“EL PLANETA TIERRA NOS ESTÁ HABLANDO, Y ESO SE PUEDE ESCUCHAR DESDE LA ESCUELA PARA ACTUAR” Así lo asegura la docente Yenny Arévalo Montenegro, quien lideró el equipo de estudiantes colombianos de la Institución Educativa Gabriel Plazas, que resultó ganadora de la última edición del Premio Zayed Energía del Futuro. Una mirada diferente para comprender la importancia de la sostenibilidad en las escuelas y el rol que éstas pueden asumir en la construcción de un mundo mejor para las generaciones presentes y futuras. “Entender la problemática permite entender el proyecto ganador”, asegura aún feliz del reconocimiento internacional obtenido Yenny Arévalo Montenegro, ingeniera en sistemas y anterior docente de “Tecnología e Informática” en la Institución Educativa Gabriel Plazas. Se trata de una escuela pública de enseñanza mixta para estudiantes de entre cinco y 17 años, ubicada en Villavieja, Colombia. Su particularidad: los más de 560 niños matriculados corresponden a los estratos sociales más pobres de la región, provenientes del campo, con necesidades de alimentación que buscan satisfacer al interior de la escuela. Desde la materia que Yenny lideraba hasta comienzos de este año, “Tecnología e Informática”, la sustentabilidad no era un tema nuevo. Durante los últimos ocho años, se emprendían proyectos de investigación y búsqueda de soluciones ante un problema que no los mantenía ajeno: la fuerte deforestación de la zona aledaña al colegio, producto de la quema de árboles. Ese despertar de conciencia inicial fue el que los llevó a comenzar a pensar en cómo satisfacer las propias necesidades de sus alumnos de una forma más eficiente y amigable con el planeta. “El gobierno quería montar una jornada completa de todo el día, y en las dos horas que los recibíamos para que coman, más de 500 estudiantes se sentaban hasta en el suelo. El hacinamiento era terrible, no teníamos la infraestructura necesaria ni en el comedor ni en la cocina. Al ser una escuela muy humilde, a veces nos cortaban el gas, y no teníamos energía eléctrica ni siquiera para poder licuar fruta y darles unos jugos”, expresa angustiada Yenny. Con investigación, sistematización de datos y tecnología, diseñaron un proyecto que ganó a nivel municipal, luego a nivel departamental, y finalmente llegó a ser elegido para inscribirse al Premio Zayed Energía del Futuro en representación de Colombia. El proyecto que resultó ganador es concreto: desarrollar un restaurante escolar auto sostenible con un diseño bioclimático. Con energía solar y fotovoltaica se dispondrá de un horno para la cocción de pan, un colector para calentar el agua para las infusiones, y una alacena con nevera para conservar el estado de las carnes, pollos y pescados. Además, un biodigestor permitirá aprovechar los residuos para generar energía. Yenny describe su impacto: “A través del proyecto, solucionamos un problema social sin dañar el ambiente, pero ofreciendo un espacio de interacción agradable para los alumnos”. Dicha interacción incluye también un vínculo especial entre los niños y los más de 80 ancianos que asisten también a la institución, a través del trabajo conjunto en el cuidado de la huerta para el posterior disfrute de las verduras y frutas cosechadas. El Premio Zayed Energía del Futuro fue creado por el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos en 2008, para reconocer proyectos que, en todo el mundo, promuevan el desarrollo de energías renovables y la sostenibilidad. La categoría de Escuelas Globales de Secundaria se incorporó en 2012 para ofrecer fondos a escuelas, con el objetivo de garantizar el desarrollo de energías renovables en sus instituciones. Desde entonces, en cada nueva edición del premio, cinco escuelas reciben 100.000 dólares cada una, para poner en marcha sus proyectos. ¿Por qué es importante que las escuelas se presenten al Premio Zayed? La respuesta de Yenny es contundente: “La experiencia impacta en lo cultural, es un choque en nuestro saber. Es ver que hay muchas posibilidades que no hemos explorado. Gabriel Plazas era una 1 escuela estrato cero, del Estado, olvidada allá en el campo. El Premio Zayed nos demostró que podemos competir con otras escuelas, privadas o de países mucho más avanzados. Nos demostró que sí se puede”. Para que ello sea posible, el rol de los docentes es clave en el proceso de preparación del proyecto y acompañamiento de los estudiantes. Según Yenny, son dos los elementos fundamentales a considerar, estrechamente relacionados. Por un lado, la investigación. “Un proyecto no sale de la nada. Hay que investigar, y mucho, para poder presentar una propuesta viable”, asegura. Por otro lado, y luego de haber realizado la investigación pertinente, está el otro elemento: la sistematización de la información. Al respecto, la Mágister en Educación es crítica: “Los docentes hacemos muchas cosas, pero tenemos cierta pereza en este sentido. Es importante almacenar toda la información obtenida y sistematizarla”. Pero a estas dos acciones concretas, se le suma otra, más vinculada a los valores y el esfuerzo propio: el sentirse sólo, el no tener apoyo, el enfrentarse a obstáculos en el camino. Yenny muestra su cuota de esperanza: “Hay fundaciones que apoyan este trayecto y permiten que sea posible. Por eso hay que perseverar”. La ceremonia de entrega del premio se celebró en enero de 2016 en Abu Dabi. “Uno no ve la magnitud de lo que significa el premio hasta estar allá”, recuerda Yenny y aún se emociona al hablar del impacto que tuvo para los estudiantes: “Son dos niños de estrato social 1 que, a duras penas, han salido como mucho a la capital del país. Subirse a un avión, llegar a Abu Dabi, pasear por el desierto, toda la experiencia es un impacto en sí mismo para ellos”. No confiados en que iban a ganar, Yenny confiesa que lo primero que pensó al recibir el premio fue la responsabilidad que tendrían de ahora en adelante para ponerlo en práctica. Allí, la Dra. Nawal Al-Hosany, directora del Premio Zayed Energía del Futuro, reconoció el aporte de la institución ganadora en la región de las Américas: “Estamos muy contentos de darles la bienvenida dentro de nuestra creciente comunidad internacional. Esperamos que puedan servir de inspiración para otras escuelas que quieran comenzar su viaje hacia la sostenibilidad con el Premio Zayed”. En momentos donde el inicio de firma del Acuerdo de París da un nuevo marco internacional en la lucha frente al cambio climático, las instituciones educativas se convierten en un actor clave a través de sus sistemas de educación y, en vínculo diario y directo con ellas, las futuras generaciones que liderarán el único planeta que tenemos para vivir mañana. Yenny es consciente de ello: “El planeta Tierra nos está hablando, nos está diciendo que está inconforme con la modernidad, y eso se puede escuchar desde la escuela para actuar. Somos la especie que está destruyendo ese planeta. Por eso, formo a mis estudiantes en las aulas para que se preocupen y hagan cosas por la Tierra”. Equipo MET Community Comunicación y prensa: Tais Gadea Lara [email protected] www.ZayedFutureEnergyPrize.com twitter.com/ZFEP www.facebook.com/TZFEP 2