Querido estudiante

DIÁLOGO
EPISTOLAR
Querido estudiante:
S
i bien aún no nos conocemos, permíteme llamarte querido. ¿Por qué? Porque ahora somos parte de
la misma familia, de la misma comunidad, somos parte de la Universidad Autónoma de la Ciudad
de México. Y esto me llena de orgullo. Sin embargo, para ti quizás todo esto te parezca un poco
vago… ¿Qué es ser universitario? ¿Cómo se vive el “ser universitario”?
Déjame decirte que el tener el privilegio de ser alumno universitario es de por sí, una situación especial,
emocionante y a la vez llena de misterio. Uno se pregunta qué es lo que va a encontrar al cruzar la puerta,
al dejar detrás de sí el mundo conocido y seguro. Pero te puedo decir por experiencia, que estás a punto de
empezar una etapa de tu vida que será provechosa, rica y plena, donde conocerás y expandirás tu mente, tus
sueños y tu propia manera de ver la vida. Una etapa que te marcará para siempre y que te cambiará de manera positiva, madurando como ser humano y como ciudadano.
Ser estudiante universitario implica tomar en tus manos la responsabilidad de llevar este nombre. No
eres solamente un número, una matrícula o un apellido. Eres un ser pensante y reflexivo que tiene el compromiso de ejercer estas características de manera autónoma y responsable. Significa participar de forma activa en las clases, escuchar de manera crítica y respetuosa las opiniones de los demás, defender tus puntos de
vista y fundamentarlos. Para lograr esto, la asistencia a tus sesiones, la investigación previa y el aprendizaje
independiente son puntos clave. Y si bien parece una tarea ardua, la recompensa de cambiar, reinventarse, ser,
conocer, aplicar ese conocimiento y transformar tu entorno es la mayor satisfacción a la que podemos aspirar.
Afortunadamente, estarás acompañado durante este proceso. Tu tutor estará contigo, ofreciéndote opciones
para que finalmente, tú decidas de manera informada y pensada.
Igualmente, el encontrar nuevas maneras de aprender, de interactuar con los profesores y los compañeros es vital. Como universitario ya no te puedes conformar con ser un agente pasivo en el salón de clases, con
recibir “la sabiduría” de tus profesores, con aceptar sin analizar. En definitiva, desde este momento debes tomar las riendas de tu trabajo en el aula y fuera de ella. Afortunadamente, has llegado a una universidad que
orgullosamente cuenta con varias opciones para realizar estas actividades: las asesorías, los círculos de estudio,
los talleres, y sobre todo los mismos profesores y tus compañeros, abiertos al diálogo y a la retroalimentación
continua, en un marco de respeto y ayuda mutua.
Esto también implica ser ejemplo, dentro y fuera de las instalaciones. Es el llevar con orgullo el nombre
de la UACM y dar testimonio de quiénes somos y cómo somos. Recuerda que lo que hacemos afuera se refleja, se multiplica y habla de nosotros, bien o por desgracia, mal. Por ello, debemos dar la mejor imagen de
universitarios: comprometidos con la sociedad, agentes de cambio, participativos, propositivos y proactivos.
Levantar el nombre de nuestra Universidad y darlo a conocer, para que todos estén tan orgullosos de ella
como lo estamos nosotros. Recuerda, ser universitario no es sólo una etiqueta, es parte de nuestra identidad,
de nuestra pertenencia y de nuestra trascendencia.
Y no solamente lleva consigo el estudio, la investigación y el conocimiento. El ser estudiante universitario es un pasaporte de entrada a importantes y variadas experiencias culturales, muchas de ellas nuevas y cautivadoras, atractivas y embriagantes. Las bellas artes en todas sus manifestaciones, los idiomas, la convivencia
con personas de diferentes pasados y con quienes podemos compartir el presente y el futuro, la participación
en foros donde nuestra voz se oye y pesa, a veces fuera de las fronteras… Todo esto es a la vez, nuestra obligación y nuestro derecho. ¡No lo pierdas por no ejercerlo! Conócelo, aprécialo pero sobre todo, ¡vívelo!
¿Crees que la responsabilidad es mucha? Sí, así es. Pero vale la pena. Vale la pena cada segundo de calidad que inviertas en esta casa de estudios, no sólo por hoy, sino como parte de tu vida. No sólo por ti, sino
por quienes son importantes para ti. No sólo por tu ambiente, sino por tu comunidad, tu ciudad y tu país.
De todo corazón, bienvenido. Espero que dentro de poco, puedas decir con convencimiento, conocimiento y sentimiento: Nada humano me es ajeno.
Gabriela Ladrón de Guevara de León
Plantel Cuautepec, UACM
Profesora-Investigadora