www.uclm.es/centro/cesco NOTAS JURISPRUDENCIALES NO SE PUEDE SUPRIMIR LA PENSIÓN DE ALIMENTOS A FAVOR DEL HIJO DISCAPACITADO CUANDO ÉSTE SEA MAYOR DE EDAD, AUNQUE PUDIERA ACCEDER A UNA PENSIÓN POR INVALIDEZ Sentencia núm.372/2014, de 7 de julio, del Tribunal Supremo (JUR\2014\186317) Lourdes García Montoro Centro de Estudios de Consumo Universidad de Castilla-La Mancha Fecha de publicación: 1 de septiembre de 2014 Los alimentos comprenden todo aquello que resulta indispensable para el sustento, alimentación, vestido, asistencia médica, educación e instrucción del que tiene derecho a percibirlos, mientras sea menor de edad y aún después cuando no haya terminado su formación por causa que no le sea imputable, y así se recoge en el artículo 142 del Código Civil. El caso objeto de litigio tiene su origen en la pretensión del padre divorciado de dejar de pagar la pensión alimenticia de sus hijos por mayoría de edad de éstos. Uno de ellos es discapacitado en un porcentaje del 65%, al padecer un trastorno esquizofrénico paranoide que le incapacita para cualquier tipo de trabajo y le hace absolutamente dependiente de su madre. Por este motivo, solicita la madre un aumento en 400 euros de la pensión alimenticia que percibe su hijo, además de la mitad de los gastos extras de enfermedad y tratamiento no cubiertos por la Seguridad Social. El Juzgado de Primera Instancia nº 17 de Sevilla estimó las pretensiones del padre y declaró extinguido el deber de abonar pensión de alimentos a los hijos mayores de edad, habiendo sido confirmada esta decisión por la Audiencia Provincial de Sevilla. El Juzgado consideró que el hijo, con una discapacidad superior al 65%, goza de todos los requisitos necesarios para acceder a una pensión contributiva por invalidez, siendo dicha prestación suficiente para cubrir sus necesidades. La Audiencia Provincial reiteró la posibilidad de que el hijo percibiera la prestación no contributiva por invalidez, sin perjuicio de la prestación asistencial que percibe la madre por ayudarle, que asciende a 339,70 euros. La madre interpuso recurso extraordinario por infracción procesal y recurso de casación ante el Tribunal Supremo, habiendo sido analizado por la Sala únicamente el segundo www.uclm.es/centro/cesco NOTAS JURISPRUDENCIALES de ellos al no resultar trascendente la falta de motivación y la valoración arbitraria de la prueba que fundamentan el primero, sino que procede una calificación jurídica distinta que hace innecesario pronunciarse sobre el recurso extraordinario por infracción procesal para profundizar en la situación personal del hijo y llegar a la conclusión que se interesa en el recurso de casación. En el recurso ha sido parte el Ministerio Fiscal, al debatirse cuestiones que afectan a la situación del hijo con una esquizofrenia paranoide reconocida superior al 65%, en defensa de sus intereses como persona perteneciente a un colectivo especialmente vulnerable. En sus reflexiones, el Ministerio Fiscal considera que el hijo de 27 años no puede llevar una vida independiente, al estar necesitado de apoyo para realizar sus actividades ordinarias, no pudiendo entenderse que estamos ante un hijo mayor o emancipado al que le es aplicable el régimen de los artículos 142 y siguientes del Código Civil, puesto que los alimentos de un hijo de estas características no pueden verse afectados por las limitaciones propias del régimen legal de alimentos entre parientes, no pudiendo tener el mismo régimen que los alimentos a otro hijo mayor de edad o emancipado. A pesar de que no consta la incapacitación del hijo ni la prórroga de la patria potestad a favor de la madre, el Ministerio Fiscal considera que sus derechos se ven mermados por las resoluciones recurridas y se afecta a su derecho de igualdad ante la Ley. La Sala observa interés casacional en el recurso y lo analiza desde dos perspectivas: - Privación de los alimentos por el simple hecho de haber alcanzado el hijo la mayoría de edad y ser posible perceptor de una pensión contributiva por invalidez por parte de la Seguridad Social, equiparando este derecho a la real y efectiva existencia de recursos económicos del artículo 93.2 del Código Civil. Aun cuando el hijo pudiera recibir ayudas de la administración, en este momento no las recibe ni parece que pueda obtener ingresos de su trabajo. En estas circunstancias, no es posible desplazar la responsabilidad de mantenimiento a los poderes públicos, en beneficio del progenitor. La obligación de prestar alimentos a los hijos no se extingue por la mayoría de edad, sino que se extiende hasta que estos alcancen suficiencia económica. Esta obligación se prolonga más allá de la mayoría de edad de los hijos en aquellos casos como el presente en que un hijo discapacitado sigue conviviendo en el domicilio familiar y carece de recursos propios. Aunque no se haya acordado la rehabilitación de la potestad de uno o ambos progenitores, continúa existiendo la obligación de prestar alimentos al seguir residiendo con la madre y carecer de ingresos suficientes para hacer una vida independiente. www.uclm.es/centro/cesco NOTAS JURISPRUDENCIALES - Situación personal del alimentado afectado por una grave situación de discapacidad. Al margen de que se haya iniciado o no un procedimiento de incapacitación o no se haya prorrogado la patria potestad a favor de la madre, la discapacidad existe, y no es posible resolver el problema referido a la pensión alimenticia bajo pautas meramente formales que supongan una merma de los derechos del discapacitado, más necesitados si cabe de protección que los que resultan a favor de los hijos menores. No nos encontramos ante una situación normalizada de un hijo mayor de edad o emancipado que se pueda reconducir al régimen alimenticio propio de los artículos 142 ss. Código Civil, como deber alimenticio de los padres hacia sus hijos en situación de ruptura matrimonial conforme al artículo 93 Código Civil, sino que se trata de un hijo afectado por deficiencias mentales que requiere unos cuidados y una dedicación extrema y exclusiva que subsiste mientras subsista la discapacidad y carezca de recursos económicos para su manutención. Por estos motivos, el Tribunal Supremo estima el recurso de casación y, anulando las resoluciones adoptadas en primera y segunda instancia, acuerda el mantenimiento de la pensión alimenticia vigente en favor del hijo discapacitado, debiendo el padre hacerse cargo del 50% de los gastos extras de sanidad y formación no cubiertos por la Seguridad Social. El TS establece como doctrina jurisprudencial la siguiente: la situación de discapacidad de un hijo mayor de edad no determina por sí misma la extinción o la modificación de los alimentos que los padres deben prestarle en juicio matrimonial y deberán equipararse a los que se entregan a los menores mientras se mantenga la convivencia del hijo en el domicilio familiar y se carezca de recursos.