Ahorrar para el retiro: Una decisión impostergable Por Ing. Arnaldo González Graterol, MBA Indefectiblemente se puede considerar que, con independencia del estilo y hábitos de vida de las personas, llega el momento en que la energía y la vitalidad no son las mismas de la juventud. Por ello, la idea de un retiro digno, a partir de los 65 años de edad, constituye una meta tranquilizadora que solo va a poder materializarse en la medida que tomemos, como una decisión impostergable, las previsiones financieras necesarias. Apoyado en el hecho que los avances de la medicina han alargado la expectativa de vida a las personas, la probabilidad de alcanzar esta edad es cada día mayor. En el año 1900, la expectativa de vida en los Estados Unidos de América era de 47 años, y solo el 4% de la población llegaba a los 65 años o más. En la actualidad, la expectativa de vida es de 76 años; y se estima que para el año 2025, alrededor del 20% de la población de dicho país tendrá 65 años o más. Para el caso de las personas que ya han superado los 65 años, la expectativa de vida se ha incrementado al menos en cinco años. La tabla siguiente ilustra el cambio ocurrido: AÑO TIEMPO ESTIMADO PARA VIVIR EN EXPECTATIVA DE VIDA EL RETIRO (años) (años de edad) 1935 12,5 77,5 2006 17,6 82,6 Por otro lado, los gobiernos del mundo se han visto en la imposibilidad de cubrir las expectativas de todos los ciudadanos, a través de los fondos de pensiones gubernamentales. En el caso de los Estados Unidos de Norteamérica, la posición está respaldada por algunos analistas, los cuales aseguran que existe una inmensa brecha entre lo que el gobierno estadounidense espera recaudar y lo que deberá pagar de Seguro Social y Medicare (seguro de salud). Por lo tanto, en 15 años el gobierno no tendrá suficiente dinero para honrar su deuda. Inclusive el presidente norteamericano George W. Bush, vaticinó, en una de las últimas alocuciones que realizara en su país, que el sistema de retiro de su país colapsará para el año 2042. Gráficamente, el vaticinio se apoya en un estudio estadístico que toma como referencia la cantidad de personas que han estado trabajando por cada receptor de una pensión del estado en los últimos años: Si se habla de Venezuela, la situación resulta alarmante. De acuerdo al último censo realizado (2001), el 80% de los venezolanos llega a los 65 años sin ahorros y el 46% del total de ellos vive hoy en la pobreza más severa. La siguiente tabla completa el diagnóstico: En ese orden de ideas, resulta imperioso dedicar tiempo y esfuerzo a invertir de manera constante, consciente e independiente del Estado, en sistemas que permitan la obtención de rentas mensuales y vitalicias que se activen a partir de los 65 años de edad. Iniciar un Plan de Retiro de manera temprana, genera una gran cantidad de beneficios entre los que se encuentran: Tiempo e intereses financieros a favor. Creación de una disciplina de ahorro. Incremento de la posibilidad de comenzar con una pequeña cantidad e incrementarla con el tiempo. Posibilidad de hacer ajustes correctivos en el caso de ocurrencia de imprevistos. La recomendación es que al tomar acciones para prever el futuro y disponer de un plan de retiro, se deben buscar instrumentos de inversión a largo plazo con bajo nivel de riesgo, haciendo una selección inteligente entre el sinnúmero de empresa que ofrecen planes de este tipo. Otra idea sugerida, se enfoca en influir en el área de recursos humanos de la empresa donde se labora para que se diseñen planes corporativos que cubran las necesidades de los empleados en el momento de su retiro. Los mismos deberán tener la característica de estar personalizados; es decir, deben acompañar a todo aquel que lo haya tomado, independientemente que esté o no prestando sus servicios en la empresa donde lo adquirió. Sería negociable el porcentaje de aporte que haría el empleador durante el tiempo que el empleado preste sus servicios y compartido el beneficio para ambos: el primero haría su inversión en retener a un empleado consecuente; el segundo tendría resuelto su problema de retiro, independientemente de su movilidad. Adicionalmente, se debe tener presente no invertir en ellos más del 10% de los ingresos anuales recibidos, con el objeto de poder garantizar el aporte requerido con un mínimo esfuerzo. Partiendo de esta premisa, la tabla siguiente busca mostrar un ejemplo práctico. En ella se indica el monto promedio a invertir por edades (las tres a las cuales se inician generalmente acciones en este sentido) así como el rendimiento esperado, considerando que se realizarán aportes desde la edad indicada hasta alcanzar los 65 años de edad: EDAD INGRESO MONTO APORTE RENTA MENSUAL TASA INTERNA DE DE ANUAL EST. ANUAL ESTIM. A PARTIR RETORNO (ESTIM) INICIO (Bs) (10% del ingreso) DE 65 AÑOS (Bs) DE LA INVERSIÓN 30 64.500.000 6.450.000 7.000.000 30% 35 86.000.000 8.600.000 6.600.000 32% 40 107.500.000 10.750.000 5.100.000 30% Fuente: Citizens Inc. Financial Group Para concluir, se podría hacer una recomendación final, la cual esta asociada con la regla de oro de las inversiones en fondos de retiro: El dinero que se coloque en ellos no debe ser retirado por ningún concepto porque no nos pertenece. Le pertenece al abuelo(a) que todos llevamos dentro, que a los 65 años se va a levantar a preguntarnos: ¿Que hiciste por mí cuando podías hacerlo? [email protected]