y
cada día hacemos varias mangas, que son de casi una hora
cada una, así que al final el ganador es el más regular. Debe
tener muy buena técnica, una forma física adecuada para
resistir el esfuerzo y además ser una persona serena, con
templanza, controladora de la situación.
Todo el deporte es bueno, pero creo que la vela es
especialmente aconsejable en el campo formativo. Mis
dos hijos, Miguel y Arturo, también participan en campeonatos de vela nacionales e internacionales, y este deporte les enseña que con esfuerzo, dedicación y técnica se
pueden conseguir muchas cosas en la vida. Creo que es
positivo que, en la sociedad actual, los jóvenes valoren
M AXILLARIS. ¿Qué características tiene el deporte de la las cosas, sepan que el esfuerzo da sus recompensas y
vela para que mantenga su afición después de 40 años que en la vida hay personas de todo tipo, unos que afrontan las carreras de manera legal y otros que, si pueden,
de práctica?
Doctor Noguer. Siempre he sido un apasionado de la vela, hacen una jugarreta.
es un deporte que me encanta en todos sus aspectos. Tiene muchas analogías con la odontología porque un buen M ¿Existe un perfil tipo del deportista de vela?
regatista y un buen dentista tienen que elegir bien los Doctor Noguer. Hay de todo, unos pierden los nervios
materiales para que sean los más correctos en cada situa- fácilmente, cuando fallan dan golpes al barco y se les ve
ción, deben mantener la sangre fría y la concentración en muy exaltados, pero éstos suelen ser los que nunca
todo momento y su examen es constante; cada paciente y ganan, y luego está el regatista que, aunque se juegue
un mundial o unas olimpiadas, mantiene la calma en
cada carrera son pruebas diferentes al resto.
La vela es un deporte diferente a otros, en él las condi- todo momento, controla la situación, observa los barcos
ciones meteorológicas son cruciales. En 1980 gané el oro
en los Juegos Olímpicos de Moscú junto a Alejandro
Abascal en la categoría Flying Dutchman, pero es posible
que con otras condiciones de viento no lo hubiéramos
En 1980 gané el oro
conseguido. En otros deportes, siempre vemos que hay
en los Juegos Olímpicos de Moscú
dos o tres favoritos que son los que suelen ganar, lo
hemos visto en Pekín en natación o atletismo, por ejemjunto a Alejandro Abascal en la
plo, pero en vela los posibles ganadores son una decena
y a cada uno le vienen bien unas condiciones meteorolócategoría Flying Dutchman,
gicas concretas.
pero es posible que con otras
Este deporte te enseña a ser humilde, porque nunca
vas a ser el mejor en todos los casos. En las competiciones
condiciones de viento no
influyen muchos factores, tales como una mala salida, una
lo hubiéramos conseguido
sanción, un viento flojo cuando tu lo esperas fuerte, o
viceversa. Además del esfuerzo físico, es muy importante
el esfuerzo mental. Se suele decir que en este deporte
gana el que comete menos errores, la regata perfecta es
as dos pasiones del doctor Miguel Noguer son la vela
y la odontología, a las que les ha dedicado gran parte
de su vida. En la navegación deportiva se inició con
apenas 11 años de la mano de sus padres, primero en un
470 con su hermano y luego en otras categorías, como
Finn, Flying Dutchman (con lo que fue olímpico) y ahora
en Láser. La práctica odontológica también ha estado ligada a su persona desde la infancia, él representa la tercera
generación de dentistas en su familia. Desde hace años
ejerce como odontólogo privado en la Ciudad Condal e
imparte clases como profesor asociado en la Universidad
de Barcelona.
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El doctor Noguer
en su consulta de Barcelona.
de otras categorías que están más lejos para intuir el
viento, mira las nubes… Éste suele ser el que obtiene los
triunfos en las competiciones. En mi caso, quizá no llegue al ideal de templanza, pero intento mantener la calma siempre, y si algo sale mal procuro reconducir la
situación, porque en este deporte no se gana con el
corazón sino con sangre fría.
M ¿Por qué empezó a practicar vela?
Doctor Noguer. Mis padres ya tenían afición a navegar
cuando yo era niño. Mi padre navegaba en Patín a Vela, que
es un barco catalán fantástico y que tiene una gran fuerza y
está en expansión internacional. Pero compraron un barco
470 y al probarlo vieron que no les convencía, así que nos lo
dejaron a mi hermano y a mí, que teníamos 12 y 11 años,
respectivamente. Aquella época fue genial para mí, disfrutaba mucho navegando, porque lo hacíamos en familia.
Hace 40 años la afición a navegar era muy extraña, muy poca
gente lo hacía y además sólo navegábamos en verano, ya
que no existían los trajes de neopreno que hay ahora y tampoco había tantos puertos y clubes como hoy.
Desde siempre he navegado en el Club Náutico Masnou,
que era en el que estaban asociados mis padres. Yo llevo 40
años y ya soy socio de honor; también mis hijos son socios
de este club.
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MAXILLARIS, noviembre 2008
M ¿Cómo pasó de navegar por afición a competir al más
alto nivel?
Doctor Noguer. Mi hermano y yo éramos bastante buenos en la clase 470, él de patrón y yo de tripulante. Siempre quedábamos entre los siete u ocho primeros en las
regatas nacionales. El deporte de la vela iba evolucionando poco a poco y nosotros ya empezamos a navegar todo
el año. Después de estar mucho tiempo en 470, llegó un
momento en el que me hice demasiado corpulento para
esta clase y me pase a Finn, en la que ya navegaba en solitario. Pero un día, cuando yo ya tenía 19 años y acababa
de empezar la carrera de Medicina, recibí una llamada de
la Federación Española de Vela. El presidente de entonces, Miguel Company, quería que me fuera a navegar con
Alejandro Abascal a la Escuela Nacional de Vela de Palamós durante cuatro años, con el objetivo de preparar los
Juegos Olímpicos de Moscú. Él sería el patrón, yo el tripulante y correríamos en la clase Flying Dutchman. Abascal ya había participado en los Juegos Olímpicos de Montreal en esa clase y había quedado cuarto. En aquella época la selección de los equipos olímpicos no era como ahora, se tomaban decisiones más personales y tuve la suerte de que Miguel Company se fijara en mí. Creo que me
eligió porque ya tenía mucha experiencia como tripulante en 470, además residía en Barcelona, por lo que estaba
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bilidades de ser bueno. Ahora mismo navego en clase
Láser Stándar que requiere un peso de entre 82 y 84 kilos,
pero, por ejemplo, en Finn, que es un barco olímpico y en
Con lo que yo sé puedo
el que he navegado muchos años, hay que pesar unos 98
navegar en prácticamente
kilos. Hace poco participé en una regata de Finn en Francia y con mi peso actual es durísimo, ya que cuando hace
cualquier tipo de barco,
viento se sufre mucho porque tienes que adoptar posicioen Láser, Finn, Crucero, 49er;
nes incómodas para colgarte lo más posible e ir rápido.
La técnica no supone un obstáculo para dar el salto de
el abanico es enorme
una clase a otra, porque una vez que se controla bien un tipo
de barco se puede navegar en otros sin problemas. Es cuestión de profundizar en sus detalles y adaptarse. Este aspecto
es uno de los más bonitos de este deporte. Con lo que yo sé
puedo navegar en prácticamente cualquier tipo de barco, en
cerca de Palamós, y mis condiciones físicas se ajustaban Láser, Finn, Crucero, 49er; el abanico es enorme.
muy bien al barco, aunque nunca había navegado en él.
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M ¿Es sencillo pasar de una clase a otra?
Doctor Noguer. Si lo que se desea es dar un paseo y pasarlo bien, se puede navegar en cualquier tipo de barco, pero
para competir hay que buscar una clase que se ajuste a tus
características físicas, el biotipo influye mucho en las posiEl doctor Noguer en un barco de la clase Láser.
M En los cuatro Juegos Olímpicos que ha participado
siempre lo ha hecho en la clase Flying Dutchman. ¿Cómo
es este barco?
Doctor Noguer. Es un barco muy caro y muy sofisticado,
fue olímpico hasta Barcelona 92. Cuando Abascal y yo nos
preparábamos para ir a Moscú no había flota de Flying
Dutchman en España, así que había que ir a competir a Alemania, Italia, Reino Unido o Estados Unidos. Estábamos
constantemente viajando a otros lugares para probar el
material y ver nuestras posibilidades. Los cuatro años que
pasamos preparando la cita de Moscú fueron estupendos
porque hicimos todas las regatas del circuito internacional. En dos campeonatos del mundo ganamos tres de las
siete pruebas.
M ¿Fueron a Moscú con expectativas reales de obtener el oro?
Doctor Noguer. Sí. Hicimos un entrenamiento muy
intenso durante cuatro años y los resultados nos acompañaron. Unos días antes de la cita olímpica participamos
en la Semana de Vela de Kiel, en Alemania, y la ganamos.
Sabíamos que teníamos muchas posibilidades de conseguir el oro si hacía viento, incluso se lo dije a mi padre
antes de ir y él tenía más dudas que yo. Pero, efectivamente, hizo viento casi todos los días y arrasamos; teníamos el oro asegurado cuando aún quedaba una jornada
de regatas.
«
El deporte da unas alegrías
inimaginables. A menudo hay regatas
en las que casi todo me sale mal, pero
incluso en estos casos me lo paso bien
porque siempre hay algún barco
alrededor contra el que luchar, nunca
falta la emoción
El doctor Noguer durante el Campeonato de España de Láser
que se celebró en septiembre en Gandía.
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M En los Juegos Olímpicos de Moscú faltaron países
como Estados Unidos, Canadá, Alemania Occidental, China o Japón. ¿Se percibió el boicot de estos países en las
competiciones de vela?
Doctor Noguer. Es cierto que faltó gente buena, pero no
los favoritos, que eran sobre todo europeos. Los canadienses eran los únicos realmente buenos que no fueron. Posteriormente, en los juegos de Los Ángeles no fueron los
países del bloque comunista, pero a los que participábamos en vela no nos afectó demasiado.
M Tras el triunfo de Moscú, acudió a los juegos de Los
Ángeles y de Seúl, donde quedó en los puestos 11 y 13,
respectivamente. ¿Por qué estos resultados?
Doctor Noguer. En Los Ángeles la decepción fue tremenda, seguía formando equipo con Abascal y habíamos conseguido muy buenos resultados durante las competiciones internacionales, habíamos ganado casi todo. Sabíamos
que en el campo de regatas de Long Beach iba a hacer
viento y preparamos el barco para ello. Teníamos la seguridad de que íbamos a ir rápido. Pero pusieron la hora de
salida de las regatas mucho más temprano de lo que esperábamos y el viento no entraba hasta más tarde, así que
nuestra estrategia no funcionó.
El Flying Dutchman es un barco que permite muchas
innovaciones técnicas y éstas se podían aplicar en las competiciones. Para hacerlo más potente, se incorporaron
El doctor Noguer destaca el valor formativo de la vela.
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obenques bajos regulables y velas menos curvas, entre
otras innovaciones. Así, de repente, yo, que tenía el peso
ideal para este barco, me convertí en un tripulante ligero
para esa clase y pasamos de ser muy buenos con viento a
ser mejores que el resto con vientos medios y flojos. Tras
aquellos cambios, fui a los juegos de Seúl, en aquella ocasión con Luis Doreste, con quien había ganado el campeonato de Europa y otras competiciones. Sabíamos que si
hacía poco viento ganábamos casi seguro; él tenía poco
peso y yo me había quedado ligero. Pero en Seúl la climatología fue muy mala, hizo muchísimo viento, incluso daba
miedo salir a navegar con aquellos tifones. Aquellas eran
mis terceros juegos y realmente lo pasamos muy mal porque teníamos miedo. Las olas eran inmensas; cuando estabas debajo de ellas no podías ver ningún otro barco. Volcaron muchos y yo aún tengo algunas marcas en el cuerpo
de los golpes que me di en aquella regata. El último día ya
no se pudo navegar porque aquello era dramático. En
aquellos juegos, sólo ganamos en vela un oro con José Luis
Doreste en la clase Finn.
M En los Juegos Olímpicos de Barcelona participó como reserva. ¿Fue esta cita algo especial por competir en su ciudad?
Doctor Noguer. Aquello fue como un premio. Toda la ciudad celebraba los juegos y todo era alegría. El éxito en vela,
como en otros muchos deportes, fue brutal, ganamos en
470 masculino y femenino, en Finn y en Flying Dutchman.
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Aquello es irrepetible, no creo que otro país pueda volver
a arrasar de aquella manera en una cita olímpica.
Mi experiencia fue totalmente diferente a los otros juegos, ya tenía 35 años y mi función principal era entrenar
con el equipo, estar preparado por si tenía que sustituir a
un compañero, pero sobre todo me dedicaba a animarles
y a disfrutar de los éxitos y la fiesta.
En el plano personal también fue un momento muy
especial, el mismo día de la clausura nació mi segundo hijo.
Recuerdo que salí de la villa olímpica para asistir al parto y,
como todo salió bien, regresé para la ceremonia.
M ¿Es diferente el clima de los juegos olímpicos en función de la ciudad donde se celebren?
Doctor Noguer. Totalmente. De los cuatro juegos olímpicos a los que he ido, mis mejores recuerdos, en lo que se
refiere al ambiente, son de Los Ángeles y Barcelona. En
Moscú había mucha tensión, allí fui a las tres citas preolímpicas y a los juegos y siempre teníamos un comisario a
nuestro lado que vigilaba todo lo que hacíamos. Tampoco
el pueblo se implicó; las competiciones de vela se celebraron en Estonia, un país que se consideraba invadido por la
URSS y no había libertad.
En cambio en Los Ángeles la gente estaba muy implicada, había mucho ambiente en las calles, igual que en Barcelona, y todos disfrutaban con la celebración. En Seúl
tampoco se vivió un clima de gran alegría, las personas no
eran muy expresivas y en las pruebas deportivas no había
mucho público.
«
Mi secreto para tener éxito
en las regatas es comportarme
como un profesional
aun sin serlo, sé lo que hay que
hacer para ser bueno y tener
opciones de ganar, así que
sencillamente lo hago
»
También el ambiente entre los deportistas es diferente
en una cita olímpica. En las regatas de vela nacionales o
internacionales se convive mucho con el resto de los participantes. Muchos nos conocemos desde hace años y ya
somos amigos. Después de la regata te vas a cenar con italianos, alemanes o franceses y hay una relación muy cercana. Sin embargo, en los juegos olímpicos esa camaradería
desaparece, se vive con mucha tensión y ya no sales con un
rival, intentas que los demás no conozcan tus estrategias.
M Antes de su éxito en Moscú, España no era una potencia en vela. ¿Qué ha cambiado para que ahora los éxitos
en este deporte estén casi asegurados?
Doctor Noguer. Hemos entrado en un círculo muy bueno, los jóvenes tienen referentes y la práctica de la vela
se ha popularizado mucho. Además, siempre hemos tenido muy buenos entrenadores. En mi opinión, el visionario de este éxito fue Miguel Companys, el presidente de
la Federación Española de Vela entre 1971 y 1984, que
fue el primero en el mundo al que se le ocurrió formar
regatistas de manera profesional; él montó la Escuela
Nacional de Vela de Palamós.
M ¿Son comparables las competiciones olímpicas con las
del resto del calendario?
Doctor Noguer. Son muy diferentes. En unos juegos olímpicos hay un representante por cada país, mientras que en
un campeonato del mundo o de Europa hay muchos, por
lo que, a priori, parece más sencillo ganar unos juegos que
otros trofeos. He ganado muchos campeonatos nacionales
y también de Europa, pero nunca he ganado un mundial y M Dentro de su palmarés, ¿de qué éxitos está especialme hubiera hecho mucha ilusión.
mente orgulloso?
Doctor Noguer. El deporte da unas alegrías inimaginables,
y muchas veces no es cuestión de ganar. A menudo hay
regatas en las que casi todo me sale mal, pero incluso en
Instantánea de una regata del mundial de Óptimist
en Montevideo, en el que participó su hijo Arturo.
estos casos me lo paso bien porque siempre hay algún barco alrededor contra el que luchar, nunca falta la emoción.
Mi casa está llena de trofeos de todo tipo, pero mis momentos de alegría no siempre se deben a haberlos conseguido.
El año pasado, con 50 años, gané el Campeonato de Cataluña de Láser Estándar. Éramos 30 barcos, pero para mí fue
muy especial. También hace poco tiempo fui a Quiberon
(Francia) con uno de mis hijos para un entrenamiento suyo.
Se celebraba en esos días el campeonato de Francia de Finn
con 60 barcos. No tenía pensado correr aquella regata, el
Finn es un barco muy duro y hacía 20 años que no me subía
en uno, pero al tercer día de regata el que iba el último no
quiso salir a navegar y me dejó el barco. Como había mucha
gente que me conocía, me animé y salí. En la primera regata
quedé en el puesto 14, lo que ya estaba muy bien (pensé
que ya había salvado los muebles), pero me hizo ilusión
seguir participando y en la segunda regata del día me puse
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Hace algún tiempo pensé
que sería bueno hacer
una tripulación sólo
de dentistas, con un barco
patrocinado por una
de las casas comerciales
del sector; estoy seguro
de que lo haríamos muy bien
La participación en las competiciones
le exige al doctor Noguer mantener
un óptimo estado físico.
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primero en un momento de la prueba. Puedo asegurar que
entonces yo era el hombre más feliz del mundo. Fue tremendo, después de 20 años sin subir a un Finn, con 50 años, ver
que tenía 59 barcos detrás de mí. Al final acabé aquella regata sexto y en la siguiente quedé cuarto. Al acabar el día, algunos amigos y rivales franceses me decían: “¿pero qué nos
has hecho?”; una frase que recordaré toda la vida.
miento es constante, se pasa muy mal. En septiembre disputé el Campeonato de España de Láser, que se celebró en
Gandía, y quedé en el puesto 14, pero es que de los 13
anteriores había nueve a los que nunca hubiera podido
ganar porque eran chicos de 22 a 25 años que sólo se dedican a navegar. Quieren entrar en el equipo nacional y su
vida es el deporte. Pero a pesar de todo, mi verano fue de
constante entrenamiento para este campeonato: navegar,
M ¿Se vive diferente una regata cuando se navega en correr, jugar al frontón…
equipo que cuando se hace en solitario?
Doctor Noguer. Es totalmente diferente, aunque la satis- M ¿Tiene todavía retos en la vela?
facción cuando ganas es igual porque ha sido una labor Doctor Noguer. Sí, sé que la edad me marca unos límide equipo y todos tenemos nuestro papel. A mí siempre tes pero aún tengo ganas de competir. En 2009, el Camme ha gustado navegar en solitario, he pasado muchos peonato de Europa de Láser en la categoría Máster (de
años en Flying Duchtman y en 470, que son clases en las veteranos) es en Calella (Barcelona) y me hace mucha iluque se corre en pareja, pero también en otras clases como sión participar y hacerlo bien. Tener objetivos constanFinn o Láser, que son en solitario. Personalmente, me lo temente es muy importante, porque me ayuda a seguir
paso mejor y disfruto más cuando voy sólo, porque enton- entrenando y mantenerme en forma, y esto es algo muy
ces sé que lo bueno y lo malo lo he hecho yo. Ahora nave- positivo. También quiero hacer la Semana Olímpica de
go en Láser, una categoría en la que todos los barcos son Vela de Barcelona, que suele ser en marzo, y correr la
idénticos. Es muy bonito porque compites con las mismas Christmas Race, que es una regata que se celebra en
armas que el resto. En crucero, por ejemplo, gran parte del Palamós en diciembre. Es durísima porque hace mucho
éxito se debe al barco que lleves; si es rápido, tienes frío, pero me apetece.
muchas posibilidades de ganar. La vela ligera y los monoM Algunos compañeros suyos, como Alejandro Abascal o
tipos son especiales para mí.
Luis Doreste, siguen implicados en el deporte de la vela aunM ¿Por qué navega en Láser en estos momentos?
que ya en el plano de la gestión. ¿Se planteó alguna vez que
Doctor Noguer. Se adapta muy bien a mi peso, me gusta este deporte podría convertirse en su trabajo?
que sea un monotipo y además es un barco sencillo. Des- Doctor Noguer. No, siempre tuve claro que quería ser denpués de estar muchos años en Flying Dutchman, que tiene tista. Mis dos pasiones son la vela y la odontología, aunque
infinidad de cabos y tornillos, busqué un barco que no requi- creo que me gusta más la primera porque la tomo como una
riera tanto trabajo de preparación para salir a navegar. El afición y no una obligación. Me he dedicado a este deporte
Láser es ideal porque es duro, económico y en él se disfruta en cuerpo y alma durante muchos años, pero siempre lo
mucho, además mis hijos también navegan en esta clase.
compaginé con los estudios, de Medicina y Estomatología,
y luego con la práctica clínica.
M La práctica de la vela le exige mantener la forma física.
Mi secreto para tener éxito en las regatas es comportarme
¿Se cuida mucho?
como un profesional aun sin serlo. Sé lo que hay que hacer para
Doctor Noguer. Está claro que si a pesar de mis 51 años ser bueno y tener opciones de ganar, así que sencillamente lo
estoy en forma es porque navego. Para salir a competir hago. Para ser bueno en algo no hay misterios, se trata de prachace falta una buena forma física, si no se va bien el sufri- ticar, entrenar y estudiar. Me encantaría saber practicar bien
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MAXILLARIS, noviembre 2008
El doctor Miguel Noguer
es uno de los regatistas
más laureados de nuestro país.
windsurf o kitesurf, pero no lo hago porque siempre que salgo
al mar practico la clase en la que estoy metido de lleno. Si
empezara a mezclar diferentes modalidades, no lo haría bien,
vendrían los fallos y entonces no se disfruta.
M ¿Es difícil compaginar la práctica odontológica con
este deporte?
Doctor Noguer. Ahora no porque suelo practicar la vela el
fin de semana y durante las vacaciones, pero cuando estudiaba y competía a un nivel más alto sí era más complicado.
Cuando me fui a Palamós para prepararme para Moscú me
pasaba el día navegando. Ya estudiaba Medicina, así que
tuve que repetir un curso. Además, como mi expediente
académico no era brillante, no pude entrar en la Escuela de
Estomatología de Barcelona. Lo intenté dos años pero al
final, y con los juegos de Los Ángeles de por medio, hice la
especialidad en Toulouse (Francia), en donde se portaron
muy bien conmigo y aprendí mucho.
Tras tener el título ya me puse a trabajar en la consulta
de mi padre, pero al poco tiempo Luis Doreste me llamó
para que fuera con él a Seúl. Quedaba menos de un año para
aquellos juegos, así que nuevamente tuve que dedicarme
casi por completo a la preparación deportiva. He de reconocer que todo esto no lo hubiera podido hacer sin la ayuda de mi padre, él ha sido mi auténtico mecenas.
M ¿La dedicación a la odontología le viene de familia?
Doctor Noguer. Sí, soy la cuarta generación de médicos en mi
familia y la tercera de médicos dentistas. Mi abuelo era médico
estomatólogo, mi padre hizo medicina y odontología por separado y yo también soy médico estomatólogo. Ahora mi hijo
Miguel estudia odontología; él ya no continúa la tradición de
médico pero si será la cuarta generación de dentistas.
En mi consulta realizo una práctica odontológica generalista, me gusta mucho la ortodoncia y hago un poco de
todo, pero sé dónde están mis límites y cuando me llega
un caso complicado lo remito a un especialista. También
soy desde 1992 profesor asociado de Patología y Terapéutica Dental en la Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona; mis catedráticos son los profesores Esteban Brau y Carlos Canalda. En este tiempo en la facultad
también he aprovechado para hacer el doctorado con una
tesis sobre microbiología.
merecen ser expuestos. Son condecoraciones como la Real
Orden al Mérito Olímpico en la categoría Oro, que es especial
para mí sobre todo al ver el palmarés de los deportistas que
también la tienen. Tengo pacientes a los que atiendo desde
hace muchísimo tiempo y creo que está bien compartir con
ellos estos premios. La práctica de un deporte a alto nivel es
un valor añadido, refleja un poco nuestra personalidad; en
teoría somos personas sanas, que nos adaptamos al esfuerzo
y tenemos valores como la constancia y la superación.
M ¿En el mundo del deporte saben que su profesión es la
de dentista?
Doctor Noguer. Sí, mucha gente de la vela me conoce desde hace años y sabe que tengo mi consulta en Barcelona. En
el deporte de la vela hay muchos dentistas, y algunos muy
buenos. Uno de los hermanos Doreste, Gustavo, es dentista y
quedó cuarto en unas olimpiadas. Dentro de la categoría
Láser Máster hay otros dentistas e incluso alguna vez me han
M ¿Conocen sus pacientes su faceta deportiva?
ganado. Hace algún tiempo pensé que sería bueno hacer una
Doctor Noguer. Quizá un 30 por ciento de ellos sí, pero el res- tripulación sólo de dentistas, con un barco patrocinado por
to no. En la consulta no tengo nada náutico a modo decorati- una de las casas comerciales del sector; estoy seguro de que
vo, aunque ahora quiero poner algunos títulos que creo que lo haríamos muy bien.
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