Lima, tres de noviembre del dos mil nueve. LA SALA CIVIL

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 Lima, tres de noviembre del dos mil nueve. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número dos mil doscientos setenta y tres – dos mil nueve; en el día de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley; emite la presente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación, interpuesto por el ejecutado Jesús Iván Galindo Tipacti, contra la Sentencia de Vista de fojas ciento treinta y siete, de fecha trece de octubre del dos mil ocho, expedida por la Primera Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la apelada emitida en la Audiencia Única de fecha veintinueve de enero del dos mil ocho, obrante a fojas noventa y cinco y ciento trece, que declara infundada la contradicción y fundada la demanda, en consecuencia, ordena que el ejecutado cumpla con pagar a la ejecutante la suma de veintinueve mil diecinueve nuevos soles con veinte céntimos, más intereses compensatorios y moratorios; con lo demás que contiene. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Suprema Sala, mediante la resolución de fecha doce de agosto del presente año, ha declarado procedente el recurso de casación por la causal del inciso 1° del artículo 386 del Código Procesal Civil, según los siguientes fundamentos: denuncia la interpretación errónea del artículo 228 de la Ley número 26702, Ley General del Sistema Financiero y de Seguros, que establece dos requisitos: 1) Que, los saldos deudores existan en la cuenta corriente al tiempo de la remisión al cliente; y 2) la letra a la vista girada debe de consignar como monto el saldo de la cuenta exigible al momento de la comunicación, de tal manera que si bien los saldos son expresados por el acreedor en el título valor, éste deberá deducirse íntegramente las cuotas amortizadas, expresando los motivos que originan los montos consignados en dicho documento, y no dejar a la libre disposición arbitraria del acreedor de definir lo que considera como saldo. Por ello, lo manifestado por el A Quo y confirmado por el Colegiado, al referirse que por el hecho que la Entidad ejecutante haya reconocido los montos pagados por su persona en la liquidación que se acompañó, no tendría ningún asidero su solicitud de nulidad del título valor sustentada en haberse completado con los saldos que no corresponden a lo adeudado y acordado con la Entidad, debe considerarse dicha apreciación como errada. 3. CONSIDERANDOS: Primero: Que, la cuenta corriente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 225 de la Ley número 26702, es un contrato en virtud del cuál una empresa del sistema financiero se obliga a cumplir las órdenes de pago de su cliente hasta por el importe del dinero que hubiera depositado en ella o del crédito que se haya estipulado, esto último, en el caso de las empresas autorizadas para conceder sobregiros. Segundo: Que, la tarjeta de crédito es un instrumento de pago mediante el cuál una persona (titular) accede a una línea de crédito determinado con finalidad de poder adquirir bienes y servicios en los establecimientos afiliados o en caso de solicitarlo y así permitirlo la empresa emisora, hacer uso del servicio de disposición de efectivo u otros servicios conexos, dentro de los límites y condiciones pactados, obligándose a su vez a pagar a la empresa que expide la tarjeta, el importe de los bienes y servicios que haya utilizado, y demás cargos conforme a lo establecido en el contrato firmado previamente. Tercero: Que, de ello se desprende, que la tarjeta de crédito se subsume en una de las modalidades de la cuenta corriente, a través de la cuál una empresa autorizada del sistema financiero se obliga a cumplir las órdenes de pago de su cliente hasta por el importe del crédito que se haya estipulado en el respectivo contrato de tarjeta de crédito, de ahí que lo dispuesto en el último párrafo del artículo 228 de la Ley número 26702 sea pertinente. En este caso, el problema radica en la denuncia de su interpretación errónea. Cuarto: Que, la parte ejecutante ha cumplido con el procedimiento previsto en el último párrafo del artículo 228 de la Ley número 26702, esto es: a) Se ha remitido la carta notarial al cliente, a fin que cumpla con el pago de su saldo deudor y los intereses respectivos, indicando el motivo respectivo; b) Al no producirse el pago o realizarse observaciones dentro de los primeros quince días hábiles siguientes a la recepción de la comunicación, el Banco acreedor giró la respectiva letra de cambio a la vista, conteniendo el saldo deudor más los intereses generados; c) Esta letra de cambio contiene la motivación expresa por qué se emite; y d) Se ha protestado la letra de cambio según consta del reverso de este título valor, para lo cuál no se precisa de la aceptación del girado, quedando en consecuencia expedita la pretensión ejecutiva. Quinto: Que, este Supremo Tribunal en la Casación número 579‐2003 Lima, publicada en El Peruano, con fecha veintiocho de febrero del dos mil cinco, página tres mil quinientos ochenta y cuatro, señala que la “observación consiste en la advertencia que se hace señalando en ella una falla o defecto. En el caso concreto de la comunicación de los saldos deudores de cuenta a que se refiere el artículo 228 de la Ley número 26702, es necesario que el observante precise y describa en detalle en qué consiste el error, defecto u omisión del saldo deudor que se le comunica, señalando las cantidades que correspondan en su caso, al débito o al haber; siendo éste el sentido correcto de la observación a que se refiere la norma material invocada. La ratio legis de la norma citada es viabilizar que los deudores puedan manifestar su disconformidad con el saldo deudor a efectos de que pueda ser rectificado por la entidad crediticia y en modo alguno podría ser un mecanismo para evitar el cobro de un letra de cambio a la vista por el saldo deudor de una cuenta corriente, como podría suceder si se permite remitir comunicaciones que sólo observen el saldo deudor sin precisar en qué consiste el error, defecto u omisión incurrida, lo que perjudicaría injustamente a la entidad acreedora”. Sexto: Que, las alegaciones del ejecutado formuladas en este recurso extraordinario, no desvirtúan los fundamentos establecidos por las instancias de mérito, al no haber efectuado éste sus observaciones dentro del plazo de quince días de recepcionada la carta notarial, según el artículo 228 in fine de la Ley número 26702. En suma, no se corrobora el error in iudicando alegado. DECISIÓN: Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo establecido en el artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación de fojas ciento cuarenta y nueve, interpuesto por Jesús Iván Galindo Tipacti, en consecuencia, NO CASAR la Sentencia de Vista de fojas ciento treinta y siete, su fecha trece de octubre del dos mil ocho, expedida por la Primera Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima. CONDENARON a la parte recurrente al pago de la multa de tres Unidades de Referencia Procesal; más costas y costos de este recurso. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Banco Internacional del Perú – INTERBANK, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; intervino como Ponente el Juez Supremo Idrogo Delgado; y los devolvieron.‐ SS. PALOMINO GARCÍA CASTAÑEDA SERRANO ARANDA RODRÍGUEZ IDROGO DELGADO ÁVAREZ LÓPEZ .ag PAGE PAGE 5 SENTENCIA CAS. N° 2273‐2009 LIMA 
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